Introducción.
Un simple vistazo a Internet basta para darnos cuenta del interés que suscitan todos los
temas o debates, relacionados con Ceuta o Melilla y una hipotética invasión, por parte del
vecino Reino de Marruecos.
Los conflictos bélicos entre países se inician en la mayoría de ocasiones, debido a algún
tipo de incidente que actúa de percutor o iniciador. Inmediatamente después, puede ocurrir que
el conflicto se enfríe lentamente o que incluso, se recrudezcan las hostilidades y degeneren en
una guerra más o menos abierta. Las guerras pueden ser oficialmente declaradas, o no. Como
ejemplo de guerra no declarada, está la Guerra de Vietnam (1964-1975).
Un incidente que pudo derivar en un grave conflicto, fue la ocupación por parte de
Marruecos del denominado islote de Perejil, en el año 2002. La ocupación vino precedida de
una escalada de tensión diplomática entre España y Marruecos, que pudo haber derivado en una
guerra abierta de consecuencias impredecibles. Como es sabido, España recuperó el islote
inmediatamente, gracias a una operación militar denominada Romeo-Sierra.
Mi particular y ficticia “guerra no declarada” también tiene un elemento percutor, que
además está basado en hechos reales. Me explico: Los medios de comunicación informaron en
su momento, de al menos dos incidentes seguidos y similares, entre helicópteros militares
españoles y un yate de bandera marroquí, en el que casualmente se encontraba el monarca alauí.
Las crónicas no aclararon si el incidente fue un asunto de espionaje (como denunció
Marruecos), o simplemente fue un lamentable suceso, fruto de la casualidad. Afortunadamente
para ambos países, el incidente no pasó a mayores.


La historia parte del incidente donde se vio involucrado el yate, pero contado a mi
manera. Una historia trepidante, que te arrastrará por unos derroteros irreales, más o menos
disparatados, pero que nunca podrán ser considerados como imposibles. La prueba está que
España y Marruecos, acumulan una larga lista de “conflictos” a lo largo de la historia, incluido
la historia más reciente.
¿Quién puede asegurar que la historia no se va a repetir?
Hay una frase que a mi me gusta mucho y de la que existen muchas variantes, y dice algo
así como: "Sólo los pueblos que no conocen su historia, están condenados a repetirla"
Conozcamos entonces la historia…


Malas noticias.
“El presidente del Gobierno ha muerto”. Con este lacónico titular nos despertamos los
españoles y el mundo entero, el 18 de febrero del año 2013. El presentador del informativo
especial de Antena 3, narra a continuación los hechos que culminaron en la muerte del
presidente del Gobierno español.
- “El vehículo oficial se disponía a incorporarse a la Avenida de Puerta de Hierro, cuando
fue envestido lateralmente por un camión de gran tonelaje. La magnitud del impacto fue tal, que
además del presidente del Gobierno, ha fallecido la secretaria del presidente y el conductor del
vehículo oficial. El conductor del camión implicado en el accidente ha resultado ileso. Las
primeras investigaciones confirman que el conductor del vehículo pesado, estaba bajo los
efectos del alcohol en el momento del accidente, por lo que finalmente fue detenido y puesto a
disposición judicial. Una vez en comisaría, el conductor del camión muere en circunstancias
extrañas, ya que ha sido hallado muerto (ahorcado) hace unos minutos, en los aseos de la propia
comisaría de policía”
La vicepresidenta primera del gobierno tomó las riendas del país inmediatamente después
del desgraciado accidente… o magnicidio, como también se llegó a denominar desde algunas
posiciones de la extrema derecha. Durante un tiempo, estuvo circulando por el país, una curiosa
historia conspirativa, pero sus extremos nunca pudieron demostrarse.
La muerte del presidente del Gobierno no hizo sino añadir más incertidumbre al país,
sumido en una especie de espiral de pesimismo colectivo. En el momento de tomar la posesión
del cargo, España ya alcanzaba los 5,9 millones de “parados” y los famosos brotes verdes,
anunciados por el ex presidente Zapatero, no aparecían por ningún sitio. Incluso, se avecinaba la
segunda huelga general de la era “PP” y los recortes presupuestarios frenaban aún más, la
patética locomotora que tira de la economía nacional.
En el siguiente capítulo se analiza brevemente, el estado político y social en el que se
encontraba el Mediterráneo, desde finales del año 2010 hasta nuestros días.


