Aclaracion: El siguiente texto no es una biografía sino un trabajo hecho por el autor para relatar los hechos principales que caracterizararon el imperio español desde la vista de uno de los principales personajes de la epoca.. Carlos I
Primeros años.

Carlos I de España y V de Alemania nació en la Ciudad de Gante (Belgica) en el año de 1500 y murio en el Monasterio de Yustes en la Provincia de Caceres en 1558, fue hijo de Felipe el Hermoso y Juana de Castilla. La formación política de Carlos I fue muy atendida y estuvo a cargo de su tía Margarita y de Adriano de Utrecht , que era dean de San Pedro de Lovaina y mas tarde habría de ser papa con el nombre de Alejandro VI. A los 15 años fue declarado mayor de edad Carlos I, pasando seguidamente a ser soberano de los Países Bajos. Su desconocimiento de la política española le llevo a firmar con el Rey de Francia, Francisco I, sucesor de Luis XII, el Tratado de París, por el que fue garantizada la libertad de acción en el ducado de Milán a los franceses.

Carlos I en la batalla de Mühlberg.

El Rey Fernando el Católico, que ya había visto el peligro que para sus conquistas italianas representaron las vacilaciones de su yerno Felipe el Hermoso, tuvo el temor de que a su muerte se aprovechara Francia para sacar las ventajas territoriales que no había podido conseguir militarmente. Por esto, decidió desligar a la corono española con sus complicados problemas propios, de los asuntos que ocurrían en Europa Central, y nombro heredero de la corona Española a su segundo nieto, Fernando, que había nacido en Alcala de Henares y educado totalmente bajo su tutela.

Cuando le llegaron estas noticias al Príncipe Carlos inmediatamente nombro como embajador ante el Rey Catolico a su preceptor y amigo Adriano de Utrecht, para asi poder evitar esta solucion.
Las gestiones en el mismo sentido de los licenciados Zapata y Vargas y del doctor Carvajal consiguieron que el Rey Fernando cambiara su criterio y así fue anulado el testamento de Burgos, quedando el príncipe Carlos como heredero de España; parece que esta anulación testamentaria fue principalmente para evitar una guerra civil entre ambos hermanos. Como gobernador interino quedo el Cardenal Cisnero.

En el año de 1520 a la muerte de su abuelo Maximiliano de Austria, heredaba los estados patrimoniales de la cas de Austria que eran: Austria, Estiria, Carniola y El Tirol, y el derecho a la elección del imperio alemán. Ademas de esta herencia reunió Carlos las siguientes: por parte de su abuela paterna recibió las posesiones de Flandes, El Franco condado, Artois y las aspiraciones al ducado de Borgoña; de su abuelo materno, Fernando de Aragon, recibia los estados españoles de la Corona de Aragon, mas las posesiones italianas de Cerdeña, Sicila y Napoles; por ultimo de su abuela materna, Isabel la Católica, el Reino de Castilla, con las plazas del Norte de África y las tierras de America.


El imperio de Carlos I

En 1517 Carlos I se encontraba en España; en un principio, estos no manifestaron gran simpatía por el nuevo rey, que vino acompañado de un nutrido séquito de consejeros y privados flamencos. En las cortes de Valladolid de 1518 pidieron los procuradores de las ciudades la separación de todo extranjero de los cargos de gobierno, mostrando su disgusto por haber sido nombrado arzobispo de Toledo el joven Guillermo de Croy, sobrino del omnipotente De Chevres. Otras manifestaciones de descontento se escucharon en las cortes que se celebraron en las ciudades de Zaragoza y Barcelona en 1519. En esta ciudad recibió la noticia de la muerte de su abuelo Maximiliano. Carlos I presento su candidatura al trono alemán y fue elegido emperador el mismo año en la Dieta de Frankfurt para lo que hizo sus preparativos de viaje en el Puerto de La Coruña, convocando las cortes en Santiago de Compostela. . La petición que hizo a los procuradores de nuevos subsidios fue denegada por los representantes, que reiteraron las quejas sobre la eliminación de extranjeros en todos los cargos eclesiásticos y civiles. Las prisas del emperador obligaron a levantar las sesiones, que convoco para corto plazo en La Coruña, con animo, como así ocurrió, de ganar a su favor algunos de los mas influyentes procuradores. Ya que obtuvo la ayuda económica para sufragar los gastos de la coronación imperial se embarco para Alemania, dejando como regente a Adriano de Utrecht.´

