Introducción:

En el año 1928 la armada española dispone de 70 buques de guerra, con un total de 125.000 toneladas de desplazamiento. Es la 4ª flota de Europa y la 6ª a nivel mundial. Sin embargo, la crisis del Directorio Militar y la llegada de la republica no solo cancelarán los ambiciosos programas navales que se estudiaban por entonces, si no que congelaran prácticamente la política de nuevas adquisiciones. Solo así puede entenderse, que en 1936 unos buques relativamente simples como los “ Canarias”, lleven ya 10 años construyéndose, y que aún sea necesario trabajar casi un año en 3 turnos diarios para alistar al Baleares.

Programas navales de la Republica. 1931-1936.
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En noviembre de 1932 se inicia la construcción en Cartagena del submarino D-1.

El 27 de marzo de 1934, el ministro de marina Rocha García aprueba un plan de construcciones navales consistente en: 2 minadores, 2 submarinos mas: D-2 y D-3, un buque planero y la compra del petrolero Plutón.

En 1935 el ministro Abad Conde amplia el programa con 12 submarinos, 12 torpederos,12 motolanchas y 2 minadores más.

El 11 de Enero de 1936 se aprueba la construcción de 2 nuevos destructores.

De todos estos buques, solo 2, los minadores Júpiter y Vulcano, puestos en quilla en 1935 y botados en 1937 verán la luz durante la guerra civil puesto que el frente popular canceló los programas navales de la CEDA.

En términos generales, la marina no se escapa a la política anti-militarista de la IIª Republica Española. De hecho, solo los ministerios conservadores van a tomar decisiones operativas destinadas a aumentar la flota, aunque sea de un modo mínimo. La política naval de la republica se limita en la mayor parte de las ocasiones a mantener los astilleros ocupados con cierta carga de trabajo para evitar conflictos sociales. Esto explica la falta de nuevas construcciones y la dilatación de los plazos de entrega.


Navíos militares disponibles durante la guerra civil. 1936-1939.
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- 2 acorazados: Botados entre 1912 y 1914. El nacional, España ( antiguo Alfonso XIII) en reparación. El republicano, Jaime I, operativo. Mini-dreadnoughts carecían tanto de velocidad como de potencia artillera, y se encontraban en un pésimo estado el 18 de julio de 1936.

- 3 Cruceros: Libertad ( antiguo príncipe Alfonso), Almirante Cervera y Miguel de Cervantes. Construidos entre 1922 y 1927. Cruceros ligeros de excelente calidad. Destinados a dirigir flotillas de destructores.

- 2 cruceros pesados tipo Washington: Canarias y Baleares. Puestos en quilla en 1926 y operativos en 1936 y 1937. El mejor material disponible por cualquiera de los 2 bandos durante la guerra civil. Exploradores de gran radio de acción, destinados al corso.

- Crucero pesado Reina Victoria Eugenia, luego Republica, luego Navarra. Construido entre 1913 y 1923. La dependencia española de la Gran Bretaña en temas navales era tan fuerte que la P.G.M congeló todas las construcciones. Anticuado de nacimiento, enormemente retrasado por la guerra mundial, y fuera de servicio el 18 de julio de 1936. Reparado por los nacionales, pasa a prestar servicio con ellos al final de la contienda.

- Crucero Méndez Núñez. 1915-1924. Anticuado en 1936, aunque se comportó con brillantez en el combate.

- Destructores:

Primera serie: 1924. Alsedo, Velasco y Lazaga. Pequeños y obsoletos.

Nuevo tipo de destructores, de regulares condiciones, construidos a lo largo de varios años.

Primera serie: Churruca, Alcalá Galiano y Sánchez Barcaiztegui.
Segunda serie: Se sustituyen el Churruca y el Alcalá Galiano, vendidos al extranjero, y se construye el almirante Valdés.
Tercera Serie: Almirante Ferrandiz, José Luis Diez y Lepanto.

Entre 1929 y 1936 se acelera la entrada en servicio del : Almirante Antequera, Almirante Miranda, Gravina, Escaño, Ulloa, Jorge Juan y Ciscar.

- Submarinos:

4 submarinos de primera serie. Pésimos y anticuados.
6 Submarinos de 2ª serie: B-1 al B-6. 1922-1926. De malas condiciones marineras.


Estos eran los únicos buques con los que podía contar la armada española. Como comparación significativa, la fuerza del principal oponente potencial de la armada española en 1936, Italia, es de:

- 6 Acorazados.
- 21 Cruceros.
- 59 destructores.
- 114 submarinos.

