APV escribió: A decir de muchos esto fue un error, porque hacía falta destacar soldados para servir las piezas y habría sido mejor contar con ellos como fusileros. Por otra parte, dada la imprecisión de los fusiles y que los cañones causaban la mayor parte de las bajas, quizás la idea fuera buena.
En realidad ahí no estaba el problema, pues para compensar la necesidad de artilleros (y no es lo mismo el simple adiestramiento de un fusilero que el especializado de un artillero) los extrajo de la marina (que de todas formas estaban inmovilizados) para las campañas de 1813 y 1814.
El problema fue que para mover esas piezas y sus trenes de artillería se necesitaban más caballos, en un momento en que Francia está escasa de caballos
APV, parece que no me has comprendido. Intentaré explicarme mejor.
Durante el siglo XVIII la artillería, las piezas ligeras, se repartían entre los regimientos, es lo que se llama "cañones regimentales", aunque es también se habla de "cañones de batallón" a razón de dos piezas por batallón, aunque en el caso que nos ocupa sólo el primer bón. los tenía. Y aparte estaban las piezas de batería, más pesadas que se agrupaban en baterías, aunque la concentración en masa en grandes baterías no se dio hasta las guerras napoleónicas, a partir de 1806.
La efectividad de los cañones de batallón está muy discutida y la verdad es que parece que los autores pasan por alto... es muy difícil encontrar algo sobre su empleo táctico, su despliegue, su efectividad...
Pero respecto al ejército napoleónico lo que se sabe es esto. Para aprovechar la gran cantidad de material austríaco y prusiano capturado, y compensar el declive de la calidad de la infantería, Napoleón volvió a introducir los cañones de regimiento en 1809 a razón de 2 o 4 piezas de 3 o 4 libras por regimiento.
El problema es que entre cañoneros y conductores, servir las piezas requería un centenar de hombres, y otros cien caballos. Antes de 1812 ésto no suponía un problema. Luego por las razones que apuntas, tras perderse toda la artillería en Rusia, ya no se podían volver a introducir cuando más necesarios eran dado el pobre entrenamiento de los "maría luisas"
¿Servían para algo? Yo creo que sí, que se ganaba potencia de fuego, los detractores en cambio afirman que el problema es que los cien hombres empleados en las piezas, casi una compañía, habrían estado mejor empleados como fusileros, para extender el frente del bón. o absorber bajas tanto en batalla como en el desgaste normal de operaciones. Teniendo en cuenta lo mermados que llegaron los batallones de la Grande Armée a Borodino, quizás tengan razón.