AMALIA ANSUÁTEGUI, CANTINERA DEL BATALLÓN DE AUXILIARES DE LA DEFENSA DE BILBAO (1873-1874)
Salvo el recurrente asunto de las míticas amazonas hay que reconocer que la participación de mujeres en la guerra ha sido más bien excepcional. La han padecido, como no podía ser de otra manera, de un modo desigual al de los hombres. Cuando su participación ha sido notable, se las ha destacado como a María Pita o Agustina de Aragón. Pero su participación en la guerra, cuando ha sido activa, ha estado relegada a funciones de orden más bien auxiliar, como enfermeras o espías, y cuando han participado armas en mano han sido las más de las veces anónimas combatientes.
De entre las mujeres que han participado más activamente en la guerra ha de destacarse al gremio de las cantineras, que han servido para componer canciones como La Madelon (francesa), para inspirar dramas y tragedias como la de Madre Coraje (del alemán B. Brecht) y, más principalmente, para ayudar a la tropa a sobrellevar los horrores de una campaña, organizando el servicio de bar, tan importante para europeos y americanos, haya o no guerra. Es decir, para que hubiese cantina, que viene a ser como el único lado amable de la guerra. Y es que, a veces, lo peor es quedarse sin poder echar un trago.
Amalia Ansuátegui era vizcaína. Como en el caso de otras muchas mujeres célebres, no conocemos con precisión las fechas de su nacimiento y muerte, ni siquiera el nombre de su localidad natal. Pero está claro que había de sentirse muy bilbaína y algo liberal, cuando decidió buscar el modo de hacerse con la cantina del Batallón de paisanos que formó la villa con motivo del asedio carlista de 1873-1874, el Batallón de Auxiliares de la Defensa de Bilbao.
No se le conocen más hechos de armas que su participación en el intento de salto por el flanco del Fuerte de Mallona, que era la posición que defendían los milicianos del Batallón de Auxiliares, la madrugada del 12 de febrero de 1874.
Se trató de un intento desesperado de los carlistas por tomar la batería de Mallona, situada en el fortín de ese nombre y, actualmente, campos municipales de deportes ubicados a la derecha de la subida al alto de Begoña, frente al mismo santuario. Y era precisamente en Begoña donde estaba situado el mando carlista. Los carlistas siempre atacaron Bilbao por Begoña, aunque sólo lograron entrar en la villa, desde Begoña, el 19 de junio de 1937, durante la guerra civil española 1936-1939.
Y era el caso de que Dª Amalia subía a la misma hora hacia el Fuerte de Mallona con el carro de las provisones del día para la cantina, acompañada por dos mozos, ambos sobrinos suyos, que le ayudaban al transporte y a la atención de la cantina. Y quiso el azar que avistase la columna carlista que se aproximaba por el flanco que da a ría, amparada por la bruma del amanecer.
Dª Amalia era una mujer decidida. Sin duda que hay que ser persona resuelta para regentar una cantina de batallón en guerra. Así que dispuso que el menor de sus sobrinos alcanzase a la carrera el Fuerte de Mallona para dar el aviso, mientras que ella empezó a disparar su fusil, apoyada en el fuego por su otro sobrino, lo que facilitó que cundiese la alarma y los carlistas se retiraron. Y es que Dª Amalia iba siempre bien armada, pues al carro de los licores no siempre lo intentaban atacar los carlistas. Y el sentido de la justicia de la Sra. Ansuátigui era tan simple como recto: el que no paga, no bebe.
Su acción le valió ser nombrada en la orden del día de la villa, del 13 de febrero de 1874, por el comandante de la plaza, el general Castillo. También se le concedió el rango honorario de sargento del Batallón de Auxiliares, al final del asedio, ya que participó directamente también en algunos otros combates.
Pero su mayor batalla, la más largamente sostenida, la mantuvo con sus ex compañeros de batallón, si es que se les puede llamar así, a la vista de los hechos que ocurrieron hasta 1926.
En 1875, los supervivientes del Batallón de Auxiliares fundaron la Sociedad El Sitio de Bilbao, para conservar la memoria de los hechos de armas del último asedio y de los sitios de Bilbao de 1835 y 1836, también. Sin embargo, Dª Amalia no consiguió ser aceptada como socio. Una injusticia evidente contra su persona contra la que peleó hasta que en 1826 fue aceptada como socia, finalmente. Pero entonces, los asociados enmendaron bien su error y demostraron su propósito de cambiar en el futuro: designaron a Dª Amalia Socia de Honor de El Sitio, exenta del pago de cuotas y con efectos del año 1875. Recordaré que, en 1926, eran socios de honor de El Sitio personajes de la categoría de Clemenceau o Miguel de Unamuno.
Honor a las cantineras.
Saludos a todos y, especialmente, a una dama.
AMALIA ANSUÁTEGUI: CANTINERA
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Para ser exactos, tenía un par de narices. A su admisión como Socia de Honor, acudieron gente de mucha relevancia. Eran ya otros tiempos en 1926 y el sufragismo se abría camino imparablemente en Europa y en América. El acto tuvo especial relieve más por la perseverancia de la dama (51 años queriendo ser de una entidad que le negaba la admisión por el hecho de ser mujer, que se dice pronto), que poe otra cosa. La más destacable de todas las que asistieron fue Clara Campoamor, la principal responsable del otorgamiento del sufragio activo para las mujeres españolas, en 1931.
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Pues yo vivo al ladito, y la subidita desde Bilbao propiamente dicho a Mallona (que entonces era el cementerio municipal de Bilbao) no es moco de pavo, creo que todavía el camino enpavesado que hay junto a las escaleras de Mallona es el mismo por el que tuvo que subir la señora Amalia con su carro y su fusil.Pla escribió:Para ser exactos, tenía un par de narices. A su admisión como Socia de Honor, acudieron gente de mucha relevancia. Eran ya otros tiempos en 1926 y el sufragismo se abría camino imparablemente en Europa y en América. El acto tuvo especial relieve más por la perseverancia de la dama (51 años queriendo ser de una entidad que le negaba la admisión por el hecho de ser mujer, que se dice pronto), que poe otra cosa. La más destacable de todas las que asistieron fue Clara Campoamor, la principal responsable del otorgamiento del sufragio activo para las mujeres españolas, en 1931.
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Yo he subido muchos 2 de mayo a Mallona, desde 1990, y las rampas actuales están muy mejoradas, pero siguen siendo muy empinadas. La salida de la Procesión Cívica del 2 de mayo se hace desde la Plaza Unamuno (antigua Plaza de los Auxiliares), que es el punto en que nacen las rampas de subida.hoff escribió:Pues yo vivo al ladito, y la subidita desde Bilbao propiamente dicho a Mallona (que entonces era el cementerio municipal de Bilbao) no es moco de pavo, creo que todavía el camino enpavesado que hay junto a las escaleras de Mallona es el mismo por el que tuvo que subir la señora Amalia con su carro y su fusil.
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