La decisión estaba tomada, Robert E. Lee que era un hombre con aspecto venerable y al que su concepto de las buenas maneras le impedía l

evantar la voz a sus subordinados, al mismo tiempo era muy consciente del precio de la guerra. Existen emotivas cartas suyas durante la Guerra de México comentando amargamente los resultados de un bombardeo por lo que era extremadamente piadoso ante los heridos y prisioneros. Pero consciente de su tarea era un soldado extremadamente agresivo. Quien después fuese su más estrecho colaborador, James Longstreet, aseguraba que lo era en exceso: “Lee es el mando de espíritu más ofensivo de todo el ejército”
Ordenó un ataque que comenzaría el 26 de Junio con Stonewall Jackson iniciando el combate, este se encontraba en Ashland Station. El ataque sería de forma escalonada contra el flanco derecho del V Cuerpo de Fitz John Porter y a continuación A.P Hill atacaría por Meadow Bridge en dirección al Beaver Dam Creek y con esta amenaza de flanqueo el V Cuerpo no tendría más remedio que replegarse o sería flanqueado. El objetivo estaba claro, había que imponerse desde los primeros combates mediante la sorpresa y la superioridad numérica pues una de las condiciones para que el plan pudiera considerarse un éxito es que no se perdieran muchos hombres y que la maniobra prevaleciera sobre los ataques frontales. La inmediata segunda parte del plan era que las tropas de los Mayor General James Longstreet y D.H Hill avanzarían desde Mechanicsville para reforzar a las tropas del primer asalto al flanco izquierdo de Porter en previsión de la respuesta unionista, siendo su objetivo en el mapa llegar hasta Cold Harbor dejando la base de suministros unionista aislada en White House Landing.
Pero no podemos centrarnos sólo en los confederados. McClellan era un hombre prudente, pero no que estuviese contemplando el paisaje, así que había puesto a trabajar a su Estado Mayor planificando recuperar la iniciativa. Los informes que tenía le habían puesto sobre la pista de que los confederados se estaban moviendo y el movimiento más destacable era que Stonewall Jackson se encontraba en Ashland Station, posición que le enfrentaba a su V Cuerpo de Porter. Mucho se ha criticado que McClellan no decidiese reforzar esa posición, pero era de suponer que igual que sabía él de la posición de Jackson esa información la tendría Washington, así que la amenaza sobre la capital unionista había pasado y McDowell con su I Cuerpo podría comenzar a moverse hacia el Sur. Pero lo que no sabía McClellan era que Irvin McDowell tenía órdenes estrictas de permanecer en Fredericksburg como defensa de Washington.
Mientras McClellan seguía inmerso en sus planes que tenían como objetivo principal someter a Richmond a un sitio típico, por lo que decidió que con desplegar unas patrullas para estar atentos en la zona del V Cuerpo al Norte del Chickahominy, mientras ordenaba que su amplia capacidad artillera se demostrara al Sur del río y estas posiciones avanzaron otra milla y media en dirección a Richmond. La nueva línea destacada de su dispositivo sería una posición elevada junto a Old Tavern y que dominaba la carretera Nine Mile. El siguiente objetivo sería ocupar Oak Grove, al sur de su posición, después se atacaría la línea férrea de Richmond&York River y en un tercer movimiento se atacaría de forma simultánea Old Tavern.
Y estas eran las órdenes que comenzaban a correr en los dos ejércitos enfrentados. Entre ellos había un ligera pero a la vez muy importante diferencia, mientras McClellan planificaba todo movimiento supeditado al éxito del anterior, Lee había planeado un ataque dinámico que valiéndose de la maniobra obligase a reaccionar a todo el ejército unionista al tiempo que anulaba su superioridad numérica y artillera.
El primer movimiento lo dio McClellan cuando el 25 de Junio de 1862 a las 8 de la mañana se iniciaba el ataque unionista. Por el camino de Williamsburg avanzaron las Divisiones del Brigadier Joseph Hooker y Philiph Kearny del III Cuerpo de Heintzelman, en vanguardia avanzaban las Brigadas de Sickles y Grover apoyadas por la de Robinson. Se iban a enfrentar a la División del Mayor General Benjamin Huger que se encontraba posicionada en un bosquecillo junto al arroyo White Oak y rodeado de pantanos. Y en sólo media hora los unionistas estaban listos para el asalto con Sickles a la derecha con su Brigada “Excelsior”, a su lado la Brigada de Grover y la de Robinson a continuación, el primer encuentro benefició a los federales salvo en la derecha en donde Sickles encontró que su avance si iba ralentizando debido a los pantanos hasta que la resistencia confederada se hizo demasiado dura para seguir progresando, quedando la línea de avance federal rota.
