CUARTO MILENIO IGM

Historia Militar 1914-1918

Moderador: Schweijk

Avatar de Usuario
Miguel Villalba
Comandante
Comandante
Mensajes: 3674
Registrado: 02 Mar 2017
Agradecido : 64 veces
Agradecimiento recibido: 80 veces

Medallas

Parches

Re: CUARTO MILENIO IGM

Mensaje por Miguel Villalba »

Si no son de este mundo y de nuestros mares solo queda una opción...ahí lo dejo... gc96gc
Imagen


«Se cuentan 16 presas inglesas conducidas a esta bahía, con 95 cañones y
293 prisioneros, en 26 meses de campaña que ha ejecutado la expresada cañonera
desde septiembre de 1799, en que se armó...»
Un Falucho, El Poderoso, con un cañón de 24 y dos menores, 43 hombres. Patrón D. Miguel Villalba, Corsario del Rey
------------------------------------------------
Ab insomne non custita dracone
APV
General de Ejercito
General de Ejercito
Mensajes: 17197
Registrado: 11 Abr 2006
Agradecido : 10 veces
Agradecimiento recibido: 594 veces

Medallas

Parches

Re: CUARTO MILENIO IGM

Mensaje por APV »

fco_mig escribió:
Antigono Monoftalmos escribió:El problema del tamaño es siempre el mismo, el metabolismo. Un animal enorme necesita una enorme cantidad de alimento para mantener su cuerpo funcionando...y eso debería notarse en la cadena trófica...aparte del hecho de que en las profundidades marinas no hay gran cosa con la que alimentarse :~i
Falso. O, como mínimo, imposible de demostrar.
Apenas conocemos lo que existe bajo el agua más allá de los 300-400 metros de profundidad. Ignoramos bastante de lo que existe en la zona batipelágica. Y aún menos de las mayores profundidades. Aunque es cierto que cabe esperar mayores sorpresas de la zona batial que de la abisal, si es que damos por bueno lo comunmente aceptado. No hace mucho, en los años 30 y 40 del siglo pasado, si le hablabas a un naturalista de la vida marina abisal se reía en tu cara.
https://es.wikipedia.org/wiki/Zona_batial
Depende del tipo de animal, un animal de metabolismo lento puede mantenerse con poco alimento; o incluso colonias de unicelulares. Recordemos que existe el gigantismo abisal: Macrocheira kaempferi, Mesonychoteuthis hamiltoni,...

En las zonas batial y abisal hay nieve marina (los restos que caen desde arriba), los pulsos de materia orgánica particulada, además de las corrientes circulatorias existentes.
Conoce al enemigo y conócete a ti mismo; y en cien batallas no estarás jamás en peligro Sun Tzu.
Avatar de Usuario
Bruno Stachel
Capitán General
Capitán General
Mensajes: 20982
Registrado: 13 Ago 2005
Ubicación: Barcelona, capital del Universo
Agradecido : 780 veces
Agradecimiento recibido: 891 veces

Medallas

Parches

Re: CUARTO MILENIO IGM

Mensaje por Bruno Stachel »

Lo de las fosas abisales se soluciona rápido. Reunid veinte madres y decirles que hay que poner orden ahí abajo.
Palo Dixit: posible Anticristo, Cule y Salido que provoca manifas por donde pasa y vacalentacialano parlante.

"Que no panda el cúnico, chicos", dijo ella.

Brunodamus de día, Nostrastachel de noche, Talibán onanista.
Avatar de Usuario
fco_mig
General de División
General de División
Mensajes: 10410
Registrado: 05 Dic 2013
Ubicación: Tabarnia
Agradecido : 4173 veces
Agradecimiento recibido: 2137 veces

Medallas

Parches

Re: CUARTO MILENIO IGM

Mensaje por fco_mig »

¿Un OVNI durante la Gran Guerra?
Por Scott Corrales (c) 2019

En su ejemplar de mayo de 1959, la revista FLYING SAUCERS, dirigida en aquel entonces por Roy Palmer, pionero del 'platillismo' en su forma escrita, habiendo sido fundador de la prestigiosa revista FATE (que aún existe en formato electrónico), reproducía una carta recibida por su editorial acerca de un posible avistamiento ovni en plena Primera Guerra Mundial. Aunque no hay forma de corroborar el hecho, dada la distancia cronológica que nos separa de 1959, ni decir el conflicto que destruyó media Europa y el orden mundial conocido hasta entonces, nos limitamos aquí a presentar el dato anecdótico.

