No todas las tropas musulmanas eran iguales. Desde que comenzaron a expandirse desde La Meca, sus fuerzas avanzaron en muchas direcciones y se nutrieron también como es lógico, de tropas locales. De ahí que muchos de los que entraron con Tarif, fuesen bereberes, del mismo modo que en Afganistán se sumarían hombres de aquellas tierras que sabrían combatir en las montañas.Antigono Monoftalmos escribió:No tan difícil; para empezar los musulmanes operaron en zonas más montañosas y más duras climáticamente que el norte de España, como Afganistán o la cordillera del Atlas; es más, los propios bereberes eran tropas veteranas en la lucha de montaña. Con unas tropas como ésas ningún general, mínimamente competente, se hubiera negado a continuar las operaciones. El norte de España era perfectamente conquistable, lo habían logrado los romanos, y lo habían logrado los visigodos, excepto contra los vascones. Hasta los mismos suevos habían logrado anexionarse toda la Asturias occidental....no era algo imposibleBrasidas escribió:antes que enredarse en el difícil norte español, lleno de montañas y con un clima complicado.
En el caso de España, las tropas musulmanas eran básicamente caballería. Y por tanto, su entorno natural de combate era el llano. En ningún momento destacaron en la lucha de montaña (lógico, siendo tropas a caballo). Y es que si nos fijamos en los territorios cristianos de finales del siglo VIII y principios del IX, ¿qué encontramos? Asturias en el Sistema Cantábrico y la Marca Hispánica en los Pirineos. En cuanto ya vas a los llanos del Ebro o de Castilla, ahí los moros no tienen oposición hasta algo más adelante.
Claro que en sus zonas conquistadas había lugares de montaña. Bien que se adueñaron de Sierra Nevada o del Atlas. Pero eran zonas que cayeron de manera natural al desmoronarse las sociedades que las dominaban (como el reino visigodo) y no formarse un movimiento de resistencia suficientemente fuerte (como parece que sí ocurrió en Asturias). De hecho, la conquista de la Península se llevó a cabo sin que hubiera grandes batallas, excepto la del Guadalete. Simplemente el reino cayó y muchos se pasaron al bando musulmán.
Por otro lado, como ya dije antes, no está claro qué hubiera pasado si Al Gafiki, en lugar de meterse en Francia para morir allí, hubiera dedicado sus esfuerzos a tomar las ciudades del norte de España e ir esperando poco a poco a que se rindieran los combatientes que se hubieran refugiado en las montañas. A lo mejor la Península entera hubiera acabado en sus manos. Tenía tropas suficientes para ello.
En cualquier caso tampoco hubiera sido tarea sencilla. Los romanos lo habían logrado antes, sí, pero con muchas penalidades, después de haber tardado generaciones en ir avanzando por la Península, y solo cuando ya eran un imperio poderosísimo. Y en buena medida gracias al apoyo de la flota.
Los musulmanes se dedicaron a comerciar con todo el mundo, pero fue más tarde, ya en los tiempos del Califato. Para cuando Tarif llegó (principios del siglo VIII), hacía muy poco que el Islam se había expandido por África, y aún no estaba asentado como potencia naval en el Mediterráneo, ya no digamos el Atlántico, océano que apenas conocían y cuya navegación no resulta tan sencilla. Todavía no había llegado la época de los piratas sarracenos, o de los vikingos que mencionas.Los musulmanes comerciaban con todo el mundo, sus monedas se han hallado incluso en la lejana Escandinavia...y sabemos que de al-Andalus partían buques mercantes hacia los reinos vikingos para comerciar con ellos.Brasidas escribió:¿Qué ventaja tenía poseer Gijón o cualquier otro puerto de la zona? ¿Para comerciar con los francos? ¿Ellos, unos inifieles (y los francos unos infieles para ellos)?
Si hubieran sido una potencia naval, quizás hubieran devastado las costas asturianas, más sencillo que internarse por las montañas.