Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Operaciones navales.

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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por gcoenders »

Para mi que se trataría sobre todo de aumentar la confianza de Bey en sus propias capacidades, como ex-comodoro de flotilla de destructores que era...

¡Salud!


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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por Tirador »

Hay que pensar un poco en como estaba la situación de la Flota Alemana, y, sobre todo, de la opinión de Hitler... ya había dado la orden la última vez de desarmar a los grandes navíos como consecuencia de la actuación de estos... así que había que llevar esta acción hasta sus últimas consecuencias, no podía haber una retirada. Y creo que al final, el buque fue sacrificado a sabiendas por ello.
"Wellington esta acabado, Sire. Muy mal se nos tiene que dar".

Dicho por un ayudante de campo desconocido a Napoleón la mañana del 18 de junio de 1.815...

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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por gcoenders »

Permíteme dudarlo; es cierto que había que demostrar que la marina de superficie era útil logrando algún éxito tangible, pero no el sacrificio por el sacrificio, que se acabó debiendo a errores y falta de información, combinados con aciertos de los adversarios. El buque en sí tenía un gran prestigio en la marina, y fama de buque afortunado. Fortuna es lo que se trató de buscar, a mi entender. Las circunstancias no eran favorables, todo hay que decirlo, pero con la información disponible no parecían tan desfavorables como acabaron siendo. No se ganaba nada con perder el Scharnhorst, y Dönitz ya había convencido antes a Hitler que no se ganaba nada por desarmarlo.

¡Salud!
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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por Lutzow »

Obviamente no se buscaba un sacrificio que de nada servía a la Kriegsmarine, pero ciertamente se corrieron riesgos que quizá en otras circunstancias no se hubiesen asumido, como no prestar la debida atención a los mensajes radiados interceptados que señalaban una fuerza, o al menos un buque, 180 millas por detrás del convoy... En cualquier caso no todo el pescado estaba vendido con la salida del Grupo de Batalla, ni mucho menos, queda mucho por narrar y espero retomar el hilo en unos diez días, si los dioses quieren...

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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por gcoenders »

Te estaremos esperando.

La consecuencia peor de lo que comenta Tirador es que no hubiera en Noruega ningún buque pesado que pudiera haberlo acompañado. De no haberse renunciado a destinar el Prinz Eugen en Noruega, habría sido de gran ayuda en los combates que el Scharnhorst libró contra cruceros y destructores; especialmente al quedarse aquél sin radiotelémetro tal vez habría podido señalar el Duke of York entes de entrar en su campo de tiro.

¡Salud!
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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por Tirador »

Me refiero quizás a que directamente se decidió llevar hasta el final la operación a pesar de que se desconocía la verdadera entidad de las fuerzas de escolta (primer error, salir "a ciegas") y que después, visto la dificultad de poder contactar con el convoy por diversos motivos, se siguió insistiendo en la misma... había que justificar el porque se mantenían buques sin desarmar en contra de la opinión "terrestre" de Hitler. Y, la verdad, que el resultado final de la operación con la destrucción del buque debió convencerle, pues no hubo intentos posteriores por su parte de acabar con las grandes unidades de superficie... aunque también es verdad que ya no es que quedasen muchas.
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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por gcoenders »

De hecho no quedaba ninguna, pues tan pronto como se reparaba el Tirpitz se le volvía a averiar.

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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por Prinzregent »

Aún quedaban dos Deutschland (el Lutzow (anterior Deutschland) y el Scheer), el Hipper y el Prinz Eugen y los cruceros ligeros Emden, Leipzig (por poco tiempo) y el Nürnberg.
“¿No es extraño?; los mismos que se ríen de los adivinos se toman en serio a los economistas”. Anónimo

“Los políticos son siempre lo mismo. Prometen construir un puente aunque no haya río”. Nikita Jruchev

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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por gcoenders »

Perdón, quería decir grande, grande. En cualquier caso estaban lejos de Noruega y sin posibilidades de atacar un convoy medianamente escoltado.

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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por pepero »

Prinzregent escribió: 22 Sep 2021 Aún quedaban dos Deutschland (el Lutzow (anterior Deutschland) y el Scheer), el Hipper y el Prinz Eugen y los cruceros ligeros Emden, Leipzig (por poco tiempo) y el Nürnberg.
No creo que sea una buena idea salir con un clase Deutschland pues eran lentos, con los Admiral Hipper si que podían acompañar al Scharnhorst por velocidad.

Saludos.
Pepe
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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por Lutzow »

Pues el Lutzow participó en el Mar de Barents, y de no ser por lo errores cometidos (esos que cabrearon tanto a Hitler) se hubiese podido lograr una importante victoria... Bien es cierto que la situación a finales del 42 no era tan mala como un año más tarde.

Saludos.
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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por gcoenders »

Si se trata se atacar un convoy la velocidad del Lutzow es más que suficiente, si se trata de huir de una escolta superior, no lo es. ¡Salud!
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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por pepero »

El Lutzow no era una buena compañía para operar junto al Scharnhorst por su reducida velocidad.

Saludos.
Pepe
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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por gcoenders »

En el abortado ataque al convoy PQ 17 sí que se contaba con los acorazados de bolsillo, pero operando con independencia de los buques más veloces. Fue la única vez que en el ataque a un convoy ártico se puso en juego una fuerza naval capaz de enfrentarse a una escolta considerable.

