Cuba en África la guerra de Angola y la Operación Carlota
Moderador: Miguel Villalba
Cuba en África la guerra de Angola y la Operación Carlota
Bueno como todo en este mundo empezaremos por el principio
Resultado del reparto del continente africano entre los países imperialistas y colonialistas de Europa, crimen perpetrado entre 1884 y 1885 en la Conferencia de Berlín, la posesión portuguesa en el sudoeste de África queda dividida en dos:
El pequeño territorio costero y selvático de Cabinda, con poco más de siete mil kilómetros cuadrados, enclavado entre las dos colonias congolesas –una de Francia, otra del rey de Bélgica–, y Angola, 170 veces mayor, cuyo litoral atlántico se extiende desde la desembocadura del río Congo hasta la del Cunene.
Siete décadas más tarde, el infame reparto de Berlín es rechazado por los angolanos.
Para romper el yugo portugués, se funda, en 1956, el Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA). Un lustro después, los patriotas se lanzan en Luanda al asalto de la cárcel colonial para rescatar a los militantes presos.
La heroica acción fracasa, los sobrevivientes se reúnen en la Sierra de los Dembos, a unos cien kilómetros al norte de la capital, y crean el primer frente guerrillero. En 1964, la dirección del MPLA, bajo la presidencia de Agostinho Neto, se establece en Brazzaville, capital de la República del Congo, y abre un segundo frente armado en Cabinda.
El 2 de enero de 1965, Agotinho Neto recibe, en la sede del MPLA, una visita inesperada: el comandante Ernesto Che Guevara, quien realiza un recorrido por África. Cuba está en disposición de contribuir a liquidar los vestigios del colonialismo y el racismo en el continente.
Neto solicita al Che colaboración militar cubana. Meses después, el 24 de mayo de ese año, el capitán Rafael Moracén y otros cinco internacionalistas cubanos quedan a disposición del MPLA en Brazzaville.
La colaboración combativa con el MPLA no se limita a la participación de este grupo como instructores-guerrilleros en las acciones bélicas en Cabinda. Estos son la avanzada de una fuerza de más de dos centenares y medio de combatientes internacionalistas, integrantes del Batallón “Patricio Lumumba”, presente en el Congo exfrancés desde 1965 hasta 1967.
En ese período, la unidad cubana se encarga de la preparación militar de tres columnas –más de cuatrocientos combatientes en total– que penetran en Angola. Dos de ellas, “Camilo Cienfuegos” y “Cami”, refuerzan el frente de la Sierra de los Dembos. La tercera, “Ferraz Bomboco”, funda un nuevo frente, al este del país.
En abril de 1974, la lucha heroica de los pueblos de Angola, Mozambique, Guinea Bissau y Cabo Verde contra el colonialismo portugués y la acción del pueblo lusitano, que sufre también las consecuencias de esa criminal guerra de ultramar y los horrores de medio siglo de tiranía, producen la caída del régimen fascista de Lisboa. Angola está a punto de conquistar su independencia,
pero el gobierno de Estados Unidos decide impedir a toda costa que el MPLA asuma la dirección del nuevo Estado, desmembrar el país, repartirlo entre los que codician algún pedazo del rico y extenso pastel, es decir, los regímenes de Mobutu en Zaire y del apartheid en Sudáfrica, y sus títeres, las bandas contrarrevolucionarias y tribalistas del FNLA, la Unita y el FLEC. Todas estas fuerzas son movilizadas por el gobierno norteamericano y su Agencia Central de Inteligencia (CIA). La Operación Iafeature es supervisada directamente por Henry Kissinger. Cuando resultan insuficientes, el secretario de Estado yanqui acude apresuradamente al trillado recurso del reclutamiento de mercenarios blancos. Tal es el siniestro plan del imperialismo y sus aliados, que no se conoce entonces en toda su infamia, pero se puede colegir dado el carácter pérfido de los elementos involucrados y sus actos iniciales, que convergen en esa dirección.
El MPLA no se atemoriza ante la gravedad de la situación que va conformándose, pero aprecia que necesita nuevamente de la ayuda solidaria de sus amigos más fieles para enfrentarla con posibilidades de éxito y obtener la victoria para la causa sagrada de la verdadera independencia, por la cual han derramado su sangre, durante más de cuatro siglos, las poblaciones aborígenes de ese extenso espacio de África Sudoccidental.
La solicitud de entrenamiento militar es planteada por el presidente del MPLA, Agostinho Neto, al primer secretario del PCC, Comandante en Jefe Fidel Castro. El comandante Raúl Díaz-Argüelles –quien sería el primer jefe de la Misión Militar Cubana y el oficial de más alta graduación caído en combate en Angola– y sus primeros oficiales Carlos Fernández Gondín, Víctor Schueg y Armando Saucedo, realizan un análisis sobre el terreno.
De acuerdo con sus resultados, se conviene en que es necesario enviar un contingente de unos cuatrocientos ochenta instructores cubanos para crear cuatro centros de entrenamiento y formar en ellos alrededor de cuarenta unidades (batallones de infantería y baterías de artillería). El armamento y todos los suministros que requieren las escuelas militares y las unidades que se organizarán en el ciclo planificado, serán aportados por Cuba. Para las FAR, Angola es un teatro de operaciones no explorado, pero su pequeña provincia de Cabinda sí les es familiar. Conocen su geografía de enclave, la ambición de Zaire por anexarla y la riqueza petrolera que atesora, decisiva en los primeros años para la economía del emergente Estado independiente. Valorando estas características, el Comandante en Jefe indica que Cabinda requiere una atención especial. Ello explica el número de instructores enviados a la provincia –casi la mitad del total– y el refuerzo en artillería de diverso tipo.
La distribución desigual de los instructores y el armamento pesado no es, de momento, comprendida por la dirección de las Fapla, que expresa: “Lo fundamental es salvar Luanda. [...] si perdemos Cabinda la recuperaremos después [...]”. Fidel razona en profundidad: “Si se pierde Cabinda será muy difícil recuperarla. Y Cabinda es la base económica inmediata para el naciente Estado independiente. Hay que salvar a Cabinda y a Luanda”.
En septiembre llega la avanzada y a principios de octubre, en tres barcos cubanos, todo el personal de instrucción y el armamento. A mediados de ese mes, una columna blindada sudafricana parte de Namibia, penetra en Angola y comienza a avanzar velozmente (60 kilómetros por día) hacia el norte, en dirección a Luanda.
El 2 de noviembre, una fuerza de instructores cubanos y alumnos angolanos del centro de entrenamiento de Benguela sostiene el primer combate contra los invasores racistas. Estos sufren las mayores pérdidas, pero con su superioridad militar logran romper la resistencia. De nuestra parte, los cubanos tienen cuatro muertos y un número más elevado de heridos y desaparecidos; los angolanos, una cantidad superior de bajas.
Para la dirección cubana, estos hechos no dejan lugar a dudas: el imperialismo ha decidido desmembrar Angola. El peligro es inminente para la causa de los patriotas angolanos y también para la vida del medio millar de instructores cubanos. Es imperioso el envío inmediato de tropas: tal es la conclusión a que se llega en La Habana, coincidente con la opinión de Luanda. El 5 de noviembre de 1975 Fidel despide a las primeras tropas, en preparación para partir por vía aérea hacia Luanda. Ese día se cumplen ciento treinta y dos años del sacrificio singular de Carlota.
La esclava africana encabezó en 1843 la rebelión de varias dotaciones de ingenios, cientos de esclavos, que hizo estremecer a los amos y a las autoridades coloniales españolas en Cuba. La decidida acción insurrecta fue finalmente ahogada en sangre por los apresurados refuerzos llegados a Triunvirato desde Matanzas: tropas de infantería y caballería comandadas por el gobernador de la provincia.
Carlota fue amarrada a cuatro caballos, que obligados a halar en direcciones diferentes martirizaron su cuerpo hasta descuartizarlo.
Angola va a ser cruelmente descuartizada como la heroína de Triunvirato. A la movilización para impedirlo que ini cian ese día las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba –que se prolongaría durante más de quince años, hasta el 25 de mayo de 1991– se le denomina Operación Carlota.
El 6 y el 10 de noviembre, fuerzas conjuntas de las Fapla
y de las FAR derrotan una y otra vez en Quifangondo, a 22 kilómetros de la capital, el avance enemigo desde el norte. Entretanto, el día 8 se inicia el previsto intento del régimen de Mobutu por apoderarse de Cabinda. A las doce. de la noche del día 11 el presidente Agostinho Neto proclama en Luanda el nacimiento de la República Popular de Angola y unas horas después, el 12 de noviembre, termina victoriosamente la batalla de Cabinda. A fines de octubre, Fidel había enviado a Espinosa una apreciación de la situación. Preveía que el enclave sería atacado antes del Día de la Independencia y que la dirección principal del enemigo sería por la frontera meridional con Zaire, por lo que orientaba trasladar parte de las fuerzas acantonadas en el norte hacia el sur del río Chiloango.
En este tema tratare a grosso modo de describir lo sucedido en esos 15 años y del que fueron protagonistas angolanos,namibios,cubanos y sudafricanos.
Resultado del reparto del continente africano entre los países imperialistas y colonialistas de Europa, crimen perpetrado entre 1884 y 1885 en la Conferencia de Berlín, la posesión portuguesa en el sudoeste de África queda dividida en dos:
El pequeño territorio costero y selvático de Cabinda, con poco más de siete mil kilómetros cuadrados, enclavado entre las dos colonias congolesas –una de Francia, otra del rey de Bélgica–, y Angola, 170 veces mayor, cuyo litoral atlántico se extiende desde la desembocadura del río Congo hasta la del Cunene.
Siete décadas más tarde, el infame reparto de Berlín es rechazado por los angolanos.
Para romper el yugo portugués, se funda, en 1956, el Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA). Un lustro después, los patriotas se lanzan en Luanda al asalto de la cárcel colonial para rescatar a los militantes presos.
La heroica acción fracasa, los sobrevivientes se reúnen en la Sierra de los Dembos, a unos cien kilómetros al norte de la capital, y crean el primer frente guerrillero. En 1964, la dirección del MPLA, bajo la presidencia de Agostinho Neto, se establece en Brazzaville, capital de la República del Congo, y abre un segundo frente armado en Cabinda.
El 2 de enero de 1965, Agotinho Neto recibe, en la sede del MPLA, una visita inesperada: el comandante Ernesto Che Guevara, quien realiza un recorrido por África. Cuba está en disposición de contribuir a liquidar los vestigios del colonialismo y el racismo en el continente.
Neto solicita al Che colaboración militar cubana. Meses después, el 24 de mayo de ese año, el capitán Rafael Moracén y otros cinco internacionalistas cubanos quedan a disposición del MPLA en Brazzaville.
La colaboración combativa con el MPLA no se limita a la participación de este grupo como instructores-guerrilleros en las acciones bélicas en Cabinda. Estos son la avanzada de una fuerza de más de dos centenares y medio de combatientes internacionalistas, integrantes del Batallón “Patricio Lumumba”, presente en el Congo exfrancés desde 1965 hasta 1967.
En ese período, la unidad cubana se encarga de la preparación militar de tres columnas –más de cuatrocientos combatientes en total– que penetran en Angola. Dos de ellas, “Camilo Cienfuegos” y “Cami”, refuerzan el frente de la Sierra de los Dembos. La tercera, “Ferraz Bomboco”, funda un nuevo frente, al este del país.
