frates milites escribió:Estoy detrás de conseguir parte de la obra de Antonio Hernandez Palacios....algo se puede encontrar, pero sabéis de alguna libreria en la que pueda dar con buen material....
la serie sobre Felipe II, Carlos V y el Cid entre mis preferidos, Drako de Gades digno de ver...
saluten
Saludos.
Yo también soy fan de Hernández Palacios. No obstante, sus volúmenes sobre Carlos V y Felipe II me parecen que no son de lo mejor, los dibujó estando enfermo y me parece que eso se trasluce en sus viñetas menos limpias y una narración que a veces, a mi entender, peca de confusa. Sobre su "carrera bélica" ya sabréis que tenía encargado dibujar la "Batalla de Vitoria" para la editorial Ikusager, pero perdió la vista o se murió (no me acuerdo bien) antes de terminar el proyecto y el editor, Santolaya, se las vio y deseó para conseguir un nuevo dibujante (el del tebeo debe ser un mundo con sus propias supersticiones y una no es terminar obras póstumas ajenas).
Su "Roncesvalles/Orrega" (tiene versiones en castellano, euskara y creo que japonés, no es coña, los tebeos de la editorial Ikusager se vendían en Japón) me parece espléndida. Pero sus tomos sobre la guerra civil ("Eloy, uno de muchos"; "Gorka gudari"...) son de lo mejorcito que he visto respecto al rigor. Y tienen detrás una historia alucinante, que incluso me toca muy colateralmente.
El editor, Santolaya, buscando un buen apoyo gráfico para lograr que esos cómics fuesen verdadera "historia dibujada" ¡y se fue a la URSS a la búsqueda de la familia del periodista/espía Koltsov! Dio con su hijo, que se emocionó al saber que su padre era conocido en Occidente (Stalin lo mandó eliminar y su memoria desapareció de la URSS) y le entregó un par de maletas repletas de fotos de la guerra que guardaba la familia. Fotos que sirvieron de base a la obra de Hernández Palacios. De hecho, uno de los pocos fallos históricos de sus dibujos está en que pintó el Sagrado Corazón de San Sebastián cuando la entrada de los requetés en el 36 porque el dibujante utilizó una postal propia de los años sesenta en lugar de las fotos que le había pasado el editor (en el 36 ese monumento no estaba construído aún).
Años después, siendo yo un jovenzuelo que buscaba ingresos mediante becas de investigación, realicé una sobre los tebeos en el País Vasco. Creo que el editor Santolaya pensó que era del Gobierno vasco y me comentó que "si podía hacer algo para aligerarle de la carga de aquellas maletas con fotos". ¡Que conste que tuve ganas de agarrarlas y salir corriendo con ellas!
¡Qué tiempos aquellos!