El mediterráneo en llamas.
El mediterráneo entra en ebullición a finales del año 2010. Un joven de 26 años,
Mohamed Bouazizi se inmola en Túnez, encendiendo la mecha de lo que se ha conocido como
la primavera árabe o revolución democrática árabe. El Gobierno tunecino de Zine El Abidine
Ben Ali se desplomó inmediatamente y su presidente huyó de forma apresurada hacia Arabia
Saudita, el 14 de enero de 2011.
Lo mismo ocurrió con el Gobierno de Egipto y el Gobierno de Libia en el año 2011.
Ambos gobiernos cayeron uno detrás de otro, gracias a la presión popular en el caso de Egipto,
y a una cruenta guerra civil en el caso de Libia, que incluso acabaría con la muerta de su líder.
Muamar el Gadafi fue “ajusticiado” el 20 de octubre de 2011.
El Gobierno de Siria fue el siguiente en caer. La guerra civil no declarada, destruyó parte
del país y acabó con la muerte de miles de personas. Bashar al-Assad tuvo que abandonar el país
y pedir asilo político en Rusia, a mediados del año 2012.
Prácticamente al mismo tiempo que caía el Gobierno de Bashar al-Assad, comenzó la tan
temida y al mismo tiempo esperada crisis entre Irán e Israel. Aviones de la fuerza aérea israelí,
atacaron varias centrales nucleares, fábricas de misiles balísticos y bases aéreas en la República
Islámica de Irán (julio del 2012), con consecuencias dramáticas para todo Oriente Medio. Este
conflicto pasaría a llamarse “La Guerra del Uranio” pero esto… ya es otra historia.
Marruecos estaba sufriendo la misma crisis económica que todo el planeta y los cambios
democráticos puestos en práctica por Mohamed VI, no resultaron muy convincentes para la
oposición, ni para gran parte de su pueblo. Fue entonces cuando Mohamed VI puso en práctica
una especie de “táctica del despiste”, consistente en presionar a España con el ya famoso y
manido asunto de Ceuta y Melilla.
Desde finales de los noventa, Marruecos se encontraba en plena escalada armamentística.
Estaba dedicando mucho dinero y haciendo grandes esfuerzos para incorporar nuevo y avanzado
material a sus fuerzas armadas. El material con que contaba estaba quedando absoluto y existía
una fuerte desigualdad con los países vecinos, como Argelia o España.
Como en otras ocasiones, Marruecos miró a Estados Unidos y a Francia. Adquirió 24
cazabombarderos F16C Block-52 y una serie de radares de última tecnología, como los SeaVue
XMC o el sistema Sentinel, entre otro material de primera línea.
La Marina Real Marroquí también estaba de enhorabuena en el 2012, y se dotó de
modernas fragatas tipo SIGMA y FREMM, ideales para defender su extensa franja marítima y
todos sus recursos naturales, sobretodo los pesqueros y los nuevos yacimientos de petróleo
situados a lo largo de su costa.