En abril de 1974, la lucha heroica de los pueblos de Angola, Mozambique, Guinea Bissau y Cabo Verde contra el colonialismo portugués y la acción del pueblo lusitano, que sufre también las consecuencias de esa criminal guerra de ultramar y los horrores de medio siglo de tiranía, producen la caída del régimen fascista de Lisboa. Angola está a punto de conquistar su independencia,
pero el gobierno de Estados Unidos decide impedir a toda costa que el MPLA asuma la dirección del nuevo Estado, desmembrar el país, repartirlo entre los que codician algún pedazo del rico y extenso pastel, es decir, los regímenes de Mobutu en Zaire y del apartheid en Sudáfrica, y sus títeres, las bandas contrarrevolucionarias y tribalistas del FNLA, la Unita y el FLEC. Todas estas fuerzas son movilizadas por el gobierno norteamericano y su Agencia Central de Inteligencia (CIA). La Operación Iafeature es supervisada directamente por Henry Kissinger. Cuando resultan insuficientes, el secretario de Estado yanqui acude apresuradamente al trillado recurso del reclutamiento de mercenarios blancos. Tal es el siniestro plan del imperialismo y sus aliados, que no se conoce entonces en toda su infamia, pero se puede colegir dado el carácter pérfido de los elementos involucrados y sus actos iniciales, que convergen en esa dirección.
El MPLA no se atemoriza ante la gravedad de la situación que va conformándose, pero aprecia que necesita nuevamente de la ayuda solidaria de sus amigos más fieles para enfrentarla con posibilidades de éxito y obtener la victoria para la causa sagrada de la verdadera independencia, por la cual han derramado su sangre, durante más de cuatro siglos, las poblaciones aborígenes de ese extenso espacio de África Sudoccidental.
La solicitud de entrenamiento militar es planteada por el presidente del MPLA, Agostinho Neto, al primer secretario del PCC, Comandante en Jefe Fidel Castro. El comandante Raúl Díaz-Argüelles –quien sería el primer jefe de la Misión Militar Cubana y el oficial de más alta graduación caído en combate en Angola– y sus primeros oficiales Carlos Fernández Gondín, Víctor Schueg y Armando Saucedo, realizan un análisis sobre el terreno.
De acuerdo con sus resultados, se conviene en que es necesario enviar un contingente de unos cuatrocientos ochenta instructores cubanos para crear cuatro centros de entrenamiento y formar en ellos alrededor de cuarenta unidades (batallones de infantería y baterías de artillería). El armamento y todos los suministros que requieren las escuelas militares y las unidades que se organizarán en el ciclo planificado, serán aportados por Cuba. Para las FAR, Angola es un teatro de operaciones no explorado, pero su pequeña provincia de Cabinda sí les es familiar. Conocen su geografía de enclave, la ambición de Zaire por anexarla y la riqueza petrolera que atesora, decisiva en los primeros años para la economía del emergente Estado independiente. Valorando estas características, el Comandante en Jefe indica que Cabinda requiere una atención especial. Ello explica el número de instructores enviados a la provincia –casi la mitad del total– y el refuerzo en artillería de diverso tipo.
La distribución desigual de los instructores y el armamento pesado no es, de momento, comprendida por la dirección de las Fapla, que expresa: “Lo fundamental es salvar Luanda. [...] si perdemos Cabinda la recuperaremos después [...]”. Fidel razona en profundidad: “Si se pierde Cabinda será muy difícil recuperarla. Y Cabinda es la base económica inmediata para el naciente Estado independiente. Hay que salvar a Cabinda y a Luanda”.
En septiembre llega la avanzada y a principios de octubre, en tres barcos cubanos, todo el personal de instrucción y el armamento. A mediados de ese mes, una columna blindada sudafricana parte de Namibia, penetra en Angola y comienza a avanzar velozmente (60 kilómetros por día) hacia el norte, en dirección a Luanda.
El 2 de noviembre, una fuerza de instructores cubanos y alumnos angolanos del centro de entrenamiento de Benguela sostiene el primer combate contra los invasores racistas. Estos sufren las mayores pérdidas, pero con su superioridad militar logran romper la resistencia. De nuestra parte, los cubanos tienen cuatro muertos y un número más elevado de heridos y desaparecidos; los angolanos, una cantidad superior de bajas.
Para la dirección cubana, estos hechos no dejan lugar a dudas: el imperialismo ha decidido desmembrar Angola. El peligro es inminente para la causa de los patriotas angolanos y también para la vida del medio millar de instructores cubanos. Es imperioso el envío inmediato de tropas: tal es la conclusión a que se llega en La Habana, coincidente con la opinión de Luanda. El 5 de noviembre de 1975 Fidel despide a las primeras tropas, en preparación para partir por vía aérea hacia Luanda. Ese día se cumplen ciento treinta y dos años del sacrificio singular de Carlota.
La esclava africana encabezó en 1843 la rebelión de varias dotaciones de ingenios, cientos de esclavos, que hizo estremecer a los amos y a las autoridades coloniales españolas en Cuba. La decidida acción insurrecta fue finalmente ahogada en sangre por los apresurados refuerzos llegados a Triunvirato desde Matanzas: tropas de infantería y caballería comandadas por el gobernador de la provincia.
Carlota fue amarrada a cuatro caballos, que obligados a halar en direcciones diferentes martirizaron su cuerpo hasta descuartizarlo.
Angola va a ser cruelmente descuartizada como la heroína de Triunvirato. A la movilización para impedirlo que ini cian ese día las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba –que se prolongaría durante más de quince años, hasta el 25 de mayo de 1991– se le denomina Operación Carlota.
El 6 y el 10 de noviembre, fuerzas conjuntas de las Fapla
y de las FAR derrotan una y otra vez en Quifangondo, a 22 kilómetros de la capital, el avance enemigo desde el norte. Entretanto, el día 8 se inicia el previsto intento del régimen de Mobutu por apoderarse de Cabinda. A las doce. de la noche del día 11 el presidente Agostinho Neto proclama en Luanda el nacimiento de la República Popular de Angola y unas horas después, el 12 de noviembre, termina victoriosamente la batalla de Cabinda. A fines de octubre, Fidel había enviado a Espinosa una apreciación de la situación. Preveía que el enclave sería atacado antes del Día de la Independencia y que la dirección principal del enemigo sería por la frontera meridional con Zaire, por lo que orientaba trasladar parte de las fuerzas acantonadas en el norte hacia el sur del río Chiloango.
En este tema tratare a grosso modo de describir lo sucedido en esos 15 años y del que fueron protagonistas angolanos,namibios,cubanos y sudafricanos.
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Re: Cuba en África la guerra de Angola y la Operación Carlota
Quifangondo fue una victoria decisiva.
La opinión general (portugueses, sudafricanos y CIA) sobre el FNLA era que corrupto, mal entrenado y mal dirigido.
La UNITA era pequeña pero eficiente, aunque Sambivi jugaba su propio juego.
De todas formas parece que los portugueses consideraban a las fuerzas del PAIGC en Guinea las más sólidas y potentes.
Hay un hilo sobre las guerras portuguesas en África: https://elgrancapitan.org/foro/viewtopi ... &start=540
El asunto es bastante complejo entre las diversas facciones con intereses geoestrategicos y locales diversos.
La opinión general (portugueses, sudafricanos y CIA) sobre el FNLA era que corrupto, mal entrenado y mal dirigido.
La UNITA era pequeña pero eficiente, aunque Sambivi jugaba su propio juego.
De todas formas parece que los portugueses consideraban a las fuerzas del PAIGC en Guinea las más sólidas y potentes.
Hay un hilo sobre las guerras portuguesas en África: https://elgrancapitan.org/foro/viewtopi ... &start=540
Conoce al enemigo y conócete a ti mismo; y en cien batallas no estarás jamás en peligro Sun Tzu.
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Re: Cuba en África la guerra de Angola y la Operación Carlota
Buenos días Cubano. El tema ciertamente es interesante, pero detecto varias cosas que espero no sigan en lo sucesivo. Utilizar en un foro como el nuestro ciertas apreciaciones políticas pueden dar lugar a que se embarre el hilo. Epítetos como fascistas, imperialistas o racistas son tendenciosos cuando luego se blanquea a los internacionalistas o si vamos a llamar a todos por su nombre, comunistas.
Que quieres tratar la Operación Carlota, adelante. Trata su aspecto militar, el político no es de debate en el Foro por mucho que sea vital. Que lo quieres hacer desde el punto de la historiografía cubana, es tu hilo, todos sabemos su "línea editorial".
La campaña es brillante en el aspecto militar, dando lugar a serios enfrentamientos entre los contendientes que es lo que interesa en el Foro.
Que quieres tratar la Operación Carlota, adelante. Trata su aspecto militar, el político no es de debate en el Foro por mucho que sea vital. Que lo quieres hacer desde el punto de la historiografía cubana, es tu hilo, todos sabemos su "línea editorial".
La campaña es brillante en el aspecto militar, dando lugar a serios enfrentamientos entre los contendientes que es lo que interesa en el Foro.
Mensaje del Moderador
6.1 Política "El Gran Capitán" es estrictamente militar, por lo que la política no tendrá cabida. Obviamente en muchos casos la política será difícil separarla del contexto militar por lo que serán los moderadores del foro en cuestión los encargados de determinar si se está haciendo apología política o simplemente aportando algún dato necesario para determinar una acción militar. No se permitirá el uso de lemas, mensajes u otro tipo de expresiones políticas y mucho menos cuando no sean acompañados de comentarios estrictamente militares. Está terminantemente prohibido iniciar/seguir conversaciones sobre temas políticos aún cuando pueda parecer una conversación "inocente". Dicha prohibición también afecta a cualquier tipo de expresión pública en "El Gran Capitán".
Acción Moderador:
1. infracción. (FL) (Punto 4)
2. infracción. (FR) (Punto 4)
3. infracción. (FG) (Punto 4)
Saludos Acción Moderador:
1. infracción. (FL) (Punto 4)
2. infracción. (FR) (Punto 4)
3. infracción. (FG) (Punto 4)
«Se cuentan 16 presas inglesas conducidas a esta bahía, con 95 cañones y
293 prisioneros, en 26 meses de campaña que ha ejecutado la expresada cañonera
desde septiembre de 1799, en que se armó...»
Un Falucho, El Poderoso, con un cañón de 24 y dos menores, 43 hombres. Patrón D. Miguel Villalba, Corsario del Rey
------------------------------------------------
Ab insomne non custita dracone
293 prisioneros, en 26 meses de campaña que ha ejecutado la expresada cañonera
desde septiembre de 1799, en que se armó...»
Un Falucho, El Poderoso, con un cañón de 24 y dos menores, 43 hombres. Patrón D. Miguel Villalba, Corsario del Rey
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Ab insomne non custita dracone
- MENCEY
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Re: Cuba en África la guerra de Angola y la Operación Carlota
Empezamos mal o no muy bien, es decir de forma sesgada , hay buenos y malos claramente prefijados de antemano.La intervencion y apoyo de los EEUU y otros paises occidentales en Angola es fruto del criminal imperialismo neocolonialista, solo interesado en proteger sus intereses geoestrategicos y economicos, en cambio la de Cuba y demas paises socialistas responde a los las elevados sentimientos de humanidad, la solidaridad internacionalista con el pueblo de Angola, y bla, bla, bla.
El tema a priori es interesante, como no, pero si se le descarga de toda esa retorica maniquea propagandistica, ya muy gastada.
El tema a priori es interesante, como no, pero si se le descarga de toda esa retorica maniquea propagandistica, ya muy gastada.
