T. Col. J. Frost escribió:Rittmeister dijo:
"Para hacer comparaciones justas, por lo que se refiere a los ases que combatieron en otros teatros de guerra que el Frente Occidental, incluyendo a los pilotos de hidroaviones, teniendo en cuenta que había muchos menos aviones y las posibilidades de combate eran menores, limitaciones del armamento aparte , y yo consideraría que una victoria en uno de esos frentes vale por dos. Así, el ruso Kazakov habría sido un as de 40 victorias, Baracca y Brumowski son comparables a Manfred von Ricthofen y Fonck, y un as de hidros como Christiansen es comparable a un as de 50 victorias".
Es cierto que los que lucharon en el Frente Italiano tuvieron menos oportunidades de incrementar el tanteo, pero también de morir.
No es verdad. Que la intensidad y frecuencia de los combates aéreos sea menor, no necesariamente significa que las probabilidades de supervivencia sean mayores. El volar por sí solo ya era una actividad peligrosa, y de hecho muchos ases murieron en accidentes de vuelo. Las condiciones climáticas en los frentes secundarios y sobre el mar, especialmente en el Mar del Norte eran más duras que en Francia y Flandes, con mayores riesgos.
Por lo que se refiere a los austrohúngaros, en el Osprey dedicado a ellos (Aoa 46) se indica, página 16, que el 38% de los pilotos del ejército resultaron
muertos y el 20% de los pilotos de la marina. Creo que son los porcentajes más elevados de cualquier fuerza aérea, lo que refleja la inferioridad general técnica y numérica de la fuerza aérea de la doble monarquía, y da más mérito aún a sus ases.
Por lo que se refiere al Frente Occidental, me ratifico, era más fácil conseguir victorias allí corriendo un riesgo equivalente, como se decía, a más moros, más ganancia.
Para una clasificación no podemos hacer futuribles, que hubiese pasado si Guynemer y Ball hubiesen vivido más tiempo, pero lo cierto es que con su muerte acabó también su tanteo.
Guynemer, Ball, Boelcke y tantos otros estaban quemados y su fin estaba próximo y era inevitable. Te remito a la Biblia sobre el tema,
Gunning for the Red Baron de Leon Bennet, que ya he mencionado antes. En su capítulo 9 hace un exhaustivo análisis estadístico del tema y viene a decir en sus conclusiones que el as típico conseguía 20 victorias, y este era el criterio que seguían los alemanes para conceder la máxima condecoración, la Pour le Mérite. Que el máximo de victorias que conseguían los mejores ases estaba en torno a las 40, antes de que la muerte, las heridas, la captura, o el ser retirados del frente para evitar su pérdida pusiera fin a su carrera. Al llegar a las 40 , los ases estaban quemados y a punto de acabárseles la suerte antes de que la inexorable ley de probabilidades hiciera que les llegase el turno de caer. Los ases que abusaban de su suerte solían caer poco tiempo después sin haber incrementado mucho su tanteo, caso de Ball, Guynemer, Löwenhardt... por citar algunos.
Más allá de las 50 victorias sólo llegaban los ases de ases, individuos excepcionales y favorecidos por la fortuna y circunstancias excepcionales, como Manfred von Richthofen y René Fonck. En la misma categoría incluiríamos a Brumowski, Baracca y Coppens.
Hago notar que hay una anomalía estadística entre los ases alemanes debido a que algunos en 1918 disfrutaron de una segunda oportunidad al sobrevivir a una muerte segura gracias a disponer de paracaídas. Udet es el caso más notorio.
Por todo lo expuesto, me ratifico. Las victorias obtenidas por ases en frentes secundarios o sobre el mar, son equiparables al doble de las victorias obtenidas en Flandes, en los combates entre británicos y alemanes. Por una serie de circunstancias, la actividad aérea fue menos intensa y las victorias algo menores en la parte del Frente Occidental que enfrentaba a franceses y alemanes.