BRIGADIER MANUEL BAUSÁ Y ORTIZ DE MOLINILLOS

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El militar que traigo hoy a estas páginas no es natural de la provincia de Málaga, pero por su trayectoria profesional y cargos importantes que ocupó, creo que debe ser conocido por los amantes de la historia militar de nuestra patria común española. Se trata de Manuel Bausá y Ortiz de Molinillos.

Nació en Alhucemas, el seis de mayo de 1786 y era hijo del, en ese momento, teniente coronel Vicente Bausá de la Cruz y de Dolores Ortiz de Molinillos y Sabido.

El seis de mayo de 1798, ingresa en las compañías de voluntarios de Alhucemas y Peñón en clase de cadete, quedando de guarnición, a la vez que desde el cuatro de julio de 1799 estuvo formándose en materias propias de la carrera militar en Colegio de San Telmo, en la ciudad de Málaga, como colegial porcionista noble, durando sus estudios hasta el siguiente veinte de diciembre de 1804.

Durante estos años, se halló presente en las operaciones llevadas a cabo los días veintinueve y treinta de noviembre de 1801 contra los ataques de los moros, participando en las salidas contra lso moros que se realizaron durante los años de 1802 y 1803, hasta que el siguiente año, el veinte de diciembre de 1804, asciende a subteniente de bandera, con destino en el regimiento de infantería de la Princesa, asistiendo con él a la expedición de Bilbao que entró el siete de noviembre para calmar los ánimos y el motín que se produjo por el traslado de la aduana al litoral.

De aquí, pasó a estar de guarnición en Barcelona, donde el once de noviembre de 1805 es promocionado a subteniente de compañía y con este empleo fue designado, gracias a sus conocimientos teóricos y prácticos, para enseñar las nuevas tácticas a los sargentos y cabos de su regimiento.

En mayo de 1807, pasó a Alemania, atendiendo a los requerimientos de Napoleón, llegando el diecinueve de julio a Maguncia y aunque la paz de Tilsit detiene momentáneamente al regimiento de la Princesa, Napoleón ordena que continúe hasta Hamburgo, quedando acantonado durante siete meses junto al Elba, tras los cuales se vuelve a poner en marcha, llegando a las islas de Fionia y Zelanda y de allí pasar a Dinamarca, con el objetivo [de Napoleón] de atacar desde allí a Suecia, acantonándose en marzo en Stathuns, pero en mayo se recibió la noticia del grito del dos de mayo y tras algunos sucesos, el nueve de agosto se apoderan del puerto y baterías de Nieborg y tras una serie de peripecias se embarcan, consiguiendo evadirse de Dinamarca y llegar a España el diecinueve de octubre para contribuir a su defensa.

Por su participación en las acciones llevadas a cabo durante la evasión de Dinamarca, fue condecorado con la Cruz del Norte, el ocho de diciembre de ese 1808.

No se tomó descanso el regimiento ni nuestro Manuel Bausá, pues acto continuo, pasó a tomar parte activa en la guerra contra el invasor francés y como son muchos los lances de guerra en los que se halló nuestro hombre, procederé a realizar un resumen de su participación:

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1808
Se halló en el ataque de Valmaseda, batalla de Espinosa de los Monteros, retirada a Galicia y otros lances más, recibiendo el veintitrés de diciembre el empleo efectivo de teniente.

1809
Este año, se halló en el ataque al Puente de Santa Lucía, en Cantabria, en la sorpresa de Benavente, ataque a Zamora, y en las acciones llevadas a cabo contra las plazas de Medina del Campo y Alba de Tormes.

1810
El quince de marzo asciende a capitán y cinco días después segundo ayudante de Estado Mayor y en esta posición, se halló en la acción del Ronquillo, a la de Jerez de los Caballeros, Cantalgallo y Llerena y a las líneas portuguesas de Torres Vedras, entre septiembre y diciembre.

1811
Continúa en la zona de Torres Vedras hasta febrero, que pasa al sitio dado a Badajoz, permaneciendo allí durante quince días, participando en las salidas contra las baterías francesas. Luego se halló en la batalla de los campos de Santa Engracia, donde tuvo la mala fortuna de ser hecho prisionero, aunque logró zafarse de sus captores y reintegrarse a su regimiento.

1812
El veinte de marzo cesa como ayudante segundo, siendo destinado en igual puesto al Estado Mayor de la primera división del cuarto ejército, abandonando así el regimiento de la Princesa.