La elección de Carlos V como Emperador de Alemania fue mas honorifica que real, ya que a causa de la organización feudal del Imperio Alemán, era muy limitada la autoridad del soberano de Alemania. Sin embargo, sus consejeros lo consideraron como el mas elevado triunfo, y así empezado a anteponer su titulo de Rey de Romanos y Emperador al de la reina Doña Juana su madre, con la que había de firmar en común las disposiciones y pragmáticas de los reinos de España. De mala forma tomaron los castellanos estos hechos que le obligaron que España no quedaba supeditada por debajo del imperio

La guerra de las comunidades y las germanias.

En las principales ciudades de Castilla como Toledo, Segovia, Avila, Soria, Zamora, Leon, Valladolid, Burgos y otras produjo verdadera irritación el que Carlos antes de ir a Alemania hubiera nombrado como regente al cardenal flamenco. Segovia arrastro por las calles a su procurador. La ola de descontento se extendió por todo el reino de forma rápida, y tras el incendio de Media del Campo por las tropas del regente Adriano de Utrecht, se concreto l alestar en un movimiento de las principales ciudades, perfectamente organizado. Toledo propuso a las demás ciudades castellanas la constitución de una comunidad al frente de la cual figuraba la Junta Santa.

Padilla, Bravo, Maldonado y Zapata fueron los principales jefes militares de los comuneros que vieron acatada su autoridad en gran parte de Castilla, llegando a visitar a la reina Juana de Castilla, que se hallaba recluida en el Castillo de Tordesillas en Valladolid. Los primeros jefes comuneros pertenecía a todas las clases sociales y en general fue una oposición al absolutismo, llevada conjuntamente por los sectores sociales como los nobles, alto clero y oligarquias de los consejos, que durante la Edad Media habían tenido fuerza política.

Ajusticiamiento de los capitanes comuneros en Villalar.

Las medidas de Carlos I para atajar el mal fueron rápidas y eficaces, consiguió separar a la nobleza del movimiento comunero mediante el nombramiento de los nuevos regentes, el Almirante Don Fadrique Enriquez y el Condestable don Yñigo de Velasco, que habían de colaborar en la regencia con Adriano de Utrecht. Por otra parte, el Rey de Francia, en guerra con Carlos I, quiso ayudar a los rebeldes, y ante este hecho fueron muchos los comuneros que abandonaron sus filas para engrosar las del ejercito de los imperiales. Llevadas las discrepancias al terreno de las armas, fue desfavorable la guerra de los comuneros; en 1521, en la aldea de Villalar quedaron totalmente derrotados. Los jefes sublevados fueron ejecutados públicamente al día siguiente. Juan de Padilla había perdido dos meses en Torrelobaton esperando refuerzos, pero solamente se le unieron los segovianos y salmantinos, dirigidos por Bravo y Maldonado respectivamente. Al abandonar Torrelobaton, los comuneros fueron ya atacados por la poderosa caballería de los imperiales, que les infligieron una grave derrota.

Al mismo tiempo que se sublevaron los comuneros en Castilla, ocurrió en Valencia y en Mallorca otro levantamiento conocido con el nombre de germanías o hermandades: estas tuvieron un carácter social, ya que, los gremios y las cofradías populares aprovecharon las milicias en las que se habían constituido para defender las costas de Levante contra los piratas berberiscos, se sintieron lo suficientemente capaces para vencer a los nobles. Ya en el año de 1503, Cullera había sido asaltada por piratas berberiscos y turcos y desde entonces los menestrales habían sido armados y organizados por orden de los Reyes Católicos para evitar la repetición del hecho. En 1519 apareció en Valencia una epidemia que se extendió por toda la ciudad, afectando a gran parte de las autoridades. Se formo una junta de trece miembros, que dirigían el cardador Juan Lorenzo y tejedor Sorolla, quienes obtuvieron de Carlos I el permiso para organizarse y armarse. El virrey de Valencia Don Diego Hurtado de Mendoza, Conde de Melito, obtuvo mucha ayuda por parte de los nobles castellanos, pero fue incapaz de mantener el orden y se refugio en el Castillo de Játiva desde donde huyó a Denia, comenzando entonces la sublevación, a la que pronto se sumaron otros dirigentes como Peris, y Palomares. El levantamiento fracaso después de provocar enormes violencias y desordenes y mancharse de un sinfín de crímenes que terminaron poniendo del lado de los nobles a la mayor parte de la población en 1532.