¡Salud!
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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por Lutzow »

Esa misma mañana se había enviado una señal al dragaminas R-122 ordenándole que trasladase a tres pilotos locales desde Tromso al Grupo de Batalla, siendo uno asignado al Scharnhorst y los otros dos a los destructores Z-29 y Z-33. También Se ordenó a los dragaminas R-56 y R-58 que se reuniesen con el Capitán del Scharnhorst, con el fin de recibir instrucciones para guiar al Grupo de Batalla a través de los campos de minas propios que protegían la entrada al Langefjord. Para sus Capitanes, Maclot y Hauss, acostumbrados a sus pequeñas embarcaciones, el acorazado representaba un mundo totalmente diferente: “Nos conducen a través de un confuso laberinto de pasillos, puertas estancas, escaleras, camarotes, talleres, teléfonos, cables, tuberías, etc.” Para cuando llegaron al camarote diurno del Capitán, se habrían perdido irremediablemente de no ser escoltados. Allí recibieron sus instrucciones, y Hintze le entregó a Maclot una última carta para que la enviara a su esposa, lo que no debemos contemplar como una señal de fatalismo, sino como una precaución habitual en tiempos de guerra. Maclot recordó más tarde que "hay una actividad febril en todas partes, el barco es como un hormiguero que ha sido perturbado", y se sintieron aliviados al regresar a su propio pequeño 'Raumboote', que estaba amarrado junto al Scharnhorst, esperando la hora para zarpar, pero transcurrió el plazo previsto y nada ocurrió. La demora fue causada por el Contralmirante Bey, cuya llegada desde el Tirpitz se había retrasado. A las 14:00 horas, él y su staff de 36 hombres se habían trasladado al destructor Z-30, quien todavía tenía que embarcar sus propios suministros desde el mercante Nordmark antes de poder hacerse a la mar. Por lo tanto, eran las 18:30 horas cuando Bey finalmente fue conducido a bordo del Scharnhorst, noventa minutos después de la hora de salida programada, y finalmente, a las 19:00 horas, Hintze dio la orden de levar anclas.

Dos remolcadores estaban a mano para guiar al acorazado por el Langefjord, mientras que el R-56 y el R-58 navegaban en la estela del buque insignia, según las órdenes recibidas. Al mismo tiempo que el Scharnhorst levó anclas, una lancha entregó órdenes por escrito a Johannesson a bordo del Z-29. Otro destructor, el Z-38, precedió al acorazado por el fiordo, donde se encontraría con el Z-29 y el resto de la Flotilla de Destructores una vez se alcanzara el canal más amplio del Altenfjord. Tan pronto como el Scharnhorst estuvo en camino, Hintze ordenó a toda la tripulación sobrante que se reuniera en la cubierta de popa, donde el Primer Oficial, Capitán de Fragata Ernst-Dietrich Dominik, se dirigió a ellos, en un discurso para levantar la moral simple y directo: "Un convoy está en camino con suministros para el Frente Oriental; nuestra misión es aniquilar ese convoy”.

Poco después de las 20:30 horas, el Scharnhorst pasó la red antisubmarina que marcaba la entrada al Langefjord, viró en dirección Norte hacia mar abierto y aumentó la velocidad a 17 nudos, por lo que poco a poco fue dejando atrás a los dragaminas que acompañaban al Grupo de Batalla, que solo podían dar 16 nudos. Era una situación potencialmente peligrosa encontrar el camino entre los campos de minas, pero probablemente un riesgo calculado por parte de Bey, conocedor de que no podía permitirse más retrasos, por lo que decidió confiar en las habilidades de sus navegantes en lugar de en los dragaminas para llegar a aguas abiertas.

A las 21:10 horas la velocidad se incrementó a 25 nudos, y una vez atravesado el estrecho Stjernsund, el Contralmirante ordenó al Z-29 y a otros dos destructores que formaran una pantalla antisubmarina en forma de V delante del buque insignia, mientras los dos destructores restantes cayeron a popa. Justo después de las 23:00 horas, el Grupo de Batalla pasó Point Lucie, la baliza de navegación que marcaba tanto la entrada al Altenfjord como el final del campo de minas defensivo. Los barcos estaban ahora lo suficientemente lejos de tierra para sentir toda la fuerza del vendaval, que a estas alturas ya había girado de modo que soplaba desde el Sudoeste. Fue particularmente difícil para los destructores de la clase 1936A que llevaban cañones gemelos de 15 cm en sus torres proeles, una modificación que aumentó su potencia de fuego a expensas de disminuir sustancialmente las cualidades de navegación de los buques; sería una noche extremadamente incómoda para Johannesson y sus tripulaciones. Una vez pasado Point Lucie, Bey ordenó un cambio de rumbo a 010º, por lo que el Scharnhorst y sus escoltas comenzaron el largo viaje hacia el Norte en dirección al Convoy JW 55B; la Operación “Ostfront” había comenzado.

Su objetivo se encontraba aproximadamente a 250 millas al Noroeste, si el Grupo de Batalla pudiera mantener su rumbo y velocidad, debería alcanzar al Convoy JW 55B alrededor de las 11:00 horas del día siguiente, el momento que Bay había descrito como perfecto para una acción artillera usando telémetros visuales en el crepúsculo ártico. En el convoy en sí, el día de Navidad había sido una especie de anticlímax, a pesar de tener que atravesar el mar de Barents en medio de un vendaval de Fuerza 8. A las 7:43 horas, el Capitán McCoy envió un informe de situación sombría a Boucher a bordo del Fort Kullyspell: “Situación hoy. El enemigo probablemente nos atacará con submarinos y posiblemente embarcaciones de superficie. Cuatro destructores más de la Home Fleet deberían unirse a nosotros hoy en la tarde. HMS Duke of York está a unas 160 millas a popa, navegando a 19 nudos o más. Tres cruceros pesados están en algún lugar más adelante. Feliz Navidad”. Con la excepción del único torpedo disparado por el U-716 a las 13:00 horas, los ataques de los submarinos nunca se materializaron y el convoy atravesó su pantalla sin incidentes. Se detectaron algunos contactos y, en un momento dado, se lanzaron cargas de profundidad contra un posible submarino, pero por lo demás el progreso no había tenido problemas. A las 12:50 horas los destructores HMS Matchless , Musketeer , Opportune y Viragose se unieron al convoy provenientes del Norte y se ubicaron a estribor del convoy, donde resultaba más probable que surgiesen buques de superficie alemanes. Dos de los destructores de McCoy y una corbeta detectaron otro contacto submarino a cierta distancia de babor y pasaron una hora infructuosa tratando de localizar el sumergible enemigo, que con toda probabilidad sería el U-601 de Hansen, que casi chocó con una corbeta a las 16:36 horas, pero este fue el último contacto submarino del día.

