Kleinkampfverbände

SS, Rangers..etc. Además acciones puntuales, de comando y sabotaje. Operaciones especiales.
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M 1
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Kleinkampfverbände

Mensaje por M 1 »

Muy buenas tardes caballeros,

Aquí os pongo un pequeño estudio sobre una rama de la KM poco conocida.

Hacia la segunda quincena de julio de 1944 la cabeza de playa aliada en las costas de Normandía se expandía rápidamente: el Tercer Ejército norteamericano había limpiado la península de Cherburgo, en el oeste, mientras que en el otro flanco, lo poco que quedaba de la ciudad de Caen había caído en manos británicas y canadienses tras una lucha larga y feroz. Sin embargo Hitler, cuando no sus generales, estaba convencido de que todavía podía conseguir la victoria en Occidente. Hacia el 20 de julio se concentraron cerca de ocho divisiones acorazadas contra el perímetro de Normandía, la mayoría de ellas frente a las fuerzas británicas, en el flanco oriental. Si se podía detener el flujo de material bélico a través del canal de la Mancha habría todavía una oportunidad de arrojar a los invasores al mar.

Sólo quedaba sin respuesta la pregunta de cómo se impondría el bloqueo marítimo. La Luftwaffe carecía de la superioridad aérea sobre las playas y, ya fuertemente diezmada apenas si podía lanzar pequeñas incursiones “ataca y huye”. Los restos de la Kriegsmarine estaban muy mal equipados para llevar a cabo las órdenes del Führer, su flota de superficie era demasiado vulnerable a los ataques aéreos y marítimos como para ser eficaz, y sus submarinos de escuadra eran poco marineros para enfrentarse a los extensos campos de minas aliados u operar tan cerca de las costas en las que estaban fondeados una inmensa cantidad de buques de transporte de tropas y suministros. La única opción viable era desplegar los submarinos de bolsillo de las Kleinkampfverbände del vicealmirante Helmuth Heye. A pesar de todo las oportunidades de éxito eran escasas.

Algunos oficiales navales alemanes habían discutido la creación de fuerzas especiales en las etapas iniciales de la Segunda Guerra Mundial, pero hasta comienzos de 1943, cuando la flota de superficie de la Kriegsmarine había sido anulada prácticamente y los Aliados habían introducido una amplia gama de medios antisubmarinos, no dio Hitler la aprobación para la creación de varias Kleinkampfverbände. El hombre encargado del trabajo, el vicealmirante Helmuth Heye, recibió amplios poderes para requisar todo lo necesario y poner en marcha el programa pero, a diferencia de italianos y británicos, los alemanes carecían de los recursos, experiencia técnica y hombres necesarios. Los italianos ayudaron, y la captura de los submarinos de bolsillo británicos X6 y X7 proporcionaron algunas respuestas, pero el equipo desplegado por las unidades de batalla sutiles solía estar por debajo de lo reglamentado. A finales de 1943 se reunió al primer grupo de voluntarios, unos 30 marineros y oficiales, en una base cercana al puerto báltico de Heilingenhafen y se les sometió a un duro programa de entrenamiento. Mientras los hombre se adiestraban, Heye supervisó el desarrollo de sus buques especializados. Dada la limitación de los recursos disponibles y la posibilidad de que los Aliados contrarrestaran cualquier diseño, el vicealmirante Heye decidió producir una amplia variedad de medios de ataque. Al final, muchos resultaron insatisfactorios y sus unidades de batalla se equiparon en su mayor parte con los submarinos de bolsillo Neger y Biber y las lancha Linse. Las fuerzas especiales entraron en acción por primera vez frente al a cabeza de playa de Anzio, en Italia a comienzos de 1944. Trasladadas al norte de Europa a mediados de 1944, las unidades de batalla sutiles se enfrentaron a los desembarcos en Normandía; las pérdidas fueron elevadas y los hombres de Heye a pesar de su coraje, fueron incapaces de salvar al Tercer Reich de la derrota.

En su campaña para impedir la acumulación de fuerzas aliadas en el noroeste de Europa, las unidades navales especiales de Alemania desplegaron un gran número de submarinos de bolsillo para atacar las embarcaciones fondeadas junto a la costa de Normandía. Puestas en producción tras una corta evaluación, estas embarcaciones de rudimentario diseño apenas eran gobernables en muchas ocasiones y sólo gracias al coraje y la habilidad de sus tripulantes pudieron conseguir algunos éxitos frente a los buques enemigos.

