UNIDADES DE ESQUIADORES EN EL PIRINEO
Publicado: 14 Nov 2007
ANTECEDENTES
Las primeras unidades de esquiadores del Ejército español nacen en 1926 como unidades de tipo sección encuadradas en los 12 batallones de montaña que por entonces existían. En 1927 se crea el Centro Militar de Montaña en Navacerrada, donde, a partir de 1930, se impartirán los cursos de esquí para cuadros de mando de dichas unidades que posteriormente instruirán a sus hombres.
En 1930 se reducen los batallones a 8, todos desplegados en los Pirineos. En las plantillas que se aprueban en mayo de 1931 desaparece la “sección de esquiadores” de los batallones de montaña, pero aparece una nueva denominada “sección de guías”. ¿Es solo un cambio de nombre y son estas, unidades de esquiadores? Cabe suponer que si. En cualquier caso, la plantilla de la sección de guías existente al inicio de la GCE tenía una plantilla de 1 oficial, 1 brigada, 2 cabos, 13 soldados y 2 mulas de carga.
Al comenzar la guerra, los batallones de montaña, unidades administrativas con categoría de cuerpo, al igual que los regimientos, generan numerosos batallones integrados en las Brigadas Navarras, pero son batallones de infantería “de línea”, y por tanto no se les puede considerar unidades de montaña, y perderían las iniciales secciones de guías.
El terreno
Se trata del macizo montañoso que separa los valles de Tena y el del Alto Ara. En ese escenario se enfrentaron los esquiadores republicanos contra los nacionales. Unos se apoyaban en Panticosa y los otros en Bujaruelo.
La divisoria de aguas discurre de norte a sur hasta que se encuentra la divisoria de la Sierra de Tendeñera, que corre de este a oeste formando ambas una especie de “T” invertida. Al sur de dicha sierra y, paralela a la misma, discurre el eje de comunicaciones que, cruzando por el puerto de Cotefablo, cuyo túnel estaba entonces en construcción, une ambas cuencas enlazando Biescas con Broto. Al pie de la sierra de Tendeñera, al oeste junto al río Gállego, se encuentra un estratégico fuerte del XIX, el de Santa Elena, autentica puerta de entrada al Valle de Tena. Las comunicaciones de sur a norte por la sierra de Tendeñera son casi imposibles por la verticalidad de sus escasos pasos. La divisoria del Ara presenta numeroso collados -Brazato, Espelunz y Tendeñera principalmente- por donde puede ser cruzada. La vertiente occidental, en manos de los nacionales, esta plagada de ibones (lagos) que, interconectados, son explotados para la producción hidroeléctrica por la central del Balneario de Panticosa. Toda la zona esta por encima de la cota 2.000 y es muy accidentada con grandes desniveles y abundante en aludes. Los bosques desaparecen a partir de los 1.900 m. de altitud. Toda la zona permanece cubierta de nieve desde noviembre a mayo y aun mas en las cumbres. La dureza del terreno la demuestra el hecho de que la mayoría de las bajas fueron causadas por aludes o despeñamientos.
BANDO NACIONAL
Génesis
El frente que se conforma en los Pirineos es responsabilidad de la 5ª División Orgánica. Toda la línea de contacto entre los republicanos y los sublevados corresponde a terreno de alta montaña, vedado a unidades convencionales, sobretodo en invierno. Ambos contendientes entienden rápidamente la necesidad de unidades especificas para operar en ese entorno, y se ponen manos a la obra.
El E.M. de la 5ª División Orgánica ordena, el 12 de noviembre del 36, la activación de una Compañía de Esquiadores independiente y designa para el mando de la misma al Capitán José Rodríguez Pérez, del Cuerpo de Inválidos. Este trata rápidamente de conseguir el equipo adecuado para lo que cuenta con la inestimable ayuda del club “Montañeros de Aragón” de Zaragoza, y del “Peña Guara” de Huesca. Muchos equipos son improvisados artesanalmente al encontrarse la industria especifica en el “otro lado”, o bien son donaciones de los clubes. Inicialmente, la única prenda común será una gorra de diseño propio con visera y orejeras sin botones.
