Francia, la caida (Parte II).

En el este, los alemanes después de atravesar el Aisne y constituir una cabeza de puente en Soissosns, el 6º ejército francés se retiro al Marme. Entonces los mandos militares franceses reconstruyeron el III grupo de ejércitos, situándolo en el sector del bajo Sena, en la posición avanzada de París y en el Marme. “Si el enemigo atraviesa estas líneas, ya no se podrá llevar a cabo una defensa coordinada y efectiva de París”, afirmó Weygand.

Completamente aislada el ala occidental del 10º ejercito francés, este se replegó a Saint-Valery-en Caux, en la costa para intentar una retirada por mar. Finalmente la retirada no se pudo llevar a cabo, los decididos ataques de la 7ª división panzer, obligaron a la capitulación, después de una heroica resistencia por parte de las tropas francesas británicas, destacando en esta resistencia la 51ª división Hinghand, al mando del general Fortune.

En aquel momento los franceses estaban desplegados de la siguiente manera; en la posición avanzada de Paris estaba desplegado el ejército de París y el 7º ejército y en el Marme, al este de La Ferte se encontraba el 6º ejército.

Desde la mañana del día 9 de junio, los combates se habían extendido hacia el este, dirigidos hacia el Aisne. Ahora era Von Rundsetdt quien ejercía la presión sobre el desmoralizado ejército francés, al cual se dirigió en estos términos Maximin Weygand:
“la ofensiva del enemigo es generalizada en todo el frente, la orden de combatir hasta el final y de no retirarse conserva toda su validez. El enemigo ha sufrido considerables pérdidas. Sus fuerzas se están agotando, esta es nuestra hora suprema; ¡¡RESISTID!!”

En el sector del Somme, gracias a sus cabezas de puente, los alemanes lanzaron sus tanques inmediatamente al ataque, sin embargo en el sector del Aisne la infantería alemana tuvo que abrir brechas en el dispositivo defensivo francés, intentando forzar un paso para los tanques. Por ello el 9 de junio, al alba la infantería del 12º ejército alemán se lanzo contra las posiciones del 4º ejército francés entre Neufchatel y Attigny.
Por la derecha la 14ª división de infantería de De Lattre de Tassigny rechazo los ataques de las unidades alemanas que cruzaban el río. Por el centro por diferentes sitios todos ellos próximos a Rethel, la 2ª división de infantería rechazo los ataques sucesivamente. Precisamente en este sector, el XXXIX y el XLI Panzerkorps de Guderain, tenían que cruzar a toda costa el Aisne para efectuar la ofensiva de la Champagne.
Por la mañana Guderain observo, la inutilidad de sus ataques y los fracasos constantes a la hora de cruzar el río. Según sus propias palabras; “Abrigaba el temor de no calcular exactamente el momento oportuno para intervenir”. Por la tarde las cosas seguían igual, Guderain era un manojo de nervios y se consumía de impaciencia. Como si no tuviera bastante con el hecho de estar inmovilizado, Von List (Comandante del ejercito) le dirigió una critica bastante dura sobre la inactividad de sus tanques en el norte del río. Al anochecer Guderain recibió una buena noticia, se le comunico que más al oeste en Chateau-Porcien, se había conseguido una cabeza de puente. Ordeno rápidamente el traslado a ese sector de la 1ª división panzer, por la mañana intentaría romper el frente aliado por ese sitio en concreto.

 

Al amanecer del 10 de junio la 1ª panzer se lanzó al ataque seguida de la infantería, avanzo hasta el Retourne, que era la segunda línea defensiva del 4º ejercito francés. A media tarde los “erizos” habían sido rebasados y las unidades alemanas atravesaban el río. Guderain había ganado este asalto.
Una vez cruzado el río, los alemanes sufrieron un duro contraataque por el flanco por parte del grupo acorazado de Buisson. Pero los franceses llegaron demasiado tarde, además habían sido descubiertos por los grupos de reconocimiento, el efecto sorpresa del que intentaban dotar este contraataque se había perdido. Eso si se produjo un duro enfrentamiento donde los carros B franceses demostraron su valía, inflingiendo numerosas bajas a los alemanes no obstante el contraataque fue ineficaz he hubieron de retirarse con numerosas bajas.

 

Mientras esto sucedía la 2ª panzer división que se había trasladado al mismo sector que la 1ª, por la tarde se planto, tras duros combates, en los suburbios de Reims empujando al 6º ejército francés hacia el Marme. Desbordado el flanco izquierdo el 4º ejército francés este hubo de retirarse de la línea Rethel-Aisne. Siguiendo camino hacia el sur para establecerse en la Montagne de Reims. Por desgracia para los franceses las tropas que alcanzaron la nueva línea defensiva Marne-Montagne de Reims-Argonne estaban exhaustas, desmoralizadas y muy reducidas en numero, esto significo el fin de cualquier resistencia organizada en el sector.

