Bahía de Cochinos o Playa Girón:

[apatrida]

La revista americana LIFE realizó un reportaje algunos años despues, en el se relata lo de la embestida entre los tanques:



Segun LIFE este fue el comandante del tanque de la Brigada 2506 que protagonizó el anterior hecho:


Hugo Sueiro, comandante del 2º Batallón de los invasores en Playa Larga:



Erneido Oliva, 2º al mando de la Brigada y jefe de las tropas en Playa Larga:



Luis Morse, capitan del infortunado Houston, junto a su hijo, tambien combatiente de Bahia de Cochinos:

[apatrida]

Mientras, en Playa Girón, San Román había tenido varios encuentros con el enemigo, en las dos carreteras que conducían hasta San Blas, al parecer las fuerzas castristas estaban probando las posiciones enemigas, al anochecer los paracaidistas en la carretera de Covadonga sufrieron fuego de artillería, efectivamente era la preparación de un ataque de los milicianos y un batallón de la Policía castrista, apoyados por tanques. Los paracaidistas se vieron obligados a retirararse a una posición más cercana a San Blas en camiones, y desde esta distancia segura lograron detener el avance de la columna enemiga con fuego de morteros.

San Román esperaba que los barcos regresaran por la noche a desembarcar las municiones y pertrechos restantes, y mantenía a la espera una gran partida de hombres para efectuar el trabajo de descarga. Tuvo una gran decepción cuando ningún barco se presentó. Pasó mucho tiempo tratando infructuosamente de hacer contacto radial. Incluso envió una lancha de 25 pies a alta mar con un radio operador para tratar de localizar a la flota.
Los barcos restantes habían recibido ordenes de alejarse fuera de las 12 millas que marcaban las aguas territoriales, el Atlantico y el Caribe se alejaron primero, mientras el Blagar escoltaba al averiado y por tanto más lento Barbara J.
El plan era reunirse a 50 millas y luego volver a acercarse por la noche para continuar desembarcando el material, sobre todo municion, que la brigada estaba gastando en gran medida. Contaban con que los aviones de Castro no volaban de noche por la ausencia de radar.

El Barbara J y el Blagar alcanzaron el punto de reunion, pero fueron incapaces de comunicarse con los otros dos barcos. (no entiendo como no fueron capaces de establecer contacto radial) El Atlantico y el Caribe para ese momento se encontraban muy al Sur. Destroyers de la US Navy interceptaron al Atlantico, pero no pudo estar cerca de la cabeza de playa hasta el anochecer del dia D+1 (18 de Abril, 1961). Otro destroyer enviado a buscar al Caribe lo encontró mucho más lejos, y este fue incapaz de regresar antes de que todo terminara. Esto es incomprensible para mí, no me explico cómo no fueron capaces de establecer una comunicación efectiva entre las unidades de la flota.

Al finalizar el Día D, la Brigada 2506 sostenía su posición, mantenía dos cabezas de playa, alrededor de las playas Roja (P. Larga) y Azul (P. Giron). La fuerzas en P. Larga estaban llevando el peso del combate, soportando una gran presión de las fuerzas castristas, sufriendo grandes bajas a las que podía prestar pocos auxilios médicos (el hospital de campaña se había perdido en el Houston), las municiones y las vituallas disminuían por momentos, y la aviación enemiga controlaba los cielos.

Fuente: The Bay of Pigs: A Struggle for Freedom
Major Joe R. English
2 April 1984
Marine Corps Command and Staff College
Marine Corps Development and Education Command

[Hicks]

Excelente trabajo Apatrida. Como muchos conocia detalles superficiales de la batalla; tu profundización en el tema es digna de elogio. Titanica lucha protagonizo al Brigada 2056. ¿Pudieron tener exito o estaban abocados al fracaso?. En mi opinion les falto bastante material para lograr sus objetivos, ya no solo por la huida de los buques de suministro a zona segura, si no globalmente; falta de armas antiaereas, municiones anticarro para los carros de combate o de aviación que neutralizase a las fuerzas aereas castristas.

[apatrida]

Gracias por los elogios. Yo tambien voy enterandome de muchas cosas a medida que voy desarrollando el tema. Creo que el ataque de la Brigada 2506 podía tener exito, aun en la Cienaga de Zapata y no en Trinidad, como algunos platean, y aun en las condiciones de inferioridad numerica y material manifiesta, si se hubiesen evitado algunos errores, o se hubiese subsanado sobre la marcha al menos uno, el mas grave:

Yo creo que en primer lugar, esta operacion debió realizarse 6 meses antes, antes de que las guerrillas anticastristas del Escambray sufrieran una gran ofensiva que las dejó muy mermadas, y antes de que comenzara a arribar el material sovietico de combate. Creo que en esta demora influyó grandemente el periodo de elecciones presidenciales en los USA. Este a mi entender fue el primer error.

Como 2º error, creo que los ataques contra la aviacion castrista en sus bases debieron ser solo uno, muy fuerte y haciendolo coincidir practicamente con la invasion. Los veteranos de la Brigada plantean como un error la cancelacion de los 2º y 3º ataques contra las bases aereas castristas, yo creo que estos ataques hubieran sido inutiles y solo representarian una perdida de aviones para los invasores. Si en el 1º ataque ya tuvieron dos derribos por artillería antiaerea, teniendo la sorpresa a su favor, no creo que otros ataques posteriores hubiesen tenido exito, estando los comunistas sobreaviso, y pudiendo emplear ademas sus cazas.

El 3º error a mi modesto entender fue que desde el principio se partió de la premisa que los atacantes tendrian el dominio de los cielos: no se les dotó de armamento antiaereo, incluso los barcos mercantes que participarian en la invasion en un primer momento no se pensó en artillarlos, al final se armaron con unas pocas ametralladoras 50 a insistencia de los oficiales de la CIA que acompañarian a los invasores, y a los bombarderos B26 se les retiró el armamento defensivo para ganar peso. No se aseguró suficientemente este dominio aereo y eso fue para mi el error determinante. Por ejemplo si se hubiesen desembarcado antiaereas, bajo la cobertura de estas armas se podia haber puesto en servicio la pista de aviacion capturada en Giron, y desde alli podian haber operado cazas (que podian haberse transportado en el portaaviones Essex) y los bombarderos B26, como se tenia previsto en el plan inicial. Este fue el error mas grande y a la postre fatal, la perdida del espacio aereo, que resultó en el corte total de abastecimiento a la Brigada y la ausencia de apoyo aereo, en forma de ataque al suelo, que podia compensar su inferioridad en armamento pesado y hombres frente a las tropas castristas.

Aun asi se estaba a tiempo de subsanar este gran error, si los jets del portaaviones Essex hubieran derribado a los pocos y viejos aviones castristas. Los oficiales, marinos y pilotos americanos de la Task Force Alfa, que veian avergonzados el desastre al que habian conducido a los combatientes cubanos de la Brigada 2506, estaban ansiosos por intervenir, (segun se puede comprobar en las declaraciones de sus veteranos en las webs de estas unidades). Estos aviones, los Skyhawks del escuadron Blueblaster, que estaban preparados para el caso, (incluso se les habian borrado previamente las marcas de identificacion), si hubiesen actuado, los B26 de la Brigada hubieran podido utilizar la pista de Giron, y haber golpeado a la artillería y los tanques de Castro, y dispersado a sus inexpertos milicanos, dandole una oportunidad a los invasores. Kennedy no se decidió y este fue el 4º y definitivo error.

[apatrida]

Hace poco cayó en mis manos el libro: Girón, la batalla inevitable, de Juan Carlos Rodríguez, publicado en Cuba en ocasión del 50 aniversario de esta batalla, en el cual se detalla la actuación de la aviación de la Brigada como se tenía previsto en el plan inicial:
Entre las 15:00 y las 17:00 horas del día D, bombarderos B26 arribarían al aeropuerto ocupado en Girón para proporcionar apoyo aéreo. Teniendo en cuenta que operarían desde la cabeza de playa, no necesitarían tanques auxiliares para combustible adicional y podrían equiparse con ametralladoras y artilleros para su defensa.
Comenzando el día D+1, comenzarían diariamente vuelos de exploración sobre las rutas que conducían hasta la cabeza de playa ocupada desde las ciudades de La Habana, Matanzas, Cienfuegos y Santa Clara (Las Villas), con la finalidad de acosar y destruir objetivos militares. Estas acciones se ampliarían poco a poco a todo el territorio de la Isla. Para ello en el buque Rio Escondido se transportaban 17 000 galones de combustible de aviacion, 1,5 ton de fosforo blanco, 700 cohetes aire-tierra, 500 bombas de fragmentacion, 300 galones de aceite para aviones, 20 ton de municiones cal 50, un camion cisterna, y varios bulldozers y otro equipo para acondicionar la pista si fuese necesario.
Para el día D+5 se preveía la constitución del Gobierno Provisional en la cabeza de playa conquistada. Ya el departamento de Estado norteamericano había logrado el compromiso de al menos 6 gobiernos latinoamericanos para su inmediato reconocimiento. Los líderes del Consejo Revolucionario Cubano (CRC) que agrupaba a muchas organizaciones anticastristas en el exilio, y que conformarían este gobierno, estaban concentrados y aislados en la base militar americana de Opalocka, en la Florida, una especie de “arresto voluntario”, a la espera de su traslado a tierra cubana. El presidente de este gobierno provisional seria Antonio “Toni” Varona, de 52 años. Su hijo participaba en la invasión.
En cuanto se estableciera este gobierno, los norteamericanos podían ayudarlo directamente y legalmente, con suministros y con la Task Force Alfa.
Creo que de haberse logrado el dominio del espacio aéreo, este plan, aunque con grandes esfuerzos, hubiera tenido grandes posibilidades de triunfar.

[os]

Apatria en primer lugar deseo felicitarte por todas las informaciones aportadas.
Tengo un libro en donde aparece una informacion que difiere con lo expresado en este parrafo:

Aun asi se estaba a tiempo de subsanar este gran error, si los jets del portaaviones Essex hubieran derribado a los pocos y viejos aviones castristas. Los oficiales, marinos y pilotos americanos de la Task Force Alfa, que veian avergonzados el desastre al que habian conducido a los combatientes cubanos de la Brigada 2506, estaban ansiosos por intervenir, (segun se puede comprobar en las declaraciones de sus veteranos en las webs de estas unidades). Estos aviones, los Skyhawks del escuadron Blueblaster, que estaban preparados para el caso, (incluso se les habian borrado previamente las marcas de identificacion), si hubiesen actuado, los B26 de la Brigada hubieran podido utilizar la pista de Giron, y haber golpeado a la artillería y los tanques de Castro, y dispersado a sus inexpertos milicanos, dandole una oportunidad a los invasores. Kennedy no se decidió y este fue el 4º y definitivo error.

