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OPERACIÓN GREIF:

“Me habló de la enorme cantidad de material que se había acumulado y, recuerdo, afirmó que tendríamos 6000 piezas de artillería en las Ardenas y además que la Luftwaffe contaría con aproximadamente unos 2000 aviones, incluidos muchos de los nuevos reactores. Me dijo entonces que iba a mandar una Brigada Panzer entrenada para alcanzar los puentes sobre el Meuse y tomarlos intactos”

SS-Obersturmbannfuhrer Otto Skorzeny. Octubre de 1944.

INICIOS:

Skorzeny, el comando que había rescatado a Musolini de la cima de una montaña en Italia y raptado al hijo del regente de Hungría, fue llamado al cuartel general del Fuhrer en Rastenburg, el 22 de Octubre de 1944, donde escucho las líneas generales de la ofensiva inmediata en las Ardenas y el papel que le correspondía en ella.
Como dicha ofensiva estaba prevista para principios de diciembre, a Skorzeny le quedaban solo 5 semanas para formar y entrenar una unidad elite para esta misión especial. Esta unidad se llamaría la Panzer Brigade 150 y estaría compuesta, o eso pretendía Skorzeny, de unos 3300 hombres encuadrados en 3 batallones, con apoyo ilimitado del OKW. El equipar a esta Brigada exigía carros, cazacarros autopropulsados, semiorugas, camiones, jeeps y resto de armas y uniformes, todos de origen norteamericano, así como personal con conocimientos de ingles e incluso dialecto norteamericano, el 25 de octubre se curso la orden.

Todas las unidades recibieron la orden de entregar a Skorzeny este material, pero no iba a ser tan fácil que estas prescindieran de sus valiosos recursos de hombres y material. Si el material existía, muy pocos o nadie estaban muy dispuestos a entregarlo. En un informe enviado por un ayudante de Skorzeny se explicaban los problemas que había para completar la dotación de la PzB-150. Solo se consiguieron 57 de los 150 vehículos solicitados y 74 de los 198 camiones. Solo se consiguieron 5 carros de combate, todos alemanes, y 8 vehículos blindados, 6 de ellos alemanes. Además, en el informe se hacia constar que un tercio de ellos precisaban reparación mecánica de 5 a 6 días como mínimo, y los dos únicos Shermans “capturados” que se habían conseguido estaban averiados.

A la vez, la PzB-150 había recibido en su base de Grafenwonhr, mucho material polaco o ruso, totalmente inútil para la misión. También faltaba uniformes, equipo y armas del ejercito norteamericano. En cuanto a personal disponible de la Brigada que hablara ingles tampoco era muy optimista . Solo 10 hombres dominaban a la perfección el idioma y el “slang” norteamericano, casi todos marineros. Entre 30 y 40 dominaban el ingles y entre 120 y 150 lo hablaban bastante bien. Unos 200 habían aprendido ingles en la escuela y el resto no pasaban de decir “yes”. Skorzeny dijo:

“En al practica, significaba que podríamos únicamente mezclarnos con los norteamericanos en su huida, aparentando estar demasiado ocupados y con prisa para hablar”.


Uno de los 6 semiorugas M3 de la Panzerbrigade 150.