Para la recluta se buscan voluntarios, “sanos, fuertes y duros para el sufrimiento”. Dos canteras los proporcionan: los originarios de los valles pirenaicos y los aficionados al montañismo de Huesca, Zaragoza y algunos evadidos catalanes que terminaran en el Tercio de Requetes de Nª Sª de Montserrat, entre ellos el famoso novelista José M. Gironella. Otro famoso voluntario de quince años es Tomás Pallás Sierra, fundador de la I y la II Bandera Paracaidista. La combinación de deportistas y naturales de la zona es perfecta, unos conocen el entorno y otros las técnicas mas “modernas” de movimiento por montaña invernal.
La compañía parte el 24 de diciembre a Candanchú donde dedica un mes a equiparse, instruirse y organizarse. Después se traslada al frente; le corresponde cubrirlo desde la frontera hasta la sierra de Tendeñera, y establece su Puesto de Mando en Panticosa.
La guerra
El terreno solo puede ser cubierto mediante posiciones aisladas desde la que parten rutinarias patrullas que realizan reconocimientos o descubiertas. Estas posiciones, normalmente de pelotón o escuadra, se solía relevar cada 15 días, si el tiempo lo permitía, por la dureza de la vida en ellas.
El 24 de abril sufre la compañía el primer ataque. Pierde la posición de Brazato defendida por 5 esquiadores, resultando uno muerto y otro herido. Dos días después es reconquistada la posición.
Además de cubrir su sector, y responsabilizarse de las comunicaciones con el Valle del Aragón, a través de los pasos de la Canal Roya, debe reforzar a la débil línea que defiende Sabiñanigo y alrededores cuando esta se ve amenazada. Por ello se crea una Sección Móvil que acudirá repetidas veces a distintos puntos amenazados, tanto en las operaciones de distracción de la ofensiva contra Huesca de junio del 37 como en la ofensiva republicana de septiembre.
En su sector de alta montaña, permaneció siempre a la defensiva, no realizando ningún intento contra la posición republicana mas cercana, la de San Nicolás de Bujaruelo. La ofensiva del Ejército Popular Republicano corto la carretera de entrada al valle por Biescas dejando en situación de semiaislamiento a las fuerzas en el valle de Tena. La comunicación solo era posible por los pasos de montaña entre Canfranc y el valle mediante reatas de mulas. Esta ruta atravesaba zonas de aludes en invierno y la compañía de esquiadores pago un importante tributo en vidas sepultadas por los desprendimientos.
Las fuerzas del sector se reorganizaron tras dicha ofensiva. La 63ª División se hizo cargo del sector y la compañía de esquiadores se fusionó con una compañía del Galicia y los supervivientes de la 2ª Centuria de Falange de Sabiñanigo y la Compañía de Voluntarios del Valle de Tena formando lo que se denomino “Batallón Mixto de Montaña” que después sera “de Esquiadores”.
Durante la ofensiva de Aragón del 38, el batallón será la fuerza mas septentrional del avance en persecución de la 43 División, y en el cerco y ataque a la bolsa de Bielsa. En esto ultimo destaca el batallón progresando por cotas superiores en ocasiones a 3.000 m, teniendo que recurrir a las técnicas de escalada.
En la ofensiva de Cataluña aparece encuadrado en la denominada Agrupación Alpina compuesta, además del batallón de esquiadores, de los 503, 513, 516 y 517, en la zona Llavorsí. Desarrollara un audaz ataque a la línea del EPR infiltrándose sobre esquís entre el 6 y el 11 de febrero.