Copio el texto mencionado:
En la noche de 18 de abril el presidente Kennedy abandono por algun tiempo una fiesta que daba en la casa blanca y se reunió con los altos jefes de la CIA, los de la aviación y la marina y el Estado Mayor Conjunto. La situación en Playa Giron era desesperada y esos altos jefes habían resuelto pedirle al presidente medidas que pudieran transformarla. De las proposiciones que se le hicieron, Kennedy adopto una: que 6 aviones achorro de la Marina norteamericana protegieran a los bombarderos B-26 que debían de volar de Puerto Cabezas para estar sobre Playa Giron a las 6 de la mañana del dia 19. Lo que había asegurado siete días antes- Este Gobierno hara todo lo que pueda… para que no haya norteamericanos envuelto en ninguna acción dentro de Cuba- quedaba, pues sin efecto, dado que al proteger a los B-26 que atacarían territorios cubano, tendrían que actuar necesariamente dentro de cuba… Se ha dicho a menudo, y los partidarios norteamericanos de la intervención en Cuba se lo han achacado como si fuera un delito, que Kennedy se opuso a que se usara fuerza militar norteamericana en esa ocasión. Pero se trata de una verdad a medias, puesto que lo sjets de la marina eran parte de la fuerza militar del país. Es cierto que las instrucciones de Kennedy fueron que los pilotos de esos jets hicieran fuego a los aviones cubanos solo en el caso de que estos los atacaran…pero nadie puede poner en duda que si un avión norteamericano hubiera sido derribado ese dia, los Estados Unidos habrían lanzado sobre la isla todo su poderío armado.
Lo que evito que eso sucediera no fue una decisión del Presidente Kennedy; fue un error, de esos inexplicables que se dan en las horas criticas de la historia. La orden de que los jets de la marina volaran sobre Giron para proteger a los B-26 que llegarían a ese punto a las 6 de la mañana del dia 19 fue trasnmitida desde el Pentagono por el almirante Burke en persona al portaviones Essex. Esa orden limitaban el vuelo de los jets de las 6 a las 7 de la mañana. Ahora bien, ni el Almirante Burke, ni los mandos de operaciones del Essex tomaron en cuenta que entre Nicaragua y Cuba había una hora de diferencia,y que, por tanto, a las 6 de la mañana en Bahia de Cochinos serian las 5 de la mañana en puerto cabezas. Ese olvido se tradujo en fracaso del esfuerzo final, pues cuando llegaron a la altura de Playa Giron los B-26 ya eran allí un poco mas de las siete de la mañana y los jets de la marina de guerra de los Estados Unidos estaban recogiéndose en las pistas del Essex.

extraido del libro, De Cristobal Colon a Fidel Castro, el Caribe Frontera Imperial, Autor: Profesor Juan Bosch
Me parecio curioso que se produjera un error de horario y que no se tomara eso en cuenta a la hora de coordinar una operacion militar.

[apatrida]

Es correcto todo lo expresado por el forista Os, este episodio ya lo conocia, ocurrió el dia 19-4-1961, el dia D+2, (por cierto tremenda chapuza lo de la confusion de horarios, no?) ya lo comentare mas ampliamente cuando llegue a esta parte. Yo en mi intervencion me referia a una participacion mas activa de los jets americanos, es decir el derribo directamente de los T33 y Seafury castristas, porque lo que aprobó Kennedy fue como una especie de "asistencia de muerte", es decir, que estos jets lo que hicieron (al menos en un caso) fue interponerse entre los aviones B26 cuando estaban siendo atacados y los cazas enemigos, asi al menos lograron salvar a un bombardero y lograr que se retirara. Claro que era muy facil que se produjera la situacion de verse atacados enmedio del fragor del combate y tener que ripostar, lo que sucede es que Castro toda su vida ha sido muy cauto para evitar un enfrentamiento armado con los americanos, el si los ha combatido mucho de palabra pero el hecho real es (y pueden consultar la historia), que nunca se ha disparado un tiro entre las fuerzas armadas regulares americanas y cubanas, y la situacion para que entraran en combate los Skyhawks no se produjo.

Los americanos llegaron a intervenir en el espacio aereo y las aguas jurisdiccionales cubanas en esta ocasion: el primer invasor en poner un pie en tierra cubana y hacer el primer disparo fue el agente de la CIA americano Grayston Lynch, aunque despues volviera a los barcos; los destroyers de la US Navy se acercaron mucho varias veces a la costa, incluso penetraron mucho dentro de la bahia, y lograron evacuar heridos y algunos brigadistas; sus aviones sobrevolaron; y cuatro aviadores norteamericanos murieron sobre Bahia de Cochinos a bordo de B26, ya comentaremos mas adelante a medida que se vaya desarrollando el tema. Creo que Kennedy mostró mucha indesicion, ya que para aprobar esto que mas daba ir un poco mas allá.

[apatrida]

Quiero precisar que cuando dije que la Brigada 2506 hubiese tenido una oportunidad de triunfar si dominara el espacio aéreo, me refería al éxito del desembarco, y de lograr el establecimiento de una firme cabeza de playa y controlar una parte del territorio nacional de Cuba, y lograr el establecimiento del Gobierno Provisional. El derrocamiento de Castro y su gobierno comunista ya dependería de otros factores como por ejemplo hasta donde estarían dispuestos a llegar Kennedy y Kruschov, porque ambas partes contendientes dentro de la Isla necesitarían y mucho del apoyo externo.

Los soviéticos apoyaron plenamente en la ONU a los castristas, y manifestaron que estaban dispuestos a enviar armas y lo que fuera necesario a la Isla. Creo que todavía era muy temprano para que los soviéticos se embarcaran en una aventura tan lejos de su área de influencia y prácticamente frente a las costas de los USA, como lo hicieron un año mas tarde. Quizá se hubiesen transado con alguna otra concesión en Europa o en Asia y hubiesen sacrificado a Castro. Lo que pasa es que Kennedy temía que esta concesión fuese Berlín. Aunque es mi opinión que a la larga para los USA hubiese sido preferible perder la lejana ciudad europea y no tener una base militar comunista a sus puertas, se ve que Kennedy no pensaba igual. Hay que situarse en el contexto temporal, era inconcebible y pocos en el mundo imaginaban en aquella época que en América Latina, el “patio trasero de los yanquis” como la propaganda procomunista gusta en llamar, pudiesen los soviéticos hincar una punta de lanza, nadie imaginó que solo un año y medio más tarde tendrían misiles nucleares rusos apuntando al corazón de los USA instalados en Cuba, a media hora de vuelo.

Muchos historiadores, principalmente del régimen cubano, piensan que era un factor determinante que Castro en aquellos días contaba con el apoyo mayoritario y abrumador del pueblo cubano, esto es cierto pero creo que a medias. El “apoyo abrumador” a veces puede conseguirse a punta de pistola, y desvanecerse al primer revés. Había también mucho desencanto con el giro comunista y antidemocrático que Castro había dado a la revolución. Por ejemplo, en el enfrentamiento dialectico que mantuvieron aquellos días en el hemiciclo de la ONU los cancilleres de Cuba Raúl Roa y de los USA Adlai Stevenson, este último, para ripostar las acusaciones de Roa de que la invasión era cosa de los americanos, manifestó que la situación en Cuba era producto de un motín entre las filas castristas contra su líder, y para demostrarlo leyó una larga lista de los principales implicados en el Consejo Revolucionario Cubano (CRC; principal organización opositora a Castro) y en la invasión, resulto que las dos terceras partes de los mencionados eran antiguos miembros de las fuerzas rebeldes castristas o miembros de los primeros gabinetes del gobierno de Castro.
Además la historia está llena de ejemplos de la poca memoria y lealtad de las masas, siempre dispuestas a defenestrar a quienes vitoreaban la víspera.

Prensa cubana de la época, en la 1º plana foto del maximo lider, los titulares del apoyo soviético, las "victorias" militares y los fusilamientos de opositores: combinacion para dar sensación de seguridad del regimen y al mismo tiempo amedrentar a enemigos y amigos entre la población y el exterior:

[Hicks]

Creo que de haberse logrado el dominio del espacio aéreo, este plan, aunque con grandes esfuerzos, hubiera tenido grandes posibilidades de triunfar.

Al final se siguen comentiendo los mismos errores; creia que a esas alturas ya se tendria que haber concienciado de que el dominio del aire favorecia en gran medida el desenlace de la batalla. Grave error ni siquiera haber armado los buques con más armas antiaereas, teniendo en cuenta que son el objetivo principal para frustrar el desembarco.

Quizas si los SAM portatiles se hubiesen inventado una decada antes, la suerte les habría favorecido.

[APV]

Lo que pasa es que Kennedy temía que esta concesión fuese Berlín. Aunque es mi opinión que a la larga para los USA hubiese sido preferible perder la lejana ciudad europea y no tener una base militar comunista a sus puertas, se ve que Kennedy no pensaba igual.

El problema es que ceder Berlín sería un apuro geopolítico enorme porque los europeos verían que podía abandonarlos dando al traste con la OTAN y reforzando la posición de de Gaulle, además de traer malos recuerdos de su padre (partidario del apaciguamiento en los 30).

[apatrida]

Lo que pasa es que Kennedy temía que esta concesión fuese Berlín. Aunque es mi opinión que a la larga para los USA hubiese sido preferible perder la lejana ciudad europea y no tener una base militar comunista a sus puertas, se ve que Kennedy no pensaba igual.

El problema es que ceder Berlín sería un apuro geopolítico enorme porque los europeos verían que podía abandonarlos dando al traste con la OTAN y reforzando la posición de de Gaulle, además de traer malos recuerdos de su padre (partidario del apaciguamiento en los 30).

Creo que lo del ataque a Berlin era un farol de los sovieticos, y menos en fecha tan temprana, cuando la colaboracion con Castro estaba en sus inicios, no creo que se buscaran grandes problemas por el. Berlin no lo obtuvieron ni siquiera año y medio despues cuando la crisis de los misiles, que tenían más para negociar. Creo que en 1961, en Bahia de Cochinos, los americanos debieron actuar con mas firmeza, y hubieran conservado Berlin y evitado tener a Cuba como un "portaaviones" sovietico anclado en el Caribe, como sucedió en 1962. Este error podemos achacarlo a la inexperiencia del recien estrenado presidente Kennedy. Pero no deja de ser grave, y costoso en vidas y sufrimientos para la poblacion de medio planeta.

Kennedy antes que la confrontacion directa, prefirió las operaciones secretas, la "guerra sucia", servirse de nativos y terceros para contrarrestar la creciente influencia comunista en el mundo. Se inauguraron decadas sombrías para el tercer mundo, donde proliferaron las guerillas de ambos bandos, las dictaduras y los Frentes de Liberacion, y miles de desaparecidos, torturados, desplazados, etc... por todo el tablero de ajedrez en que se transformó el mundo cuando la Guera Fría. No en balde muchos creen ver en Bahia de Cochinos la génesis del fracaso de Vietnam y otros muchos.

Con Reagan se inauguró otra era, se recuperó la politica de firmeza sin complejos ante el comunismo, dictaduras y otros engendros antidemocráticos, y es mi opinion, no se ustedes, pero creo que el mundo esta hoy mejor que en aquellos dias, aunque aun subsista la reliquia de la Isla castrista, encallada y en ruinas como el Houston.

