Los hombres de Ordás lucharon "soberbiamente" y "el pequeño resto siguó batallando bravamente" El general Schopper dirigió un mensaje personal de citación a su camarada en Grigorovo y concedió 32 Cruces de Hierro.
Ordenando a sus oficiales que se reunieran con él inmediatamente. Ordás empezó a extender grandes mapas. Cuando entraron los cinco tenientes- Otero, Castañer, Porta, García y Santiago-, estaba muy atareado planeando la ruta Vsvad. El general había depositado su confiaza en la compañía de esquiadores, les dijo. Debía disponerse a partir a la mañana siguiente, diagonalmente a través del lago, lo más rapidamente que el tiempo permitiera. Aunque calculababa que llevaría ocho horas alcanzar Vsvad, las provisiones serían para tres días. Nueve fusiles automáticos proporcionarían una potencia de fuego extra. Los jovenes oficiales comprendieron: una gesta heroica.
El temómetro se mantenía en los 32 grados negativos, el sábado 10 de enero, cuando 205 hombres de la compañía formeron con sus blancos ropajes invernales ante el capitán. El viento, interminable e incesante, les arrojaba nieve a la cara. Eran las diez de la mañana y no daba el carlor del sol.
Muñoz Grandes había enviado a su ayudante, capitán de corbeta Mora Figueroa, a desearles buen viaje desde su punto de partida en Spaso-Piskopets. "Váis a liberar a un batallón de camaradas alemanes", les dijo "Cruzaréis el lago. La marcha será corta, pero dura. Os enfrentaréis a fuerzas soviéticas superiores en número. Si alguno de vosotros está enfermo, que lo diga ahora".
Adelante, rugió Ordás, con toda la fuerza que su pequeño pecho podía reunir, y echó a andar. Junto a él caminaba una corpulenta figura, de mediana edad, cuya sombra casi absorbía la del diminuto capitán. Ordás lanzo una mirada de confianza a su compañero, el sargento Willi Klein, intérprete alemán agragado por el destacamento de enlace a la compañía de esquiadores. No habían tenido tiempo de hacer amistad, pero Klein había vivido en Españ, como comerciante en Bilbao, antes de la Guerra Civil, y fué prisionero de los rojos hasta que le liberaron los nacionales. Klein tenía mucho respeto por Ordás, cuyo porte le habia conquistado el apodo del "Prusiano". No sólo era la limpia eficacia lo que impresionaba a Klein, sino que también que el pequeño oficial de ojos brillantes y vivosm era un héroe. Antiguo "africanista", había mandado marroquies en la Guerra Civil, mereciendo la Medalla Militar.
La compañía emprendió pesadamente la marcha. Los trineos llevaban las provisiones y el equipo. Los españoles habían querido requisar los trineos y los caballos, pero los campesinos rusos habían temido que no se los devolvieran, así que se ofrecieron como conductores. En total, setenta mujiks acompañaron a la fuerza de socorro española. A las pocas horas, Ordás llamó a Varela para que por radio diera cuenta del avance al cuartel general. Pero el generador se había helado. Sin titubear, ordenó a Varela que volviera por otro. "Sabes el camino", le dijo con toda calma. "Alcánzanos tan pronto como puedas". Por una vez en su vida, el locuaz radiotelegrafista se quedó sin habla. Se volvió y emprendió la marcha. Hombre al que le encantaba maldecir. Varela tuvo la oportunidad de repasar todo su repertorio en el largo trayecto. Ordás también hizo volver en trineo a los primeros casos de congelación.
El frio resultaba increible, agudizado por un cruel viento del Este que les cortaba la cara. El sol se elevó, pero siguió sin dar carlor. Pronto quedó atrás, mientras la columna de Ordás seguía el rumbo de la brújula rodeando hondas grietas y grandes barreras de hielo, elevadas por el oleaje de la superficie del lago. Varela y su equipo respiraban afanosa y dolorosamente tratando de cumplir su misión.
Había un punto delante. No se movía. Se acercaron y vieron una figura tendida boca abajo en la nieve. El congelado cuerpo ya estaba cubierto por una fina capa de hielo claro como el cristal. Le dieron la vuelta "Es Felipe", dijo uno. "Ahora María ysu chico están solos en Bilbao....Lástima.... En Posad ganó la Cruz de Hierro y ahora se hiela aquí solo, lejos de la patria. Toda la guerra es una pura mierda. Continuaron. Hacía 53 grados bajo cero. El invierno más frio en un siglo.