BANDO REPUBLICANO
Génesis
Al disolver la Republica los restos del Ejército que quedaron en su zona tras el alzamiento fueron los sindicatos y los partidos los motores de la movilización. La situación es caótica y son muchas las formaciones “de montaña” que se crean: Grupo Alpino de Sabadell, Milicias Alpinas del PSUC, Milicias Alpinas Antifascistas, Columna de Montaña Ferrer y Guardia de la CNT, Grupo de Montaña del POUM... Lo que todos tiene en común es que reúnen a los militantes aficionados a la montaña. El teniente de caballería de complemento Josep Mª Benet Caparà-Rotés es elegido personalmente por Companys para poner orden y refundirlas en lo que, el 18 de septiembre del 36, se denominara oficialmente “Milicies Pirinenques”. Benet, que unía a su condición de militar su nacionalismo y simpatía por Ezquerra Republicana, era un gran aficionado al montañismo. Es una apuesta de la Generalitat por controlar alguna de las fuerzas político-militares que se generan. La dos primeras compañías que se forman, sobre el Alpino de Sabadell una, y sobre voluntarios de Estat Català veteranos de la expedición a Mallorca la otra, son enviadas al frente del Serrablo dónde se integran con las fuerzas de Bueno en lo que será el Batallón Alto Aragón, después 517 Batallón de la 130 Brigada Mixta. El 15 de noviembre se cambia el nombre por el de “Regiment Pirinenc nº 1 de Catalunya”, unidad administrativa que no táctica. Se generan 5 compañías mas, una de ellas de esquiadores, al mando del capitán Carlos Balaguer Todas se destinan a cubrir la frontera con Francia. La de Esquiadores, en diciembre, va la zona de Puigcerdá, donde se instruirá en técnica de esquí en la estación de La Molina. Allí sufrirá múltiples encontronazos con la “autoridad” anarco-cenetista del Consejo de la Cerdaña hasta que casi acaban en combates el 1 de marzo. Tras tensa negociaciones se decide en enviar la compañía de esquiadores a Barcelona. Ya ha pasado mas de medio año de guerra y la compañía no ha combatido. A la unidad se le acusa de “refugio del frente” para los hijos de la burguesía nacionalista catalana, conocidos como “columna Maisortim” (nunca salimos), o también como”maragaritas de Companys” en alusión a la edelweis que lucen en la gorra. Se mandan entonces al frente algunas compañías, pero la de esquiadores sigue en Barcelona. No será hasta finales de mayo en que los esquiadores, al mando del capitán Carles Balaguer, parten al frente con sus 137 hombres. Poco después se ordena la disolución del regimiento par integrase en la estructura militar del Estado Mayor Central. Se producen deserciones y peticiones de traslado pero finalmente, a mediados de junio se distribuyen las “margaritas” entre el 286 Batallón (72 BM) y el 405 (102 BM) o se licencian los que no están movilizados.
La guerra
La compañía de esquiadores se instala en Bujaruelo y llega a tiempo de participar en los movimientos de distracción de la ofensiva principal contra Huesca del 12 de junio. Concretamente trata de ejecutar un golpe de mano contra la posición de Brazato pero fracasa; una sección es detectada y rechazada y otra se retira pese a estar a distancia de asalto. Los esquiadores, tras esto, se integran de mala gana de mala gana en el batallón 286 o se licencian.
En verano se empezo a organizar em Barcelona un “Batallón Pirenaico” con los combatientes vasco que habian llegado via Francia. En el encontraron acomoso muchos de los “maragaritas” que se habían licenciado por no integrarse en la 72 BM. En ese batallón se activo una compañía de esquiadores y se le dio al mismo capita´n Carles Balaguer el mando. El batallón empezó a ser conocido como “Vasco-Catalán”. Al comienzo del invierno 37/38 se envió la compañía de EE a Benasque. Durante la ofensiva de Aragón no resistió su bautismo de fuego contra la 63 División ni el ataque de los Heinkel 51 del 3./J88. Se retiraron por Benasque hasta Fancia.
Allí decidieron todos sus miembros regresar por Cataluña, desplegando defensivamente en la zona fronteriza, entre el Segre y el Noguera Pallaresa. Apenas resistió a la ofensiva del 39 y huyo a Francia.
BIBLIOGRAFÍA
http://www.sbhac.net/Republica/Fuerzas/ ... enques.htm
Tropas en la nieve, Coronel García Polo. Revista Ejército.
