La inquebrantable resistencia de Numancia.

Toda la Historia Militar desde la Prehistoria hasta 1453.

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La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por Schweijk »

LA INQUEBRANTABLE RESISTENCIA DE NUMANCIA

Autor: motorhead.


Contexto histórico:

La ciudad de Numancia protagonizó uno de los más valerosos actos de resistencia que se dieron en la conquista de la Península por las fuerzas romanas.

Una vez concluida la guerra contra los cartagineses los romanos decidieron quedarse en la península Ibérica. Tras las campañas de Sempronio Graco en el 180 a.C. y la firma de unos tratados con los pueblos indígenas, Hispania conocería un periodo de relativa calma. Pero esta calma no duraría siempre; en el año 153 a.C. los habitantes de Segeda, capital de los belos, cerca de Calatayud, debido al incremento de su población, decidieron ampliar las murallas. Este acto no fue bien visto por Roma que rompió los acuerdos, dando lugar a las denominadas guerras celtíberas, que darían más de un disgusto a la todopoderosa Roma.

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La campaña del cónsul Nobilior (153 a.C.):

El encargado de someter a los celtíberos fue el cónsul Quinto Fulvio Nobilior. El ejército romano lo formaban 2 legiones, sus tropas contaban en total con 20.000 legionarios, 7.000 auxiliares ibéricos y 2.500 jinetes.

Los segedanos, al no tener tiempo de completar sus defensas, buscaron refugio en territorio arévaco, cuya capital, Numancia, los acogió y decidió apoyar su causa, a pesar de los frecuentes enfrentamientos con sus vecinos y de las represalias que tomarían las legiones. (Esta relación de apoyo mutuo entre distintos pueblos ibéricos no fue lo corriente y nunca se produjo una unión de todos frente al invasor).

Nobilior llegó a Segeda y al encontrarla abandonada la arrasó y se dirigió a Numancia.

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Reconstrucción de Numancia en tres dimensiones.

Caro fue elegido caudillo de la rebelión indígena y se puso al mando de unos 25.000 hombres entre infantería y caballería. Rápidamente se dispuso a prepararles un recibimiento a los invasores. Caro no podía enfrentarse en campo abierto contra un ejército profesional que lo superaba ampliamente en armamento y cuestiones tácticas, pero sí podía prepararles una celada, ya que conocía el terreno perfectamente. Decidió situarse en la sierra de Santa Ana donde en la cobertura vegetal podía ocultar a sus hombres.

Una nube de polvo delataba la llegada de las tropas romanas que marchaban confiadas al ver como habían huido los de Segeda. Cuando la columna romana de más de 10 Km de longitud pasó frente a las huestes hispanas, estas se lanzaron contra los desprevenidos invasores. Tras horas de combate los romanos comenzaron a replegarse ordenadamente, pero la persecución celtíbera se hizo de forma indisciplinada, cada cual por su lado, sin el más mínimo orden y dejando los flancos sin proteger. La llegada de la caballería romana que marchaba prácticamente en su totalidad en retaguardia, en lugar de distribuirse también en vanguardia y en los flancos (como debería haber dispuesto el cónsul) frenó en seco la persecución indígena causando graves pérdidas en las fuerzas celtíberas y la muerte de su líder Caro. En total perecieron más de 6.000, pero el cónsul había perdido nada menos que 10.000 hombres. Vencer a los indígenas no sería tan fácil como pensaba el cónsul, pero las dificultades para Roma sólo acababan de comenzar.

Nobilior estableció su campamento a unos 4 Km de Numancia, en un lugar elevado cerca de Renieblas y esperó refuerzos. Entre estos destacaban 10 elefantes y unos 300 soldados de caballería númida del norte de África (de las mejores de la época).

Los romanos se pusieron de nuevo en marcha dispuestos a tomar Numancia mientras los celtíberos les esperaban a las puertas de la ciudad. La infantería ligera romana (vélites) armada con jabalinas comenzó a lanzarlas sobre los indígenas y éstos cargaron sobre los romanos. Nobilior mandó entonces avanzar a los elefantes que había situado en retaguardia y a la caballería, logrando romper las filas celtíberas que se retiraron a la ciudad. Una vez en el interior, los celtiberos comenzaron a lanzar todo tipo de proyectiles que habían ido almacenando contra las fuerzas invasoras. Una piedra de grandes dimensiones impactó sobre uno de los elefantes provocando la huida del animal hacia las filas de Nobilior, los demás paquidermos le siguieron causando el caos en los cuadros romanos. Los indígenas aprovecharon la situación y salieron en tromba de la ciudad cargando contra los romanos y haciendo huir a los invasores que sufrieron unas 4000 bajas y dejaron abandonado gran cantidad de material bélico.

A Nobilior no le quedó otra que retirarse a su campamento donde pasó un duro invierno, muchos soldados murieron a causa del frio y la escasez de víveres. La campaña había concluido. El balance para el cónsul era desastroso: Más de la mitad del ejército perdido y el prestigio de Roma en entredicho.

Tras el desastre sufrido por Nobilior, Roma envía en el 152 a.C. a un nuevo cónsul: Marcelo, quien con una combinación de fuerza y diplomacia logra apaciguar a los celtíberos. Pero una vez más el Senado romano (influenciado por la familia de los escipiones) rechaza los pactos y prefiere la lucha armada, siguiendo la política que venía aplicando Roma en otras partes de Europa.


La rebelión del 143 a.C.:

Las tribus celtíberas, entre ellas los arévacos, pacificadas precariamente por el cónsul Marcelo, se levantaron contra Roma instigadas por Viriato y alentadas por sus continuas victorias.

Roma ante la gravedad de los hechos, manda como cónsul a Metelo, uno de sus mejores generales, vencedor en Macedonia y Grecia, experimentado en mil batallas, metódico, inteligente y audaz.

Metelo, llamado el “Macedónico” por sus victorias en aquellas tierras, con un ejército de más de 22.000 soldados y unos 2.000 jinetes, concibe la guerra como una empresa lenta y metódica. Para impedir el avituallamiento de los numantinos arrasa la región limítrofe (la región Vaccea). Pero su mandato acaba antes de enfrentarse con los ya famosos arévacos de Numancia.

Su sucesor Q. Pompeyo Aulo llegó a Hispania en el año 141 a.C. Aunque falto de la experiencia de su antecesor, sí contaba con un ejército compuesto por tropas veteranas cuyo número ascendía a 30.000 infantes y 2.000 jinetes. Los numantinos por su parte, aislados tras la campaña de Metelo, sólo contaban con unas 8.000 personas contando mujeres y niños.

Esta vez los numantinos estaban capitaneados por Megara, y si el anterior caudillo, Caro, había empleado una de las tácticas favoritas de los celtíberos como era la celada, éste emplearía otra no menos eficaz: fingir la huída y cargar.