El primero y más ampliamente usado de los submarinos de bolsillo fue el Neger, consistente en dos torpedos eléctricos G7e unidos. En acción, el piloto se sentaba en un compartimento preparado en el torpedo superior, protegido de los elementos por una cúpula de plexiglás que sólo se podía desmontar desde fuera. El Neger no se podía sumergir completamente, pero avanzaba hacia su objetivo a una velocidad máxima de cuatro nudos y mostraba únicamente la cabeza del piloto por encima de la superficie. Para lanzar un ataque, el piloto seleccionaba primero un objetivo y después calculaba su rumbo, velocidad y distancia. El mecanismo de precisión de la embarcación se componía de una escala graduada en el plástico de la cúpula y una mira situada delante del torpedo superior. Cuando estaban en línea con el objetivo, se soltaban las abrazaderas que sujetaban al G7e; una vez desenganchado, los motores del torpedo arrancaban automáticamente.

El Neger era una embarcación peligrosa y difícil de gobernar. Sólo era útil en aguas tranquilas y su falta de autonomía (unas 35 millas náuticas a dos nudos y medio) exigía que su base estuviese muy cerca de la zona del objetivo. Muchos pilotos murieron ahogados cuando sus naves eran volcadas por el oleaje. Una versión posterior del Neger, conocida como Marder, se podía sumergir. Desarrollado por el Leutnant zur See Hans Bartels paralelamente al Neger, el Biber era un submarino mucho más convencional; se podía sumergir a una profundidad de 30 metros y estaba armado con dos torpedos colocados a ambos lados del casco. El Biber pesaba seis toneladas y estaba impulsado por baterías o por un motor de gasolina, y tenía una autonomía operacional de 90 millas náuticas a una velociad de crucero de siete nudos. Aunque era de empleo más seguro que el Neger, el Biber padecía varios defectos de diseño, como su estrecho compartimiento monoplaza. Unas 300 unidades prestaron servicio durante la guerra; la mayoría se perdieron en accidentes.

Los otros tres tipos principales de submarinos de bolsillo empleados por la Kleinkampfverbände fueron el Seehund, Molch y Hecht. El Seehund, al igual que el Biber, podía llevar dos torpedos, pero tenía dos tripulantes. Era un buque mucho mayor (15 toneladas) y tenía una cota de inmersión superior (50 m) y un alcance de unas 270 millas náuticas a una velocidad máxima de cinco nudos. El Seehund fue desarrollado a partir del Hecht, un submarino mucho menos marinero y utilizado sobre todo como medio de entrenamie3nto. Aunque el Hecht, tenía una cota de inmersión similar a la de su sucesor, su autonomía se limitaba a 60 millas náuticas y llevaba un solo torpedo y una mina. A causa de sus pobres prestaciones, se dio fin a su producción después de construir 50 unidades. La tercera embarcación, el Molch prestó servicio a lo largo de las costas italianas y en aguas del Canal de la Mancha. Tripulado por un hombre, el submarino llevaba dos torpedos y tenía una profundidad de inmersión de 30 m. Su autonomía a unos apacibles cinco nudos, era de unas 105 millas náuticas. Al igual que sus contemporáneos, el Molch resultó difícil de gobernar en condiciones reales.

Además de los submarinos de bolsillo, las fuerzas navales especiales de Alemania emplearon también lanchas cargadas de explosivos durante las etapas finales de la Segunda Guerra Mundial. La idea no era nueva, pues se habían utilizado embarcaciones similares durante la invasión de la URSS en 1941, pero cuando fueron transferidas al mando del almirante Heye, a comienzos de 1944, resultaron no ser adecuadas a las condiciones oceánicas y tuvieron que ser reformadas. En julio, ya estaban listas para su empleo contra la flota invasora aliada situada junto a la costa de Normandía. El grupo operacional básico utilizado en acción era el rotte de tres lanchas, consistente en dos linsen portadoras de explosivos y una embarcación de mando. A causa de su corta autonomía, cada rotte solía ser remolcado a cinco kilómetros de su objetivo. Una vez en posición, el piloto de la lancha de mando seleccionaba un buque enemigo adecuado y una de las lanchas de ataque se acercaba al mismo. A una distancia de 100 m. la Linse aceleraba hasta su velocidad máxima y, mientras enfilaba el blanco, el piloto de la lancha pasaba el control de su Linse a la embarcación de mando mediante un sistema de radiocontrol y la abandonaba. Al colisionar, una pequeña carga explosionaba en la proa de la Linse y la popa, que contenía la carga principal, se hundía bajo el objetivo para estallar pocos segundos después. Por entonces, la segunda Linse de ataque ya se dirigía hacia el mismo objetivo.

