Nació en Cartagena de Levante, en el Reino de Murcia, el día 27 de febrero de 1821, siendo bautizado al día siguiente en la parroquia de Santa Maria de Gracia, imponiéndosele los nombres de JUAN BAUTISTA, FRANCISCO, BALDOMERO, RAMÓN, IGNACIO, BENITO, ISIDORO, como hijo legitimo de Don Juan Soler-Espiauba y Gambino, Capitán de los Reales Ejércitos, en situación de retirado, y de Doña Maria Dolores de Angosto y Pinto-Carneiro, naturales de Cartagena. Fueron sus abuelos paternos  Don Francisco Soler-Espiauba y Bastán y Doña Bernardina Gambino y Cazorla, también naturales de Cartagena, siendo sus abuelos maternos Don Antonio de Angosto, marino de guerra y natural de La Coruña y Doña Micaela Pinto-Carneiro, natural de Cartagena.

Contando 15 años de edad sentó plaza como guardia marina, según el Decreto del Comandante General del departamento de fecha 21 de noviembre de 1836, tras aprobar sus estudios de ingreso en la Real Armada con calificación de sobresaliente, marchando acto seguido a embarcarse en el bergantín ¨Patriota¨, al que subió el día 2 de diciembre de dicho año en Barcelona.

 

En aquella época, los marinos se encontraban, desde el primer día, sobre los buques de guerra, aprendiendo, practicándola, carrera  tan bella como heroica y difícil. Los experimentados oficiales de a bordo eran, a la vez, sus maestros, sus jefes, y sus compañeros en el día a día del navegar y del combatir.  Así se hicieron marinos La Perouse, Bougainville, Cook, Rodney, Nelson, Churruca, Velasco, Alsedo y cuantos hasta entonces se ganaron noble fama en las marinas del mundo. Comenzaron todos ellos aún casi niños, pisando el roble de las cubiertas de sus navíos, bajo las velas y al impulso del viento.

Siendo aun guardia-marina, recibió el 3 de agosto de 1840 su primera recompensa al concederle la Reina Gobernadora la Cruz de la Marina, ¨por sus señalados servicios en las fuerzas navales de Cataluña y Valencia¨. Acababa por aquellas fechas la I guerra carlista.

El 17 de febrero de 1841 es ascendido a Alférez de Navío sin antigüedad, siendo ascendido a Alférez de Navío de número el día 23 de junio de 1842

El 16 de noviembre del mismo año sale de Cádiz rumbo a Manila a bordo de la fragata ¨Esperanza¨, llegando a la capital de las Filipinas el 9 de junio de 1843.  Aun faltaban veintiseis años para que Fernando de Lesseps abriese el Canal de Suez, por lo que los viajes al lejano Oriente eran interminables rodeando el continente africano.

En las islas Filipinas permaneció tres años y medio de incesante patrullar, siempre sobre la ¨Esperanza¨. Hasta que el día 3 de enero de 1847 zarpó rumbo a Cádiz, en donde atracó el 17 de mayo de aquel año. Regresaba teniente de Navío. Empleo al que había ascendido el dia 16 de junio de 1846.

Como el relatar todos los viajes resultaría prolijo, resumiremos que hizo posteriormente otros tres viajes redondos, todos ellos a las Antillas, permaneció en Cuba varios meses cada vez. Los dos últimos los realizó ya en buques de vapor. Pensemos ahora en la fascinante experiencia que vivieron los marinos de mediado el siglo XIX, al cambiar la navegación a vela por la de vapor.

Por R.O. de 9 de abril de 1853 y siendo comandante del falucho ¨Espartano¨ fue autorizado a usar la Medalla de Honor de 1ª clase que le concedió el Emperador de los franceses por el auxilio que presto en  alta mar al bergantín ¨Icion¨en trance de irse a pique en medio de una tormenta en el mediterráneo. Esta curiosa condecoración, que yo conservo, es circular, de oro bajo, teniendo en el anverso grabado ¨NAPOLEON III¨y en el reverso,  escrito en francés, ¨A JUAN SOLER-ESPIAUBA., OFICIAL DE LA MARINA ESPAÑOLA. POR SU ASISTENCIA A LA MARINA FRANCESA¨

El día 15 de junio de 1853, en la Iglesia Parroquial de San Mateo, en la ciudad de Lorca, provincia de Murcia, casose Don Juan con Doña Maria del Patrocinio Ruiz-Jiménez y Taberner, hija legitima de Don Joaquin Ruiz-Jiménez y Abreu y de Doña Maria de la Paz Taberner. Dios bendeciría este matrimonio con cuatro hijos, de nombre Dolores, Juan, Paz y Patrocinio, que quedan huérfanos de madre a muy corta edad ya que la infortunada fallecería el día 28 de octubre de 1864, contando veintinueve años. Anqué los cuatro hijos llegaron a sobrevivir también a su progenitor, alcanzando alguno de ellos edad muy avanzada, fatalmente hoy no existe descendencia por la linea Soler-Espiauba y Ruiz-Jiménez.

El día 19 de mayo de 1857 y siendo Comandante del vapor ¨Isabel la Católica¨, transportó a Inglaterra a la Infanta Luisa Fernanda y a su Real Familia efectuando regreso en 29 de junio del mismo año. De este viaje quedó grato recuerdo ya que al llegar a Britania, la Serenísima Señora Infanta tuvo a bien obsequiar al comandante del ¨Isabel la Católica¨ con un sable de bellísima factura. Durante tres generaciones,  marinos de la familia lo portaron con honor,  el último de ellos fue mi buen padre,  al que en los primeros días del Alzamiento Nacional de 1936,  la chusma se lo robo al tiempo que le robaban la vida. En temas de robo, ello es conocido, los marxistas tuvieron siempre gran pericia.

