El 19 de julio, tras la declaración del estado de guerra, los acontecimientos sucedieron según el esquema habitual donde triunfaba el alzamiento. La Guardia Civil, principal fuerza de la ciudad, se hizo dueña de las calles y controló por completo la situación. Los sublevados se mantuvieron en todo momento contacto permanente por radio, con el general Franco.
Albacete gozaba de una estratégica situación a medio camino entre Madrid y la costa de Levante lo que la convertía en un enclave significativo al que había que sumarle la convergencia de las conexiones de comunicaciones, tanto por carreteras como nudo ferroviario, amén de contar con el Aeropuerto de Albacete-Los Llanos, todo ello de gran valor estratégico indudable.
Si la toma de Guadalajara tuvo un marcado carácter improvisado y proletario, en cambio las operaciones de recuperación de Albacete por la República tienen ya una visión estratégica y una dirección militar. Merece especial atención esta fase de la guerra por ser tan prematura -en los albores de la Guerra Civil- y muy poco conocida, a pesar de su gran interés.
El día 20 de julio, las izquierdas, animadas por las emisiones de Madrid y Valencia, declaran la huelga general revolucionaria; la reacción de los militares sublevados es poco enérgica. Albacete durante ese día y los siguientes se convierte en la caja de resonancia de todos los bulos imaginables, hasta el punto de que se da un caso insólito, el comandante militar prohíbe los bulos. Desde luego esa prohibición como es de suponer cayó en saco roto y suponía una buena dosis de ignorancia psicológica por quien la dictó.
Ese mismo día 20 aparece por la provincia albaceteña una figura decisiva, el diputado de Izquierda Republica, Vicente Sol, que con su decisión y elocuencia consigue reducir, él solo la indecisa guarnición de Almansa. El importante nudo de comunicaciones sureste quedó así preparado para recibir a las columnas levantinas.
El 21, la aviación del gobierno central hace varias pasadas sobre Albacete; y, por primera vez en esta guerra un avión es derribado con fuego de fusilería. El día 22, la aviación republicana realiza lo que entonces se consideraba como un bombardeo masivo: una veintena de pequeñas bombas, algunos heridos, pero que producen un desproporcionado efecto moral.
Albacete estaba rodeada de provincias hostiles. Pero la amenaza principal se perfilaba en Valencia y en Murcia. La columna murciana, bastante heterogénea, llega a Hellín el día 22. Pero un destacamento de Albacete reconquista fugazmente el pueblo y se apodera de varias piezas de artillería. El día 23, gran parte de la columna murciana llega a Albacete y se pasa a los sublevados. El resto, integrado por milicianos y algunos soldados, se une en Chinchilla con la mucho más decidida columna valenciana.
La noche del 24, la columna gubernamental llega a la Venta de la Paloma, a cinco kilómetros de Albacete, Indalecio Prieto, desde la radio madrileña, pronostica con acierto la inmediata victoria del gobierno:
"Oíd esta previsión para que, si se cumple, sirva cuando menos para dar mayor crédito a mis palabras: que dentro de muy poco, el día próximo, caerá Albacete y quedará asegurada también otra comunicación con esta zona de Levante, donde no se ha producido ningún alzamiento contra la República.
"Albacete está amenazado esta noche con la invasión de dos columnas fortísimas, procedentes la una de, Alicante, a través de Almansa y Chinchilla, la otra de Murcia, a través de Hellín. Ambas columnas. jubilosas, entusiastas y llenas de ardor, acamparán esta noche a la vista de Albacete, dispuestas a entrar en la ciudad en cuando raye el día y a deshacer este nudo que puede intensificar una de las comunicaciones con Levante."
Una la calurosa madrugada del 25 de julio, la columna republicana se despliega para el ataque a la ciudad, Siete aparatos de Los Alcázares apoyan la maniobra, La compañía cartagenera de Infantería de Marina amenaza desde la derecha: en el centro, la sección de ametralladoras del Regimiento alicantino nº 4, y los guardias de Asalto de Alicante y Alcoy. La izquierda está cubierta por dos compañías del Regimiento nº 33 y todas las milicias.
El jefe de la operación es el comandante Balibrea; la artillería está a las órdenes del capitán Simiani. Son las ocho de la mañana, y los defensores de Albacete se aprestan a la defensa.
Los defensores de Albacete son, en su mayoría, paisanos de todas las clases sociales, sólo parcialmente encuadrados por un entusiasta grupo de falangistas. La fuerza armada prácticamente única es la Guardia Civil. Los elementos auténticamente militares son irrisorios.
He aquí el curioso significado de la batalla de Albacete: los sublevados, con una clara mayoría popular; los gubernamentales, con una clara mayoría
Se puede seguir gráficamente el desarrollo de la victoria gubernamental en los radios de auxilio emitidos por los defensores:
"7,10 mañana. - Comandante militar Albacete a general Franco en Tetuán. "En estos momentos avanzan por carretera Valencia, hacia la capital, a una distancia de dos kilómetros, fuerzas de artillería y de infantería, protegidas aparatos aviación. Espero romperé fuego inmediatamente, estando dispuesto con primer jefe esta Comandancia y fuerzas a sus órdenes a perder vida en defensa de España. Urgeme envíen refuerzos. Caso no funcionar esta estación, sería por corte fluido, no por rendición. ¡Arriba España!"
"Tetuán, 8 mañana. - General Franco a Comandante militar Albacete. Enviaré refuerzos. Resista hasta heroísmo. Fe en el éxito. Constantemente " déme noticias"
“8,50 mañana. - Comandante militar Albacete a Jefe Aviación Tablada. "Dígame si dispone algún aparatos Aviación. Urgenme auxilios, porque estoy siendo atacado."
“10,45 mañana. - Situación comprometidísima. Espíritu fuerzas decae por momentos. Envíe auxilios para levantar ánimos, Envíeme algunos aparatos Aviación. Campo aterrizaje buenas condiciones, indicándole deben salvarse embudos bombas. Patio cuartel Guardia Civil formaré cuadro con paineles, indicando con una T que plaza está aún en nuestro poder. Contrario no aterrice."
"12,10 mañana - Desmoralización fuerzas extremada. Situación dificilísima. Urgentísimo auxilio."
"12,35 mañana, - Artillería aviones nos bombardean incesantemente. ¡Socorro!, ¡Socorro! Primer jefe Comandancia suicidándose . Imposible sostenerse, en esta situación."
"12,40 mañana - Albacete a generales Franco y Cabanellas donde se encuentren: Vamos a rendirnos."