En cuanto a lo que plantea Hicks sobre el dominio del espacio aéreo, vuelvo a repetir que esta fue una premisa para todos los desembarcos norteamericanos de la WWII (les falló quiza en Guadalcanal?). Tal vez si al frente de la Casa Blanca hubiera estado Eisenhower, el presidente saliente y iniciador de la idea del desembarco en Cuba, el general de los dias decisivos de Normandía, otro hubiese sido el resultado.

En cuanto a los SAM , tengo entendido que al año siguiente, en 1962, los sovieticos derribaron un U2 sobre Cuba con uno de estos misiles. (perdón, ahora veo que te referias a los portatiles)

[Hicks]

En cuanto a los SAM , tengo entendido que al año siguiente, en 1962, los sovieticos derribaron un U2 sobre Cuba con uno de estos misiles.

Si, pero si no me equivoco fue derribado con un SA-2, de un emplazamiento antieaereo. Me referia a sistemas portatiles como el SA-7 o el FIM-93 Red Eye, que pueden ser disparados por soldados de infanteria, con menos alcance, pero idoneos para el combate contra helicopteros y aviones en vuelo rasante. Quizas, con estos sistemas, los aviones castristas hubiesen tenido dificil atacar a baja cota. Sin embargo, estos MANPADS de primera generación aparecieron a finales de los 60, lo que no es excusa para no haber armado mejor lo buques o el llevarlos junto a bazokas y ametralladoras para proteger las playas.

Pero son divagaciones; los hechos son los que conocemos y es dificil preveer el resultado de las variantes.

[apatrida]

El comandante de la Brigada 2506, San Román en su artículo Respuesta, dice:

“El oficial norteamericano, Capitán del buque insignia Blagar, fue forzado a retirarse ante el ataque aéreo enemigo, después que dos de los barcos de la pequeña flota fueran hundidos. Este oficial realizó esta retirada en contra de mis órdenes de mantener su posición y pelear (Es un principio militar que el Comandante de las fuerzas de apoyo recibe órdenes del Comandante de las fuerzas apoyadas). “Autoridad superior; me han ordenado lo contrario”; fue su respuesta a mis órdenes, y los buques llenos de pertrechos de guerra tomaron rumbo sur, para nunca regresar. Debido a esta retirada de nuestra flota, la Brigada perdió el apoyo de fuego de los cañones de 75 mm. sin retroceso y las muy necesitadas ametralladoras calibre 50, montadas en todos los barcos. Pero aún más, con la flota se iban, para no regresar, miles de toneladas de suministros, armas, municiones, equipos de comunicación principal, hospital, drogas, y ayudas médicas indispensables, etc. Pero si esto fuera poco, en aquellos barcos se iban combustibles para nuestros aviones, bombas aéreas de todo tipo y municiones para los cañones de nuestros B-26’s, que nos hubiesen dado la capacidad prevista en el plan original de operar nuestros aviones desde la cabeza de playa en Girón, en lugar de tener que hacerlo desde Nicaragua, lo cual requeriría más de 6 horas de vuelo.”

Mientras en Washington, el personal de la CIA y militar a cargo de la operación, en el “Quarter Eyes” y el “War Room” del Pentagono, analizaban la situación a partir de los fragmentados informes que les llegaban. La comunicación era muy pobre: mucha de la información de la que disponía era proporcionada por los pilotos que regresaban a Nicaragua desde la cabeza de playa, y de sus hombres a bordo del Blagar y el Barbara J , pero estos eran incompletos y tenían un desfase de cerca de 12 horas.

No obstante ellos comprendían la situación, esta se presentaba difícil, pero no estaba perdida: para tratar de paliar la escasez de municiones, ordenaron lanzamientos desde el aire desde la base de Nicaragua para la noche del 17, por 4 aviones C-54's y 2 C-46's. De estos, 5 tuvieron éxito y otros 6 cayeron al mar. Ahora yo me pregunto: ¿Por qué no aterrizaron estos aviones en la pista de Girón? Muy bien se podía haber marcado con luces y los envíos hubiesen sido mucho más efectivos. ¿Quizá sería por la falta de comunicación para realizar este plan?

Según el periódico cubano Granma:
“La propia tarde del día 17 de abril, Eddie Ferrer despegó nuevamente hacia Playa Girón con su C-46 cargado con 10 TM de municiones para entregar en el aeropuerto de Girón. Cincuenta millas al sur de este punto, recibió la llamada de auxilio de José Crespo desde su B-26, seriamente dañado. Ante su segura destrucción si se acercaba a la playa, viró en redondo hacia Happy Valley. Minuto a minuto siguió la agonía del B-26 de Crespo hasta estrellarse en el mar.” (testigos cuentan que el piloto Crespo, ante la inminencia del desastre inevitable, pidió por radio un sacerdote para confesarse)

Otra medida de los jefes norteamericanos fue otro ataque a las bases aéreas castristas: “El mismo 17 de abril, a las ocho de la noche, despegaron de Happy Valley 3 aviones B-26, y a las 10:00 p.m. otros 2 aviones B-26. Su objetivo era atacar la Base Aérea de San Antonio de los Baños. El resultado fue nulo completamente.”

Los pilotos alegaron que la zona estaba oscurecida, incluyendo los pueblos cercanos, y que les fue imposible localizar la base. Las pocas bombas lanzadas erraron el blanco. No obstante, estos eran antiguos pilotos de la Fuerza Aérea de Cuba, por lo que conocían bien la zona y esta base. Además numerosos cañones y ametralladoras antiaéreas abrieron fuego. Esto también puede que sea una causa del fallo de este ataque.

Escenas en las bases aereas castristas:

[apatrida]

Entrevista a José Ramón “El Gallego” Fernández:

“En horas de la mañana del 18 (día D+1 18/4/1961) recibí la información de la llegada inminente a Pálpite de los batallones 123, 144 y 180, todos de La Habana. Los recién llegados, sumados a los que ya estaban, totalizarían más de cinco mil hombres. Con el propósito de evitar el amontonamiento de fuerzas innecesarias en la zona, indiqué que la Escuela de Responsables de Milicias y la Columna 1 Especial de Combate del Ejército Rebelde, que no descansaron en las últimas 48 horas y tuvieron una cantidad importante de muertos y heridos, se retiraran a los alrededores del central Australia y quedaran como reserva disponible.
Habían luchado con valentía, pero no habían podido derrotar al enemigo bien armado y preparado.”

El Capitán J. R. Fernández relevó a la Escuela de Responsables de Milicias y la Columna 1 Especial de Combate del Ejército Rebelde, en teoría las unidades mejor preparadas del ejército castrista, y las sustituyó por los batallones de milicianos de refresco. Estas unidades habían recibido un duro castigo durante la noche, en el rechazado ataque a Playa Larga. Habían perdido 3 tanques, y no habían logrado destruir ninguno de los de sus oponentes. El oficial al mando de los tanques, teniente López Cuba, había sido herido y evacuado.

Así lo recuerda uno de sus integrantes de la Escuela de Milicias, el hoy coronel Rogelio Francia Recio quien lo vivió con 18 años:

El ataque aéreo al mediodía del 17:

“El B-26 pasó a siete metros de altura. Desde los camiones, los milicianos vieron el casco de color marfil del piloto y la sonrisa al decir adiós con la mano enguantada. A los dos minutos, convertido ya en recuerdo, pasó a todo tren y con fuego abierto de ametralladoras. Viró y volvió a atravesar la columna en tierra de la misma forma, hasta que se perdió en el cielo.
Los demás ataques obligaron a una marcha a pie. Pero fue en Pálpite donde se desató el huracán. Uno gritó «¡Avión!» y unas columnas de plomo surgieron de la nada y en sucesión perfecta contra la carretera. Francia se lanzó detrás de unas filas de sacos de carbón. Al terminar, se descolgó por la cuneta. Acababa de recoger los pies, cuando un racimo de proyectiles pasó con furia por el lugar exacto donde estuvieron sus piernas. Después vino el silencio, los hombres empezaron a sacudirse el polvo …
…Claudio Argüelles Camejo, obrero del Ministerio de Comunicaciones, había llegado para morirse. El día 17 no tenía que estar en combate, sino camino a un congreso de obreros en Bulgaria. Pero al escuchar las noticias, viajó desde La Habana hasta el frente de guerra en busca de la Escuela. La encontró en la carretera de Playa Larga y siguió con ella hasta Pálpite.
«Lo mataron al lado de la tienda», le explicaron a Francia. «Mataron a otros. Pero Argüelles fue el más jodido. Lo reventó un cohete». Otro miliciano abrió los ojos y murmuró: «Se lo acaban de llevar. Lo sacaron en camilla hecho dos trozos».

[apatrida]

Continuamos con el testimonio de Rogelio Francia Recio:

Combate en Playa Larga en la noche del 17 al 18:

