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Carlos ''El Temerario'' por Rogier Van Der Wyden en 1461.


La segunda mitad del siglo XV en el centro de Europa era un mosaico de reinos y señores por todas partes que parecía no tener fin, en este tablero de ajedrez todo el mundo jugaba al juego de la diplomacia y cuando uno cedía los demás jugadores presionaban por el dominio de un condado o comuna hasta límites insospechados, ya sea por la vía diplomática o militar. La poderosa Francia de Luis XI, el emperador del sacro imperio Federico III <<El Victorioso>>, El Eidegnossen o antigua confederación de cantones suizos y por último el ducado de Borgoña dominado por Carlos <<El Temerario>> se batía siempre bajo la sombra de otros reinos que tenían sus intereses en el continente como la Saboya de Yolanda, hermana de Luis XI o la Milán de Galeazzo María Sforza.

La figura de Carlos el Temerario es para todo medievalista que estudie historia militar, un personaje totalmente fascinante y único. Esto no es solo porque Carlos era un monarca medieval que amaba la crudeza de la vida militar, ya sea pasando hambre y enfermedades con sus propios soldados como le paso el Grandson, o vistiendo catorce horas al día su armadura completa como en el asedio de Neuss, en que tras un año y un mes tuvo que retirarse a Dijon, capital del reino borgoñón. Carlos era un hombre de su época, ese caballero renacentista acostumbrado a luchar y leer a partes iguales y que consiguió hacer un código de ordenanzas militares claves para el desarrollo de los ejércitos profesionales permanentes de siglos venideros. En su juventud había tenido a su cargo el condado del Charolais, nada fácil ya que había muchos rivales políticos que ambicionaban con él. En esta etapa había dado rienda suelta a su afición por la lectura y estudio de figuras clásicas militares, Julio Cesar, Aníbal y por supuesto Alejandro Magno, del que tenemos constancia de que tenia varios tapices con sus hazañas en Gaugamela, y que Carlos siempre llevaba en su tienda de campaña. Pero por mucho que entendiese latín y fuese una persona con cierta formación Carlos tuvo un reinado convulso, propio de su época y durante todo su reinado (1463-1477) tuvo que lidiar contra Luis XI de Francia del que formo una gran enemistad. Francia pronto estímulo a los rebeldes liejenses para oponerse a la presencia Borgoñona y más tarde a las revueltas en el norte de Frisia, Gueldres, Alsacia y por último la región de Lorena. Es esta región la que crearía el final de Carlos como monarca de Borgoña.

Las claves de la derrota de Carlos son anteriores a todo esto, hay que remontarse a 1474 cuando Carlos empezó con el asedio de Neuss, ciudad pequeña pero importante para cercar a la vecina Colonia que se oponía al poder borgoñon en la zona. Este asedio fue una derrota estratégica para Carlos, la guarnición resistió hasta el último aliento y al final consiguió la ayuda de la Liga de Costanza. El tratado que siguió al fallido asedio dejó a Carlos diplomáticamente en una posición de paz con el Sacro Imperio y Francia. Esto significo que podía combatir a los suizos y la plaza de Grandson fue tomada por los suizos, Grandson que era propiedad antes de un feudatario de Saboya, era esta a su vez aliada de Borgoña por la cual Carlos levanto un gran ejército que masacro a la guarnición Suiza reconquistado la ciudad y chocando a sus afueras con un ejercito de rescate suizo. En este caso Carlos, aunque no perdió muchos hombres, perdió una gran parte de su artillería, de las casi 500 piezas se creen que alrededor de un 75% se perdieron, y el tren de artillería de Borgoña era uno de los mejores de la época. A parte de la falta de coordinación y perder unos 400 hombres Carlos tuvo que retirarse y dejar atrás muchos de sus vagones repletos de provisiones y dinero que fueron pingües beneficios para los suizos.

La otra gran derrota de Carlos fue en Murten en la cual volvió a pecar de falta de organización entre sus mandos, problema recurrente en Carlos. El ejercito borgoñon a pesar de estar muy bien estructurado tenía un gran problema y era la multitud de idiomas en las que las ordenes se transmitían. Los mercenarios italianos del Conde de Campobasso, las milicias borgoñonas que eran francoparlantes, Las compañías de arqueros inglesas y los mercenarios alemanes. Esto hacía que muchas veces las batallas no podían ser dirigidas de una manera óptima y las falsas retiradas, como en Grandson, podían costar la batalla entera por falta de coordinación. En Murten la capacidad militar de Carlos si fue importante, en las dos campañas anteriores había tenido pocos problemas de soldadesca, pero en Murten no solo volvió a perder buena parte de su artillería, sino que uno de cada tres soldados de Carlos fue capturado o muerto en batalla. Tras la batalla culpo a su aliada Yolanda de Saboya y la encarcelo en Luxemburgo. Acto que fue fatal para el juego de alianzas y que Luis XI consiguió restablecer relaciones con su hermana para rescatarla como aliada. La partida de ajedrez no podía quedar así, al menos para Carlos.