Un hombre llamado Maurice Phillipe Tuteur dirigió una misiva a las oficinas de FLYING SAUCERS sin dar fecha ni dirección, esta última siendo una costumbre en la forma estadounidense de redacción de cartas, y cuya ausencia a menudo es motivo para su omisión de la sección de 'cartas a la editorial'. Pero la información era tan curiosa que resulta posible comprender la excepción que hiciera Palmer en su momento.

Tuteur hizo referencia un mensaje escrito recibido por sus padres y que ostentaba la fecha del 16 de diciembre de 1916, en la que el remitente informaba a estos que había sido elevado al estado mayor pero que esto no indicaba su promoción al rango de mayor - cosa que seguramente hizo gracia a los lectores. El autor del mensaje pasa de lo jocoso a lo sorprendente:


"Esta mañana vi algo sumamente sorprendente, y por un momento llegue a creer que estaba padeciendo de una ilusión óptica, pero dos sargentos mayores que estaban conmigo lo vieron también, así que supongo que aquello estaba ahí. Les diré lo que vi."

"En el cielo, a la distancia, había lo que parecía ser un zepelín. El objeto ascendió directo hacia las nubes (en nuestra retaguarda) y luego de desplazarse verticalmente, se dirigió en horizontal a una marcha que debió haber sido de cerca de doscientas millas por hora. Dio una vuelta, se lanzó en reversa y ascendió repentinamente, perdiéndose en las nubes. Les puedo asegurar que tan solo bebí limonada aquel día. Pueden tomárselo como gusten, pero es lo más maravilloso que he visto en mi vida, si es que mi experiencia fue real."

Tuteur agrega que la zona en que se produjo el avistamiento fue el mismo sitio en que se produjo el primer ataque de gas venenoso en la guerra y dónde los alemanes dispararon sus cañones "Big Bertha" por primera vez. Hurgando entre los libros de historia, descubrimos que el primer ataque fue el 22 de abril de 1915 en Ypres, Bélgica (recordemos que la carta está fechada el 16 de diciembre del año siguiente) y los cañones Big Bertha llevaban en servicio desde 1914. ¿Trucos de la memoria del Sr. Tuteur, o intento de fraude?

Pero antes de echarlo todo al cubo de basura, hay que tener en cuenta un avistamiento fidedigno de OVNI el 31 de enero de 1916 sobre Rochford, Inglaterra, en el que un piloto informó haber presenciado las maniobras de
"una hilera de luces como el vagón de un tren" que se elevó repentinamente hasta desaparecer, acción que coincide con la del supuesto objeto en Bélgica.

Nos encontramos con otra pista interesante, sobre todo al tener en cuenta que la aviación civil y militar estaba en su infancia (Blériot recién había cruzado el Canal de la Mancha en 1909 en su monoplano de tres cilindros). El mando de inteligencia británico venía siguiendo con interés los informes sobre
'aparatos voladores enemigos y luces voladores' sobre la costa de Albión. Esta organización, posteriormente conocida como MI5, dictaminó que espías alemanes se comunicaban por medio de luces con las tripulaciones de los zepelines de guerra cuyos bombardeos causaron pavor en Londres. Por otro lado, pilotos de la Royal Flying Corps ya habían perseguido una "misteriosa luz en el cielo" en 1916. El teniente R.S. Maxwell pudo percibir una luz "claramente artificial" a diez mil pies de altura mientras que volaba a cincuenta millas por hora, siendo capaz de seguirlo por veinte minutos antes de que el intruso se perdiera entre las nubes...algo que no hubiese hecho ni el mismo barón Von Richtofen.

El objeto en la carta referida por Tuteur a FLYING SAUCERS, ¿pudo haber sido entonces prueba fidedigna de actividad OVNI en el teatro de guerra? Es posible que nunca lleguemos a saberlo.


