M.O.E - Tiradores selectos durante la batalla de Nayaf
Publicado: 04 Abr 2021
Este es un apunte breve pero que necesita publicidad por motivos obvios. La fuente principal es el libro "Y al final, la guerra" de Lorenzo Silva Y Luis Miguel Francisco. Precisaría una gran revisión de términos para poder recomendarlo. También he incluido cosas de la wikie y de un artículo : http://kilermt.com/francotiradores-espa ... jaf-nayaf/
¿Hace falta decir que el término empleado en el ejército español es "tirador selecto" y no "francotirador"? Desde la época de las misiones de Bosnia, cada compañía contaba con uno. En el caso de Nayaf y la base Al-Andalus el cabo primero Benitez.
"En la azotea, el cabo primero Benítez, que sigue apostado en lo alto del edificio. Tiene órdenes muy precisas, “solo debe batir a los elementos que observe abriendo fuego contra la base”
El general Coll ha decidido trasladar a Nayaf un equipo de precisión convencional perteneciente al Mando de Operaciones Especiales, el GOE-19- Maderal de Oleaga. El mando de la misma correrá al cago de un sargento primero, Romero, Junto a él irán el cabo primero Del Río armado con un potente Fusil barrett, que dispara nada menos que munición 12,70 mm, cuyos resultados son absolutamente destructivos en el cuerpo humano. También habrá un segundo tirador, el soldado Pérez, dotado con un Accuracy AW.
El desplazamiento hasta la Base Al Andalus se hará en dos tramos, el primero en helicóptero hasta la Base Tegucigalpa y desde allí en BMR hasta la base. Al llegar se les pondrá bajo el mando del coronel Asarta y ocuparán posiciones en las azoteas junto a sus homólogos de la CPA, de las unidades hispanoamericanas, americanas y Blackwater.
El sargento Romero recibirá órdenes en la misma línea que el cabo primero Benítez. Tienen orden de “abrir fuego contra todas las amenazas claramente identificadas de personal armado que dispare contra la base” Los dos tiradores serán colocados en lugares claves, después de un rápido estudio de posibles asentamientos para batir de preferencia al enemigo que se ha asentado en lo alto del hospital, que claramente domina el destacamento y desde donde ya las unidades blindadas de tierra han hecho fuego.
Los nuevos tiradores de precisión reciben información rápida, aunque no demasiado exhaustiva. Se les comunica que ha muerto un capitán americano perteneciente a la CPA y que hay un salvadoreño herido. Los militares de Operaciones Especiales se aposentan en el tejado del Puesto de Mando Alternativo de los Plus Ultra. Desde ahí van a recibir información precisa sobre los orígenes de fuego y comenzarán a disparar. Están siendo dirigidos por el equipo americano Anglico, los especialistas en dirección de fuego.
En aquella misión causaron cuatro bajas directas confirmadas: una de ellas la hicieron a 1.333 metros de distancia, y otra, el francotirador enemigo que abatió al capitán norteamericano Matthew Eddy al principio del combate, les obligó a perforar con un fusil Barrett de calibre 12.70 la pared del hospital de Nayaf donde estaba apostado. Gracias a su labor señalando blancos, la aviación estadounidense neutralizó a una veintena de insurgentes más.
Vieron cosas que no olvidan, como los niños que los milicianos del Mahdi utilizaban para acarrear armamento y munición, a los que tuvieron en su mira y no les dispararon. También cómo contratistas civiles armados hacían fuego sobre una ambulancia, donde afirmaban que llegaba el enemigo, o sobre blancos que no podían identificar bien o que estaban fuera del alcance efectivo de sus armas.
¿Hace falta decir que el término empleado en el ejército español es "tirador selecto" y no "francotirador"? Desde la época de las misiones de Bosnia, cada compañía contaba con uno. En el caso de Nayaf y la base Al-Andalus el cabo primero Benitez.
"En la azotea, el cabo primero Benítez, que sigue apostado en lo alto del edificio. Tiene órdenes muy precisas, “solo debe batir a los elementos que observe abriendo fuego contra la base”
El general Coll ha decidido trasladar a Nayaf un equipo de precisión convencional perteneciente al Mando de Operaciones Especiales, el GOE-19- Maderal de Oleaga. El mando de la misma correrá al cago de un sargento primero, Romero, Junto a él irán el cabo primero Del Río armado con un potente Fusil barrett, que dispara nada menos que munición 12,70 mm, cuyos resultados son absolutamente destructivos en el cuerpo humano. También habrá un segundo tirador, el soldado Pérez, dotado con un Accuracy AW.
El desplazamiento hasta la Base Al Andalus se hará en dos tramos, el primero en helicóptero hasta la Base Tegucigalpa y desde allí en BMR hasta la base. Al llegar se les pondrá bajo el mando del coronel Asarta y ocuparán posiciones en las azoteas junto a sus homólogos de la CPA, de las unidades hispanoamericanas, americanas y Blackwater.
El sargento Romero recibirá órdenes en la misma línea que el cabo primero Benítez. Tienen orden de “abrir fuego contra todas las amenazas claramente identificadas de personal armado que dispare contra la base” Los dos tiradores serán colocados en lugares claves, después de un rápido estudio de posibles asentamientos para batir de preferencia al enemigo que se ha asentado en lo alto del hospital, que claramente domina el destacamento y desde donde ya las unidades blindadas de tierra han hecho fuego.
Los nuevos tiradores de precisión reciben información rápida, aunque no demasiado exhaustiva. Se les comunica que ha muerto un capitán americano perteneciente a la CPA y que hay un salvadoreño herido. Los militares de Operaciones Especiales se aposentan en el tejado del Puesto de Mando Alternativo de los Plus Ultra. Desde ahí van a recibir información precisa sobre los orígenes de fuego y comenzarán a disparar. Están siendo dirigidos por el equipo americano Anglico, los especialistas en dirección de fuego.
En aquella misión causaron cuatro bajas directas confirmadas: una de ellas la hicieron a 1.333 metros de distancia, y otra, el francotirador enemigo que abatió al capitán norteamericano Matthew Eddy al principio del combate, les obligó a perforar con un fusil Barrett de calibre 12.70 la pared del hospital de Nayaf donde estaba apostado. Gracias a su labor señalando blancos, la aviación estadounidense neutralizó a una veintena de insurgentes más.
Vieron cosas que no olvidan, como los niños que los milicianos del Mahdi utilizaban para acarrear armamento y munición, a los que tuvieron en su mira y no les dispararon. También cómo contratistas civiles armados hacían fuego sobre una ambulancia, donde afirmaban que llegaba el enemigo, o sobre blancos que no podían identificar bien o que estaban fuera del alcance efectivo de sus armas.