El yate de Mohamed VI.
Mohamed VI tenía cierta predilección por dar largos paseos en yate a lo largo de la costa
mediterránea de Marruecos. En junio de 2010 se registraron al menos dos reclamaciones,
interpuestas por el gobierno de Rabat ante la embajada española, debido a que el rey alauí fue
molestado por aeronaves españolas, que volaban a baja altura en misión de abastecimiento al
Peñón de Vélez de la Gomera, las Islas Chafarinas y el islote de Alhucemas. Esos territorios son
posesiones españolas situadas a escasos metros de la costa marroquí. Recordar que España tiene
firmado un acuerdo con Marruecos, donde se le permite utilizar helicópteros u otros medios,
para dar servicio a las poblaciones citadas.
Ante la primera reclamación, el gobierno de Rabat recibió unas sinceras disculpas del
gobierno español, pero ante la segunda reclamación, el gobierno español decidió detener
inmediatamente los vuelos militares, aunque días después, ambos gobiernos volvieron a firmar
un nuevo acuerdo, que permitió reanudar los vuelos de abastecimiento.
Que se sepa, no hubieron más problemas de ese tipo hasta el 22 de agosto de 2013, un día
después del cumpleaños de Mohamed VI.
El rey alauí se encontraba almorzando en la cubierta de su famoso yate, junto a otros
miembros de la familia real y algunas autoridades militares de su país. El yate se encontraba
muy cerca de la costa, bordeando los acantilados de Al Hoceima, cuando de repente, fueron
sorprendidos por un helicóptero Chinook del destacamento BHELTRA V, que se dirigía raudo y
veloz al cercano peñón de Alhucemas. Al parecer el helicóptero volaba muy cerca del
acantilado y apareció por detrás. El ruido de sus motores, estaba enmascarado por el propio
ruido de los motores del yate y por el efecto de apantallado del propio acantilado. Por supuesto,
el comandante del helicóptero español tampoco vio al yate, hasta que no estaba prácticamente
encima del barco. El Chinook pasó finalmente atronando, por encima de las cabezas de los
distinguidos comensales, provocando el consiguiente sobresalto general y una algarabía
importante. El “cabreo” de las autoridades marroquíes fue tal, que se dio aviso a una pareja de
cazas F16, con el objetivo de hacer aterrizar de inmediato a la aeronave española.
Por lo que sabemos, el comandante del helicóptero Chinook no hizo caso de las
advertencias de los cazas marroquíes y puso rumbo a Melilla, al tiempo que informaba a su base
del incidente con los dos cazas.
Informaciones posteriores, confirmaron que el helicóptero español llegó a estar
“enganchado” por los sistemas de armas de los F16 marroquíes, que es el paso previo a un
ataque en toda regla. Por esas casualidades de la vida, una pareja de cazas Eurofighter Typhoon
de la fuerza aérea española, se encontraban de prácticas muy cerca del lugar y permanecieron
muy atentos a los acontecimientos, por si era necesaria su actuación.

El bloqueo a Melilla.
Al día siguiente (23 de agosto de 2013), el gobierno del país alauí acusó a España de
haber violado el espacio aéreo marroquí, con aeronaves de caza y con “intenciones agresoras”.
El incidente del helicóptero y el yate, fue catalogado por la prensa vecina como un “atentado” al
monarca. Después de los mencionados incidentes, parece que ya existía una buena excusa para
comenzar a alentar a la población marroquí, en contra de España y sus intereses. De todas
formas, Marruecos ya llevaba mucho tiempo presionando a España y calentando el ambiente, a
cuenta de la titularidad de Ceuta, Melilla y resto de territorios españoles.
El mismo día, el embajador marroquí en España, es llamado a consultas. La llamada a
consultas de un Embajador es un mecanismo diplomático de que disponen los Estados, para
manifestar su desacuerdo con una decisión concreta de otro Estado.
El 24 de agosto de 2013, el gobierno marroquí decreta el cierre unilateral de los pasos
fronterizos en Ceuta y Melilla. Además prohíbe el sobrevuelo de aeronaves españolas (civiles y
militares), en todo su espacio aéreo, incluido el pasillo aéreo que pasa sobre la vertical de su
territorio y une las Islas Canarias con la península. Los pasillos aéreos sobre aguas
internacionales entre canarias y la península no se vieron afectados, salvo cuando algún caza
marroquí realizaba misiones de identificación.
Por supuesto, el gobierno español llamó a consultas a su embajador en Rabat y se creó de
inmediato un comité de emergencia, encargado de gestionar la nueva crisis diplomática.
Se establecieron reuniones entre ambos Gobiernos, con el fin de llegar a un
entendimiento, pero no se llegó a ningún acuerdo especial. Desde la UE, se seguía la crisis con
algo de preocupación, pero en principio no se hizo nada relevante, al menos merezca la pena
comentar.
El 26 de agosto. Marruecos bloquea la entrada al puerto de Melilla con algunas unidades
navales e impide la entrada y salida de toda clase de embarcaciones. En esos momentos, el
bloqueo ya era total y efectivo.
Esta vez la UE sí que emite un comunicado, en el que pide a Marruecos que desactive el
bloqueo aeronaval y vuelva al anterior statu quo.