Esta pequeño hueco fue aprovechado por el confederado Huger que ordenó a la Brigada de Ambrose R. Wrigth que atacase directamente a los yankees de Grover que ante la confusión típica de todo ataque vieron cómo avanzaba hacia ellos un regimiento con uniformes rojos de zuavo. Los soldados federales pensando que sólo el Ejército del Potomac contaba con unidades zuavos no temieron nada de esos hombres, hasta que comprendieron que no había unionistas que viniesen desde el Oeste y acertaron, era el 3º de Georgia y se dispusieron para abrir fuego. Pero en ese momento de desorganización apareció de repente en el campo el 25º de North Carolina de la Brigada de Robert Ransom y con una certera descarga contra el 71º de New York de la atascada Brigada de Sickles lo puso en fuga, en palabras de su General en una “vergonzosa confusión”.
Con la Brigada de Sickles envuelta en la confusión y a punto de desmoronarse, el comandante del III Cuerpo Samuel P. Heintzelman ordenó que avanzasen los refuerzos al tiempo que informaba a McClellan por el telégrafo, éste se encontraba a 3 millas de la batalla, que tomaría el mando de la batalla. Por su parte McClellan que no sabía ni dirigir ni delegar fue víctima de su desconocimiento de la situación y para las 10:30 ordenó que se retirasen todas las unidades a sus posiciones iniciales, algo que dejó desconcertados a todos los que estaban en la batalla. Ante la petición de respuestas ante la orden recibida McClellan contestó que él se dirigía hacia el campo de batalla, lo que provocó una pausa de dos horas y media. A la 1 de la tarde McClellan se limitó a ojear la zona y ordenar que de nuevo los soldados volviesen a atacar por un terreno que había sido suyo a primera hora de la mañana, dilatándose los combates hasta que cayó la noche.
Esta “Batalla de Oak Grove” también llamada “de French’s Field” o “de King’s School House” sería el último movimiento de McClellan contra Richmond y marcaría el inicio del final de su “plan infalible” que daría la victoria a la Unión. Claramente se estaba confirmando que George B. McClellan no era un general con iniciativa, desde que había desembarcado en Fort Monroe había llevado la iniciativa estratégica obligando a los confederados a reaccionar a sus movimientos, pero esta era la primera y única vez que McClellan sería quien decidiese iniciar la batalla y había resultado un fiasco. Por una insignificante ganancia de 550 metros había dejado en el campo 626 bajas, siendo 68 muertos, 503 heridos y 55 desaparecidos; por su parte los confederados habían sufrido 441 bajas, siendo 66 muertos, 362 heridos y 13 desaparecidos.
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La consecuencia inmediata de esta batalla no se pudo apreciar en el momento, pero observando desde la distancia del tiempo podemos llegar a una importante conclusión, este día había sido el punto de inflexión de toda esta Campaña de la Península.
Mientras McClellan ordenaba un segundo asalto de sus hombres en Oak Grove, en el extremo derecho de su ejército estaban concentrándose nada menos que cuatro divisiones confederadas, Stonewall Jackson, Richard Ewell, William H.C Whiting y D.H Hill, para atacar al aislado V Cuerpo en las inmediaciones de Mechanicsville. El asalto de tres brigadas realizado por los unionistas no hizo en nada variar el plan que Robert Lee había decidido poner en marcha.
Al día siguiente, 26 de Junio de 1862, la División de Jackson iniciaría un ataque y a los primeros disparos la División de A.P Hill cruzaría por Meadow Bridge ocupando Mechanicsville y avanzar hasta Beaver Dam Creek. Pero algo estaba pasando, pues eran las 3 de la tarde y no se apreciaba movimiento alguno cuando de repente comenzaron a aparecer en el campo cada vez más soldados confederados en formación cerrada. Era la División de A.P Hill quien no teniendo noticias de Jackson decidió dar el primer paso cruzando el río para despejar el camino para las Divisiones de D.H Hill y Longstreet que venían detrás de él. Hill destacó la Brigada de Lawrence Branch quien haría de conexión con la División de Jackson, pero cuando hicieron contacto Jackson le comunicó que iba con retraso pero no podía avanzar más deprisa, información que no fue comunicada ni a Hill, como su comandante directo, ni a Lee. Sin ningún tipo de comunicación entre las distintas unidades, Ambrose P. Hill decidió que no esperaría más y se dispuso a desplegarse para el ataque. Tras la Brigada de Branch avanzaron las Brigadas de William D. Pender, James J. Archer y Joseph R. Anderson que empujaron a los piquetes unionistas en Beaver Dam Creek y ocuparon las posiciones avanzadas federales.
El V Cuerpo de Porter se encontraba en una fuerte posición a una milla al Este de Mechanicsville que había sido fortificada con troncos de árboles a lo largo de unos canales. Quien contempló esta vista fue el Brigadier unionista George A. McCall que contempló cómo hacia las 5 de la tarde contra su División avanzaban 11.000 confederados contra las Brigadas de Truman Seymour y John Reynolds, de izquierda a derecha, y la Brigada de George G. Meade en reserva. El principal inconveniente para los confederados era que debían avanzar a través de campo abierto, el cual estaba dominado por la potente artillería yankee mientras los soldados se cubrían aprovechando los barrancos de la zona.