Fuente: http://arcanamundiblog.blogspot.com/201 ... uerra.html
A decir verdad, en esta lucha de cada instante, donde el resultado más corriente es que se petrifique todo lo que hay de más espontáneo y valioso en el mundo, no estoy seguro de que podamos ganar.
André Breton
------------------------------------------------------
Ab insomne non custita dracone
Avatar de Usuario
Dubois
Alferez
Alferez
Mensajes: 1460
Registrado: 28 Dic 2015
Agradecido : 623 veces
Agradecimiento recibido: 188 veces

Medallas

Parches

Re: CUARTO MILENIO IGM

Mensaje por Dubois »

otro caso de monstruos marinos, en 1930 la famosa revista Nature publicó una carta del capitán inglés Dean, al mando del Mercante Armado Hms Hilary supuestamente avisó a un gran animal desconocido 70 millas al sur de Islandia el 22 mayo 1917, incluso lo usaron como prácticas de tiro, tres días después el submarino germano U-88 hunde su barco y pierden todos los papeles y diarios del barco

https://www.naval-history.net/OWShips-W ... ea_serpent
https://www.naval-history.net/OWShips-W ... Hilary.htm
https://trove.nla.gov.au/newspaper/article/2303728



“About 9 a.m., on approx. 22/5/17, H.M.S. ‘Hilary’ was some 70 miles S.E. of the S.E. part of Iceland, the day very fine and clear, the Iceland mountains in sight, flat, calm, and smooth sea. An object was observed on the starboard quarter. The ship was turned round and steered straight for the object. When we were about a cable (200 yards) from it the creature quietly moved out of our way, and we passed it on our starboard side at a distance of about 30 yards, getting a very good view of it… As we passed close to the creature it lifted its head once or twice, as if looking at us. The head was in appearance black and glossy, with no protrusions such as ears, etc.; in shape, about that of a cow…the top edge of the neck was just awash, and it curved to almost a semicircle as the creature moved its head as if to follow us with its eyes. The dorsal fin was a black equilateral triangle, which rose at times till the peak was estimated to be four feet above the water.”

Nature writer adds that “three independent estimates made on board the ‘Hilary’ gave a length of the neck of the ‘sea serpent’ (head to dorsal fin) as 15 feet or more, 20 feet and 28 feet. The head appeared to have a patch of whitish flesh in front, like that around a cow’s nostrils. The dorsal fin was thin and flexible, occasionally curving over at the top.
The ‘Hilary’ being on patrol at the time, the unfortunate creature was used as a target for anti-submarine practice with the 6-pounders, at about 1200 yards range. A direct hit having apparently scored, it disappeared, no trace remaining. A few days later (May 25, 1917) the ship was torpedoed and sunk, taking with her all logs, journals, etc. recording the ‘sea serpent’ incident. As described the creature seems to have borne a most striking resemblance to that seen off the Brazilian coast, in December 1905, from the Earl of Crawford’s yacht ‘Valhalla’ (see Nature, June 28, 1906, p. 202).
Avatar de Usuario
fco_mig
General de División
General de División
Mensajes: 10410
Registrado: 05 Dic 2013
Ubicación: Tabarnia
Agradecido : 4173 veces
Agradecimiento recibido: 2137 veces

Medallas

Parches

Re: CUARTO MILENIO IGM

Mensaje por fco_mig »

Como los dos conflictos más violentos en la historia de la humanidad, no es de extrañarse que las dos guerras mundiales cuenten con toda clase de historias paranormales relacionadas con ellas. Desde los Ángeles de Mons hasta las 'sombras' de Hiroshima y Nagasaki; hay miles de relatos sobrenaturales que involucran espíritus, entidades, demonios y críptidos merodeando los campos de batalla aún décadas después.

De todos estos, algunos de los más perturbadores surgen a raíz de la llamada 'Tierra de Nadie'; el mar de canales, fosas y trincheras que servían en los frentes de batalla de Europa en la Primera Guerra Mundial. Durante años, soldados de ambos bandos lucharon y murieron entre ríos de sangre y lodo, cadáveres putrefactos, ratas que devoraban cadáveres y la amenaza constante de ametralladoras y los primeros gases venenosos.
Así que cuando los soldados alemanes, ingleses, franceses y estadounidenses volvieron a casa; cientos de ellos relataron sus encuentros con espíritus de compañeros muertos, monstruos y seres que desafiaban toda explicación; los cuales parecían estar ahí con el firme propósito de atormentar a los combatientes y alimentarse de su miseria.