Una vez en su nuevo destino, se halló en la expedición a La Mancha, en el ataque y retirada a de Almagro, en la acción de Porcuna. En marzo en la expedición contra Niebla y, tras esto, en las acciones llevadas a cabo contra Espratina y Campillo de Sevilla, a principios de abril. Una vez realizadas estas operaciones, marchan contra Madrid, para luego retirarse a Extremadura y dar el ataque a San Muñoz el diecisiete de noviembre.

1813
El año de 1813, no iba a ser menos intenso que los anteriores, viéndose nuestro hombre implicado en una serie de acciones, que son: desalojo de los franceses de Alba de Tormes, batalla de Vitoria, acción de Arregui, entrando después en territorio de la República Francesa, participando en la acción de Roncesvalles, en Zubiri, Souraren y cuantas acciones tuvieron hasta el treinta y uno de julio.

No volvió a tener actividad bélica hasta noviembre, que se halló en el ataque a las líeas francesas en Añoa y después en los vados de Nive, Urcuray, Aspurren y Lohussna, con lo que finó el año.

1814
Empezó el año igual que acabó el anterior y desde el siguiente trece de enero lo vemos actuando en Ellete, cerros de Armendáriz, Saint Palais, en los pasos de los Gates que conducían a Monteleón y Olerón y bloqueo de la plaza de Navarrens.

El veinticinco de agosto es destinado al regimiento de infantería de Cantabria y el dos de septiembre obtiene el grado de teniente coronel y su ascenso a sargento mayor.

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Bien, una vez acabada la guerra y, suponemos, que padeciendo algún tipo de síndrome bélico, decide solicitar su pase a Ultramar, a América, motivado por los tambores de guerra que desde aquellas latitudes resnaban en los oídos de nuestro hombre.

El dos de septiembre del año anterior había sido trasladado al regimiento de infantería de la Unión, con el cual se embarcó el siete de enro de 1815 rumbo a Venezuela, donde antes de terminar el año ocuparon la isla de Margarita y procedieron a la voladura del navío San Pedro.

El dieciséis de julio de 1816, se halló en la conocida como acción de los Aguacates, donde nuestro hombre tuvo una destacada participación.

Efectivamente, formando parte del ejército mandado por el brigadier FranciscoTomás Morales, sobre ocho de julio partió Manuel Bausá con una fuerza aproximada de unos doscientos hombres en dirección a Puerto Cabello, en expedición de seguridad, tras lo cual se reunió con el ejército.

Ya todos juntos, el siguiente día diez se pantó el ejército realista ante las tropas del coronel rebelde Carlos Soublette, pasando a acometerlos con tres compañías de infantería atacando por el centro de las líneas rebeldes y guerrillas atacando a las alas de aquellos, prolongándose la acción has bien entrado la tarde, sin conseguir resultados apreciables, lo que obligó a las tropas realistas a replegarse hacia el sitio de San Joaquín, lo que aprovechó el rebelde Simón Bolívar para acudir al socorro de Soublette con unos ciento cincuenta hombres de refresco, llegando el siguiente día trece.

A las seis de la mañana del día siguiente, y sin más pérdida de tiempo, el brigadier Morales se lanzó al ataque junto a unos setecientos soldados de los regimientos de la Unión, Rey y Valencey, junto con una compañía formada en San Joaquín, logrando hacerse con la posesión del cerro de Aguacates y con la victoria, retirándose el rebelde Bolívar y sus secuaces.

En esta acción Bausá estaba al mando de dos compañías de los regimientos de la Unión y del Rey, que formaron la vanguardia del ataque, la cual, tras denodado ataque y si cejar en su empeño, se hicieron con el campo, logrando que los rebeldes se batieran en retirada abandonando armas y bagajes. En esta acción, nuestro hombre fue herido en una pierna.

Según el parte dado por el brigadier Morales "...Los rebeldes han perdido entre muertos y heridos mas de 400... cogidos mas de mil fusiles nuevos, intactos, empaquetados, y sobre 300 que arrojaron en su huida; más de setenta mil cartuchos de fusil, seis quintales de pólvora a granel, treinta y un mil piedras de chispa, un cajón de balas de fusil, cinco moldes de bronce para construirlas, tres pedreros y tres esmariles del propio metal; quince lanzas, dos cucharones para derretir plomo; una máquina completa de imprenta; diecinueve cajones de letra para la misma... con mas dos carronadas a de á veinte y cuatro...

