Comando de hombres Ranas de la marina de Guerra Dominicana
Publicado: 11 Sep 2007
Siempre he habla de los Seal, Delta Force, SAS entra otras unidades, hoy deseo dar a conocer una unidad poco conocida pero la cual demostro en combate ser una unidad de las mejores.
COMANDO DE HOMBRES RANA DE LA MARINA DE GUERRA DOMINICANA
Fidel Castro y el General Bruce Palmer, jefe de las tropas de ocupación norteamericanas en la guerra de abril del 1965, expresaron en diferentes ocasiones y por separado, su admiración y reconocimientos al Cuerpo de Comandos de Hombres Ranas de la Marina de Guerra Dominicana, como excelente unidad elite de combate.
El concepto de Fuerzas Especiales se inicia en la República Dominicana con el Cuerpo de Comandos de Hombres Rana, el cual tiene su origen en el año 1957 cuando el Generalísimo Rafael Leonidas Trujillo decide crear una unidad especial para combatir ciertos enemigos del régimen dentro y fuera del país.
De acuerdo al Vice Almirante (R) Manuel Ramón Montes Arache, uno de los creadores y comandante de esa unidad, Trujillo decide eliminar a Rómulo Betancourt debido al apoyo que éste le ofrecía a los adversarios de Trujillo en el exilio, lo que provocó en el dictador dominicano el deseo de eliminar al Presidente venezolano y causarle daños a su infraestructura petrolera.
El doctor Zonchini, un italiano que era el médico personal de doña Julia Molina, la madre de Trujillo, es la persona que le da la idea al tirano de crear los hombres rana, haciéndole referencia del éxito que habían tenido Italia e Inglaterra con ese tipo de unidad durante la Segunda Guerra Mundial.
Trujillo se convenció de que necesitaba tener a su servicio comandos navales capaces de realizar operaciones militares furtivas por mar y tierra en el extranjero, con un alto grado de precisión, eficiencia y seguridad.
Para los fines de crear los comandos fueron contratados instructores extranjeros, especialmente italianos veteranos de la Segunda Guerra Mundial, con hojas de servicios impresionantes y con largos de misiones peligrosas en diferentes frentes en el Mediterráneo.
Uno de los instructores que llegaron en 1956 y se radicaron en la Base Naval de Las Calderas lo era el coronel Ylio Cappoci, uno de los fundadores en Italia del cuerpo de comandos de hombres ranas que sirvió a su país a lo largo de la Segunda Guerra Mundial, obteniendo altas condecoraciones por su valor personal y por distinguidos servicios militares prestados a su patria. Otro instructor era Victorio Tudesco, ex capitán de comandos de Hombres Ranas de la Marina de Guerra italiana durante la Segunda Guerra Mundial. Su unidad operó en Gibraltar con seis submarinos biplaza y donde atacaron una flotilla naval enemiga y hundieron la mayoría de los barcos que la integraban; saliendo los doce ocupantes de los submarinos ilesos, entre ellos este valeroso militar.
Alberto Cortelleza, otro instructor, fue capitán italiano, experto en paracaidismo; durante la Guerra Mundial cumplió numerosas misiones peligrosas en territorios enemigos en diferentes países de Europa.
También estaban Benito Pambianchi PAMBIANCHI, Capitán de los comandos italianos, Enzo Lobasto, Capitán de los Hombres Ranas Italianos, Elio Bolpi, civil, entrenador de karate militar extremo para la eliminación rápida de enemigos, y Mamoro Matsunaga, civil, entrenador de judo militar.
La selección del personal que formaría la unidad se inicia en agosto de 1957. Asegura Montes Arache, que fueron evaluados cerca de 2000 hombres que procedían del Ejército, Marina,Fuerza Aérea e incluso algunos de la clase civil. Luego de las evaluaciones y del riguroso entrenamiento al que fueron sometidos estos hombres, el resultado fue un pelotón de 27 combatientes compuesto por 1 oficial (Manuel Ramón Montes Arache, comandante), 1 sargento mayor, 3 sargentos, 6 cabos y 16 rasos. así ocurrió en las siguientes promociones que completaron 4, con un total de 97 comandos; Comparables con los mejores de las potencias que participaron en la Segunda Guerra Mundial y de los actuales. Estos gloriosos soldados demostraron con sus heroicas hazañas militares en las batallas de la Guerra de Abril de 1965, su alto espíritu combativo, su gran valor y su acendrado patriotismo.