La División de Hill se había puesto a distancia de la artillería unionista cuando Robert Lee llegó a la posición de A.P Hill, observando que la situación era un caos de tropas sin ningún sentido bajo fuego artillero pero que habían comenzado a avanzar y aunque esta decisión era sólo iniciativa de Hill le dejó continuar para no perder la iniciativa. Regresando a su puesto de mando Lee se encontró con el Presidente Davis y el Secretario de Guerra George Randolph con quien cruzó algunas palabras:

"Mr. President," Lee said, "who is this army and what is it doing here?"
As Davis squirmed he replied, "It is not my army, General."
Calmly Lee responded, "It is certainly not my army, Mr. President, and this is no place for it."
"Well, General," Davis replied as he doffed his hat, "if I withdraw, perhaps they will follow me." Davis disappeared, but only from Lee's sight. When he halted a nearby soldier was killed by an exploding shell.

"Señor Presidente", dijo Lee, "¿Quién es este ejército y qué está haciendo aquí?"
Como Davis retrocedía respondió, "No es mi ejército, General".
Tranquilamente Lee respondió: "ciertamente no es mi ejército, señor Presidente, y éste no es lugar para usted."
"Bueno, General," Davis respondió quitándose el sombrero, "si me retiro, tal vez me sigan." Davis desapareció, pero sólo de la vista de Lee. Cuando se detuvo junto a un soldado que fue muerto por la explosión de un proyectil.

Casi al mismo tiempo George McClellan se encontraba en Trent House donde tenía su Cuartel General y ante los informes de que los confederados estaban desplegándose intentaba decidir cuál sería su respuesta. Lo acompañaba William B. Franklin y “Baldy” Smith, quienes se decantaban por atacar directamente sobre Richmond.
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Ambrose P. Hill lanzó imprudentemente sus brigadas hacia adelante en un desesperado ataque frontal. El Brigadier James Archer se dirigió contra la Brigada de Reynolds en la derecha unionista y desde este punto los asaltos confederados fueron poco a poco girando hacia el Sur. Aunque los sucesivos asaltos fueron duramente respondidos por los federales.
La infantería confederada cargó con valentía soportando intensas descargas y ante su empuje McCall no pudo más que comenzar a replegarse. Rápidamente el V Cuerpo se había puesto en alerta y Fitz J. Porter ordenó que los Brigadieres John H. Martindale y Charles Griffin de la División de Morel avanzasen con sus Brigadas en apoyo de McCall, consiguiendo reforzar y ampliar el flanco derecho. Con su llegada se restableció una línea a lo largo de Beaver Dam Creek y Ellerson’s Mill, en donde 14.000 hombres se atrincheraron y junto a 32 cañones de las 6 baterías disponibles y se dispusieron a rechazar los continuos ataques confederados que se iban sucediendo.
El último y principal ataque de A.P Hill se produjo en torno al Ellerson’s Mill cuando la Brigada de Dorsey Pender se dispuso para avanzar. Pues el atasco de los ataques no se solventaba, y más al Norte la Brigada de Roswell Ripley, que pertenecía a la División de D.H Hill recibió orden de apoyar a Pender. Pero el despliegue se había realizado de forma caótica e incapaz de colocarse al lado de este tuvo que limitarse a seguir su misma línea de avance. El resultado volvió a ser un gasto inútil de vidas.
No sería hasta media tarde cuando Jackson hizo su aparición en la batalla, pero ante la imposibilidad de comunicarse con A.P Hill que estaba directamente implicado en la batalla o con D.H Hill que era quién debía entrar en ella a continuación se limitó a contemplar la misma aunque se encontraba en sus inmediaciones limitándose a ordenar a sus hombres que acamparan. Misteriosamente Jackson había aparecido al Norte de la posición unionista sin un camino directo que lo comunicara con las tres divisiones que le acompañarían en el ataque. Las órdenes recibidas indicaban que debía avanzar hacia Hundley’s Corner y de allí continuar por los caminos de Pole Green Church y Shady Grove Church, cuando en realidad Lee había ordenado que tomase Old Church Road que le llevaría directamente al flanco derecho del V Cuerpo de Porter.
A.P Hill mientras seguía con sus asaltos frontales ahora con las Divisiones de James Longstreet y D.H Hill a sus espaldas, a pesar de que Lee había recibido informes del fracaso del ataque y había ordenado que se detuviesen las acciones.
Al caer la noche McClellan ordenó al V Cuerpo que se replegase tras Boatswain’s Swamp, a unas 5 millas al Este para contrarrestar la amenaza de que Stonewall Jackson le flanquease. Ahora la principal amenaza debido a la concentración de fuerzas confederadas era que podían atacar su principal ruta de suministros, la línea Richmond&York River Railroad, así que también decidió que su base de aprovisionamiento se trasladase al Sur, al río James. Esta decisión se puede considerar precipitada pues suponía prescindir de una línea férrea lo cual además de tener que trasladar todos los suministros almacenados implicaba que ahora los envíos hasta el frente disminuirían y quizás el sitio sobre Richmond no podría llevarse a cabo. La decisión de McClellan de nuevo se basaba en los erróneos informes que recibía sobre la fuerza real de los confederados y que con las Divisiones de Huger y Magruder que continuamente realizaban escaramuzas le hizo pensar que claramente le sobrepasaban en número.
