No hay por dónde coger nada. Del mismo modo que el vacío de los hermanos se rellenó con historias de Italia, la parte del Africano en Hispania también incluirá bastante de Africa, viendo lo visto con los barcos, seguro que también alguna más de esa etapa encaloman a los hermanos. El tema de los espías, también puede rastrearse en historias más antiguas, en Frontino, guerra con Pirro en 280. Y Zama incluso tiene un tufillo a la Baécula también inventada con Escipión, al no entrar en combate la élite cartaginesa. Fabricada y mal, está, como lo de los elefantes, que es para nota. La cifra es un cachondeo, la de Utica multiplicada por 10.
Eso para mi es lo de menos. Ando con el tema barcos. Las cifras en sí, son un lío y ya hay quien las ha estudiado a fondo y muy bien. Más me interesan las operaciones. El párrafo más sorprendente para mi es:
[29,23] Durante estos sucesos en Roma, los cartagineses habían establecido puestos de observación en
todos los promontorios y pasaron todo el invierno esperando con inquietud las noticias que transmitan
unos espejos colocados allá
¿Os suena eso de las atalayas?
Operaciones:
Además, les informó de que él y Lucio Escipión mandarían el ala derecha, con veinte buques de
guerra; Cayo Lelio, prefecto de la flota, junto a Marco Porcio Catón [he aquí al que luego sería famoso
censor, nacido en 234 a.C. y muerto en 149 a.C.; sería enemigo acerbo de Escipión el Africano.-N. del T.],
que era cuestor por entonces, estarían a cargo del ala izquierda, con el mismo número, y protegerían a
los transportes.
400 transportes escoltados por 40 buques de guerra, eso para Livio. Me encantaría comprobar un día, sobre el papel cómo se puede hacer eso. Si eran atacados ¿Cómo pensaban los del lado no atacado acudir al combate? También pudiera ser que fueran todos delante, unidos pero con dos mandos, eso si, con un único barco de mando. Estas cosas me encantan y más quisiera saber.
Al
día siguiente, un cuerpo de caballería de unos quinientos jinetes, enviado hacia el mar para practicar un
reconocimiento y hostigar a los romanos durante el desembarco, cayeron sobre los puestos avanzados
romanos. Escipión, por su parte, después de enviar la flota a Útica , había avanzado a una corta distancia de la orilla y capturado una altura cercana donde estacionó alguna de su caballería como puestos avanzados; al resto lo envió a saquear los campos.
[29.29] En la escaramuza que siguió, los romanos mataron a algunos de los enemigos en el mismo
combate, pero la mayoría cayeron muertos en la persecución, entre ellos el joven Hanón, que estaba al
mando. Escipión devastó los campos circundantes y capturó una ciudad bastante opulenta en la
vecindad inmediata. Además del botín, que de inmediato fue puesto a bordo de los transportes y
remitido a Sicilia, hizo prisioneros a unos ocho mil hombres, libres y esclavos
Es curioso. Desembarcan los romanos y no envían a la flota, envían a la caballería, al día siguiente a hostigar el desembarco cuando al principio del párrafo dice que habían concluído el desembarco. La flota, estaba con los pantalones bajados, ¿Dónde estaba? ¿Qué hacía? Parte de los transportes son devueltos a Sicilia. Siguiendo su pista:
[29.35] En el mismo día en que se libró esta acción, sucedió que regresaron con suministros los barcos
que habían llevado el botín a Sicilia, como si hubieran adivinado que tendrían que llevar de vuelta
nuevamente una segunda carga de botín de guerra. No todos los autores cuentan que dos generales
cartagineses del mismo nombre cayeran muertos en dos acciones distintas; pienso que temían
equivocarse al repetir dos veces los mismos hechos. En todo caso, Celio y Valerio nos dicen que Hanón
fue hecho prisionero.
Livio me encanta, le pasó como a nosotros. Con tanta historia circulando por ahí, con tantas duplicaciones y triplicaciones, hizo lo que pudo y lo que no, se lo inventó, algo que ni él niega.
Escipión abandonó cualquier otro intento contra la plaza y, como se aproximaba el invierno, construyó
un campo atrincherado en una lengua de tierra que se proyectaba en el mar y estaba conectada por un
estrecho istmo con el continente. Unió los campamentos de las fuerzas terrestres y navales tras una
misma empalizada. Las legiones quedaron situadas en el centro de la península; los barcos, que se
habían varado, y sus tripulaciones ocuparon la parte norte; las tierras bajas en el lado sur fueron
asignadas a la caballería. Tales fueron los sucesos de la campaña de África hasta el final del otoño.