Magnifico,pero esto no es hacer la Guerra
- Wojtek
- Suboficial Mayor
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- Registrado: 21 Dic 2019
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Re: Cuba en África la guerra de Angola y la Operación Carlota
Todavía me acuerdo allá por el '88 (sí, era un adolescente muy friki que se tragaba los telediarios) un general cubano en una entrevista hablando de los sudáfricanos diciendo : "¡¡¡ Prepotentes que son !!!!" dando manotazos al aire.-
Slava Ukrayini! Heróyam slava!
Re: Cuba en África la guerra de Angola y la Operación Carlota
Combate de Catengue
Orbat FAPLA, FAR
Una compañía de zapadores
Dos baterías de mortero de 82 mm
Dos pelotones de ametralladoras de 12.7 mm
Un puesto médico
Orbat Sudáfrica/UNITA/FNLA
Columna Zulú
3000 hombres
Decenas de vehículos blindados Ratel y Casspir.
Cañones de 140 mm
Desarrollo del combate
51 instructores cubanos y alrededor de cien alumnos del CIR de Benguela, intentan detener el avance de la columna Zulú cerca de Katengue. Son las 08:00 horas. A marcha forzada habían llegado al lugar escogido las tropas del CIR. La posición es inmejorable y los sudafricanos ni se imaginan que los observan con detenimiento; pero conocen bien el terreno y son superiores en número y técnicamente.
Rompen el fuego las tropas del CIR sobre la columna enemiga; denso, sostenido; hacen estragos e imponen el desparramo y la perturbación.
Hora y media demoran los sudafricanos en despojarse de la sorpresa. Solo entonces, lanzan la primera salva con sus cañones de 140 milímetros. Seis horas se alarga el combate, que después de las dos primeras comienza a convertirse en resistencia para los asaltantes. Al cabo de ese tiempo, los sudafricanos logran superar el primer escalón de resistencia perdiendo 3 blindados y varios vehículos de transporte, la resistencia del segundo escalón llega hasta el otro día pero son superados por la aplastante superioridad en equipos y personal de los sudafricanos. Caen los primeros cuatro cubanos en tierra angolana, siete son heridos y trece desaparecidos ,las bajas de las FAPLA son más numerosas. El enemigo en total pierde cuatro blindados, varios vehículos y sufre decenas de bajas principalmente soldados UNITA. Es la resistencia más seria encontrada hasta la fecha.
Este combate de Katengue precipita el envío de tropas. La noticia nefasta del sacrificio de los cubanos impacta en el Puesto de Mando de La Habana.
Situación táctico operativa a las 8:00
Situación táctico operativa a las 9:30
Situación táctico operativa a las 14:00
El segundo escalón de resistencia solo pudo ser roto en la madrugada del día 3 de noviembre de 1975
Orbat FAPLA, FAR
Una compañía de zapadores
Dos baterías de mortero de 82 mm
Dos pelotones de ametralladoras de 12.7 mm
Un puesto médico
Orbat Sudáfrica/UNITA/FNLA
Columna Zulú
3000 hombres
Decenas de vehículos blindados Ratel y Casspir.
Cañones de 140 mm
Desarrollo del combate
51 instructores cubanos y alrededor de cien alumnos del CIR de Benguela, intentan detener el avance de la columna Zulú cerca de Katengue. Son las 08:00 horas. A marcha forzada habían llegado al lugar escogido las tropas del CIR. La posición es inmejorable y los sudafricanos ni se imaginan que los observan con detenimiento; pero conocen bien el terreno y son superiores en número y técnicamente.
Rompen el fuego las tropas del CIR sobre la columna enemiga; denso, sostenido; hacen estragos e imponen el desparramo y la perturbación.
Hora y media demoran los sudafricanos en despojarse de la sorpresa. Solo entonces, lanzan la primera salva con sus cañones de 140 milímetros. Seis horas se alarga el combate, que después de las dos primeras comienza a convertirse en resistencia para los asaltantes. Al cabo de ese tiempo, los sudafricanos logran superar el primer escalón de resistencia perdiendo 3 blindados y varios vehículos de transporte, la resistencia del segundo escalón llega hasta el otro día pero son superados por la aplastante superioridad en equipos y personal de los sudafricanos. Caen los primeros cuatro cubanos en tierra angolana, siete son heridos y trece desaparecidos ,las bajas de las FAPLA son más numerosas. El enemigo en total pierde cuatro blindados, varios vehículos y sufre decenas de bajas principalmente soldados UNITA. Es la resistencia más seria encontrada hasta la fecha.
Este combate de Katengue precipita el envío de tropas. La noticia nefasta del sacrificio de los cubanos impacta en el Puesto de Mando de La Habana.
Situación táctico operativa a las 8:00
Situación táctico operativa a las 9:30
Situación táctico operativa a las 14:00
El segundo escalón de resistencia solo pudo ser roto en la madrugada del día 3 de noviembre de 1975
Re: Cuba en África la guerra de Angola y la Operación Carlota
El FNLA era como bien dices bastante corrupto , con pésimo entrenamiento (en Quifangondo un batallón se metiero en un pollero para cubrirse de los BM-21 pero los cubanos les dispararon una salva completa y ahí no quedo nadie, luego andaban diciendo que Cuba uso armas de exterminio en masa)APV escribió: ↑11 Ago 2021 Quifangondo fue una victoria decisiva.
El asunto es bastante complejo entre las diversas facciones con intereses geoestrategicos y locales diversos.
La opinión general (portugueses, sudafricanos y CIA) sobre el FNLA era que corrupto, mal entrenado y mal dirigido.
La UNITA era pequeña pero eficiente, aunque Sambivi jugaba su propio juego.
De todas formas parece que los portugueses consideraban a las fuerzas del PAIGC en Guinea las más sólidas y potentes.
Hay un hilo sobre las guerras portuguesas en África: https://elgrancapitan.org/foro/viewtopi ... &start=540
La UNITA era más pequeña y al final Savimbi supo recibir materiales y equipos de todos (CIA,Sudafrica) pero eran asesinos despiadados, si capturaban algún angolano de las FAPLA le hacían el llamado “Chaleco de Savimbi"
Si mal no recuerdo Víctor Dreke estuvo junto con un grupo de cubanos entrenando a las guerrillas del PAIGC
Gracias por el hilo de las guerras portuguesas en África
Saludos
Re: Cuba en África la guerra de Angola y la Operación Carlota
El problema de los sudafricanos era que en la mesa de conversaciones se comportaban como vencedores pero hubo que bajarles los humos...
Re: Cuba en África la guerra de Angola y la Operación Carlota
Aunque en la Operación Saludando Octubre no participó ningún cubano vale la pena contarla como introducción para dos sucesos que influirían posteriormente en el curso de la guerra y permitirán abrir un nuevo tema en el Foro
Primero recomiendo leer estos 3 artículos para hacernos una idea de las armas que tenían los sudafricanos que iban desde Drones de vigilancia hasta los potentes G-5 y G-6.
https://guerradeangola.cubava.cu/2021/0 ... de-angola/
https://guerradeangola.cubava.cu/2021/0 ... a-parte-2/
https://guerradeangola.cubava.cu/2021/0 ... de-angola/
Para la Operación Saludando Octubre fue preparado y organizado el mayor contingente de tropas de las FAPLA desde la independencia. Eran asesorados por oficiales soviéticos que venían con sus ideas de guerra profunda pero que no tenían idea de como lidiar con las guerrillas y mucho menos con las tácticas Sudafricanas de columnas que aparecían y desaparician en la retaguardia profunda como por arte de magia. Y digo esto por dos razones la primera es que aunque los sudafricanos insistan en decir que habían cubanos en la Operación Saludando Octubre en realidad no había ninguno debido a diferentes concepciones estratégicas de la guerra. Por un lado Fidel y los generales cubanos que insistían en que la guerra no se ganaba haciendo grandes e inútiles ofensivas hacia Mavinga (donde se estiraban demasiado las lineas de suministro) que al final serían rechazadas como las anteriores y por el otro lado los soviéticos que si apoyaban esas acciones( el jefe de los soviéticos en Angola era sustituto del jefe de las tropas de asalto aéreo antes de ser enviado a Angola y sentía predilección por acciones alejadas de los centros logísticos. Los cubanos le llamaban Petrov aunque este no era su nombre ( Los cubanos nunca llamaban a los soviéticos por su nombre )
Sigamos con la Operación Saludando octubre. Esa operación además de las decenas de miles de hombres de Infantería ligera y Motorizada con que contaba iban con cientos de medios blindados, modernos medios antiaéreos y artillería. En total 1000 millones de dólares en armas soviéticas avanzarían hasta Mavinga.
El principal problema era que tenían que ser reabastecidos desde Cuito Cuanavale y este a su vez era abastecido desde Menongue. De Cuito Cuanavale a Mavinga las linea de suministro se extendían 200 km. Eso significaban 200 km de recorridos para largas caravanas de vehículos. Pero ese recorrido no era fácil tenían que atravesar 200 km de emboscadas, campos de minas antitanque y golpes de la aviación sudafricana.
Para complicar el problema las SADF actuaban en combinación con la UNITA en columnas motorizadas y que usando sus Walkiries golpeaban los centros de suministro y aeropuertos (como hicieron con Menongue y Cuito Cuanavale en más de una ocasión).
El 17 de agosto partió la Ofensiva desde Cuito Cuanavale. Cuatro de las mejores unidades angolanas la 16, la 21, la 47 y la 59 así como el 1er y el Segundo Grupo Táctico de Combate partieron en dirección a el poblado de Mavinga , la capital de la UNITA y acceso al estado mayor de Jonas Savimbi. En los alrededores de Cuito permanecieron otras 5 Brigadas la 66, 25,13,8 y la 36 que defenderían lugares estratégicos específicos y que se ocuparían de reabastecer el frente de batalla.
La Brigada 47 y 59 y el primer Grupo Táctica avanzarían en dirección al sur por la margen del rio Cuzizi pero un poderoso ataque del SADF impidió su avance y en el intento las tropas de la Brigada 47 y el Grupo Táctico sufren fuertes bajas. El dia 14 de septiembre las SADF reanudan el ataque contra el Grupo Táctico y prácticamente lo elimina. Al amanecer del dia 16 los sudafricanos realizan un golpe aéreo de gran envergadura contra la 47 Brigada. En esos momentos el SAAF dominaba el aire en la región mientras fuerzas mecanizadas se movían hacia el sur del Rio Lomba entonces los batallones de la 47 Brigada adoptaron posiciones defensivas con gran cantidad de heridos en sus filas y con gran escasez de municiones de todo tipo. El dia 20 de septiembre la SAAF efectúa un gran número de raids aéreos pero todos fallan debido a la defensa antiaérea angolana. A partir del dia 21 de septiembre la Brigada 47 y la Brigada 59 comienzan a replegarse hacia el norte del rio Lomba pero el constante hostigamiento artillero se los impide. Entonces se dirigieron a regiones densamente pobladas de matorrales donde se refugiaron durante 10 días hasta que el dia 3 de octubre en horas de la mañana los sudafricanos atacan con todos los medios a la 47 Brigada. Se desarrolla un fuerte combate con grandes bajas de ambas partes pero las FAPLA llevaron la peor parte y la 47 Brigada dejo casi de existir.
La ofensiva de la Fapla había sido neutralizada en 45 días con contundentes golpes de la aviación, la artillería y encarnizados combates contra las tropas mecanizadas del SADF y de la UNITA.
