Índice del artículo



Dentro de la hacienda los legionarios preparan sus posiciones defensivas. El Capitán Danjau imparte ordenes de un lado a otro sin importarle el fuego esporádico que es provocado por algunos mexicanos que se han conseguido introducir en uno de las casas de la Hacienda. Momentos mas tarde ven acercarse un jinete portando una sabana blanca. A diez metros de uno de los muros de la Hacienda se para y dice en un perfecto francés: ¨ somos mas de dos mil y ustedes no mas de setenta, ríndanse ¨ Al cual el Capitán Danjau por medio del sargento Morzyrcki le contesta ¨ ni hablar de rendirse, tenemos cartuchos ¨.

Image

El mexicano con cara de asombro se retira, minutos mas tarde la caballería mexicana realiza una carga sobre la Hacienda, pero los legionarios tras varias descargas de fusil consiguen hacer que se retiren. Mientras volvían a organizar las posiciones defensivas, Danjau iba de puesto en puesto dando ánimos e impartiendo órdenes, en uno de esos trayectos cruzando el patio de la Hacienda Danjau recibe un certero disparo en el pecho que acaba con su vida.

Image

Eran las 11:00 de la mañana y momentos antes había jurado que no se rendiría al igual que los legionarios que el valeroso Danjau tenía a sus órdenes. Inmediatamente el mando es asumido por Jean Vilain de 27 años, el cual era más viejo que Teniente Maudet compañero de Danjau a la hora de presentarse voluntario en la misión de la 3º Compañía.

Image
Coronel F. de Paula Milán


El Coronel Francisco de Paula Milán al mando de las tropas mexicanas y tras observar los ataques de caballería contra la posición defensiva que mantienen los legionarios en la Hacienda de la Trinidad, comprende que es imposible tomar la Hacienda solo con cargas de caballería, por lo cual decide una nueva carga apoyados por infantería. También como buen militar comprende que es imposible que 60 hombres aguanten dicho ataque y decide enviar nuevamente un emisario. Este se acerca de nuevo a la Hacienda y les comunica que si se rinden el Coronel Milán promete que salvaran la vida, a lo cual los legionarios contestan por medio del sargento Morzyrcki con un ¨ váyase a la mierda, usted, sus mexicanos y su coronel ¨ El sargento dicho esto busco la mirada de su teniente Vilain, el cual asintió con un gesto las palabras del sargento. No había marcha atrás, todos sabían cual iba a ser su destino y el 3º Compañía como un solo hombre lo asumió hasta el final.

Alrededor de las 12:30 los legionarios escucharon un toque de corneta, las primeras ilusiones de que fueran los hombres del Capitán Saussier que venían de Paso Macho a socorrer a la 3º Compañía quedaron desvanecidas. Era el toque ¨a degüello ¨, no había cuartel para los franceses. Los mexicanos reforzados por distintos batallones de Veracruz, Córdoba y Jalapa más tropas irregulares y los grupos de Osorio, Escobar Canseco y Jiménez, habían iniciado el ataque por todos los flancos. Los legionarios ven acercarse a los mexicanos esperando las órdenes de sus mandos. El nerviosismo es máximo aun cuando parece que están viendo una fabulosa imagen como meros espectadores. 12 horas habían pasado desde su salida de Chiquihuite, 6 horas de combates si agua, soportando un calor asfixiante y ahora esa visión de miles de hombres acercándose a la carga hasta su posición. De repente una voz les hizo volver a la realidad: ¨ apunten, carguen, fuego¨ y otra vez ¨ carguen, fuego¨ Así rítmicamente y tomando el tiempo necesario entre andanada y andanada para que se difumine la nube de pólvora que producían sus fuiles, fueron efectuando descargas hasta que el ataque fue repelido.

El Coronel Milán observando la escena no podía contener su cólera, golpeando a sus propios hombres y sin comprender como 60 legionarios habían repelido el ataque de 2000, ordena un nuevo ataque. Las topas mexicanas logran acercarse cada vez más, pero es repelido de nuevo. Los muertos se amontonan tanto dentro como fuera de la Hacienda y el Teniente Vilain es alcanzado, tomando el mando el subteniente Mauder que se había presentado voluntario junto a Danjau. Se fijan las posiciones y se intercambia fuego de fusilería desde cierta distancia. Es solo cuestión de tiempo. Los Legionarios tienen los cartuchos contados, pero el Coronel Milán no quiere que este combate sin sentido termine de esa manera, solo quiere que los Legionarios se rindan. Las cargas continúan de forma esporádica, Mauder reconociendo claramente la situación decide que cada puesto de defensa se las debe de arreglar como pueda, ya no tiene sentido enlaces entre ellos. Las bajas se van continuando, los mexicanos consiguen acercarse a la tapia y empiezan a picar la pared. Mientras todo continua, ataques, fuego, pólvora, sangre, sudor y bajas. Cada vez más bajas. A las 17:00 los mexicanos incendien los techados de las estancias de la Hacienda. El Coronel Milán esta más que avergonzado de sus tropas, colérico les grita y espeta una y otra vez como 60 hombres pueden detener a 2000 mexicanos. Al final los hombres del Batallón Córdoba consiguen entrar en el recinto.
Image
Teniente Maudet

Solo Maudet junto con 16 Legionarios y algunos heridos mantiene una leve resistencia, sus compañeros o han muerto o ya han sido capturados. Poco a poco van siendo tomadas las posiciones defensivas de los legionarios y Maudet junto a seis hombres mas van quedando arrinconados en una de las dependencias de la Hacienda. Entre ellos se encontraba Morzyrcki, el sargento que en dos ocasiones había contestado al emisario mexicano. Tras otra descarga Morzyrcki cae al suelo y Maudet comprendiendo que eso es el final ordena una carga a la bayoneta hacia el exterior de la dependencia. Inmediatamente otra descarga de las tropas mexicanas acaban con la vida de Maudet y dos legionarios más. Tras la cual los tres últimos legionarios que permanecen en pie escuchan la voz de un oficial mexicano que les espeta: ¨Ríndanse ya de una vez ¨ y a lo que el cabo Maine uno de los tres que permanece en pie le contesta: ¨ Solo nos rendiremos si atienden a nuestros heridos y conservamos nuestras armas ¨ A lo que se les respondió ¨desde luego nada se les puede negar a unos hombres así ¨ Eran las 18:00.

 Image

Tres días después el Coronel Jeannigros coloco en la Hacienda la Trinidad una cruz con la inscripción ¨ Aquí mora la 3º Compañía del 1º Batallón de la Legión ¨. Antes de que terminara la campaña de México la cruz fue sustituida por una columna de piedra. En 1892 se construyo un nuevo monumento y en 1948 tras el lamentable estado de este se decidió construir uno nuevo y hacer coincidir su inauguración con el centenario de la batalla de Camerone en 1963. En el se puede leer: Ils furent ici moins de soixante. Opposes a toute une arme, sa masse les acrasa. La vie plutot que le courage abandonna ces soldats francais. Le 30 avril 1863. A leer memorie le patrie eleva ce monument.

Ante el las tropas mexicanas rinden homenaje cada 30 de abril.

 

Fuentes:

El Mito de Camerone. Joaquin Mañes Postigo. Editorial Hergue.

http://www.prodigyweb.net.mx/bservin/batalla_camaron_veracruz.htm