Los numantinos, durante el tiempo que duró la campaña de Metelo el Macedónico, se habían dedicado a construir una intrincada red de defensas alrededor de las murallas. Estas defensas consistían en todo tipo de trampas, zanjas y estacas afiladas. Megara, ante la llegada de las legiones a Numancia, hizo salir a sus hombres de la ciudad y cargar por sorpresa contra los romanos, que no daban crédito a lo que veían. Tras la carga, los celtíberos se retiraron de nuevo al interior de los muros y Pompeyo Aulo creyendo que el enemigo huía lanzó a sus hombres en su persecución, que fueron cayendo en las trampas que los numantinos les tenían preparadas. Éstos cargaron nuevamente aprovechando el desconcierto de las legiones y lograron hacerlas huir, sufriendo numerosas pérdidas.

Al año siguiente y tras varias escaramuzas, Pompeyo Aulo volvió a intentar tomar aquella dichosa ciudad que tantos quebraderos de cabeza estaba dando a los romanos. Para ello empleó esta vez una táctica de asedio. Desvió incluso el cauce del rio Duero que surtía de agua a la ciudad con la intención de que se rindieran. Pero los constantes hostigamientos arévacos hicieron que Pompeyo levantara el cerco. Una vez más los numantinos salían victoriosos ante un ejército consular mejor preparado.

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Guerreros celtíberos hacia el 130 a.C.


Numancia, un insulto a Roma:

Tras la marcha de Pompeyo Aulo, llegó a Hispania en el año 139 a.C. un nuevo cónsul, Popilio Lenas, dispuesto a tomar Numancia. Tras llegar a la ciudad y ver que no salía nadie a su encuentro, decidió asaltarla. Los romanos pertrechados de escalas comenzaron a subir por los muros, pero algo raro sucedía; la ciudad parecía desierta, no se veía a nadie ni siquiera eran hostigados los soldados que ascendían por las murallas. Esto dejó perplejos a los romanos que creyeron estar cayendo en una de las famosas emboscadas indígenas. El pánico se apoderó rápidamente de ellos y emprendieron la huida. Los arévacos, al ver la situación, salieron de sus escondites y cargaron contra los romanos causándoles cuantiosas bajas.

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Al año siguiente fue Hostilio Mancinio quién tomó el mando de las tropas romanas que, como de costumbre, rondaban los 25.000 hombres entre legionarios y auxiliares, y como sus antecesores se dispuso a tomar la ciudad. Cuando se preparaba para el asalto, una masa enfervorecida de unos 8.000 celtíberos se lanzó sobre él. Los romanos no lograron reaccionar a tiempo y se dieron a la fuga. Los ejércitos romanos se estrellaban una y otra vez contra aquella ciudad. Numancia se había convertido en un insulto al poder de Roma.


El final de Numancia:

"Escipión taló el país de los vacceos, recogió lo que podía servir para manutención de su ejército, a lo demás le puso fuego". (Apiano).

En el año 134 a.C. Numancia se había convertido en un insulto al imperio romano. La ciudad llevaba resistiendo 20 años los asaltos y asedios de los ejércitos consulares. En Roma, una plebe descontenta, hábilmente manipulada por la familia Escipión, reclamó que se hiciese cargo de la campaña contra los celtíberos un viejo general, Escipión Emiliano el Africano, vencedor de Cartago en el año 146 a.C. Pero el Senado, siempre temeroso del poder de los escipiones, y teniendo en cuenta la popularidad de éste, se opuso.

El malestar en Roma seguía aumentando y finalmente el Senado cedió a las presiones. Escipión Emiliano fue designado cónsul, por segunda vez, a la edad de 51 años. Con su nombramiento se habían quebrantando dos leyes: la que impedía su reelección como cónsul y la que establecía que el destino de éste se realizara por sorteo, ya que fue directamente enviado a Hispania.

Escipión Emiliano conocía la geografía hispánica y sabía cómo luchaban los valerosos pueblos celtíberos, ya que había estado con el cónsul Lúculo en el año 151 a.C. batallando contra los vacceos. El contingente de tropas que le asignaron al recién nombrado cónsul no llegaba a los 4.000 hombres; a estos hay que sumarles las tropas de campañas anteriores que se encontraban ya la Península, cuya disciplina era pésima y su estado y moral lamentables.

Escipión partió rápidamente hacia Tarraco, sabedor del duro trabajo que le esperaba. Comenzó a tomar medidas nada más llegar; primero expulsó a las prostitutas del campamento, a continuación mandó reparar la empalizada e impuso una dura disciplina a todos sus hombres. Llegó a teñirse la capa de negro en señal de luto hasta que sus tropas consiguieran una forma y disciplina aceptable. Así, tras largos meses de duro entrenamiento, en los que se realizaban diariamente largas marchas, se construían empalizadas y se cavaban fosos Escipión consiguió formar un ejército disciplinado que rondaba los 50.000 hombres.

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A comienzos del verano de 134 a.C. comenzó la campaña. Escipión pretendía primero sustraer todos los recursos que pudieran llegarles a los numantinos, tanto de hombres como de víveres, así que comenzó por asolar la región vecina. Puso rumbo a Ilerda (Lérida) donde se aprovisionaron y desde allí se dirigió a Palantia. En las cercanías de la ciudad, un nutrido grupo de soldados se dispuso a recolectar trigo de los campos de alrededor, pues eran grandes las necesidades de tan numeroso ejército. Después de todo un día de trabajo, al caer la tarde, cuando los soldados estaban cansados, aparecieron cientos de vacceos salidos de no se sabe dónde que les cayeron literalmente encima. Entre los soldados romanos cundió el pánico y al poco todos huían hacia el campamento dejando atrás las necesarias cargas de cereal. Cuando Escipión conoció la noticia mandó a la caballería a socorrer a sus hombres. Al ver a ésta llegar los celtíberos huyeron hacia el interior de un bosque, hasta donde fueron perseguidos por los romanos. Al llegar a un acantilado, cuando la caballería se había adentrado suficientemente en el bosque, comenzaron a salir miles de guerreros que cargaban impetuosos contra los jinetes. Una vez más los celtíberos hacían caer al invasor en una de sus ya famosas celadas, el propio Escipión tuvo que ponerse al frente de un destacamento para hacer retroceder a los indígenas y evitar una masacre. Tras varias cargas de caballería los celtíberos se retiraron, desapareciendo en la espesura del bosque y dirigiéndose a Palantia. Escipión sabía que le sería muy difícil tomar la ciudad y decidió pactar con los vacceos, que le entregaron gran número de provisiones. Además su objetivo era la ciudad del Duero y un largo asedio a Palentia ponía en peligro su misión.