Las guerras contra Francia

Francisco I.Francisco, en su ambición de llegar a ser Emperador del Sacro Imperio, empujó a Europa a la guerra

Las rivalidades surgidas por Italia, durante el siglo XV entre España y Francia, se acrecentaron de forma grande en el Siglo XVI entre Carlos I y Francisco I. Las principales causas de la rivalidad entre ambos monarcas fueron varias; en primer lugar, era Carlos heredero de la política aragonesa antifrancesa que había existido desde tiempos de Alfonso V, que en manos del rey católico había adquirido grandes vuelos y, en cambio, jamas renuncio Francisco a sus posibles derechos en las posesiones italianas. Carlos por su parte mantenía pretensiones sobre el Ducado francés de Borgoña, y como Conde de Flandes que era, no quiso aceptar dependencia de Francia, ambos monarcas hicieron grandes regalos para obtener el nombramiento de emperador de Alemania, y por ultimo siendo jóvenes y ambiciosos, aspiraron al predomino exclusivo de Europa, rompiendo el equilibro de las naciones.

Las guerras entre Francia y España fueron cuatro, separadas por muy cortos periodos donde prevaleció la paz. La primera termino con la Paz de Madrid y se desarrollo de 1520-1526; la segunda concluyo con la paz de Cambray o de las Damas y fue de 1526-1529; la tercera finalizo con la tregua de Niza y es de 1536 a 1538 y la cuarta por la paz de Crespy de 1542 a 1544. Cuando murió el rey de Francia Francisco I, todavía tuvo Carlos que luchar nuevamente con su sucesor Enrique II, poniendo fin a la guerra la tregua de Vaucelles de 1547-1556.

La prolongación de la lucha es lo primero que se puede ver a simple vista, teniendo en cuenta la extensión de los dominios de ambos contendientes que, favorable en el caso de España, no llego en ningún momento a resultados decisivos. Sin embargo, debe pensarse, que los estados que conformaban Francia formaban una perfecta unidad nacional que se desarrollaba alrededor del monarca, en tanto Carlos tuvo que gobernar sobre territorios bastante independientes que carecían de un ideal político común, pudiendo afirmarse que las empresas exteriores del emperador gravitaron con preferencia sobre sus dominios de España. Ademas los complejos asuntos que reclamaban la atención de Carlos I de España y V de Alemania, como la lucha contra los protestantes y la guerra contra Turquía, a los que estaba obligado por su preponderante situación en Europa, no le dejaron tiempo para terminar una campaña decisiva.

Italia fue el escenario fundamental de la primera guerra entre Francisco I y Carlos I.Los franceses fracasaron en su ayuda a los comuneros que en la península ibérica se levantaban contra el Emperador. En la región de Milán se dio en 1525 la batalla de Pavía, en la que cayo prisionero Francisco I, que fue llevado preso a Madrid y se vio obligado a firmar la paz en el Castillo de los Lujanes. Las hostilidades comenzaron en 1521 y la tirantez de relaciones se produjo al oponer Carlos a la antigua pretensión francesa sobre los reinos de Navarra y Napoles. El propuesto matrimonio entre Carlos I con Luisa quera hija del rey francés, no significo nada, y así aprovechando la rebelión de los ya mencionados comuneros, formo Francisco I tres ejércitos, uno de los cuales tendría que actuar en Navarra y los dos restantes en Italia y Luxemburgo, respectivamente.

Las tropas que fueron enviadas a España por Francia estaban comandadas por Andres de Foix, señor de Lesparre; se apoderaron de toda Navarra, pero no pudieron restablecer en el trono navarro a los Albrets, a causa del fracaso que los franceses tuvieron ante la ciudad de Pamplona. El ejercito galo penetro en Castilla con animo de ayudar a los comuneros, y llegaron a saquear la región de la Rioja, hasta que la reacción de las tropas españoles imperiales se produjo; en Equiroz y Noain fueron totalmente derrotados, y su mismo general Andres de Foix cayo prisionero, esto ocurrria el 30 de Junio de 1521. Un nuevo intento francés de invasión se llevo a cabo cuatro meses después, pero, no pudieron avanzar mas alla de Fuenterrabia. La guerra había comenzado bajo los peores auspicios para el Emperador Carlos, cambiaría de curso despues de los fracasos de Francisco I en la frontera flamenca y de la alianza que Carlos firmo con el papa Leon X y el rey de iInglaterra Enrique VIII.

