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Campaña de Lorena - Wikipedia, la enciclopedia libre

LORENA

Poco antes del comienzo de las operaciones en la zona de Lorena Von Manteuffel y el Oberst H. Von Luck, compañeros de la época de la invasión de Rusia con la 7ª división panzer, se encuentran, cuando el último venía a incorporarse al 5º Ejército del primero. Von Luck después de la guerra escribió un libro con sus vivencias en la batalla y reprodujo la conversación que mantuvieron.

 -Le pregunté cómo veía la situación general y Von Manteuffel me respondió: “la situación está más que mal, querido Luck, Ayer regrese de Bélgica para hacerme cargo del 5º Ejército Panzer y antes de que me fuera de allí, Monty ya había entrado en el territorio con su Ejército y conquistó la capital sin resistencia y al día siguiente conquisto Amberes. Aun es más peligroso fue el avance de Patton y su tercer Ejército. El fue el que consiguió romper la línea del frente en Avranches y sin preocuparse de su flanco izquierdo avanzo enérgicamente hacia el este. Deberían llamarle el Rommel americano, pues es tan aclamado como Eisenhower, según nos comentan los prisioneros. A finales de agosto los americanos tuvieron que hacer una pausa forzosa puesto que las vías de suministro desde Cheburgo eran demasiado largas. A principios de septiembre, los americanos reiniciaron los avances, el 1º Ejército americano llego a Mons tomando 30.000 prisioneros. Patton continuó, una vez más desatendiendo su flanco derecho hasta Verdún y ahora mismo estaba encaminándose a Metz y Nancy, es decir atacando el Mosela. Los franceses vienen desde el sur para unirse a él. Los restos de nuestros Ejércitos del Mediterráneo y la cornisa Atlántica mantienen bajo control una amplia franja hasta Dijon, pero, hasta cuándo?

Lo peor es –continuó von Manteuffel- que Hitler juega con divisiones que ya no existen, y ahora quiere organizar un ataque con tanques hacia el norte hasta Dijon, para seccionar el flanco de Patton y eliminarlo. ¡Que poco conocimiento de la situación y de nuestras posibilidades!

¿Y qué debemos hacer? Dijo Luck.

Von Manteuffel contestó: “montar en esa zona, desde el norte de los Vosgos hasta el oeste de Saarbrüken, una defensa móvil para así poder ser capaces de defender y ocupar de nuevo el frente occidental. Esta sería una opción para mantener al enemigo a raya durante mucho tiempo. Aquí en el oeste, lo que necesitamos es tiempo para ocuparnos de la ofensiva soviética.

Pero lo que aquí es imprescindible es, querido Luck, conservar la ilusión. Le deseo lo mejor y espero que sobreviva en los próximos enfrentamientos”.

El 1 de septiembre fue ascendido a general de las tropas Panzer y se le dio el mando del Quinto Ejército Panzer, al enterarse del traslado, quiso rendir una última visita a sus hombres de la Grossdeutschland y los oficiales quisieron apostar con él unas botellas de licor a que encontraban un hombre más bajo que él, Von Manteuffel sabedor de la estricta política de reclutamiento para la división acepto de buen grado la apuesta pero para su sorpresa le mostraron un Unteroffizier claramente por debajo de su medida, Von Manteuffel reconociendo que había perdido, pagó a sus hombres las prometidas botellas.

 En ese mismo mes, el tercer Ejército de Patton estaba a la vanguardia del avance aliado y a medida que sus tropas iban avanzando daba la impresión que no pararían hasta arrollar la línea de defensa del Oeste. El flaco derecho de Patton estaba desprotegido según iba avanzando. Hitler planifico un contraataque en la zona de Lorena. Su objetivo era el de envolver y destruir a las fuerzas de Patton. Para liderar dicho ataque Hitler contó una vez más con Von Manteuffel y su Quinto Ejército Panzer. El enfrentamiento fue el mayor contraataque de las fuerzas acorazas alemanas en el frente occidental y una de las batallas de carros más grandes en las que participó el Ejército americano.