"Un oficial gritó «¡Firmes!», y el director de las Escuela de Responsables de Milicias, el capitán José Ramón Fernández, avanzó con toda su estatura frente a la formación. Revisó las fuerzas y se dirigió con naturalidad al jefe de la tercera compañía, la de Francia: «Teniente Díaz, usted con su compañía: derecha, hacer contacto con el enemigo».
Indicó que el batallón se dividiera en dos columnas y cada una ocupara un lado de la carretera. Los hombres se movieron con rapidez y se formaron a ambos lados del camino. Permanecieron en atención a la orden del jefe. El teniente Juan Alberto Díaz González, un hombre de carácter enérgico, irguió el pecho. «¡Arriba, mi gente!», gritó. «De frente… march».
A medida que se internaban en la carretera, las explosiones se hicieron más fuertes. Varios metros delante y a los lados se alzaban unos remolinos de tierra o una cortina de fango mezclado con troncos de árboles.
Francia aún recuerda el rostro de sus compañeros aquella tarde. Andaban a paso firme y grave, pero con una dosis de asombro ante el mundo que empezaban a descubrir. La mayoría apenas llegaba a los 25 años. Por lo tanto, tenían motivos para preguntarse por el misterio que andaba por la ciénaga. Miraban con asombro la ventolera de gajos y trozos de tierra que caía sobre ellos, y escuchaban el chillido de los proyectiles por encima de sus cabezas. A cada rato algo invisible atravesaba el bosque desflorando ramas y tallos, y luego se sentía un estruendo.
La noche les cayó encima a la espera de los tanques de Managua. Por el cielo empezaron a ver unas flechas fosforescentes que se cruzaban silbando.
Cerca de la medianoche, Francia sintió ruido de esteras. Pegó el oído al suelo y al instante sintieron unas vibraciones. «Teniente, escuche…», susurró. «Parece que se están moviendo tanques». El oficial comprobó el sonido. «Pasa la voz. Dile que hay tanques en el frente». Y lo vio hundirse en la negrura. Al poco tiempo, Francia regresó a rastras y sofocado. «Listo, teniente». El oficial permaneció encorvado y con la vista fija en la oscuridad. «Vamos a esperar», dijo. A los pocos minutos, dos T-34 se detuvieron al lado de ellos. El teniente Díaz se incorporó enardecido. «Adelante, que yo tengo gente guapa (en Cuba guapo significa valiente o bravucón) », ordenó. «¡Patria o Muerte sin echar para atrás! ¡Arriba!». Los hombres ocuparon posiciones en columnas detrás de cada oruga. El primer blindado avanzó con el andar entiesado de los escarabajos, encendió las luces y Díaz dijo: «Voy a apurar el tanque», y vieron su sombra caminar hacia la punta. Ya no se veía, cuando se escuchó el silbido de una bazuca.
El tanque dio un brinco ante el golpe del proyectil, y el cráneo de Díaz se fue bajo las esteras. Varias ametralladoras abrieron fuego y al momento la noche se perdió.
El segundo tanque dio marcha atrás para corregir el tiro. Fue ahí cuando se escuchó el crujido de madera seca al partirse, y los hombres vieron al miliciano Fonseca, del segundo pelotón, con las piernas aplastadas bajo las 40 toneladas de hierro.
Al frente, dos chorros de fuego, a ambos extremos de la oscuridad, dejaban escuchar el sonido de las ametralladoras y salían en abanico contra las posiciones del Batallón.
La noche se había convertido en día por el relampagueo de las armas. Era una claridad metálica que bañaba con una luz fantasmal todos los objetos a la redonda. Antes no los podía ver, pero ahora Francia distinguía en detalle los cerrojos de los fusiles y las correas de combate de los milicianos.
El primer tanque estaba al otro extremo, ladeado sobre el borde de la carretera. Parecía un gigantesco animal muerto con aquella iluminación parpadeando con insistencia en su estructura (debe ser la señal lumínica que dejaron para identificación ¿? Esto también podía servir para que el enemigo afinara la puntería, no?) . Más atrás un hombre se revolcaba como si estuviera fulminado por un ataque de epilepsia. Otro había dado un brinco para quedarse inmóvil en el mismo lugar. Alguien gritó: «¡Tápate la cara, Francia, tápatela, que te van a matar!» Y vio el rostro de sus compañeros, brillando por el sudor y las luces de las trazadoras. Una pareja de soldados pasó por su lado en dirección a la retaguardia. En el medio arrastraban un bulto del que salían unos gemidos. Francia trató de avanzar unos metros con los talones y la cabeza bien pegados a la tierra, cuando sintió las suelas de unas botas casi encima de él. Tenían un movimiento errático y sin sentido. Subió por la cuneta para toparse con el cuerpo de Valdespino. Se retorcía con los dientes apretados. Las manos se raspaban contra el suelo y Francia se le prendió del pantalón. «¡Ay, coño!», le oyó gritar. Le había apretado el corte hecho por un proyectil calibre 50 a la altura de la rodilla.
«Cálmate, que te vamos a sacar», le dijo. Otro miliciano también se había acercado. «Déjenme… déjenme tranquilo…», gimió. «Cállese la boca», le gritaron. Francia y el miliciano miraron alrededor. Las trazadoras pasaban por encima y parecían avispas en busca de dónde tirarse. Comenzaron a arrastrarlo poco a poco. Se hacía una pausa con los disparos y lo halaban más fuerte. En un momento los tiros se apagaron. «Ahora», gritó Francia y se encorvaron en el arrastre. «Dale… dale…», gruñó el otro miliciano. Las ametralladoras volvieron a sonar. Lo acostaron junto a otros heridos. Varios enfermeros de la Cruz Roja atornillaban los brazos y las piernas. Francia lo vio por última vez antes de regresar a la vanguardia. Le vio el rostro bañado por la fiebre, pero con una expresión de tranquilidad, y le dijo: «Te quedas aquí y no te muevas. ¿Entendido?». Valdespino dijo que sí, con cansancio.
Al amanecer cruzaron la trinchera. Algunos no la pudieron observar con detalle y lo que recuerdan es el humo blanco, a ratos espeso, que se movía con una lentitud de cementerio por el lugar.
Francia, al menos, tiene presente el suelo cubierto de casquillos y los parapetos construidos con una tierra removida de color grisáceo. Los muertos y los heridos mercenarios no estaban. Se los habían llevado antes del amanecer, temerosos de que el asalto de los milicianos no fuera más que el preámbulo de algo mayor.
En cambio, en las posiciones cubanas los enfermeros y el personal de la Cruz Roja sacaban a los últimos destrozados por el combate. Algunos todavía respiraban con unas zanjas de carne abiertas por las ametralladoras en piernas y espaldas. Otros permanecían con la actitud de los alucinados. Como el teniente Carrazana, de la tercera compañía. Era un mulato presumido y de andar bien planchado, famoso entre los alumnos por sus malas pulgas y su dureza al dictar reportes. Ahora, tenía la cara y los brazos cubiertos por los «navajazos» de un proyectil de fragmentación. Respiraba cansado, como si le costara enorme esfuerzo tomar el aire, y miraba hacia los lados sin poder distinguir a las personas que le caminaban delante.”

[apatrida]

Cadáveres de milicianos:


Personal de la Cruz Roja cubana atendiendo a heridos:


La revista LIFE recreó en su reportaje el episodio de la muerte del Jefe de una de las compañías de la Escuela de Milicias teniente Juan Alberto Díaz González:


Tenemos que recurrir a dibujos y recreaciones, porque al parecer no hay fotos tomadas por los integrantes de la Brigada 2506 en tierra cubana, solo he visto esta de mala calidad, publicada en el Miami Herald ahora para el 50 aniversario, aparecen los brigadistas con los sombrerones Stetson que tanto gustaban a los luchadores anticastristas:

[apatrida]

Esto es lo que pone el libro Girón: La batalla inevitable de J. C. Rodríguez (libro publicado este año en Cuba):

“La situación para el Batallón 2 (B. 2506) era ventajosa: Oliva dispuso estratégicamente 5 bazuqueros, cañones sin retroceso, ametralladoras y morteros, al menos un tanque, además de la infantería, todo bien camuflageado. Tenían amplia ventaja sobre el camino totalmente descampado. El ajuste de tiro de sus armas batiría a las fuerzas revolucionarias que marchaban por la recta carretera de Palpite a Playa Larga aun a 1 o 2 km atrás… de tal forma que el fuego si no alcanzaba a la vanguardia, cogía al centro o a la retaguardia. Y eso mismo sucedió.”

De esto podemos concluir que la preparación de obuses de 122 y 87 mm y morteros de 120 mm fue del todo inútil, ya que no logró no ya dañar, ni siquiera desorganizar el dispositivo enemigo.

(otra cosa que me llama la atención es que la Brigada invasora no contaba con minas antitanques ni antipersonales, creo que en las condiciones del combate en Bahía de Cochinos hubiesen sido de mucha utilidad y hubiesen ralentizado mucho el avance comunista)

Continúa el autor oficialista J. C. Rodríguez ofreciendo un testimonio del miliciano Emérito Hernández:
“Cuando comenzaron a tirar, nos lanzamos a la cuneta. Ellos tenían emplazadas ametralladoras 50 a 9 pulgadas del suelo. Por esta razón muchos compañeros fueron heridos en la espalda y las nalgas. Otros murieron por ese tiro rasante…”
Creo que las ametralladoras debían ser .30 y no .50. De las heridas en la espalda también pudiera ser que produjeran tratando de escapar, no?

Al amanecer, se produjo uno de los hechos que ha generado diferencias de opinión a ambos lados del Estrecho de la Florida: el abandono de la cabeza de playa y el traslado de las fuerzas de la Brigada 2506 de Playa Larga en dirección a Girón, aprovechando la retirada de las fuerzas castristas que los habían estado atacando toda la noche. La retirada se efectuó sin problemas, sobre los camiones artillados de la brigada, con los tanques y los heridos, sin ninguna interferencia de la aviación o la artillería castrista.
J. C. Rodríguez en su libro (esta es la opinión de los castristas) le achaca a Oliva que abandonó la posición, que se retiró con una fuerza considerable (300 hombres aproximadamente) y sin ofrecer resistencia a lo largo de los 39 km que separan Playa Larga de Playa Girón, opina que Oliva temía que se repitiera la ofensiva de la madrugada y no poder resistir esta vez. No considera que la falta de municiones fuera razón suficiente para esta retirada, basándose en unos informes recibidos en el Quarter Eyes del Pentágono (en los que Oliva reclamaba apoyo aéreo pero no se quejaba de escasez de municiones), la razón puede ser que estos informes se recibían con muchas horas de retraso.
Sin embargo reconoce que de no haberse retirado pronto hubiese quedado cercado por los batallones de milicianos que se habían enviado a campo través para dividir las dos cabezas de playa ocupadas por los invasores, y que afortunadamente para ellos se perdieron en la noche; en el transcurso del día ya con la luz lograron salir a la costa, con algunas horas de retraso, y ya cuando los camiones y los tanques enemigos habían pasado. Además reconoce que sin las fuerzas de Oliva, quizá la cabeza de playa de Girón hubiera caído esa misma noche.

Por la otra parte alegan como razón fundamental de la retirada y entrega de la cabeza de playa la falta de parque para tanques y morteros. Habían sufrido alrededor de 20 muertos y 50 heridos y ellos sí que no tenían posibilidad de obtener relevos. Además por los prisioneros capturados (entre ellos tanquistas) Oliva y Sueiro pudieron conocer la cantidad de fuerzas que estaba reuniendo el “Gallego” Fernández en el Central Australia, y calcularon que no podrían soportar otro ataque semejante. Tenían esperanzas de que durante la noche hubieran arribado suministros a Playa Girón, y pudieran reabastecerse.

Yo lo interpreto como una retirada estratégica, no defender una posición a ultranza hasta la muerte, sino retirarse sobre el cuerpo principal de las tropas amigas.

De todas formas la historiografía comunista convierte una derrota en victoria, al afirmar que el rechazado ataque de sus tropas la noche antes obligó a retirarse al batallón 2 de la B. 2506 de su posición en Playa Larga.

Una vez en Playa Girón estas fuerzas organizaron la defensa sobre la carretera hacia Playa Larga.

Aquí un mapa que muestra las posiciones que mantuvo la Brigada 2506 los días D+1 y D+2, se ve la disposición de los tanques y los paracaidistas

[apatrida]

Cuando los hombres de la Red Beach (Playa Larga) llegaron a Giron, Oliva y San Roman se reunieron y estudiaron la situación. Todavía se combatía en San Blas, donde los paracaidistas contenían con fuego de morteros a una columna de tropas castristas, y en el otro frente se esperaba en cualquier momento un ataque proveniente de Playa Larga, por la carretera de la costa. Todas las unidades estaban escasas de munición, y las granadas de mortero habían sido racionadas desde la medianoche.
Oliva sugirió que la Brigada atacara hacia el este, en dirección a Cienfuegos y tratara de alcanzar las montañas del Escambray. San Román se resistía a abandonar la lucha convencional y pasar a la guerra de guerrillas. El creía firmemente que si lograban aguantar hasta la noche, sin dudas serían reabastecidos mediante los barcos o por lanzamientos desde el aire. A las 10:30 del dia D+1, finalmente se logró un contacto por radio con el Blagar. San Román solicitó municiones, medicinas, equipo de comunicaciones y comida. Desde el barco de la CIA le aseguraron que todo esto sería suministrado esa noche mediante lanchas LCU y lanzamientos aéreos. Esto selló su decisión de permanecer en Girón. Desde el Blagar le dijeron que si las cosas se ponían muy feas, la Brigada sería evacuada de las playas. San Román replicó: “Yo no deseo ser evacuado, lo que deseamos es pertrechos y municiones. Lucharemos hasta el fin si es necesario”

Su actitud firme contrasta con la más pragmática de su 2º al mando, Erneido Oliva.