El siguiente paso en la ruta hacia Numancia fue la ciudad de Coca, a la que llegaron atravesando el Duero, donde los romanos tuvieron una nueva refriega con los celtíberos. Pero el carácter paciente y calculador del cónsul, que rehuía batallas estériles, evitó que sus tropas fuesen víctima de otra encerrona.

Coca había sufrido una masacre provocada por Lúculo años antes. Éste, tras penetrar en la ciudad con la excusa de llevar a cabo un pacto, asesinó a todos los varones mayores de trece años. Así que cuando llegó la noticia de que se acercaba un gran ejército, sus habitantes se prepararon para defender su ciudad.

Pero el objetivo de Escipión era otro, y tras exigirles la entrega de provisiones y rehenes para asegurarse de que no ayudarían a los numantinos prosiguió su camino, aunque no tuvo reparos en saquear la región y asaltar las aldeas a su paso. En una de ellas los indígenas trataron de prepararle otra celada, pero el astuto cónsul evitó una vez más que sus soldados cayesen en la mortal trampa. Entonces llegaron noticias preocupantes para Escipión: un ejército se aproximaba por su retaguardia.

Pronto se supo que las tropas que llegaban eran los refuerzos númidas del norte de África, compuestos por infantería, caballería (considerada la mejor del mundo en la época), elefantes y arqueros, que fueron recibidos con júbilo por los romanos. A estas nuevas tropas se unieron también hispanos que el cónsul consiguió reclutar en la región, engrosando de esta forma su ejército hasta más de 60.000 hombres.

Unos tres meses después de la partida, a comienzos de septiembre de 134 a.C., Escipión llegó a Numancia. Estableció su campamento en el fuerte de Renieblas, construido a comienzos de la guerra numantina por Nobilior y mandó construir otros dos más, uno al norte y otro al sur de la ciudad, comenzando así las tareas de un asedio que Escipión tenía meticulosamente estudiado. Acto seguido comenzó el levantamiento de una extensa empalizada que rodeaba la ciudad, cuyo perímetro excedía los 10 Km. Ni que decir tiene que los arévacos trataron por todos los medios parar la obra, pero la gran actuación de los arqueros númidas situados en lugares elevados, así como las continuas cargas de la caballería romana dieron al traste con los intentos indígenas de impedir la construcción.

A lo largo de la empalizada el cónsul mandó construir un foso y torres, una cada 50 metros, provistas de catapultas. También se levantaron otros seis campamentos más, sumando un total de ocho (Alto Real, Dehesilla, Molino, Castillejo, Valdevortán, Traveseros, Peña Redonda y Rasa), que estaban unidos por la muralla que rodeaba la ciudad. Igualmente levantó dos castros para controlar el paso fluvial del Duero. Escipión no escatimó en medios y parece desorbitada la cantidad de recursos que empleó, tanto humanos como materiales, para tomar una ciudad que no pasaba de los 8.000 habitantes.

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Los escasos 4.000 guerreros que resistían realizaron constantes incursiones, pero no lograron detener la construcción y toda la población fue tomando conciencia del calvario que les esperaba. El consejo de la ciudad se reunió para ver qué medidas se iban a adoptar en tan gravísimas circunstancias y tras considerar varias propuestas se decidieron por un ataque en masa. Para ello fueron seleccionados la mitad de los hombres disponibles, que al amanecer se descolgaron por los muros y cayeron sobre los legionarios. La sorpresa hizo que la balanza se inclinara rápidamente del lado hispano, la feroz acometida de los arévacos logró romper la primera línea defensiva, pero los soldados de las torres dieron la voz de alarma encendiendo antorchas y rápidamente acudieron más hombres desde los fuertes cercanos a cubrir la brecha. Finalmente Escipión al mando de la caballería por el norte y su hermano por el sur lograron frenar la ofensiva. Numancia seguiría sitiada.

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Ataque fallido a la empalizada romana (133 a.C.)

Después del fallido intento el desánimo cundió en la ciudad, los días iban pasando y los alimentos disponibles comenzaban a escasear, la situación se tornaba trágica. El consejo volvió a reunirse, pero las opciones eran pocas y el pesimismo se adueñó de la sesión. Fue entonces cuando un joven de nombre Retógenes propuso un plan: él junto con otros cinco voluntarios burlarían el cerco y pedirían ayuda a las ciudades vecinas. La propuesta fue aceptada y Retógenes y sus compañeros, tras preparar todo lo necesario, salieron del campamento entrada ya la noche. Lograron pasar sin graves dificultades y sin ser vistos la primera línea del cerco, degollando a sus vigilantes. Cuando llegaron al muro treparon por la torre y dieron cuenta de sus ocupantes, matando a toda la guarnición que dormía. De pronto sonaron las trompetas de alarma y comenzaron a acudir soldados al lugar, pero para entonces Retógenes y los suyos se alejaban ya de la ciudad a lomos de unos caballos que habían logrado pasar. Durante los días siguientes recorrieron la comarca buscando entre los pueblos vecinos aliados para su causa. Pero sus habitantes, temerosos de las represalias de Escipión, les negaron su ayuda. Aunque decepcionados, Retógenes y los suyos no se rindieron y decidieron buscar auxilio en tierras más lejanas; finalmente lo encontraron en Lutia, donde 400 valerosos guerreros se unieron a su causa. El número de hombres con que contaba Retógenes era muy reducido comparado con el de Escipión, pero podrían complicarle las cosas a los romanos en la retaguardia y hostigar sus líneas de abastecimiento. A ello se disponían cuando unos traidores comunicaron sus intenciones a los romanos, que llegaron prestos al lugar. Los hombres fueron ajusticiados en la plaza amputándoles las manos. Después de esto nadie querría ayudar ya a los numantinos, cuya suerte estaba echada.

Retógenes y sus compañeros decidieron regresar a Numancia, a pesar de saber que significaría su muerte; cruzaron las defensas y el muro empleando la misma táctica que al salir. Cuando dieron la funesta noticia de que nadie vendría a salvarlos, un grueso manto de amargura y desanimo cubrió la ciudad. Las reservas se estaban agotando y todos conocían cuál sería el final. Pasaban los meses y las esporádicas incursiones que realizaban los arévacos no conseguían crear una brecha en el cerco, la situación empeoraba por momentos y surgieron las enfermedades, cobrándose numerosas vidas entre la famélica población. El consejo se reunió nuevamente decidiendo pactar con los romanos. Una delegación partió a parlamentar con Escipión, pero este, conocedor de la crítica situación en la que se encontraba la ciudad no aceptó condiciones de ningún tipo.