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Lanza Borgoñona con caballero, Paje y estandarte por Gerry Embleton, todos están equipados al uso de la ordenanza de 1471-1477.


René II contra ‘’El Temerario’’, la lucha por Lorena.

En 1476 la oposición del joven duque René II de Lorena, que se encontraba en el exilio, llegó a su punto más álgido. Al verse aislado políticamente René busco en los cantones suizos unos aliados fiables, Lucerna y Berna respondieron a la llamada aliándose con el duque para recuperar su tierra de Lorena, no así otros cantones como Uri y Schywz que alegaron el mal tiempo para abordar la campaña. Carlos que creía conocer bien la situación diplomática de Francia, pensando que no iban a apoyar a René, lo que es cierto es que si lo apoyaron con los mínimos y un contingente del Neslé fue a reforzar a las fuerzas aliadas. La impopularidad de Carlos tras las derrotas había hecho que los habitantes de Lorena se rebelasen contra el poder en la capital de la región, Nancy. Con todo esto Carlos en octubre de 1476 asedio la ciudad de Nancy, un asedio donde ambos lados estuvieron al limite de sus posibilidades, dentro de la ciudad los habitantes se alimentaban de animales, los caballos se habían muerto todos para alimentar a la guarnición y población, las enfermedades afloraban y solo quedaban perros y gatos como alimento. René había cortado las líneas de suministros al ir atacando los vagones y guarniciones de los de Carlos. La nieve además era protagonista del asedio.

Nancy era una ciudad pequeña que estaba fortificado por una muralla y protegida por el rio Meurthe, un afluente del Mosela. Además, la ciudad solo contaba con dos puertas, una norte llamada Porte de La Craffe y una sur, Porte de Saint Nicolas. Además, la zona estaba llenas de pequeños riachuelos helados, setos congelados y construcciones para refugiar el ganado.
El número de soldados que llevaba Borgoña es objeto de controversia, todos los cronistas de la época coinciden que no superaban los 10.000 combatientes en un número equilibrado entre arqueros, espingarderos, caballeros y lanceros. Una cifra increíblemente baja si pensamos en los casi 20.000 de Murten. En frente iban a tener al duque de Lorena que contaba con 20.000 hombres, era la primera vez que Carlos iba a estar en una desventaja total. Lo más probable es que Carlos estuviese superado en una proporción de 3 a 1.

El último grito del Temerario.

El 26 de diciembre de 1476 las barcas suizas estaban a rebosar de soldados dispuestos a luchar por René saliendo de Basilea. Este supuestamente había pagado a estas fuerzas con el dinero que Luis XI le había dado, aunque no hay fuentes que lo confirmen. Como hemos mencionado anteriormente las fuerzas de René sumaban 20.000 soldados, incluyendo su contingente de élite de Lorena formado por 3.000 caballeros de sus vasallos directos. Carlos pronto supo de la llegada de la fuerza enemiga y sus capitanes argumentaron que si alargaban la lucha con movimientos defensivos René no podría pagar a sus mercenarios. Así pues, Carlos se dispuso a tomar Nancy para usarla como defensa contra el ejército que venía, redoblo a su artillería para batir los muros de la ciudad y hacerla suya. Carlos también mando una avanzadilla de 300 caballeros al sur de la ciudad para poder reconocer si se acercaba el enemigo por el rio. El problema vino cuando la guarnición de Lorena de Luneville salió para atacar al grupo de reconocimiento y a pesar de la buena defensa borgoñona fue atrapada por las tropas de René que desembarcaron y los mataron a todos. Incluso los prisioneros fueron ejecutados, los suizos tras la batalla de Grandson habían jurado no dejar ni un borgoñón vivo.