La noticia de que estos cuatro destructores adicionales habían llegado al convoy se transmitió al almirante Fraser esa tarde, quien ahora se sentía seguro de que si el Scharnhorst atacaba al convoy, la Fuerza 1 y los destructores de escolta lo detendrían o causarían daños que le darían tiempo de cerrar distancias. Mientras tanto, el HMS Duke of York y el resto de Fuerza 2 siguieron avanzando en persecución del convoy a una velocidad ligeramente reducida de 17 nudos. Después de todo, como lo expresó Fraser con tanta reserva como pudo reunir: "Había un mar desagradable".

Todas las fuerzas estaban ahora en el mar: el convoy RA 55A fuera del área de peligro, pero el convoy JW 55B era el pivote sobre el que todo giraba; al alcance del Grupo de Batalla alemán que se dirigía hacia el Norte en un curso para interceptarlo, mientras la Fuerza 1 se encontraba actualmente a 200 millas y al Este de Bear Island, y la Fuerza 2 estaba a 100 millas a popa y se acercaba rápidamente. Todas estas agrupaciones se dirigían a través de la oscuridad hacia la misma pequeña área del océano, unas 180 millas náuticas más allá del Cabo Norte, o 240 millas náuticas de la desembocadura del Altenfjord.
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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por Lutzow »

Día 7: Domingo 26 de Diciembre de 1943

Cuando el Grupo de Batalla alemán viró hacia el Norte en Point Lucie, experimentó toda la fuerza de la tormenta; de hecho, los destructores ya habían tenido dificultades cuando emergieron del estrecho Stjernsund hacia las aguas más abiertas en la cabecera del Altenfjord. El problema radica en su diseño, los Zerstorer Tipo 1936A, también conocidos como clase Narvik, habían sido asignados al inicio de la guerra, los Z-29 y el Z-30 se lanzaron a finales de 1940, a tiempo para reemplazar las grandes pérdidas de destructores de la Kriegsmarine en la campaña de Noruega a mediados de ese año. La idea era que su diseño incorporara muchas de las lecciones aprendidas durante el primer año de la guerra naval, por lo tanto los clase 1936A eran un poco más grandes que los clase 1936 anteriores, principalmente porque fueron diseñados para montar un armamento más pesado. Mientras que los destructores iniciales portaban cinco cañones de 12,7 cm en torres individuales, los barcos Tipo 1936A fueron diseñados para llevar el mismo número pero de 15 cm, dos en torre doble a proa y el resto en monturas individuales, Sin embargo, los problemas de producción significaron que la torre doble C-38 no estaba disponible cuando se equiparon los destructores, por lo que se montó un solo cañón de 15 cm en la posición de la torreta A como medida provisional, siendo cambiada en el Z-29, mientras el Z-30 todavía llevaba una sola pieza en su torre delantera cuando zarpó del Altenfjord. Los otros tres destructores, Z-33 , Z-34 y Z-38 , fueron construidos durante la guerra y formaron una subclase conocida como Tipo 1936A (Mob), siendo prácticamente idénticos al grupo anterior de destructores, distinguibles principalmente por un tipo diferente de tapa curva sobre la primera chimenea, y todos llevaban la torre doble de 15 cm en la proa, al igual que el Z-29, y es donde residía el verdadero problema con el diseño de la clase Narvik. En primer lugar, la experiencia demostró que el arma era más difícil de operar que su predecesora más pequeña de 12,7 cm, pero lo más grave era el peso extra de 97 toneladas en la proa de los buques, que reducía seriamente las cualidades de navegación y los convertía en malos barcos de mar, pues el peso impedía que el castillo de proa cabalgara bien sobre las olas, rompiendo contra ellas y embarcando mucha agua; en cualquier otra situación que no fuera un mar en calma, el castillo de proa siempre estaba inundado.

De hecho, el Capitán Peters en Narvik ya había expresado su preocupación por la seguridad de los destructores, en una señal enviada al cuartel general naval alemán en Kiel, escrita cuando el Grupo de Batalla alemán se dirigía hacia mar abierto. Primero, a las 20:00 horas, llamó por teléfono al Almirante Schniewind. Peters expresó su preocupación por el vendaval: "Los destructores no tienen ninguna posibilidad con este clima". Añadió que la Luftwaffe informó que no habría ninguna mejora al día siguiente (26 de Diciembre), y que el Grupo de Batalla encontraría virtualmente imposible localizar y entablar combate con el convoy enemigo en estas condiciones. Terminó la llamada recomendando que se cancelara la operación. Cuarenta minutos después, Schniewind envió un mensaje urgente al Grossadmiral Dönitz en su sede en las afueras de Berlín, apoyando a Peters: “Las condiciones son muy desfavorables. No se pueden esperar resultados significativos, Por lo tanto propongo la cancelación”. Cuando el Scharnhorst entró en las aguas abiertas del mar de Barents, el destino de la operación ahora recaía en Dönitz. ¿Aceptaría que la operación se cancelara u opondría consideraciones operativas detrás de la necesidad de la Kriegsmarine de demostrar que estaba desempeñando su papel en la guerra?

El razonamiento detrás de la dramática solicitud de Peters se plasmó en su diario de la noche anterior, que decía: “Nadie sabe dónde está la fuerza de cobertura enemiga, si es que existe. El clima se ha deteriorado más rápido de lo previsto, con el resultado de que tanto la velocidad como la potencia de fuego de nuestros barcos se reducirán drásticamente. Los submarinos no pueden seguir el ritmo del convoy, por lo que no será posible dirigir al Grupo de Batalla hacia el objetivo. El elemento sorpresa se habrá perdido. En cambio, se puede suponer que el Scharnhorst y sus destructores de escolta se encontrarán luchando contra una fuerza de cobertura superior, en lugar de la fuerza de escolta más débil del convoy”. Aunque era una interpretación pesimista de los acontecimientos futuros, veremos que no se alejaba mucho de la realidad.