Ríos de tinta han corrido sobre esta decisión, muchos creen que era preferible haber tratado de escapar hacia las montañas del Escambray cuando aun la Brigada conservaba bastante de su poder combativo. Yo soy de la opinión que San Román hizo lo correcto, no sé que pensaran mis compañeros foristas al respecto, pero creo que las guerrillas no ganan guerras, y en Cuba ya hacía dos años que se combatía en las montañas contra los castristas con pocos resultados. Aun se prolongaría por varios años mas esta lucha desesperada, donde muchos valientes inútilmente cayeron, fueron fusilados o encarcelados muchos años.

Además se le había asegurado el apoyo de los norteamericanos, y como decían muchos brigadistas “Estamos con John Wayne, y John Wayne no puede perder”

Aquí unos comentarios de San Román al respecto:
“Cuando por fin encontramos un espacio de tiempo para reunirnos en contra del “tic tac” del reloj, Oliva propuso las montañas. Cuando yo le explique mis razones para mantener nuestras posiciones, el comprendió que eran de peso y mi decisión la única apropiada:
La razón numero uno fue mi fe en el Gobierno de los Estados Unidos y sus Fuerzas Armadas. En ningún momento cruzó por mi mente que habíamos sido abandonados con mi pequeña unidad (pequeña en número solamente) y críticos suministros, por el Tío Sam. Mi pensamiento era que algo había salido mal y se había encasquillado la maquinaria del gobierno. De que esta maquinaria no estaba haciendo su parte del plan, era evidente, pero eventualmente (pensaba yo) el problema sería resuelto, el apoyo restablecido y el Gobierno Cubano (Provisional) movido de inmediato a la cabeza de playa… yo estaba en comunicación con el Grupo Consejero de los EE.UU., (United States Advisory Group), en el Cuarto de Guerra (War Room), a través de Grayston Lynch, quien retrasmitía desde el Portaviones “Boxer” de la Armada Norteamericana… constantemente se me aseguro que la ayuda de los Estados Unidos venía en camino. Alguien no le estaba diciendo verdades a Gray y este estaba en el medio con la Casa Blanca a un lado y la Brigada al otro. El cambiar la dirección de nuestro ataque en un ángulo de 90 grados y correr hacia las montanas de Trinidad, a 90 kilómetros de distancia, no era necesario. El Tío Sam venia en camino. Todo lo que teníamos que hacer era mantenernos conteniendo al enemigo, al mismo tiempo que ahorrábamos municiones, en espera que la maquinaria del Tío Sam se desencasquillara...

Mi segunda consideración para no huir hacia las montanas y formar allí una unidad de guerrillas, fue táctica. Durante tres días Fidel Castro había estado presionando todos un ataque a la izquierda y frente de la cabeza de playa (Oeste: Playa Larga, Norte: Covadonga, Noroeste: Yaguaramas). Defendiendo mi flanco derecho (Este), tuve un Batallón al principio, pero más tarde, a medida que la situación en los frentes Oeste y Norte requerían más tropas, dejé este sector bajo la protección de una pequeña avanzada de seguridad. Este aproche oriental, camino de Playa Girón a Cienfuegos, jamás estuvo bajo ataque enemigo. Para el mal informado estratega en Washington, el camino de Cienfuegos lucia como limpio aproche a las montanas de Trinidad. Para mí, el soldado en la zona de combate, responsable por la vida de sus tropas, este camino lucia tan limpio, que olía a trampa. El porqué Fidel, que tan rápidamente había amasado a 60,000 hombres, en las peores rutas de aproche al objetivo, no se había molestado en organizar el frente oriental para destruir la Brigada; era una ecuación infantil. La sola razón militar, obvia, deletreaba que las intensiones de Fidel Castro era dejarnos, al parecer libre, esta ruta de escape que nos atrajera como carnada a una emboscada, que mirando a los números hubiera cogido de flanco a la Brigada contra el mar, envolviéndola en gigantesca pinza donde el terreno nos fuera desfavorable...

Dos semanas más tarde, sentados en el suelo de mi celda, Fidel Castro y yo discutimos este punto táctico. Sonriendo esta me dijo que mi decisión había sido la correcta y usó la cubanísima expresión: “Te estaba esperando con todos los hierros”

En efecto Castro tenía un batallón (el 326 bajo el mando del capitán Pupo) apostado en el camino de la costa, que forzosamente tendría que tomar al Brigada enemiga si quería marchar sobre el Escambray y a la vez mantener contacto con buques o aviones de reaprovisionamiento.

Bibliografía: The Bay of Pigs: A Struggle for Freedom; Major Joe R. English
Artículo Respuesta, de J. P. San Roman

Este es otro dibujo de LIFE, que ilustra el episodio ocurrido la noche del ataque a Playa Larga, cuando Máximo L. Cruz, jefe de la Compañía F del Bon 2, Brigada de Asalto 2506, usando balas trazadoras indicaba al bazookero donde estaba el tanque enemigo:



Foto de miembros de la Brigada y el Gobierno Provisional, aparecen Artime, San Román, Antonio Maceo (nieto del general independentista) y Toni Varona:

[apatrida]

José Ramón Fernández envió en la mañana del día D+1 (18-4-1961) a los batallones de milicias 123, 180 y 144, apoyados por tanques, a que reanudaran el ataque de las fuerzas castristas sobre Playa Larga, uno en la misma carretera donde la noche anterior habían sido batidos la Escuela de Milicias y la Columna Especial nº1. Se dispuso que los otros dos hicieran un movimiento envolvente, uno por el Sur a salir a la costa por Caleta del Rosario entre Playa Larga y Playa Girón, y cortar así en dos el territorio, y al otro por el Norte a salir al costado de Playa Larga por Buenaventura. Quizá si esto lo hubiesen hecho antes se hubiesen ahorrado muchas vidas.
Alrededor de las 8:00 a.m., cuando las tropas comenzaban a moverse contra las posiciones enemigas, aparece un grupo de civiles que vienen de Playa Larga y portan una bandera blanca. Informan que el enemigo abandonó la posición. El teniente Vázquez de la Garza regresa a Pálpite para comunicarle a Fernández lo que acaba de conocer. Al enterarse Castro pilló tremendo cabreo, según las anotaciones taquigráficas del “Punto Uno” que el mismo refiere en sus Reflexiones:
“11:42 hrs. A Augusto. Australia. ¡Es una vergüenza que esos tipos se hayan retirado para Playa Girón, es una vergüenza! Es una desidia que no hayan mandado aunque sea una compañía para cortarles la marcha, ¡si ya debían haber movilizado una compañía en la carretera!, saliendo de Soplillar ya debíamos haber llegado a la costa. ¿Tú se lo diste, a qué hora?, porque tú comprenderás lo sencillo que hubiera sido colocar una compañía en la costa y entonces cortar la retirada a esos señores, si no, van a seguir haciendo resistencia.”

“Bueno, ahora le vas a decir a Fernández de parte mía [...] ¡Qué tiene que avanzar…! Dile que siga lo que se le dijo….

“A Julio. Oye, yo voy a mandar a la aviación, ya que los han dejado escapar, cuando debieron haberlos perseguido. ¿Qué concepto de la guerra es ese? ¡Qué hacen con tanto cañón y con tanto tanque! Mira Julio, tú le dices de parte mía a la gente que agarren los tanques o lo que tengan a mano y que los vayan persiguiendo. Y, ¿no están persiguiendo al enemigo? ¡Díganme si tienen un pacto de no agresión con los mercenarios!”


“Eso es una vergüenza, Julio, tienes que mandar a perseguir a la gente esa inmediatamente. Yo voy a mandar a perseguirlos con los aviones. ¡Pero si tenemos antiaéreas hasta para hacer dulce! ¡Y que avancen los tanques que están ahí! Vamos a ver cómo los persiguen hasta Girón, no vaya a ir un barco a recogerlos y cojan los tanques y todo, enemigo que huye no hace resistencia.

Cáiganle con los tanques. Si ustedes hicieran eso, ¡qué bien harían! Pero se les van a ir los mercenarios, ¡acuérdate que te lo digo!, ¡se van a ir los mercenarios! ¡Pero háganlo, por su madre, para ver si de día, porque los tanques viajan mejor de día! [...]

Dile que los tanques que están ahí, que no hagan más reparación ni un carajo, que se unan a los otros y que los persiga. Los morteros y antiaéreas detrás. Vamos a realizar el plan de anoche, que están en retirada.”

Los lectores amplifiquen estas palabras hasta el nivel de gritos y añádanle algunos insultos y palabras indebidas y se harán una idea de cómo fue la cosa

[apatrida]

Las prisas y el apresuramiento que metió Castro a sus subordinados fue la causa de otro desastre para los milicianos:
Según cuenta en la Tercera parte y final de la entrevista realizada al General de División (r) José Ramón Fernández por Magali García Moré:

“Alrededor de las 12:00 del día 18, ya tomada Playa Larga y acabado de recibir al Batallón 123, ordené que la agrupación de tropas que formé, encabezada por ese batallón, avanzara hacia Girón. Los tanques irían a la cabeza y los seguirían, a pie, los milicianos del Batallón, mientras que parte de la compañía ligera de combate marcharía sobre los tanques. Formaban parte de la columna dos baterías de ametralladoras cuádruples 12.7 mm.”

Es decir, el plan del Gallego Fernández, militar de academia, era que el Bon 123 de las milicias avanzaría desplegado en orden de combate cubiertos por artillería antiaérea. Pero poco después recibe un mensaje de Fidel Castro metiéndole prisas que lo obligó a cambiar su decisión, con las consecuencias imaginables:

"Urgente" desde el puesto de mando del Central Australia: "Dice Fidel que el enemigo está derrotado, que lo persigas sin tregua, pues es el momento sicológico. Ahora o nunca, es el momento".
Un poco después en las primeras horas de la tarde, recibí en un mensaje "Urgente" de las 12:15 horas del Puesto de Mando, la orden de que "Hay que tomar Girón antes de las 6:00 de la tarde".
Un oficial que exploraba el camino por donde transitaría la agrupación, regresó sobre sus pasos para informarnos que en catorce o dieciséis kilómetros hacia delante no había nada. Ni señas del enemigo.
Eso decidió que ordenara la salida de los ómnibus en los que había arribado a Playa Larga el Batallón 123 y debían recoger al batallón en el camino, para que la marcha se acelerara, con el propósito de atacar y tomar Girón en el plazo ordenado.
Por información anterior asumimos que ese batallón tendría protección aérea. No la tuvo y a la altura de Punta Perdiz fue castigado con ametralladoras, cohetes y napalm por una escuadrilla de B-26, tripulada por pilotos norteamericanos, según se ha confirmado en documentación desclasificada. Fue elevado el saldo de muertos y heridos entre nuestros combatientes y el ataque ocasionó la consiguiente desorganización.
Me personé de inmediato en el lugar, que era a la cabeza de la columna. Se evacuaban los heridos, ardían los vehículos y reinaba allí todo el desorden que es de imaginar en situaciones semejantes.”
Como resultado se paralizó el ataque sobre Girón en esta dirección hasta el siguiente día.

