elijahgolan escribió:El desastre de Annual, no es ni mayor ni menor que otrosdesastres ocuridos a otros ejercitos, no nos flagelemos por ello, ni exageremos el desastre.
Los franceses, en su zona, alentaban a los rebeldes rifeños, creyendo asi deestabilizar a los esapñoles. Vendian o regalaban armas, municiones, todo con el consentimiento de la autoridad. Asi Abd el Krim, ataco tambien a sus suministradores, arrollando a los puestos del ejercito frances, llegando en 10 dias a amenazar con tomar Fez.
En un puesto de la Legion extranjera, en Beni Derkoul el oficial, se suicida con sus 30 hombres despues de 7 semanas de asedio sin apoyo. Solo pudieron parar al ofensiva cuando Paris decidio enviar a Petain con unidades de refresco desde la metropoli. La campaña de pacificacion duro desde 1920 a 1925.
La diferencia entre ellos y nosotros reside en el hecho que unos se callan sus derrotas,y los otros parece que disfrutan recordandolas.
Que una cosa es no olvidar para no repitir loserrores, y otra flagelarse constantemente por ellos...
Amigo elijahgolan, estoy de acuerdo contigo en que tenemos demasiada tendencia a flagelarnos, pero en este caso es innegable que es una de las mayores derrotas coloniales de la historia. Lo que la hace especialmente grave es que en casi todas las derrotas coloniales existió una gran superioridad numérica del enemigo, que fue contrarrestada con la aparición de los fusiles de repetición y pólvora sin humo, primero, y la ametralladora posteriormente, arma que prácticamente acabó con las derrotas europeas ante pueblos nativos. En Annual tal superioridad no existía.
Comparándola con otras derrotas coloniales famosas, podemos sacar algunas conclusiones:
* La más parecida para mi fue la de Adua de 1896 (y, por cierto, los italianos también se fustigan bastante por ella). Las causas básicas de ambas derrotas son similares:
------- La imposición de unos objetivos político-estratégicos poco cercanos a la realidad.
------- Exceso de confianza frente a un enemigo supuestamente inferior racialmente.
------- Uso de tropas metropolitanas de recluta obligatoria poco aptas para operaciones coloniales, especialmente cuando se enfrentan a un enemigo que les produce pánico por su fiereza y crueldad.
------- No calibrar las especiales cualidades guerreras de estos pueblos.
------- No apreciar adecuadamente la importancia de operar en un terreno abrupto y difícil y con una climatología infernal.
------- Un mando dividido, vacilante y poco resolutivo.
Sin embargo en Adua había una superioridad numérica aplastante del enemigo. Las fuerzas italianas estaban compuestas por 17.000 combatientes, frente a los 110.000 y 120.000 guerreros del Ejército Abisinio, con unos 80.000 fusiles de retrocarga monotiro y de repetición (usando el resto de los guerreros armas blancas y/o antiguallas de avancarga y llave de chispa/mecha) y alguna artillería moderna. Por el contrario el ejército rifeño no era muy superior numéricamente al español ya que la población del Rif era pequeña (200-300.000 habitantes??), por lo que el número de combatientes nunca pudo ser ni parecido al de los abisinios (que contaban con unos 7.000.0000 habitantes). Además la diferencia de material no era tan grande ya que los italianos carecían de ametralladoras, lo que muchas veces salvó la situación en las batallas coloniales y su artillería era en algunos aspectos inferior a la del enemigo.
También es verdad que estratégicamente la derrota italiana, si la vemos al largo plazo, fue más grave, ya que Italia abandonó su pretensión de ocupar Abisinia, mientras que España, aunque perdió la iniciativa estratégica durante un tiempo, recuperó finalmente todo lo perdido y consiguió ocupar y pacificar la zona del protectorado.
* La derrota inglesa en Afganistán en 1842 fue muy importante desde el punto de vista estratégico y de hecho también se puede calificar de desastre, aunque los ingleses volvieran en 1878-80, imponiendo un protectorado de facto y permitiendo la independencia del país para mantener el equilibrio con Rusia. Pero la magnitud de la derrota fue inferior ya que como en casi todas las derrotas coloniales había una gran superioridad numérica del enemigo. Según fuentes inglesas había 4.500 combatientes, de ellos solo 700 ingleses y 12.000 civiles (familias, soldaderas, etc.), frente a un enemigo muy superior. Además el diferencial tecnológico no era tan grande.