Esta “Batalla de Beaver Dam Creek”, “de Mechanicsville” o “de Ellerson’s Mill” había resultado una clara victoria táctica para la Unión y en la que el Ejército del Norte de Virginia no había logrado ni uno solo de sus objetivos fijados por su General. De los al menos 60.000 hombres que deberían haber intervenido sólo una escasa cuarta parte, cinco brigadas, habían participado. Los confederados se habían dejado en sus inútiles asaltos 1484 bajas frente a las escasas 361 (49 muertos, 207 heridos y 105 desaparecidos) del V Cuerpo de Porter. Pero al mismo tiempo mostró las bazas de que disponía cada contendiente. Los confederados tenían un planteamiento estratégico efectivo y lo aplicaban con energía frente a un enemigo desorientado por la debilidad de su mando.
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¿Pero qué había pasado con Jackson? ¿No se suponía que él era quien debía iniciar el ataque? ¿Acaso no se había confiado en el exitoso general de la campaña del Shenandoah para dirigir el asalto? Así debería haber sido, pero la concatenación de pequeños detalles había arruinado el plan de Robert E. Lee.
El principio de la lista de detalles que había llevado el ataque al fracaso era que Robert Lee no había podido acometer la tan comentada en multitud de publicaciones reorganización del Ejército del Norte de Virginia. Si repasamos el Orden de Batalla arriba indicado veremos que sí que se habían reunido todas las unidades disponibles, incluso habían llegado refuerzos desde Georgia y las Carolinas, pero seguía habiendo multitud de unidades sin una clara cadena de mando lo cual provocó de nuevo una mala línea de comunicación. En esto Lee tendría parte de culpa pues él no era dado a dar órdenes concisas y en las de este día tampoco sus receptores las habían sabido ni interpretar ni ejecutar.
Pero claramente quien aparecía a los ojos de todos como el principal causante del fracaso era el Mayor General Thomas J. “Stonewall” Jackson, el héroe del Shenandoah. ¿Qué había pasado? Pues para tener una visión total debemos recordar precisamente la Campaña del Shenandoah. Si recordamos Jackson y sus hombres habían realizado una gran campaña en la que habían combatido en siete ocasiones en los tres meses de campaña. Además esta campaña se había ganado especialmente gracias a los más de 1.000 kilómetros recorridos en 48 días de marcha, a los que había que añadir los realizados en su marcha hasta Richmond. Pero a estos kilómetros hubo otros que aunque aparentemente escasos resultaron decisivos. Estos kilómetros son los que recorrió Jackson en la noche del 25 al 26 de Junio, cuando se empecinó en reunirse con Lee en su cuartel general en vez de esperar a recibir las últimas órdenes y descansar. Y si recordamos Thomas Jackson parece ser que padecía el Síndrome de Asperger o al menos era capaz de llevar su cuerpo hasta el límite de quedarse dormido incluso comiendo. Y el 26 de Junio cuando debía de haber estado en plenas facultades resultó que tanto el Comandante como sus tropas estaban tan agotados que en levantar el campamento y estar listos para revista tardaron cuatro horas. Esta sería la primera ocasión en que Jackson se mostraría “ausente” pero aún quedaban más ocasiones.
Además de la deplorable actuación de Jackson, por la que Lee se sentía “profundamente y amargamente decepcionado”, también había habido errores desde la redacción de las órdenes por el personal del Cuartel General, errores en el cumplimiento de las mismas y errores en mantener una comunicación fluida entre sus subordinados y el Comandante en Jefe. Así que podemos descartar esa tan comentada reorganización del Ejército del Norte de Virginia, pues además de no haber tiempo por mucha pausa que hubiese concedido McClellan, tampoco Robert Lee tenía aún ni la autoridad suficiente ni la información suficiente para acometer dicha reorganización, la cual era imposible realizarla en tres semanas.
Con esta situación del Ejército del Norte de Virginia su General Robert E. Lee no tenía más remedio que continuar adelante sin detenerse. Aún el Ejército del Potomac se encontraba a escasas 7 millas de Richmond concentrado con cuatro Cuerpos al sur del río Chickahominy y si se decidía a lanzar un ataque sobre la capital confederada había probabilidades de que fuese exitoso. El ejército confederado había desplazado su grueso al Norte del río y como defensa inmediata a la Confederación sólo le quedaban las Divisiones de John B. Magruder y Benjamin Huger, unos escasos 20.000 hombres frente a los más de 60.000 de McClellan.