Los submarinos de bolsillo habían sido desplegados por primera vez contra los Aliados en abril de ese mismo año. Elementos de la 261ª Flotilla, una unidad equipada con sumergibles Neger en forma de cigarro, habían atacado la ruta hacia Anzio, en la costa occidental de Italia, al sur de Roma. La incursión fue mal desde el comienzo, durante su botadura desde las playas de Practica di Mare, un punto de reunión a unos 32 Km. al norte del área operacional, 14 Neger se atascaron rápidamente en el lodo de las poco profundas aguas y uno de los pilotos murió por asfixia antes de que pudiera ser rescatado. Tras una travesía de cabotaje de más de tres horas, guiados por baterías antiaéreas que disparaban proyectiles trazadores hacia Anzio, los sumergibles restantes a pesar de que sus comandantes sufrían de envenenamiento por dióxido de carbono y de agotamiento, alteraron sus rumbos y se dirigieron a tierra. Tres grupos separados llevaron a cabo ataques en la bahía de Nettuno y en Anzio. Los resultados fueron muy desiguales, la mayoría de los Neger fracasaron en su búsqueda de algún objetivo y sólo fueron torpedeados dos pequeñas patrulleras. La mayoría de los Neger fueron echados a pique para evitar su descubrimiento, y sus tripulantes nadaron hacia la costa tras las líneas alemanas. Sin embargo, a la mañana siguiente las tropas aliadas encontraron uno de los submarinos a flote, con su tripulante muerto. El elemento sorpresa, tan vital para el éxito de futuras misiones, se había perdido.

Tres meses después de la operación de Anzio, los Neger de la 361ª Flotilla del Kapitan zur See König, unas 30 unidades en total, lanzaron su primer ataque contra el tráfico marítimo hacia la costa de Normandía. La flotilla estaba basada en el apartado puerto de Villers sur Mer, a unos pocos kilómetros al sur de Trouville y a poca distancia de las playas donde habían desembarcado los Aliados. Los Neger, debido a su limitada autonomía (unas 35 millas náuticas) y a sus pobres características de gobernabilidad, tenían que botarse lo más cerca posible de su objetivo. El de esta misión, prevista para la noche del 4 al 5 de Julio, era la destrucción de los buques anclados junto a la playa “Sword”.

Se había elegido Villers sur Mer como lugar de botadura para evitar el desastre de la misión sobre Anzio. Las facilidades del puerto incluían dos rampas de hormigón que, cuando las cubría la marea alta, mejoraban la puesta a flote de los sumergibles. Si se elegía el momento más adecuado, la marea favorable podría ayudar al lento movimiento del submarino de bolsillo hacia su objetivo. El ataque comenzó a las 23.00 horas del 4 de julio y todo salió bien. Guiados por la luminosidad de la Luna, los incursores llegaron a “Sword” entre las 03.00 y las 05.00 de la madrugadas del día 5 y realizaron varios ataques con torpedos. La magnitud del éxito de la flotilla es aún incierto, aunque documentos británicos indican que una fragata y un dragaminas costero fueron hundidos. El comandante de las operaciones de las Kleinkampfverbände en Francia, kapitan zur See Böhme, reclamó el hundimiento de muchos más buques y añadió que siete Neger regresaron a su base. Muchos otros fueron capturados o ametrallados por aviones aliados cuando realizaban su travesía de regreso a Villers sur Mer; otros simplemente se hundieron con la mar gruesa cuando regresaban en contra de la marea.

