San Martín y Bolívar en España

[harry_flashman]

Al hilo sobre las discusiones sobre las independencias americanas y el imperio español, igual interesa aportar dos detalles.

José de San Martín, libertador de Argentina, realizó una destacada carrera militar en el ejército español. Nacido en 1778, residió en España desde los cinco años de edad y decidió seguir la carrera militar, siendo nombrado cadete del Regimiento de Infantería de Murcia, el 21 de julio de 1789, entrando en combate por primera vez en uno de los ataques españoles contra Orán, a los quince años de edad. Peleó contra la Francia revolucionaria en el frente de los Pirineos en 1797, ascendiendo a subteniente. Después, de resultas de la alianza de Godoy y Carlos IV con Napoleón, pasa a colaborar con el ejército francés. Para entonces es segundo teniente y en 1798 es destinado a Tolón. Vuelve luego a España y en el Regimiento de Caballería Ligera de Olivenza participa en la Guerra de las Naranjas.

Luego, está de guarnición en Cádiz hasta 1808. En ese fecha, al inicio de la Guerra de la Indepedencia, el general Solano, es linchado por la multitud, que le acusa de connivencia con los franceses. San Martín está al mando de la guardia militar de la ciudad. Según algunas versiones defendió al general y según otras se inhibió.

San Martín se pone al servicio de la Junta de Sevilla, que le incorpora al
regimiento de Caballería Borbón, a las órdenes del teniente coronel de la Cruz Mourgeon. El 28 de junio, en un combate contra una unidad francesa de Dragones, en Arjonilla, es condecorado y transferido al regimiento de Caballería número cinco, como ayudante del mariscal Coupigny. Entre otros, es también condecorado el cazador de los húsares de Olivenza, Juan de Dios, que le salvó la vida en el combate.

Integrada su unidad en el ejército de Castaños en Bailén, tiene también la función de ayudante del mariscal Coupigny. Se encarga al regimiento Borbón entorpecer el avance francés por la carretera de Andújar a Bailén, es decir, formar la vanguardia, y durante la primera fase de la batalla causan unas doscientas bajas al enemigo. Después, dirige la carga del regimiento Borbón contra las posiciones francesas entre los olivares, sable en mano y a la cabeza del regimiento, a la usanza de la época. Tras la batalla, recibe el grado de teniente coronel y la Medalla de Oro de los héroes de Bailén.

También combatió en la derrota de Tudela y en la victoria de Albuera, abandonando el ejército español en 1811.

La carrera de Bolívar en España no fue tan heroica, ni siquiera tan volcada a la carrera militar. El Libertador llegó a la Corte en 1799, a los 17 años, y fue recibido por su tío Esteban Palacios, cortesano y amigo de Miguel Mallo, también venezolano, oficial de guardias de corps y rival del archifavorito Manuel Godoy, en los amores de la reina Maria Luisa, a espaldas del bobalicón Carlos IV.

Mallo fue elegido por Maria Luisa como amante en el transcurso de una de sus peleas con Godoy, pero la cosa pasó a mayores, estableciéndose la relación durante un tiempo más largo de que estaba 'previsto'. Mallo era un amante bastante más pasional que Godoy, llegando entre otros extremos a encerrar a la reina bajo llave en sus habitaciones y, se cuenta, a abofetearla. A cambio, recibía lujosísimos regalos para dar celos a Godoy, que no se daba por aludido -conservaba el favor del rey- y prefería emplear la indiferencia y el sarcasmo.

Se cuenta que cierto día, desde una ventana del palacio Real, los Reyes y Godoy vieron un soberbio carruaje, preguntando Carlos IV que a quién pertenecía. Godoy respondió "a Mallo, un guardia de corps". Se admiró el rey de la fortuna de quien podía mantener esos lujos con su sueldo de guardia, contestando Godoy que "se debe a que es el amante de una mujer vieja y fea, con un marido que no se entera de nada, y a quien roba el dinero para dárselo a él". El rey rió a carjadas y la reina se puso blanca de cólera, se cuenta.