Guera civil Aragón, VV.AA, ed. Delsan.
Las primeras unidades de esquiadores del Ejército español nacen en 1926 como unidades de tipo sección encuadradas en los 12 batallones de montaña que por entonces existían. En 1927 se crea el Centro Militar de Montaña en Navacerrada, donde, a partir de 1930, se impartirán los cursos de esquí para cuadros de mando de dichas unidades que posteriormente instruirán a sus hombres.
En 1930 se reducen los batallones a 8, todos desplegados en los Pirineos. En las plantillas que se aprueban en mayo de 1931 desaparece la “sección de esquiadores” de los batallones de montaña, pero aparece una nueva denominada “sección de guías”. ¿Es solo un cambio de nombre y son estas, unidades de esquiadores? Cabe suponer que si. En cualquier caso, la plantilla de la sección de guías existente al inicio de la GCE tenía una plantilla de 1 oficial, 1 brigada, 2 cabos, 13 soldados y 2 mulas de carga.
Al comenzar la guerra, los batallones de montaña, unidades administrativas con categoría de cuerpo, al igual que los regimientos, generan numerosos batallones integrados en las Brigadas Navarras, pero son batallones de infantería “de línea”, y por tanto no se les puede considerar unidades de montaña, y perderían las iniciales secciones de guías.
El terreno
Se trata del macizo montañoso que separa los valles de Tena y el del Alto Ara. En ese escenario se enfrentaron los esquiadores republicanos contra los nacionales. Unos se apoyaban en Panticosa y los otros en Bujaruelo.
La divisoria de aguas discurre de norte a sur hasta que se encuentra la divisoria de la Sierra de Tendeñera, que corre de este a oeste formando ambas una especie de “T” invertida. Al sur de dicha sierra y, paralela a la misma, discurre el eje de comunicaciones que, cruzando por el puerto de Cotefablo, cuyo túnel estaba entonces en construcción, une ambas cuencas enlazando Biescas con Broto. Al pie de la sierra de Tendeñera, al oeste junto al río Gállego, se encuentra un estratégico fuerte del XIX, el de Santa Elena, autentica puerta de entrada al Valle de Tena. Las comunicaciones de sur a norte por la sierra de Tendeñera son casi imposibles por la verticalidad de sus escasos pasos. La divisoria del Ara presenta numeroso collados -Brazato, Espelunz y Tendeñera principalmente- por donde puede ser cruzada. La vertiente occidental, en manos de los nacionales, esta plagada de ibones (lagos) que, interconectados, son explotados para la producción hidroeléctrica por la central del Balneario de Panticosa. Toda la zona esta por encima de la cota 2.000 y es muy accidentada con grandes desniveles y abundante en aludes. Los bosques desaparecen a partir de los 1.900 m. de altitud. Toda la zona permanece cubierta de nieve desde noviembre a mayo y aun mas en las cumbres. La dureza del terreno la demuestra el hecho de que la mayoría de las bajas fueron causadas por aludes o despeñamientos.
BANDO NACIONAL
Génesis
El frente que se conforma en los Pirineos es responsabilidad de la 5ª División Orgánica. Toda la línea de contacto entre los republicanos y los sublevados corresponde a terreno de alta montaña, vedado a unidades convencionales, sobretodo en invierno. Ambos contendientes entienden rápidamente la necesidad de unidades especificas para operar en ese entorno, y se ponen manos a la obra.
El E.M. de la 5ª División Orgánica ordena, el 12 de noviembre del 36, la activación de una Compañía de Esquiadores independiente y designa para el mando de la misma al Capitán José Rodríguez Pérez, del Cuerpo de Inválidos. Este trata rápidamente de conseguir el equipo adecuado para lo que cuenta con la inestimable ayuda del club “Montañeros de Aragón” de Zaragoza, y del “Peña Guara” de Huesca. Muchos equipos son improvisados artesanalmente al encontrarse la industria especifica en el “otro lado”, o bien son donaciones de los clubes. Inicialmente, la única prenda común será una gorra de diseño propio con visera y orejeras sin botones.