Finalmente el 7 de octubre comenzó la retirada de las FAPLA hacia el punto de partida del dia 17 de agosto. La Brigada 59 con los restos de la 47 y del primer Grupo Táctico se retiro en dirección norte hacia el nacimiento del rio Cuzizi. La Brigada 21 se retiro por la ribera oeste del rio Cunzumbia y la Brigada 16 marchando por la ribera este del rio hizo otro tanto. Mientras el Segundo Grupo Táctico se desplazo inicialmente hacia el sudoeste para marchar detrás de las demás fuerzas y protegerles la retaguardia pero luego cambio el rumbo al norte por la ribera este del rio Cunzumbia hasta el nacimiento del mismo adonde llego el dia 11 de octubre.
Durante las 56 jornadas de la ofensiva y la retirada las FAPLA se desgastaron al costo de miles de vidas en muertos y heridos y la perdida de numerosos equipos de combate que los sudafricanos exhibían como trofeos de guerra. Durante la retirada los soviéticos pidieron retirarse pero ningún piloto de helicópteros soviéticos quería extraerlos de la zona de combate así que los cubanos debieron cumplir esa misión. Para cuando llegaron a los puntos de partida el lado lo llevaban los angolanos, la moral había caido mucho y el material de guerra estaba en condiciones verdaderamente malas.
Hasta aqui la primera parte mañana vengo con la segunda
Saludos
Primero recomiendo leer estos 3 artículos para hacernos una idea de las armas que tenían los sudafricanos que iban desde Drones de vigilancia hasta los potentes G-5 y G-6.
https://guerradeangola.cubava.cu/2021/0 ... de-angola/
https://guerradeangola.cubava.cu/2021/0 ... a-parte-2/
https://guerradeangola.cubava.cu/2021/0 ... de-angola/
Para la Operación Saludando Octubre fue preparado y organizado el mayor contingente de tropas de las FAPLA desde la independencia. Eran asesorados por oficiales soviéticos que venían con sus ideas de guerra profunda pero que no tenían idea de como lidiar con las guerrillas y mucho menos con las tácticas Sudafricanas de columnas que aparecían y desaparician en la retaguardia profunda como por arte de magia. Y digo esto por dos razones la primera es que aunque los sudafricanos insistan en decir que habían cubanos en la Operación Saludando Octubre en realidad no había ninguno debido a diferentes concepciones estratégicas de la guerra. Por un lado Fidel y los generales cubanos que insistían en que la guerra no se ganaba haciendo grandes e inútiles ofensivas hacia Mavinga (donde se estiraban demasiado las lineas de suministro) que al final serían rechazadas como las anteriores y por el otro lado los soviéticos que si apoyaban esas acciones( el jefe de los soviéticos en Angola era sustituto del jefe de las tropas de asalto aéreo antes de ser enviado a Angola y sentía predilección por acciones alejadas de los centros logísticos. Los cubanos le llamaban Petrov aunque este no era su nombre ( Los cubanos nunca llamaban a los soviéticos por su nombre )
Sigamos con la Operación Saludando octubre. Esa operación además de las decenas de miles de hombres de Infantería ligera y Motorizada con que contaba iban con cientos de medios blindados, modernos medios antiaéreos y artillería. En total 1000 millones de dólares en armas soviéticas avanzarían hasta Mavinga.
El principal problema era que tenían que ser reabastecidos desde Cuito Cuanavale y este a su vez era abastecido desde Menongue. De Cuito Cuanavale a Mavinga las linea de suministro se extendían 200 km. Eso significaban 200 km de recorridos para largas caravanas de vehículos. Pero ese recorrido no era fácil tenían que atravesar 200 km de emboscadas, campos de minas antitanque y golpes de la aviación sudafricana.
Para complicar el problema las SADF actuaban en combinación con la UNITA en columnas motorizadas y que usando sus Walkiries golpeaban los centros de suministro y aeropuertos (como hicieron con Menongue y Cuito Cuanavale en más de una ocasión).
El 17 de agosto partió la Ofensiva desde Cuito Cuanavale. Cuatro de las mejores unidades angolanas la 16, la 21, la 47 y la 59 así como el 1er y el Segundo Grupo Táctico de Combate partieron en dirección a el poblado de Mavinga , la capital de la UNITA y acceso al estado mayor de Jonas Savimbi. En los alrededores de Cuito permanecieron otras 5 Brigadas la 66, 25,13,8 y la 36 que defenderían lugares estratégicos específicos y que se ocuparían de reabastecer el frente de batalla.
La Brigada 47 y 59 y el primer Grupo Táctica avanzarían en dirección al sur por la margen del rio Cuzizi pero un poderoso ataque del SADF impidió su avance y en el intento las tropas de la Brigada 47 y el Grupo Táctico sufren fuertes bajas. El dia 14 de septiembre las SADF reanudan el ataque contra el Grupo Táctico y prácticamente lo elimina. Al amanecer del dia 16 los sudafricanos realizan un golpe aéreo de gran envergadura contra la 47 Brigada. En esos momentos el SAAF dominaba el aire en la región mientras fuerzas mecanizadas se movían hacia el sur del Rio Lomba entonces los batallones de la 47 Brigada adoptaron posiciones defensivas con gran cantidad de heridos en sus filas y con gran escasez de municiones de todo tipo. El dia 20 de septiembre la SAAF efectúa un gran número de raids aéreos pero todos fallan debido a la defensa antiaérea angolana. A partir del dia 21 de septiembre la Brigada 47 y la Brigada 59 comienzan a replegarse hacia el norte del rio Lomba pero el constante hostigamiento artillero se los impide. Entonces se dirigieron a regiones densamente pobladas de matorrales donde se refugiaron durante 10 días hasta que el dia 3 de octubre en horas de la mañana los sudafricanos atacan con todos los medios a la 47 Brigada. Se desarrolla un fuerte combate con grandes bajas de ambas partes pero las FAPLA llevaron la peor parte y la 47 Brigada dejo casi de existir.
La ofensiva de la Fapla había sido neutralizada en 45 días con contundentes golpes de la aviación, la artillería y encarnizados combates contra las tropas mecanizadas del SADF y de la UNITA.
Finalmente el 7 de octubre comenzó la retirada de las FAPLA hacia el punto de partida del dia 17 de agosto. La Brigada 59 con los restos de la 47 y del primer Grupo Táctico se retiro en dirección norte hacia el nacimiento del rio Cuzizi. La Brigada 21 se retiro por la ribera oeste del rio Cunzumbia y la Brigada 16 marchando por la ribera este del rio hizo otro tanto. Mientras el Segundo Grupo Táctico se desplazo inicialmente hacia el sudoeste para marchar detrás de las demás fuerzas y protegerles la retaguardia pero luego cambio el rumbo al norte por la ribera este del rio Cunzumbia hasta el nacimiento del mismo adonde llego el dia 11 de octubre.
Durante las 56 jornadas de la ofensiva y la retirada las FAPLA se desgastaron al costo de miles de vidas en muertos y heridos y la perdida de numerosos equipos de combate que los sudafricanos exhibían como trofeos de guerra. Durante la retirada los soviéticos pidieron retirarse pero ningún piloto de helicópteros soviéticos quería extraerlos de la zona de combate así que los cubanos debieron cumplir esa misión. Para cuando llegaron a los puntos de partida el lado lo llevaban los angolanos, la moral había caido mucho y el material de guerra estaba en condiciones verdaderamente malas.
Hasta aqui la primera parte mañana vengo con la segunda
Saludos
Re: Cuba en África la guerra de Angola y la Operación Carlota
Aunque en la Operación Saludando Octubre no participó ningún cubano vale la pena contarla como introducción para dos sucesos que influirían posteriormente en el curso de la guerra y permitirán abrir un nuevo tema en el Foro
Primero recomiendo leer estos 3 artículos para hacernos una idea de las armas que tenían los sudafricanos que iban desde Drones de vigilancia hasta los potentes G-5 y G-6.
https://guerradeangola.cubava.cu/2021/0 ... de-angola/
https://guerradeangola.cubava.cu/2021/0 ... a-parte-2/
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Para la Operación Saludando Octubre fue preparado y organizado el mayor contingente de tropas de las FAPLA desde la independencia. Eran asesorados por oficiales soviéticos que venían con sus ideas de guerra profunda pero que no tenían idea de como lidiar con las guerrillas y mucho menos con las tácticas Sudafricanas de columnas que aparecían y desaparician en la retaguardia profunda como por arte de magia. Y digo esto por dos razones la primera es que aunque los sudafricanos insistan en decir que habían cubanos en la Operación Saludando Octubre en realidad no había ninguno debido a diferentes concepciones estratégicas de la guerra. Por un lado Fidel y los generales cubanos que insistían en que la guerra no se ganaba haciendo grandes e inútiles ofensivas hacia Mavinga (donde se estiraban demasiado las lineas de suministro) que al final serían rechazadas como las anteriores y por el otro lado los soviéticos que si apoyaban esas acciones( el jefe de los soviéticos en Angola era sustituto del jefe de las tropas de asalto aéreo antes de ser enviado a Angola y sentía predilección por acciones alejadas de los centros logísticos. Los cubanos le llamaban Petrov aunque este no era su nombre ( Los cubanos nunca llamaban a los soviéticos por su nombre )
Sigamos con la Operación Saludando octubre. Esa operación además de las decenas de miles de hombres de Infantería ligera y Motorizada con que contaba iban con cientos de medios blindados, modernos medios antiaéreos y artillería. En total 1000 millones de dólares en armas soviéticas avanzarían hasta Mavinga.
El principal problema era que tenían que ser reabastecidos desde Cuito Cuanavale y este a su vez era abastecido desde Menongue. De Cuito Cuanavale a Mavinga las linea de suministro se extendían 200 km. Eso significaban 200 km de recorridos para largas caravanas de vehículos. Pero ese recorrido no era fácil tenían que atravesar 200 km de emboscadas, campos de minas antitanque y golpes de la aviación sudafricana.
Para complicar el problema las SADF actuaban en combinación con la UNITA en columnas motorizadas y que usando sus Walkiries golpeaban los centros de suministro y aeropuertos (como hicieron con Menongue y Cuito Cuanavale en más de una ocasión).
El 17 de agosto partió la Ofensiva desde Cuito Cuanavale. Cuatro de las mejores unidades angolanas la 16, la 21, la 47 y la 59 así como el 1er y el Segundo Grupo Táctico de Combate partieron en dirección a el poblado de Mavinga , la capital de la UNITA y acceso al estado mayor de Jonas Savimbi. En los alrededores de Cuito permanecieron otras 5 Brigadas la 66, 25,13,8 y la 36 que defenderían lugares estratégicos específicos y que se ocuparían de reabastecer el frente de batalla.
La Brigada 47 y 59 y el primer Grupo Táctica avanzarían en dirección al sur por la margen del rio Cuzizi pero un poderoso ataque del SADF impidió su avance y en el intento las tropas de la Brigada 47 y el Grupo Táctico sufren fuertes bajas. El dia 14 de septiembre las SADF reanudan el ataque contra el Grupo Táctico y prácticamente lo elimina. Al amanecer del dia 16 los sudafricanos realizan un golpe aéreo de gran envergadura contra la 47 Brigada. En esos momentos el SAAF dominaba el aire en la región mientras fuerzas mecanizadas se movían hacia el sur del Rio Lomba entonces los batallones de la 47 Brigada adoptaron posiciones defensivas con gran cantidad de heridos en sus filas y con gran escasez de municiones de todo tipo. El dia 20 de septiembre la SAAF efectúa un gran número de raids aéreos pero todos fallan debido a la defensa antiaérea angolana. A partir del dia 21 de septiembre la Brigada 47 y la Brigada 59 comienzan a replegarse hacia el norte del rio Lomba pero el constante hostigamiento artillero se los impide. Entonces se dirigieron a regiones densamente pobladas de matorrales donde se refugiaron durante 10 días hasta que el dia 3 de octubre en horas de la mañana los sudafricanos atacan con todos los medios a la 47 Brigada. Se desarrolla un fuerte combate con grandes bajas de ambas partes pero las FAPLA llevaron la peor parte y la 47 Brigada dejo casi de existir.