La situación estratégica del Ejército alemán era un auténtico desastre, las fuerzas alemanas habían sufrido tras la Operación Bragation la destrucción del Grupo de Ejércitos Centro en Bielorrusia, y la subsiguiente ofensiva soviética en Ucrania había acabado por expulsarles de la Unión Soviética hasta detenerse en Polonia, sobre la línea del Vístula. Además con la Werhmacht retirándose de Francia, la prioridad era reforzar las defensas de la Westwall. En esa época y debido al atentado que sufrió, Hitler asumió un férreo control de las operaciones desconfiando de sus generales y seguía convencido de poder realizar rápidos y agresivos contraataques contra las fuerzas aliadas de vanguardia, que condujeran a su embolsamiento y aniquilación, del mismo modo que se había hecho tres años atrás en Rusia.

Mientras en el lado aliado las cosas eran radicalmente diferentes, pues estos eran optimistas respecto a un rápido final de la guerra. En agosto, con el colapso de las fuerzas alemanas en Francia, las bajas enemigas se habían acercado entre prisioneros, heridos y muertos, a los 500.000 hombres, y los aliados habían sobrepasado París, estaban en la frontera belga, y por el sur ya habían alcanzado Grenoble y se acercaban a Lyon.

Hitler creía que un ataque contra el Tercer Ejército de Patton era la opción más necesaria. El Tercer Ejército era el que más hacia el este había avanzado, y una vez alcanzado el Saar parecía que sería la primera fuerza de combate aliada que penetraría en Alemania. Además, si se efectuaba ese ataque hacía el oeste, en dirección a Reims, se podría impedir el enlace entre el 6º Grupo de Ejércitos de Devers, avanzando desde el sur, y el 12º Grupo de Ejércitos de Bradley en el norte. El 3 de septiembre de 1944, Hitler cursó a Rundstedt la orden comenzar a planear el ataque que sería llevado a cabo por varias divisiones SS de panzergranaderos y las brigadas panzer 111º, 112º, 113º, reforzadas más adelante por la PanzerLehr, las divisiones panzer 11º y 21ª y las brigadas 106º, 107º y 108º. El alto mando del 5ª Ejército con Von Manteuffel a la cabeza se trasladaría a Lorena para controlar la ofensiva.

A primeros de septiembre, Patton se había detenido tras cruzar el Mosa mientras Montgomery estaban en una posición segura sobre el Sena, esto indujo a pensar a los aliados en lo factible de un avance en dos ejes hacia Alemania por ello se planearon unas operaciones de reconocimiento para comprobar si sería posible asegurar unas cabezas de puente sobre el Mosela y un posterior cruce del mismo pero los primeros intentos resultaron infructuosos puesto que las fuerzas alemanas consiguieron aguantar sobre la línea del río e incluso intentar un ataque al flanco del Ejército americano usando la brigada Panzer 106ª que, recién reconstituida después del desastre en la operación Bragation, contaba con al menos 36 Panthers y 11 Jadgpanzers IV al mando del coronel Bake, veterano del frente del este al igual la mayoría de las tripulaciones. Aun así y por culpa de una deficiente red de comunicaciones y del uso de tácticas más propias del frente oriental, el ataque fue rechazado con graves pérdidas para la brigada y los americanos pudieron establecer temporalmente una cabeza de puente sobre el Mosela pero por la presión de la 17ª SS PzGrdDiv no pudieron desplegar un puente sobre el rio.

