"Mediohombre" y lo último de Almena: maridaje perfecto.
Publicado: 24 Abr 2010
Conocedor, orgulloso y enamorado de la gloriosa figura de Don Blas de Lezo y Olavarrieta, entre otros gracias a Juan Antonio Cebrián, Pérez-Reverte... y gracias también a lo que muchos de vosotros (gracias, Goyix ) habíais escrito en este Foro, solía preguntarme por qué una acción tan brillante como la que le hizo inmortal no deja de pasar poco menos que inadvertida en los anales de la Historia.
Estas navidades pasadas paseaba yo por un céntrico centro comercial de Valencia, y cómo suelo hacer habitualmente, decidí perderme en su sección de libros. Cuando ya había rellenado el cupo del día -uno tiende a emocionarse y a cargar siempre de más -, descubrí de puro milagro oculta una novela histórica de la cual, al menos yo, no tenía conocimiento alguno. Al leer el título, decidí echarle una ojeada: se trataba de Mediohombre, la batalla que Inglaterra ocultó al mundo, (Inédita Editores) del novelista vasco Alber Vázquez.
Solamente tuve que leer la contracubierta: "Al Almirante Blas de Lezo, con sólo tres mil hombres y seis navíos a su cargo, se le ha encomendado la defensa de Cartagena de Indias. Frente a él se prepara el desembarco más audaz de todos los tiempos: Inglaterra ha enviado doscientas naves y casi treinta mil hombres para arrasar la ciudad. Cualquiera en su sano juicio se habría rendido de inmediato. Cualquiera... excepto Lezo."
y seguidamente el primer párrafo: "El impacto de una bala de cañón de a veinticuatro libras es como introducir una mano en el vientre abierto de un lobo moribundo: mientras experimentas el calor de las vísceras aún húmedas, caes en la cuenta de que cuando el animal se revuelva por última vez, de la dentellada no te libra nadie. Blas de Lezo bajó la cabeza y vió que parte de su pierna izquierda había sido arrancada de cuajo. Sintió el calor y sintió la dentellada. Y deseó que el infierno cayera sobre el malnacido inglés cuya mano había encendido la mecha del cañón que lanzó la bala. (...)"
Decidí dotar de una ampliación extraordinaria mi presupuesto para aquel día en aquel preciso momento y ahora, compañeros, os puedo confesar que me ha hecho disfrutar como un jabalí rebozándose en gasóleo.
Justo es reconocer que se trata de una espléndida, ágil y divertida novela, que narra día a día el ataque británico comandado por Vernon a Cartagena de Indias (cada capítulo es una fecha), y la heróica acción defensiva española, orquestada y dirigida por nuestro injustamente olvidado Blas de Lezo, probablemente el mejor almirante que haya parido nuestra nación, aquel mutilado (tuerto, manco y cojo) que hizo frente y puso en fuga a los "pérfidos" con una dantesca desproporción (6 barcos españoles vs 186 británicos; 3.000 españoles vs 30.000 británicos), revelando al mundo el también desproporcionado tamaño de su hombría (por no decir de sus gónadas).
El relato es raudo, con un ritmo frenético, y los diálogos y personajes me han recordado aquellos socarrones y ácidos diálogos del mejor Arturo Pérez-Reverte.
En el debe tengo que apuntar muchas erratas, el pequeño precio que hay que pagar dado que mi ejemplar es una primera edición (noviembre de 2009, y adquirido en diciembre del mismo año), pero sobre todo, la inexistencia de mapa alguno que ayude a la comprensión, desarrollo y desenlace de las acciones que va comentando la novela.
Por mi parte, recomiendo leerlo teniendo al lado el extraordinario número 59 de "Guerreros y Batallas" (Almena, 2010), La Guerra del Asiento o de la "Oreja de Jenkins" 1739-1748, de Rubén Sáez abad, cuyas fotos, mapas y texto maridan a la perfección -como un buen Ribera del Duero con un chuletón de Ávila- con la novela de Vázquez. Este libro, ya con nuevo formato -acertadísimo, en mi opinión-, resume a la perfección el conflicto entero en todas sus fases y desde todos los puntos de vista, sacando a la luz aquella guerra que el orgullo británico trató de enterrar para siempre en el olvido.
Mención especial merecen las ilustraciones de las láminas que acompañan este nuevo título de Almena (Greve/Fernández).
En resumidas cuentas: un buen par de libros para quitar el moho y rescatar a la mayor gloria de uno de los episodios más impresionantes de la Historia Militar Universal y de su artífice, el glorioso marino vasco.