* La de Isandlwana no es ni con mucho comparable, ya que solo se derrotó a una pequeña parte del ejército de operaciones compuesto por 17.000 hombres. En el campamento había sólo 1.700, un 10% aproximadamente, los cuales se enfrentaron a 20.000 zulúes. Además en unos meses el ejército zulú fue derrotado totalmente y Zululandia anexionada.
* La francesa de 1.925, frente al mismo Abd-el-Krim, también fue muy severa, pero la proporción de las fuerzas derrotadas sobre el total fue menor. No obstante si indica la gran capacidad de caudillaje de Abd-el-Krim y la combatividad de los rifeños.
Como las cifras no engañan, veamos algunas sobre la importancia del desastre:
España contaba con recursos infinitamente superiores a los del enemigo. Tenía una extensión de 500.000 Km2 y 21.000.000 de habitantes. Su ejército era uno de los mayores de Europa, compuesto de 8 cuerpos de Ejército en la península que encuadraban 16 divisiones de infantería y tres de caballería (éstas más teóricas que reales), a las que había que sumar el equivalente de otras tres escasas de infantería desplegadas en África y algo más de otra en los archipiélagos canario y balear. En total el equivalente de unas 20 ó 21 divisiones de infantería.
Las fuerzas existentes en Marruecos, repartidas entre las tres comandancias generales de Ceuta, Melilla y Larache, eran muy importantes, a saber: 6 regimientos de infantería y 12 batallones de cazadores, el Tercio, 4 Grupos de Fuerzas Regulares Indígenas, 3 regimientos de caballería, 2 regimientos mixtos y 3 comandancias de artillería, más la policía indígena, con un total de más de 60.000 hombres, al menos sobre el papel. Todo ello para controlar nuestra exigua zona del protectorado, veintitantos mil Km2 y ¾ de millón escasos de habitantes. Pese a esto, y a hallarse Melilla a pocas millas náuticas de nuestras costas, no hubo fuerzas para reforzar a las de la Comandancia de Melilla en retirada.
Las fuerzas de la Comandancia General de Melilla eran considerables:
* 4 regimientos de infantería, a tres batallones.
* Un regimiento de caballería.
* Una comandancia de artillería (para las posiciones).
* Un regimiento mixto de artillería (con dos grupos de montaña y uno ligero de campaña).
* Un Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas, con tres tabores (batallones) de infantería y uno de caballería.
* Policía indígena: 15 mías (compañías).
* Servicios: ingenieros, intendencia,…
* Una escuadrilla de aviación con seis aparatos De Havilland DH-4/9.
Aun así fueron prácticamente aniquiladas, solo la cercanía con la península permitió mandar suficientes refuerzos para evitar el desastre total, la pérdida de Melilla.
Siguiendo las cifras dadas por Juan T. Palma Moreno en “Annual 1921 - 80 años del desastre”, había sobre el papel (en caso de que las plantillas hubieran estado al completo) unos 19.000 españoles y 5.000 indígenas, reducidos realmente a unos 13.000 y 5.000 respectivamente (las unidades nativas eran profesionales y estaban al completo, las españolas eran de recluta obligatoria y solían mantener un tercio de los efectivos de permiso en sus casas). De estos, unos 8.200 españoles murieron, la mayor parte asesinados tras rendirse, los prisioneros no llegaron a 500. Los restantes estaban o se retiraron como pudieron a Melilla o a la zona francesa. De los indígenas es difícil hacer cálculos porque buena parte de ellos desertaron y se pasaron al enemigo.
Las fuerzas de Abd-el-Krim, sin embargo, no eran muy numerosas y en sus primeros éxitos contaba con solo 3.000 hombres, aunque éstos se incrementarían rápidamente, llegando a los 16-18.000 hombres en el momento del ataque a Annual (aunque disponían solo de unos 8.000 fusiles de retrocarga monotiro -Remington, principalmente- y de repetición -Lebel, Mauser, etc.-). Posteriormente habría un levantamiento general del territorio, sumándose numerosos contingentes tribales, y en el Rif cada hombre era un guerrero. Aun así la población de la zona controlada por la Comandancia General de Melilla era muy escasa (no creo que fuera más allá del ¼ de millón) y se carecía de organización militar y armamento para crear en pocos días un ejército equiparable a uno europeo, aunque es posible que llegaran combatientes de la zona occidental y de la francesa.