Los fundamentos para lograr la buena formación del soldado de este cuerpo militar, respondían a un marco conceptual concerniente a una estricta disciplina individual, al respeto inviolable de la jerarquía militar y a la observación de la moral y la ética profesionales, reforzadas por la mística institucional y el orgullo del cuerpo.
Lograr óptimas condiciones físicas y de salud, con una alimentación balanceada, evaluación médica continuada, ejercicios extremos en mar y tierra, desarrollar fuerza y resistencia físicas mediante ejercicios para el endurecimiento de músculos, huesos, órganos y sistema nervioso.
También se evaluaban vista, oídos y olfato, en los que debían obtener alta calificación.
El rana eficiente tenía que calificar en los ejercicios de operaciones militares submarinas y terrestres con municiones y explosivos de manejo peligroso. Llegar a capacitarse en la lucha cuerpo a cuerpo como con cualquier tipo de arma o de instrumentos contundentes, punzantes o filosos. Aprender a luchar uno contra uno, uno contra dos, uno contra tres, etc.
Los hombres ranas debían aprender nomenclaturas, funcionamientos, arme, desarme y a manejar con destrezas todas las armas de fuego cortas, largas y de emplazamientos. Debían dominar el empleo en misiones especiales, de todos tipos de explosivos convencionales usados en operaciones militares para demoliciones y hundimientos de embarcaciones enemigas.
El comando aprendía con gran efectividad el “recupero” o sea, ser sacados del mar por lanchas rápidas y a gran velocidad frente al enemigo y escapar a cualquier persecución hasta llegar a su lugar de salida y ponerse a resguardo. Otra actividad en donde se entrenaban era el paracaidismo militar para desarrollar misiones ocultas y sorpresivas en territorios enemigos. Se entrenaban en ocultamiento y camuflaje, con capacidad de transformar su apariencia y no ser identificados fácilmente.
Los trabajos militares a asignarse a los comandos de hombres ranas son de diversas naturalezas y con altos riesgos de muerte: misiones secretas de penetración en territorio enemigo para labores de inteligencia, eliminar la vigilancia de los campamentos, establecer cabezas de playa, realizar sabotajes en puertos, en canales marítimos y fluviales. Minar rutas navales, caminos y carreteras, vías férreas, autopistas, etc., por dónde el enemigo transporte alimentos, agua, combustibles, medicamentos, armas y pertrechos. Es decir, realizar todas las operaciones militares furtivas de comandos y especialmente minar buques enemigos en puertos. Deben aprender a sobrevivir en las condiciones más precarias y extremas en lugares de baja temperatura, en junglas, en pantanos, en el mar, en desiertos y soportar largos periodos de tiempo en hambre y ser.
Estos militares eran más completos que los ranger y los boinas verdes norteamericanos.
Es importante destacar, que Montes Arache recibía orden directa del Dictador Trujillo y que los asuntos de la unidad eran de carácter confidencial. La misión de esta unidad estaba diseñada desde antes de su creación. Como resaltamos anteriormente, los hombres rana se crearon con la misión de realizar operaciones especiales orientadas a eliminar a
ciertos enemigos de Trujillo, pero muy especialmente para conducir una operación especial en Venezuela orientada a destruir las instalaciones petroleras en el Lago Maracaibo.
Es importante señalar que los hombres rana no fueron utilizados para ejecutar la misión de Venezuela debido a que organismos internacionales se enteraron del plan original y Trujillo decidió no realizar el sabotaje a las instalaciones petroleras de Maracaibo sino eliminar físicamente a Rómulo Betancourt sin emplear directamente el Comando Especial.