La ofensiva de la Fapla había sido neutralizada en 45 días con contundentes golpes de la aviación, la artillería y encarnizados combates contra las tropas mecanizadas del SADF y de la UNITA.
Finalmente el 7 de octubre comenzó la retirada de las FAPLA hacia el punto de partida del dia 17 de agosto. La Brigada 59 con los restos de la 47 y del primer Grupo Táctico se retiro en dirección norte hacia el nacimiento del rio Cuzizi. La Brigada 21 se retiro por la ribera oeste del rio Cunzumbia y la Brigada 16 marchando por la ribera este del rio hizo otro tanto. Mientras el Segundo Grupo Táctico se desplazo inicialmente hacia el sudoeste para marchar detrás de las demás fuerzas y protegerles la retaguardia pero luego cambio el rumbo al norte por la ribera este del rio Cunzumbia hasta el nacimiento del mismo adonde llego el dia 11 de octubre.
Durante las 56 jornadas de la ofensiva y la retirada las FAPLA se desgastaron al costo de miles de vidas en muertos y heridos y la perdida de numerosos equipos de combate que los sudafricanos exhibían como trofeos de guerra. Durante la retirada los soviéticos pidieron retirarse pero ningún piloto de helicópteros soviéticos quería extraerlos de la zona de combate así que los cubanos debieron cumplir esa misión. Para cuando llegaron a los puntos de partida el lado lo llevaban los angolanos, la moral había caido mucho y el material de guerra estaba en condiciones verdaderamente malas.
Hasta aqui la primera parte mañana vengo con la segunda
Saludos
Primero recomiendo leer estos 3 artículos para hacernos una idea de las armas que tenían los sudafricanos que iban desde Drones de vigilancia hasta los potentes G-5 y G-6.
https://guerradeangola.cubava.cu/2021/0 ... de-angola/
https://guerradeangola.cubava.cu/2021/0 ... a-parte-2/
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Para la Operación Saludando Octubre fue preparado y organizado el mayor contingente de tropas de las FAPLA desde la independencia. Eran asesorados por oficiales soviéticos que venían con sus ideas de guerra profunda pero que no tenían idea de como lidiar con las guerrillas y mucho menos con las tácticas Sudafricanas de columnas que aparecían y desaparician en la retaguardia profunda como por arte de magia. Y digo esto por dos razones la primera es que aunque los sudafricanos insistan en decir que habían cubanos en la Operación Saludando Octubre en realidad no había ninguno debido a diferentes concepciones estratégicas de la guerra. Por un lado Fidel y los generales cubanos que insistían en que la guerra no se ganaba haciendo grandes e inútiles ofensivas hacia Mavinga (donde se estiraban demasiado las lineas de suministro) que al final serían rechazadas como las anteriores y por el otro lado los soviéticos que si apoyaban esas acciones( el jefe de los soviéticos en Angola era sustituto del jefe de las tropas de asalto aéreo antes de ser enviado a Angola y sentía predilección por acciones alejadas de los centros logísticos. Los cubanos le llamaban Petrov aunque este no era su nombre ( Los cubanos nunca llamaban a los soviéticos por su nombre )
Sigamos con la Operación Saludando octubre. Esa operación además de las decenas de miles de hombres de Infantería ligera y Motorizada con que contaba iban con cientos de medios blindados, modernos medios antiaéreos y artillería. En total 1000 millones de dólares en armas soviéticas avanzarían hasta Mavinga.
El principal problema era que tenían que ser reabastecidos desde Cuito Cuanavale y este a su vez era abastecido desde Menongue. De Cuito Cuanavale a Mavinga las linea de suministro se extendían 200 km. Eso significaban 200 km de recorridos para largas caravanas de vehículos. Pero ese recorrido no era fácil tenían que atravesar 200 km de emboscadas, campos de minas antitanque y golpes de la aviación sudafricana.
Para complicar el problema las SADF actuaban en combinación con la UNITA en columnas motorizadas y que usando sus Walkiries golpeaban los centros de suministro y aeropuertos (como hicieron con Menongue y Cuito Cuanavale en más de una ocasión).
El 17 de agosto partió la Ofensiva desde Cuito Cuanavale. Cuatro de las mejores unidades angolanas la 16, la 21, la 47 y la 59 así como el 1er y el Segundo Grupo Táctico de Combate partieron en dirección a el poblado de Mavinga , la capital de la UNITA y acceso al estado mayor de Jonas Savimbi. En los alrededores de Cuito permanecieron otras 5 Brigadas la 66, 25,13,8 y la 36 que defenderían lugares estratégicos específicos y que se ocuparían de reabastecer el frente de batalla.
La Brigada 47 y 59 y el primer Grupo Táctica avanzarían en dirección al sur por la margen del rio Cuzizi pero un poderoso ataque del SADF impidió su avance y en el intento las tropas de la Brigada 47 y el Grupo Táctico sufren fuertes bajas. El dia 14 de septiembre las SADF reanudan el ataque contra el Grupo Táctico y prácticamente lo elimina. Al amanecer del dia 16 los sudafricanos realizan un golpe aéreo de gran envergadura contra la 47 Brigada. En esos momentos el SAAF dominaba el aire en la región mientras fuerzas mecanizadas se movían hacia el sur del Rio Lomba entonces los batallones de la 47 Brigada adoptaron posiciones defensivas con gran cantidad de heridos en sus filas y con gran escasez de municiones de todo tipo. El dia 20 de septiembre la SAAF efectúa un gran número de raids aéreos pero todos fallan debido a la defensa antiaérea angolana. A partir del dia 21 de septiembre la Brigada 47 y la Brigada 59 comienzan a replegarse hacia el norte del rio Lomba pero el constante hostigamiento artillero se los impide. Entonces se dirigieron a regiones densamente pobladas de matorrales donde se refugiaron durante 10 días hasta que el dia 3 de octubre en horas de la mañana los sudafricanos atacan con todos los medios a la 47 Brigada. Se desarrolla un fuerte combate con grandes bajas de ambas partes pero las FAPLA llevaron la peor parte y la 47 Brigada dejo casi de existir.
La ofensiva de la Fapla había sido neutralizada en 45 días con contundentes golpes de la aviación, la artillería y encarnizados combates contra las tropas mecanizadas del SADF y de la UNITA.
Finalmente el 7 de octubre comenzó la retirada de las FAPLA hacia el punto de partida del dia 17 de agosto. La Brigada 59 con los restos de la 47 y del primer Grupo Táctico se retiro en dirección norte hacia el nacimiento del rio Cuzizi. La Brigada 21 se retiro por la ribera oeste del rio Cunzumbia y la Brigada 16 marchando por la ribera este del rio hizo otro tanto. Mientras el Segundo Grupo Táctico se desplazo inicialmente hacia el sudoeste para marchar detrás de las demás fuerzas y protegerles la retaguardia pero luego cambio el rumbo al norte por la ribera este del rio Cunzumbia hasta el nacimiento del mismo adonde llego el dia 11 de octubre.
Durante las 56 jornadas de la ofensiva y la retirada las FAPLA se desgastaron al costo de miles de vidas en muertos y heridos y la perdida de numerosos equipos de combate que los sudafricanos exhibían como trofeos de guerra. Durante la retirada los soviéticos pidieron retirarse pero ningún piloto de helicópteros soviéticos quería extraerlos de la zona de combate así que los cubanos debieron cumplir esa misión. Para cuando llegaron a los puntos de partida el lado lo llevaban los angolanos, la moral había caido mucho y el material de guerra estaba en condiciones verdaderamente malas.
Hasta aqui la primera parte mañana vengo con la segunda
Saludos
Re: Cuba en África la guerra de Angola y la Operación Carlota
A continuación comiezo una serie, en varias partes, de testimonios de veteranos cubanos en Cuito Cuanavale.
El jefe de la Dirección Operativa.
El general de brigada (r) Gustavo Fleitas Ramírez, uno de los jefes más destacados en misiones internacionalistas en África, y específicamente en la dirección de las acciones en Cuito Cuanavale recuerda la relevancia de Menongue como dirección operativa de importancia.
“En mi segunda misión internacionalista en Angola fui jefe de la Misión Militar (MMCA) hasta finales del 87, que pasé a ser jefe de la ATS; según fue agravándose la situación en el sur, el Comandante iba reforzando aquella dirección. Cuando fue designado el general Leopoldo Cintra Frías, Polo, como jefe de la ATS yo paso a segundo; ambos conocíamos el TOM por nuestra participación anterior en la guerra, todos estos cambios de misiones y responsabilidades se hicieron mediando una carta del ministro de las FAR. Estando en la ATS el general de división Cintra Frías me responsabiliza con la dirección operativa Menongue – Cuito.
(…) En momentos de la crisis de Cuito Cuanavale, Menongue cobra una especial relevancia, pues los sudafricanos querían que lleváramos la guerra hacia esa región. La ofensiva de las FAPLA “Saludando Octubre” les vino como anillo al dedo pues el teatro de operaciones les era favorable; bosques, terreno irregular, muchos cauces de río, y la región estaba prácticamente en manos de la contrarrevolucionaria UNITA que le facilitaba el abastecimiento logístico.
(…) A partir de que la dirección de nuestro país decide reforzar las tropas en Angola y adoptar las medidas adecuadas para enfrentar la crisis de Cuito, se decidió reforzar la dirección de Menongue, para ello bajaron la agrupación que estaba en Kuito Bié y la brigada de Huambo. El aeropuerto era la arteria principal para los abastecimientos: combustible, municiones y logística general así que había que asegurarlo por tierra y por la defensa antiaérea.
Se necesitaba entonces tomar el control de la vía a Cuito, para ello se destacaron tres grupos tácticos en esa dirección: en el Curtir, en Longa y Luaisinga, mientras el 71 Grupo Táctico reforzado convenientemente fue enviado a Cuito. Estas unidades además de proteger la vía estaban preparadas y adelantadas para acudir a Cuito si las condiciones de los combates lo exigían. Para limpiar y tomar esta importante vía la aviación destacada en Menongue jugó su papel al golpear una importante base UNITA en la zona”.
El grupo operativo cubano llega a Cuito Cuanavale.
Los primeros cubanos en llegar a esta región el 5 de diciembre de 1987 fueron los integrantes del grupo operativo, formado por el coronel Álvaro López Miera, como jefe del grupo, el teniente coronel José Senén Viamonte, como segundo jefe y 11 oficiales más, un cocinero, un radista y un pelotón de prevención, encargado de la seguridad del grupo.
El entonces coronel Álvaro López Miera en entrevista al periodista César Gómez Chacón le contaba:
“Regresé a Angola en noviembre del año pasado. Venía como jefe de operaciones de la Misión, pero el 4 de diciembre me llamaron, me dicen que tenía que salir para Cuito ese mismo día con un grupo de compañeros, ya que debíamos informar de la situación creada allí y resistir como fuera con las unidades de las FAPLA.
Partimos por la tarde. Conmigo iban, entre otros, los tenientes coroneles, Viamonte, Robira y Ochoa, como segundo, jefe de operaciones y jefe de retaguardia, respectivamente; también el mayor Noa como jefe de información. A ellos se les sumaban dos oficiales de la Octava, un camarógrafo y un médico. En Menongue se incorporaron cinco especialistas de la DAAFAR, dos radistas y un pelotón de tropas especiales.