Columna del Bon 123 antes de partir:


Después del ataque:


Cuerpo carbonizado de un miliciano:

[apatrida]

El comandante de la Brigada, San Román, en su artículo Respuesta escribió: “La Fuerza Aérea de la Brigada, más que profesional, escribió página tras página de gloria sobre un cielo azul con matices de rojo, cuando sus experimentados y bravos pilotos daban sus vidas en misiones suicidas, al tratar de ayudar a sus hermanos en tierra, en desigual lucha contra mejores y más veloces aviones enemigos. “

No obstante, ya el dia D+1 (18-4-1961), el agotamiento por las muchas horas de vuelo entre Nicaragua y Cuba, la pérdida de muchos compañeros que cayeron indefensos y sin protección de cazas y el stress que toda esta situación producía, estaban haciendo mella en los pilotos cubanos de la Brigada 2506. Muchos se negaban a volar, se dio el caso de uno que saltó de la cabina a punto de despegar.

Por todo esto, Richard Bissel, Jefe de operaciones de la CIA, había autorizado ese día la participación en acciones de combate contra Castro de los pilotos instructores norteamericanos, de la Guardia Nacional de Alabama, que lo habían solicitado. Inmediatamente, aguijoneados en su amor propio, se ofrecieron voluntarios 4 equipos de pilotos cubanos para acompañarlos. El martes 18 de abril, a las dos de la tarde, despegaron desde Puerto Cabezas 6 aviones B-26 de ataque hacia Cuba. Cuatro de los aviones eran conducidos por pilotos cubanos: Zúñiga, García, Soto y Ponzoa; los otros dos eran pilotados por pilotos norteamericanos: Seigrist Simpson —cuyo verdadero nombre era Billy Goodwin y que tenía de copiloto a Gustavo Villoldo—, y un piloto conocido por "Peter" (Doug Price), quien llevaba de copiloto a Alberto Pérez Sordo.
Esta misión del día 18 fue la más exitosa de todas las realizadas por la aviación anticastrista. Atacaron con napalm, bombas, ametralladoras y rockets un convoy en marcha de las fuerzas revolucionarias en la carretera de Playa Larga a Girón, provocando numerosas bajas y destruyendo los equipos. El hecho de no coincidir el momento del ataque con la presencia en la zona de aviones de las fuerzas aéreas revolucionarias, hizo posible el éxito de las mismas.
Aquí un relato de Seigrist, uno de los pilotos norteamericanos:

.[…] Una banda azul en el equipamiento de tierra, aviones, o como una marca en el suelo, era nuestra identificación. Todo lo que en Cuba no mostrara esta franja, era un blanco legítimo. Nuestros seis aviones arribaron a Bahía de Cochinos aproximadamente una hora antes de oscurecer, en cuanto tuvimos la costa a la vista nos desplegamos, armamos nuestros conmutadores y probamos nuestras armas.
Mi avión llevaba 8 bombas de fragmentación de 225 libras, 8 cohetes de fragmentación, y las 8 ametralladoras cal .50. Algunos otros llevaban bombas de napalm. A medida que nos acercábamos a la costa pude ver un convoy de vehículos que venían desde el interior por el único camino a lo largo de la playa. Yo sabía que nuestras tropas de tierra no tenían suficiente material para armar semejante convoy, y además ninguna banda azul era visible.
Decidí ir a por ellos, abrí las puertas de mi bodega de bombas mientras me alineaba para el ataque. Gradué el temporizador para liberar todas las bombas con un intervalo de 4 segundos entre una y otra. Cuando estuve en línea con el primer tanque, empecé el picado, cuando lo tuve a mi alcance solté las bombas, y aprté el gatillo de las ametralladoras mientras sobrevolaba a todo lo largo el convoy.
Me volví inmediatamente haciendo un giro de 270º para atravesar el convoy y disparar mis cohetes. Disparé dos cohetes y pude ver que rebotaban contra los tanques y explotaban en el aire.
Volví al ataque para disparar el resto de los cohetes sobre los tres últimos camiones del convoy, que arrastraban piezas de artillería. Ya a estas alturas tenía vacios mis magazines, a excepción de algunas balas .50 que reservé para caso de emergencia, y me alejé un poco y pude observar como el otro B26 completaba sus pases.
Tan pronto terminó su ataque, abandonamos el área. El convoy parecía en muy mal estado cuando nos marchamos, pero tengo mis dudas sobre el daño causado a los tanques. El sistema de sujección del avión de Doug había recibido un disparo y estaba teniendo algunas dificultades para controlarlo. Le animé a que soltara los tanques auxiliares, trató pero se mantuvieron colgando. Finalmente logró controlar el aparato. Todos recibimos algunos disparos, pero sin causar gran daño y nadie resultó herido.
Más tarde nos informaron que dos T33 de Castro habían arribado al lugar menos de un minuto después de terminar nuestro ataque. Logramos aterrizar en Puerto Cabezas después de anochecido, ya escasos de combustible…”

Fuente: Air America at the Bay of Pigs by Dr. Joe F. Leeker
Periodico Granma.


Autobús del Bon 123 de la MNR:


Cuadro del pintor militar norteamericano Jeff Bass sobre este ataque aéreo:

[apatrida]

D+1 (18-4-1961): Exceptuando la destrucción de la columna que marchaba sobre Playa Girón desde Playa Larga, al parecer no se produjeron combates de mayor importancia este día, las fuerzas comunistas se dedicaron a presionar un poco en la dirección Covadonga-San Blas- Girón pero sin lanzarse a fondo. Quizá por esto Castro se personó de nuevo en este teatro de operaciones al atardecer de este día, para agitar a sus comandantes y lanzarlos a la acción.
En sus Reflexiones Castro se queja de falta de información sobre lo que ocurría en la otra dirección del ataque de las fuerzas comunistas, la de Playa Larga-Girón:

“A las 21:00 horas el capitán Fernández escribió una nota al comandante Augusto Martínez donde le informa sobre la situación en su frente:

“1. Pensamos avanzar hasta hacer contacto con el enemigo en Girón. Creemos poder hacer llegar nuestras líneas a unos 2-3 kilómetros de Girón.

“2. Estamos situando en posición a los 122, también los morteros. Le ruego me envíe dos baterías más de morteros 120 ahora, para poder usarlas, con todo ello haré un fuego sobre el enemigo durante la noche.

“3. Al amanecer pensamos atacar con artillería, infantería, tanques y avance de la infantería sobre Girón.

“4. En vista de la experiencia pensamos en la necesidad de una grúa para sacar tanques averiados. Pedir urgente esteras de tanques a Managua.

Fernández”

…Esa es toda la información que recibo de Fernández el 18 de abril desde las 10:30 horas. Habían transcurrido más de 10 horas sin que el Puesto de Mando Central recibiera noticia alguna de lo ocurrido en la dirección Playa Larga-Girón. De Haroldo y López Cuba, jefes de la Columna 1 y de los tanques y blindados que atacaron Playa Larga, no se recibió ese día noticia alguna. (Estas unidades estaban en el central Australia, en la reserva, “lamiéndose las heridas” podríamos decir.)
Esas horas las consagré a organizar las fuerzas revolucionarias que atacarían a los invasores desde el Norte y el Noreste de Girón.”

En horas de la noche se incorpora el Batallón de la Policía Nacional Revolucionaria en la dirección Playa Larga-Girón, bajo el mando del comandante Efigenio Amejeiras, Jefe de la Policía Castrista (en 1963 este comandaría la primera “misión internacionalista” de tropas cubanas cuando intervino a favor de Argelia en el conflicto contra Marruecos al mando de una compañía de tanques).

Esta fuerza originalmente tenía instrucciones de garantizar el orden y neutralizar junto con la Seguridad a los elementos contrarrevolucionarios, si se producía una invasión, pero se ve que fueron enviadas al frente de combate.

[apatrida]

dia D+1 (18-4-1961): En el Pentágono, la CIA y la Casa Blanca este fue un día de gran preocupación, enfrentaban una situación de crisis con respecto a la invasión:
La crisis militar, por la imposibilidad de abastecimiento logístico a la brigada 2506, perdida ya su capacidad ofensiva, y a punto de perder incluso su capacidad defensiva. En cuanto a las operaciones aéreas, el desastre era mayor aún. Con las pérdidas los días 15 y 17 de 10 de sus 16 B-26 y 10 tripulaciones la capacidad ofensiva aun utilizando como hicieron la tarde del día 18 a pilotos norteamericanos por primera vez, era impotente frente al total dominio aéreo de las FAR. Esto afectó a la moral, lo que se ve reflejado en la situación que fue enfrentada por los jefes de las operaciones aéreas en Happy Valley ante la negativa de la mayoría de los pilotos de origen cubano de participar en las operaciones planeadas para el día 19.

La crisis política derivada de lo anterior se hizo evidente en el intercambio de cartas el día 18 de Abril de 1961 entre Kruschev y Kennedy, aquí fragmentos de la carta amenazante del premier soviético al presidente americano:
“Señor Presidente: yo os envío este mensaje en una hora de alarma, llena de peligros para la paz del mundo entero. Una agresión armada contra Cuba ha comenzado. No es un secreto para nadie que las bandas armadas que tratan de invadir este país fueron entrenadas, equipadas y armadas en los Estados Unidos de América. Los aviones que están bombardeando las ciudades cubanas pertenecen a los Estados Unidos de América, las bombas que están cayendo están siendo facilitadas por el Gobierno estadounidense.

Todo esto evoca aquí en la Unión Soviética, un sentimiento de indignación comprensible por parte del gobierno soviético y el pueblo soviético…

…Todavía no es tarde para evitar lo irreparable. El Gobierno de los EE.UU. todavía tiene la posibilidad de no permitir que la llama de la guerra encendida por las intervenciones en Cuba pueda convertirse en una conflagración incomparable. Me acerco a usted, señor Presidente, con un llamado urgente para poner fin a la agresión contra la República de Cuba. La situación política mundial es tal en este momento que cualquier llamada "pequeña guerra" puede desencadenar una reacción en cadena en todas las partes del mundo.

En cuanto a la Unión Soviética se refiere, no debería haber ningún error respecto a nuestra posición: Vamos a dar al pueblo cubano y su gobierno toda la ayuda necesaria para repeler el ataque armado contra Cuba. Estamos sinceramente interesados en una relajación de la tensión internacional, pero si otros tratan de agudizarla, le contestaremos en plena medida…

Espero que el Gobierno de los EE.UU. tendrá en cuenta nuestros puntos de vista según lo dictado por la única preocupación de no permitir una situación que podría llevar al mundo a la catástrofe militar.”