Estaba además la superioridad tecnológica española, al disponer nuestro ejército de ametralladoras (aunque escasas, no llegaban a una por compañía de fusiles, y de mala calidad -principalmente Colt “Potato Digger” mod. 1.895-), artillería de tiro rápido (no toda, 48 de 117 piezas, de las restantes algunas eran casi piezas de museo) y aviación (6 aparatos), frente a un enemigo armado básicamente con fusiles.
Recapitulando, la derrota supuso la práctica desaparición de la totalidad de las fuerzas de la Comandancia de Melilla en pocos días, equivalentes a una división, o sea la tercera parte del Ejército de África y un cerca de un 5% del Ejército Español. De los 78 regimientos de infantería existentes, 4 fueron aniquilados (el 5%).
Lo peor es que la derrota se hubiera evitado o cuando menos minimizado mucho de no ser por los garrafales errores del mando:
- Los errores de Silvestre son conocidos y llevaron a la desordenada retirada de Annual hacia Dar Dríus, donde había un gran depósito de material y debía haberse resistido. El General de Brigada Felipe Navarro y Ceballos-Escalera, Segundo Jefe de la Comandancia, tomó el mando, pero fue incapaz de enderezar la situación pese a disponer aun importantes fuerzas en la zona, especialmente las dos columnas móviles de Kandusi y Zoco el-Telatza, aun intactas y que contaban con más de 2.000 hombres y que estaban al norte y al sur respectivamente, lo que hubiera permitido concentrarlas en Dar Dríus y disponer así de una considerable fuerza. Sin embargo nada se hizo y la primera se rindió de forma vergonzosa y la segunda se retiró desordenadamente a la zona francesa.
- Sitiada la columna Navarro en Monte Arruit, al igual que otras fuerzas en Nador y Zeluan, no hubo capacidad para montar un contraataque y rescatarlos, pese a hallarse a escasos kilómetros de Melilla y disponerse de más de 20.000 hombres en la plaza a primeros de Agosto.
Hay una carta dirigida a Silvestre el 16 de Mayo de 1921 por el teniente coronel Tamarit, que reproduce parcialmente Juan Pando en "Historia secreta de Annual" (pag. 119) que es premonitoria, describe los males del ejército de África y anticipa todos los acontecimientos que habían de venir. Fueron principalmente estas debilidades de nuestro ejército las que lo llevaron a la derrota y a su exterminio total.
Loïc escribió:Un autor escribe que las fuerzas combinadas de los Ejércitos Francés y Español alcanzaron 500 000 hombres en las ultimas operaciones del Rif, es posible esta cifra
Creo que muy exagerada. Los datos de que dispongo son:
La guarnición del protectorado francés en 1924 se componía de casi 90.000 hombres, para controlar un territorio de 430.000 km2 y casi cinco millones y medio de habitantes.
Según los capitanes Díaz de Villegas y Sánchez Pérez (“Lecciones de la experiencia” y “La acción decisiva contra Adb-el-Krim”) para la ofensiva franco-española de 1.925 las cifras son:
En 1.925 había 45 batallones de infantería y 15 baterías de artillería, que fueron reforzados tras el ataque de Abd-el-Krim con 50 batallones, 45 baterías, 2 Brigadas de caballería, 2 batallones de carros y 3 de ametralladoras.
Las bajas francesas el 20 de Julio fueron 5.710 (1.005 muertos, 995 desaparecidos y 3.710 heridos.)
Las fuerzas españolas empleadas en el desembarco Alhucemas y ofensiva subsiguiente: fueron de 40.000 españoles y 3.000 indígenas.
Las fuerzas francesas se componían de seis divisiones, con 80.000 hombres. De ellas 40.000 participarían en la ofensiva franco-española.
Abd-el-krim, contaba, según los franceses, con 60.000 fusiles, 150 cañones de tiro rápido y 250 ametralladoras.
Todo ello demuestra la potencia del ejército rifeño, la capacidad organizativa de Adb-el-Krim y lo cerca que estuvo de prosperar la “República del Rif”.
Un website interesante:
http://www.geocities.com/annual_1921/
Cien millones de ducados en picos, palas y azadones para enterrar a los muertos del enemigo. Ciento cincuenta mil ducados en frailes, monjas y pobres, para que rogasen a Dios por las almas de los soldados del rey caídos en combate. Cien mil ducados en guantes perfumados, para preservar a las tropas del hedor de los cadáveres del enemigo. Ciento sesenta mil ducados para reponer y arreglar las campanas destruidas de tanto repicar a victoria. Finalmente, por la paciencia al haber escuchado estas pequeñeces del rey, que pide cuentas a quien le ha regalado un reino, cien millones de ducados