("God Damn you, Lezo", le dedicaba Vernon mientras escapaba derrotado con las orejas gachas). Magistral lección de gloria traída a primera plana por Inédita y Almena, inversión altamente recomendable, si se quiere pasar un buen rato disfrutando de buena lectura.
Saludos.
Estas navidades pasadas paseaba yo por un céntrico centro comercial de Valencia, y cómo suelo hacer habitualmente, decidí perderme en su sección de libros. Cuando ya había rellenado el cupo del día -uno tiende a emocionarse y a cargar siempre de más -, descubrí de puro milagro oculta una novela histórica de la cual, al menos yo, no tenía conocimiento alguno. Al leer el título, decidí echarle una ojeada: se trataba de Mediohombre, la batalla que Inglaterra ocultó al mundo, (Inédita Editores) del novelista vasco Alber Vázquez.
Solamente tuve que leer la contracubierta: "Al Almirante Blas de Lezo, con sólo tres mil hombres y seis navíos a su cargo, se le ha encomendado la defensa de Cartagena de Indias. Frente a él se prepara el desembarco más audaz de todos los tiempos: Inglaterra ha enviado doscientas naves y casi treinta mil hombres para arrasar la ciudad. Cualquiera en su sano juicio se habría rendido de inmediato. Cualquiera... excepto Lezo."
y seguidamente el primer párrafo: "El impacto de una bala de cañón de a veinticuatro libras es como introducir una mano en el vientre abierto de un lobo moribundo: mientras experimentas el calor de las vísceras aún húmedas, caes en la cuenta de que cuando el animal se revuelva por última vez, de la dentellada no te libra nadie. Blas de Lezo bajó la cabeza y vió que parte de su pierna izquierda había sido arrancada de cuajo. Sintió el calor y sintió la dentellada. Y deseó que el infierno cayera sobre el malnacido inglés cuya mano había encendido la mecha del cañón que lanzó la bala. (...)"
Decidí dotar de una ampliación extraordinaria mi presupuesto para aquel día en aquel preciso momento y ahora, compañeros, os puedo confesar que me ha hecho disfrutar como un jabalí rebozándose en gasóleo.
Justo es reconocer que se trata de una espléndida, ágil y divertida novela, que narra día a día el ataque británico comandado por Vernon a Cartagena de Indias (cada capítulo es una fecha), y la heróica acción defensiva española, orquestada y dirigida por nuestro injustamente olvidado Blas de Lezo, probablemente el mejor almirante que haya parido nuestra nación, aquel mutilado (tuerto, manco y cojo) que hizo frente y puso en fuga a los "pérfidos" con una dantesca desproporción (6 barcos españoles vs 186 británicos; 3.000 españoles vs 30.000 británicos), revelando al mundo el también desproporcionado tamaño de su hombría (por no decir de sus gónadas).
El relato es raudo, con un ritmo frenético, y los diálogos y personajes me han recordado aquellos socarrones y ácidos diálogos del mejor Arturo Pérez-Reverte.
En el debe tengo que apuntar muchas erratas, el pequeño precio que hay que pagar dado que mi ejemplar es una primera edición (noviembre de 2009, y adquirido en diciembre del mismo año), pero sobre todo, la inexistencia de mapa alguno que ayude a la comprensión, desarrollo y desenlace de las acciones que va comentando la novela.
Por mi parte, recomiendo leerlo teniendo al lado el extraordinario número 59 de "Guerreros y Batallas" (Almena, 2010), La Guerra del Asiento o de la "Oreja de Jenkins" 1739-1748, de Rubén Sáez abad, cuyas fotos, mapas y texto maridan a la perfección -como un buen Ribera del Duero con un chuletón de Ávila- con la novela de Vázquez. Este libro, ya con nuevo formato -acertadísimo, en mi opinión-, resume a la perfección el conflicto entero en todas sus fases y desde todos los puntos de vista, sacando a la luz aquella guerra que el orgullo británico trató de enterrar para siempre en el olvido.
Mención especial merecen las ilustraciones de las láminas que acompañan este nuevo título de Almena (Greve/Fernández).
En resumidas cuentas: un buen par de libros para quitar el moho y rescatar a la mayor gloria de uno de los episodios más impresionantes de la Historia Militar Universal y de su artífice, el glorioso marino vasco.
("God Damn you, Lezo", le dedicaba Vernon mientras escapaba derrotado con las orejas gachas). Magistral lección de gloria traída a primera plana por Inédita y Almena, inversión altamente recomendable, si se quiere pasar un buen rato disfrutando de buena lectura.
Saludos.