El día 27 de noviembre de 1857, Don Juan Soler-Espiauba y de Angosto fue promovido a Capitán de Fragata, pasando poco después a mandar el Vapor  ¨Lepanto¨

El 22 de marzo de 1859 recibió la Cruz sencilla de San Hermenegildo, con antigüedad del 21-11-1858. Por R.O de 22 de octubre de 1859 tomó el mando del vapor ¨Vasco Núñez de Balboa¨, en el que permanecería durante trae años y medio.

Habiendo entrado en guerra España con el Imperio de Marruecos en 1859, el ¨Vasco Núñez de Balboa¨ tuvo una intensa y continua intervención en aquella campaña, comenzando por transportar el 19 de noviembre al Conde de Reus, General Prim, con todo su Estado Mayor, desde la península al teatro de operaciones, convoyando al mismo tiempo a un cuerpo de ejercito distribuido entre otros varios buques. De regreso a la península volvió a transportar al Comandante General de la Flota, Excmo. Sr. D. Segundo Díaz Herrera, que arbolo su insignia en el buque. En fechas posteriores igualmente tuvo a bordo al Conde de la Almina, General Ros de Olano, con su estado Mayor, convoyando otros cinco vapores de guerra conducían un cuerpo de ejército a las órdenes de dicho señor.

Intervino también en diversas acciones en la boca del rio Martin, en la del Tetuán y a lo largo de toda aquella costa, cañoneando los fuertes enemigos hasta silenciarlos, ordenando desembarcos de marinería y todo tipo de operaciones.

En fecha de abril de 1860 y por R.O. se le concedió el empleo de Coronel efectivo de infantería ¨por los servicios prestados a la guerra de África¨. El 30 de abril de 1861 recibiría la Medalla de África.

Por R.O. de 29 de julio de 1864 fue promovido al empleo de Capitán de Navío por antigüedad, cuya Real Patente está fechada en 7 de agosto. Por otra Real Orden de 14 de diciembre de dicho año se le concede el pase a la Escala de reserva que solicito fundado en el mal estado de salud.

Por R.O de 24 de julio de 1865 fue nombrado Comandante de Marina de la Provincia de Alicante, pasando al año siguiente a ocupar el mismo cargo en la provincia de Tarragona.

En 16 de febrero de 1867 el Capitán General del Departamento le concedió un mes de licencia para asuntos particulares, tiempo en el que regreso a Alicante para contraer segundas nupcias con la señorita Doña Maria Belén Rovira y Aguilar, de estado soltera, hija de D. Francisco Rovira y Senante, viudo, abogado y escribano de la Comandancia Militar de Marina de Alicante y de su difunta esposa Doña Rosa Aguilar y Barceló. Esta benemérita dama, su segunda mujer, amén de encargarse del cuidado y educación de los cuatro hijos habidos en el primer matrimonio de su marido y aun de corta edad, supo ampliar el ámbito familiar con otros siete descendientes en este nuevo matrimonio, que fueron bautizados como Francisco, Rosa, José, Carmen, Maria, Amparo y Luis.

Cesó en la Comandancia Militar de Marina de Tarragona en fecha 1 de febrero de 1868.

Por Real Decreto de 22 de marzo de 1871, se le concede la Cruz de 2ª clase de la Orden del Merito naval con distintivo blanco.

El 16 de julio de 1872 es ascendido a Capitán de Navío de 1º Clase, empleo que hoy se denomina Contraalmirante y al que también en otras épocas se le decía Brigadier de la Armada.

Por Real Decreto de 23 de marzo de 1873 fue nombrado D. Juan Consejero Superior de Sanidad, cesando en dicho cargo el 3 de marzo de 1875, pasando a las órdenes del Excmo. Sr. Ministro de Marina hasta el día 23 de ese mismo mes y año en el que fue nombrado comandante militar de marina de la Provincia de Valencia, comandancia en la que permaneció hasta el día 28 de enero de 1881 fecha en que cesó por Real Decreto al cumplir el tiempo reglamentario.

Reinando ya Alfonso XII se le concedió la Placa y la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo ¨por pertenecer a la distinguida y benemérita clase de Generales con la antigüedad de 17 de agosto de 1877 ¨tal como reza la Cédula firmada por S.M y sellada en Palacio a veintiuno de  maro de 1878.

 En marzo de 1881 pasa a residir en la Corte y por Real Decreto de 4 de abril de ese año se le nombra Vocal de la Comisión de Faros, encargándose de dicho cometido el día 6 de dicho mes.

Y en Madrid, el día 16 de enero de 1882. A las ocho y media de la tarde, encontrándose en su domicilio familiar, calle de Serrano nº 50, planta tercera, Don Juan Soler-Espiauba y de Angosto, capitán de Navío de 1º clase y Coronel efectivo de Infantería, termina súbitamente su vida víctima de un derrame cerebral  fulminante. Dejaba viuda y once hijos,  en esa fecha aun todos ellos vivos. Contaba sesenta y un años de edad.

Sus restos fueron inhumados en el Sacramental de San Luis, cementerio conocido como el de las Calaveras, hoy inexistente ya que pocos años después de esas fechas fue clausurado, trasladándose los restos allí depositados al Cementerio de Nuestra Señora de la Almudena.

Tuvo, que duda cabe, una vida plena e intensa cual correspondía a su profesión en su Patria y en su época.

José Manuel SOLER-ESPIAUBA Y MIRONES

Aparecido en la ¨Gacetilla de la Asociacion de Hidalgos a Fuero de España (Hoy Hidalgos de España) del mes de abril de 2002, publicado en Madrid.