A las 21:15 horas, el almirante Bey rompió el silencio de la radio para enviar un informe de situación a Kiel: "En el área de operaciones se pronostica un viento de fuerza 6-9 Suroeste. La capacidad de los destructores para hacer valer su armamento se verá enormemente obstaculizada. Velocidad reducida”. Esto fue antes de que el Grupo de Batalla llegara al mar abierto, parece claro que Bey lo estaba pensando mejor y el clima le proporcionó una excelente razón para cancelar la operación, lo que no podía hacer por sí mismo en virtud de las órdenes recibidas, pero posiblemente esperaba que Schniewind o Dönitz entrasen en razón. Sin embargo, la señal de Bey no llegó a Dönitz hasta la mañana siguiente, alrededor de las 04:00 horas y para entonces, el Grossadmiral ya había dejado en claro su pensamiento; independientemente de las espantosas condiciones meteorológicas, la operación se llevaría a cabo según lo previsto. Solo podemos conjeturar si su opinión hubiese variado de haber recibido con anterioridad el mensaje de Bey, pero lo más probable es que no hubiese tenido mayor repercusión, ya había rechazado la opinión de Schniewind acerca de cancelar al operación y dado su palabra a Hitler de que la Kriegsmarine se empeñaría a fondo para evitar los convoyes árticos. La respuesta de Dönitz fue entregada a Bey poco después de la medianoche: “Importante convoy enemigo que transporta suministros y municiones a los soviéticos pone aún en mayor peligro la heroica lucha de nuestro Ejército en el Frente Oriental. Debemos ayudar. Ataca el convoy con el Scharnhorst y los destructores. Explota la situación táctica con habilidad y audacia. No rompas el contacto con la tarea incompleta. Haz todo lo posible y cumple la misión. Tu mayor ventaja radica en la superior potencia de fuego del Scharnhorst . Por tanto, su contribución es vital. Despliega los destructores como mejor te parezca, deslíguelos si juzga que la situación lo exige. Romper automáticamente el contacto si se encuentra con fuerzas pesadas. Informe a las tripulaciones en consecuencia. Tengo plena confianza en ti. Heil und Sieg, Dönitz, Grossadmiral”.

Este mensaje dejó a Bey sin más margen de maniobra, la Operación Ostfront seguiría adelante según lo planeado, pero le ofrecía la opción de destacar los destructores si lo consideraban necesario. Se entregaron otros dos mensajes al mismo tiempo. Uno informó a Bey que se había ordenado a los submarinos del Grupo Eisenbart que barrieran el camino probable del convoy al amanecer hasta que se recuperara el contacto. El otro era de la Luftwaffe, informando los contactos de avistamiento del día anterior (25 de Diciembre). Afirmó que un avión había seguido al convoy durante cuatro horas (desde las 12:25 a 16:25), por lo que se conocía su rumbo y velocidad. Aún más importante, el informe de la Luftwaffe agregó que no había señales de una fuerza de cobertura dentro de un radio de 50 millas náuticas del convoy. Al menos ahora tenía una idea razonable de dónde estaba su objetivo y qué esperar cuando lo atacara, el problema era que estos informes de la Luftwaffe eran de ocho horas atrás y no había ninguna garantía de que el convoy mantuviera su rumbo y velocidad durante toda la noche.

Mientras el Grupo de Batalla se dirigía hacia el Norte, Bey habría resuelto el problema geométrico al que se enfrentaba. Dada la información proporcionada por submarinos y aviones, la posición probable del convoy enemigo al amanecer era de aproximadamente 240 millas náuticas al norte de Point Lucie, la entrada al Altenfjord. Si el Grupo de Batalla puede mantener su velocidad actual de alrededor de 25 nudos y su rumbo de 010º, entonces el Scharnhorst y sus destructores podían esperar entrar en contacto con el enemigo alrededor de las 09:30 horas de la mañana siguiente. Por supuesto, todo esto dependía de que el convoy hiciera exactamente lo que se esperaba de él y de que los destructores alemanes pudieran hacer frente a un mar arbolado. Mientras el Grupo de Batalla avanzaba hacia el Norte, sobre las 3:00 horas Bey preguntó a su Comandante de la Flotilla de Destructores, Capitán Johannesson, a bordo del Z-29, su opinión sobre el clima. En ese momento, el Grupo de Batalla estaba a 100 millas al Norte de Point Lucie y a unas 50 millas de la punta de Cabo Norte. Eso significaba que el Scharnhorst y sus destructores se estaban acercando al epicentro de la tormenta, que los meteorólogos habían ubicado a unas 50 millas al norte de Cabo Norte. Johannesson respondió: “Con el mar y el viento de popa hemos navegado sin dificultades hasta ahora. Espero que el tiempo mejore”. Como dijo Johannesson después: "No estaba dispuesto a darle a Bey una excusa para enviarnos de regreso a la base, mientras los destructores británicos se enfrentaban a la tormenta".

Aproximadamente a la misma hora, se entregó una segunda señal a Bey, esta vez desde el Cuartel General Naval Alemán en Kiel. Era la respuesta al mensaje que el Contralmirante había enviado casi seis horas antes, cuando se preocupó por primera vez por el clima. Decía: “Si los destructores no pueden mantener el ritmo, se debe considerar la posibilidad de que Scharnhorst complete la misión actuando en solitario. La decisión recae en el Almirante al mando”. Dada la optimista respuesta de Johannesson, por el momento Bey decidió que los destructores permaneciesen junto a su acorazado. A las 04:00 horas el Capitán Hintze trasmitió la señal del Grossadmiral a la tripulación aprovechando el cambio de guardia a esa hora. El marinero Günther Sträter, al mando de uno de los cañones de babor de 15 cm, recordó el anuncio: “Capitán a todas las estaciones. Se ha recibido un mensaje inalámbrico del Grossadmiral: Destruya el convoy cuando y donde tenga la oportunidad; aliviará la presión en el Frente Oriental. Firmado, Dönitz, Grossadmiral”. El mensaje fue recibido con entusiasmo; a pesar del clima, la tripulación del Scharnhorst estaba ansiosa por cumplir con su deber. La confianza de Bey también aumentó cuando se le informó de un mensaje de radio interceptado, enviado por el Teniente Dunkelberg, Comandante del U-716, a la base de submarinos en Narvik. Había sido interceptado por el Z-29 a las 03:30 horas y debidamente entregado a Bey. Decía: “Cuadrícula AB6642. obligado a sumergirme por la escolta. Viento Sur 7, mar 6-7, visibilidad 1.500 metros”. Johannesson registró la señal en su diario y agregó: “Según esto, el enemigo está a unas 30 millas náuticas más al Oeste de lo que se suponía. Esta es una buena noticia para nosotros. Se confirma el rumbo del convoy. Debido a que estamos retrasados, esta es una noticia muy bienvenida”. Tanto Bey como Johannesson creían que todavía estaban en camino de interceptar el convoy. Sin embargo, a unas 250 millas al Suroeste del Grupo de Batalla alemán, otro Almirante estaba a punto de alterar el delicado equilibrio entre cazador y presa.
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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por Lutzow »

Ánimo con los ladrillos, para poder conocer a fondo los hechos hay que estudiar los antecedentes, pero ya va faltando menos para que los cañones empiecen a tronar... pero será otro día, hay mucho por traducir y confirmar.