...No puedo menos de recomendar á V. S. para que se digne hacer con el Exmo. Sr. general en gefe, al digno teniente coronel D. Manuel Bausá, mayor de la Unión, que fue herido en el calor del combate, cumpliendo á satisfacción mí con su deber y con cuanto le previne"

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Los siguientes años de 1817 a 820 los continuó Manuel Bausá hallándose en multitud de acciones militares contra los rebeldes, no evitando nunca el enfrentamiento y procurando siempre el mayor daño posible al enemigo, fuera el terreno que fuera. Y como sería prolijo narrar todas las acciones en las que se vio implicado, mencionaremos, por su importancia, la que tuvo lugar el dieciséis de marzo de 1818 y conocida como batalla de la Puerta, por cuyos méritos obtuvo el grado de coronel.

Efectivamente, ese día Bausá, al mando de tropas de su regimiento, acometió bravamente en el momento más oportuno a los rebeldes en ese punto de la Puerta, y tras encarnizado combate logró derrotarlos y poner a los supervivientes en vergonzosa fuga.

Por esta acción y por Real despacho de cuatro de febrero de 1833, le fue concedida la cruz de San Fernando de 1ª clase, "...atendiendo al mérito heroicamente distinguido que vos, el coronel don Manuel Bausá, primer comandante de batallón contragisteis, siéndolo del de Valencey expedicionario, así en la guerra de la independencia en la Península, como en la Costa-firme; singularmente en la batalla de la Puerta, ocurrida el 16 de marzo de 18181, donde llegasteis al campo de batalla en un momento decisivo, cargasteis al enemigo con el cuerpo de vuestro mando, y lo pusisteis en dispersión, por cuyos servicios os hicisteis acreedor a ser condecorado con la cruz de primera clase de la citada Real y militar órden de San Fernando, de que se os espide Real cédula en 20 de octubre de 1821, que ha quedado cancelada, cuya gracia he venido en confirmar con aquella antigüedad por mi resolución del presente mes, á consulta de mi consejo supreo de la Guerra, etc."



Supuestamente se trata de Manuel Bausá

El resto del tiempo lo pasó de acción en acción, sin cejar en sus responsabilidades, hasta que recibe la orden de embarcar para la Península, verificándolo el dos de julio de 1820 y para que no le falte peripecia alguna a nuestro hombre, el bergantín que lo traía de vuelta a casa tuvo la desgracia de naufragar entre Cuba y Puerto Rico, aunque gracias a Dios, logró salvar la vida y continuar su viaje de vuelta y una vez en la Península, pasó a continuar su mérito en el depósito de Ultramar.

Los años que median entre 1821 y 1827, estuvo en varios destinos, mas dedicado a las labores administrativas, pasando en abril de 1821 a la comisión de jefes y oficiales de todas armas y a las órdenes directas del ministro de la Guerra; el dos de diciembre de 1822 fue nombrado secretario del rey con ejercicio de decretos; el nueve del mismo mes asciende a oficial 6º 1º de la Secretaría de Guerra; oficial 5º 2º el quince de septiembre de 1823, quedando como indefinido a partir del mes de noviembre.

Continuó en esta situación hasta el treinta de junio de 1827, que por Real nombramiento el empleo de comandante de armas del partido de Vélez Málaga, donde cumplió a satisfacción de sus superiores cuantas comisiones le fueron encargadas.

Una vez en su nuevo destino, pasó a formar de la Junta de Málaga, formada por liberales y donde aparecía con los apodos de Amílcar y Eloy, identificándose con los movimientos antiabsolutistas que se estaban formando en España, manteniendo correspondencia con el general José María de Torrijos y aunque estaba de acuerdo con él y no dudaría en pasar a la acción secundándolo como comandante de la columna que operaría con Torrijos, no estaba dispuesto a pasar a la acción mientras no tuviera la completa seguridad de que había bases sólidas para pasar con éxito a la acción.

Debido a todo esto, fue declarado sospechoso de colaborar con el general José María de Torrijos en sus planes de alzamiento contra el absolutismo.

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Tras la detención y fusilamiento de Torrijos y sus hombres, se inició una persecución contra todos aquellos que de una u otra manera estuvieron implicados en el intento de alzamiento y solo por el hecho de haber aparecido su nombre en las cartas aprehendidas a Torrijos, así como por haber protegido a su secretario, el subteniente excedente de infantería Juan de Dios Cárdenas, quien fue condenado a diez años de presidio en Filipinas por "complicidad en los planes revolucionarios de Torrijos"

Bausá, por Real orden de veinticinco de octubre de 1831, fue recluído en una de las torres de la Alhambra y el cinco de septiembre del año siguiente se le sentención a seis años de reclusión en el castillo de San Antón, en la Coruña.

Pero gracias a la amnistía publicada, no se llevó a efecto su reclusión y tan solo fue multado con doscientos ducados. Cárdenas. A todo esto ayudó las buenas referencias que sobre Bausá aportó el tres de noviembre el marqués de las Amarillas.