El Protocolo.
Los acontecimientos se precipitan rápidamente y la presidenta del Gobierno decide
reunirse urgentemente con Estado Mayor de la Defensa, en el Cuartel General del Ejercito
(CGE) en Madrid.
La entrevista se realizará en una sala especial de máxima seguridad. Para poder entrar a
dicha sala, hay que pasar un minucioso registro personalizado. Se prohíbe tajantemente la
entrada de cualquier objeto que no sea estrictamente necesario en la reunión. Un oficial se
encargará de “recitar” al invitado una larga lista de artículos prohibidos. Por citar algunos
ejemplos, no se pueden pasar teléfonos móviles o cualquier otro dispositivo electrónico.
Además de todas esas medidas especiales, se obliga a todos los “invitados” a enfundarse en
unos monos especiales (unisex) de color blanco, para el uso exclusivo en la sala. El mono es el
“cortafuegos” ideal que impide la entrada “involuntaria” de micrófonos ocultos en las ropas de
los asistentes a las reuniones. Podría ocurrir que un “espía” inserte en algún momento (días o
semanas atrás), algún tipo de nano-micrófono en la ropa de alguno de los invitados y
evidentemente, hay que evitarlo a toda costa.
Los ilustres asistentes a la reunión, pasan de uno en uno a una aséptica cabina de 2x2
metros, pintada totalmente en blanco. Dentro deben quitarse toda la ropa (¡toda!) y depositarla
junto a todos sus efectos personales, en un gran buzón que se sitúa justo en uno de los laterales.
Dicho buzón se cierra cuando está lleno y se vuelve a abrir, para dejar ver el famoso mono y un
calzoncillo o braguita según sea el caso. ¿Y que ocurre si un invitado se deja “algo” sin querer,
fuera del buzón? Ocurriría que una discreta cámara de infrarrojos y un sistema de de rayos X, se
encargarían de detectarlo y se informaría mediante un pequeño altavoz. Hay que tener en cuenta
que por esa sala, no solo pasan ilustres autoridades, sino que también lo hacen personajes de
toda clase y de cualquier procedencia, siempre para tratar asuntos de seguridad nacional.
Una vez se sale de la “incómoda” cabina, cada individuo pasa uno a uno, a la sala de
reuniones. Una vez dentro, estamos ante una gran habitación de treinta metros cuadrados,
pintada también en color blanco y que está completamente “pelada”, es decir, sin ventanas ni
armarios en sus paredes. De hecho, solo hay una gran pantalla de televisión “tipo LED” en la
pared del fondo. No hay nada más que pueda distraer la atención o propiciar un escondite para
algún micrófono o sistema de escucha. En mitad de la sala se dispone una gran mesa redonda,
diseñada para dar cabida a once personas como máximo.
Además de la presidenta del Gobierno y el JEMAD, la reunión estaba compuesta por: El
Ministro del Interior, el Ministro de Asuntos Exteriores, el Ministro de Defensa, los jefes de los
tres ejércitos, el máximo responsable del CIFAS (Centro de Inteligencia de las Fuerzas
Armadas) y el director del CNI (Centro Nacional de Inteligencia).
Aún había una silla que permanecía vacía, mientras todos los “invitados” charlaban
animosamente entre ellos, pero eso sería por poco tiempo. De improviso, se abre la única puerta
que da acceso a la sala y todos los invitados miran hacia, ella en completo silencio. En ese
momento entra en la sala Su Majestad el Rey (Capitán General de las F.A.) ataviado con un
ajustado mono de color azul.
- Buenos días señora y señores, disculpen mi retraso. Ya estoy algo mayor para
enfundarme este dichoso mono, que por cierto, ya me queda algo estrecho. Dijo con su típico
sentido del humor.
Todo el mundo se puso en pié inmediatamente y saludaron solemnemente. Una vez se han
sentado todos, el JEMAD toma la palabra y da la bienvenida a la presidenta del Gobierno, ya
que es la primera vez que asiste a una reunión de este tipo.
Comienza por tanto, una importante reunión que tratará exclusivamente sobre la crisis
entre España y Marruecos. El director del CNI y posteriormente el máximo responsable del
CIFAS, ponen al corriente a todos los presentes, de todos los pormenores relacionados con la
inteligencia militar, de lo que se deduciría rápidamente que la crisis entre España y Marruecos,
era más grave de lo que parecía en un principio.
Una vez expuestos todos los detalles, el JEMAD propone activar el Protocolo M1/1.
- ¿En que consiste ese Protocolo? Le interroga la presidenta del Gobierno.
- Señora. Se trata de un complejo plan de actuación ante un supuesto conflicto con
Marruecos. Contesta el JEMAD, y prosigue diciendo. - Dicho documento forma parte del Plan