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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por gcoenders »

Lo seguro es que sin los antecedentes no se entendería. Las batallas se suelen ganar o perder antes del primer cañonazo.

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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por Lutzow »

Pues sí, este no es el caso porque la historia podía haber sido distinta de tomarse otras decisiones más acertadas por parte de Bey, o si la diosa Fortuna hubiese sido menos esquiva, pero los cimientos del desastre para los alemanes ya están puestos en el momento de zarpar...

Saludos.
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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por Lutzow »

A las 2:16 horas, el Almirante Fraser, a bordo del HMS Duke of York, recibió una señal proveniente de Ultra , enviada desde el Almirantazgo en Londres. Decía: “Alerta. El Scharnhorst probablemente zarpó a las 18:00 horas del 25 de Diciembre”. Ahora Fraser sabía que el enemigo estaba en el mar, tal y como había anticipado, y una segunda señal de Ultra indicando que el acorazado alemán estaba atravesando la barrera que protegía el Langefjord confirmó la noticia. El problema con Ultra era que la inteligencia naval británica sabía que tenían que ser parcos con la información que emitían, por temor a que los alemanes descubrieran que sus códigos navales se habían roto, pero como también contaban con informadores noruegos, a las 3:19 se envió otra señal por parte del Almirantazgo emitida a todos los buques de guerra aliados en el Convoy JW 55B, Fuerza 1 y Fuerza 2. Decía: "El Almirantazgo supone que Scharnhorst está en el mar". Este segundo mensaje fue efectivamente una señal de cobertura, diseñada para disfrazar el hecho de que la inteligencia Ultra ya había informado a los Almirantes Fraser y Burnett que el enemigo había zarpado. Armado con esta información, Fraser realizó sus cálculos, sabía que el Scharnhorst y sus escoltas habrían tardado entre cinco y seis horas en alcanzar Point Lucie desde Langefjord, lo que significaba que habría comenzado su carrera hacia el Norte para interceptar el convoy alrededor de la medianoche. Suponía con razón que Bey intentaría caer sobre el convoy durante las escasas horas de luz, y que este estaría sombreado por los submarinos, por lo que resultaba un simple problema matemático resolver que el Scharnhorst necesitaría mantener una velocidad de alrededor de 25 nudos para cumplir su propósito, lo que significaba que el Almirante británico podía predecir con cierto grado de confianza dónde se encontraría el Grupo de Batalla alemán al amanecer.

La situación alrededor de las 4:00 horas mostró que era probable que el contacto tuviera lugar en unas cinco horas. El Convoy JW 55B se movía despacio por el mar embravecido, a unas 50 millas náuticas al sur de Bear Island. Avanzaba a una velocidad de aproximadamente 6 a 8 nudos y mantenía un rumbo de 060º (Este-Noreste), aunque las condiciones del mar dificultaban mantener cualquier apariencia de formación. El Contralmirante Boucher y el Capitán McCoy planearon continuar hacia el Noreste para mantenerse lo más alejados posible del Scharnhorst hasta que el convoy alcanzara el borde Sur de la banquise, y luego seguir el borde del hielo hacia el Sureste hasta alcanzar la longitud de Murmansk, para luego virar hacia el Sur rumbo a la seguridad del Kola. El Convoy RA 55A estaba bien alejado de la zona de peligro, a las 04:00 horas ya se encontraba a 220 millas al Oeste de Bear Island en dirección a Escocia, donde llegaría sin incidentes el 1 de Enero. La Fuerza 1 del Contraalmirante Burnett se encontraba a 150 millas al Este del Convoy JW 55B y a 145 millas al Este-Sureste de Bear Island, navegando en rumbo de 235º (Oeste-Suroeste) a 18 nudos, la velocidad máxima que los cruceros de Burnett podían alcanzar navegando contra el vendaval. Su plan era que a las 10:00 horas llegaría a una posición aproximadamente a 30 millas al Este del convoy y, por lo tanto, estaría en condiciones de apoyarlo si fuera atacado. Finalmente, la Fuerza 2, se encontraba a 210 millas al Sureste del convoy, con un rumbo de 084º (Este). Aunque la fuerza de Fraser estaba haciendo 24 nudos, los destructores encontraban el progreso extremadamente difícil, e incluso el propio acorazado estaba experimentando problemas en los agitados mares. Poco después de las 4:00 horas, el Almirante Fraser volvió a romper el silencio de la radio, mientras buscaba reposicionar sus fuerzas. Ya había ordenado a sus naves que se prepararan para aumentar la velocidad, para si se daba el caso de que el Scharnhorst decidiera retroceder hacia el Altenfjord poder interceptarlo. Luego ordenó al Convoy JW55B que cambiara de rumbo hacia el Norte y que continuara en esa dirección hasta que el Scharnhorst fuera situado. El Contralmirante Boucher decidió retrasar el cambio de rumbo una hora más o menos hasta que la luz mejorara, y no fueron hasta pasadas las 6:00 horas antes de que el convoy finalmente se desviara de la probable trayectoria del Scharnhorst. Fraser y Burnett intercambiaron detalles de la posición, rumbo y velocidad, y como resultado el Almirante decidió mover sus piezas nuevamente. A las 06:30 horas, Fraser ordenó al convoy que tomara un nuevo rumbo de 045º, que lo acercaría más a la Fuerza 1, y al mismo tiempo ordenó a Burnett que se acercara al convoy y lo apoyara a la mayor velocidad posible, pues resultaba muy probable que los alemanes lograsen alcanzarlo.