Los numantinos decidieron entonces realizar una última carga, en la que todos los hombres disponibles lucharían hasta el final, pues de todas formas iban a perecer de hambre y así al menos morirían luchando. Los escasos hombres que aún se mantenían en pie, famélicos y desnutridos, atacaron el sector más propicio para la ruptura del cerco. Comenzaron fulminando cuantos romanos les salían al paso, pero como se había puesto de manifiesto anteriormente, en cuanto llegaron de los fuertes cercanos los refuerzos la carga se detuvo. La presión de las tropas romanas, muy superiores numéricamente, y el hostigamiento de catapultas y arqueros, hicieron que exhaustos, los numantinos recularan al interior de la ciudad. Así las cosas, aceptaron la rendición incondicional y después de quemar todo lo que pudiera servir al invasor, la mayoría de los habitantes se quitó la vida antes de acabar como esclavo o asesinado a manos romanas. Estos cuando al fin entraron en la ciudad tras más de quince meses de asedio contemplaron un panorama dantesco lleno de cadáveres. La ciudad que había resistido durante dos décadas al invasor fue pasto de las llamas. Escipión regresó victorioso a Roma, pero en la Península quedaban aún pueblos que someter y pasaría más de siglo y medio hasta la plena integración de Hispania en el Imperio, anexión que solo se consiguió sobre un humeante cementerio de ruinas.

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Vista aérea de las ruinas de Numancia.


BIBLIOGRAFÍA:

APIANO. Historia romana.
CARO BAROJA, Julio. Los pueblos de España I. Alianza Editorial 2003.
ESTRABÓN. Geografía. Libro III.
NICOLET, C. Roma y la conquista del mundo mediterráneo. LABOR. Barcelona 1982.
ROLDÁN HERVÁS, José Manuel. Historia Antigua de España I. UNED, Madrid 2001.
SALINAS DE FRÍAS, M. Conquista y civilización de Celtiberia. Universidad de Salamanca 2002.
TITO LIVIO. Historia de Roma.


"No sé lo que hay que hacer, esto no es una guerra".

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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por pepero »

Una pregunta motorhead: ¿cual de los lideres romanos derrotados fue humillado por el senado al regresar a Roma? Ahora no recuerdo si fue en alguna de las acciones que narras en Numancia o fue en otra campaña romana. Hay que decir que les dimos trabajo.

Es curioso que en un enfrentamiento que les dio tanto trabajo a los romanos solo tenga un tema dedicado en el foro. Gracias por resolverlo.

Saludos.
Pepe
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por Lutzow »

Buen trabajo motorhead... :dpm: Me ha alegrado leerlo, me trae recuerdos de mis visitas a las ruinas de Numancia y la vista desde la colina de la ubicación de los campamentos romanos erigidos por Escipión... En el asedio final no tenían ninguna oportunidad, pero combatieron hasta el final eligiendo muchos la muerte antes que la esclavitud...

Saludos.
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Es mejor permanecer con la boca cerrada y parecer un idiota, que abrirla y confirmarlo...
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por lonesomeluigi »

A mi me parece un buen trabajo, claro que para mi estos temas de la antiguedad son tan desconocidos como para vosotros la Guerra Aérea de la 2ª GM.
Pero me ha resultado de agradable lectura y he aprendido entre otras cosas que la Campaña duró más años de lo que pensaba :dpm:

Realmente me ha gustado mucho :D
Mölders era conocido por su gran carácter. Sus hombres lo apodaron "Vati" (papaito), en reconocimiento a su actitud paterna hacia ellos y también por el cuidado que tuvo en su bienestar. Era una persona devotamente religiosa que exigía que todos los aviadores aliados capturados por aquellos bajo su mando fueran tratados civilmente, y que a menudo invitaba cuando podía a estos pilotos capturados a cenar con él.
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por Tirador »

Un artículo de buena lectura, aunque tenga algunas inexactitudes. Pero en general, tiene un buen nivel.
"Wellington esta acabado, Sire. Muy mal se nos tiene que dar".

Dicho por un ayudante de campo desconocido a Napoleón la mañana del 18 de junio de 1.815...

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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por motorhead »

pepero escribió:Una pregunta motorhead: ¿cual de los lideres romanos derrotados fue humillado por el senado al regresar a Roma? Ahora no recuerdo si fue en alguna de las acciones que narras en Numancia o fue en otra campaña romana. Hay que decir que les dimos trabajo.

Es curioso que en un enfrentamiento que les dio tanto trabajo a los romanos solo tenga un tema dedicado en el foro. Gracias por resolverlo.

Saludos.
Hostilio Mancino fue castigado por el senado a ser entregado a los numantinos por llegar a acuerdos perjudiciales para Roma, aunque los numantinos rechazaron la entrega.
"Como ignoraban que era imposible, lo hicieron"
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por Tirador »

Mancino fue abandonado, desnudo y atado, frente a la ciudad. Los numantinos deliberaron y decidieron ignorarle, con lo cual, después de varios días los romanos volvieron por el y le recogieron, devolviéndole a Roma. Después de esto no le pasó nada más, creo que incluso siguió manteniendo su puesto en el Senado.
"Wellington esta acabado, Sire. Muy mal se nos tiene que dar".

Dicho por un ayudante de campo desconocido a Napoleón la mañana del 18 de junio de 1.815...

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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por Poliorcetos »

Es cierto, no hay hilos sobre Numancia, Motorhead ha abierto brecha :dpm: . Tal vez sea porque hay unanimidad de criterios en general, poca debate posible.
Sin embargo hay algo que me intriga, aprovecho. Es la campaña contra los Vacceos, llegando al interior de la meseta, a Palencia o Coca, con un Simancas en el plano también. ¿Cómo es posible una operación de tal envergadura en la retaguardia? ¿Están bien los lugares? Mi idea es más de una auténtica operación de avance hacia el noroeste, que al verse imposibilitada por el acceso natural de Soria entre el valle del Ebro y el del Duero, pudo haber sido lanzada desde más al sur, buscando caminos alternativos. Es una idea simplemente. Los expertos lo tendréis mucho más claro.
Prometí también que no haré guerra ni paz ni pacto a no ser con el consejo de los obispos, nobles y hombres buenos, por cuyo consejo debo regirme.
IV Item. Decreta que Don Alfonso, Rey de León y de Galicia estableció en la Curia de León en 1.188
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por Schweijk »

Buen artículo, motorhead. Gracias. :dpm:
"No sé lo que hay que hacer, esto no es una guerra".

