DIARIO DE GUERRA
Archivo personal
Autor: Juan Colacrai.
Traductor: Sandra M. Portas.
Colaborador: Miguel Alberto Colacrai
Compaginación: Rodolfo Juan Alegret
Traducción: Marzo de 1995.
Lugar: Tucumán, Argentina.
Continúa capitulo 11
Estaban felices por no estar en aquel otro lugar tan peligroso, y es así que transcurrieron los días de descanso con bastante tranquilidad, cuando tuvieron que retornar a las trincheras no fue tan dramático pues ellas eran diferentes a las ya conocidas.
Continuando el viaje tuvieron que pasar por un monte llamado Marmolata de una altitud de 1.663 metros de altura el cual debía escalarse por medio de cuerdas.
Tan empinado era que se debía trabajar ascendiendo con las rodillas y con las manos agarrando las cuerdas, puesto que si se caían no se encontraría luego restos, debido a la altura de sus peñascos.
Todos los soldados que no habían visto jamás montañas de ese tipo, estallaban en llanto del miedo que les causaba el ascenso, no se veía ni rastros de vegetación, era un monte de una sola piedra, que parecía como puesta a propósito en ese lugar.
Comenzaron a treparlo desde el pié, y hacia el amanecer, consiguiendo llegar a la cima por la noche, no todos subieron esa tarde, una parte del grupo no logró la meta, los que si lo hicieron, al llegar a la parte casi mas alta hallaron una especie de galería que los ponía a reparo, si no fuera por esta ventaja hubieran tenido que mantenerse tomados a las cuerdas para no desplomarse al vacío.
Esa misma tarde tres soldados tuvieron que subir al monte Junto con un Capitán con el fin de llevar ametralladoras y municiones, por lo que Giovanni también tubo que trepar hasta lo mas alto de la cima, cuando llegaron, se toparon con la sorpresa de que la cima estaba compuesta por una superficie plana de tres metros de ancho, con un pequeño reparo natural, para protegerse del enemigo, al mirar desde allí, hacia abajo se aterrorizaron, daba la impresión de estar sobre una torre, cuando escuchaban algún disparo de cañón esta punta del monte se ondulaba como un pino cuando se somete a un fuerte viento, era de imaginarse el miedo de Giovanni y el resto de los hombres, entretanto el pobre pensaba que se había salvado del agua para caer en el fuego...
Pero hasta ahora no era nada comparado a lo que podía suceder...
Hacia la medianoche se largó un temporal de nieve, viento y truenos que daría miedo a cualquiera.
Gianni al ver cosas tan tremendas en la cima del monte y con el peligro de estar tan expuestos por los rayos, se sentía totalmente perdido al igual que sus compañeros, por lo tanto en el momento de estallido de truenos, todos al unísono se arrojaron de cara al suelo, decididos a no levantarse por nada del mundo, porque además se añadían los cañonazos del enemigo que se intensificaban en medio del temporal...
Por otro lado tenían que estar atentos pues podían morir quemados por la acción de un rayo, que en la cumbre de estos montes son mas frecuentes, o una ráfaga de viento podía empujarlos hacia abajo por lo que seguramente jamás los hubiesen encontrado.............
Fin del capitulo Nº 11
FINAL DEL DIARIO DE GUERRA
Bueno amigos del foro esta es toda la narración, el relato termina así de esta manera en forma algo abrupta, y si hay otro final no lo sabemos, valgan pues entonces estas líneas para conocer mínimamente, las sensaciones que se viven dentro de una guerra, de por si crueles.
De mi parte y la de sus descendientes, honor a Don Juan Colacrai, Soldado Italiano de la Primea Guerra mundial.
Muchas gracias.
Aquí para ilustrar este final:
Una foto de un mural que él mismo pinto en una pared de su casa en Córdoba, Argentina, allá por 1947, y esta referida a su pueblo natal de Pietramontecorvino, Provincia de Foggia, Italia.
Y esta ultima del "Nono" Juan junto a alguno de sus nietos (1960), y por supuesto el que esta a izquierda del abuelo soy yo con 5 años...
Saludos.
Nuestro corazón es un arpa de dos cuerdas. Una para los amigos, y otra para las inquietudes. La mano del destino toca indiferentemente la una y la otra. (Antiguo canto Turco)
Hay tres clases de hombres: los vivos , los muertos y los que viven en el mar. (antiguo proverbio griego)