Imagen
Mapa del Mar de Barents y Bear Island.

El último elemento del gran rompecabezas geométrico era el Grupo de Batalla alemán. A las 04:23 horas, Bey ordenó a sus barcos que cambiaran de rumbo a babor, en un nuevo rumbo de 030º. Presumiblemente, se trataba de un intento de mover la fuerza un poco hacia el Este, en caso de que el convoy lograra sobrepasar al Grupo de Batalla en el crepúsculo posterior al amanecer. Sin embargo, menos de cuarenta minutos después, a las 5:00 horas, retomó un rumbo más al norte de 003º. Una hora más tarde se llamó a las tripulaciones a desayunar y a las 7:00 el Capitán Hintze ordenó zafarrancho de combate, una precaución estándar para los buques de guerra que navegaban en aguas peligrosas al amanecer. A esa misma hora Bey ordenó al Grupo de Batalla que se desplegara en formación de exploración, con los cinco destructores navegando por delante del acorazado. Sin embargo, para proporcionar la advertencia más temprana posible al Scharnhorst, el Contralmirante ordenó a sus destructores que tomaran posición 10 millas por delante de su buque, mucho más allá del alcance visual, por lo que todas las comunicaciones tendrían que realizarse por radio en lugar de mediante señales visuales. Bey también redujo la velocidad del grupo de batalla a 12 nudos y volvió a cambiar el rumbo hacia el Sureste. Dada la inteligencia de que disponía, resulta una maniobra extraña, después de todo, el avistamiento del U-716 había situado el convoy enemigo al Noroeste, no al Suroeste; es posible que Bey no hubiese tenido en cuenta el tiempo de demora que implica la transmisión, recepción y decodificación de señales. El caso es que de haber mantenido rumbo y velocidad podría haber interceptado el convoy poco después de las 9:00, pues dos horas antes se encontraba a poco más de 30 millas al Noroeste de la agrupación germana. Estas dos decisiones; colocar a los destructores más allá del alcance visual y alterar el rumbo hacia el Suroeste, iban a desempeñar un papel importante en los acontecimientos subsiguientes. A corto plazo le negarían a Bey la oportunidad de caer sobre el convoy y, en última instancia, le complicarían la posibilidad de triunfar en los combates que se avecinaban.
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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por pepero »

Lutzow escribió: 04 Oct 2021Almirante Fraser volvió a romper el silencio de la radio,
¿Esa rotura del silencio radiofónico no facilito la localización de la fuerza de Fraser por parte de los alemanes?

Saludos.
Pepe
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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por gcoenders »

Por lo que entiendo, Fraser no emitió.

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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por Lutzow »

Sí, Fraser transmitió, pero sin adelantar acontecimientos, los alemanes no estuvieron muy avispados... Bey tuvo que tomar sus decisiones con una inteligencia que llegaba demasiado tarde o que sencillamente no llegaba.

Saludos.
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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por Lutzow »

A las 8:00 horas, el Grupo de Batalla alemán se dirigía hacia el Suroeste, con los cinco destructores de la 4ª Flotilla desplegados en línea, unas 10 millas por delante del Scharnhorst. Toda la agrupación se dirigía en rumbo 230º a una velocidad de 12 nudos, y su objetivo, el Convoy JW 55B, se encontraba a unas 30 millas de distancia. Pese al cambio de rumbo, hubiesen existido muchas posibilidades de que el más septentrional de los destructores de la barrera de búsqueda cruzara la ruta del convoy alrededor de las 10:30, pero a las 8:20, Bey dio la orden de que el Scharnhorst virara hacia el Norte. Por alguna razón que nunca conoceremos, no se informó del cambio de rumbo al Capitán Johannesson en el Z-29, que se encontraba en el centro de la pantalla, de tal modo que ahora el Scharnhorst se alejaba de Johannesson en un ángulo obtuso de 130º; cada diez minutos transcurridos el acorazado y sus escoltas se alejaban unas 4 millas, con el lamentable resultado para los alemanes de que estos destructores no jugarían ningún papel en la batalla que siguió, un error imperdonable.

El motivo del cambio de rumbo puede haber sido una señal de rutina del Teniente Hansen en el U-601, que el Scharnhorst recogió a las 08:14
horas, Bey podría haber asumido que la señal marcaba la ubicación del convoy y viró hacia el Norte para interceptarlo. Otra posibilidad es que el acorazado podría haber detectado algo en su radar Seetakt, que los operadores pensaron que podría ser parte del convoy, sin embargo no había ningún buque en la nueva dirección y resulta poco probable que el radar estuviera encendido debido al temor de ser detectados, en cualquier caso nunca conoceremos los motivos por los que el Contralmirante tomó esta decisión, que además de impedirle localizar el convoy, le situó entre el mismo y la Fuerza 1 del Contraalmirante Burnett, que se acercaba desde el Este-Sudeste. Burnett estaba más al Sureste de lo que esperaba y, en consecuencia, a las 08:00 horas, todavía se encontraba a 50 millas del convoy, pero sin saberlo en rumbo de choque con el Scharnhorst.

Johannesson estaba teniendo sus propios problemas, a las 9:00 horas, el Scharnhorst se encontraba unas 24 millas al Noreste, pero el Comandante de los destructores creía que todavía estaba en algún lugar detrás de él. Poco después, los vigías a bordo del Z-29 divisaron la forma oscura de un destructor hacia el Noroeste. El siguiente destructor en la línea era el Z-30, y sus vigías también vieron el barco, por lo tanto Johannesson envió una señal a Bey informándole de un avistamiento, pero minutos después se descubrió que el destructor resultó ser uno de los suyos, el Z-38, que debería haber estado en el extremo derecho de la pantalla de búsqueda, pero que por alguna razón se había desviado del rumbo y ahora se adelantaba a los otros dos barcos. Un hecho desconocido para todos los involucrados, es que si el Z-38 se hubiera mantenido en curso, bien podría haberse cruzado con la parte trasera del convoy. Cuando el Comandante de la flotilla le indicó que volviera a la posición, los vigías vieron algo más a través de la oscuridad: un resplandor pálido hacia el Noreste, eran las 9:26 horas.
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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por pepero »

Da la impresión que no existía coordinación entre los destructores y el acorazado. Cada uno por su lado y la culpa es atribuible a Bey.

