Peter R. escribió:Hola Buscaglia,un placer saludarte !
El episodio de la captura y salvaje asesinato del Teniente Minnitti tuvo una trascendental consecuencia que decidió el futuro y conclusión de la guerra y fue que este hecho convenció a Mussolini para emplear de forma masiva sobre los Etíopes el gas mostaza que sería lanzado desde aviones trimotores Caproni Ca-133 a los que se les instalaron difusores de gas mostaza.
Un placer también para mí
.
Como la destrucción de la fuerza del 10 Squadron de carri veloci en Debenguiná es muy interesante, paso a narrarla según lo recogido en las páginas 15 y 17-25 del volumen 12 de Gli eserciti del ventesimo secolo (obra, por lo demás, muy recomendable).
Al inicio de las hostilidades, en Eritrea se habían juntado los siguientes medios blindados:
- 46 L-3 del I Cuerpo de Ejército.
- 15 L-3 del II Cuerpo de Ejército.
- 31 L-3 del IV Cuerpo de Ejército Indígena.
- 20 L-3 del Squadron Carri Veloci dell´Eritrea.
- 46 L-3 en la reserva, agrupados en el XX Batagliones Carri d´Assalto.
Estos L-3 se consideraba casi "carros de montaña" por su capacidad de operar en terreno abrupto.
En el sur, más apto para los medios motorizados, al inicio de las hostilidades la fuerza blindada era inferior, pero al final de la campaña desde Somalia operaban 143 L-3 además de 21 Autoblinda Lancia de la Gran Guerra y 10 Autoblinda Fiat 611 (estos vehículos, por lo que sé, eran de la Policía más que del Ejército).
La doctrina de utilización venía expresada en la Memoria sull´impiego delle grandi unitá in África Orientale (agosto, 1935) que preveía el uso de los carros en formaciones nunca inferior al pelotón y mezclados con caballería indígena e infantería dubat (capaces de marchar corriendo al ritmo de los carros), en operaciones de reconocimiento, patrulla de las vías de aprovisionamiento...
El único episodio que conozco de carros italianos capturados se produjo en el paso de montaña de Debenguiná, en una pequeña debacle blindada. Los hechos aparecen narrados así:
El 15 de diciembre de 1935, el 10 Squadrone del II Cuerpo del Ejército fue reclamado para reforzar a la banda del mayor Criniti, que se hallaba semi-copada tras las líneas enemigas en el río Tacazzé.
La operación parecía totalmente desmedida para la quincena de L-3 del 10 Squadrone, que tendría que recorrer 80 kilómetros desde su base por terreno montañoso, romper el cerco etíope y regresar. Pero "órdenes son órdenes" y la unidad se puso a ello. Pero antes de llegar a su objetivo, en el paso Debenguina acudieron a socorrer a la columna de refuerzo del teniente Ciarpoglini, bloqueada en la carretera. Los tanques se metieron en acción, sin percatarse que la fuerza atacante era de 3000 etíopes y que contaban con cañones Oerlikon entre su armamento...