Aunque el primer ataque sólo había tenido un éxito cualitativo, los submarinistas siguieron muy optimistas. Con más tiempo de entrenamiento y mejores submarinos, todavía podían conseguir excelentes resultados. Sin embargo, el fracaso total de la misión siguiente, en la noche del 7 al 8 de julio, corrió un tupido velo sobre el futuro de las operaciones de los submarinos de bolsillo. Inicialmente, todo salió como estaba previsto en el plan, se botaron los 21 submarinos asignados a la misión sin ninguna dificultad y en un tiempo mínimo, aunque ninguno regresó a su base. Tras el primer ataque, los Aliados habían reforzado las medidas antisubmarinas, que probaron ser muy adecuadas contra los lentos y vulnerables Neger. Cargas explosivas suspendidas en el mar forzaron a los alemanes a virar lejos de sus pretendidas víctimas, mientras que el fuego denso de las armas cortas dirigidos con las cúpulas de plexiglás que sobresalían del agua, era a menudo suficiente para matar al piloto y hundir el submarino de bolsillo. Asimismo escuadrones de caza y de ataque sobrevolaban continuamente las aguas del Canal, igual que pájaros de presa, y tenían muy pocas dificultades para destruir a los Neger en el agua. Se estima que unos 200 submarinos de bolsillo de todos los tipos, principalmente Neger, cayeron víctimas de los ametrallamientos aéreos durante la pequeña campaña de éstos contra la cabeza de playa de Normandía.

Tras las derrotas de julio, los alemanes introdujeron un submarino nuevo y más sofisticado, conocido con el nombre de Biber. Al contrario que su predecesor, podía navegar completamente sumergido, aunque sólo lanzaba sus torpedos desde la superficie, y llevaba dos torpedos, por lo que podía infligir daños mucho mayores. Además, poseía una autonomía mayor y por lo tanto podía tener su base más lejos del área operativa y era, por consiguiente, menos vulnerable a ataques aéreos por sorpresa. Puestos en servicio a mediados de agosto, los primeros Biber establecieron su base en Fécamp, una ciudad costera situada entre Boulogne y Le Havre. La primera incursión se realizó en la noche del 28 al 29 de agosto y en ella participaron 18 Biber al mando del Lt. zur See Hans Bartles. La travesía hacia el área operacional fue muy difícil debido a una tempestad de fuerza cinco, y todos los submarinos, menos dos, se vieron forzados a abortar la misión. Con todo se informó del hundimiento de dos buques aliados, uno de ellos un Liberty de 8.000 toneladas. Sin embargo las operaciones desde Fécamp tuvieron que abandonarse a finales de agosto debido al avance aliado desde Normandía.

En los meses siguientes las operaciones de los submarinos de bolsillo se vieron limitadas por la velocidad del avance aliado y la necesidad de encontrar nuevas bases y entrenar al personal de reemplazo. En noviembre, lo Biber de la 261ª Flotilla comenzaron a actuar desde los amplios refugios de hormigón para submarinos construidos en Rótterdam, en los Países Bajos, su misión era la de prevenir el flujo de suministros a través del río Escalda hacia el puerto belga de Amberes.

Las misiones solían seguir un esquema muy parecido. Una vez que los mecánicos habían repasado y comprobado el estado de los submarinos y se habían dado las órdenes a sus tripulantes, se remolcaba los Biber hasta un punto cercano de la isla de Goeree, en las inmediaciones de la esclusa de Hellevoestsluis del río Mass para ahorrarles combustible para la travesía hacia el Escalda. En la esclusa, los remolcadores soltaban los cabos y los submarinos recibían una comprobación final. Ahora se hallaban en su fase más vulnerable, ya que ésta se realizaba con luz diurna para que los lentos Biber pudieran utilizar la marea menguante durante su travesía y, si todo había ido de acuerdo el plan, aprovechar la marea creciente para realizar su viaje de regreso, al atardecer.