La decisión de la campaña se realizo en las tierras de Italia, aquí el imperial marques de Pescara y el General Pontificio Prospero Colonna tomaron el Milanesado, que estaba defendido por Lautrec y en Octubre de 1522 destrozaban en Bicocca a las tropas francesas, logrando con ello la expulsión total del ejercito francés de las tierras italianas.


Mapa de la batalla de Bicocca.

Entre tanto, la compenetración en el campo aliado se hacia mas estrecha cada vez y al morir el Papa Leon X, le sucedía en el trono pontificio Adriano VI de Utrecht, antiguo maestro del emperador, quien por otra parte, visito Inglaterra y se entrevisto con Enrique VIII, al que se le ofreció las regiones francesas de la Normandia y la Guyena como premio a una operación combinada de invasión a Francia. También tuvo en esta lucha un gran valor, para la causa del Emperador Carlos I, la deserción de las filas francesas del Mariscal de Borbon, que, enojado con su seor el Rey de Francia Francisco I, se paso al campo de Carlos, destrozando la Provenza y sitiando la ciudad de Marsella.

En el año de 1524, Francisco I, al frente de un enorme ejercito invadió Italia, sin ninguna dificultad se apodero de la región del Milanesado; por parte del ejercito imperial, mandado por Antonio Leyva, se refugio en la plaza fuerte de Pavía, en donde privado de toda ayuda resistió heroicamente el cero cinco meses, hasta que llegaron los refuerzos del Emperador Carlos I, mandados por el duque de Borbon y auxiliados por el Marques de Pescara, Carlos de Lanoy y Jorge Frundsberg. No obstante la superioridad de los franceses era tan manifiesta, que Francisco I no tuvo el inconveniente de aceptar el combate sin levantar el sitio de Pavia y el 24 de Febrero de 1525 comenzó la batalla decisiva.


La batalla de Pavia por Augusto Ferrer Dalmau. Esta batalla fue una victoria decisiva de España en la que cayo prisionero Francisco I.

Se inicio por la posesión del parque de Montebello, en donde, las descargas de la artillería francesa diezmaban al ejercito español. El impetuoso Francisco I dio orden de cesar el fuego para acabar por medio de una carga de caballería; pero cuando esto ocurrió se rehicieron los arcabuceros españoles, y el mismo Antonio Leyva, enfermo y sobre una litera, salio de Pavía, colocando al ejercito francés entre dos fuegos. El triunfo español fue absoluto y la celebre infantería suiza pereció en su mayor parte; igual suerte corrieron los mas afamados generales franceses y, finalmente, Francisco I fue hecho prisionero; aquella misma noche el Rey de los franceses escribia a su madre la conocida carta en la que, tras describir la catastrofe, terminaba con las siguientes palabras: "todo se ha perdido, menos el honor y la vida".

En el año de 1526 y por la paz de Madrid se comprometía el rey de Francia a devolver a Carlos I el ducado de Borgoña; renunciaba a su derechos sobre los dominios de Italia y restituía las posesiones que había confiscado al condestable duque de Borbon; recobraba la libertad para poder posesionarse de su reino de Francia, pero entregaba a sus dos hijos como rehenes.