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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por Flavius Stilicho »

Me uno a las felicitaciones a Motorhead :dpm:
Poliorcetos escribió: Sin embargo hay algo que me intriga, aprovecho. Es la campaña contra los Vacceos, llegando al interior de la meseta, a Palencia o Coca, con un Simancas en el plano también. ¿Cómo es posible una operación de tal envergadura en la retaguardia? ¿Están bien los lugares? Mi idea es más de una auténtica operación de avance hacia el noroeste, que al verse imposibilitada por el acceso natural de Soria entre el valle del Ebro y el del Duero, pudo haber sido lanzada desde más al sur, buscando caminos alternativos. Es una idea simplemente. Los expertos lo tendréis mucho más claro.
Lo que tu dices dreo que sería mas bien la expedición de Lúculo en el 151 que se dirigió contra los vacceos y partió en principio desde el Tajo, marchando contra Cauca (Coca), Intercatia (Villanueva del Campo) y Pallantia (Palencia).
En la campaña de Escipión la intención parace haber sido empezar por privar a los numantinos de potenciales recursos al norte, en el valle del Ebro.
En realidad lo que se dice es que Escipión acampó inicialmente cerca de Numancia pero se deduce que no demasiado cerca; tras aprovisionarse y esquilmar los campos optó por no seguir la ruta directa hacia Numancia por peligrosa (es de suponer que la ruta a través de la sierra entre la Rioja y Soria) y dar un rodeo.
El rodeo parece mas largo del necesario pero lo cierto es que como se ha dicho Escipión había acompañado a Lúculo en su día, por lo que parece que optó por avanzar hasta tierras conocidas, por una zona en la que confiaba en ser capaz de ir forrajeando/obteniendo suministros suficientes, y de paso solucionar algunas cuestiones pendientes como la del trato recibido en el pasado por Coca, lo que implicaba dar un rodeo todavía más amplio.
"Con más facilidad se les llama bravos a los audaces que seguros a los prudentes".
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por Poliorcetos »

A eso me refería. Un gancho muy profundo. Una expedición impresionante. Como Escipión llegando a Coca. Como cuenta Motorhead, tal vez por estar medio conquistada la zona o ser paso más seguro, porque el rodeo era descomunal. Gracias Flavius.
Prometí también que no haré guerra ni paz ni pacto a no ser con el consejo de los obispos, nobles y hombres buenos, por cuyo consejo debo regirme.
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por motorhead »

Efectivamente el motivo del rodeo de Escipión en su campaña es tanto privar a los numantinos de víveres y posibles aliados, como el asegurarse su propio suministro.
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Rubén.
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por Rubén. »

Magnífico trabajo Motorhead.
Un resumen breve, pero con interesantes anécdotas y escaramuzas, de todo el prolongado asedio de Numancia, que si no me equivoco con sus más de 20 años, es el sitio más largo de la historia (o por lo menos uno de los más largos).

Saludos.

Rubén el Stuka.
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por Lutzow »

Veinte años pero muy interrumpidos, hasta donde yo sé el más largo de la Historia fue el de Candía, 21 años (perdón por el off-topic).

Saludos.
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Es mejor permanecer con la boca cerrada y parecer un idiota, que abrirla y confirmarlo...
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por motorhead »

Rubén. escribió:Magnífico trabajo Motorhead.
Un resumen breve, pero con interesantes anécdotas y escaramuzas, de todo el prolongado asedio de Numancia, que si no me equivoco con sus más de 20 años, es el sitio más largo de la historia (o por lo menos uno de los más largos).

Saludos.

Rubén el Stuka.
Muchas gracias, pero realmente fueron 20 años de contiendas intermitentes, el asedio que puso fin a la resistencia numantina sólo se prolongó durante unos meses.
Un saludo.
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por Bernardo Pascual »

Saludos a todos. Es un placer estar aquí.
Diré, a modo de presentación, que me interesa mucho la guerra de Numancia, y que llevo cuarenta años documentándome y tratando de desentrañarla. Tengo abierto un tema paralelo a éste en otro foro, pero, como supongo que no se puede hacer propaganda de la competencia, el que quiera que lo busque por su cuenta.
En principio, discrepo con la mayor parte de lo que se ha expuesto en el artículo, aunque reconozco que se adapta correctamente a la interpretación actual e, incluso, que abunda en detalles. Mi única objeción, en este sentido, es que no se cite a Schulten en la bibliografía, pues todo este relato, sea cierto o no, procede de él.
La primera pregunta, o el primer punto de desacuerdo, trata sobre la ubicación de Segeda, el foco de la revuelta y, por tanto, fundamental para entender los sucesos posteriores. ¿Podemos estar seguros al cien por cien de que se corresponde con el yacimiento zaragozano del Poyo de Mara o cabe la posibilidad, por remota que ahora parezca, de que se deba identificar con Segovia, la del acueducto?
Esto último, sin duda, cambiaría mucho las cosas. Entre otras, daría una satisfactoria respuesta, por ejemplo, a la inteligentísima duda que ha planteado Poliorcetos, la cual me ha recordado mucho mis primeros pasos.
Poliorcetos escribió:Es cierto, no hay hilos sobre Numancia, Motorhead ha abierto brecha :dpm: . Tal vez sea porque hay unanimidad de criterios en general, poca debate posible.
Sin embargo hay algo que me intriga, aprovecho. Es la campaña contra los Vacceos, llegando al interior de la meseta, a Palencia o Coca, con un Simancas en el plano también. ¿Cómo es posible una operación de tal envergadura en la retaguardia? ¿Están bien los lugares? Mi idea es más de una auténtica operación de avance hacia el noroeste, que al verse imposibilitada por el acceso natural de Soria entre el valle del Ebro y el del Duero, pudo haber sido lanzada desde más al sur, buscando caminos alternativos. Es una idea simplemente. Los expertos lo tendréis mucho más claro.
Lúculo cruza el Tajo, atraviesa el Sistema Central y ataca Coca. ¿Por qué no se menciona Segovia, lugar de paso obligado además de una ciudad mucho más importante?
Lúculo es enviado a la Península con la misión de continuar la guerra contra los arévacos, pero, entre tanto, Marcelo ha firmado la paz. ¿Hacia dónde se dirige Lúculo en primer lugar y dónde se reúnen ambos generales? Hay que tener en cuenta que, ese invierno, Marcelo lo pasó en Córdoba, reanudando las operaciones a partir de la primavera. La paz no se rubricaría, por tanto, sino al menos hasta comienzos del verano del año 151 antes de Cristo. Ambos sucesos, el armisticio y la llegada de Lúculo casi se solapan.
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“...Sin embargo, estoy convencido de que si nos ocurre lo que es propio de los hombres, el proyecto no quedará en el aire ni le faltarán hombres cabales; su belleza atraerá a muchos que lo tomarán bajo su responsabilidad y se esforzarán por llevarlo a cabo.”
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por Poliorcetos »

¡40 años de dedicación a Numancia! Quedo boquiabierto. Qué maravilla contar con alguien así, Bernardo Pascual. Somos muy afortunados de contar con tu presencia. Preséntate en el hilo de"presentaciones de nuevos miembros en el foro" para deleitarnos.
http://www.elgrancapitan.org/foro/viewt ... =28&t=8572

Interesante reflexión en torno a Segovia. La que más me descoloca los pocos conocimientos que poseo es Palencia. Mis limitadísimos conocimientos hacen que desconozca detalles de las campañas contra arévacos y en especial vacceos. Si se trataba de un gancho por la retaguardia, no hacía falta ir tan lejos. Por Somosierra valdría. Y de Toldeo a Coca, también está la opción de Avila. Los vacceos creo que no fueron anexionados hasta poco antes de las Guerras Cántabras-Astures. Como medida preventiva para privar de apoyo a Numancia, fue descomunal. Por eso opino que tal vez fuera un intento de llegar a las minas del noroeste obviando pasos más dificultosos. La otra opción de llegar allí sería por Lusitania. Una vez descartados los pasos Ebro-Duero y el avance por lusitania también complicado, no quedaba otra que ir en diagonal desde el Tajo.