El ascenso de Mallo vino, como suele suceder, acompañado del de amigos y paisanos bien relacionados, entre los cuales estaba Bolívar. Éste fue presentado en la corte, aunque parecen falsos los rumores que le relacionan con la reina, dedicándose sobre todo a pasear por la corte con uniforme de subteniente de las Milicias de Infantería del Valle de Aragua, y a su relación con el círculo del Marqués de Ustáriz, también venezolano..

Mallo, sin embargo, cayó en desgracia, y arrastró con él a sus amigos. El propio Godoy habría firmado una orden de detención contra Bolívar por el pretexto de exhibir artículos de lujo prohibidos por la ley (broches de diamentes, en este caso), aunque la verdadera razón eran sus relaciones. Un pelotón de guardias intentó prenderle cuando paseaba por la Puerta de Toledo, pero logró escabullirse, para salir inmediatamente de Madrid. Pasado el peligro, volvió a la Corte, donde contrajo matrimonio en 1802.


Tanto Bolivar como San Martín tienen monumento en Madrid.

[Pla]

Conocía el dato, pero no los detalles.

Gracias y saludos

NOTA.- ¿De dónde lo has sacado?

[harry_flashman]

Parte, de un libro sobre historia de Madrid (De Madrid al Nuevo Mundo, María Teresa Berruezo). Otra parte de un libro sobre anécdotas de los Borbones (no recuerdo al autor ni al título, pero lo tengo en casa y lo puedo mirar), otra parte de lecturas antiguas y otra parte mirando en Internet, como todo el mundo.

De Internet puedo decir, porque no me he fijado mucho, que algunas cosas eran del Clarín y otras de la Revista de Historia Militar de 1970, pero otras no recuerdo... .

[Hans Joachim Marseille]

Saludos, sobrevivientes todos!

Excelente post, Pla.

Esa fue la primera vez de Bolívar en España. Regresó a principios de 1804, ya viudo, para reunirse con su suegro, don Bernardo Rodríguez del Toro, en Madrid. Sin embargo, el 25 de marzo de ese año se publica un bando por el cual las personas no domiciliadas en la ciudad debían abandonarla, por escasez de trigo.

Con un amigo, Fernando de Toro, tomaron camino a París.

No he podido resistirme... es que todavía estoy preparando el artículo sobre Bolívar...

Nos vemos en el aire!

[Urogallo]

Aclaremos que en 1811 San Martín abandona España con permiso de las autoridades josefinas para partir a América, encabezando una conspiración masónica contra el poder español...Algo que demostraría por que a pesar de las autorizaciones de un bonaparte, pudo viajar a Londres y lograr allí pasaje...Jamás se arrepintió San Martín de ser masón, no así Simón Bolivar, que prohibió toda organización secreta...consciente como era de que su único objetivo era subvertir el orden político.

[harry_flashman]

Pero esto me hace pensar una cosa. San Martín no era propiamente 'argentino' más que de nacimiento. Llega a España a los cinco años. Es un brillante militar hasta los 33. A los 34 vuelve por primera vez a Buenos Aires y se pone al frente de las tropas...

Queda la duda ¿Era un idealista o era un 'fichaje'?

[Urogallo]

Hay que tener en cuenta que de ser algo, sería un uruguayo...pero en todo caso es habitual en las guerras de la independencia "fichar" talentos de fuera. Muchos españoles ( y otros extranjeros) combatieron en el bando independentista.

[Hans Joachim Marseille]

Hay que tener en cuenta que de ser algo, sería un uruguayo...pero en todo caso es habitual en las guerras de la independencia "fichar" talentos de fuera. Muchos españoles ( y otros extranjeros) combatieron en el bando independentista.

Tan cierto es esto, que hubo distintas nacionalidades mezcladas en ese bando.

Aquí les dejo los datos de algunos "fichajes":

http://www.elgrancapitan.com/articulos/ ... 09.02.2005

Nos vemos en el aire!

[Herr Oberst Moncha]

No habia reparado en este topic hasta que harry lo mostroi en otro hilo

Aclaremos que en 1811 San Martín abandona España con permiso de las autoridades josefinas para partir a América, encabezando una conspiración masónica contra el poder español...Algo que demostraría por que a pesar de las autorizaciones de un bonaparte, pudo viajar a Londres y lograr allí pasaje...Jamás se arrepintió San Martín de ser masón, no así Simón Bolivar, que prohibió toda organización secreta...consciente como era de que su único objetivo era subvertir el orden político.