 

 

El 10 de junio los alemanes cruzaron el Sena inferior, al oeste de Paris, mientras que desde Ourcq avanzaban hacia el Marme, de esta manera Paris quedaba amenazado por la famosa maniobra de tenaza alemana. Ese mismo día por la tarde el gobierno francés decidió retirarse de la capital, se traslado a Tours y Weygand acordó por su parte que el mando supremo pasara a Briare. A las 17,00 horas aun se le complicaron las cosas más a los franceses, Italia anuncio que a partir de las 00 horas estaría en guerra con Francia.

El día 11 por la mañana los alemanes ya habían cruzado el bajo Sena en tres lugares distintos y habían establecido cabezas de puente, y por el este cruzaron el Marme. La doble maniobra de tenaza estaba progresando rápidamente. Mas el este todavía el panzer-grupp de Von Kleist, atravesó el Aisne en Berry-au-Bac, en la Champagne avía ya 8 divisiones acorazadas, todo estaba perdido para Francia. No había esperanza alguna de defender Paris. Weygand y el presidente de la republica Lebrun declararón Paris ciudad abierta y se propugno la siguiente orden; “El general Hering asumirá el mando del ejercito de Paris y vigilará su destino, mientras el general Dentz ejercerá las labores de gobernador hasta la llegada de los alemanes” Paris había sido abandonada a su suerte.

 

 

El ejército francés recibió de nuevo la orden de retirarse, pero esta vez sin ningún tipo de fin estratégico ni táctico. Nada se podía hacer ni intentar defender el territorio metropolitano, ni intentar defender nada pues Weygand no tenía intención de retirarse a los territorios del Mediterráneo. Los caminos de retirada del ejército francés (atestados de refugiados), conducían inexorablemente a la más grande derrota jamás sufrida por el ejército y el pueblo francés.

Weygand hizo balance de las tropas disponibles que aun le quedaban, sobre el papel le quedaban 52 divisiones, pero en la realidad tan solo equivalían a 30 de las cuales 11 habían perdido el 50% de sus hombres y otras 13 contaban tan solo con el 25%, las restantes eran una amalgama de restos de divisiones destruidas en combate. Weygand solo contaba con 1 división de reserva, aterrador el panorama para Francia.
Weygand tan solo consideraba dos posibilidades 1ª Defender la Línea Maginot y retirar al sur los ejércitos que quedaran en el centro y en el ala izquierda, lo que ocasionaría el cerco completo de la totalidad del ejercito francés. 2ª Retirar todo el ejercito, que fue la que se adopto. Weygand envió al general Alphonse Georges una carta con instrucciones secretas acerca de la retirada, pero la orden de la ejecución no estaba firmada todavía. Lo que perseguía Weygand con esta acción era mantener defendida la parte central de Francia el máximo de tiempo posible, dilatando en el tiempo lo inevitable; la rendición

 

 

El 11 de junio por la noche se mantuvo una reunión en el castillo de Muguet, a la cual asistieron por parte francesa; Petain, Weygand y De Gaulle. Por parte británica asistieron Churchill, Eden y los generales Ismay y Spears.
Maximile Weygand procedió a explicar la situación a sus aliados, los tonos de esta descripción fueron sombríos y descorazonadores para terminar declarando; “La ultima línea defensiva a sido quebrantada y las reservas se hallan agotadas, nos encontramos en el filo de la navaja y no sabemos cuando caeremos derrotados pero sin duda alguna no será después de mucho tiempo.” Para finalizar Weygand añadió: “Este ultimo frente quebrantado es imposible reconstituirlo, por lo tanto Francia entera será invadida:”
A posteriori De Gaulle escribió sobre aquella reunión y argumento lo siguiente; “Las tres horas de discusión no sirvieron para absolutamente nada, yo seguía pensando que no conducían a nada estas reuniones y que la única solución digna y honorable era retirarse a nuestras colonias, reorganizar nuestro ejercito con la ayuda británica y continuar la lucha.”

 

El 12 de junio la situación empeoro mas si cabe, los alemanes se lanzaron por el oeste, cruzaron el Sena inferior con numerosas tropas. Por el este alcanzaron Montmirail, mientras que en la Champagne, Guderain las atravesó rápidamente y lanzo al XXXIX panzerkorps de Schmidt contra Chalons, mientras el flanco este era cubierto por el XLI del general Reinhardt.
Un Weygand desolado hablo con el gobierno en estos términos:”Hemos llegado al limite, nuestra línea defensiva se agrieta por numerosos puntos, decididamente la batalla de Francia esta perdida, dentro de pocas horas aconsejaría al gobierno que pidiera el armisticio.”


Básicamente así fue la derrota francesa en su propio territorio, se siguió combatiendo hasta el día 21 de junio en que Petain pidió a Alemania el armisticio, pero esas batallas en muchos casos épicas y desesperadas por parte de las tropas francesas poco o ningún valor estratégico tuvieron en el desarrollo de la batalla, después vendría la vergüenza de la Francia de Vichy.

 

 


Auchi, enero de 2007.