Y es que otra de las cosas que me asombran sobre Numancia es cómo aglutinó en torno suyo muchos apoyos, algo nada frecuente en Hispania. Tal vez comprendieron que si se abría esa puerta, nada detendría ya la marea romana rumbo noroeste.

Buscar un trasfondo estratégico a la campaña, que a buen seguro expondréis con todo detalle.
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por Poliorcetos »

Ahora sobre el mapa. Dadme un mapa y un cronómetro y podré volar a ciegas sobre los Alpes, o algo así era.

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Los romanos, remontando el Ebro, fundan Graccurris en -179. Posición estratégica de primera magnitud. Desde ahí pueden saltar al valle del Duero por varios caminos. El más obvio, por La Rioja, por donde siglos después discurriría la vía Cesar Auguta-Astúrica Augusta o bien por Soria. (ambas en morado)
hacia la Rioja estaban bloqueados por Calagurris. nada se sobre tan importante enclave. En -171 recibe el apellido de Nasica, pero ignoro si fue conquistada, algo improbable porque hubiera cambiado de raiz el curso de las operaciones. Supongo bloqueada y bien bloqueada esa ruta. Lo que si está claro es sus asedios en las guerras Sertorianas y su toma salvaje en -71 con el desplazamiento masivo de población. Tal vez no cayó en poder romano hasta esa fecha, o eso supongo y encaja.

Otra opción sería rodear por Pamplona y bajar por Pancorbo, para seguramente encontrarse con unos señores que tenían lo siguiente a belicosidad en la zona de Alava.

La otra alternativa directa implicaba pasar por no sólo Numancia, sino primero por Contrebia Leukade, fortificada hasta más no poder. Cae en -143, es decir, posteriormente a las campañas de -153 de Nobilior. Aceptando Segeda en la zona de Calatayud, tendríamos un acceso indirecto a Numancia sin expugnar Contrebia Leukade. Esa comarca pudo ser objeto de fuertes luchas en torno al -152 y también en -143, buscando abrirse paso. Muy confuso para mí todo ello. Pienso que en -152 se tomó la comarca de Calatayud y ante el fracaso de Numancia, optaron en la campaña siguiente por ir por la vía directa más sencilla.

Para -137, insisten de nuevo por el Sur, desde Almazán o retirándose ahí. Era otra buena vía de aproximación, pero tampoco encuentro mucho sentido con Contrebia Leukade tomada, salvo que se viera amenazado ese eje por la presencia de una belicosa Calagurris. Lo importante, lo verdaderamente importante para mí es la campaña en ese año sobre Galicia de Décimo Junio Bruto. esto delata todas las intenciones romanas. Antes de tomar Numancia ya iban a por el premio gordo por donde podían.

Si se trataba de Numancia a secas, bastaba un cerco desde Medinaceli hacia Osma o Gormaz (qué testaruda es la geografía, las mismas batallas en los mismos sitios sea cual sea la época). Por eso no encuentro sentido a incursionar a lugares como ¿Palencia? cuando en teoría se quiere asediar Numancia (Que se aprovisionaba en Lérida¿?) Iban a lo que iban.
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por Bernardo Pascual »

Me encanta como razonas y como lo cuestionas todo, Poliorcetos. He leído tus escritos sobre las murallas del norte de la Península y me he quedado pasmado del profundo análisis que haces.
Poliorcetos escribió: (qué testaruda es la geografía, las mismas batallas en los mismos sitios sea cual sea la época)
Por un lado sí, es testaruda, los puntos estratégicos han sido siempre constantes históricas, pero, por otro, también está la posibilidad, con la que lo anterior se retroalimenta, de que los historiadores antiguos, Apiano, Tito Livio, Diodoro, Floro, etc., no se supiesen muchos más nombres de ciudades hispanas. Ante todo, tenían que hacerse entender por sus lectores, y no les importaba tanto el rigor científico.
Me gustaría mucho que leyeses lo que he venido publicando al respecto. Así no tendría que partir de nuevo desde cero.

Has colocado Numancia en el centro del mapa, pero ten en cuenta que hacia allí se replegaron unos fugitivos. El centro está en Segeda. En esto consiste precisamente el error que cometió Shulten; ubicó Segeda en la línea recta que une Roma con Numancia, interfiriendo entre ambas, es decir, dedujo la posición de Segeda a partir de la de Numancia. Igual, para acceder a Segeda, no necesariamente había que tomar el camino de Numancia. No hay ninguna fuente que, para esta guerra en concreto, se refiera al Ebro o a Tarraco, pero sí se mencionan con frecuencia el Tajo y Córdoba.

Vas muy bien encaminado con lo de la gran distancia que separa ambos frentes, el vacceo y el celtíbero. Lo que hay que hacer es ir aproximando las dos fotografías, una en rojo y otra en azul, hasta que salga una imagen nítida en tres dimensiones del verdadero teatro de operaciones.
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por Rafa.Rodrigo (kappo) »

Solo diré que es un placer leer este hilo. Como profano en la materia quedare a merced de los escritos de tan doctos compañeros de foro.
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por Poliorcetos »

Gracias por el piropo. La admiración en ese caso es mutua.
Respondiendo a lo comentado, no sitúo Numancia en el centro del mapa (por cierto, no veo la imagen, no sé qué ha pasado). Está a la izquierda. Y eso quería remarcar. Si querían, como sostengo contra viento y marea, que querían llegar a Finisterre, tenían que saltar del Ebro al Duero. Desde la inmejorable posición de Graccurris, las dos vías posibles estaban tapiadas por otras ciudades. Por eso Numancia no entiendo qué pinta en todo ello, estando a retaguardia. Como peor, pero factible acceso estaría la ruta Calatayud-Medinaceli-Aranda de Duero, que tampoco pasa por Numancia. Esta última sólo sería importante si se tomaba Contrebia Leukade.