Menos de una docena de jinetes habían podido escapar e informar a Carlos de la situación. El Temerario respondió dejando a 2.000 hombres para mantener el asedio en Nancy, a unos dos kilómetros del sureste de la ciudad, pero poder hacer frente a una contra carga si la guarnición salía. El cuerpo principal del ejercito de Carlos lo posicionó en una loma de la pradera que daba justo al valle del Meurthe. A su derecha usó el bosque de Saurupt como escudo para el flanco de ese lado, y un arroyo bordeaba ambos flancos que lo hacía perfecto para evitar las cargas de caballería enemigas. Aunque esta posición era segura no había forma de retirada ya que también por detrás de las líneas de Carlos se encontraban numerosos arroyos que la impedían, añadiendo las fuertes nevadas de la época que hacían el terreno impracticable. Esta disposición de las tropas de Carlos ha sido bastante criticada por los historiadores, pero es verdad que tras la derrota de Murten, Carlos con su característico temperamento cuando perdía, había dicho a los embajadores italianos que en la siguiente campaña iba a ganar o morir en el intento.


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Mapa de la batalla de Nancy, por wikipedia commons.

En una disposición que ya no recordaba nada a las formaciones medievales Carlos formo a sus tropas en cuatro secciones, desmonto a su caballería para poder combatir mejor junto a la infantería en rectángulo en la cima de la loma. En el lado que iba al camino formo a su artillería y arqueros y puso 30 piezas de artillería enfrente de los arqueros y espingarderos que se encontraban en los flancos. Esta formación suponía proteger los flancos de proyectiles al prever que los suizos podían cargar de forma ofensiva con su cuadro de picas a su propio rectángulo, los arqueros y la artillería podían castigar esto desde los flancos. En cuanto a la caballería propiamente al uso utilizo también en el flanco izquierda los flamantes caballeros de Jacopo Galeotto, un fiel condotiero italiano que llevaba tiempo bajo el mando de Carlos y era famoso por su pesada caballería. En la derecha también se encontraba otro contingente de caballería liderado por el flamenco Jose de Lalaing que incluía una mezcla de caballería gendarme pesada y coustilliers, infantería montada. La línea de frente se extendia casi un kilómetro.

Los suizos que avanzaron por la zona de la puerta de San Nicolás se toparon con otro destacamento de reconocimiento que tuvo la mala suerte de caer prisioneros de los suizos, estos tuvieron la mala idea de enterrar vivos a los prisioneros en un cementerio cercano. Los suizos cambiaron el orden de marcha al de batalla en la mañana del 5 del Enero, agrupando en su haber al Vorhurt (Vanguardia) de 7.000 piqueros de infantería y 2.000 caballeros liderados por el caballero alemán Wilhem Herter Von Hertneck y en cuanto a la caballería de Lorena comandada por el Conde Oswald Von Thierstein. El Gewalthut (cuerpo principal) se componía de 8000 soldados infantería de Alsacia, principalmente alabarderos y piqueros suizos así como 1000 espingarderos. Por último, una reserva de caballería de 200 caballeros, en los que podía haber estado René, mucho menos acostumbrado a luchar en los cuerpos principales como si lo hacia Carlos. Pero una última incorporación llego a las fuerzas de Lorena, este era Cola de Monteforte, Conde de Campobasso y mercenario italiano que había traicionado a Carlos después de su derrota en Grandson. Al ser una tropa de lealtad cuestionable René los mando a tapar el puente de Bouxieres aux Dames, cortando la única vía de escape enemiga.

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Portaestandarte de Berna junto a unos piqueros de Friburgo durante la batalla de Murten en 1475, ilustración de Gerry Embleton. Se puede apreciar las dagas ballock famosas en el cuerpo a cuerpo y los cascos de estilo gótico.

