Thomas Taylor era un joven nacido en el condado de Assumption, en el estado de Luisiana, que con 21 años de edad se alistó en 1861 como voluntario para defender a los nacientes Estados Confederados de América, uniéndose a la Compañía K (Phoenix Guard) del 8º Regimiento de Infantería de Luisiana. Su padre era abogado y congresista al estallar la contienda, constando en la documentación al alistarse el joven Thomas como granjero, probablemente porque trabajaba en la finca familiar.
A fines de 1861 Taylor había sido ascendido al rango de sargento, sirviendo durante las campañas de la primavera y el verano de 1862. Su unidad participaría de la invasión de Maryland por el ejercito de Lee, donde tendría lugar la batalla de Antietam. En las inmediaciones de la población de Sharpsburg, al amanecer del 17 de septiembre de 1862, el 8º de Luisina, formando parte de la Brigada de Harry Hays, se encontraba en reserva en las inmediaciones del Bosque del Oeste, cuando se le ordenó avanzar en apoyo de la Brigada de Lawton, siendo ambas brigadas puestas en posición para avanzar sobre el campo de maíz, donde una intensa lucha había ya comenzado.
A medida que las dos brigadas se aproximaban al campo de maíz, podían vislumbrar a través del humo una larga línea de uniformes azules, con el ruidos de mosqueterìa haciendose cada vez màs intenso hasta ser casi ensordecedor. Sus compañeros a ambos lados iban cayendo cada vez con mayor rapidez. La carnicería era horrenda para cuando la brigada de Hays alcanzò el campo de maíz. Pero finalmente consiguieron hacer retroceder a los yanquis. Los hombres cargaban y disparaban tan rápido como podían, con los yanquis a solo unos metros de distancia. Si bien los federales habían retrocedido, harían un desvastador contraatanque. La munición comenzaba a escasear y la cantidad de bajas considerable, pero los hombres de Luisiana aguantaron hasta que comenzó a circular la orden de retroceder. Otras brigadas confederadas aguardaban unirse a la carnicerìa, marcando el final del combate para la brigada de Luisiana en Sharpsburg. Los muchachos del 8vo de Luisiana habían estado bajo fuego directo unionista durante unos veinte minutos. En ese lapso mas de la mitad de los hombres fueron bajas, muertos o heridos. Thomas Taylor fue uno de estos últimos.
Para Taylor, esos minutos en las cercanías del Campo de Maíz marcarían el inicio de un doloroso periplo que no culminaría con la batalla. Su pierna sangraba a través de una profunda herida en la articulación de la rodilla. Era uno más de los miles de heridos que yacían en el terreno duramente disputado en las cercanías de Sharpsburg. La mayoría no recibieron atención médica hasta el día siguiente. Al sufrimiento físico por estar expuestos durante el dìa al tórrido sol veraniego, el dolor se intensificaba a medida que pasaban las horas, a lo que se agregaba el flagelo de la sed. Taylor fue recogido por camilleros enemigos y llevado a un hospital de campaña. Da allí , el 28 de septiembre sería trasladado como prisionero a un hospital en Frederick, Maryland y unas semanas mas tarde a Saratoga, New York. Meses después sería embarcado a City Point, en Virginia, donde fue intercambiado por un prisionero nordista, e internado en un hospital confederado en Petersburg. Taylor nunca pudo reintegrarse a su unidad dado que sus heridas eran invalidantes.
Su historial resurgiría muchas décadas después cuando una mujer de Nueva Orleans donara algunos objetos personales de Taylor,incluyendo una chaqueta de su uniforme, al Museo de la Confederación en Richmond.