Hablamos de una epoca donde ser mason no era estar demonizado y era algo bastante corriente no solo entre las clasesa acomodadas de distintos paises, sino tambien entre los militares de carrera.
La desicion de Bolvar creo que apunta a no permitir la existencia dse una sociedad que pudiera "molestar" en su planificacion donde el tendria la suma del poder publico y politico.

Hay que tener en cuenta que de ser algo, sería un uruguayo...pero en todo caso es habitual en las guerras de la independencia "fichar" talentos de fuera. Muchos españoles ( y otros extranjeros) combatieron en el bando independentista.

Yapeyu correspondia al Virreinato del Rio de la Plata, al cual tambien pertenecia la banda oriental (actual Uruguay). Luego de la independencia, y con la conformacion de las provincias argentinas, Yapeyu pertenece a la provincia argentina de Corrientes, lo que hace de san Martin argentino.

Gracias harry porque hay datos que no conocia sobre la presencia de Bolivar en España

[Faramir]

Estimados:

Considero que en parte la deserción de San Martín de España, es provocada por la escasa estatura moral del Rey que debía defender. Sirve como atenuante para no considerar al mismo como un desertor y traidor al Ejercito al cual el defendía.

Saludos

Farmir

[Prinz Eugen]

Bueno, si es por la catadura de José Bonaparte, se podría haber pasado a los guerrilleros españoles contra ese rey impuesto e intruso, pero si es por Fernando VII es muy pronto para que se enfadara con él, pues estuvo prisionero de Napoleón hasta finales de 1.813, y no detentó el poder absoluto hasta Mayo de 1.814. Tiene mejor viso lo dicho por Uro, que venía de la Logia del rey intruso para rematar la faena contra España, al igual que sus otros colegas americanos, de esa y otras logias nacidas del mismo pie .

Saludos.

[Urogallo]

La condición de masón era abiertamente atacada por la Iglesia Católica, lo que no debía hacer muy favorable semejante condición en el ejército del Rey Católico.

[Prinz Eugen]

Sí, en fecha tan temprana como el 2 de Abril de 1.738, el Papa Clemente XII condena la masonería en la Bula In Eminenti bajo pena de excomunión ipso facto incurrendae cuya absolución queda reservada al Sumo Pontífice excepto en caso de muerte.
Dice así

Roma, 2 de abril de 1738.

Clemente, siervo de los siervos de Dios, a todos los fieles de Jesucristo, salud y bendición apostólica.

Elevado por la providencia Divina al grado más superior del Apostolado, aunque muy indigno de él, según el deber de la vigilancia pastoral que se nos ha confiado, hemos, constantemente secundado por la gracia divina, llevado nuestra atención con todo el celo de nuestra solicitud, sobre lo que se puede, cerrando la entrada a los errores y a los vicios, servir a conservar, sobre todo, la integridad de la religión ortodoxa, y a desterrar del mundo católico, en estos tiempos tan difíciles, los peligros de las perturbaciones.

También hemos llegado a saber aun por la fama pública, que se esparcen a lo lejos, haciendo nuevos progresos cada día, ciertas sociedades, asambleas, reuniones, agregaciones o conventículos, llamados vulgarmente de francmasones o bajo otra denominación, según la variedad de las lenguas, en las que hombres de toda religión y secta, afectando una apariencia de honradez natural, se ligan el uno con el otro con un pacto tan estrecho como impenetrable según las leyes y los estatutos que ellos mismos han formado y se obligan por medio de juramento prestado sobre la Biblia y bajo graves penas a ocultar con un silencio inviolable, todo lo que hacen en la oscuridad del secreto.

Pero como tal es la naturaleza del crimen, que se descubre a sí mismo, da gritos que lo manifiestan y lo denuncian; de ahí, las sociedades o conventículos susodichos han dado origen a tan fundadas sospechas en el espíritu de los fieles, que el alistarse en estas sociedades es para las personas honradas y prudentes contaminarse con el sello de la perversión y de la maldad; y esta sospecha ha tomado tanto cuerpo, que en muchos estados estas mencionadas sociedades han sido ya hace mucho tiempo proscritas y desterradas como contrarias a la seguridad de los reinos.