Tras dos horas de marcha nevando los suizos habían hallado la posición exacta de Borgoña por sus escaramuzadores y por la ayuda de gente local. Estos les habían indicado donde se encontraba la artillería de Borgoña y pudieron refugiarse de ella en un pequeño bosque llamado bosque de Jarville, amenazando así a la artillería. Carlos había dejado pasar por alto esa posición, tanto por la nieve como por la espesa nieve. Los cuernos suizos sonaron para estremecer los corazones de los de Borgoña, había cesado de nevar y la caballería de Galeotto pronto fue puesta en fuga por la carga de la caballería enemiga. La artillería no había podido desplegar su plan principal y solo pudo lanzar una salva de cañones, matando solo a unos pocos piqueros. En el otro flanco la lucha fue cruda y la caballería de Lalaing luchaba ferozamente contra la caballería de élite de Lorena, y aunque Lalaing había ganado su flanco y empujado a sus enemigos hacia atrás el cuerpo principal suizo penetraba por el centro dispuesto a chocar con su homólogo de Borgoña. Los arqueros una vez más salieron a relucir en las fuerzas de Carlos al ser la mejor unidad que tenía, los mando al flanco de Galeotto para socorrer y dar oxígeno a su caballería. Los numerosos setos y follaje ralentizaron la carga de los suizos en el centro y dieron tiempo para que los arqueros lanzaran numerosas andanadas. Aun así, era imposible contener el avance, las fuerzas muy numerosas de René chocaron con la vanguardia de Borgoña que totalmente superados en número fueron puestos en fuga. La vanguardia suiza también llego al flanco izquierdo, que había matado a los artilleros de los cañones y repelido la carga de Jacopo Galeotto tras lograr reagruparse. Este al ver que la batalla estaba perdida logro escapar con sus fuerzas a la ciudad de Metz.

La caballería flamenca de Lalaing había sido destruida y huido, y sin la caballería de Jacopo solo quedaba la valiente, pero indefensa infantería de Carlos que luchaba en el centro de la refriega. La guarnición de la ciudad al ver el clima de victoria sale de la ciudad y arrasa el campamento sitiador.

La muerte de Carlos fue totalmente la misma que podía haber tenido uno de sus héroes de sus obras antiguas. Con gritos de - ¡Ni un paso atrás! – había intentado limpiar el camino que iba por el riachuelo de San Juan intentando organizar una retirada ordenada. En este momento Carlos luchaba con sus hombres mas fieles, es herido por un piquero en la pierna mientras que Carlos le decapita, y acto seguido por varias estocadas en el abdomen por picas suizas mientras combate a caballo. Finalmente, cuando es desmontado un soldado de Alsacia le atraviesa el casco a la altura de la oreja izquierda y la mandíbula infligiéndole una herida mortal.

Más de la mitad de los hombres de Carlos mueren, son ahogados en los arroyos y los de más alta cuna son llevados como prisioneros para poder llevarse un jugoso rescate. Los que pudieron salvarse también tienen un triste final ya que hay varios casos en los que las poblaciones locales les venden o simplemente los linchan para robarles lo que llevaban. René sigue creyendo que el duque Carlos ha podido huir de la batalla por sus conocimientos en materia bélica, no es cuando dos días después uno de sus pajes que ha sido capturado le reconoce. El cuerpo estaba desnudo y medio congelado pero le pueden reconocer por la herida de espada en la cara que había sufrido durante el segundo asedio de Lieja y le faltaba un diente, presumiblemente también por el golpe de una maza durante la batalla de Monthelrý (1465), en el principio de su reinado. Finalmente, su casco dorado es enviado a Luis XI como trofeo y símbolo de la aniquilación de Borgoña. Sus demás posesiones, como el medallón de la orden del toisón dorado, su copa que emulaba al santo grial y varios de sus estandartes son vendidos por Europa por los suizos.

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La muerte de Carlos por Angus McBride.

Con 44 años moría el señor de Borgoña, a su paso dejaba una serie de territorios que durante su reinado había intentado centralizar, en algunos sitios con mayor y en otros con menor éxito. Pero, lo que hay que tener en cuenta es el acontecimiento trascendental que fue la muerte de Carlos. Borgoña se había diluido en la difícil política europea, Frisia y la zona de las tierras bajas serían pronto adheridas por la dinastía de los Habsburgo, y como no Francia que siempre había y estará allí para ambicionar. Poco después de la muerte de Carlos el consejo de los diez de Venecia llegaba a la conclusión de la decisiva muerte de Carlos, del antes y después de su época ya que de Carlos dependía una gran parte de Europa. Y que ciertamente, era un hombre que con mayor o menos fortuna había sido un avanzado a su tiempo. Así descansaba el ultimo señor de Valois que al igual que Alejandro Magno, moría con multitud de territorios que serían disputados.

Fuentes Utilizadas:

N.Michael, Armies of Medieval Burgundy, 1364-1477, London 1983.
R.Vaughan, Charles the Bold, Blacksmith London 2002.
S. Dean, End Game for Charles The bold, Battle of Nancy . Medieval warfare Downfall of the Bold.
P Contemaine, La guerra en la Edad Media, Barcelona 1984.

Foro de discusión:

http://www.elgrancapitan.org/foro/viewtopic.php?f=87&t=27463&p=1068934&hilit=Nancy#p1068934

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