En agradecimiento a los favores recibidos del marqués y para limpiarse definitivamente de toda sospecha, no dudó en enviar carta a la reina renovándole su sumisión a la patria y al trono, carta que apareció publicada en primero de enero de 1833 en la Gaceta de Madrid. La carta era del siguiente tenor:

"Señor: cediendo á los impulsos de mi agradecido corazón y á los ruegos incesante de los oficiales y empleados de la comandancia militar de este partido que e significan su deseo de felicitar á V. M. por el restablecimientos de la preciosa salud de nuestro adorado monarca, siento rebosar mi alma de júbilo al asegurar a V. M. por conducto de vuestro virtuoso y dignísimo capitan general de estos reinos marqués de las Amarillas, que si llegase un dia de que provocados por la perfidia fuese necesario desenvainar la espada para defender los sagrados derechos de VV. MM. y los de esa cándida Princesa, prenda cara de nuestra dicha, puede V. M. estar segurísima de que los militares del distrito de Velez-Málaga y su gefe, tendrán por una inapreciable ventura derramar su sangre toda hasta exterminar á los seres degradados é indignos del nombre español que osen saltar á la arena con nefandos designios y con actos viles de trastornos.

Dignese V. M. creerl0 asi, porque el lenguage del soldado, aunque carezca de los adornos de la retórica, es puro y sincero; no sabe fingir, ni tampoco adultera los sentimientos de su corazón.

El entusiasmo, Señora, que advierto en los 50 mil habitantes de esta comarca por VV. MM. y augusta Hija primogenita es tal, que si se tocase al arma acaso no habria media docena, que advertidos del peligro no tomasen el fusil para defender as Rey, á su inimitable compañera, y al precioso fruto de esta feliz unión.

Yo soy testigo del alborozo con que las clases militares y el común de estos pueblos reciben esas sabias resoluciones con que V. M. marca los futuros destinos de nuestra patria y del entusiasmo de que están poseidos por vuestras excelsas virtudes, por vuestra regia firmeza, y por ese tierno amor con que trata de labrar la dicha de sus vasallos, cualesquiera que hayan sido sus opiniones o divisas.

Quiera el cielo conceder al Rey nuestro Señor y a V. M. larga vida, y conservarnos á los preciosos vástagos de su descendencia para nuestro orgullo y esperanza. Velez-Málaga, 26 de Noviembre de 1832. = Señora = A L. R. P. de V. M. = Manuel Bausá.

Vamos, que pelillos a la mar y a otra cosa, mariposa.

Bueno, cuando iba a incorporarse a su nuevo destino en el regimiento de la Reina, ocurrió que el tirano Fernando VII por fin murió y como se temía que en Málaga se diera un alzamiento de los llamados voluntarios realistas, se le confirió el mando de los puestos de la ciudad como jefe máximo, cumpliendo a satisfacción de sus superiores las órdenes que se le habían dado.

En 1834 le vemos de campaña en Portugal, destacandose en la acción de Gorbea y tras haber conseguido poner en el trono portugués a María II, hubo de trasladarse a suelo navarro en persecución del pretendiente al trono español Carlos, con cuyos partidarios se enfrentó militarmente.

El once de marzo se le nombra teniente coronel mayor y el siete de junio coronel vivo y efectivo y con este empleo se halló en acciones como la del puerto de Olazagoitia, los altos de Lrrainza o a del puerto de Artaza, pasando en septiembre al mando de la primera brigada de la primera división del ejército de operaciones del norte, que fue derrotada el siguiente veintisiete de octubre, logrando, gracias a su gran experiencia y determinación librar de ser capturados por los carlistas los dos batallones que componín su brigada. Por estos sucesos, días después quedó en estado de indefinido, a la espera de los resultados de la causa que se le había abierto con motivo de su conducta en aquellos sucesos.

Una vez vista su causa en consejo de guerra, se le exime de responsabilidades en la derrota, se le propone para el empleo de brigadier y se le da el mando de jefe comandante general interino de las llamadas "dos Riojas" -la castellana y la alavesa-, contando con el favorable apoyo de Luis Fernández de Córdova, general en jefe del ejército del norte, que elogia su actitud en el combate y sus acertadas decisiones y le daba su apoyo para que se le conceda el grado que de brigadier.

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El doce de abril de 1836, por Real orden se le encomienda el desempeño efectivo de la comandancia de las dos Riojas, ejerciendo además el mando de coronel del regimiento de infantería de Borbón, el cual había obtenido el anterior veintiséis de marzo, con el cual pasó de nuevo a la acción hallándose con sus hombres en el encuentro con el enemigo habido en las navarras alturas de Viscarret y Borda de Íñigo.