Ese mismo día Kennedy le respondió:

MR. PRESIDENTE: Está en un error grave en lo que respecta a los acontecimientos en Cuba. Durante meses ha habido resistencia a la evidente y creciente dictadura de Castro. Más de 100.000 refugiados han huido recientemente de Cuba a los países vecinos. Su urgente esperanza es, naturalmente, ayudar a sus compatriotas en su lucha por la libertad. Muchos de estos refugiados lucharon junto con el Dr. Castro contra la dictadura de Batista, entre ellos destacados dirigentes de su propio movimiento original, y su gobierno.

Estos son signos inequívocos de que a los cubanos les es intolerable la negación de las libertades democráticas y la subversión del Movimiento 26 de Julio por un régimen dominado por extranjeros. No puede sorprender a nadie que, como la resistencia dentro de Cuba crece, los refugiados han utilizando todos los medios disponibles para regresar y apoyar a sus compatriotas en la continua lucha por la libertad. Donde las personas se les niega el derecho de elección, el recurso de la lucha es el único medio de lograr su libertad.

Ya he dicho, y repito ahora, que los Estados Unidos no se propone una intervención militar en Cuba. En el caso de una intervención militar por la fuerza fuera lo absolutamente necesario, cumpliremos con nuestras obligaciones bajo el sistema interamericano para proteger este hemisferio contra una agresión externa. No obstante la abstención de la intervención militar en Cuba, el pueblo de los Estados Unidos no oculta su admiración por los patriotas cubanos que desean ver un sistema democrático en una Cuba independiente. El gobierno de Estados Unidos no puede tomar ninguna acción para sofocar el espíritu de libertad.

He tomado buena nota de su afirmación de que los acontecimientos en Cuba podrían afectar la paz en todas partes del mundo. Confío en que esto no significa que el gobierno soviético, con la situación en Cuba como pretexto, tiene la intención de inflamar otras áreas del mundo. Me gustaría pensar que su gobierno tiene demasiado sentido de la responsabilidad para emprender cualquier empresa peligrosa para la paz general…

… El régimen en Cuba podría hacer una contribución similar al permitir que el pueblo cubano determinar libremente su propio futuro mediante procesos democráticos y la libertad de cooperar con sus vecinos de América Latina.

Yo creo, señor Presidente, que usted debe reconocer que los pueblos libres en todas partes del mundo no aceptan la afirmación de la inevitabilidad histórica de la revolución comunista. …. La gran revolución en la historia del hombre, pasado, presente y futuro, es la revolución de quienes están decididos a ser libres.

Como se ve había una especie de crisis entre las dos potencias, sin duda preludio delo que sería la Crisis de los Misiles de 1962.

Prensa española de la época:

[apatrida]

La fuente del mensaje anterior es:
The State Department web site, la web de La Vanguardia y el periódico Granma.


Los movimientos izquierdistas en todo el mundo comenzaron manifestaciones y protestas contra los USA y a favor del gobierno de Castro, seguramente instrumentados por la URSS, en cuya capital Moscú, hubo una gigantesca manifestación frente a la embajada americana que llegó al lanzamiento de piedras.

A pesar de la difícil situación de la Brigada de Asalto, esta no estaba perdida si recibía suministros y sobre todo apoyo aéreo que compensara su inferioridad en hombres y armas. En una reunión la noche del día 18 en la Casa Blanca, presidida por el Presidente Kennedy (que acababa de salir de una fiesta), estaban representantes del Consejo Nacional de Seguridad y los organizadores y ejecutores del plan de la invasión.
Por la CIA estaba presente el subdirector, Richard Bissell (el director de la CIA era Allen Dulles) , el Jefe de Operaciones Navales de la US Navy, Almirante Arleigh Burke, y otros participantes eran el general Lyman Lemnitzer, Robert Mc Namara, Lyndon Johnson y Dean Rusk.
Bisell hizo un recuento de la marcha de la operación, y del momento crítico en que se encontraba. Los de la CIA y los militares intentaban llevar al Presidente a decisiones conducentes a la participación directa de los aviones del portaaviones Essex en un último intento de apoyar a la brigada invasora.

En este marco se produjo un grave altercado entre el Almirante Arleigh Burke y el Presidente Kennedy:

“!Solo dos aviones, Mr. President!” Le gritó Burke en la cara a su comandante en jefe. El combativo almirante estaba lívido de cólera. Insistió que con solo dos jets del portaaviones Essex podría acabar con la aviación comunista cubana y así dar un vuelco a la situación. Kennedy comenzaba a perder la calma y contestó:

“Burke, nosotros no podemos involucrarnos en esto”

La situación se puso tensa cuando Burke reaccionó en tono airado:
“Nosotros pusimos a esos muchachos allí, Mr. President!”, "Por Dios, nosotros ya estamos involucrados!"

El almirante, héroe de la II Guerra Mundial, que había comandado la flota de destroyers americanos en la batalla de Leyte (una clase de destroyers americanos lleva su nombre) y tantas otras en el Pacífico, y participado también en la Guerra de Corea, era un viejo enemigo de Castro: había sido condecorado por el dictador Batista y agitaba contra Fidel casi tanto como Nixon. El almirante también había calificado como secuestro la retención de varios marines de la Base de Guantánamo por los guerrilleros de Castro, quienes los presentaron como testigos de los bombardeos batistianos a la Sierra en 1957. Ya en los inicios de 1960, Burke reclamaba acciones contra un Gobierno "en proceso de caer bajo la dominación del comunismo internacional"
Robert Kennedy reveló en 1964 que Burke casi se había insubordinado pocos días antes: "a pesar de las órdenes del presidente de que no se usasen fuerzas americanas, las dos primeras personas que desembarcaron en la Bahía de Cochinos eran americanos enviados por la CIA... oficiales operativos de la CIA dijeron a la brigada cubana que si el presidente tratase de bloquear la invasión, arrestasen a quienes lo dijeran y siguieran con ella adelante de todos modos." Los dos oficiales operativos de la CIA que iniciaron el desembarco eran William Robertson y Grayston Lynch. (Fuente: periódico Granma citando a Arthur Schlesinger. Robert Kennedy and his times. Ballantine Books. New York. 1978, pp. 486 y 487.)

Después de mucha insistencia, Kennedy solo aceptó enviar jets solo por 1 hora desde el portaviones Essex a proteger otros B-26, que al siguiente día (D+2) brindarían apoyo a la brigada 2506 y atacarían a las tropas castristas que los mantenían cercados.

Aquí una foto de Kennedy, Jacqueline, Jonhson, en Mayo del 1961 (solo un mes después de Bahía de Cochinos) mirando un lanzamiento espacial en la TV, al fondo el almirante Burke:


Almirante Burke en 1951:



Fuentes: Articulo de HUMBERTO FONTOVA: JFK LIED AND CUBANS DIED y periodico Granma.

[apatrida]

Noche del 18 al 19 de Abril de 1961:

El buque Caribe se encontraba demasiado lejos con un cargamento principalmente de abastecimiento para la aviación que debía operar desde la pista de Girón, pero el Atlantico, con mucha munición a bordo pudo reunirse con los otros barcos de la expedición sobre las 18:00 del 18 de Abril en un punto a 50 millas al Sur de Playa Girón, y comenzó a transferir su cargamento hacia las dos LCI's (Blagar y Barbara J) y 3 LCU's para que lo transportaran esa noche hacia la cabeza de playa.
Uno de los errores que se señalaron en las investigaciones que tuvieron lugar después de la batalla, señaló el hecho de que no se tuviera control de estos barcos de aprovisionamiento por parte de la CIA, cuando se retiraron el dia D de la cabeza de playa, lo que provocó que escaparan muy al Sur. Tuvo que ser la US Navy quien los localizara y convenciera para retornar al teatro de operaciones. Se dijo que a bordo debió de situarse personal de la CIA, cosa que no se hizo, quizá por la directiva de no implicar americanos en la operación. Como curiosidad podemos referir que según testimonio de algunos brigadistas, la tripulación de estos barcos era mayoritariamente compuesta por españoles, a quienes en Puerto Cabezas se les ofreció la oportunidad de continuar operando las naves y participar en la expedición, o quedar retenidos en Nicaragua. La mayoría optó por continuar a bordo. Quiza algún compañero forista tenga algún dato al respecto. La naviera era una tapadera conocida como García Line.
Para el momento que los abastecimientos quedaron transferidos y la flota de lanchas comenzó a moverse hacia el Norte, se hizo evidente que no se podría alcanzar la costa y descargar bajo el amparo de la noche. El comandante del convoy solicitó al CIA Operational Headquarters, en Washington, una escolta de destroyers o aviones de la U. S. Navy, sin la cual estaba seguro de perder todos sus barcos a la luz del día bajo un ataque aéreo.
Sabiendo de antemano que este apoyo había sido denegado por el Presidente en la reunión de la noche anterior, la CIA decidió suspender la ejecución de la misión a la luz del día, y mandó a detener el convoy de lanchas. De esta manera se perdió toda posibilidad de reavituallamiento de la Brigada por mar.

Cubierta del Barbara J:


Lanchas de desembarco en Playa Girón:


Alrededor de 1900, un C-54 de la Brigada realizó un lanzamiento de suministros
sobre el aeródromo de Girón. El viento soplaba y todos los bultos
fueron a dar a las ciénagas, donde un equipo trabajó toda la noche, pero
sólo se recuperó un pequeño porcentaje de los suministros. Otro C-54
hizo un segundo lanzamiento en las playas. La mayoría de los bultos se hundieron en el mar. Un grupo de hombres rana fueron capaces de recuperar aproximadamente la mitad de estos suministros.

Suministros enemigos capturados por los milicianos:


Al terminar el dia D+1, la cabeza de playa de la Brigada se había reducido sensiblemente. Por el Oeste, luego de haber ocupado Playa Larga, los comunistas, a pesar del ataque aéreo, se encontraban en Punta Perdices, a 11 km de Girón. Por el Norte, los paracaidistas del capitán Alejandro Del Valle resistían en San Blas, bombardeados por las baterías de 122mm de Castro, que realizaban su preparación artillera sobre las posiciones de la Brigada, en previsión del gran ataque del siguiente día, San Roman les envió como refuerzo a las 11 de la mañana el Batallón nº3, que hasta ese momento había estado en posiciones defensivas custodiando el camino que va por la Costa hacia el Este hacia Cienfuegos y que hasta entonces había tenido poca acción, con ordenes de subordinarse al jefe de los paracaidistas. La posición del Bon 3 fue cubierta por pequeñas unidades del Bon 4 y por un tanque. En en el otro bando, en esa dirección Oeste, en el camino de la costa hacia Cienfuegos y el Escambray, un batallón de milicianos esperaba emboscado por si ocurría un movimiento hacia esas montañas (Bon 326 Capt. Pupo).