Y aún así, entro en tu terreno, hay más opciones, opciones para salir a la meseta norte e ir a Finisterre. Como la costa atlántica, la posterior vía de la Plata y como peor opción, por los pasos del Sistema Central de Avila y Segovia. Pero permíteme dudar del objetivo Numancia.

La expedición de Aníbal hasta las afueras de Zamora en 220AC ¿A dónde iba? A Galicia o al menos a las minas del Noroeste. Ríos de tinta para andarse por las ramas, de los que podemos hablar largo y tendido. Las rutas occidentales estaban como un poco bloqueadas por los lusitanos, las orientales, por lo que nos ocupa. Si tienen que atravesar el Sistema Central es porque van a otro sitio, o mejor dicho, intentan abrirse paso más fácilmente a otro sitio. Y es ante este fracaso cuando deciden que no hay más opción que atravesar por Soria, pese a la defensa numantina debieron considerarlo como lo más fácil que el resto de opciones, al menos hasta tomar Calagurris.
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por Poliorcetos »

Y veo que lo de Palencia no soy yo sólo. Máxime si no podían pasar por la Rioja. Magnífica exposición. Mis preguntas empiezan a tener respuestas. Gracias.
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por Bernardo Pascual »

Vamos a centrarnos sólo en la campaña de Lúculo, en 151 a. C. Hay tres opciones.
1- Lúculo se dirige directamente contra Palencia. Lo normal habría sido seguir el Camino de Santiago. ¿Entonces por qué entra por el sur, por Coca?
2- Lúculo llega a Numancia y luego, seguidamente, marcha contra los vacceos. Estamos en las mismas. ¿Para qué se desvía hasta Coca?
3- Lúculo llega a Segovia (Apiano informa que había cruzado el Tajo) y desde allí, como la guerra contra los celtíberos ya ha terminado, decide hacer una incursión contra los vacceos, que los tiene muy a mano y también habían apoyado a los rebeldes.

Según Estrabón, Segeda y Palencia eran las dos ciudades más importantes de los arévacos, entre las que, sin embargo, excluye a Numancia.
Para ir a Palencia, sólo se pasa por Coca si se viene del sur, pasando también por Segovia. Apiano anota que Lúculo había cruzado antes el Tajo, lo cual concuerda.
Ahora bien, el frente oriental queda entonces totalmente al margen, incluyendo la propia Numancia.
Conclusión: ni Polibio ni Quinto Fulvio Nobilior estuvieron jamás en Numancia. Segeda es Segovia. Apiano se inventa la participación de Numancia en esta primera contienda, la guerra de fuego. Floro lo confirma.

Tal vez me esté adelantando mucho.
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por Poliorcetos »

Me encanta este comentario.
1- No podría pasar si estaba taponado en Calagurris. (desde el Ebro)
2- No puede llegar a Numancia desde el Ebro sin pasar por Contrebia Leukade, a no ser desde Medinaceli (estilo Almanzor) o más largo aún, desde Segovia por la espalda.
3- Que fuera a otro sitio distinto (o bien no ser Palencia o que iba al Noroeste de exploración/tanteo)

Tus argumentos son muy buenos.
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por Poliorcetos »

Con dibujitos, como a mi me gusta.

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Las posibles vías de avance romano, tanto desde la Citerior como desde la Ulterior estaban bloqueadas. Celtíberos y Lusitanos las cerraban. Aun habiendo conseguido pasar de Calagurris, tendrían que pasar rozando por los Várdulos, Caristios, Cántabros, y demás gentes muy "amables" con los romanos. El sendero está cerrado. Esto tiene mucha importancia también en hechos posteriores.

Así que si no puedes avanzar por los flancos, directo al centro. Y salvo eso, que hubieran hecho un viraje raro subiendo primero a Numancia por su retaguardia, lo normal sería cruzar el Sistema Central, encajando perfectamente Segovia en ello.

Siguiente paso: Cauca. Creo que hay pocas dudas.

Siguiente paso: Intercatia. Y aquí es donde la matan a ella. Creo que hay como 39 ubicaciones distintas, me voy a centrar en dos. Paredes de Nava y Villalpando. Y no hay que perder de vista Palencia.

Imagen

Si la sitúo en la zona de Villalpando, quiere decir que los romanos iban por la Nacional VI a Astorga, o al menos a Benavente, usando terminología moderna. Esa dirección no puede ser más indicativa de a dónde querían llegar. Me convence más esa ubicación por las posteriores vías romanas. Para llegar tanto a una como a otra posición hay que cruzar el Duero yendo desde Coca. El punto de cruce tradicional es en Septimanca o Simancas. Veamos vías romanas:

http://www.viasromanas.net

Este enlace considero que es magnífico, con toda la polémica que ha levantado y todo. Como Intercatia aparece en el itinerario de Clunia a Astúrica Augusta, Villalpando estaría en él, no así la impresionante ciudad hallada bajo Paredes de Nava, que estaría en la de Camala-Palantia sin continuidad a Clunia.
La vía Clunia-Astúrica la considero una vía auxiliar, en un principio sería Clunia-Brigeco a cruzar el Esla en ese entorno (Valderas) Digo esto porque la que luego sería la principal y hoy conocida como camino francés, pasaría excesivamente cerca o por medio de tierras de Cántabros y Astures. Se sirvieron de una vía auxiliar una vez despejada el área de Numancia y de Calagurris hacia el oeste.

Siguiente paso: Palantia. Si Intercatia fuera Paredes de Nava, casi hay que pasar por una para llegar a la otra, y es atacada a la vuelta y curiosamente no a la ida. Por otro lado y como contrapeso, están bastante cerca, más que dar la vuelta desde Villalpando, aunque también hay buena comunicación. El asedio de Intercatia, que creo duró dos meses debió afectar el esquema horario romano, o tal vez tuvieran allí su primer gran encontronazo con Astures y cambiaron de objetivo.

Todo este rollo para decir poco, que iban a Galicia, o al menos, tantear cómo llegar. Si cuando desaparece Viriato, al primer respiro se ponen en marcha hacia allí desde la Ulterior, cabe suponer que hubieran hecho lo mismo antes en la Citerior, al primer respiro de paz con los celtíberos, se ponen en marcha dirección Noroeste. Y como bien dices, Numancia está ahí de oídas o no sé.
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por Bernardo Pascual »

Lucio Licinio llega al teatro de operaciones sin saber que Marcelo ya había concluido la paz. De lo contrario, si hubiese sido informado de ello, habría marchado desde un principio contra los lusitanos. Esto, además de desmontar la propuesta de la aproximación por el Ebro, ya que Lúculo accede a Segovia desde el sur, desde Córdoba o Cartagena, también demuestra que no se dirigía a Numancia, pues entonces no le habría hecho falta pasar por Segovia. Una vez allí, como ya dije, decide atacar Palencia, una poderosa ciudad, la más extensa de la Meseta Norte, que, supuestamente, había apoyado a Segovia. Intercatia no debería quedar muy lejos de Valladolid.