Y puesto que la Batalla de Beaver Dam Creek había resultado un fiasco estas horas de pausa concedidas por el caer de la noche resultaban cruciales. Robert Lee sabía que si McClellan se decidía a atacar al sur del río no tendría más remedio que realizar una marcha forzada siempre y cuando no llegase demasiado tarde antes de que cayese su flanco sur. Así que no le quedaba más remedio que continuar con su plan empleando los medios a su alcance e intentar solventar los errores cometidos según se desarrollasen los acontecimientos.
La mejor ayuda para Robert Lee la recibió precisamente de quien era en ese momento su principal adversario. George B. McClellan había decidido durante la tarde-noche que con Thomas Jackson tan al norte del V Cuerpo el flanco de este estaba seriamente amenazado y esta amenaza se ampliaba hasta su principal ruta de suministros en White House sobre el río Pamunkey. Así que ordenó al V Cuerpo de Fitz J. Porter que se replegase para tomar distancia con los confederados al tiempo que todo el material del ejército era trasladado hasta Harrison’s Landing en el río James. Esto significaba renunciar a la línea férrea y pasar a depender del suministro mediante carros, lo cual afectaría significativamente al abastecimiento de su artillería de asedio y por tanto a su capacidad para imponer un asedio sobre Richmond.
Muchos de los comandantes de cuerpo unionistas seguían opinando que se debía realizar un ataque directo sobre la capital confederada, pero McClellan seguía dando credibilidad a los informes que recibía por parte de los hombres de la Agencia Pinkerton y que mantenían que en torno a Richmond había cerca de 200.000 confederados. Además la División de Magruder seguía con el mismo truco que llevaba empleando desde que los unionistas desembarcaron en la Península, realizando continuos movimientos de tropas provocando el mayor ruido posible. Incluso se emplearon esclavos con tambores para simular que había columnas enteras en marcha. Y para llamar aún más la atención sobre las líneas confederadas se había visto un llamativo globo aerostático realizado con telas de seda de diferentes colores. Este globo más apropiado para un circo que para una batalla pertenecía al Capitán Langdon Cheves que lo había realizado con las telas que había podido encontrar en Charleston y Savannah. Este globo reafirmó a McClellan en la idea de que los confederados estaban realizando una inspección del frente en el que a continuación realizarían un ataque.
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MG John B. Magruder, CSA
Quien provocaba esta idea en McClellan era John Bankhead Magruder quien montó una brillante operación de engaño al sudoeste del Chickahominy. Magruder que era un hombre alto y de elegante bigote, un tanto exhibicionista, y que de joven había actuado como actor aficionado. Al igual que Stuart también adoraba los sombreros emplumados y las capas con forro de terciopelo rojo y, yendo más allá incluso, se había confeccionado y usaba el bicornio del uniforme de gala, caso casi único en el Ejército Confederado. Pero sus dotes histriónicas ya habían hecho un buen servicio a los suyos en Yorktown, donde había fingido continuos relevos y movimientos de tropas haciendo subir y bajar una y otra vez unos cuantos regimientos y baterías. Estas actuaciones habían convencido a McClellan de que su fuerza era al menos cinco veces superior a la real.
Cuando amaneció a la mañana siguiente, 27 de Junio de 1862, de nuevo las tropas bajo el mando del Mayor General Magruder comenzaron con su ritual de marchas, ruidos y escaramuzas, debían seguir manteniendo la atención de los unionistas al sur del Chickahominy. En ese mismo momento el V Cuerpo de Porter se había puesto en marcha cumpliendo las órdenes recibidas de replegarse hasta una nueva posición que protegiese la base de suministros. Esta nueva posición sería en una meseta situada tras el pantano Boatswain’s Swamp, justo al sudeste del molino Gaine’s Mill. La posición era excelente para situar a las Divisiones de los Brigadieres George W. Morell y George Sykes de izquierda a derecha; la División de George A. McCall había tenido importantes bajas en la retirada pues las avanzadillas confederadas les iban pisando los talones, así que fue desplegada en reserva. Morell contaba con las Brigadas de Butterfield, Griffin y Martindale, ya fogueadas en Hannover Court House. Sykes tenía dos brigadas de regulares y una de zuavos, las tres mandadas por oficiales de escala activa, y más experimentados que los mandos de voluntarios además del regimiento 1º de Sharpshooters de Hiram Berdan. McCall mandaba la División de Reserva de Pennsylvania, con las Brigadas de Truman Seymour, John F. Reynolds y George G. Meade, la cual era un caso especial. Provenía del exceso de voluntarios que se presentó en aquel Estado al pedirle el Gobierno la aportación de sus primeros regimientos. Así en vez de licenciar los sobrantes, como hacían los otros Estados, Pennsylvania formó con ellos dos grandes unidades estatales, la Brigada de Reserva y la División de Reserva.
También la División del Brigadier Henry W. Slocum que pertenecía al IV Cuerpo de Franklin fue designada como reserva, pero permaneció en principio al sur del río, pues McClellan seguía esperando un ataque proveniente de Richmond. Esta posición era menos defendible que la del día anterior, cuando habían logrado por poco rechazar los ataques confederados, pero cruzar un pantano también es un gran obstáculo para un ejército y las tierras de cultivo que había delante proporcionaban un excelente campo de tiro. Fitz John Porter estaba decidido a resistir con su V Cuerpo.