Estratégico Conjunto y establece todos los procedimientos de actuación frente a una larga lista
de supuestos, que podrían darse en un conflicto como el que nos ocupa en este momento.
- ¡Excelente! Por favor, prosiga con los detalles. Responde una entusiasmada presidenta.
- Señora. Con su permiso, antes debo explicarle una serie de normas que debemos
respetar, puesto que es su primera reunión, se las explico. Responde el JEMAD.
- El Protocolo es un documento de Alto Secreto. Muy pocas personas saben de su
existencia y menos aún, saben el contenido exacto del mismo. Por lo que si revelamos los
detalles expuestos en el documento, aunque solo sea en el ámbito de esta sala, y luego no se
llevan a cabo, implicaría la automática destrucción del documento y la confección de una nueva
alternativa. Esa nueva alternativa nos podría llevar algunos meses o incluso años. - ¿Verdad que
lo entiende, señora? – Pues…no lo entiendo la verdad. Dijo la presidenta ¿Es que las personas
que estamos en esta sala no somos lo suficientemente fiables?
- El JEMAD le responde – Sí y no. Solo el Rey está fuera de toda duda. El resto, estamos
dentro de la duda razonable. Usted por ejemplo. Ahora mismo forma parte del Gobierno, pero
dentro de unos meses o años, estará fuera y no podrá ser controlada, ni en lo que dice y ni lo que
hace.
La presidenta interrumpe rápidamente – ¡Yo no pienso traicionar a mi país jamás!
A lo que el JEMAD responde. – Conscientemente no. Desde luego.
- La presidenta se queda pensativa y seguidamente pregunta. - ¿El Protocolo es una
respuesta exclusivamente militar al conflicto, o dispone de otras herramientas complementarias
o incluso alternativas a la vía militar?
- El Protocolo es sobretodo una respuesta militar al conflicto. Está redactado por militares
y como usted sabe, los militares nos preparamos sobretodo para la guerra. ¡Para discutir ya están
los políticos! Le espeta con una sonrisa socarrona. Curiosamente, todos los militares de la sala
esbozaban la misma sonrisa, como si todos estuvieran cortados por el mismo patrón.
- “Touché”. Exclama ella, a la vez que se sonrojaba un poco. Seguidamente exclama.
- ¡Adelante! Abra el dichoso libro. Ya veremos lo que hacemos.
- No se precipite señora presidenta, aún hay una última e importante cuestión. Responde
el JEMAD. - Si usted autoriza la puesta en marcha del Protocolo, ya no habrá posibilidad de
marcha atrás. Usted tendría que llevar el Protocolo hasta las máximas consecuencias, sin ningún
tipo de restricción por su parte. Nosotros los militares, tomaremos las riendas y no pararemos
hasta que consigamos resolver el conflicto, cueste lo que cueste y caiga quien caiga.
– ¡Que está diciendo! Interrumpe ella. ¡Parece que usted ha olvidado quien soy yo y lo
que represento! Yo soy quien tiene la última palabra y además… - ¡Señora! ¡Siéntese por favor!
¡Y escuche atentamente! Interrumpe tajantemente el Rey. En ese momento la cara de la
Presidenta era todo un poema. Su delicada y pálida tez, había pasando por todos los colores del
arco iris, dejando finalmente paso al color amarillo más pálido
S. M. el Rey vuelve a tomar la palabra, esta vez con un tono de voz más pausado.
– Señora, usted tiene que entender que la situación es muy grave. No es el momento de
usar la política como único método para resolver el conflicto. O cortamos por lo sano ya, o muy
pronto será demasiado tarde. Cada día que pasa, juega en nuestra contra. Marruecos está
estacionando miles de soldados a lo largo de la frontera de Ceuta y Melilla. Usted acaba de ver
las fotografías proporcionadas por el CIFAS. Usted también ha visto el informe del CNI, que
asegura, que pronto habrá un levantamiento popular en Melilla, pidiendo la anexión de ese
territorio a las limítrofes provincias del RIF. Marruecos va a tratar de ganar tiempo, alargando
las conversaciones políticas, pero sabemos que esas conversaciones no servirán de nada. Dentro
de unas semanas, si el despliegue sigue al actual ritmo, el ejército marroquí podría disponer de
tal cantidad de tropas y tal cantidad de material militar, que ya no habrá forma humana de
detenerlos. Señora presidenta… o hacemos algo pronto o perdemos la ciudad de Melilla y con
ella, se perderán miles de vidas humanas. Después será el turno de Ceuta, no lo olvide.
Acto seguido, el JEMAD desliza sobre la mesa el documento que activaría de forma
oficial, el Protocolo M1/1.
La presidenta del Gobierno reflexiona durante unos instantes y finalmente pregunta:
- Señores… ¿Dónde debo firmar?