Los sabuesos fantasma.
La primer historia viene de un soldado identificado como "Jock", que se desempeñaba como vigía en la línea de batalla del frente occidental; que abarcaba Francia y Bélgica.
Al regresar de la guerra, Jock narraba a quien quisiera escuchar sus relatos de visiones misteriosas sobre fantasmas, luces espectrales y figuras sombrías que caminaban sin rumbo entre la masacre durante la noche; y una en específico que le heló la sangre: Durante una noche tranquila, Jack montaba guardia sin más que la luna llena para alumbrarle el camino, pues existía la posibilidad de que algún francotirador enemigo estuviese acechando entre las trincheras.
Pasaba ya de la medianoche cuando Jock escuchó el inconfundible aullido de un perro de gran tamaño. Al asomarse por sobre el borde de una trinchera, Jock divisó a un par de sabuesos que corrían por el campo de batalla, atados entre sí por una cadena. Los animales lanzaban aullidos lastimeros, y desaparecieron al cabo de unos segundos ante la vista del soldado, que no daba crédito a lo que acababa de ocurrir. Sin embargo, antes de que pudiera procesar la aparición, los perros se materializaron de nuevo, esta vez más cerca. El fenómeno se repitió por varios minutos; cuando los perros por fin se esfumaron a pocos metros del aterrado Jock.
En la mañana, el soldado relató su encuentro a otros vigías, y algunos de ellos le respondieron argumentando que sí; que también se llegaron a encontrar con los sabuesos durante la noche, y que debían prepararse, pues por lo regular se aparecían como anticipo a una batalla sangrienta.

Will Bird y la trinchera.
Imagen
Will Bird era un soldado canadiense que participó en la batalla de Vimy Ridge, famosa por ser una de las batallas más de la guerra y donde cuatro divisiones del ejército canadiense se enfrentaron con el alemán; resultando en más de diez mil muertos durante tres días en abril de 1917.
Brad narraba que durante una noche en combate, su hermano que había fallecido en otra batalla se le apareció para sacarlo de su posición en un agujero defensivo. Bird siguió a su hermano por la trinchera hasta que el espíritu desapareció. Percatándose de que había desertado de su puesto y se le podría someter a corte marcial por ello; emprendió el camino de regreso al amanecer. Al llegar, Bird se dio cuenta de que el hueco donde se había refugiado había sido arrasado por el proyectil de un cañón Howitzer y una buena parte de su pelotón lo creía muerto en combate.

El soldado de Verdún.
Imagen
La batalla de Verdún, la más larga de toda la guerra y la principal lucha de guerrilla entre el ejército Alemán y el Francés; también tiene algunos relatos de fantasmas ocurridos en ella. Contaban los soldados alemanes que durante las noches, era común encontrarse la aparición de un soldado con uniforme de la guerra franco-prusa, ocurrida más de cuarenta años atrás y fácilmente reconocible por una barba larga y blanca.
Los alemanes decían que la aparición ayudaba a los franceses y ocasionaba que los soldados alemanes dejaran caer sus armas o tropezaran al perseguirlos por las trincheras; además de guiar a los galos a través de espacios seguros durante los intercambios de fuego. Incluso un soldado francés declaró haber sido auxiliado por el fantasma, quien le ofreció un vaso de agua y curó sus heridas luego de ser alcanzado por una bala en la pierna.

"Rex".
Imagen
En el libro "Shock Troops" de Tim Cook, se encuentran crónicas de los canadienses en la guerra e incluye un capítulo dedicado a eventos sobrenaturales. En él se habla de la historia del 'Cadete Rex'.
Durante una marcha de regreso al campamento, el teniente de un pelotón canadiense se percató de que un soldado, el Cadete Rex, caminaba a una distancia considerable del resto del pelotón. Al acercarse, el teniente notó que Rex se veía pálido y demacrado, por lo que le ofreció algo de comer. Al entregarle las raciones, tomó nota de que las manos de Rex se sentían gélidas al tacto, pero lo achacó a que el hombre pudiese haber enfermado en las condiciones del campo de batalla.
Al llegar al campamento, el teniente pasó lista y vio que Rex había desaparecido. Temiendo lo peor, acudió en su búsqueda. Luego de preguntar a varios médicos de campo y oficiales, por fin supo qué había ocurrido. Otro oficial le contestó que sí, que sabía qué había pasado con Rex.
El soldado Rex llevaba muerto varios días, víctima del fuego alemán en Vimy y horas antes, ese mismo día, se le había enterrado cerca del campamento.