Por esto, reflexionando nosotros sobre los grandes males que ordinariamente resultan de esta clase de asociaciones o conventículos, no solamente para la tranquilidad de los estados temporales, sino también para la salud de las almas, y que por este motivo de ningún modo pueden estar en armonía con las leyes civiles y canónicas; y como los oráculos divinos nos imponen el deber de velar cuidadosamente día y noche como fiel y prudente servidor de la familia del Señor, para que esta clase de hombres, lo mismo que los ladrones, no asalten la casa y como los zorros no trabajen en demoler la viña, no perviertan el corazón de los sencillos, y no los traspasen en el secreto de sus dardos envenenados; para cerrar el camino muy ancho que de ahí podría abrirse a las iniquidades, y que se cometerían impunemente, y por otras causas justas y razonables conocidas de Nos, siguiendo el parecer de muchos de nuestros venerables hermanos cardenales de la Santa Iglesia romana y de nuestro propio movimiento de ciencia cierta, después de madura deliberación, y de nuestro pleno poder apostólico, hemos concluido y decretado condenar y prohibir estas dichas sociedades, asambleas, reuniones, agregaciones o conventículos llamados de francmasones, o conocidos bajo cualquiera otra denominación, como Nos los condenamos, los prohibimos por Nuestra presente Constitución valedera para siempre.

Por eso prohibimos seriamente, y en virtud de la santa obediencia, a todos y a cada uno de los fieles de Jesucristo de cualquier estado, gracia, condición, rango, dignidad y preeminencia que sean, laicos o clérigos, seculares o regulares, aun los que merezcan una mención particular, osar o presumir bajo cualquier pretexto, bajo cualesquiera color que éste sea, entrar en las dichas sociedades de francmasones, o llamadas de otra manera, o propagarlas, sostenerlas o recibirlas en su casa o darles asilo en otra parte, y ocultarlas, inscribirse, agregarse y asistir o darles el poder o los medios de reunirse, suministrarles cualesquiera cosa, darles consejo, socorro o favor abierta o secretamente, directa o indirectamente por sí o por medio de otros de cualquiera manera que esto sea, como también exhortar a los demás, provocarlos, obligarlos o hacerse inscribir en esta clase de sociedades, a hacerse miembros y asistir a ellas, ayudarlos y mantenerlos de cualquiera manera que esto sea o aconsejárselas, pero nosotros les ordenamos en absoluto que se abstengan enteramente de estas clases de sociedades, asambleas, reuniones, agregaciones o conventículos, esto bajo pena de excomunión en que incurren todos contraviniendo como arriba queda dicho, por el hecho y sin otra declaración de la que nadie puede recibir el beneficio de la absolución por otro sino por Nos o por el Pontífice romano que entonces exista, a no ser en el artículo de la muerte.

Queremos además y mandamos que tanto los Obispos y prelados superiores y otros ordinarios de los lugares, que todos los inquisidores de la herejía se informen y procedan contra los transgresores de cualquiera estado, grado, condición, rango, dignidad o preeminencia que sean, los repriman y los castiguen con las penas merecidas como fuertemente sospechosos de herejía; porque nosotros les damos, y a cada uno de ellos, la libre facultad de informar y de proceder contra los dichos transgresores, de reprimirlos y castigarlos con las penas merecidas, aun invocando para este efecto, si necesario fuere, el auxilio del brazo secular. Asimismo la mano de un Notario público y selladas con el sello de una persona constituida en dignidad eclesiástica, se dé el mismo crédito que se daría a las presentes, si fuesen representadas en el original.

Que no sea permitido a hombre alguno infringir o contrariar por una empresa temeraria esta Bula de nuestra declaración, condenación, mandamiento, prohibición e interdicción, si alguno presume atentar contra ella sepa que incurrirá en la indignación de dios Todopoderoso y de los Bienaventurados Apóstoles San Pedro y San Pablo.

Dado en Roma, en Santa María la Mayor, el año de la Encarnación de N. S. MDCCXXXVIII, el IV de las Calendas de mayo, VIII año de Nuestro Pontificado.

Esa condena sigue en vigor hoy en día y renovada bajo otros pontificados.

