AMBROSIO DE SPÍNOLA Y DORIA, MARQUÉS DE LOS BALBASES Y GRANDE DE ESPAÑA, CAPITÁN GENERAL DEL EJÉRCITO DE FLANDES.
Miembro principal de la familia que rivalizaba con los Doria por el gobierno de la república de Génova, Ambrosio y su hermano Fedérico tomaron el camino de Flandes como condottieros, confianzo en lograr fama y reconocimiento, para reforzar su posición en Génova, gran aliada de España.
La experiencia no comenzó con buen pié, puesto que Federico perdió las galeras que dirigía para apoyar el asedio de Ostende, y después su vida en el mar del norte.Pero Ambrosio, nombrado general, es puesto al mando del asedio de Ostende, asedio que había costado sus carreras al Almirante de Aragón y a Juan de Rivas, pero el buen hacer del Genovés le permitió lograr por fin el final de un asedio de 3 años, en el que se había empeñado la honra de España y de sus armas.
Así pués, en 1604, con sólo 34 años, Spínola se convierte en el hombre del momento, logrando una merecida reputación por su conquista de varias plazas fortificadas en Frisia, lo que aumenta enormemente su fama, tanto que es enviado a España para preparar la tregua con las provincias unidas. No obstante, en una jugada lamentable, la corona española le obligó a garantizar con su fortuna los gastos de la guerra hasta la firma definitiva de la tregua. Totalmente arruinado, Spínola jamás recuperará sus riquezas, aunque a cambio se le nombrará grande de España...Caro le había salido el título.
Con el comienzo de la guerra de los 30 años, Spínola recibe permiso para ocupar el Palatinado, cosa que logra en una campaña relampago admirable, que le vale el grado de Capitán General del Ejército de Flandes, un título vacio ya que de hecho, ya ocupaba esa posición.
Tras la ruptura de la tregua de los 12 años con las provincias unidas, se le ordenó atacar la ciudad de Breda, posiblemente para desviar la atención de los rebeldes holandeses de la campaña que se preparaba para expulsarlos de Brásil. Aunque la leyenda afirma que la campaña comenzó con el lacónico mensaje de Felipe IV, "Marqués tomad Breda", no hay constancia documental de semejante orden, muy poco del gusto barroco de la época.
Spínola empeña su reputación en forjar un doble cerco de la ciudad, donde el exito de la empresa dependía más de evitar el socorro por las tropas del Príncipe de Orange que de someter los poderosos bastiones de la villa. Desmoralizados, por la incapacidad de sus compatriotas para romper el cerco, los sitiados aceptaron condiciones para su capitulación, lo que convirtió al genovés en el mejor general de su época.
No obstante, las envidias de Olivares y de la corte, aparte de sus exigencias insatisfechas para recuperar su fortuna, le hicieron abandonar el mando y regresar a España en 1628, donde se negó a retomar su cargo, en el que era indispensable, y donde Olivares aprovechó para apartarle de un puesto en él que podía ganar nuevos e importantes laureles, envíandole a Italia, para dirigir a las tropas españolas implicadas en la guerra de Sucesión de Mantua.
Allí, se le ordenó tomar la fortaleza de Casale, una ciudad fortificada, en un entorno mucho más duro que Breda, y donde debía luchar contra el tiempo, ya que los franceses habían enviado un ejército de socorro contra el que no tenía efectivos para combatir y mantener el asedio a un tiempo...
Abrumado por sus responsabilidades, murió el 25 de septiembre de 1630. Sus últimas palabras fueron: "Honor y reputación".
El sitio de Casale fracasó estrepitosamente, siendo la primera gran derrota de España en Italia desde los tiempos de Carlos Iº...Por desgracia, no sería la última.