Hacia Cuito salimos en dos helicópteros a las cinco de la mañana del día 5. Dos MiG-23 nos dieron protección. Llevábamos nuestros alimentos – ración fría en lo fundamental -, dos balones de oxígeno para el hospital de campaña y algunas otras cosas.
En cuanto llegamos hicimos contacto con el jefe de las FAPLA en la región, el teniente coronel Batista, quien nos puso al tanto de los acontecimientos en el frente y la situación de cada una de las unidades.
Nos interesamos por conocer la dirección principal de los ataques sudafricanos y las dificultades más apremiantes de las brigadas FAPLA que defendían el poblado. Enviamos rápida información a Luanda.
La cosa no era fácil. Las fuerzas angolanas se habían visto en la imperiosa necesidad de retroceder para sobrevivir, y ya en ese momento habían abandonado posiciones tan claves como el puesto de mando avanzado; fue precisamente la retoma de este punto una de las primeras cosas que orientamos, y la práctica demostró nuestra razón.
Nuestro trabajo se encaminó a la elevación de la moral combativa de las FAPLA, muy afectada por los fracasos de las últimas semanas, desde que los racistas intervinieron con todos sus medios y fuerzas contra las unidades angolanas que llevaban a cabo una gran ofensiva en el sureste del país, donde están los principales enclaves de la UNITA.
Personalmente, recorríamos todas las posiciones y apreciábamos la situación de cada lugar; se tomaban las decisiones en coordinación con el mando angolano.
Ya el 8 de diciembre informamos a Luanda datos concretos sobre el empleo de la artillería enemiga. Ese día de las 14:07 horas a las 15:58 horas tiraron veintisiete proyectiles; de las 16:36 a las 16:39, siete proyectiles; de las 21:49 horas a las 22:29 horas, cuarenta y nueve; en total durante ese día tiraron ochenta y tres proyectiles sobre nuestras posiciones. El día 9 fueron setenta y tres; el 10, sesenta y tres; el 11, ochenta y tres, y a partir de ese momento se fueron incrementando aún más.
Les tiraban fundamentalmente al pueblo, al puente, al puesto de mando avanzado, a las estaciones de radiolocalización y a nuestro orden combativo, claro está. No obstante continuamos el trabajo. Se organizó la artillería FAPLA, el mando de las tropas, el punto de dirección a la aviación a cargo del primer teniente Castillo, quien jugó un papel decisivo en la conducción de nuestros MiGs; también la defensa antiaérea, las fortificaciones… Empatábamos el día con la noche.
(…) A los tres días de estar allí, llegó a Cuito un grupo de oficiales del mando superior y varios camarógrafos que tenían la tarea de llevarse una imagen gráfica del frente para el Comandante en Jefe.
A los jefes pedimos apoyo en varios aspectos; necesitábamos, en primer lugar, mejorar aún más nuestra artillería, pues cada vez que era empleada, el enemigo la localizaba y respondía con facilidad. Días después fue enviado el coronel Almarales junto con un comunicador, quienes se dedicaron por entero a ese problema. También recibimos una pieza de BM-21, la famosa “Cachita”, que teníamos siempre a mano y tiró en los momentos más difíciles.
Mandamos a Luanda nuestra conclusión: podíamos resistir.
En esas semanas sucedieron muchísimas cosas. Recuerdo que alrededor del día 12 nos informaron que se había tumbado un avión sudafricano y había caído al río. Teníamos que encontrarlo, al menos el piloto. Mandamos a buscar buzos, pero hubo quien no quiso esperar por ellos. El teniente coronel Linares, asesor de la defensa antiaérea, una gente cómica y habilidosa, se tiró en aquellas aguas sin pensarlo dos veces; solo se amarró con una soga a un bote, para que no se lo llevara la corriente. Creo que de ese primer avión no se encontró nada. Al poco tiempo el hecho se repitió.”
Acerca de las misiones que se le habían planteado a este grupo operativo de asesores cubanos el teniente coronel Viamonte refirió:
“Nuestra misión incluía varios ob¬jetivos. En primer lugar debíamos contactar con la parte angolana y mantener informado al mando superior de la Misión sobre la situación en Cuito Cuanavale, que hasta entonces se tornaba bastante confusa por la falta de información. Allí también debíamos puntualizar, en el terreno, el estado de la capacidad y disposición combativas en que se encontraban las tropas para, conjuntamente con el mando angolano, comenzar a tomar todas las medidas pertinentes que la situación exigiera y, a su vez, crear las condiciones necesarias con el objetivo de rechazar la ofensiva de las fuerzas enemigas, la cual esperábamos se produjera antes del 10 de diciembre, e impedir así la ocupación de Cuito Cuanavale por el enemigo.
Esto, como es lógico, exigía la rápida y correcta organización de la exploración de todo tipo, incluyendo la aérea, para determinar dónde se encontraba realmente el enemigo y la composición de sus fuerzas, así corno la ubicación de su artillería de largo alcance, que estaba causándole grandes pérdidas y destrucciones a las tropas y fortificaciones angolanas.
Además, debíamos hacer un estudio para la correcta organización de la defensa a fin de consolidar esta plaza y, partiendo de la composición de las fuerzas enemigas y el carácter de sus posibles acciones, elaborar una propuesta al mando superior acerca de la necesidad del empleo de las tropas cubanas y su posible ubicación dentro del orden combativo de la agrupación de fuerzas de la Sexta Región Militar, que defendía esta posición.
El 6 de diciembre se nos unió una compañía de tropas especiales, para conjuntamente con el pelotón que ya teníamos, proteger al grupo de cubanos que allí nos encontrábamos y participar en la defensa de Cuito.
A finales de diciembre comienza el asesoramiento a las pequeñas unidades por grupos de especialistas cubanos, cuya composición era similar a la de nuestro grupo. Por esta fecha comienzan a mixturarse las unidades de artillería y tanques angolanos con personal cubano. Para la dirección y organización de la artillería se incorpora a nuestro grupo el coronel Guillermo Díaz Almaral, jefe de la Sección de Artillería de la MMCA, el cual le dio un gran impulso a esta actividad.”
Un jefe de Brigada.
En esos intensos y decisivos días de enero de 1988 en el sur de Angola se encontraba el general de brigada (r) Roberto Milián Vega, quien fuera uno de los destacados jefes a los que se encomendaran dirigir aquella emblemática 70 Brigada de Tanques de Menongue.
“Me desempeñaba en el cargo de primer sustituto del jefe de la MMCA, cuando la situación es comprometedora en Cuito me envían a Menongue. En la 70 Brigada de Tanques estuve poco tiempo, pero eran momentos intensos los de esos días. Llegué el 8 de enero para recibir la brigada del entonces coronel Ermio Hernández Rodríguez, quien había sido designado para dirigir la agrupación de cubanos en Cuito Cuanavale y que partía al siguiente día, no hubo entrega formal pues la situación era muy tensa. Entregué el mando el 20 de febrero al coronel Pupo Arnedo.
(…) La misión fundamental que recibí del general de división Leopoldo Cintra Frías, Polo, en Menongue era la de asegurar con la Brigada de Tanques la dirección de Cuito Cuanavale y que allí combatirían dos o tres Grupos Tácticos y no se excluía que participara la brigada en su composición completa. (…) El 14 de enero recibo indicaciones de preparar el 1er GT para partir al frente, el 15 temprano ya está listo y parte al mando del coronel Venancio Ávila Guerrero, quien era desde diciembre jefe del EM de la brigada, se le preparó una buena cobertura aérea, pues tenía que avanzar los 200 km por la carretera que separa a Menongue de Cuito, se dispusieron seis MiG-23 nuestros y dos MiG-21 de los angolanos y adelantados en Longa teníamos dos helicópteros Mi-17 muy bien artillados. El general de división Cintra Frías también mandó a preparar dos GT como segundo escalón.
Mi día más negro en Menongue fue el 13 de febrero, cuando el enemigo preparó un buen asalto de fuego con cohetes Valkiria contra el aeropuerto, con toda intención de disminuir la disposición combativa (DC) de los medios aéreos en víspera del fuerte ataque contra la defensa de Cuito Cuanavale. El 14, lo planificaron y lo ejecutaron bien, aunque se obtuvo los resultados que pretendían, pues no dañaron ninguna de las naves y la pista sufrió bien poco.
A partir del 15 de febrero el jefe de la ATS decide que me vuelva a incorporar a la Misión (MMCA) y fue el único cambio de mando que contó con un plan, el que guardo aún con mucho celo, con anotaciones manuscritas del propio Polo, jefe de la ATS”.
Desde un principio se trabajó arduamente por elevar la capacidad y disposición combativas de las unidades y en especial de la artillería. Al respecto explicaba el coronel Ermio Hernández Rodríguez, el cual continuó el trabajo al frente del grupo operativo a partir del 9 de enero de 1988:
“Resulta incuestionable que la llegada de los cubanos constituyó un gran estímulo para los combatientes angolanos. Continuamos trabajando codo con codo en todos los frentes con los jefes y los combatientes de las FAPLA: en la instrucción del personal, el completamiento de las unidades, el mantenimiento y conservación de la técnica y el armamento. Hicimos tiros combativos en condiciones de combate reales. Con esto quiero decir que nuestro trabajo fue más bien del orden práctico. Las propias condiciones de la situación imponían este estilo. Los éxitos logrados reflejan los resultados del esfuerzo colectivo, porque en esto participaron también nuestros hermanos soviéticos. Creo que los angolanos han asimilado muy bien todas nuestras orientaciones.
El trabajo se fortaleció aún más con la llegada de las tropas cubanas. Aumentaron las posibilidades para resolver las dinámicas que pudieran surgir, así como los problemas materiales. Además, ya se había logrado una retaguardia segura.
Las relaciones con las FAPLA son inmejorables. Pienso que el trabajo directo con el hombre en la trinchera, el borde delantero, en los grupos de exploración surtió un gran efecto. Muchos compañeros se han destacado en su trabajo. Los técnicos de la compañía de ingenieros zapadores y los compañeros de la asesoría de la 25, la 59 y la 13 BIL han realizado un trabajo de vanguardia.”
El teniente coronel Fermín Sosa Borrero, asesor principal de la 25 BIL de las FAPLA expresó en su testimonio:
“Yo llegué con treinta y cuatro hombres, personal de asesoría; éramos poquitos. A ningún cubano de la 25 Brigada se le ha llamado nunca asesor, porque cuando llegamos a la defensa el primer día, el 3 de enero, considerando la situación existente, entendimos que era mejor que se nos llamara simplemente compañeros cubanos.
(…) Comenzamos a trabajar para fortalecer la defensa, preparar al personal necesario. Ya ese mismo día, desde la primera visita a las pequeñas unidades, nosotros queríamos oír a la gente, oír al soldado, al oficial de menor graduación, al jefe de escuadra, de compañía, de pelotón. Al final teníamos una valoración muy fuerte del estado de la tropa.
Había mucho pesimismo, mucha incertidumbre, porque los sudafricanos llegaron con mucha fuerza, y cuando usted hacía la comparación (…) entonces había que decir que en esas condiciones el sacrificio en vidas iba a ser muy grande. Para evitar eso, desde el inicio hubo que sacarle el máximo al terreno y las posibilidades del armamento, pero sobre todas las cosas a las posibilidades del hombre.