Mientras el XX CE USA estaba atascado, el XII CE decidía cruzar el río en Nancy, aunque al igual que en la zona de Metz, el intento de cruce fue rechazado por los alemanes. Todas estas dificultades amenazaban con retrasar las operaciones debido a los problemas de suministro. El día 10 de septiembre Von Manteuffel se presentó en el cuartel general del Führer, donde le iban a presentar el nuevo plan de Hitler que consistía en una pinza para intentar aislar al tercer Ejército de Patton en el Mosela. A su regreso, Von Manteuffel recibió un informe de la situación y pensó que ”el plan de la contraofensiva no tenía ninguna posibilidad y que el 5º Ejército solo existía en la imaginación de Hitler” Ese mismo día los americanos consiguieron desplegar y asegurar varias cabezas de puente y al día siguiente cruzar el río y en los posteriores días la fuerza acorazada americana había logrado penetrar profundamente en las líneas alemanas y amenazaba con tomar Nancy. El general Blaskowitz se dio cuenta de la amenaza que suponía la maniobra americana y desplazó tropas para intentar acabar con la cabeza de puente pero todos los ataques fueron rechazados y entonces dio la orden de evacuar Nancy para evitar quedar rodeados.

Mientras en otro sector las tropas francesas6 del general Leclerc también avanzaban y la 2ª división acorazada francesa avanzaba entre las debilitadas tropas alemanas amenazando con rodearlas, Blaskowitz ordeno a Von Manteuffel que enviara a alguna de sus fuerzas a la zona de Epinal para evitar el colapso del frente. La 112ª brigada panzer se desplazó hacia allí pero gracias a unos excelentes informes de inteligencia por la colaboración de la población local, los franceses pudieron adelantarse en el ataque en Dompaire donde la 112ª brigada estaba acampada y merced a una superioridad aérea y artillera y la escasa experiencia de los soldados alemanes, provenientes en su mayoría de nuevos reemplazos, los carros alemanes fueron destruidos en varios ataques de los P-47 en coordinación con los blindados franceses.

Los alemanes enviaron un Kampgruppe al mando de Von Luck para intentar frenar el avance francés y aliviar la situación de las tropas que aun resistían en Dompaire pero fue detenido por un intenso fuego de artillería y hubo de desistir y retirase hacia Epinal. El resultado fue que en menos de dos días la 112ª brigada perdió casi el 70% de sus carros y que en una semana, el 5º ejecito de Von Manteuffel vio seriamente reducida su fuerza tras la pérdida de las dos brigadas. Después del desastre en Dompaire y preocupado por los avances de los americanos, Blaskowitz sugirió a Rundstedt la necesidad de una defensa más flexible ya que el plan de la contraofensiva a lo largo del Mosela no se podría llevar a cabo.

Blaskowitz además propuso que fuese el V Ejército de Von Manteuffel el que llevase el peso de las operaciones con el objetivo de eliminar al XII CE americano situado en la orilla oriental del Mosela y la destrucción de la cabeza de puente americana además de aislar a las vanguardias del Ejército de Patton. Al ser emitidas las ordenes para el ataque, Von Manteuffel protestó enérgicamente indicando que la debilidad de su V Ejército panzer impediría llevar a cabo con éxito un ataque tan ambicioso. La respuesta del OKW fue que el ataque se realizaría el 18 de septiembre de todos modos, fuese cual fuese su opinión al respecto.

El objetivo principal era Luneville, que fue ocupada parcialmente por los alemanes aunque el flanco derecho del ataque estaba amenazado por el XV CE americano. Von Manteuffel ordeno a la 111Brigada panzer cambiar su objetivo inicial mientras que tanto Hitler como el OKW presionaban para que el ataque continuase sin pausa. El objetivo cambio de nuevo para intentar liberar a unas tropas aisladas dentro de la ciudad y el general hubo de cambiar sus planes, no sin antes llamar al general Krueger para comunicarle lo precario de su situación si la 113ª brigada no comenzaba de inmediato el ataque hacia Arracourt. Von Manteuffel sufría el mal endémico de esta ofensiva que era la falta de información sobre el enemigo, del terreno y acentuado por la tendencia de los veteranos procedentes del frente del este a lanzar ataques a pesar de esa falta de información.