Estado de Emergencia.
Tras la firma del Protocolo M1/1, se instaura un estado de Emergencia Nacional y las
Fuerzas Armadas Españolas entran en estado de máxima alerta. Los primeros pasos que se dan,
entre otros muchos son:
1. Se ordena el despliegue de todas las unidades y medios propios en Ceuta y Melilla.
2. Se ordena el despliegue del Portaaviones Príncipe de Asturias R-11 y los buques de
escolta, a un punto estratégico en el Océano Atlántico.
3. Se ordena el despliegue de las fragatas F-101, F-102, F-85 y F-86 y varios patrulleros.
Su misión es patrullar las aguas internacionales entre la península y Marruecos.
4. Se alerta a todo el personal y medios especiales de la Infantería de Marina.
5. Se decreta la máxima alerta para las unidades de caza y ataque del ejército del aire,
además de los Escuadrones de Vigilancia Aérea (EVA).
6. Se ponen en marcha todos los Sistemas de Inteligencia y Guerra Electrónica, incluido
los medios compartidos con la OTAN, como satélites de observación y aviones de
vigilancia tipo AWACS.


Fragata de la Armada Española F-101 Álvaro de Bazán. Fotogrfía: armada.mde

El empeoramiento de la situación.
La puesta en marcha del plan de acción español, provoca nuevas reacciones en las
instituciones del país vecino.
28 de agosto. Marruecos multiplica el número de soldados y equipos militares a lo largo
de las fronteras de Ceuta y Melilla, pero especialmente en Melilla. Se intensifican las patrullas
aéreas y navales a lo largo de su costa.
España consigue reforzar sus fuerzas militares en Ceuta pero no en Melilla, debido al
bloqueo aeronaval impuesto por Marruecos.
El 1 de septiembre, tras unas negociaciones bilaterales, se permite la salida de barcos
desde Melilla, pero no se permite la llegada de ningún navío, a menos que sean inspeccionados
previamente.
Gran cantidad de personal civil abandona apresuradamente la ciudad autónoma de
Melilla. En la ciudad autónoma de Ceuta pasa algo parecido; muchas personas abandonan la
ciudad por miedo a que se produzca un bloqueo similar al de Melilla.
La UE y la OTAN al igual que ocurrió con el incidente de Perejil, no son capaces de dar
un mensaje claro y contundente a Marruecos, cosa que ya se preveía en el Protocolo de
Actuación M1/1. Por otro lado, hay que recordar que Estados Unidos y Francia son también
muy buenos aliados de Marruecos, con grandes intereses en ese país.
Marruecos recibe con gran agrado, la constatación de que España está prácticamente sola
en la crisis y es posible que este hecho, haya propiciado una actitud más beligerante (si cabe)
por parte de Marruecos. El mundo era consciente de que las Fuerzas Armadas Españolas eran
muy superiores a las Fuerzas Armadas Marroquíes, pero también eran conscientes, de que la
distancia y situación geográfica de Melilla jugaba en contra de España. Además eran bien
conocidos los graves problemas que acuciaban a las Fuerzas Armadas Españolas, como por
ejemplo: La falta de personal, la precariedad de diverso material. Como por ejemplo: la fuerza
de submarinos, que se estaba desactivando en esas mismas fechas, debido a la próxima entrada
en servicio de los nuevos submarinos clase S-80.
5 de septiembre. Un barco con ayuda humanitaria fletado por la Cruz Roja Española,
intenta entrar en el puerto de Melilla. En principio tenía el beneplácito de la Armada Real
Marroquí, pero finalmente se le prohibió la entrada y fue abordado por las fuerzas especiales de
Marruecos. Horas más tarde el barco y sus ocupantes fueron conducidos al puerto de Al
Hoceima. Al mismo tiempo, una unidad especial de la Infantería de Marina Española, fue
activada, con la misión de recuperar la nave. Pero ante la posibilidad de herir a los civiles que
encontraban a bordo, se decidió abortar la misión. Los ocupantes del barco son liberados horas
después en la frontera, concretamente en la puerta de Beni Enzar.


2º PARTE`

3ª PARTE