(…) Entonces con los primeros con quienes hablamos fue con los exploradores y los radistas. Les dijimos que aquello había que virarlo al revés, que si la exploración se estaba haciendo a cinco kilómetros había que hacerla ahora a más de veinte. Pues bueno, todos los angolanos se pusieron para el número de la exploración.
(…) En la brigada han sido derribados cinco aviones enemigos. El C-10 tiene la característica de que cada vez que sale un cohete el avión se cae. Y cada vez que en la brigada se tira un cohete antiaéreo yo no puedo evitar que detrás todo el mundo salga de los refugios para ver como cae el avión; entonces lo que se forma es mucho.
Uno de esos días en que había un fuerte ataque aéreo enemigo, que duró como veinte minutos, se tumbaron dos aviones, casi uno detrás del otro. La algarabía que se formó fue tanta, que cuando los radistas lo informaron al mando superior, lo que se oía era la gritería. Entonces el general César Lara me llamó desde el puesto de mando y me preguntó con ese tono característico suyo: “¿Qué te pasa?” Yo le respondí: “Jefe, ni le puedo contar, porque esto que hay aquí nada más se puede entender viéndolo. ¡Óigame, se están cayendo por parejas!” Le digo lo anterior y en eso viene el tercero, se le tiró y salió también echando humo negro. “¡Son tres!”, le dije al general, pero ese tercero no se vio caer, se fue echando humo, por eso no lo contamos; solo contamos los que vemos caer”.
El día 14 de enero, aún cuando las condiciones climáticas no eran las más optimas, despegaron cuatro MiGs que asestaron un golpe en el área de la 21 BIL. Como resultado del fuego antiaéreo fue averiado el MiG-23ML pilotado por Juan Francisco Alfonso Doval quien realizó un aterrizaje forzoso.
Este piloto refirió en una entrevista a Granma:
“Aquel día despegué al amanecer en un aparato MIG-23ML como piloto número (denominación del segundo integrante) en una pareja de vuelo que conformaba con el Teniente Coronel Armando González, quien volaba en condición de líder.
La misión consistía básicamente en un bombardeo rasante a 50 metros de altura contra agrupaciones de las Fuerzas de Defensa Sudafricanas (SADF) que asediaban a Cuito Cuanavale y tenían en una situación algo compleja a las tropas cubano- angolanas.
Aquella mañana la nubosidad estaba bastante baja, a unos 300 metros, por lo que ambas aeronaves tuvieron que realizar el vuelo por encima de las nubes y efectuar la travesía haciendo los cálculos de navegación por instrumentos, dada la imposibilidad de observar el terreno.
Tras vencer el lapso de vuelo cronometrado salimos justo encima del objetivo e hicimos, como estaba previsto, el lanzamiento de las bombas y regresamos a la base sin contratiempos.
No pasó mucho tiempo de nuestro arribo al aeródromo y el mando nos planteó repetir la acción, pero en esta ocasión dispuso que el tiro se realizara de manera individual, con diferencia de un minuto entre uno y otro y no como se había ejecutado antes. Apenas fueron artilladas las naves despegamos, y durante la travesía, igualmente por sobre las nubes, tomamos distancia para mantener el tiempo de vuelo prefijado.
Nunca había sido impactado sentí que el avión comenzaba a vibrar. Con un movimiento del bastón de mando aquella terrible sensación desapareció, llevé nuevamente el mando al pecho y aceleré el motor para buscar potencia.
Sobrevolé las nubes y durante esa maniobra de ascenso me percato de que el avión perdía bastante combustible, al observar cómo se iluminaban de manera consecutiva todas las lámparas de señalización que en la cabina indican los niveles en los tanques.
Al apreciar lo grave de la situación y debido a que continuaba volando sobre las nubes, solicité autorización para dirigirme a ese lugar. Al llegar comencé un descenso suave y luego de emerger de los velos nubosos apareció la pista, justo al frente de la nariz del avión.
Bastó realizar un solo giro de acomodo y prácticamente sin reservas en los depósitos accioné la palanca de despliegue del tren de aterrizaje.
Cuando el altímetro me reveló que estaba entre los 10 ó 12 metros apagué el motor para enfrentar la pista y el silencio se apoderó de los breves instantes que me separaban de aquella inaplazable colisión.”
Contunuará...
El jefe de la Dirección Operativa.
El general de brigada (r) Gustavo Fleitas Ramírez, uno de los jefes más destacados en misiones internacionalistas en África, y específicamente en la dirección de las acciones en Cuito Cuanavale recuerda la relevancia de Menongue como dirección operativa de importancia.
“En mi segunda misión internacionalista en Angola fui jefe de la Misión Militar (MMCA) hasta finales del 87, que pasé a ser jefe de la ATS; según fue agravándose la situación en el sur, el Comandante iba reforzando aquella dirección. Cuando fue designado el general Leopoldo Cintra Frías, Polo, como jefe de la ATS yo paso a segundo; ambos conocíamos el TOM por nuestra participación anterior en la guerra, todos estos cambios de misiones y responsabilidades se hicieron mediando una carta del ministro de las FAR. Estando en la ATS el general de división Cintra Frías me responsabiliza con la dirección operativa Menongue – Cuito.
(…) En momentos de la crisis de Cuito Cuanavale, Menongue cobra una especial relevancia, pues los sudafricanos querían que lleváramos la guerra hacia esa región. La ofensiva de las FAPLA “Saludando Octubre” les vino como anillo al dedo pues el teatro de operaciones les era favorable; bosques, terreno irregular, muchos cauces de río, y la región estaba prácticamente en manos de la contrarrevolucionaria UNITA que le facilitaba el abastecimiento logístico.
(…) A partir de que la dirección de nuestro país decide reforzar las tropas en Angola y adoptar las medidas adecuadas para enfrentar la crisis de Cuito, se decidió reforzar la dirección de Menongue, para ello bajaron la agrupación que estaba en Kuito Bié y la brigada de Huambo. El aeropuerto era la arteria principal para los abastecimientos: combustible, municiones y logística general así que había que asegurarlo por tierra y por la defensa antiaérea.
Se necesitaba entonces tomar el control de la vía a Cuito, para ello se destacaron tres grupos tácticos en esa dirección: en el Curtir, en Longa y Luaisinga, mientras el 71 Grupo Táctico reforzado convenientemente fue enviado a Cuito. Estas unidades además de proteger la vía estaban preparadas y adelantadas para acudir a Cuito si las condiciones de los combates lo exigían. Para limpiar y tomar esta importante vía la aviación destacada en Menongue jugó su papel al golpear una importante base UNITA en la zona”.
El grupo operativo cubano llega a Cuito Cuanavale.
Los primeros cubanos en llegar a esta región el 5 de diciembre de 1987 fueron los integrantes del grupo operativo, formado por el coronel Álvaro López Miera, como jefe del grupo, el teniente coronel José Senén Viamonte, como segundo jefe y 11 oficiales más, un cocinero, un radista y un pelotón de prevención, encargado de la seguridad del grupo.
El entonces coronel Álvaro López Miera en entrevista al periodista César Gómez Chacón le contaba:
“Regresé a Angola en noviembre del año pasado. Venía como jefe de operaciones de la Misión, pero el 4 de diciembre me llamaron, me dicen que tenía que salir para Cuito ese mismo día con un grupo de compañeros, ya que debíamos informar de la situación creada allí y resistir como fuera con las unidades de las FAPLA.
Partimos por la tarde. Conmigo iban, entre otros, los tenientes coroneles, Viamonte, Robira y Ochoa, como segundo, jefe de operaciones y jefe de retaguardia, respectivamente; también el mayor Noa como jefe de información. A ellos se les sumaban dos oficiales de la Octava, un camarógrafo y un médico. En Menongue se incorporaron cinco especialistas de la DAAFAR, dos radistas y un pelotón de tropas especiales.
Hacia Cuito salimos en dos helicópteros a las cinco de la mañana del día 5. Dos MiG-23 nos dieron protección. Llevábamos nuestros alimentos – ración fría en lo fundamental -, dos balones de oxígeno para el hospital de campaña y algunas otras cosas.
En cuanto llegamos hicimos contacto con el jefe de las FAPLA en la región, el teniente coronel Batista, quien nos puso al tanto de los acontecimientos en el frente y la situación de cada una de las unidades.
Nos interesamos por conocer la dirección principal de los ataques sudafricanos y las dificultades más apremiantes de las brigadas FAPLA que defendían el poblado. Enviamos rápida información a Luanda.
La cosa no era fácil. Las fuerzas angolanas se habían visto en la imperiosa necesidad de retroceder para sobrevivir, y ya en ese momento habían abandonado posiciones tan claves como el puesto de mando avanzado; fue precisamente la retoma de este punto una de las primeras cosas que orientamos, y la práctica demostró nuestra razón.
Nuestro trabajo se encaminó a la elevación de la moral combativa de las FAPLA, muy afectada por los fracasos de las últimas semanas, desde que los racistas intervinieron con todos sus medios y fuerzas contra las unidades angolanas que llevaban a cabo una gran ofensiva en el sureste del país, donde están los principales enclaves de la UNITA.
Personalmente, recorríamos todas las posiciones y apreciábamos la situación de cada lugar; se tomaban las decisiones en coordinación con el mando angolano.
Ya el 8 de diciembre informamos a Luanda datos concretos sobre el empleo de la artillería enemiga. Ese día de las 14:07 horas a las 15:58 horas tiraron veintisiete proyectiles; de las 16:36 a las 16:39, siete proyectiles; de las 21:49 horas a las 22:29 horas, cuarenta y nueve; en total durante ese día tiraron ochenta y tres proyectiles sobre nuestras posiciones. El día 9 fueron setenta y tres; el 10, sesenta y tres; el 11, ochenta y tres, y a partir de ese momento se fueron incrementando aún más.
Les tiraban fundamentalmente al pueblo, al puente, al puesto de mando avanzado, a las estaciones de radiolocalización y a nuestro orden combativo, claro está. No obstante continuamos el trabajo. Se organizó la artillería FAPLA, el mando de las tropas, el punto de dirección a la aviación a cargo del primer teniente Castillo, quien jugó un papel decisivo en la conducción de nuestros MiGs; también la defensa antiaérea, las fortificaciones… Empatábamos el día con la noche.
(…) A los tres días de estar allí, llegó a Cuito un grupo de oficiales del mando superior y varios camarógrafos que tenían la tarea de llevarse una imagen gráfica del frente para el Comandante en Jefe.
A los jefes pedimos apoyo en varios aspectos; necesitábamos, en primer lugar, mejorar aún más nuestra artillería, pues cada vez que era empleada, el enemigo la localizaba y respondía con facilidad. Días después fue enviado el coronel Almarales junto con un comunicador, quienes se dedicaron por entero a ese problema. También recibimos una pieza de BM-21, la famosa “Cachita”, que teníamos siempre a mano y tiró en los momentos más difíciles.
Mandamos a Luanda nuestra conclusión: podíamos resistir.
En esas semanas sucedieron muchísimas cosas. Recuerdo que alrededor del día 12 nos informaron que se había tumbado un avión sudafricano y había caído al río. Teníamos que encontrarlo, al menos el piloto. Mandamos a buscar buzos, pero hubo quien no quiso esperar por ellos. El teniente coronel Linares, asesor de la defensa antiaérea, una gente cómica y habilidosa, se tiró en aquellas aguas sin pensarlo dos veces; solo se amarró con una soga a un bote, para que no se lo llevara la corriente. Creo que de ese primer avión no se encontró nada. Al poco tiempo el hecho se repitió.”