El ataque lo comenzaron dos brigadas panzer, la 111ª y la 113ª pero la primera se perdió y la segunda fue prácticamente destruida por los Sherman y M-18 americanos después de numerosas escaramuzas en las que los alemanes perdieron más de 50 Panther con gran enfado por parte de Blaskowitz que continuaba presionando a Von Manteuffel para seguir luchando a pesar de las graves pérdidas. Lo hizo utilizando la 111ª pero a la vez los americanos seguían amenazando con abrir una brecha entre el V Ejército y el Primer Ejército al norte. La impaciencia de Blaskowitz llegó al límite y derivó en fuertes discusiones con el general acusándole de usar sus fuerzas únicamente en tibios movimientos y reprochándole su incompetencia táctica, por su parte, éste se quejó de la poca valía de las brigadas panzer en combate. Al día siguiente, Hitler destituyó a Blascowitz decepcionado por el pésimo rendimiento de las brigadas panzer. Los combates continuaron pero los alemanes ya no conseguirían nada y el día 24 con los americanos amenazando Aachen7, Rundstedt pidió a Hitler que enviara todas las tropas disponibles hacia allí.

Siguiendo el plan del general Balk, sustituto de Blaskowitz, los ataques se reanudaron ese mismo día cayendo de nuevo el peso de las operaciones en el V Ejército de Von Manteuffel que recibió permiso para reunificar todas las tropas disponibles, la lucha continuó tres días más en los que tras ciertos vaivenes en el signo de la lucha aunque al final la mayoría de las tropas alemanas se habían desintegrado y debido a los intensos ataques aéreos apenas quedaban vehículos blindados. Von Manteuffel mandó un informe que decía: “Perdidos todos los objetivos. Tropas exhaustas. Necesitan descanso.”El día 29 Balk le envió un mensaje ordenándole el cese de la ofensiva. Mientras Hitler, atento al asalto en Arnhem, se desentendió de la derrota en Lorena y ya comenzaba a planificar la operación Wacht am Rhein. Por ello Von Manteuffel y los restos de su V Ejército fueron trasladados a la región de Eifel que era la prolongación de las Ardenas en territorio alemán.

ARDENAS

El relato que sigue es una transcripción de los apuntes del propio Von Manteuffel sobre los preparativos y el desarrollo de la ofensiva en las Ardenas.

El día 3 de noviembre soy convocado junto con Model, Jodl, Rundsted y otros generales a una reunión secreta con Hitler para explicarnos su plan para lo que él llamaba una ofensiva decisiva.” Hitler había comprendido que los Ejércitos de occidente estaban derrotados y que solo se podía ganar tiempo prosiguiendo la lucha en el Muro del oeste. Desde septiembre todos los contraataques habían fracasado y no existían las circunstancias propicias para una contraofensiva dada la pérdida de iniciativa del Ejército. Se ordenaría traer formaciones frescas y lograr una batalla “móvil” para operar en campo abierto y cambiar la suerte de la guerra en su totalidad. Hitler ordenó un estudio de las fuerzas enemigas y de los recursos propios. Estudiando estas cifras se pensó que era posible cambiar el curso de los acontecimientos. En vista del escaso número de fuerzas enemigas en las Ardenas, el OKW decidió que ese sector era el más apropiado para iniciar un contraataque. El enemigo había sufrido muchas bajas en el curso de sus ofensivas y sus reservas estaban situadas inmediatamente detrás del frente y su aprovisionamiento dependía de líneas muy largas; el frente era delgado y no esperaba un ataque alemán.

Explotando el factor sorpresa y las adversas condiciones atmosféricas que mantendrían la aviación en tierra, se podría hacer una rápida penetración y permitiría que las fuerzas acorazadas se apoderaran de las cabezas de puente de Lieja y Namur y pasando al este de Bruselas, se dirigirían al puerto de Amberes. Tan pronto como los tanques alcanzaran esa zona, las líneas de comunicación de 1º Ejército americano y del XXI grupo de Ejércitos británicos estarían amenazadas y quedarían cortadas al caer Amberes. Podrían quedar aisladas y derrotadas entre 25 y 30 divisiones y conllevaría la captura y destrucción de enormes cantidades de material y suministros.

