Efectivamente, por este tratado Austria y España se garantizan mutuamente sus posesiones italianas, estabilizando un statu guo que durará hasta la Revolución Francesa y que garantizaba la hegemonía de ambas potencias en la península, que es neutralizada como foco de tensión y rivalidad internacional. En este estado de cosas, Austria gobierna directamente Milán y la dinastía Habsburgo rige también sobre la Toscana, minetras que los borbones españoles, que ya gobernaban en Nápoles y Sicilia desde 1738, habían recibido también por el Tratado de Aquisgrán Parma, Piacenza y Guastalla.Flavius Stilicho escribió: ↑03 Sep 2020 Un aspecto que creo que no se ha comentado, es precisamante el papel de España en todos estos movimientos. En 1752 se firma el Tratado de Aranjuez, al que se acaba uniendo Austria; tratado por el que se pone fin a la "cuestión italiana".
Así es. También hay que subrayar que este tratado reduce la influencia francesa al sur de los Alpes. Sin duda, no cabe decir que España sea un mero "satélite" francés. Satisfechas las ambiciones dinásticas y fuera de la escena Isabel de Farnesio con la subida al trono de Fernando VI, la atención española se desplaza de los asuntos continentales e italianos a ultramar. La rivalidad natural es Gran Bretaña (que no sólo presiona en América, sino que retiene Gibraltar y Menorca), pero en este periodo la monarquía española trata de ensanchar su espacio de maniobra buscando una posición propia en un escenario marcado por la creciente rivalidad naval y colonial anglo-francesa.Flavius Stilicho escribió: ↑03 Sep 2020La nueva política pacifista española no es baladí en el escenario internacional. Gran Bretaña se congratula de ella, ya que el distanciamiento entre Francia y España
Como bien decías, la nueva orientación española no es baladí de cara a esa "reversión de las alianzas" que llevará a los Siete Años. El Tratado de Aranjuez es tal vez la primera materialización diplomática importante que indica que la época de la rivalidad Habsburgo-Borbón como factor permanente de la política europea está llegando a su fin (ya había habido acercamientos entre Austria y los Borbones españoles antes, tras la Cuádruple, en la década de 1720, pero la política dinástica de la Farnesio se había acabado imponiendo a otras consideraciones). En este caso, la política española casa perfectamente con el proyecto de Kaunitz y los "bohemios" en Viena de neutralizar Italia y los Países Bajos como focos de fricción y, como muy bien dices, reduce la necesidad austríaca de soporte por las potencias marítimas. En este sentido, paralelamente, Aranjuez debilita también a los "tradicionalistas" en Versalles, pues les priva de un apoyo y un teatro donde desplegar las inercias de la rivalidad dinástica que aún persisten.Flavius Stilicho escribió: ↑03 Sep 2020La contra para Gran Bretaña era que le privaba de una de sus bazas en la alianza con Austria. Austria ya no necesitaba de la presencia de la Royal Navy en el Mediterráneo, para prevenir los movimientos de tropas españoles.
¡Un cordial saludo!