Saludos.
Pepe
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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por gcoenders »

Se debió de priorizar la exploración simultánea en varias direcciones por encima de otras consideraciones, dada la pobre visibilidad.

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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por Lutzow »

Se pueden hacer muchas cosas, pero por encima de todo no olvidarse de los destructores tras un cambio de rumbo, resulta un error inexplicable...

Saludos.
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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por Lutzow »

Lo que los observadores de la Cuarta Flotilla de Destructores percibieron como un resplandor rosado fue en realidad un proyectil iluminante, y acababa de estallar directamente sobre el Scharnhorst, bañándolo de luz, lo que cogió a los germanos completamente por sorpresa. El proyectil había sido disparado por el buque insignia del contralmirante Burnett, el HMS Belfast, que se encontraba a 11.900 metros hacia el Sureste del acorazado, Los británicos habían estado siguiendo al Scharnhorst desde casi una hora antes, cuando a las 8:34, se detectó un contacto de radar no identificado, en el radar de búsqueda de superficie Tipo 273 a bordo del HMS Norfolk . En ese momento, la Fuerza 1 tenía un rumbo de 305 ° a una velocidad de 8 nudos. El contacto tuvo un rumbo de 280º, al Oeste, a una distancia de 16 millas e hizo sonar las campanas de alarma en los tres cruceros británicos; esta era exactamente la razón por la que habían luchado para abrirse camino a través del vendaval ártico. Sin embargo, Burnett estaba alarmada por su posición, ya que significaba que si el contacto era el Scharnhorst, se encontraba a menos de una hora de distancia del convoy. Seis minutos más tarde, el HMS Belfast detectó el contacto y diez minutos más tarde, a las 8:50 horas, el HMS Sheffield adquirió el mismo objetivo. Los tres cruceros británicos ahora estaban rastreando el contacto, y los artilleros estaban trabajando en soluciones de control de fuego para ayudar a dirigir los proyectiles directamente hacia el objetivo oculto, que por su rumbo y velocidad no tenían duda de que debía ser el Scharnhorst. Para Burnett, su misión estaba clara; tenía que proteger el convoy. Como dijo después: “El papel que nuestros cruceros tuvieron que jugar en esta acción fue, desde mi punto de vista, bastante simple. Me atrevo a decir que tenía cierta experiencia en estas aguas. Sabía exactamente lo que nuestro Comandante en Jefe deseaba que hiciéramos. Estaba completamente seguro de que los Capitanes que servían a mis órdenes sabían lo que estaba en mi mente y actuarían según mis deseos”.

A unas 30 millas de distancia, hacia el Oeste-Noroeste, el capitán McCoy sabía que sus escoltas podrían tener que luchar para proteger al convoy, por lo tanto, concentró sus destructores en el lado amenazado del mismo. Los cuatro buques de la 36ª División de Destructores todavía formaban su propia unidad diferenciada, bajo el mando del Comandante Fisher en el HMS Musketeer, y McCoy ordenó a Fisher que formara una pantalla a unas 6 millas al Sur-Suroeste del convoy, una forma de alerta temprana contra cualquier ataque del acorazado alemán y sus destructores. Como Johannesson, McCoy vio las bengalas al Este-Sureste a las 9:26 horas, lo que le indicó que el Scharnhorst se encontraba en esa dirección y que la Fuerza 1 le había encontrado.

A las 8:00, la Fuerza 1 había estado navegando en un rumbo de 235º a una velocidad de 8 nudos, hasta que quince minutos después McCoy envió a Burnett la última posición estimada del Convoy JW 55B, junto con su rumbo y velocidad. Como resultado, Burnett dirigió su fuerza hacia el Noreste, y minutos después el HMS Norfolk informó de su contacto radar. Al echar un vistazo a la trama táctica, Burnett pudo ver que el convoy tenía un rumbo aproximado de 287º, lo que significaba que el Scharnhorst no solo estaba más cerca del convoy que la Fuerza 1, sino que parecía estar entre sus cruceros y el convoy que debía proteger. Sin embargo, cuando HMS Sheffield obtuvo su propio contacto a las 8:50 quedó claro que en lugar de navegar hacia el convoy, el contacto en realidad ahora navegaba hacia el Sur, lejos de él. A las 9:00 horas Burnett ordenó a sus tres cruceros que formaran una línea escalonada, con su buque en cabeza seguido de los HMS Sheffield y Norfolk, con el fin de que todos pudiesen disparar hacia proa o babor sin interferirse mutuamente. Hubo un momento de ansiedad cuando desde el HMS Belfast apareció un nuevo contacto en el radar, a más de 20.000 metros hacia el Noroeste, pensando Burnett y su personal que podría tratarse de un destructor alemán, hasta que se hizo evidente que coincidía en rumbo y velocidad con los datos del convoy informados por McCoy menos de una hora antes, por lo que se dio orden de ignorarlo. Con toda probabilidad se trataría del destructor HMS Virago, en el borde de derecho del piquete de alerta temprana bajo el mando de Fisher.

