El Ejército Italiano antes de la Gran Guerra
Publicado: 06 Jun 2010
Fuente: Men at Arms 387: The Italian Army of WW1, de Osprey.
La situación de Italia era la más compleja de todos los participante en la Gran Guerra. Constituido como reino en 1861, a pesar de la considerable industrialización sufrida en los últimos 50 años, el país era todavía mayoritariamente agrario, de manera que el 75% de su población local eran campesinos sin tierras. En tales circunstancias, Italia no podía competir en al carrera armamentística que se había desarrollado, lo que no fue óbice para que tomara parte en una guerra contra Turquía en 1911-12, que le había dado Libia y las islas del Dodecaneso. Sin embargo, esta guerra había puesto de manifiesto las debilidades militares italianas, que se acentuarían con la resistencia nativa en Libia, que culminarían con la "Semana Roja" de junio de 1914.
Por alianzas, Italia había estado unida desde 1882 con Alemania y su antiguo enemigo tradicional, el Imperio Austro-Húngaro. Era, sin embargo, una alianza meramente defensiva e Italia siempre había dejado claro que no pensaba entrar en guerra con el Reino Unido. Por ello a nadie sorprendió el camino de la neutralidad tomado por Roma en 1914. De hecho, los sectores liberales y anticlericales opinaban que debía Italia unirse a Francia en la guerra contra Austria-Hungría para liberar los territorios de la Italia Irredenta, es decir, esas partes del Imperio Habsburgo habitadas en su mayoría por italianos.
Ello llevaría a Peppino Garibaldi a alistar a 4.000 italianos en la Legión Extranjera Francesa, luchando bravamente en el sector occidental hasta que regresaron a Italia en 1915 al entrar en la guerra.
Entre agosto de 1914 y mayo de 1915 el ejército italiano se prepara para la guerra mientras hace frente a nuevos problemas en diversas partes del imperio colonial. Eritrea, pese a los temores de invasión etíope, estaba tranquila. Somalilandia, había sido comprada en 1905 a una compañía privada que no podía acabar con un líder rebelde llamado Muhammad Abd Allah Hassan, que, en 1914, derrotó varias veces a los ingleses en su colonia somalí.
El mayor problema, sin embargo, era Libia, donde los senussi se resistían encarnizadamente a la colonización. Si bien dominaban Tripolitania, la situación era más comprometida en la Cirenaica, donde los senussi tenían su centro militar y religioso. La entrada de Turquía en la guerra complicó más la situación, pues aumentaron los esfuerzos de los rebeldes, apoyados desde Constantinopla, pese a no estar en guerra Turquía con Italia. Para mayor de 1915 las guarniciones italianas, que habían renunciado al interior del país, habían quedado reducidas a la costa, y algunos trozos de esta se habían perdido también.
Italia también estaba complicada en los Balcanes, aunque de manera diplomática. Albania, independiente desde 1913, estaba sumida en la anarquía. Con el estallido de la guerra, aprovechando que la atención internacional estaba ocupada, Grecia ocupa gran parte del país. Italia se hace con el control de la isla de Sazan y el puerto de Vlore en diciembre.
Desde antes del estallido de la guerra Italia había mantenido buenas relaciones con los aliados. En enero de 1915 Viena había recibido informes de que Italia se preparaba para entrar en la guerra del lado aliado. Los desembarcos de Gallipoli animaron más a Roma para tomar esta decisión y el 26 de abril de 1915 se firma el tratado de Londres, que promete dar a Italia sustanciales ganancias territoriales tras la victoria de la Entente. A pesar de las disensiones internas del gobierno, Italia declara la guerra a Austria-Hungria el 24 de mayo de 1915, el 21 de agosto a Turquía y el 28 a Alemania.
La situación de Italia era la más compleja de todos los participante en la Gran Guerra. Constituido como reino en 1861, a pesar de la considerable industrialización sufrida en los últimos 50 años, el país era todavía mayoritariamente agrario, de manera que el 75% de su población local eran campesinos sin tierras. En tales circunstancias, Italia no podía competir en al carrera armamentística que se había desarrollado, lo que no fue óbice para que tomara parte en una guerra contra Turquía en 1911-12, que le había dado Libia y las islas del Dodecaneso. Sin embargo, esta guerra había puesto de manifiesto las debilidades militares italianas, que se acentuarían con la resistencia nativa en Libia, que culminarían con la "Semana Roja" de junio de 1914.
Por alianzas, Italia había estado unida desde 1882 con Alemania y su antiguo enemigo tradicional, el Imperio Austro-Húngaro. Era, sin embargo, una alianza meramente defensiva e Italia siempre había dejado claro que no pensaba entrar en guerra con el Reino Unido. Por ello a nadie sorprendió el camino de la neutralidad tomado por Roma en 1914. De hecho, los sectores liberales y anticlericales opinaban que debía Italia unirse a Francia en la guerra contra Austria-Hungría para liberar los territorios de la Italia Irredenta, es decir, esas partes del Imperio Habsburgo habitadas en su mayoría por italianos.
Ello llevaría a Peppino Garibaldi a alistar a 4.000 italianos en la Legión Extranjera Francesa, luchando bravamente en el sector occidental hasta que regresaron a Italia en 1915 al entrar en la guerra.
Entre agosto de 1914 y mayo de 1915 el ejército italiano se prepara para la guerra mientras hace frente a nuevos problemas en diversas partes del imperio colonial. Eritrea, pese a los temores de invasión etíope, estaba tranquila. Somalilandia, había sido comprada en 1905 a una compañía privada que no podía acabar con un líder rebelde llamado Muhammad Abd Allah Hassan, que, en 1914, derrotó varias veces a los ingleses en su colonia somalí.
El mayor problema, sin embargo, era Libia, donde los senussi se resistían encarnizadamente a la colonización. Si bien dominaban Tripolitania, la situación era más comprometida en la Cirenaica, donde los senussi tenían su centro militar y religioso. La entrada de Turquía en la guerra complicó más la situación, pues aumentaron los esfuerzos de los rebeldes, apoyados desde Constantinopla, pese a no estar en guerra Turquía con Italia. Para mayor de 1915 las guarniciones italianas, que habían renunciado al interior del país, habían quedado reducidas a la costa, y algunos trozos de esta se habían perdido también.
Italia también estaba complicada en los Balcanes, aunque de manera diplomática. Albania, independiente desde 1913, estaba sumida en la anarquía. Con el estallido de la guerra, aprovechando que la atención internacional estaba ocupada, Grecia ocupa gran parte del país. Italia se hace con el control de la isla de Sazan y el puerto de Vlore en diciembre.
Desde antes del estallido de la guerra Italia había mantenido buenas relaciones con los aliados. En enero de 1915 Viena había recibido informes de que Italia se preparaba para entrar en la guerra del lado aliado. Los desembarcos de Gallipoli animaron más a Roma para tomar esta decisión y el 26 de abril de 1915 se firma el tratado de Londres, que promete dar a Italia sustanciales ganancias territoriales tras la victoria de la Entente. A pesar de las disensiones internas del gobierno, Italia declara la guerra a Austria-Hungria el 24 de mayo de 1915, el 21 de agosto a Turquía y el 28 a Alemania.