Después Jodl nos esbozó las fuerzas que debían tomar parte:

 -6º Ejército Panzer SS al mando de Dietrich que debía hacerse con los cruces del Mosa en Lieja y avanzar hasta Amberes. Estaría compuesto de cuatro divisiones panzer SS y cinco de infantería.

 -5º Ejército Panzer al mando de Von Manteuffel que cruzaría el Mosa cerca de Namur y cubriría la retaguardia del 6ª Ej.Pz. Compuesto de cuatro divisiones panzer y tres de infantería

 - 7º Ejército mandado por el General Brandenberger y que cubriría los flancos sur y suroeste. Formado seis divisiones de infantería y una panzer.

Las reservas serían de tres o cuatro divisiones panzer y el mismo número de infantería. La ruptura del frente sería tarea de las divisiones de infantería y los carros deberían explotar el efecto sorpresa del asalto y penetrar por las brechas hechas por la infantería hacia el oeste. Jodl anunció el ataque para el 25 de noviembre dado que habría luna nueva.

Von Manteuffel tomó la palabra en primer lugar diciendo que haría lo posible para tomar los puentes del Mosa y cruzarlo pero que era muy escéptico ante la fecha del ataque por la falta de tiempo y que lo razonable sería posponerlo con el consiguiente enfado de Jodl que dijo que Hitler no consentiría aplazamiento alguno. Después habló Model que sugirió un cambio de plan después de cruzar el Mosa y que en vez de que el avance fuera solo hacia el oeste, el Ejército se dividiera, una parte avanzando al norte y otra al noroeste. El objetivo sería crear una pinza que cercaría casi 30 divisiones americanas. La principal diferencia entre los planes era que el de Hitler pensaba utilizar fuerzas limitadas para un objetivo muy grande mientras que el de Model proponía era usar fuerzas mayores para un objetivo menor. El resultado de la conferencia fue la llamada “pequeña solución” y que prácticamente seguía las directrices de Model. Hitler a posteriori se negaría a discutir dicha solución llamándola “solución a medias”. El general retomó la palabra para hacer un análisis de las fuerzas enemigas y, sus puntos débiles, sus reservas y sus posibles movimientos. La máxima preocupación de Von Manteuffel y Model era que el tercer día de la ofensiva el 7º Ejército debería haber establecido una línea defensiva, adentrándose en el oeste, antes de la llegada de las reservas enemigas.

El dos de diciembre se celebró en Berlín una nueva reunión donde son convocados todos los generales implicados en la ofensiva pero a pesar de la brillante exposición de Model, el plan básico no fue modificado pues Hitler se negó a ello. Von Manteuffel se reunió en un aparte con el Führer y se comentaron algunos cambios pero la conclusión que sacó Von Manteuffel fue que Hitler no era consciente de que no tenía los Ejércitos de 1939. Ante la pregunta que si se podría contar con Göring, Hitler le respondió: “reste mil de lo que le prometa Göring y lo que quede se lo habrán de repartir entre Dietrich y usted”. La credibilidad de Göring en esos momentos era nula.

La lucha en Aachen sirvió para ocultar los movimientos e intenciones del OKW y esconder las concentraciones de tropas. Los comandantes alemanes conocían bien esa zona, su orografía, su meteorología y sus problemas de logística. Los comandantes eran conscientes del escaso grado de entrenamiento de las tropas disponibles, a excepción de las de la SS y de las dificultades de enfrentarse a un Ejército bien entrenado, alimentado y con múltiples reservas.