Esta, pues tú sabrás, Bernardo:
30, 1
Espurio Lucrecio. Este vio extendido su mando por otro año, para permitirle reconstruir Génova, que había sido destruida por Magón.
¿en 203 quiere reconstruir una ciudad que no ha reconquistado?
30,2] Se alistaron tres mil hombres para el servicio en Sicilia, pues todas las tropas de esa provincia
habían sido llevadas a África y se había decidido que la isla debía ser protegida por cuarenta naves hasta
que la flota regresara de África.
Otra vez 40 naves y la incongruencia de las tropas, pues supuestamente habían acudido a despedir al Africano cuando zarpó las legiones que allí quedaban. No sirve para mucho, sólo que no sabemos nada.
Botó sus barcos -ya era el comienzo de la primavera- y puso a bordo sus máquinas y piezas de
artillería, como si fuese a atacar Útica desde el mar
Esto es de mi gusto también. Inutilizar los buques de guerra con la tormentaria, cuando se supone que disponía de transportes que también hubieran servido. ¿Por tener más remos? ¿por ser mucho más grandes? ¿Por qué se privó de sus naves de combate, no había flota cartaginesa, no la esperaba, no había más opciones? Un caso muy curioso para mi, el eje de todo este rollo que llevo de post.
Esta, es del gusto de Bernardo, unos hispanos que aparecen por arte de magia, ¿De los enviados por Aníbal, que se habían olvidado de ellos? ¿Pasaron a Africa a ofrecerse por su cuenta y acabaron en el quinto pino? Yo, ni idea, no lo entiendo. 30, 7.
La embajada le alentó y dio esperanzas, informándole de que se
habían encontrado, cerca de una ciudad llamada Oba, un grupo de unos cuatro mil mercenarios
celtiberos que habían sido reclutados en Hispania, una fuerza espléndida, y que Asdrúbal aparecería
pronto con un formidable ejército.
Y, por fin, tras la cosa de las Grandes Llanuras, el desenlace. O el reinicio del bucle... 30, 9.
Las murallas fueron reparadas y protegidas con
baluartes; cada hombre, por su cuenta, trasladó desde los campos cuanto le permitiera soportar un largo
asedio. Pocos se atrevían a mencionar la palabra "paz" en el Senado, muchos estaban a favor de llamar
de vuelta a Aníbal y la mayoría era de la opinión de que la flota destinada a interceptar los suministros
debía enviarse a destruir los buques anclados en Útica, que actuaban sin suficiente prevención.
Las murallas y todo eso, es como al principio de la llegada romana. La diferencia es que la flota ahora sí sale. Antes, no, porque se supone que la romana estaba varada en el campamento fortificado. Era para los suministros... pero los transportes romanos iban y venían de Sicilia sin oposición. Sicilia, estaba defendida por 40 buques de guerra, los mismos que llevaba Escipión, otor tema muy complejo esas cifras, como ya dije. Pero no se vayan, aún hay más:
Esta
propuesta encontró la mayoría de votos a favor; al mismo tempo, se decidió mandar aviso a Aníbal,
"pues, aún -argumentaron- en el supuesto de que las operaciones navales fueran un éxito completo, el
sito de Útica quedaría sólo parcialmente levantado; quedando después la defensa de Cartago, no tenían
más general que Aníbal ni otro ejército más que el de Aníbal para encargarse de aquella tarea". Al día
siguiente se botaron algunas naves y, al mismo tempo, zarpó un grupo de legados hacia Italia
Se botaron algunas naves. No había más ejército que el de Aníbal ¿Y Magón?
La guinda:30, 10.
Si los cartagineses se hubieran movido más rápidamente, habrían encontrado prisas y desorden por
doquier y podrían haber destruido la flota al primer contacto. Estaban, sin embargo, desalentados por la
derrota de sus fuerzas de tierra, y ahora ya no se sentían confiados ni siquiera en la mar, el elemento en
que más fuertes eran.
Prometí también que no haré guerra ni paz ni pacto a no ser con el consejo de los obispos, nobles y hombres buenos, por cuyo consejo debo regirme.
IV Item. Decreta que Don Alfonso, Rey de León y de Galicia estableció en la Curia de León en 1.188