Crucero Almirante Cervera saliendo a la caza de presas republicanas durante la Guerra (1936-1939).

En los planes originales del alzamiento militar la participación de la marina se daba por descontada o se obviaba simplemente. Las columnas militares avanzarían desde las grandes capitanías generales para confluir en Madrid e imponer un nuevo gobierno. Ni la marina (ni Marruecos) parecían tener lugar en este plan.

Pero los acontecimientos se desencadenaron de un modo imprevisto. El golpe fracasó en todas las grandes ciudades, y el concurso del ejército de Marruecos se hizo imprescindible para decidir el curso de la situación. Estamos en un momento en que ninguna unidad naval operativa pudo pasarse al alzamiento… o permanecer en ese bando más de 24 horas. (Caso del destructor Churruca).

Las unidades que van a formar la armada nacionalista (y por definición, la flota de Bloqueo), se reducen a aquellas que se encuentran en las bases que los conjurados del ejercito de tierra logran asegurar para su bando. Así pues, todos sus barcos, son unidades que se encontraban en dique seco sometidos a reparaciones o ultimando su construcción. Así, de entrada, constará de:

- Acorazado España.
- Crucero Almirante Cervera.
- Cruceros Baleares y Canarias (En avanzada construcción).
- Destructor Velasco.

A grandes rasgos, esto marcará el empleo de los buques del bando rebelde. No libraran campañas autónomas contra la flota enemiga (ni esta mostrará demasiado interés en que así sea), si no que se dedicarán a un único objetivo: Apoyar las operaciones en tierra, de un modo directo, o bloqueando la costa enemiga y atacando su retaguardia.

El primer resultado estratégico de la flota nacional se da de inmediato. El Canarias y el Cervera rompen el dominio republicano del estrecho, algo sin importancia en si mismo, ya que solo se enfrentan a 2 destructores, pero que marcará la guerra, ya que la flota republicana, incluso cuando regresa del norte, se niega a romper el continuo flujo de Marruecos hacia la España nacional. De todas formas, el grueso de las fuerzas marroquíes ya habían cruzado el mar por avión o en barco (caso del convoy de la victoria) pero en todo caso ya nos muestra la pasividad con que afronta la situación la flota republicana.

El segundo resultado, es el bloqueo continuo y el apoyo directo a las operaciones en el norte republicano. Frente al nulo resultado de la armada republicana, el bloqueo nacionalista resulta tan asfixiante y efectivo que incluso la Royal Navy se plantea entrar en la guerra para romperlo. Este bloqueo llega a extremos absurdos, como que un simple minador nacionalista pueda mantener bloqueada en Gibraltar a una unidad republicana de porte muy superior, un destructor. Y esto por no hablar de la absoluta ineficacia de los submarinos republicanos.

Caído el norte, la flota nacionalista pasa a radicarse en la base de Mallorca. Al comienzo de la guerra, Prieto ordenó suspender las operaciones par la conquista de las Baleares ya que mantienen a la flota republicana atascada en su apoyo… Ahora la isla, con su privilegiada posición para el bloqueo de la costa Mediterránea va a suponer una soga al cuello de la Republica, que recibe de la URSS la gran mayoría de sus abastecimientos por mar. Todavía hoy, en el museo naval, pueden contemplarse las banderas capturadas a buques soviéticos que transportaban “contrabando de guerra”, dando prueba de la efectividad y agresividad de la minúscula flota nacional.


Ese es el adjetivo que mejor puede definir la actuación de la armada nacional durante la guerra civil: Agresividad. Es cierto que es por agresividad por lo que el Crucero Baleares se pierde con todo el estado mayor de la flota a bordo… pero es también por esa agresividad arrogante y suicida, lo que le permite atacar siempre en inferioridad de condiciones y causar un daño gigantesco a las líneas de suministro republicanas. Al tiempo, que las suyas propias, se mantienen intactas. Es decir, aparte de atacar el tráfico mercantil republicano, la flota nacional bombardea la costa enemiga, no solo durante las campañas terrestres del norte, si no también los grandes puertos de Cataluña y Valencia. Y por si fuera poco, presta servicios de escolta a sus propios mercantes. Para estas misiones, va incorporando tanto unidades auxiliares, como buques comprados en Italia. (Unidades obsoletas, gastadas y que darán pésimo resultado).

También hay que recordar que los italianos prestaron un auxilio continuo, haciéndose cargo de la mayor parte de las tareas de patrulla e información, y en ciertos casos del ataque directo a la flota republicana (crucero miguel de Cervantes) o a la costa republicana (cruceros auxiliares).

En resumen, los nacionalistas, lograran objetivos desproporcionados a sus medios, ante la pasividad de la flota republicana, cuyas carencias exigirían otro artículo.