Es decir, la potencia naval española ha descendido por lo menos al 8º o 10º puesto mundial. Incluso estas cifras resultan engañosas como demostrará la política naval española durante la S.G.M. La flota española está a siglos de distancia de las principales armadas del momento. Escasos efectivos, y aún estos, envejecidos y poco capaces.

En resumen, hablamos de 2 acorazados que apenas sirven como baterías flotantes, de 5 excelentes cruceros de 1ª línea, de varias unidades dignas de ser desguazadas, de submarinos inoperativos y de destructores muy regulares.


Adquisiciones durante la guerra.
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Aparte de las lanchas torpederas compradas en gran numero por la republica a la unión sovietica, solo la España nacional va a lograr la adquisición de naves de cierta entidad en el extranjero.

Destructores:

Aquila y Falco.
Teruel y Huesca.

Material obsoleto y en pésimo estado de conservación. Apenas tienen utilidad durante el conflicto. Motores envejecidos y poca autonomia. Casi torpederos de gran desplazamiento.

Submarinos:

General Mola y General Sanjurjo. Material de razonable calidad.




El 18 de Julio en la marina.
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El 20 de Abril de 1936 la presencia de la flota en Canarias induce a tratar de contactar con el general Franco y los lideres del alzamiento, aunque la falta de compromiso del futuro caudillo aún en esa época frustra la intención de los oficiales de la armada.

El 20 de Junio las primeras instrucciones de Mola, muy generales, apenas hacen mención de la marina de guerra.

El 17 de Julio, ante claros indicios de conspiración, Giral ordena el bloque inmediato del Rif con Destructores y Cruceros. El 18 de Julio el Churruca se pasa al alzamiento, transportando la primera expedición de regulares a Cádiz.

En Madrid, el radiotelegrafista Benjamín Balboa, oficial 3º del cuerpo de auxiliares se hace con el control del centro de comunicaciones de ciudad lineal. Impide a los mandos de la armada retransmitir el mensaje de Franco a los buques e informa a las tripulaciones de la intentona. Esto ocasiona que el Churruca, una vez desembarcados los regulares, se pase de nuevo a la republica una vez en alta mar.

El Sánchez Barcaiztegui y el Almirante Valdés tratan de pasarse a los nacionales en Melilla, pero los marineros se sublevan y lo impiden. El resto de destructores, en alta mar, informados por Balboa, detienen a sus oficiales.

Los oficiales de los submarinos muestran una actitud totalmente pasiva ante el alzamiento, por lo que también son detenidos.

A bordo de los cruceros Libertad y Cervantes, se procede a detener a la oficialidad, entre ellos el vicealmirante Angel de Mier, jefe de la división de cruceros. En el Jaime I, un conato de resistencia termina con 2 oficiales muertos y otros varios heridos.

Rapidamente, todos los buques se concentran en Tánger para bloquear el estrecho e impedir el paso de las tropas de Africa.

Base Naval de San Fernando: Vicealmirante Gámez. Toma la base y la ciudad. Los regulares pasan a reprimir a los marineros leales al frente popular.

Base Naval de El Ferrol:20 de Julio. Vicealmirante Núñez. Se declara la huelga general y los buques se declaran por el frente popular. La rápida actuación de los hermanos Francisco y Salvador Moreno , permite no solo controlar la ciudad con ayuda de las tropas de infantería, sin o también ganar el España y el Almirante Cervera para la causa nacional tras contener a sus columnas de desembarco y proceder a su abordaje.

Base Naval de Cartagena: Los oficiales no toman ninguna decisión, por lo que no se produce ningún tipo de lucha, solo cierto desconcierto. La mayor parte de ellos, detenidos, serán fusilados en los días y semanas posteriores.


A grandes rasgos, todos los buques operativos de cierta entidad se mantienen al lado del frente popular. Los nacionales solo consiguen disponer de los buques situados en los astilleros que logran tomar. Aunque no se produce a bordo la matanza indiscriminada que las fuentes nacionales han relatado, lo cierto es que el 50% de los oficiales de la armada serán fusilados durante la guerra civil por el bando republicano. Pero no a bordo de sus buques.

En estas primeras horas solo un 5% de oficiales se mantiene fiel a la republica sin fisuras, pero a grandes rasgos las unidades navales republicanas se nutrirán eficientemente de oficiales neutrales o poco comprometidos con el frente popular. Es decir, la falta de oficiales navales instruidos no puede alegarse como causa de la inoperancia de la llamada flota roja.