A las 9:15 horas, el contacto principal, al Suroeste, se encontraba a unos 11.900 metros del HMS Belfast, a las 09:21, los vigías a bordo del HMS Sheffield detectaron una forma oscura en la amura de babor, por lo que se emitió la señal “Enemigo a la vista” seguida de los detalles: “Rumbo 222º, alcance 11.900 metros”. Burnett dio la orden al Capitán Parham de disparar un proyectil iluminante que estalló encima del Scharnhorst haciéndole claramente visible, eran la 9:26. El HMS Norfolk abrió fuego con sus cañones de 203 mm tan pronto como se iluminó el objetivo. Recuperándose de su sorpresa, el Capitán Hintze ordenó al Scharnhorst virar 30º a babor, en un nuevo rumbo de 150º, mientras contemplaba como la primera salva enemiga caída a unos 400 metros del acorazado. El nuevo rumbo del Scharnhorst le colocaba en un curso casi paralelo pero recíproco a la Fuerza 1, aunque abierto y alejándose de la misma, y situó en mala situación táctica a los HMS Belfast y Sheffield, que no lograron disparar durante todo el contacto al interponerse ahora el HMS Norfolk entre ellos y el objetivo, también porque el crucero pesado todavía no disponía de cordita sin flash, por lo que sus disparos cegaron temporalmente a los observadores de los otros dos barcos británicos. La buena noticia para Burnett era que, aunque la situación táctica empeoraba minuto a minuto, la situación estratégica estaba mejorando, pues ahora la Fuerza 1 se estaba ubicando entre el Scharnhorst y el convoy. Por lo tanto, a las 9:38 horas, Burnett ordenó un cambio de rumbo de 160º, lo que suponía casi invertir el actual, con el fin de perseguir al acorazado alemán, que a cada minuto se alejaba más de su agrupación. Aún así, el HMS Norfolk se estaba anotando impactos, disparando seis salvas en poco menos de diez minutos, la primera a las 9:29 y la última a las 9:38. Observando desde el HMS Belfast, el Comandante Welby-Everard, perteneciente al staff de Burnett estaba "bastante seguro de que Norfolk logró un impacto con su tercera salva, ya que observé un destello en el blanco". Sin embargo, el alcance se estaba abriendo: cuando el Norfolk dejó de disparar a las 9:40 horas, el Scharnhorst estaba a más de 22.000 metros de distancia.

Además de alterar el rumbo, Hintze también había ordenado lanzar una cortina de humo y aumentar la velocidad del Scharnhorst a 24 nudos, mientras los cruceros británicos solo navegaban a 16 nudos debido a la fuerza del vendaval, por lo que las distancias se abrieron rápidamente y Burnett decidió interrumpir la acción, pues en su opinión su deber principal era proteger el convoy, no perseguir al Scharnhorst, lo que le alejaría del JW 55B, todo ello sin conocer dónde se encontraban los destructores alemanes que se sabía habían zarpado junto al acorazado. Tras una nueva inversión de rumbo, a las 10:20 la Fuerza 1 se encontró con la 36ª División de Destructores del Comandante Fisher.

Todos a bordo del Scharnhorst habían sido tomados por sorpresa esa mañana cuando un proyectil iluminó su buque, el suboficial Wilhelm Gödde
contó cómo fue seguido por salvas enemigas que levantaron grandes columnas de agua cerca del costado de babor a unos pocos cientos de metros del buque. Recordó más tarde: “Fueron provocadas por proyectiles pesados. No podía ver el barco que nos disparaba; todo lo que veía eran los destellos naranjas cada vez que se disparaba una nueva salva”. El señalero Wilhelm Kruse estaba en el puente en ese momento y afirmó que los Oficiales identificaron solo un crucero enemigo a través de la oscuridad y la nieve. La tripulación reaccionó rápidamente, resultado de años de entrenamiento juntos para tal eventualidad, se dieron los pasos correctos para evitar ser golpeados y abrir distancias con el invisible enemigo, pero no se pudo evitar que una de las salvas, la tercera tal y como sospechaba el Comandante Welby-Everard, lograse dos impactos en el acorazado. Un proyectil cayó en el lado de babor de la cubierta superior, justo detrás de la chimenea y de un montaje doble de 15cm, penetró la cubierta superior y terminó su trayectoria en un comedor de marineros, sin explotar pero provocando un pequeño incendio que pronto se extinguió. Un segundo proyectil golpeó el mástil, donde el artillero Helmut Backhaus logró escapar por poco: “Estaba en mi puesto en la plataforma superior y sentí la corriente cuando el proyectil rugió justo encima de mí. Un marinero murió, un Teniente perdió un pie y varios hombres resultaron levemente heridos”. Fue un impacto desgraciado para el Scharnhorst, pues destruyó la antena del radar Seetakt, lo que suponía un duro golpe en las condiciones de escasa visibilidad en la que se estaba desarrollando toda la operación. Es cierto que el acorazado tenía una segunda antena montada más a popa, pero tenía un barrido limitado y un alcance efectivo no superior a seis millas náuticas.
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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por Lutzow »

Narro el primer combate de la Operación antes de tomarme una semana de vacaciones y ni un mísero comentario, vaya público... %+{

Para estudiosos de la batalla, Bey debería haber aceptado el combate con los tres cruceros de Burnett, a los que sin duda superaba en potencia artillera y protección, pero esto resulta sencillo de decir a toro pasado... En primer lugar las instrucciones de la Kriegsmarine sobre el uso de sus naves capitales (y con el Tirpitz lisiado, solo les quedaba el Scharnhorst) era claras, no arriesgarlos porque no dejaban de ser una flota en potencia que distraía muchos recursos del enemigo... En un combate contra los tres cruceros el Scharnhorst debía haberse impuesto sin problemas, lo mismo que el mucho menos poderoso Graf Spee en el Mar de Plata, aunque no sin recibir daños (que en ningún caso serían concluyentes, dada su protección ante proyectiles de 203 y 152 mm), pero en la realidad hemos comprobado como el acorazado germano fue tomado totalmente por sorpresa, pues mientras los británicos usaban sus superiores radares para disparar, debido a la horrible climatología él no podía ni siquiera ver al enemigo, de hecho solo se llegó a entrever que estaba siendo atacado por un solo crucero... ¿Qué hacer en esas circunstancias? Lo que hizo Hintze, maniobras evasivas, aumento de velocidad y poner la popa al enemigo, del cual nada se conocía, nadie podía asegurar que tras los cruceros no navegase un acorazado británico, por lo tanto entiendo que las críticas a Bey por no aceptar el combate carecen de base...

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Re: Batalla del cabo Norte - hundimiento del Scharnhorst

Mensaje por pepero »

Hizo lo correcto por las circunstancias comentadas. Cogido por sorpresa , iluminado por el contrario, y con su radar que no había detectado nada, perdido el radar, sin saber exactamente si había mas cruceros o algo mas grande. Aprovecho su velocidad para escapar.

Saludos.
Pepe
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