El tratado de Madrid no fue cumplido por parte de Francisco I, que alegaba que al firmarlo había sido por circunstancias de presión al estar encerrado en el Castillo de los Lujares y tan pronto como piso suelo francese busco nuevos aliados para iniciar una nueva guerra, estos aliados dieron nacimiento a la liga de Cognac o la liga clementina en contra del Emperador Carlos, estaba constituida por el papa Clemente VII, la República de Venecia, Florencia y el Duque de Milán, debiendo resaltar en esta campaña el asalto a Roma por las tropas imperiales compuestas en gran parte de lansquenetes alemanes o soldados a sueldo y que iban a las ordenes del luterano Jorge Frundsberg. El condestable de borbon que era el jefe del ejercito, fue herido de muerte al asaltar las murallas romanas, ocasionando con ello los desmanes y saqueos de los soldados. Se firmo la paz de Cambray, que era una repetición del tratado de Madrid, y reconciliados el Emperador Carlos con el papa Clemente VII, fue solemnemente coronado emperador por este en la Catedral de San Petronio de Bolonia en el año de 1530.
La paz de Cambray, fue en cierto modo, mas favorable a Francia, pues por ella se renunciaba a Napoles y a Milán, pero se obtenían los derechos sobre el ducado de Borgoña y las posesiones del Condestable de Borbon. El matrimonio de Francisco I con la princesa Leonor, hermana de Carlos V, tendía a confirmar la paz.

La generosidad del monarca español y sus repetidas peticiones para que cesaran las luchas entre los príncipes cristianos, que solo a protestante y turcos podían favorecer, de nada sirvieron. Francisco I entablo una alianza con el sultan de Turquia en 1536 el cual era de formal ayuda. Su objetivo seguía siendo el ducado de Milan, que estaba en ese momento gobernado por el duque Federico Sforza que era aliado del Emperador Carlos I. La muerte del duque Sforza en 1535 fue la señal para el comienzo de la tercera guerra entre el Imperio español y el Reino de Francia.

El rey Francisco I invadió Milan y la guerra se generalizo muy pronto en las fronteras de España y de los Paises Bajos. Carlos V que regresaba vencedor de la empresa de Tunez, en donde había obtenido pruebas documentales de la alianza de Francia y Turquia se sintió indignado, y en un discurso pronunciado ante el Papa y la curia romana, y estando presente el embajador de Francia, solicito a Francisco I la celebración de un duelo personal que definiera la dirección de Europa, sin derramamientos de sangre de sus respectivos súbditos que era necesaria mas que nunca para defender la cristiandad de sus enemigos turcos y musulmanes. El rey Francisco no acepto, y siguió la guerra, con resultados nada favorables para Francia, ya que Carlos invadió el sur de Francia y después de apoderarse de la region de la Provenza,la ciudad de Marsella fue sitiada.

Por la intervención del Papa Paulo III se consiguio la firma de la tregua de Niza en 1538, que pareció seguido de una franca reconciliación de los dos rivales. Ambos monarcas se entrevistaron en Aguas Muertas, y el mismo Carlos dio una prueba mas de su grandeza de carácter con motivo de la sublevación de la ciudad de Gante. Para acabar con los recelos del Rey de Francia, paso a Flandes atravesando el territorio francés, sin ejercito, sin escolta sin mas compañía que la de sus colaboradores mas íntimos.

La guerra contra Turquia


Toma de La Goleta por parte de Carlos I. Esta acción significaría prácticamente la caída de Tunez.

La política española convenció a Carlos V, según este se fue hispanizando de que por el testamento de la Reina Católica, los monarcas españoles debían de seguir el espíritu de reconquista, en tierras del norte de África y aun mas allá en los dominios donde el Islam dominase, y en especia el imperio turco que por entonces alcanzaba su máximo poderío. Cuando Carlos V iniciaba su reinado hizo levantar el cerco de Viena al sultán Soliman el Magnifico, que huyo con sus tropas ante el anuncio de la llegada del ejercito imperial; y aunque por tierra no se volvieron a presentar situaciones peligrosas entre Carlos V y el Imperio Turco, se extendieron las correrías por el Mediterráneo, valiéndose de una serie de piratas y renegados, entre los que destaca Barbarroja.

El pirata Barbarroja se apodero de Túnez, en donde había un bey vasallo de España, y utilizo este punto geográfico como base de partida de las correrías que asolaban Oran, Italia y aun las costas de España. Carlos V para acabar definitivamente con el peligro organizo una gran expedición de mas de 500 naves, al mando del Almirante Andrea Doria, el propio Emperador dirigió personalmente el asalto al fuerte de La Goleta entrando triunfador a Túnez en el año de 1535, y se le atribuye la frase "Entrare en Túnez o pereceré en la contienda"; después de la conquista de Túnez repuso en el poder al bey Muley Hacen, antes había libertado a 16 000 cautivos cristianos que se encontraban bajo el poder de los piratas tunecinos. En 1541 se recrudecieron las piraterías turcas y se dirigió nuevamente contra ellos que dominaban la plaza de Argel. Sin embargo esta expedición militar no tuvo los resultados anteriores debido en gran parte a que fue intentad en una estación climatologica desfavorable, no obstante el emperador la llevo a cabo contra el consejo e marinos tan expertos como el marque del Vasto y del propio almirante italiano Andrea Doria.