Por fin, el dieciocho de septiembre de este 1836 obtiene el empleo de brigadier, a la vez que se le confía el mando de la segunda brigada de la primera división, pasando poco después a ercer igual mando pero en la segunda división, pasando al combate el siguiente noviembre, hallándose peleando junto a sus hombres en los vados de Castrejana y en la retirada de dicho punto, en la acción de Erandio y en las alturas de Luchana, donde fue herido aunque no de gravedad.

Tras estos acontecimientos, pasó a la ciudad de Sevilla de cuartel, donde permaneió hasta que por Real orden de cuatro de febrero de 1837, fue nombrado gobernador comandante general de la provincia de Málaga, posesionándse de su nuevo empleo el siguiente cinco de abril. A este importante empleo, se le añadió por Real orden de veintiocho de marzo el de gobernador político de la provincia

Como es bien sabido, son esos años muy convulsos en España y nuestro Manuel Bausá no pudo escapar a las nefastas consecuencia de ello.

Así, resulta que por una Real orden de 13 de octubre de ese año, se le separa de manera fulminante de sus cargos, mandando el general Juan Palarea que se le trasladase arrestado a la plaza de Cartagena, donde había de someterse a un consejo de guerra, tras el cual se determinó que se había actuado contra Manuel Bausá con total injusticia y de forma alevosa, de manera que el treinta de abril de 1840 se le declaró libre de todo cargo, y su honor y buen nombre limpios, quedando de cuartel en Cartagena todo el año de 1838.

No he averiguado que motivos llevaron a la separación de sus cargos en la provincia de Málaga y su traslado arrestado a Cartagena, pero si intuyo que de alguna manera e le considerabl ciulpable de "algo", pues no se le devolvieron los empleos anteriores y se le dejó de cuartel en Cartagena.

El tres de junio de 1839, pasa de cuartel a Granada y por Real orden de veintidós de novienbre se le confió la gobernación de la comandancia geneal de la provincia de Toledo, ejerciendo el mando hasta el treinta de noviembre de 1840, que pasó de cuartel a Madrid, donde permaneció hasta el veintiocho de noviembre, que obtuvo el empleo de gobernador militar de El Ferro, mando que ejerció hasta el veintisiete de enero de 1843, que pasó a ejercer igual mando pero en Tuy, aunque duró poco dicho mando, pues por Real orden de seis de agosto se le nombra comandante general de la provincia de Pontevedra, aunque no llega a posesionarse del mando, pues renunció a el, pasando de cuartel a Valladolid primero y a Avilés después, el ocho de agosto de 1847, aunque en 1848 fue de cuartel a Oviedo, donde permaneció, al menos, hasta 1853.

Falleció en Aviles, el veinticinco de enero de 1858. Tenía setenta y un años.

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Estos son las condecoraciones y reconocimientos que obtuvo a lo largo de su dilatada y trepidante carrera militar:

- la del Norte,
- la de la Campaña de 1813,
- la de la Batalla de Vitoria,
- la del Ejército de la Izquierda,
- la de San Hermengildo,
- la de comendador de la Real Orden Americana de Isabel la Católica,
- la de Medina del Campo,
- la de Madrid y Benemérito de la Patria,
- la de San Fernando de primera clase,
- la cruz y placa de la Real y Militar Orden de San Hermengildo,
- la del Puente de Luchana y Benemérito de la Patria,
- la cruz de distinción dada al ejército libertador de Bilbao.

FUENTES DOCUMENTALES

- Estado mayor general del ejército español. Sección brigadieres. T. 1, p. 25. Pedro CHAMORRO Y BAQUERIZO. Madrid, 1852.
- Historia del tradicionalismo español, T. IX, p. 100. Melchor FERRER, Domingo TEJERA y José F. ACEDO. Sevilla, 1947
- Historia orgánica de las armas de infantería y caballería. T. 12, ps. 16, 17, 18
- Esplicación del Cuadro Histórico-Cronológico de los Movimientos y principales acciones de los ejércitos beligerantes en la Península durante la guerra de España contra Bonaparte. Formado en 1818, p. 183. Barcelona, 1822.
- https://www.academia.edu/6725538/Defens ... _AGUACATES
- Torrijos y Málaga. La última tentativa insurreccional de Torrijos y sus compañeros (1831) Revista Jábega Nº 40, ps. 14, 15, 22, 39 y 41. Irene CASTELL OLIVANS. Málaga, 1982.
- https://geneall.net/es/name/1259349/man ... olinillos/ (Para el retrato de Manuel Bausá)
- https://www.myheritage.es/site-individu ... 3531/bausa