Los preparativos se hicieron con unas medidas de seguridad extremas que incluyeron cambios de uniformidad, uso de carbón vegetal en las cocinas de campaña, el movimiento de la artillería con tiros de caballos con los cascos cubiertos con paja, además de aprovechar la excelente red ferroviaria de la región de Eifel. Todo esto se tradujo en una total sorpresa pues el enemigo no esperaba un ataque en ese sector, en esa época y con tanta dureza. Von Manteuffel previno a Hitler para que dictara una orden para asegurar la capacidad de transporte en las columnas de aprovisionamiento pero la endémica falta de vehículos frustró la posibilidad de la llegada fluida de los suministros. La moral de la tropa no era la óptima aunque el saber que ellos eran prácticamente la última línea de defensa delante del territorio alemán les inyectaba una dosis extra de moral.

De nuevo fue convocado, esta vez en el nido del águila junto con Model, Rundsted y Dietrich. El discurso-arenga de Hitler decepcionó a los presentes pues no dijo nada nuevo y en el que no se hizo mención alguna al grave problema de la escasez de material que se cernía sobre la operación. Poco después Speer, en calidad de ministro de municionamiento, visitó a Von Manteuffel en su cuartel general reiterándole el apoyo, la calidad y la cantidad de suministros aunque todo dentro de las posibilidades reales de Alemania en ese momento.

Von Manteuffel resumió así el desarrollo de las operaciones:

1ª Fase: El asalto inicial tiene un sorprendente éxito. La extensión del avance no es, sin embargo tan profundo como se esperaba.

2ª Fase: Durante 3 o 4 días se hace perceptible la intervención de las reservas aliadas, particularmente contra el flanco izquierdo.

3ª Fase: El día 20 se produce un significativo deterioro de la situación en flanco sur del 7º Ejército, mientras que en el sector central del 5º Ejército prosigue su avance hasta el día 24, el peso de la operación se traslada a esta unidad, durante estas fases, los americanos han mantenido el cruce de carreteras de Bastogne por lo que se hace necesario rodearlo, lo que debilita el ataque hacia el Mosa.

4ª Fase: Los días 24 y 25 la situación se invierte, las fuerzas alemanas pasan a la defensiva.

La batalla de Bastogne requiere de la transferencias de fuerzas del 6º Ejército panzer SS.

5ª Fase: La presión americana aumenta progresivamente. Hay dos puntos donde el esfuerzo enemigo es mayor, uno al NE del flanco norte y otro al SE del flanco sur.

6ª Fase. La situación es crítica, toda la operación se ha transformado en batalla defensiva. Las bajas son grandes tanto en hombres como en equipo y el sistema de aprovisionamiento no es capaz de suministrar combustible debido a la supremacía aérea americana.

A primeros de enero Bastogne es liberada y la batalla perdió su razón de ser. Von Rundsted propone una retirada a las posiciones de partida pero Hitler ordena una retirada lenta y combatiendo.

7ª Fase. Los flancos alemanes son continuamente empujados hacia adentro y el peligro de embolsamiento es cada vez mayor.

El 13 de enero comienza en el Frente del Este la gran ofensiva rusa y el OKW se ve obligado a trasladar tropas a ese frente. La totalidad del 6º Ejército panzer SS es retirado para operar en el este.

8ª Fase: A fin de cubrir la retirada de dicha unidad, el frente debe ser trasladado hasta una línea más corta, delante de las posiciones de partida de la operación. Los aliados comienzan a avanzar y como el poder defensivo de los alemanes está muy mermado, se desvanece la última posibilidad estratégica de sostener el decisivo frente del Rin.

Este es el análisis final de Von Manteuffel sobre la ofensiva de las Ardenas:

Durante cinco semanas las tropas lucharon con gran valor y tenacidad tanto en defensa como en ataque, sin descanso y en situaciones de extrema dureza. Su creencia en que su sacrificio reportaría el tiempo necesario a nuestros conductores políticos para poner fin a la guerra inspiró sobrehumanos esfuerzos.

A pesar de su devoción la ofensiva fracasó. A los pocos días de su inicio ese fracaso parecía probable, a causa de los objetivos asignados, que estaban demasiado alejados, además de ser las tropas atacantes demasiado escasas para ese fin. Nuestras fuerzas carecían de la necesaria “profundidad” en hombres y material para explotar rápida y poderosamente la ruptura una vez lograda, Al mismo tiempo, no había tampoco tropas suficientes para proteger los flancos de la columna atacante, a menos que fueran retiradas de las columnas que debían dirigirse hacia el Mosa.