Las ultimas guerras contra Francia

Carlos V volvía de la expedición de Argel y se encontró con el ducado de Milán invadido y con la escuadra turca operando en el Golfo de Genova. Los ejércitos españoles fueron derrotados en 1544 en Cerisoles; Barbarroja se apoderaba de Niza mientras que el duque de Alba se defendía tenazmente en la Plaza francesa de Perpiñan. El Emperador decidió una operación audaz y definitiva contra Francia, aliado con Inglaterra proyecto la conquista de París, y después de derrotar al duque de Cleves, penetraba por la Champaña hasta dos jornadas en la capital de Francia, sin que Enrique VIII, retrasado con la toma de Boulougne pudiera llegar a la cita para ayudar al emperador. Cuando menos se esperaba, se firmo en 1544 la paz de Crespy en al que una vez mas Carlos V devolvía a Francisco I las plazas francesas que durante la contienda habían sido ocupadas.

Cuando Francisco I se decidía a provocar una nueva guerra contra España, le alcanzo la muerte en 1547. La rivalidad personal se había acabado; pero la lucha tardo poco en presentarse de nuevo, ya que los intereses de Francia y España eran contrapuestos y el Imperio no podía estar sujeto a los problemas religiosos del país vecino, por esta razón y otras muchas en el reinado de Enrique II se da una descarada alianza de franceses y luteranos contra España.

El turbulento duque Mauricio de Sajonia, que habia salido aliado del emperador Carlos V aun cuando el fuera protestante, traiciono una vez mas, su actuación publica, se unió al Rey francés Enrique II y se apodero por sorpresa de los obispos alemanes de Verdun, Toul y Metz. Carlos V transiguio con los protestantes y como se encontraba achacoso y envejecido prematuramente, a causa de su agitada vida, pretendió inútilmente reconquistar las ciudades perdidas, decidiéndose al fin, antes de su definitivo retiro al monasterio de Yuste, a firmar la tregua de Vaucelles en 1556, esta tregua no resolvía nada y dejaba la resolución del pleito a su hijo y sucesor Felipe II.

La cuestión protestante

La elección de Carlos I de España al trono imperial coincide con el pleno desarrollo de la rebelión de Lutero. Al principio quiso el nuevo Emperador contemporizar y aun resolver la cuestión de manera amigable y para tal efecto convoco en 1521 la Dieta de Worms, facilitandosele a Lutero un salvoconducto de inmunidad. Asistió Lutero, pero no quiso retractarse de ninguno de sus principios y aprovechando la protección del salvoconducto imperial para salir libremente de Worms, se refugio en el castillo de Watzburgo, que pertenecía a su protector el Duque Federico de Sajonia, durante el encierro en el castillo,

La honda división que en las conciencias alemanas produjeron las predicaciones de Lutero llevaron a una situación de verdera guerra civil, cuya propagación evito Carlos V cuanto pudo. Muchos príncipes alemanes se convirtieron a la religión luterana para asi apoderarse de los bienes eclesiásticos enclavados dentro de su territorio; pero lo que comenzó como un movimiento de las clases superiores se transformo en agitación social.

En este conflicto, conocido con el nombre de guerra de los campesinos, Lutero se coloco abiertamente del lado de los príncipes, a los que aconsejo una represión brutal y sin clemencia, en la que encontraron la muerte mas de 150 000 hombres, que sin lugar a duda fueron a esa guerra campesina motivado por una fanatismo y un espíritu religioso que les llevaba a conseguir la salvación eterna como si de una cruzada se tratase.