Los hombres ranas se integraron a la Guerra de Abril del 1965, cuando su glorioso comandante decidió no aceptar la orden del jefe de Estado Mayor de la Marina de Guerra, contralmirante Francisco Javier Rivera Caminero, de alejarse del escenario de Santo Domingo, donde se había iniciado la revuelta y recibir el comando de la Base Naval de Calderas, a lo que Montes Arache se negó y decidió él, sin comprometer a los miembros del cuerpo de comandos en su determinación personal de ir a Ciudad Nueva para luchar por la libertad, la soberanía y la democracia de su amada patria.
Cuando este valiente guerrero se encontraba en las inmediaciones del Parque Independencia preparando la defensa de aquel sector, aparecieron 34 miembros del Cuerpo de Hombres Ranas, y el sargento mayor Pedro G. Ureña Ovalles, que comandaba en la ocasión a estos soldados, se dirigió a su respetado y admirado comandante, diciéndole: “Mi Comandante, el cuerpo de comandos presente para recibir sus órdenes”.
Aquí queda más que evidenciado el alto grado de respeto, de identificación y de autoridad que le dispensaban sus subalternos a este pundonoroso militar dominicano: vicealmirante Manuel Ramón Montes Arache. A partir de este dichoso momento, los constitucionalistas obtuvieron una fuerza militar, que sin ella, dudo mucho que se hubiera podido lograr desde los inicios de la contienda una resistencia tenaz, sin ser aplastada por ejércitos poderosos nacional y extranjero.
Los hombres Ranas en medio de la Guerra de abril, abrieron una academia en donde entrenaron a sientos de combatientes en Guerra de guerrilla urbana y participaron en todos los combates de importancia como en asalto al palacio nacional (19 de mayo) en donde murio Illio Capocci uno de los entrenadores y el los combates del 15 y 16 de junio, en donde murio Andres Rivieri instructor frances.
Esta unidad fue desarticulada en el año 1965 al finalizar la revolución.
comando de hombres ranas
Illio Capocci instructor Italiano, muerto en combate el 19 de mayo 1965
http://www.pld.org.do/2006/04/24/b16.htm
COMANDO DE HOMBRES RANA DE LA MARINA DE GUERRA DOMINICANA
Fidel Castro y el General Bruce Palmer, jefe de las tropas de ocupación norteamericanas en la guerra de abril del 1965, expresaron en diferentes ocasiones y por separado, su admiración y reconocimientos al Cuerpo de Comandos de Hombres Ranas de la Marina de Guerra Dominicana, como excelente unidad elite de combate.
El concepto de Fuerzas Especiales se inicia en la República Dominicana con el Cuerpo de Comandos de Hombres Rana, el cual tiene su origen en el año 1957 cuando el Generalísimo Rafael Leonidas Trujillo decide crear una unidad especial para combatir ciertos enemigos del régimen dentro y fuera del país.
De acuerdo al Vice Almirante (R) Manuel Ramón Montes Arache, uno de los creadores y comandante de esa unidad, Trujillo decide eliminar a Rómulo Betancourt debido al apoyo que éste le ofrecía a los adversarios de Trujillo en el exilio, lo que provocó en el dictador dominicano el deseo de eliminar al Presidente venezolano y causarle daños a su infraestructura petrolera.
El doctor Zonchini, un italiano que era el médico personal de doña Julia Molina, la madre de Trujillo, es la persona que le da la idea al tirano de crear los hombres rana, haciéndole referencia del éxito que habían tenido Italia e Inglaterra con ese tipo de unidad durante la Segunda Guerra Mundial.
Trujillo se convenció de que necesitaba tener a su servicio comandos navales capaces de realizar operaciones militares furtivas por mar y tierra en el extranjero, con un alto grado de precisión, eficiencia y seguridad.
Para los fines de crear los comandos fueron contratados instructores extranjeros, especialmente italianos veteranos de la Segunda Guerra Mundial, con hojas de servicios impresionantes y con largos de misiones peligrosas en diferentes frentes en el Mediterráneo.