En frente muchas de las unidades confederadas frente a ellos eran ya, o iban a serlo en breve, conocidas por su bravura pero en su mayoría tenían poca experiencia en marchas de combate y coordinación, sobre todo en niveles superiores al de brigada. Las excepciones eran la División de Longstreet y las dos veteranas del Valle Shenandoah que Jackson tenía bajo su mando. Por eso Lee trató de convertirlas sobre la marcha repitiendo varias veces un esquema que consistía en fijar al enemigo en un flanco mientras el resto del ejército maniobraba y lo flanqueaba por el otro flanco, pero si algo fallaba la fuerza principal se veía obligada a llevar el peso del combate mediante ataques frontales, que resultan en la solución táctica más costosa.
El plan de ataque ideado por Robert Lee era prácticamente un calco del empleado el día anterior. Estaba decidido a aprovechar esta oportunidad de poder destruir todo un cuerpo de ejército federal y no quería perderla. Su primera actuación al mando del ejército había logrado arrebatar la iniciativa al enemigo, ahora tocaba lograr la victoria. Las divisiones de A.P Hill y Longstreet presionarían directamente a los unionistas de Porter, mientras Stonewall Jackson que estaría apoyado por D.H Hill buscarían y atacarían el flanco derecho y la retaguardia de los federales. La decisión estaba tomada y 57.000 confederados recibieron orden de ponerse en marcha, este sería el mayor ataque confederado de toda la guerra. Esta vez Robert Lee falló en sus apreciaciones para situar la posición de Porter al que suponía posicionado en Powhite Creek, por lo que indicó a Jackson que marchase hasta Old Cold Harbor en donde giraría hacia el sur y flanquearía a los unionistas, pero Porter se encontraba realmente más hacia el este.
Para el mediodía de este 27 de Julio de 1862 los primeros disparos comenzaron de nuevo donde nadie se esperaba, pues implicaban a los hombres de D.H Hill quien se había encontrado con los yankees mientras aún estaba marchando para unirse a Jackson. Cuando sus dos brigadas que marchaban en cabeza fueron detenidas por el intenso fuego de fusilería de los unionistas desplegó a la batería Jeff Davis de Alabama, pero la respuesta de George Sykes fue contundente, dos baterías de seis cañones manejadas por artilleros del Ejército Regular. Esta fuerte resistencia cuando se suponía que el V Cuerpo debería retirarse hizo pensar a D.H Hill que no se estaba enfrentando al flanco derecho sino a su centro, por lo que decidió mantener el frente y esperar la llegada de Jackson. Un detalle destacable de esta acción es que de nuevo la espesa arboleda había neutralizado los ruidos del combate y Robert Lee permanecía ajeno a todo en su Cuartel General en una casa llamada “Selwyn”.
Mientras todo esto estaba ocurriendo al este, la División de A.P Hill que había estado marchando desde primera hora de la mañana cruzó el Beaver Dam Creek en donde cruzaron disparos con los rezagados unionistas, llegando a un lugar llamado Gaines’s Mill casi al mismo tiempo que D.H Hill se topaba con los federales. El despliegue fue rápido con la Brigada de Maxcy Gregg en cabeza, que se enfrentó a los tiradores selectos de verde uniforme del 1º de Sharpshooters del Coronel Hiram Berdam y al 9º de Massachusetts. En pocos minutos el combate se fue intensificando con los hombres de Porter que se encontraban desplegados a lo largo del Boatswaim’s Creek y el pantanoso terreno estaba dificultando mucho el ataque confederado. Esta situación quedó patente cuando las Brigadas de los Brigadieres Gregg, Dorsey Pender, Joseph R. Anderson y Lawrence O’Bryan Branch empezaron a quedar atascadas en su avance, protagonizando encarnizados enfrentamientos como cuando el 1º de South Carolina atacó contra un batería apoyada por los zuavos del 5º de New York y sufrieron un 57% de bajas (76 muertos, 221 heridos y 58 desaparecidos), siendo el mayor porcentaje de bajas sufrido por un regimiento confederado en un solo día.
Así que llegamos a un punto en donde una parte del V Cuerpo yankee está en retirada otra parte toma posiciones sólidas y se dispone a defenderse apoyado por un excelente posicionamiento de sus baterías, es aquí donde A.P Hill se salta totalmente las órdenes recibidas de “perseguir al enemigo que escape” y en cambio realiza continuos ataques a las posiciones fuertes de los federales. Esta decisión supuso sumar otras 2.000 bajas a su “Ligth Division” que sumadas a las del día anterior dejó su unidad con un 25% menos de hombres. Por parte federal Porter telegrafió a McClellan a su cuartel general informándole que los confederados habían comenzado a retirarse y solicitando que le fuese enviado como refuerzo unidades del VI Cuerpo de Franklin que sólo necesitaban cruzar el río por el Puente Duane y estaría directamente sobre el flanco confederado. La respuesta de McCellan fue: “Si el enemigo se retira y usted es un chasseur, a ellos”, pero la situación se tornó en un momento cuando Franklin informó que había destruido el puente en previsión de un posible ataque confederado, al mismo tiempo el Brigadier Sumner del II Cuerpo informaba de actividad enemiga en su sector.