En http://www.rodolfowalsh.org/spip.php?article595 un artículo controvertido en que afirman que José de San Martín no fue masón

Saludos.

[Alexander Suvorov]

Sí, en fecha tan temprana como el 2 de Abril de 1.738, el Papa Clemente XII condena la masonería en la Bula In Eminenti bajo pena de excomunión ipso facto incurrendae cuya absolución queda reservada al Sumo Pontífice excepto en caso de muerte.
Dice así

Roma, 2 de abril de 1738.

Clemente, siervo de los siervos de Dios, a todos los fieles de Jesucristo, salud y bendición apostólica.

Elevado por la providencia Divina al grado más superior del Apostolado, aunque muy indigno de él, según el deber de la vigilancia pastoral que se nos ha confiado, hemos, constantemente secundado por la gracia divina, llevado nuestra atención con todo el celo de nuestra solicitud, sobre lo que se puede, cerrando la entrada a los errores y a los vicios, servir a conservar, sobre todo, la integridad de la religión ortodoxa, y a desterrar del mundo católico, en estos tiempos tan difíciles, los peligros de las perturbaciones.

También hemos llegado a saber aun por la fama pública, que se esparcen a lo lejos, haciendo nuevos progresos cada día, ciertas sociedades, asambleas, reuniones, agregaciones o conventículos, llamados vulgarmente de francmasones o bajo otra denominación, según la variedad de las lenguas, en las que hombres de toda religión y secta, afectando una apariencia de honradez natural, se ligan el uno con el otro con un pacto tan estrecho como impenetrable según las leyes y los estatutos que ellos mismos han formado y se obligan por medio de juramento prestado sobre la Biblia y bajo graves penas a ocultar con un silencio inviolable, todo lo que hacen en la oscuridad del secreto.

Pero como tal es la naturaleza del crimen, que se descubre a sí mismo, da gritos que lo manifiestan y lo denuncian; de ahí, las sociedades o conventículos susodichos han dado origen a tan fundadas sospechas en el espíritu de los fieles, que el alistarse en estas sociedades es para las personas honradas y prudentes contaminarse con el sello de la perversión y de la maldad; y esta sospecha ha tomado tanto cuerpo, que en muchos estados estas mencionadas sociedades han sido ya hace mucho tiempo proscritas y desterradas como contrarias a la seguridad de los reinos.

Por esto, reflexionando nosotros sobre los grandes males que ordinariamente resultan de esta clase de asociaciones o conventículos, no solamente para la tranquilidad de los estados temporales, sino también para la salud de las almas, y que por este motivo de ningún modo pueden estar en armonía con las leyes civiles y canónicas; y como los oráculos divinos nos imponen el deber de velar cuidadosamente día y noche como fiel y prudente servidor de la familia del Señor, para que esta clase de hombres, lo mismo que los ladrones, no asalten la casa y como los zorros no trabajen en demoler la viña, no perviertan el corazón de los sencillos, y no los traspasen en el secreto de sus dardos envenenados; para cerrar el camino muy ancho que de ahí podría abrirse a las iniquidades, y que se cometerían impunemente, y por otras causas justas y razonables conocidas de Nos, siguiendo el parecer de muchos de nuestros venerables hermanos cardenales de la Santa Iglesia romana y de nuestro propio movimiento de ciencia cierta, después de madura deliberación, y de nuestro pleno poder apostólico, hemos concluido y decretado condenar y prohibir estas dichas sociedades, asambleas, reuniones, agregaciones o conventículos llamados de francmasones, o conocidos bajo cualquiera otra denominación, como Nos los condenamos, los prohibimos por Nuestra presente Constitución valedera para siempre.