Uno de los instructores que llegaron en 1956 y se radicaron en la Base Naval de Las Calderas lo era el coronel Ylio Cappoci, uno de los fundadores en Italia del cuerpo de comandos de hombres ranas que sirvió a su país a lo largo de la Segunda Guerra Mundial, obteniendo altas condecoraciones por su valor personal y por distinguidos servicios militares prestados a su patria. Otro instructor era Victorio Tudesco, ex capitán de comandos de Hombres Ranas de la Marina de Guerra italiana durante la Segunda Guerra Mundial. Su unidad operó en Gibraltar con seis submarinos biplaza y donde atacaron una flotilla naval enemiga y hundieron la mayoría de los barcos que la integraban; saliendo los doce ocupantes de los submarinos ilesos, entre ellos este valeroso militar.
Alberto Cortelleza, otro instructor, fue capitán italiano, experto en paracaidismo; durante la Guerra Mundial cumplió numerosas misiones peligrosas en territorios enemigos en diferentes países de Europa.
También estaban Benito Pambianchi PAMBIANCHI, Capitán de los comandos italianos, Enzo Lobasto, Capitán de los Hombres Ranas Italianos, Elio Bolpi, civil, entrenador de karate militar extremo para la eliminación rápida de enemigos, y Mamoro Matsunaga, civil, entrenador de judo militar.
La selección del personal que formaría la unidad se inicia en agosto de 1957. Asegura Montes Arache, que fueron evaluados cerca de 2000 hombres que procedían del Ejército, Marina,Fuerza Aérea e incluso algunos de la clase civil. Luego de las evaluaciones y del riguroso entrenamiento al que fueron sometidos estos hombres, el resultado fue un pelotón de 27 combatientes compuesto por 1 oficial (Manuel Ramón Montes Arache, comandante), 1 sargento mayor, 3 sargentos, 6 cabos y 16 rasos. así ocurrió en las siguientes promociones que completaron 4, con un total de 97 comandos; Comparables con los mejores de las potencias que participaron en la Segunda Guerra Mundial y de los actuales. Estos gloriosos soldados demostraron con sus heroicas hazañas militares en las batallas de la Guerra de Abril de 1965, su alto espíritu combativo, su gran valor y su acendrado patriotismo.
Los fundamentos para lograr la buena formación del soldado de este cuerpo militar, respondían a un marco conceptual concerniente a una estricta disciplina individual, al respeto inviolable de la jerarquía militar y a la observación de la moral y la ética profesionales, reforzadas por la mística institucional y el orgullo del cuerpo.
Lograr óptimas condiciones físicas y de salud, con una alimentación balanceada, evaluación médica continuada, ejercicios extremos en mar y tierra, desarrollar fuerza y resistencia físicas mediante ejercicios para el endurecimiento de músculos, huesos, órganos y sistema nervioso.
También se evaluaban vista, oídos y olfato, en los que debían obtener alta calificación.
El rana eficiente tenía que calificar en los ejercicios de operaciones militares submarinas y terrestres con municiones y explosivos de manejo peligroso. Llegar a capacitarse en la lucha cuerpo a cuerpo como con cualquier tipo de arma o de instrumentos contundentes, punzantes o filosos. Aprender a luchar uno contra uno, uno contra dos, uno contra tres, etc.
Los hombres ranas debían aprender nomenclaturas, funcionamientos, arme, desarme y a manejar con destrezas todas las armas de fuego cortas, largas y de emplazamientos. Debían dominar el empleo en misiones especiales, de todos tipos de explosivos convencionales usados en operaciones militares para demoliciones y hundimientos de embarcaciones enemigas.
El comando aprendía con gran efectividad el “recupero” o sea, ser sacados del mar por lanchas rápidas y a gran velocidad frente al enemigo y escapar a cualquier persecución hasta llegar a su lugar de salida y ponerse a resguardo. Otra actividad en donde se entrenaban era el paracaidismo militar para desarrollar misiones ocultas y sorpresivas en territorios enemigos. Se entrenaban en ocultamiento y camuflaje, con capacidad de transformar su apariencia y no ser identificados fácilmente.