Varela se presentó a Ordás reglamentariamente, como les gustaba al "Prusiano". "Te abrazaría Varela, pero no me atrevo, o nos congelariamos mutuamente.... Qué bueno que estés aquí. Ponme con la divisón"
10 de enero, nueve y media de la noche. Muñoz Grandes a Ordás "la guarnición de Vsvad se sostiene valientemente..... Es absolutamente necesario socorrerlos. El honor de España y el espiritu de fraternidad de nuestro pueblo (con los alemanes) lo exigen"
11 de enero, dos de la mañana. Muñoz Grandes a Ordás "sois el orgullo de nuestra raza. Confiad en Dios y atacad como españoles"Continuaron. Tras lo que parecía ser una marcha interminable, en la que las proyectadas ocho horas se habían convertido en ventidós, la compañía de esquiadores alcanzó la orilla meridional del lago cerca de Ustrika. Dos centinelas de la 81ª División observaban nerviosamente cómo se acercaba a su puesto una columna de soldados. Uno de los centinelas, de Hamburgo, se esforzó por ver algo. Se volvió a su compañero, que tiritaba en un abrigo de piel enviado por alguna honorable ama de casa para los muchachos del frente, y murmuró: ¡ahí están los rojos!. Se desplegaron un sargento y algunos soldados. Al aproximarse las sombras por entre la luz de la mañana, el sargento gritó: "¡Sotj!".
Una voz preguntó en respuesta "¿alemán?". Y otra vez "¿alemán?"
"Lo siento, sargento", gritó un de sus hombre. "No tire. Son españoles". Luego llegó una voz del lago en alemán.
"¡No tirad!. Somos camarads. División Azul española. Soy el sargento Klein, intérprete". Y Klein corrió hacia sus compatriotas para que no hubiera error.
Los españoles fueron conducidos a los que les pareció un palacio; una pequeña isba de madera con una estufa. ¡Y había té caliente! Ordás, Otero, los otros oficiales y el sargento Klein supieron que Vsvad aguantaba aún y que quedarían bajo el mando temporal de la 81ª División , agrupada a lo largo de la orilla dela lago Ilmen. Los silesianos del general Erich Schopper estaban casi cercados y trataban de contratacar en un intento desesperado de sobrevivir y restablecer el frente. La compañía de esquiadores era un refuerzo bien recibido, aunque fuera débil. Ordás tenía que evacuar a 102 de sus hombres inmediatamente, por congelación. Dieciocho de ellos eran amputados dobles. Al capitán le dijeron que lucharía al lado de lituanos y alemanes.
Seguro en la orilla Sur del lago, pero aún no era Vsvad. Ordás se puso en comunicación con Muñoz Grandes, cuyo estado mayor llevaba un registro de los emnsajes de radio:
11 de enero, 10,10 horas. Ordás a Muñoz Grandes
Después de salvar seis grandes barreras de hielo y cruzar grietas, con agua hasta la cintura, hemos llegado a Ustrika.
10,30 horas. Muñoz Grandes a Ordás.
Se de vuestros esfuerzos durante la ardua marcha... La guarnición de Vsvad resiste aún. Debéis socorrerla cueste lo que cueste, incluso si todos vosotros os heláis en el lago. Debéis seguir, solos, si es necesario, hasta la muerte. Tenéis que alcanzar Vsvad y morir con ellos. En nombre de la patria, gracias. No perdáis el ánimo. Confio en vosotros.
14 de enero, 10,00 horas. Ordás a Zanón.
Empujamos para liberar Vsvad.
13,00 horas.
Hemos tomado Shishimorovo. Nuestra guarnición de allí...reforzada por alemanes y letones.
17 de eenro, 22,00 horas. Ordás a Muñoz Grandes.
El enemigo contraatacó con dos batallones anticarro y seis carros medios, que rápidamente arrollaron a la vanguardia española. El destacamento rodeado se defendió heroicamente.[/i].....de los 36 españoles de la vanguardia, catorce murieron. El resto rompió el cerco y se unió a la compañía. Nos estamos atrincherando e.... y resistiremos orden de establecer un puesto avanzado en Maloe Utchno.
19 de enero, 13,30 horas. Ordás a Muñoz Grandes.
A las siete de hoy el enemigo ha lanzado un ataque en masa sobre Maloe Utchno suprimiendo la guarnición de venticinco españoles y diecinueve alemanes. El ataque fue apoyado por carros. a compañia se desplegó y logró rescatar a cinco españoles heridos y dos alemanes. La enorme concetración enemiga nos impidió reconquistar el puesto. a guarnición no capituló. Murieron con las armas en la mano. Observamos una gran masa enemiga en dirección a Maloe Utchno. Esperamos el ataque. Sabemos cómo morir como españoles.
19 de enero, 23,00 horas Muñoz Grandes a Ordás.
Hablais como solo los heroes lo harían. Este es el unico medio de construir un imperio. Valor. Vuestra conducta es el orgullo de esta brava división. A pesar de todo venceréis. Hay un Dios y El os concederá la victoria porque sois los más valientes hijos de España. Un abrazo que no será el último.
20de enero, 14.30 horas Ordás a Muñoz Grandes.
Anoche nos bombardearon tres veces aviones rusos. Al atardecer, grandes masas enemigas avanzaron contra nuestras posiciones. Han salido varios voluntarios para incendiar los carros enemigos (con cócteles Molotov). El movimiento de penetración del ataque ha sido contenido, y el enemigo se retira. Dios Existe.