Mas tarde en el año de 1530 reunió el Emperador una nueva Dieta Augsburgo para tratar el problema religioso. Los protestantes entre tanto, habían llevado a sus ultimas consecuencia sus teorías religiosas, y aunque Luteron no asistió a la Dieta, lo hizo en representación suya Malanchaton. Carlos V con ánimos de evitar nuevas herejías, y reconociendo el exclusivo magisterio de la iglesia en materia de fe, aplazo todo acuerdo hasta la convocatoria de un concilio ecuménico que abrió sus sesiones en la ciudad de Trento en 1545.


Carlos V en la batalla de Muhlberg. En esta batalla, Carlos V, obtuvo una gran victoria sobre las tropas protestantes.

El deseo de Carlos V de evitar la lucha armada aparece clarisima a lo largo de todos estos años de las celebres Dietas. Consintió en llegar a discutir con Lutero al comienzo de su reinado, pero al fin tuvo que resolver la problemática religiosa por la acción militar y en 1547 obtuvo la resonante victoria de Muhlberg, esta victoria fue tan decisiva que pudo haber orillado a Alemania al establecimiento de una monarquía absoluta al mando de Carlos V, de no haber surgido la traición de Mauricio de Sajonia, que después de haber abandonado a los protestantes para servir a su señor emperador volvió a pasarse nuevamente a los reformistas, aliándose con Enrique II de Francia.

Abdicación y retiro

Muchos defectos se le podrían encontrar a la personalidad de Carlos V, en especial durante su juventud, viendo que procedía de la corte de Borgoña la cual era la corte mas corrupta de Europa, su conducta debería de haber sido mas liviana, pero conservo una integridad que lo hace aparecer consciente de sus obligaciones. Para ordenar la maquinaria de sus inmensos dominios, tuvo su consejeros; pero jamas se le conoció un favorito y fue el monarca cosmopolita por excelencia; se desplazo continuamente por a todos aquellos puntos en los que era requerido y su simpatía y popularidad, crecientes con los años, aumentaron por el hecho de saber amoldarse a las tradiciones de los países que gobernó. Castilla lo termino considerando como un paisano de sus reinos y lo mismo ocurrió en los demás territorios. Esta simpatía en el trato y su carácter cosmopolita explica el que muchos generales rivales pasaran a su servicio, ejemplos de esto fueron el genovés Andrea Doria; el francés condestable de Borbon o el portugués Fernando de Magallanes, etc.


Abdicación de Carlos V en Bruselas a su hijo Felipe II.

La ceremonia de abdicación revistió gran solemnidad y tuvo lugar en el mismo salón donde 40 años antes había sido Don Carlos proclamado mayor de edad. Después de dar sabios consejos a su hijo, que escuchaba de rodillas, con lagrimas en sus ojos resumió su labor en las siguientes palabras:

"He estado nueve veces en Alemania, seis en España, siete en Italia y diez en Flandes; en paz y en guerra, cuatro veces en Francia, dos en Inglaterra y dos en África; total cuarenta expediciones, sin contar los viajes para visitar mis reinos; ocho veces he atravesado el Mediterráneo y tres el Océano; estoy en paz con todos y a todos pido perdon, si he ofendido a alguien."

Ante los mas relevantes personajes del imperio pronuncio Carlos V este magnifico discurso, resumiendo la labor de su vida, totalmente entregada al bien de los vasallos, recomendando las prendas y virtudes personales de su sucesor y anunciando su propósito de retirarse para el resto de sus días al monasterio de los Padres Jeronimos de Yuste en Caseres. En el monasterio citado murió el Emperador en 1558, después de haber asegurado la elección de emperador de Alemania en su hermano Fernando, con lo que la Casa de Austria quedo divida en dos ramas: la mayor, o española, y la menor o Alemana.

El imperio de Carlos V es la ultima gran construccion historia que aspira a tener un sentido de totalidad, único emperador europeo-americano y después de el toda la universidad quedo excluida.

Fuentes: J.M. Jover, Carlos V y los españoles, Rialp, Madrid, 1963.
J.A. Maravall, Carlos V y el pensamiento politico del Renacimiento,Instituto de Estudios politicos, Madrid, 1960
J.H. Elliot,España imperial, Vicens Vives, Barcelona, 1965
Parker Geofrey, El ejercito de Flandes y El camino español.
http://historiadoreshistericos.wordpres ... /carlos-v/
Wikipedia
Fernando Martinez Laines, Jose Maria Sanchez, Tercios de España: la infantería legendaria, Madrid,2008

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