Que la Gaceta de Madrid es una fuente inagotable de información de sucesos del pasado es de sobra conocido y es por ello por lo que me acerco con asiduidad para encontrar algo que traer a estas páginas.
Así, traigo lo sucedido entre el anochecer del 27 y el 29 de junio de 1714 en Ceuta, que siendo atacado por un vivo fuego de artillería el bastión conocido como de Santiago, no consiguieron los moros su propósito de abrir una brecha en el para poder asaltarlo, de modo que se retiraron para el anochecer del día 27 volver a atacar, pero esta vez el reducto de Alcántara haciendo uso de un hornillo.
Pero resultó que estos moros no contaron con la tenaz resistencia que les opuso Francisco de Castro, Capitán de Granaderos del segundo cuerpo de Antequera, que se hallaba de guardia, el cual con granadas, otros fuegos artificiales y apoyado por alguna artillería cargada de bala menuda y emplazada en los llamados Ángulos de San Pablo y Santiago, destrozó la intentona mora haciendo que estos se precipitaran en su huida a las dos horas de su primer ataque, dejando en el campo bastantes armas y otros pertrechos.
No contentos con el fracaso de su intentona, volvieron a la carga los moros el siguiente día 29, que pasada las siete de la tarde aparecieron armando la bulla -como solo ellos saben armarla- en número de sobre seis mil individuos, provistos de escalas y resueltos a asaltar ese reducto, pero desgraciadamente se encontraron enfrente al Capitán de Granaderos Juan Cortés, del primer cuerpo de Antequera, que se hallaba de guardia, quien junto a sus hombres y tras una feroz lucha logró hacer retroceder al moro sin que este lograra ganar ni un centímetro de terreno.
Lo único que consiguieron los moros con estas dos acciones fue perder a cerca de cuatro mil individuos entre muertos y heridos, según las palabras de un moro que se hizo prisionero poco después -aunque en otras fuentes se dice que fueron más de setecientos las bajas moras.-
Los nuestro hubieron de lamentar la muerte de trece individuos y heridos de diversa consideración en número de ciento siete, en su mayoría por culpa de la confusión con que los granaderos arrojaban las granadas sin mirar la dirección.
Estas acciones las llevó a cabo el regimiento de Antequera junto al regimiento de Toro y aun tuvo el Regimiento de Antequera que seguir soportando el constante ataque de los moros hasta el año siguiente, que por la reforma del veintiuno de abril quedó extinguido.
Justo es hacer mención de otros individuos que también se señalaron en estas acciones y, así, tenemos a los siguientes:
- Antonio Manso, Cabo subalterno,
- Pedro Ximénez, Maestre de Campo,
- Alonso de Guevara, Sargento Mayor,
- Antonio Gual, Coronel,
- Isidro Ferrer, Diego Bermúdez, Juan de Olaguer y Juan Pérez, Tenientes,
- e individuos de tropa, a los que por desgracia nunca se les tenía en cuenta, aunque fueran los que ponían la mayoría de los muertos y heridos.
Todos estos individuos recibieron las felicitaciones de Gonzalo Chacón, el Gobernador de Ceuta, y de Sancho de Velunza, Obispo de esa plaza.
FUENTES:
Gaceta de Madrid 10-7-1714, página 112
Historia de la plaza de Ceuta, página 182. MÁRQUEZ DE PRADO, José A. Madrid, 1859.
Historia Orgánica de las armas de Infantería y Caballería del Ejército español. Tomo XIII, página 387. SOTTO Y AB ACH, Serafín Mª. Madrid ,