Acerca de las misiones que se le habían planteado a este grupo operativo de asesores cubanos el teniente coronel Viamonte refirió:
“Nuestra misión incluía varios ob¬jetivos. En primer lugar debíamos contactar con la parte angolana y mantener informado al mando superior de la Misión sobre la situación en Cuito Cuanavale, que hasta entonces se tornaba bastante confusa por la falta de información. Allí también debíamos puntualizar, en el terreno, el estado de la capacidad y disposición combativas en que se encontraban las tropas para, conjuntamente con el mando angolano, comenzar a tomar todas las medidas pertinentes que la situación exigiera y, a su vez, crear las condiciones necesarias con el objetivo de rechazar la ofensiva de las fuerzas enemigas, la cual esperábamos se produjera antes del 10 de diciembre, e impedir así la ocupación de Cuito Cuanavale por el enemigo.
Esto, como es lógico, exigía la rápida y correcta organización de la exploración de todo tipo, incluyendo la aérea, para determinar dónde se encontraba realmente el enemigo y la composición de sus fuerzas, así corno la ubicación de su artillería de largo alcance, que estaba causándole grandes pérdidas y destrucciones a las tropas y fortificaciones angolanas.
Además, debíamos hacer un estudio para la correcta organización de la defensa a fin de consolidar esta plaza y, partiendo de la composición de las fuerzas enemigas y el carácter de sus posibles acciones, elaborar una propuesta al mando superior acerca de la necesidad del empleo de las tropas cubanas y su posible ubicación dentro del orden combativo de la agrupación de fuerzas de la Sexta Región Militar, que defendía esta posición.
El 6 de diciembre se nos unió una compañía de tropas especiales, para conjuntamente con el pelotón que ya teníamos, proteger al grupo de cubanos que allí nos encontrábamos y participar en la defensa de Cuito.
A finales de diciembre comienza el asesoramiento a las pequeñas unidades por grupos de especialistas cubanos, cuya composición era similar a la de nuestro grupo. Por esta fecha comienzan a mixturarse las unidades de artillería y tanques angolanos con personal cubano. Para la dirección y organización de la artillería se incorpora a nuestro grupo el coronel Guillermo Díaz Almaral, jefe de la Sección de Artillería de la MMCA, el cual le dio un gran impulso a esta actividad.”
Un jefe de Brigada.
En esos intensos y decisivos días de enero de 1988 en el sur de Angola se encontraba el general de brigada (r) Roberto Milián Vega, quien fuera uno de los destacados jefes a los que se encomendaran dirigir aquella emblemática 70 Brigada de Tanques de Menongue.
“Me desempeñaba en el cargo de primer sustituto del jefe de la MMCA, cuando la situación es comprometedora en Cuito me envían a Menongue. En la 70 Brigada de Tanques estuve poco tiempo, pero eran momentos intensos los de esos días. Llegué el 8 de enero para recibir la brigada del entonces coronel Ermio Hernández Rodríguez, quien había sido designado para dirigir la agrupación de cubanos en Cuito Cuanavale y que partía al siguiente día, no hubo entrega formal pues la situación era muy tensa. Entregué el mando el 20 de febrero al coronel Pupo Arnedo.
(…) La misión fundamental que recibí del general de división Leopoldo Cintra Frías, Polo, en Menongue era la de asegurar con la Brigada de Tanques la dirección de Cuito Cuanavale y que allí combatirían dos o tres Grupos Tácticos y no se excluía que participara la brigada en su composición completa. (…) El 14 de enero recibo indicaciones de preparar el 1er GT para partir al frente, el 15 temprano ya está listo y parte al mando del coronel Venancio Ávila Guerrero, quien era desde diciembre jefe del EM de la brigada, se le preparó una buena cobertura aérea, pues tenía que avanzar los 200 km por la carretera que separa a Menongue de Cuito, se dispusieron seis MiG-23 nuestros y dos MiG-21 de los angolanos y adelantados en Longa teníamos dos helicópteros Mi-17 muy bien artillados. El general de división Cintra Frías también mandó a preparar dos GT como segundo escalón.
Mi día más negro en Menongue fue el 13 de febrero, cuando el enemigo preparó un buen asalto de fuego con cohetes Valkiria contra el aeropuerto, con toda intención de disminuir la disposición combativa (DC) de los medios aéreos en víspera del fuerte ataque contra la defensa de Cuito Cuanavale. El 14, lo planificaron y lo ejecutaron bien, aunque se obtuvo los resultados que pretendían, pues no dañaron ninguna de las naves y la pista sufrió bien poco.
A partir del 15 de febrero el jefe de la ATS decide que me vuelva a incorporar a la Misión (MMCA) y fue el único cambio de mando que contó con un plan, el que guardo aún con mucho celo, con anotaciones manuscritas del propio Polo, jefe de la ATS”.
Desde un principio se trabajó arduamente por elevar la capacidad y disposición combativas de las unidades y en especial de la artillería. Al respecto explicaba el coronel Ermio Hernández Rodríguez, el cual continuó el trabajo al frente del grupo operativo a partir del 9 de enero de 1988:
“Resulta incuestionable que la llegada de los cubanos constituyó un gran estímulo para los combatientes angolanos. Continuamos trabajando codo con codo en todos los frentes con los jefes y los combatientes de las FAPLA: en la instrucción del personal, el completamiento de las unidades, el mantenimiento y conservación de la técnica y el armamento. Hicimos tiros combativos en condiciones de combate reales. Con esto quiero decir que nuestro trabajo fue más bien del orden práctico. Las propias condiciones de la situación imponían este estilo. Los éxitos logrados reflejan los resultados del esfuerzo colectivo, porque en esto participaron también nuestros hermanos soviéticos. Creo que los angolanos han asimilado muy bien todas nuestras orientaciones.
El trabajo se fortaleció aún más con la llegada de las tropas cubanas. Aumentaron las posibilidades para resolver las dinámicas que pudieran surgir, así como los problemas materiales. Además, ya se había logrado una retaguardia segura.
Las relaciones con las FAPLA son inmejorables. Pienso que el trabajo directo con el hombre en la trinchera, el borde delantero, en los grupos de exploración surtió un gran efecto. Muchos compañeros se han destacado en su trabajo. Los técnicos de la compañía de ingenieros zapadores y los compañeros de la asesoría de la 25, la 59 y la 13 BIL han realizado un trabajo de vanguardia.”
El teniente coronel Fermín Sosa Borrero, asesor principal de la 25 BIL de las FAPLA expresó en su testimonio:
“Yo llegué con treinta y cuatro hombres, personal de asesoría; éramos poquitos. A ningún cubano de la 25 Brigada se le ha llamado nunca asesor, porque cuando llegamos a la defensa el primer día, el 3 de enero, considerando la situación existente, entendimos que era mejor que se nos llamara simplemente compañeros cubanos.
(…) Comenzamos a trabajar para fortalecer la defensa, preparar al personal necesario. Ya ese mismo día, desde la primera visita a las pequeñas unidades, nosotros queríamos oír a la gente, oír al soldado, al oficial de menor graduación, al jefe de escuadra, de compañía, de pelotón. Al final teníamos una valoración muy fuerte del estado de la tropa.
Había mucho pesimismo, mucha incertidumbre, porque los sudafricanos llegaron con mucha fuerza, y cuando usted hacía la comparación (…) entonces había que decir que en esas condiciones el sacrificio en vidas iba a ser muy grande. Para evitar eso, desde el inicio hubo que sacarle el máximo al terreno y las posibilidades del armamento, pero sobre todas las cosas a las posibilidades del hombre.
(…) Entonces con los primeros con quienes hablamos fue con los exploradores y los radistas. Les dijimos que aquello había que virarlo al revés, que si la exploración se estaba haciendo a cinco kilómetros había que hacerla ahora a más de veinte. Pues bueno, todos los angolanos se pusieron para el número de la exploración.
(…) En la brigada han sido derribados cinco aviones enemigos. El C-10 tiene la característica de que cada vez que sale un cohete el avión se cae. Y cada vez que en la brigada se tira un cohete antiaéreo yo no puedo evitar que detrás todo el mundo salga de los refugios para ver como cae el avión; entonces lo que se forma es mucho.
Uno de esos días en que había un fuerte ataque aéreo enemigo, que duró como veinte minutos, se tumbaron dos aviones, casi uno detrás del otro. La algarabía que se formó fue tanta, que cuando los radistas lo informaron al mando superior, lo que se oía era la gritería. Entonces el general César Lara me llamó desde el puesto de mando y me preguntó con ese tono característico suyo: “¿Qué te pasa?” Yo le respondí: “Jefe, ni le puedo contar, porque esto que hay aquí nada más se puede entender viéndolo. ¡Óigame, se están cayendo por parejas!” Le digo lo anterior y en eso viene el tercero, se le tiró y salió también echando humo negro. “¡Son tres!”, le dije al general, pero ese tercero no se vio caer, se fue echando humo, por eso no lo contamos; solo contamos los que vemos caer”.
El día 14 de enero, aún cuando las condiciones climáticas no eran las más optimas, despegaron cuatro MiGs que asestaron un golpe en el área de la 21 BIL. Como resultado del fuego antiaéreo fue averiado el MiG-23ML pilotado por Juan Francisco Alfonso Doval quien realizó un aterrizaje forzoso.
Este piloto refirió en una entrevista a Granma:
“Aquel día despegué al amanecer en un aparato MIG-23ML como piloto número (denominación del segundo integrante) en una pareja de vuelo que conformaba con el Teniente Coronel Armando González, quien volaba en condición de líder.
La misión consistía básicamente en un bombardeo rasante a 50 metros de altura contra agrupaciones de las Fuerzas de Defensa Sudafricanas (SADF) que asediaban a Cuito Cuanavale y tenían en una situación algo compleja a las tropas cubano- angolanas.
Aquella mañana la nubosidad estaba bastante baja, a unos 300 metros, por lo que ambas aeronaves tuvieron que realizar el vuelo por encima de las nubes y efectuar la travesía haciendo los cálculos de navegación por instrumentos, dada la imposibilidad de observar el terreno.
Tras vencer el lapso de vuelo cronometrado salimos justo encima del objetivo e hicimos, como estaba previsto, el lanzamiento de las bombas y regresamos a la base sin contratiempos.
No pasó mucho tiempo de nuestro arribo al aeródromo y el mando nos planteó repetir la acción, pero en esta ocasión dispuso que el tiro se realizara de manera individual, con diferencia de un minuto entre uno y otro y no como se había ejecutado antes. Apenas fueron artilladas las naves despegamos, y durante la travesía, igualmente por sobre las nubes, tomamos distancia para mantener el tiempo de vuelo prefijado.
Nunca había sido impactado sentí que el avión comenzaba a vibrar. Con un movimiento del bastón de mando aquella terrible sensación desapareció, llevé nuevamente el mando al pecho y aceleré el motor para buscar potencia.
Sobrevolé las nubes y durante esa maniobra de ascenso me percato de que el avión perdía bastante combustible, al observar cómo se iluminaban de manera consecutiva todas las lámparas de señalización que en la cabina indican los niveles en los tanques.
Al apreciar lo grave de la situación y debido a que continuaba volando sobre las nubes, solicité autorización para dirigirme a ese lugar. Al llegar comencé un descenso suave y luego de emerger de los velos nubosos apareció la pista, justo al frente de la nariz del avión.
Bastó realizar un solo giro de acomodo y prácticamente sin reservas en los depósitos accioné la palanca de despliegue del tren de aterrizaje.
Cuando el altímetro me reveló que estaba entre los 10 ó 12 metros apagué el motor para enfrentar la pista y el silencio se apoderó de los breves instantes que me separaban de aquella inaplazable colisión.”
Contunuará...