El médico de Yves.
Yves es una municipalidad de Bélgica que fue sede de importantes batallas debido a su localización estratégica para frenar el avance de los Alemanes hacia Francia, y por ello no hubo cuartel a la hora de pelear por ella. Es infame porque aquí fue en 1915 cuando los Alemanes bombardearon la ciudad con gases venenosos para aniquilar a toda la resistencia francesa.
Y es durante este evento que los franceses y estadounidenses apostados en Yves se toparon con un ser angelical, o al menos así lo llamaron los sobrevivientes.
Los franceses en las primeras líneas defensivas fueron los primeros en divisar una extraña nube de humo gris que avanzaba hacia ellos, cubriendo el campo de batalla y acabando con todos los seres vivos en él. El pánico no tardó en hacerse presente, pues al ver caer muertos a los cuervos que devoraban los cuerpos de los caídos, los soldados cayeron en cuenta de que era el temido gas venenoso de los alemanes.
Aquí fue que un hombre que llevaba el uniforme de los cuerpos médicos del Ejército Real Inglés, emergió misteriosamente de entre la niebla tóxica y se dirigió a un grupo de ingenieros galos. El hombre misterioso hablaba con acento francés, y les entregó una especie de vasos que llenó con un líquido que llevaba en una garrafa. Les ordenó beber la sustancia, y los ingenieros notaron que era parecida al agua de mar, es decir increíblemente salda. Sorprendentemente, cuando el gas venenoso del ejército Alemán llegó a ellos, muy pocos sufrieron síntomas de envenenamiento; ninguno más allá de una irritación en la garganta.

El elemental de Cambrai.
Imagen
En el libro de 1977, "El Diablo y todos sus trabajos", el escritor Dennis Wheatley escribió una de sus experiencias como parte del ejército canadiense en la batalla de Cambrai. Wheatley y un grupo de oficiales se vieron forzados a tomar como base una hacienda luego de capturarla de los Alemanes.
Dentro, Wheatley y sus compañeros encontraron cuerpos de soldados Alemanes que prefirieron suicidarse antes que ser capturados, uniformes abandonados y cubiertos de sangre, impactos de bala en las paredes y material médico en una habitación que había sido ocupada como un quirófano de emergencia. Una noche mientras trabajaba redactando informes, una sensación de pánico se apoderó de Wheatley, creciendo hasta volverse incontrolable y obligarlo a huir de la habitación; preso de histeria y gritando que algo invisible lo perseguía.
Al ser encontrado afuera de la casona, Wheatley le explicó a sus superiores que había sido atacado por un elemental; un espíritu no humano o demonio atado a lugares donde se han cometido actos de violencia o se ha experimentado mucho sufrimiento.

Los Jinetes de Le Cateau.
Durante la batalla de Le Cateau en 1914, soldados ingleses y franceses aseguraban constantemente que era común ver la aparición de batallones espectrales de caballería que galopaban a toda velocidad en dirección a los alemanes, a quienes incluso llegaban a atacar con armas fantasmales.
Durante una noche, un grupo de oficiales de la fuerza expedicionaria británica se encontraron con un gran ejército de jinetes, todos con el uniforme de los escuadrones de caballería reales y que aparecieron de entre los bosques al lado del camino; cabalgando al mismo ritmo que los oficiales. Fue un oficial de nombre Johnstone que años después describió la historia, relatando que este fenómeno ocurrió durante veinte minutos; por lo que inclusive creyeron que se trataba de alguna división del ejército británico enviada a reforzar a su unidad.
Luego de dejar atrás a los jinetes, Johnstone decidió detenerse y regresar para saber de quién se trataba o la identidad del oficial a cargo de los jinetes. Al regresar por el camino, Johnstone no pudo encontrar evidencia alguna de los caballos,, como pasto aplastado o las huellas de cascos en el lodo.
En otra ocasión, un brigadier relató en entrevista con el London Evening News que una vez mientras se encontraba en la localidad de Langy, a unos kilómetros de París; el ejército inglés entró a una pradera donde cabalgaba un ejército de caballería francesa, acomodados en columnas y marchando hacia París. De manera increíble, luego de ver a lo que parecía ser una gran fuerza militar en dirección a la capital francesa, estos comenzaron a hacerse translúcidos hasta que se desvanecieron del todo a orillas de un bosque.

La madre del soldado.
Un diario perteneciente a un soldado canadiense narra una experiencia parecida a la de Will Bird. Encontrado por el historiador Tim Cook, el diario que cubre la vida de un soldado canadiense durante los primeros años de la guerra de trincheras presenta un relato en el cual el hombre se encontraba trasladando bombas durante una noche, en medio de una intensa descarga de artillería alemana.
Llego un punto en que el fuego enemigo era tan fuerte, que se vio forzado a cubrirse en el rellano de una trinchera y ahí, para su desconcierto, vio de pie a su madre difunta a unos metros de distancia. Confundido, se incorporó y trató de seguir a la aparición... salvándose del impacto de un cañón Howitzer que voló en pedazos el rellano donde había estado tan solo unos momentos antes.