Medinaceli no constituye la entrada desde el Ebro, sino desde el sur, desde Valencia, Cartagena o Córdoba. Desde Calatayud a Numancia se va por Ciria y Almenar. Esto precisamente, es lo que nunca encajó en Schulten.
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por Poliorcetos »

Totalmente de acuerdo en casi todo. La aproximación desde el Ebro es imposible, descartada. Medinaceli, acceso desde el Sur, como hacía Almanzor. Salía de Córdoba, pasaba por Toledo a apaciguar los ánimos de los levantiscos toledanos y llegaba a Medinaceli a recoger el tren de asedio. Por eso he puesto una flecha azul como ejemplo de una extraña maniobra, también desde el Sur para después girar hacia la meseta, algo mucho menos lógico que cruzar hacia Segovia directamente. Y es lo que quiero recalcar, que no iba a Numancia.

Interesantísimo el razonamiento sobre su posible acción contra los lusitanos. Si se entera que hay paz, nada le hubiera impedido marchar hacia ellos. Pero tampoco lo hace, se interna en la meseta. hacia ciudades que quedaban muy muy lejos de la zona de influencia de Numancia o Celtíberos. El objetivo era otro realmente. Otro que justifican de esa manera, que apoyaban y suministraban a los celtíberos. Un casus belli como el que los cántabros y astures bajaban a la meseta a robar trigo. Una disculpa como otra cualquiera para justificar una guerra de invasión. Los lusitanos eran un enemigo formidable, no sólo se limitaban a defender sus tierras, incursionaban profundamente, ni el Estrecho era un obstáculo y como bien dices, no acudió en su busca. Intentaba llegar a otro sitio por un camino más fácil con el pretexto de servir de retaguardia a celtíberos.

La resistencia en Intercatia trastocó los planes, tanto que en Pallantia no tuvieron tiempo para un asedio y tuvieron que replegarse. Pallantias hay varias también. Tomando Intercatia como Paredes Nava, sería extraño una Pallantia en sus inmediaciones. Sea como fuere, la expedición se internó mucho y la rebasó hacia el Noroeste (Pallantia, con lo cual parece que no era su objetivo primario, sino secundario), a unas distancias que nada tienen que ver con Numancia.
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por motorhead »

Bernardo Pascual escribió: En principio, discrepo con la mayor parte de lo que se ha expuesto en el artículo, aunque reconozco que se adapta correctamente a la interpretación actual e, incluso, que abunda en detalles.
¿Quires decir que la interpretación actual de la historia no es correcta? Si como dices discrepas de la mayor parte, ¿Es toda falsa?
Bernardo Pascual escribió: Mi única objeción, en este sentido, es que no se cite a Schulten en la bibliografía, pues todo este relato, sea cierto o no, procede de él.
La bibliografía que he utilizado es la que está al pie. Y el relato procede fundamentalmente de los escritos de Apiano y Tito Livio, En los que por cierto se basó Schulten.
Bernardo Pascual escribió:La primera pregunta, o el primer punto de desacuerdo, trata sobre la ubicación de Segeda, el foco de la revuelta y, por tanto, fundamental para entender los sucesos posteriores. ¿Podemos estar seguros al cien por cien de que se corresponde con el yacimiento zaragozano del Poyo de Mara o cabe la posibilidad, por remota que ahora parezca, de que se deba identificar con Segovia, la del acueducto?

Seguro al 100% de la ubicación de Segeda no creo que esté nadie, pero creo más probable su emplazamiento en algún lugar del valle del perejil, ya sea en las cercanías de Belmonte, como señala H. Simon ( Roms Kriege in Spanien) o en Poyo de Mara; según F. Burillo.
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por motorhead »

Bernardo Pascual escribió:Vamos a centrarnos sólo en la campaña de Lúculo, en 151 a. C. Hay tres opciones.
1- Lúculo se dirige directamente contra Palencia. Lo normal habría sido seguir el Camino de Santiago. ¿Entonces por qué entra por el sur, por Coca?
2- Lúculo llega a Numancia y luego, seguidamente, marcha contra los vacceos. Estamos en las mismas. ¿Para qué se desvía hasta Coca?
3- Lúculo llega a Segovia (Apiano informa que había cruzado el Tajo) y desde allí, como la guerra contra los celtíberos ya ha terminado, decide hacer una incursión contra los vacceos, que los tiene muy a mano y también habían apoyado a los rebeldes.



En mi modesta opinión, Lúculo llega a la Peninsula conociendo los tratados de paz de Marcelo, y sabedor por tanto de que no obtendrá nada de fama o botín, motivo por el cual se hallaba en Hispania. En consecuencia, rompió los acuerdos y comenzó una campaña de saqueo por tierras vacceas, las actuales provincias de Valladoliz y Palencia, cruzó el Tajo y llegó a Coca.Siendo esta ciudad de difícil ubicación. Más complicado es si cabe saber la situación de Intercatia, para la que existen varias ubicaciones posibles.
En cualquier caso Lúculo no aparece en mi relato.
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Re: La inquebrantable resistencia de Numancia.

Mensaje por Bernardo Pascual »

Pero Apiano no ubica Segeda, no dice donde está. Eso lo hace Schulten, además de una forma muy pueril e ignorando las fuentes. Como Graco había recorrido el Jalón, la sitúa en este valle. Luego sólo tiene que buscar una candidata. De hecho, él utiliza Medinaceli como punto de referencia. Ahora se han dado cuenta de que eso desmonta toda la teoría y la han suprimido; se trata de un error, el topónimo Medinaceli viene de Medina Salim. Así lo han acordado ahora; total, como ya se sabe dónde está Segeda, ya no hace falta. Eso es como aquel al que identificaron por un teléfono que no era el suyo.

Entiendo lo que me explicas, Motorhead, también empecé por ahí. Para identificar Segeda hay que ir a las causas de la guerra de Numancia (143-133 a. C.), a cuando Viriato les devuelve los rehenes, cuando Rectugenos, el hijo de Caro, todavía servía en la caballería auxiliar de Metelo.
Un placer poder discutir estas cosas contigo.
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“...Sin embargo, estoy convencido de que si nos ocurre lo que es propio de los hombres, el proyecto no quedará en el aire ni le faltarán hombres cabales; su belleza atraerá a muchos que lo tomarán bajo su responsabilidad y se esforzarán por llevarlo a cabo.”
Polibio
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