La agradable tarde del lunes en el pueblo está de lo más concurrida, nada hace presagiar la tragedia, el mercado bulle de aldeanos que hacen sus compras, la plaza está más abarrotada de lo normal, hay soldados y civiles de la zona de Eibar que se repliegan por la presión de las IV y I Brigadas Navarras de Solchaga. De repente, reaparece el aparato y comienza la pesadilla, ya ha arrojado su mortífera carga de bombas, las explosiones paralizan a la gente, el terror es el protagonista ahora, casi sin tiempo de buscar refugio se les echan encima la escuadrilla de Moreu que sobrevuela Garay mientras su comandante marca el objetivo. Desde Santa Clara los fusiles nada pueden hacer para frenar la acometida que encauzan de este a oeste de la villa los tres Heinkel 111 y sus escoltas los Messerschmitt BF109, las bombas explosivas quiebran los edificios mientras las incendiarias completan el trabajo. Todo es fuego, humo y polvo, la población busca el refugio que ha construido Rufino Unceta, el de la fábrica de armas ASTRA, pero los números no están hoy para los de Guernica, un proyectil acaba de destrozar el refugio matando a docenas de personas.
Mientras los Heinkels vuelven a su base, desde Vitoria y otra vez Burgos, parte la segunda oleada comandada por Knauer, Beust y Krafft, esta vez son Junkers 52/3M y Heinkels 51 escoltados por Messerschmitt BF109; han pasado 20 minutos, el procedimiento siempre es el mismo, primero las bombas explosivas, luego las incendiarias y entre medio los proyectiles de los Me-109, una y otra vez (6 veces) y hasta la 19:30 horas. El peor ataque se realiza en torno a las seis de la tarde, protagonizado por tres escuadrillas de Ju-52 (19 aparatos) escoltados 10 cazas Fiat y Me-109. En tres horas se han arrojado un número aproximado de 5.771 bombas (39 de 250 kgs., 260 de 50 kgs. y 5.472 de 1 kg.), 28,22 toneladas de explosivos que han destruido el 74,4% (271) de los edificios y han matado a un número aproximado de entre 250 y 300 personas. El ejercicio ha terminado, Wolfgang von Richtofen, Jefe del Estado Mayor de la Legión Cóndor y el coronel Juan Vigón, Jefe del Estado Mayor de Mola que supervisan la operación desde un observatorio localizado en las cercanías se sienten satisfechos de los resultados alcanzados, la Blitzkrieg está a punto.
En memoria de los caídos un día como hoy de hace 70 años. No olvidar, si perdonar.
Fuentes:
-Leguineche, M.: Guernica, un horror experimental. Los Grandes Hechos del Siglo XX, vol. 5. ediciones Orbis, S.A., 1982.
-La Guerra Civil mes a mes, vol. 12: El bombardeo de Guernica. Unidad Editorial, S.A., 2005.
-Fotos obtenidas de Internet.
