LAS TORTAS FRITAS

Historia Militar de todas las épocas en las que directamente ha intervenido dichos países. Hasta el 2006.

Moderador: Miguel Villalba

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Aguila Audaz
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LAS TORTAS FRITAS

Mensaje por Aguila Audaz »

No sabia donde ponerlo, asi que opte por este espacio, si no corresponde por favor, Sr Moderador lo dejo a su criterio.- Gracias
Este relato lo transcribiré tal cual lo hiciera en su momento el autor del mismo, ya que refleja las penurias que tuvieron que afrontar las tropas que participaron en la Campaña al Desierto que permitió recuperar de manos del indio el vasto territorio de las provincias de La Pampa, Neuquén, Rio Negro y la parte sur de la Provincia de Buenos Aires, y empezar a afirmar la soberanía de la República Argentina en los territorios patagónicos.-

LAS TORTAS FRITAS
Han pasado siete años, ¡y cada vez que me acuerdo se me revuelen las tripas como bajo la acción de la ipecacuana!
Y negruzcas y como amasadas con vidrio molido me parece sentirlas crujir bajo mis muelas de alférez.-
¡Que cosa! Señor ¡que cosa! ¡Creo que ni Mr. Lelong, después de una fuerte dieta se hubiera atrevido a hacerles frente!-
Habíamos marchado un día entero, bajo un sol abrasador, y sobre un cardal seco que no había más que pedir, la sed era espantosa y el hambre mas espantosa todavía, y después de un corto descanso, era preciso seguir marchando sin tregua, hasta alcanzar a aquel enemigo más salidor que gallo criollo, porque el enemigo no huía, salía, para volverse a parar r, y tirarnos un revuelo.-
Y marchamos toda aquella noche y toda la mañana siguiente, escuchando ilusoriamente como un eco lejano y querido, el toque encantador de la “carneada”, pero el toque no llegaba a efectuarse, la corneta del trompa caía perezosamente sobre su cuadril derecho y este lánguido y metafísico como buen rocinante, miraba el vacio, como en la tierra prometida, buscando la presencia de un cuarto de carnero.-
¡Pero aquel día no se comía!’ No había carne!
¡Que hambre, señor, que hambre!.-
Después e desensillar y recorrer en la memoria las delicias del Café Filip o las vidrieras de la Confitería Del Águila, me puse a soñar con una carbonada con habas ( no el de la agencia) y una tortilla de alcauciles.-
-Que quiere comer mi alférez? – me pregunto el leal Carrizo con su sonrisa placida y serena.-
-¡Miserable ¡- conteste mirando a aquel condenado asistente que venía a hacer más terrible la revolución de mi estomago - :Traeme un bife con una docena de huevos.-
Carrizo se alejo riendo siempre para volver al poco rato con un mate amargo.-
-Aquí esta - me dijo el mate – En cuanto a los huevos, se me ha olvidado el azúcar.-
¿Ah!. ¡Mazorquero! Solo había salvado una cebadura de yerba patria, que venía a compartir conmigo generosamente.-
Yo tome aquel mate espantoso y víctima de un hambre fenomenal me puse a recorrer los fogones que habían encendido los demás oficiales para hacerse la ilusión de que más tarde cocinarían.-
Dando mis tripas un do sobreagudo en su milésimo silbido, me acerque al fogón del Coronel Lagos y me detuve un momento.-
¡Miserable!, allí estaba el tomando mate, ya había tomado dos y se disponía a tomar el tercero, ¡y estaba alegre y conversador y se reía como loco! Bajo la mirada angurrienta de sus ayudantes a quienes vi rechazar la invitación de hacer lo mismo.- Tanto me acerque al fogón y tanto mire, que sin duda el coronel se apiado de mí, que mando alcanzarme un mate, que yo recibí enternecido de agradecimiento, pero apenas di una chupada.
Lo entregue a su asistente, creyendo que el coronel se burlaba de mí, pero no era así, mi amigo.
El coronel estaba tomando agua caliente sola, para hacerse a la ilusión de que tomaba mate y engañar un poco a su plañidero estomago, yo había sido más feliz que él, pues Carrizo había compartido conmigo su último puñado de yerba patria.-
Ya me retiraba a mi fogón, cuando siento un olor exquisito, doy media vuelta y apercibo el fogón de la negra Ledesma, el Sargento Carmen Ledesma, rodeado de oficiales, y la negra Carmen andaba a manotadas con ellos, como si defendiera algo que le quisieran arrebatar.-
-Mama Carmen está cocinando algo bueno- grite en mi pensamiento. Y de tres brincos llegue al alegre grupo, allí estaba mama Carmen, que defendía con su sable, de la angurria de mis compañeros una gran sartenada de tortas fritas.-
-¡Tortas Fritas!- grite de una manera descomunal -¡Tortas Fritas ¡- y me lance a la sartén a pesar del sable que se alzo sobre mi cabeza, pero una arcada formidable detuvo mi mano ansiosa. Allí, delante de mama Carmen y con el resto de tortas crudas, estaban las caronas que le habían servido de mesa de amasar, aquello era indescriptible, las caronas mugrientas, que servían de cama a mama Carmen, que ponía sobre las mataduras de su pangare y que le servían para picar su soga de tabaco negro y patrio, habían sido limpiadas por aquel amasijo nauseabundo, ¡ y allí se veían las tortas crudas llenas de pelo de caballo de costras de matadura, de pedazos de tabaco y pelos de la frazada!. ¡ y ese era el banquete que esperaban mis compañeros, fritos en grasa de mancarrón manco que habían carneado la noche anterior!.-
-¡Yo no como eso! – grite horrorizado y me aleje a paso de trote, en medio de la risa y de esta sentencia de mama Carmen – ya me vendrás a llorar pa’ que te dé, pero ya no habrá más-
Al pensar en aquellas tortas o lodazales fritos, me acometían unas arcadas espantosas y resuelto a morirme de hambre más bien, me fui a mi fogón, contando a Carrizo lo que me sucedía.-
Si eso no es malo- me dijo el noble soldado – es una harina muy limpita que el Sargento Carmen trajo entre sus senos para que no se le ensuciara en las maletas-
¿Cómo serian las maletas?
Calla cochino –le dije - o soy capaz de pegarte un tiro.-
Pero las tortas de mama Carmen no se apartaban un momento de mi vista y de mi estomago, el horror y el asco iban cediendo campo al hambre que empezaba a transigir con los pelos de caballo, los de frazada y las mismas costras de matadura.-
Vacile, cerré los ojos y avance hacia el fogón de mama Carmen, la fritanga de tortas seguía y solo quedaba sobre la carona una docena apenas de ellas, los oficiales las devoraban una tras otra, pidiendo más y mama Carmen siempre defendiendo su sartén, las repartía como pan bendito, un momento mas y aquel banquete iba a terminar sin que quedase uno solo de los granos de tabaco en que se estaban revolcando las tortas.-
Un vértigo de hambre me cruzo como una espada, y ciego y devorante, estire la mano en la que mama Carmen deposito con ademan magnánimo dos de aquellas tortas, como ocultándome de mismo, cerré los ojos, di vuelta la cara y comí, comí sintiendo bajo mis dientes los pelos, las costras y los tabacos
Y pedí mas y devore media docena de tortas con una ansiedad espantosa - ¡y hubiera comido toda la noche ¡
Desde entonces tengo siempre bajo la mirada el espectáculo horrible de aquella carona espantable y siento revolverse en mi estomago como un manojo de víboras, los pelos, las costras y aquel tufo imponderable. El asco mas descomunal me asalta y la idea de la ipecacuana me hace llevar las manos al estomago.-
¡Oh! ¡han pasado siete años y cada vez que me acuerdo se me revuelven las tripas!. Todavía no he podido digerir las tortas de mama Carmen.-
Tomado del libro Croquis y siluetas militares de Eduardo Gutiérrez
Textos similares a estos se utilizaban en la cátedra de literatura en “análisis de antigua literatura militar” en los estudios para graduarse como Historiador Militar