De nuevo McClellan quedó paralizado ante la situación que tenía ante él. El V Cuerpo estaba siendo atacado y los dos cuerpos más próximos informaban que no tenían forma inmediata de desplegarse en su apoyo, aunque los informes recibidos por parte de Porter anunciaban que los confederados estaban siendo contenidos. Pero McClellan no esperó ni un informe más, al instante ordenó al personal del cuartel general que hicieran los preparativos para retirarse de su posición. En el otro lado de la batalla el General Lee se dispuso activamente a reunir a cuantos soldados desperdigados aparecían por las inmediaciones para reunirlos en un frente y preparar un próximo asalto. En esos momentos Longstreet hizo su aparición en el flanco derecho de A.P Hill pero ante la vista del terreno que tenía por delante para el asalto planteó que la mejor opción era esperar a que Jackson apareciese por el flanco izquierdo.
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Pero otro día más Jackson no aparecía. Por lo visto el guía que le habían enviado había entendido mal lo que Jackson quería hacer y le había conducido por un camino erróneo, lo cual supuso realizar una contramarcha de una hora para regresar al camino del Old Cold Harbor. Y una vez en el camino correcto se encontraron que este estaba repetidamente lleno de árboles talados y pequeños grupos de tiradores yankees que obstaculizaron en gran medida su avance. Para cuando los primeros hombres de Jackson hicieron acto de presencia, siendo estos de la División de Richard Ewell, recibieron orden del asistente de Lee, Walter Taylor, de dirigirse inmediatamente al frente para entrar en acción.
Se pensaba en el lado confederado que Porter seguramente estaría preparando un contraataque y este sería seguramente contra la castigada División Ligera de A.P Hill. La opción que se adoptó fue que Longstreet realizaría un ataque de diversión para que se mantuviesen las líneas de ambos ejércitos, mientras tanto Jackson tendría tiempo para presentarse con todos sus hombres en la batalla y realizar el tan planificado ataque por el norte. Así que Longstreet llamó al Brigadier George E. Pickett y le ordenó realizar un asalto directo sobre los federales. El asalto fue un fracaso y tras sufrir cuantiosas bajas, el propio Pickett resultó herido en el hombro, tuvieron que retirarse a sus posiciones iniciales. Al tiempo que Ewell siguiendo las instrucciones de Lee ordenó avanzar a las brigadas de Gregg y Branch sin esperar al resto de la División, eran las 3:30 de la tarde, también los louisianos dirigidos por el Coronel Isaac Seymour pues el Mayor General Richard Taylor estaba de baja, fueron en cabeza del ataque. Pero Seymour no tenía la experiencia necesaria para un asalto de esta envergadura y pronto la confusión hizo mella al cruzar la arboleda y los pantanos de Boatswain’s Swamp, esta se acrecentó cuando Seymour cayó de un balazo. Aunque al instante el Mayor Roberdeau Wheat de los Tigres de Louisiana tomó el mando, en cuanto se puso al frente de la brigada fue cayó de pleno con una bala en su cabeza. Esto supuso el desconcierto total en toda la Brigada de Louisiana que se retiró del asalto. Así que Ewell se encontró dirigiendo un asalto contra las fuertes posiciones federales con sólo dos regimientos de la Brigada de Trimble, pero que sin lograr cruzar el pantano sufrieron un 20% de bajas.
Por su parte Fitz J. Porter comenzaba a reforzar sus líneas con los hombres que iban llegando de la División de Slocum, con las Brigadas de Andrew Porter, John Newton y Henry W. Barry, logrando así cubrir los huecos que se habían formado en ellas. Pero estos refuerzos eran insuficientes y mucho más para pensar siquiera en realizar un contraataque, idea que McClellan había desechado por completo a pesar de las peticiones de Porter de más refuerzos, pues cuando había consultado con los comandantes de cuerpo que se encontraban al sur del Chickahominy estos habían contestado que no podían prescindir de ninguna unidad. Como único gesto de autoridad al mando se limitó a ordenar al Brigadier Sumner del II Cuerpo que enviase dos brigadas a cruzar el río en apoyo de Porter, aunque este apoyo no iba a poder completarse hasta por lo menos tres horas más tarde debido a la distancia que debían recorrer.