Una vez en el mar del Norte, los submarinos de bolsillo viraban al suroeste y se dirigían hacia la costa holandesa y el Escalda Occidental. Desde allí podían dejar atrás las islas del estuario y la ciudad de Flushing antes de entrar en el propiamente dicho Escalda en busca de posibles blancos entre los convoyes que se dirigían a Amberes. Esta travesía raramente era fácil, ya que a pesar de todos los cálculos de los planificadores muchos Biber no conseguían llegar al área de operaciones. Muchos embarrancaban en los bancos de arena, donde quedaban expuestos al a furia de las defensas aliadas durante la marea baja, mientras que otros eran destruidos por las corrientes adversas. A pesar de todo, la llegada de un grupo de submarinos de bolsillo al Escalda a menudo paralizaba, al menos temporalmente, el flujo de material bélico haci Amberes, y forzaba a los Aliados a invertir considerables recursos en el área a fin de contrarrestar sus actividades. Aunque las acciones de las flotillas eran a menudo perjudicadas por las condiciones climatológicas adversas, los Biber dieron cuenta de mas de 90.000 toneladas de buques hundidos entre diciembre de 1944 y enero de 1945. Sin embargo, estos triunfos tuvieron su contrapartida. Las estadísticas realizadas basándose en los informes redactados después de las misiones indican que hasta un 80 % de los submarinos que tomaban parte en cada misión no regresaban. Con semejante grado de desgaste, esas pequeñas unidades no podían mantener toda su disponibilidad durante mucho tiempo. Para empeorar aún más la situación, durante los primeros meses de 1945 dos graves incidentes destruyeron virtualmente las flotillas que operaban desde Rótterdam. El primero ocurrió en enero y consistió en el disparo accidental de un torpedo mientras una flotilla de ataque de unos 30 Biber esperaba la llegada de la marea favorable en Hellevoestsluis. Durante la inspección habitual previa al ataque un mecánico disparó casualmente un torpedo, que explosionó con efectos devastadores y creó un oleaje que hizo zozobrar a 25 de los 30 Biber.

En el corte espacio de dos meses se habían torcido las cosas para la más experimentada de las pequeñas unidades de batalla sutiles, no por culpa de los aliados sino por la negligencia de sus propios hombres. Estos accidentes marcaron el fin de las operaciones de los Biber desde los Países Bajos. A medida que las fuerzas británicas y norteamericanas avanzaban hacia oriente, las unidades de batalla sutiles escasas de equipo debido a la falta de materiales primas y faltas de tripulaciones entrenadas una vez que su base de instrucción en el Báltico fue tomada por el Ejército Rojo, desaparecieron gradualmente del orden de batalla de la Kriegsmarine.

Un saludo, M 1.


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Mensaje por Farolo »

De las cosas que se entera uno, buen trabajo. :dpm:

Tienes algunas fotillos del neger ??

Saludos.

Edito, ya lo he visto

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http://www.steelnavy.com/Neger.htm
.-Nemo me impune lacessit
.-La estupidez también es un regalo de Dios, pero uno no debe abusar de ello. Juan Pablo II, pontifex.
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Sumamente interesante M 1

Mensaje por MiguelFiz »

:dpm: Desde luego que acabas sorprendiendo al respetable M 1, desconocia la existencia de dichos submarinos y su utilizacion.
Actualmente leyendo...
  • "The Impact of the Russo-Japanese War" de Rotem Kowner
    "The abyss. World War I and the end of the first age of globalization" de Niall Ferguson"
    "Lost at Nijmegen: A rethink on operation 'Market Garden'! de R.G. Poulussen
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...las tropas afganas tienen 300,000 elementos bien equipados, tan bien bien equipados como cualquier ejercito en el mundo, y una fuerza aerea, contra unos 75,000 talibanes. NO ES INEVITABLE la toma de Afganistan por los talibanes.

Respuesta a la pregunta de un periodista el 7/julio/2021 de Joe Biden, comediante, entrenador de amigos imaginarios y presidente aficionado
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Mensaje por peiper »

Hola muchachos...... :carapoker:


En efecto , estupendo reportaje, cuando empezé a comprar libros extranjeros , o lo que podía encontrar cerca de mi casa , llegó a mis manos un libro sobre unidades especiales en frances , el cuál aún tengo en casa , sobre esta unidad en questión y muchas fotos al respecto.

Cuando enchufe mi escaner haber que os puerdo mandar al respecto.
:dpm: buen trabajo, camaradas.
Los hijos de Doom enseñaron a mi señor el camino hasta la montaña del poder. Le dijeron que tirara su espada y volviera a la tierra. Ya habrá tiempo para que retorne a la tierra para la tumba !!!
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