Glosario
Torta Frita: La “torta frita” es la comida del pobre, ya que con solo harina y si se tiene sal o azúcar, para darle un poco de sabor, se cocina en grasa animal en una infaltable olla de hierro, puesta sobre un fuego de “lo que se consiga de madera para encenderlo y poder cocinar ”
Ipecacuana Carapichea ipecacuanha, conocida como ipecacuana, es una planta de la familia de las rubiáceas cuya raíz se utiliza para hacer jarabe de ipecacuana, un emético muy efectivo. Es originaria de Mesoamérica, Colombia y Brasil y su nombre vulgar viene del tupí i-pe-kaa-guéne, que significa 'planta del borde del camino
Mr. Lelong: Matemático francés
Tirarnos un revuelo: acción de hacer un ataque de fintas, sin llegar al combate, muy comun en las tacticas del indio montado
Mazorquero: soldado de la partida celadora del gobierno de Juan Manuel de Rosas, conocidos por su ferocidad en castigar a los enemigos políticos al gobierno
Caronas: trozo de tela o cuero muy fino que forma parte de la montura criolla que se coloca sobre el lomo del caballo
Matadura: lastimaduras que se producen en los equinos por el roce de las correas o de la montura.- las costras es cuando estas comienzan a curarse y se forma una cobertura dura.-
Mancarron: en glosario de términos gauchescos y criollos de Argentina: Caballo viejo, lento o inservible, de poco valor"


[Mi abuelo era un hombre muy valiente, solo le tenia miedo a los idiotas...Le pregunte porque y me respondio.....Porque son muchos y al ser mayoria eligen hasta presidente.- Facundo Cabral- Cantautor Argentino
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