Para la recluta se buscan voluntarios, “sanos, fuertes y duros para el sufrimiento”. Dos canteras los proporcionan: los originarios de los valles pirenaicos y los aficionados al montañismo de Huesca, Zaragoza y algunos evadidos catalanes que terminaran en el Tercio de Requetes de Nª Sª de Montserrat, entre ellos el famoso novelista José M. Gironella. Otro famoso voluntario de quince años es Tomás Pallás Sierra, fundador de la I y la II Bandera Paracaidista. La combinación de deportistas y naturales de la zona es perfecta, unos conocen el entorno y otros las técnicas mas “modernas” de movimiento por montaña invernal.
La compañía parte el 24 de diciembre a Candanchú donde dedica un mes a equiparse, instruirse y organizarse. Después se traslada al frente; le corresponde cubrirlo desde la frontera hasta la sierra de Tendeñera, y establece su Puesto de Mando en Panticosa.
La guerra
El terreno solo puede ser cubierto mediante posiciones aisladas desde la que parten rutinarias patrullas que realizan reconocimientos o descubiertas. Estas posiciones, normalmente de pelotón o escuadra, se solía relevar cada 15 días, si el tiempo lo permitía, por la dureza de la vida en ellas.
El 24 de abril sufre la compañía el primer ataque. Pierde la posición de Brazato defendida por 5 esquiadores, resultando uno muerto y otro herido. Dos días después es reconquistada la posición.
Además de cubrir su sector, y responsabilizarse de las comunicaciones con el Valle del Aragón, a través de los pasos de la Canal Roya, debe reforzar a la débil línea que defiende Sabiñanigo y alrededores cuando esta se ve amenazada. Por ello se crea una Sección Móvil que acudirá repetidas veces a distintos puntos amenazados, tanto en las operaciones de distracción de la ofensiva contra Huesca de junio del 37 como en la ofensiva republicana de septiembre.
En su sector de alta montaña, permaneció siempre a la defensiva, no realizando ningún intento contra la posición republicana mas cercana, la de San Nicolás de Bujaruelo. La ofensiva del Ejército Popular Republicano corto la carretera de entrada al valle por Biescas dejando en situación de semiaislamiento a las fuerzas en el valle de Tena. La comunicación solo era posible por los pasos de montaña entre Canfranc y el valle mediante reatas de mulas. Esta ruta atravesaba zonas de aludes en invierno y la compañía de esquiadores pago un importante tributo en vidas sepultadas por los desprendimientos.
Las fuerzas del sector se reorganizaron tras dicha ofensiva. La 63ª División se hizo cargo del sector y la compañía de esquiadores se fusionó con una compañía del Galicia y los supervivientes de la 2ª Centuria de Falange de Sabiñanigo y la Compañía de Voluntarios del Valle de Tena formando lo que se denomino “Batallón Mixto de Montaña” que después sera “de Esquiadores”.
Durante la ofensiva de Aragón del 38, el batallón será la fuerza mas septentrional del avance en persecución de la 43 División, y en el cerco y ataque a la bolsa de Bielsa. En esto ultimo destaca el batallón progresando por cotas superiores en ocasiones a 3.000 m, teniendo que recurrir a las técnicas de escalada.
En la ofensiva de Cataluña aparece encuadrado en la denominada Agrupación Alpina compuesta, además del batallón de esquiadores, de los 503, 513, 516 y 517, en la zona Llavorsí. Desarrollara un audaz ataque a la línea del EPR infiltrándose sobre esquís entre el 6 y el 11 de febrero.