Por eso prohibimos seriamente, y en virtud de la santa obediencia, a todos y a cada uno de los fieles de Jesucristo de cualquier estado, gracia, condición, rango, dignidad y preeminencia que sean, laicos o clérigos, seculares o regulares, aun los que merezcan una mención particular, osar o presumir bajo cualquier pretexto, bajo cualesquiera color que éste sea, entrar en las dichas sociedades de francmasones, o llamadas de otra manera, o propagarlas, sostenerlas o recibirlas en su casa o darles asilo en otra parte, y ocultarlas, inscribirse, agregarse y asistir o darles el poder o los medios de reunirse, suministrarles cualesquiera cosa, darles consejo, socorro o favor abierta o secretamente, directa o indirectamente por sí o por medio de otros de cualquiera manera que esto sea, como también exhortar a los demás, provocarlos, obligarlos o hacerse inscribir en esta clase de sociedades, a hacerse miembros y asistir a ellas, ayudarlos y mantenerlos de cualquiera manera que esto sea o aconsejárselas, pero nosotros les ordenamos en absoluto que se abstengan enteramente de estas clases de sociedades, asambleas, reuniones, agregaciones o conventículos, esto bajo pena de excomunión en que incurren todos contraviniendo como arriba queda dicho, por el hecho y sin otra declaración de la que nadie puede recibir el beneficio de la absolución por otro sino por Nos o por el Pontífice romano que entonces exista, a no ser en el artículo de la muerte.

Queremos además y mandamos que tanto los Obispos y prelados superiores y otros ordinarios de los lugares, que todos los inquisidores de la herejía se informen y procedan contra los transgresores de cualquiera estado, grado, condición, rango, dignidad o preeminencia que sean, los repriman y los castiguen con las penas merecidas como fuertemente sospechosos de herejía; porque nosotros les damos, y a cada uno de ellos, la libre facultad de informar y de proceder contra los dichos transgresores, de reprimirlos y castigarlos con las penas merecidas, aun invocando para este efecto, si necesario fuere, el auxilio del brazo secular. Asimismo la mano de un Notario público y selladas con el sello de una persona constituida en dignidad eclesiástica, se dé el mismo crédito que se daría a las presentes, si fuesen representadas en el original.

Que no sea permitido a hombre alguno infringir o contrariar por una empresa temeraria esta Bula de nuestra declaración, condenación, mandamiento, prohibición e interdicción, si alguno presume atentar contra ella sepa que incurrirá en la indignación de dios Todopoderoso y de los Bienaventurados Apóstoles San Pedro y San Pablo.

Dado en Roma, en Santa María la Mayor, el año de la Encarnación de N. S. MDCCXXXVIII, el IV de las Calendas de mayo, VIII año de Nuestro Pontificado.

Esa condena sigue en vigor hoy en día y renovada bajo otros pontificados.

En http://www.rodolfowalsh.org/spip.php?article595 un artículo controvertido en que afirman que José de San Martín no fue masón

Saludos.

Así es estimado, y la excomunión ha sido ratificada el día 17 de febrero de 1981 por la Congregación para la Doctrina de la Fe. Fuertes abrazos.

[Bolognesi]

Como dicen ustedes ¡Joer!, o sea que por la bendita bula San Martín debe estár tostándose rico.

Saludos.

[Hans Joachim Marseille]

Como dicen ustedes ¡Joer!, o sea que por la bendita bula San Martín debe estár tostándose rico.

Saludos.

Y Bolívar debe estar también por esos lados... hay que recordar que también era masón, y también excomulgado en su momento.

Nos vemos en el aire!

[Prinz Eugen]

Cuando entraron en dichas Logias ya sabían a lo que se exponían, luego que no se quejen que la calefacción está alta .

Saludos.

[Rafa.Rodrigo (kappo)]

Un aporte sobre el ccombate de Arjonilla de 1808 en el que intervino el capitán San Martín:
http://servicios2.abc.gov.ar/docentes/e ... atalla.pdf

[RODRIGO1]

Para comprender, San Martín militaba en el partido español liberal. Incluso cuando llega a Perú tiene buenas relaciones con los militares españoles que son de su mismo partido, aunque no puede llegar a un entedimiento.

En mi lega opinión, creo que no se pudo llegar a un entendimiento porque Fernando VII (y obviamente los intereses más conservadores de América) no tenían intenciones que cambie el status quo imperante.

No es que San Martín se despertó un día y dijo, pero ¿soy argentino che? (Argentina no existía ni de nombre)

Saludos.

[RODRIGO1]

El parte es fabuloso. Por cierto describe la habilidad táctica de San Martín como oficial de caballería, y además su sangre fría, ya que carga siendo inferior en número, pero una vez triunfante sabe no comprometerse en una lucha donde será superado.

Saludos