He pensado que podríamos tratar de resumir las innovaciones fundamentales que definirían al ejército napoleónico, los puntos fuertes que marcaban la diferencia con los demás ejércitos de su época.
En el foro ya hay un hilo sobre las campañas napoleónicas:
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Y otro sobre las batallas:
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Este hilo puede tratar del ejército napoleónico en sí, de lo que lo hacía diferente de los demás.
1) Topografía: Fue el primer ejército que prestó verdadera atención a la Topografía. Bonaparte llegó a contar con mapas de escala 1:100.000 de toda Europa al oeste de Rusia, algo completamente inusitado. Cuando estaba en campaña, cada tarde examinaba los mapas, en los que sus ayudantes indicaban a diario con detalle el movimiento de sus unidades y el de las fuerzas enemigas detectadas.
Esos mapas eran elaborados por una nutrida tropa de ingenieros, topógrafos y cartógrafos, comenzando por el general Berthier, que dirigía un equipo de 200 oficiales encargados de inspeccionar el terreno y levantar mapas, y terminando en el gabinete topográfico del Emperador, dirigido por el general Bacler D’Alber, que preparaba los mapas que cada noche examinaba el emperador.
2) Divisiones: fue el primer ejército que utilizó como unidad táctica fundamental la división, una gran unidad integrada por las diversas armas y servicios, y que por tanto podía operar autónomamente en la marcha y el combate, como un ejército en miniatura. Antes de Napoleón los ejércitos se organizaban en regimientos, pero se trataba de ejércitos de menor tamaño que el napoleónico. Éste, al integrar varios regimientos en cada división, evitaba los problemas propios de la organización regimental como la dispersión administrativa y la descoordinación entre regimientos.
3) Movilidad: la enorme velocidad de desplazamiento del ejército napoleónico asombró a sus contemporáneos. El aire de marcha era de 120 pasos por minutos, frente a los 70 tradicionales hasta entonces. En agosto de 1805, preparando la invasión de Inglaterra, Bonaparte había concentrado la Grande Armée, 200.000 soldados, en la costa del Canal, en torno a Boulogne. Pero no quiso embarcarse dejando a sus espaldas los ejércitos que habían levantado contra él Rusia y Francia, por lo que decidió antes batir a estos ejércitos. Desplazó secretamente la Grande Armée a la frontera, y el 25 de septiembre cruzó el Rhin. El 20 de octubre obtuvo la rotunda victoria de Ulm, y el 2 de diciembre la todavía más aplastante victoria de Austerlitz. Entre Boulogne y Austerlitz hay 1.700 km, y el ejército napoleónico fue capaz de recorrer esa distancia en tres meses, desplazándose principalmente a pie por los defectuosos caminos de la época, sin desorganizarse ni perder combatividad.
4) Vivir del país: la necesidad agudiza el ingenio, como comprobó Napoleón en la Campaña de Italia de 1796. La República, en práctica bancarrota, le había otorgado el mando de un ejército pobremente equipado y sin posibilidades de recibir suministros, por lo que Napoleón decidió vivir sobre el terreno: sus soldados se alimentaban de lo que rapiñaban, las armas y municiones eran las capturadas al enemigo y la soldada consistía en el botín que se lograra en las ciudades conquistadas. Este sistema se convirtió en la norma en las campañas siguientes. De esta forma aumentaba la movilidad al no depender de las lentas carretas de suministro, y se reducía la vulnerabilidad al no tener a sus espaldas frágiles líneas de suministro que pudiera atacar la caballería enemiga.
5) Artillería: el ejército napoleónico contó con las mayores concentraciones artilleras nunca vistas hasta entonces. El Emperador ponía el mayor empeño en contar siempre con mayor número de piezas que el enemigo. En 1809, en Wagram, por ejemplo, se reunió el mayor número de cañomnes que nunca había participado en una batalla, Napoleón dispuso de 554 cañones, frente a los 414 del ejército austríaco.
6) Batalla de aniquilación: Bonaparte siempre tuvo claro que el objetivo estratégico supremo es la destrucción del ejército enemigo, no la conquista de territorio o el lograr éxitos simbólicos como tomar la capital del adversario. El general ruso Mihail Barclay de Tolly comprendió bien este punto fuerte de napoleón, y en 1812 trató de contrarrestarlo evitando el enfrentamiento directo y practicando la estrategia de tierra quemada, lo que también anulaba la táctica napoleónica de vivir sobre el terreno. El Zar, sin embargo, no supo ver las virtudes de la estrategia fabiana y sustituyó a Barclay de Tolly por el general Kutuzov con la orden de presentar batalla. Esta se produjo en Borodino, Napoleón estaba tan deseoso de librar al fin la batalla de aniquilación que le había negado Barclay que ordenó un ataque frontal contra los rusos, sin maniobra ni táctica alguna, tan sólo cargar contra ellos.
7) Explotación ofensiva: tras cada batalla el ejército napoleónico sabía mejor que ningún otro hasta entonces explotar estratégicamente la victoria táctica. Gracias a la superior movilidad de que dotó a su ejército, el énfasis que Napoleón puso en que se aprovecharan al máximo las victorias hace que algunas campañas napoleónicas merecieran ser denominadas blitzkrieg, guerras relámpago: en 1806, por ejemplo, se apoderó de toda Prusia en dos meses.
La extrema agresividad napoleónica en la explotación de sus victorias era algo nuevo en Europa, donde hasta las más sonoras victorias rara vez habían dado lugar a una veloz ofensiva posterior.
Incluso Wellington era lento en la explotación de las victorias, como demostró reiteradamente en la guerra peninsular.
8) Meritocracia: los orígenes republicanos del ejército napoleónico lo hicieron meritocrático, se ascendía por méritos en combate. Es célebre la cita de Napoleón: “cada soldado lleva en su mochila el bastón de mariscal”. Muchos de sus mariscales eran de origen muy humilde, en un tiempo en que tener título nobiliario lo era todo: Jean Lannes había sido aprendiz de tintorero antes de enrolarse como voluntario, Joaquín Murat era hijo de un posadero, André Masséna de un tendero,… Esto era inimaginable en los demás ejércitos europeos, en que el rango y el empleo se compraban o se heredaban, y quienes carecían de un título nobiliario tenían cerrado el acceso a la oficialidad.
Fuentes:
LIVESEY, Anthony. Grandes jefes militares y sus batallas. Ed. Folio, 1996.
ARTOLA, Miguel. La España de Fernando VII. Espasa-Calpe, 1983.
Con la llegada de Napoleón y su meteórica carrera militar no hay duda que revolucionó las artes de la guerra al igual que creó una nueva forma de combatir y de estructurar sus ejércitos, formando los famosos cuerpos de ejércitos capaces de actuar independientemente en casos de necesidad y lo suficientemente próximos entre sí como para darse apoyo en caso necesario. Supo utilizar como nadie la movilidad de sus tropas realizando grandes marchas que cogieron por sorpresa en mas de una ocasión al enemigo, perfeccionó la logística y se dotó de unidades de primer nivel como lo fueron las de la Guardia Imperial, tambien supo dotarse de tropas extranjeras agregadas a la Grande Armée de los países que iba ocupando y por supuesto estaba rodeado de unos grandísimos generales, quizás demasiado sujetos a la autoridad absoluta del emperador que tenía que controlar absolutamente todos los pasos que éstos daban salvo en contadas ocasiones.