Al tiempo que todo esto sucedía por fin Stonewall Jackson había acto de presencia en el campo de batalla cuando llegó a Old Cold Harbor y se dispuso a desplegar a sus hombres junto a los de D.H Hill tras recibir informes por parte de Lee de la situación de la batalla. Pero el cuartel de Jackson no funcionaba como era debido, las órdenes se redactaban mal, nadie sabía de la situación real de las unidades, un caos. Y encima el propio Jackson se limitó a cabalgar de un lado para otro sin tener una idea clara en mente de lo que debía hacer. No fue hasta que el Mayor Robert L. Dabney, capellán del ejército, decidió asumir la responsabilidad de organizar aquel desastre localizando y redactando nuevas órdenes para las Divisiones de Whiting y Winder, pero este trabajo supuso otra hora más de retraso.
Lee y Jackson se reunieron en Telegraph Road y decidieron que debían realizar un nuevo asalto esta vez sobre toda la línea yankee. Eran las 7 de la tarde cuando 16 brigadas compuestas de 32.100 hombres, el mayor carga de toda la guerra, asaltaban las posiciones de los 34.000 hombres que Fitz John Porter tenía desplegados. Los yankees disponían de la ventaja del terreno y la superioridad de su artillería, los confederados contaban solamente con su espíritu de lucha.
El ataque comenzó de forma impresionante, un frente continuo de más de 2 millas avanzando simultáneamente, pero pronto la línea confederada comenzó a desordenarse. En la izquierda los hombres de D.H Hill se toparon con los regulares federales de Sykes junto a McGeehee House; en el centro los georgianos del Brigadier Alexander R. Lawton peleaban en su primera batalla y avanzaban gracias al empuje de la Brigada “Stonewall” junto con las de Elzey y Trimble, todas ellas con su experiencia en el Shenandoah; y a la derecha se encontraba el peor terreno para un asalto con un terreno totalmente despejado de campos de trigo que llevaba a los pantanos y tras ellos dos líneas defensivas en un terreno elevado, en palabras de Longstreeet: “Esa era, de hecho, la posición que el enemigo deseaba que nosotros atacásemos”.
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Con las últimas luces de la tarde el éxito comenzaba a asomarse hacia el lado confederado, los hombres de Whiting abrieron brecha junto a los hombres de Longstreet cuando el Brigadier John Bell Hood lanzó a sus hombres del 4º de Texas en una carrera desenfrenada que avanzando rápidamente comenzaron a romper la línea federal y se apoderaron de una batería. La Brigada de Pickett también logró en este segundo asalto abrir brecha y ante la imposibilidad de los unionistas para reforzar esos puntos poco a poco toda la línea se fue deshaciendo como un castillo de naipes. Rota la línea unionista en tres puntos Fitz John Porter trató de organizar una retirada, pero la situación estaba descontrolada. Incluso las avanzadillas de Longstreet estuvieron cerca de tomar su puesto de mando.
Los regulares unionistas de Sykes iniciaron una retirada ordenada hacia el Grapevine Bridge, pero el resto de la línea retrocedía en una alocada huida. En ese momento aparecieron las dos brigadas enviadas por McClellan como refuerzo, eran las Brigadas de Thomas F. Meagher y William H. French del II Cuerpo, que tuvieron que limitarse a formar una línea de retaguardia. Una acción desesperada fue la protagonizada por un batallón del 5º de Caballería bajo el mando del Capitán Charles J. Whiting que lanzó un carga contra la Brigada de Texas para terminar rindiéndose tras sufrir elevadas bajas.
Con la llegada de la noche llegó un poco de calma pero la situación para los unionistas era desesperada y a las 4 de la mañana del 28 de junio, Porter ordenó cruzar el Chickahominy y quemar los puentes, con lo que finalizaba la batalla.
Esta batalla conocida como “Batalla de Gaines’s Mill”, “1ª de Cold Harbor” o “del Chickahominy” era la tercera batalla de esta serie de batallas englobadas en las batallas de los Siete Días y que resolvía la decisión del nuevo Comandante en Jefe del Ejército del Norte de Virginia, General Robert E. Lee. La batalla del día anterior había sido una batalla inconclusa, en cambio esta consecución del ataque al flanco derecho unionista que había quedado aislado al norte del río y supuso la primera victoria táctica del nuevo comandante. Había comprometido todos los medios disponibles por los confederados, este ataque integraba nada menos que casi 57.000 hombres lo que le convierte en el ataque más grande de toda la guerra.
Los confederados sufrieron 7.993 bajas, con 1.483 muertos, 6.402 heridos y 108 desaparecidos; por parte de los unionistas hubo 6.837 bajas, con 894 muertos, 3.107 heridos y 2.836 desaparecidos. Además de 22 cañones (20 capturados y 2 perdidos al cruzar el río) y la captura del Brigadier John F. Reynolds y la baja por herida de George G. Meade y W.W Burns. De nuevo la noche había llevado la calma al campo de batalla, pero los cuarteles generales ebullían de actividad realizando nuevos planes de acción y las agujas del reloj seguían avanzando hacia el amanecer de un nuevo día.

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GCA 16: La Campaña de la Península 2ª Parte (1)

GCA 16: La Campaña de la Península 2ª Parte (2)

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