Imprimir
Categoría de nivel principal o raíz: Artículos
Visto: 1315

 

 

Las fuentes clásicas documentan ya desde el siglo V a.C., en los pueblos del Mediterráneo, y más tarde en la Península, la presencia de mercenarios procedentes de Hispania, sobre todo en los ejércitos cartagineses y griegos y posteriormente en los romanos. Todos ellos valoraban a las tropas hispanas por su austeridad, belicosidad y movilidad. El hecho de que la Península proporcionase tantos individuos de tropa a los ejércitos del Mediterráneo se debe a una causa muy concreta. No tanto era el espíritu bélico y de aventura el que les impelía a enrolarse, cuanto la falta de tierras, la pobreza, en que muchos vivían.

El mayor contingente de mercenarios procedía de las tribus celtíberas y lusitanas. Los celtíberos ocupaban gran parte de la Meseta (Estrabón 3,4,13). Su región estaba ocupada por montes, bosques y llanuras áridas (App. Iber. 76; Liv. 28,1; Estr. 3,1,2) donde la caza era muy abundante (App. lber. 53-54). Se repartía la población entre ciudades, aldeas y castillos. En la sociedad celtíbera existía una absoluta desigualdad económica, puesto que la tierra cultivable y los ganados se encontraban concentrados en pocas manos, debido a lo cual la mayor parte de la población malvivía. La salida a esta situación era o bien enrolarse en los ejércitos extranjeros (Liv. 21,43,3; 24,33) o turdetanos (Diod. 25,10; Liv. 34,19). Semejante situación se encontraba en Lusitania. La región era extremadamente fértil, según testimonio de Polibio que la visitó al final de la guerra de Numancia (Athen. Deipn. 330), pero con un fuerte desequilibrio económico y social, una concentración de la riqueza agrícola y ganadera en pocas familias, lo que obligaba a los individuos más fuertes a enrolarse, al igual que los celtiberos, en los ejércitos púnicos, griegos y romanos (Liv. 21,43,3) o, también como los celtíberos, a dedicarse al bandidaje en la Turdetania, región muy próspera, con diferente sistema socioeconómico. Diodoro (5,34,6) ha descrito esta situación de las tribus lusitanas: "Existe una costumbre muy principalmente de los lusitanos, y es que, alcanzando la edad adulta, los que están más apurados de recursos, pero sobresalen por el vigor de sus cuerpos y su denuedo, proveyéndose de valor y de armas, se reúnen en las asperezas de los montes; allí forman bandas numerosas que recorren Iberia, acumulando riqueza con el robo, y ello lo hacen con el más completo desprecio de todo". Fue también el carácter belicoso y aventurero el que impelió a los iberos a participar en las guerras greco-púnicas y griegas. Estrabón (3,4,5) describe el carácter ibero: "El orgullo de los iberos alcanzaba entre éstos grados muy altos, a lo que se unía un carácter versátil y complejo. Llevaban una vida de continuas alarmas y asaltos, arriesgándose en golpes de mano, pero no en grandes empresas, y ello por carecer de impulso para aumentar sus fuerzas uniéndose en una confederación poderosa; así pues, si hubieran logrado juntar sus armas, no hubieran llegado a dominar la mayor parte de sus tierras, ni los cartagineses, ni antes los tirios, ni los celtas, los mismos que ahora se llaman celtíberos y berones, ni el bandolero Viriato, ni Sertorio trás él, ni algunos otros celosos de ensanchar su poder".

Mercenarios hispanos en las fuentes literarias y en la arqueología

Para leer pincha en el siguiente enlace: (pdf)

http://institucional.us.es/revistas/habis/18-19/21%20blazquez%20martinez.pdf

Foro de discusión:

http://institucional.us.es/revistas/habis/18-19/21%20blazquez%20martinez.pdf 

Lectura recomendada:

Guerreros de la antigua Iberia