El caso de William Orpen.
Imagen
William Orpen fue un artista cuya gran parte de su trabajo se basó en paisajes relacionados con la guerra, y cuya experiencia en la guerra se vio marcada por un suceso paranormal del que fue testigo mientras se encontraba en el bosque de Thiepval; cerca del campo de batalla del Somme.
Para noviembre de 1917, Orpen se encontraba en Thiepval cuando la batalla del Somme ya llevaba aproximadamente dieciocho meses sin detenerse. De hecho, para cuando Orpen fue desplegado en el lugar, muchos de los cuerpos de los soldados fallecidos seguían descomponiéndose en el suelo porque no había forma de enterrarlos. Esa tarde en particular, Orpen se sintió extraño, como si una presencia invisible lo estuviera observando, e inclusive dijo en más de una ocasión que aunque el sol brillaba en lo alto durante un día despejado; el bosque se veía inusualmente oscuro.
El pintor decidió sentarse en un tronco caído, experimentando abrumadores sentimientos de miedo y fatalidad. Se encontraba tratando de lidiar con una opresión en su pecho cuando 'algo' lo golpeó de lleno en el pecho; lanzándolo hacia el suelo con gran fuerza.
Pensando que se podía tratar de un soldado enemigo, Orpen se incorporó de un salto y se dio cuenta de que no había nadie en el lugar. Al revisar su equipo, que también había caído al suelo por la gran fuerza invisible; se encontró con que su lienzo había sido destruido. Al caer, increíblemente había aterrizado sobre un cráneo humano y este lo había atravesado ene l medio.
Fue hasta muchos años después, cuando ya había sido liberado del servicio militar, que Orpen relató su historia; explicando que era común que los soldados vieran fantasmas en el campo de batalla, pero estos relatos eran usualmente descartados como síntomas de enfermedades mentales desarrolladas por el estrés y la exposición a la muerte y el constante peligro de la guerra; y por ello era que muchos militares terminaron siendo dados de baja o enviados a análisis psicológicos.

Robert Graves y el Soldado Challoner.
Imagen
Como otros intelectuales de la época, el poeta Robert Graves fue enviado al campo de batalla en 1915 y también tuvo encuentros con lo paranormal. En su libro, 'Goodbye to All That', escribe que la creencia en fantasmas entre los soldados ingleses era prevalente, al grado de que la forma en que se reconocían entre sí durante los patrullajes; era el decir la palabra 'fantasmas' a manera de contraseña.
En junio de 1915, Graves se encontraba cenando durante su estadía en la región de Bethune cuando vio pasar a un viejo amigo suyo, el soldado Challoner de la delegación real galesa, pasando por una ventana. Challoner le sonrió, saludó y continuó caminando como si nada por afuera de la casa.
Graves creyó conveniente saludarlo y fue a la ventana para hablar con él. Lo que encontró afuera fue oscuridad, y ningún rastro de Challoner con excepción de una colilla de cigarro humeando al pie de la ventana. Al poco tiempo de ello, Graves se enteró de que Challoner había sido asesinado en Festubert en mayo de ese año; semanas antes de que lo viera pasar por la ventana. Como un dato curioso, Graves afirma que durante su época en Inglaterra, Graves le había dicho que "se verían en Francia".
Meses después, Graves se encontraba descansando en Harlech, Gales; en casa de la madre de un compañero que había muerto en Francia. La mujer dejó el cuarto de muchacho tal y como estaba cuando se fue, a manera de altar hacia su memoria: las cobijas eran cambiadas y lavadas constantemente, y se colocaban flores frescas y cigarrillos en la cama. Graves habló hasta tarde con otro compañero, y al irse a dormir dijo que fue despertado constantemente durante la noche por golpes en el piso y las paredes, ruidos de puertas abriéndose y finalmente gritos histéricos de un hombre desconocido.
En la mañana, Graves agradeció a la mujer y salió junto con su compañero, diciendo que el lugar era peor que los campos de batalla de Francia; y años después escribió que como miles de madres adoloridas, esa mujer debía haber estado entablando contacto con su hijo fallecido por medios de espiritismo.

Fuente:
https://mitosmonstruosyleyendas.blogspo ... ndial.html
A decir verdad, en esta lucha de cada instante, donde el resultado más corriente es que se petrifique todo lo que hay de más espontáneo y valioso en el mundo, no estoy seguro de que podamos ganar.
André Breton
------------------------------------------------------
Ab insomne non custita dracone
Responder

Volver a “Historia Militar General”