BANDO REPUBLICANO
Génesis
Al disolver la Republica los restos del Ejército que quedaron en su zona tras el alzamiento fueron los sindicatos y los partidos los motores de la movilización. La situación es caótica y son muchas las formaciones “de montaña” que se crean: Grupo Alpino de Sabadell, Milicias Alpinas del PSUC, Milicias Alpinas Antifascistas, Columna de Montaña Ferrer y Guardia de la CNT, Grupo de Montaña del POUM... Lo que todos tiene en común es que reúnen a los militantes aficionados a la montaña. El teniente de caballería de complemento Josep Mª Benet Caparà-Rotés es elegido personalmente por Companys para poner orden y refundirlas en lo que, el 18 de septiembre del 36, se denominara oficialmente “Milicies Pirinenques”. Benet, que unía a su condición de militar su nacionalismo y simpatía por Ezquerra Republicana, era un gran aficionado al montañismo. Es una apuesta de la Generalitat por controlar alguna de las fuerzas político-militares que se generan. La dos primeras compañías que se forman, sobre el Alpino de Sabadell una, y sobre voluntarios de Estat Català veteranos de la expedición a Mallorca la otra, son enviadas al frente del Serrablo dónde se integran con las fuerzas de Bueno en lo que será el Batallón Alto Aragón, después 517 Batallón de la 130 Brigada Mixta. El 15 de noviembre se cambia el nombre por el de “Regiment Pirinenc nº 1 de Catalunya”, unidad administrativa que no táctica. Se generan 5 compañías mas, una de ellas de esquiadores, al mando del capitán Carlos Balaguer Todas se destinan a cubrir la frontera con Francia. La de Esquiadores, en diciembre, va la zona de Puigcerdá, donde se instruirá en técnica de esquí en la estación de La Molina. Allí sufrirá múltiples encontronazos con la “autoridad” anarco-cenetista del Consejo de la Cerdaña hasta que casi acaban en combates el 1 de marzo. Tras tensa negociaciones se decide en enviar la compañía de esquiadores a Barcelona. Ya ha pasado mas de medio año de guerra y la compañía no ha combatido. A la unidad se le acusa de “refugio del frente” para los hijos de la burguesía nacionalista catalana, conocidos como “columna Maisortim” (nunca salimos), o también como”maragaritas de Companys” en alusión a la edelweis que lucen en la gorra. Se mandan entonces al frente algunas compañías, pero la de esquiadores sigue en Barcelona. No será hasta finales de mayo en que los esquiadores, al mando del capitán Carles Balaguer, parten al frente con sus 137 hombres. Poco después se ordena la disolución del regimiento par integrase en la estructura militar del Estado Mayor Central. Se producen deserciones y peticiones de traslado pero finalmente, a mediados de junio se distribuyen las “margaritas” entre el 286 Batallón (72 BM) y el 405 (102 BM) o se licencian los que no están movilizados.
La guerra
La compañía de esquiadores se instala en Bujaruelo y llega a tiempo de participar en los movimientos de distracción de la ofensiva principal contra Huesca del 12 de junio. Concretamente trata de ejecutar un golpe de mano contra la posición de Brazato pero fracasa; una sección es detectada y rechazada y otra se retira pese a estar a distancia de asalto. Los esquiadores, tras esto, se integran de mala gana de mala gana en el batallón 286 o se licencian.
En verano se empezo a organizar em Barcelona un “Batallón Pirenaico” con los combatientes vasco que habian llegado via Francia. En el encontraron acomoso muchos de los “maragaritas” que se habían licenciado por no integrarse en la 72 BM. En ese batallón se activo una compañía de esquiadores y se le dio al mismo capita´n Carles Balaguer el mando. El batallón empezó a ser conocido como “Vasco-Catalán”. Al comienzo del invierno 37/38 se envió la compañía de EE a Benasque. Durante la ofensiva de Aragón no resistió su bautismo de fuego contra la 63 División ni el ataque de los Heinkel 51 del 3./J88. Se retiraron por Benasque hasta Fancia.
Allí decidieron todos sus miembros regresar por Cataluña, desplegando defensivamente en la zona fronteriza, entre el Segre y el Noguera Pallaresa. Apenas resistió a la ofensiva del 39 y huyo a Francia.
BIBLIOGRAFÍA
http://www.sbhac.net/Republica/Fuerzas/ ... enques.htm
Tropas en la nieve, Coronel García Polo. Revista Ejército.
Guera civil Aragón, VV.AA, ed. Delsan.