Los trabajos militares a asignarse a los comandos de hombres ranas son de diversas naturalezas y con altos riesgos de muerte: misiones secretas de penetración en territorio enemigo para labores de inteligencia, eliminar la vigilancia de los campamentos, establecer cabezas de playa, realizar sabotajes en puertos, en canales marítimos y fluviales. Minar rutas navales, caminos y carreteras, vías férreas, autopistas, etc., por dónde el enemigo transporte alimentos, agua, combustibles, medicamentos, armas y pertrechos. Es decir, realizar todas las operaciones militares furtivas de comandos y especialmente minar buques enemigos en puertos. Deben aprender a sobrevivir en las condiciones más precarias y extremas en lugares de baja temperatura, en junglas, en pantanos, en el mar, en desiertos y soportar largos periodos de tiempo en hambre y ser.
Estos militares eran más completos que los ranger y los boinas verdes norteamericanos.
Es importante destacar, que Montes Arache recibía orden directa del Dictador Trujillo y que los asuntos de la unidad eran de carácter confidencial. La misión de esta unidad estaba diseñada desde antes de su creación. Como resaltamos anteriormente, los hombres rana se crearon con la misión de realizar operaciones especiales orientadas a eliminar a
ciertos enemigos de Trujillo, pero muy especialmente para conducir una operación especial en Venezuela orientada a destruir las instalaciones petroleras en el Lago Maracaibo.
Es importante señalar que los hombres rana no fueron utilizados para ejecutar la misión de Venezuela debido a que organismos internacionales se enteraron del plan original y Trujillo decidió no realizar el sabotaje a las instalaciones petroleras de Maracaibo sino eliminar físicamente a Rómulo Betancourt sin emplear directamente el Comando Especial.
Los hombres ranas se integraron a la Guerra de Abril del 1965, cuando su glorioso comandante decidió no aceptar la orden del jefe de Estado Mayor de la Marina de Guerra, contralmirante Francisco Javier Rivera Caminero, de alejarse del escenario de Santo Domingo, donde se había iniciado la revuelta y recibir el comando de la Base Naval de Calderas, a lo que Montes Arache se negó y decidió él, sin comprometer a los miembros del cuerpo de comandos en su determinación personal de ir a Ciudad Nueva para luchar por la libertad, la soberanía y la democracia de su amada patria.
Cuando este valiente guerrero se encontraba en las inmediaciones del Parque Independencia preparando la defensa de aquel sector, aparecieron 34 miembros del Cuerpo de Hombres Ranas, y el sargento mayor Pedro G. Ureña Ovalles, que comandaba en la ocasión a estos soldados, se dirigió a su respetado y admirado comandante, diciéndole: “Mi Comandante, el cuerpo de comandos presente para recibir sus órdenes”.
Aquí queda más que evidenciado el alto grado de respeto, de identificación y de autoridad que le dispensaban sus subalternos a este pundonoroso militar dominicano: vicealmirante Manuel Ramón Montes Arache. A partir de este dichoso momento, los constitucionalistas obtuvieron una fuerza militar, que sin ella, dudo mucho que se hubiera podido lograr desde los inicios de la contienda una resistencia tenaz, sin ser aplastada por ejércitos poderosos nacional y extranjero.
Los hombres Ranas en medio de la Guerra de abril, abrieron una academia en donde entrenaron a sientos de combatientes en Guerra de guerrilla urbana y participaron en todos los combates de importancia como en asalto al palacio nacional (19 de mayo) en donde murio Illio Capocci uno de los entrenadores y el los combates del 15 y 16 de junio, en donde murio Andres Rivieri instructor frances.
Esta unidad fue desarticulada en el año 1965 al finalizar la revolución.
comando de hombres ranas
Illio Capocci instructor Italiano, muerto en combate el 19 de mayo 1965
http://www.pld.org.do/2006/04/24/b16.htm