Fuente: memorándum sobre la investigación que se llevó a cabo sobre esta operación, del 13 de Junio de 1961.
Libro “Girón: La batalla inevitable” de J. C. Rodríguez (libro publicado este año en Cuba):

[apatrida]

Dia D+2 (19-4-1961):


La primera batalla de este día se dio en el aire:

Para Gar Teegan, jefe de operaciones aéreas de la CIA en Happy Valley (Nicaragua), fue sumamente difícil convencer, después de horas de explicaciones, a apenas un pequeño grupo de los pilotos de la brigada 2506 que estuviese en disposición de seguir combatiendo. Los pilotos pedían sobre todo cobertura aérea de cazas para seguir volando.
La CIA finalmente autorizó al personal norteamericano de la Guardia Nacional de Alabama a volar aquel fatídico 19 de Abril. Los hombres fueron advertidos que si fuesen capturados, los Estados Unidos se desentenderían y manifestarían no conocer nada sobre ellos. A pesar de esta advertencia, 8 guardias nacionales de Alabama, quizá imbuidos por el espíritu caballeresco del antiguo Sur, se ofrecieron voluntarios. La formación estaría comandada por Billy "Dodo" Goodwin, y Gonzalo Herrera, piloto cubano conocido por "El Tigre". Los pilotos de Alabama Joe Shannon, Riley Shamburger, y Thomas Willard "Pete" Ray y los miembros de dotacion Leo F. Baker, Wade Gray, Nick Sedano, y James Vaughn también fueron voluntarios. Un segundo piloto cubano, Mario Zuñiga, y miembros de tripulación cubanos, dieron el paso al frente y se unieron a la fuerza de 6 B-26.

Joe Shannon en sus días como piloto de los B26 de la Guardia Nacional de Alabama:


Gar Teegan también les informó que los aviones tendrían cobertura protectora por los jets del portaaviones Essex durante una hora, al amanecer del día 19. Otro de los pilotos cubanos, Oscar Vega, se mostró pesimista: “Yo le dije que no iría si ellos no garantizaban la escolta… el me dio su palabra de honor que tendríamos esa escolta, y que justamente había recibido la confirmación desde Washington (Bisell había llamado a Teegan para informarle). Le dije: Voy a ir, pero si en Gran Caimán no aparecen los cazas, regresaré”.

A las 3:00 a.m. del D+2 (19-4-1961) despegaron de Happy Valley una formación de 7 bombarderos B26 para la última misión sobre Bahía de Cochinos. A la altura de Gran Caimán Vega no divisó a ningún jet de la Marina, dio la vuelta y regresó a Nicaragua. Por mala coordinación entre la CIA y la Marina, los aviones del Essex volaron sobre las playas una hora después que los B-26 de Happy Valley, irónicamente el puntillazo a la invasión vino dado por una última e increíble chapuza, al no tener en cuenta la diferencia horaria entre Nicaragua y Cuba, para más INRI la misma que existe entre la hora del Centro y la Costa Este de los USA, es decir que en los entrenamientos deberían estar acostumbrados a esta diferencia.

El sol estaba bajo aún cuando los B-26 de Shamburger y Shannon alcanzaron la costa sur de Cuba, algo al Este de Playa Girón. Hicieron un giro y se dirigieron hacia una gran nube de polvo que levantaba una columna en marcha para atacarla. En ese instante, dos jets T-33 de las Fuerzas Aéreas Revolucionarias, pilotados por Álvaro Prendes y Enrique Carreras, atacaron el avión de Gray y Shamburger, realizando numerosos impactos. El avión envuelto en llamas, se precipitó al mar en un ángulo cerrado. Shannon pudo observar que se acercaba el T-33 que había derribado a Shamburger. Maniobró con su lento B-26 desesperadamente, buscando el sol, acercándose y tratando de embestir al T-33 que lo esquivó, entonces descendió a vuelo rasante sobre el mar y se alejó hacia los buques de protección situados varias millas afuera. Logró regresar a la base de Puerto Cabezas.

Al acercarse a las playas, Billy Goodwin escuchó por radio las llamadas de auxilio y conoció de la muerte de Shamburger y Gray; sobrevolaron la zona de San Blas, donde recibieron abundante fuego antiaéreo, y su nave resultó impactada. Soltó la carga de bombas y napalm sin mucha efectividad y viró en redondo. Dos horas y media después aterrizaba en Happy Valley con un cohete que colgaba suspendido de su ala, con la cabeza hacia abajo. El cohete se arrastró por la pista, chisporroteó como una cerilla, pero afortunadamente no llegó a explotar.

Gonzalo Herrera también atacó a las tropas comunistas cerca de San Blas, con uno de los motores de su nave averiado por el fuego antiaéreo, escuchó las señales de auxilio de Shamburger por el radio. Voló rasante sobre la ciénaga e iniciaba el ascenso sobre el mar cuando escuchó otra llamada de auxilio: "May Day, May Day", y sintió poco después una explosión. Vio entonces cómo se animaba una bola de fuego cerca del central Australia, una milla a su derecha. Era el avión de Ray y Baker que había sido derribado.





Fuente: Las Operaciones Aéreas de la CIA, periódico Granma.
Libro “Girón: La batalla inevitable” de J. C. Rodríguez (libro publicado este año en Cuba):

[apatrida]

El apoyo a esta operación aérea descansaba fundamentalmente en el portaaviones Essex, comandado por el capitán S. S. (Pete) Searcy. Desde el mismo día 17 de abril el comandante de vuelo Mike Griffin asignó misiones a sus escuadrillas de jets A-4D. El propio oficial ejecutivo de vuelo, Jim Forgy, realizó al amanecer del 17 de abril un vuelo de reconocimiento sobre los puntos de invasión, acompañado del copiloto Tim Lanaham. Le llamó sumamente la atención y quedó profundamente preocupado por la magnitud de los combates en la zona de desembarco y la presencia de aviones de las Fuerzas Aéreas Revolucionarias atacando los barcos, aviones y la brigada en las playas.

Ese dia 17, volando a 25 mil pies detectó un T-33 de las FAR que acababa de atacar y hacer blanco en un B-26 de la CIA. Era el T-33 de Álvaro Prendes que acababa de derribar el B-26 pilotado por Piedra y Fernández. En misión ulterior, esa misma mañana, Forgy, siguiendo un trazo de humo negro, observó al acercarse el ataque exitoso de un Seafury de las FAR a un B-26 enemigo, que descendió rápidamente con su motor izquierdo despidiendo humo. El Seafury, pilotado por Douglas Rudd, había tocado mortalmente el B-26 de José Crespo, que se estrelló mar adentro posteriormente. Los pilotos americanos estaban deseosos de ayudar a sus camaradas, Forgy y otro jet A-4D se acercaron al mucho más lento Seafury en zafarrancho de combate, con el fin de evitar que rematara el B-26, pero la orden de atacar nunca fue recibida.

El mismo comandante de vuelo Griffin realizó misiones de observación sobre Playa Girón el día 18.

El día 19 de abril, Deacon Fickenscher, el oficial de enlace que tenía el almirante Burke en el portaaviones, recibió a las 06:30 hrs. un mensaje desde Washington anunciándole que se autorizaba, por el Presidente Kennedy, la protección por parte de los jets del portaaviones a los B-26 que, procedentes de Happy Valley, atacarían a las fuerzas revolucionarias. A las 07:30 hrs. despegaron 4 Sky Hawks del Essex. La escuadrilla estaba comandada por Mike Griffin. A los aviones les habían sido borradas con pintura las insignias de la USAF, para enmascararlos. La misión era de protección pasiva, pero tenían autorización de entrar en combate si las circunstancias lo demandaban.

Durante una hora y 45 minutos la escuadrilla recorrió inútilmente Playa Girón. Volaba a 20 mil pies de altura y a velocidad reducida, para ahorrar combustible. Era tarde. De los 5 aviones B-26 procedentes de Happy Valley, 2 habían sido derribados temprano esa mañana. Los pilotos de los Sky Hawks pudieron observar impotentes los combates en tierra, cómo las fuerzas de la Brigada eran arrinconadas contra el mar y escucharon sus llamadas de auxilio.

Abajo, en Playa Girón y Playa Larga, en pleno combate, los hombres de ambos bandos pudieron ver el patrullaje estéril de los Sky Hawks del comandante Griffin. Durante el resto del día, los aviones del Essex volaron sobre Girón. Sam Sayers, jefe de una de las escuadrillas, presenció cómo los invasores eran "echados al océano", según propia expresión. Él asistió indignado desde el aire a la derrota final de la brigada invasora. La presenció desde gran altura, pues como él mismo reportara, recibió permanentemente fuego desde tierra, sin tener autorizacion para responder o ayudar a los brigadistas.

Fuente: Las Operaciones Aéreas de la CIA, periódico Granma.

Skyhawk aterrizando sobre la cubierta del USS Essex:

[Satur]

Apátrida, los aviones no son A-4D Skyhawk, sino F-4D Skyray, que serían redenominados F-6 Skyray cuando se unificaron las designaciones de la USAF y la US Navy. Al menos el de la foto lo es, imagino que se usarían esos cazas.

[apatrida]

Segun las fuentes consultadas, los aviones del USSEssex que sobrevolaron Bahía de Cochinos fueron los A-4D Skyhawk del escuadron "Blue Blaster", asi que es posible que la foto este equivocada.
Por cierto que tengo algunas dudas que quiza algun compañero con mas conocimientos me pueda aclarar: ¿Eran cazas estos Skyhawks? Quiza no porque tengo entendido que la Task Force Alpha, cuyo buque principal era el portaaviones Essex tenia un rol fundamentalmente antisubmarino, al menos en la anterior decada de los 1950´s, quiza en los 1960´s este rol cambió, o se consideró que los Skyhawks eran suficientes para lidiar en el teatro de operaciones de Cuba.
Los Sea Fury de Castro ¿eran cazas? Me inclino a pensar que no, tuvieron mucho exito contra los buques en Bahia de Cochinos, y como cazas tambien fueron exitosos contra los B26 que eran de una generacion anterior.
Los reactores Lockheed T33 de Castro tengo entendido que eran entrenadores, pero estaban armados y como cazas tambien fueron exitosos contra los B26 que eran de una generacion anterior.
Creo que estos dos ultimos aviones nada podrian hacer contra los mas modernos Skyhawks.

Sea Fury castrista:


Este es un T33 cubano, esta foto es de antes del triunfo d ela revolucion castrista, todavía tiene las marcas de la FAEC (Fuerza Aerea Ejercito Cuba) que despues serian cambiadas por FAR (Fuerza Aerea Revolucionaria):

By apatrida at 2011-07-24

[Hicks]

Saludos Apatrida, el escuadron Blue Baster, es el VFA-34 y en 1961 era un escuadrón de ataque (VA-34). El Skyhawk es un avion de ataque, pero como muchos, puede ser armados con misiles Sidewinder para autodefensa, y sus cañones de 20 mm tampoco se pueden subestimar. Han sido utilizados como agresores en los entrenamientos de la US Navy (recordad Top Gun), por que se considera (aunque es discutible) que sus capacidades aire-aire son parecidas a los cazas subsonicos rusos.

Los Sea Fury eran y son cazas, otra cuestion es que en los 60 fuese un caza obsoleto. Como muchos otros cazas obsoletos, fue reciclado a avión de ataque a tierra, labor en la que lo utilizaron los britanicos en la guerra de Corea.

Los T-33 son entrenadores a reacción, derivados de los cazas F-80 que volaron a finales de los 40 y principios de los 50. Por lo que aunque limitada mantenian su capacidad aire-aire.

En cualquier manera, los más modernos Skyhawk, aunque en teoria aviones de ataque, no hubiesen tenido rival entre los obsoletos cazas castristas.