El 7ª Ejército era además demasiado débil para cumplir las misiones iniciales que no solo consistían en dar cobertura del flanco sur a los dos Ejércitos acorazados sino también enviar una fuerza atacante a Luxemburgo. Resultado de ello fue que no pudo cumplir ninguna de sus misiones satisfactoriamente. La general falta de fuerzas produjo otro mayor fracaso. No se estableció ningún punto determinado de esfuerzo principal.

El rígido cumplimiento del objetivo inicial fue un error como asimismo lo fue la organización y disposición de nuestras fuerzas. El mando supremo sin contacto con las condiciones reinantes en el frente y haciendo gala de una gran obstinación en que sus órdenes fueran cumplidas al pie de la letra, careció de la flexibilidad necesaria para que las operaciones se ajustaran a los cambios de situación que se producían. La culpabilidad final recae en Hitler. Cuando trascendió que las divisiones originalmente destinadas a tomar parte en la ofensiva no estarían disponibles, el plan debió ser modificado para ajustarlo a los medios a nuestra disposición. Igualmente cuando se constató que no había posibilidades de proseguir con la ofensiva, debió haberse tomado a tiempo la decisión de pasar a la defensiva y retirarnos a las posiciones originalmente ocupadas.

En opinión de Von Manteuffel tres fueron los factores que contribuyeron a la derrota:

1º el enemigo reacciono más rápidamente ante el ataque del 16 de diciembre de lo que esperaba el mando supremo.

2º las medidas enemigas fueron coordinadas como parte de un solo plan.

3º cuando el tiempo aclaro el enemigo volvió a tener la supremacía aérea.

Alemania obtuvo un respiro y el frente interno fue aliviado de la lluvia de bombas aliadas. Pero el precio era tan grande que la ofensiva no produjo provecho alguno. Las últimas reservas alemanas sufrieron tan terribles perdidas que ya no podían afectar a ni al frente occidental ni al oriental. Además el rápido avance del Ejército rojo anuló los posibles efectos de la ofensiva de las Ardenas haciendo inevitable el rápido fin de la guerra. El tiempo ganado en el frente occidental fue realmente ilusorio. Sin embargo, y a pesar del resultado, no puede negarse que las tropas y la oficialidad alemanas sacrificaron todo en este último intento de influir en el destino de Alemania. A pesar de su inferioridad numérica y de armamento, las divisiones atacantes lucharon con heroísmo.

El 18 de febrero de 1945 fue condecorado con la Cruz de Caballero con Hojas de Roble, Espadas y Diamantes, siendo el cuarto oficial en recibir tal honor. Después de la derrota en las Ardenas y el 2 de marzo de 1945, Hasso Von Manteuffel se convirtió en Comandante en jefe del 3º Ejército Panzer, que formaba parte del Grupo de Ejércitos del Vístula, que fue encargado de detener a las fuerzas soviéticas en su embate final hacia Alemania, defendiendo la línea del río Oder.

ALTOS DE SEELOW

En los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, el Frente Oriental se encontraba en las puertas de Alemania y el Ejército soviético estaba decidido a tomar el último obstáculo de importancia antes de llegar a Berlín, las onduladas colinas y llanuras del área conocida como Colinas de Seelow, sólo a poco más de 50 kilómetros de la capital de Alemania.

El 9 de abril el Ejército Rojo realizó un ataque masivo. La primera oleada de T-34, fue destruida por cohetes, Stuka, minas e infantería equipada con Panzerfaust. La segunda oleada atacó a las 11:50, siguiendo los pasos del ataque precedente, esperando encontrar una ventaja en los pasos abiertos por sus compañeros en los campos de minas alemanes. Los cazas soviéticos mantenían a raya a los Stuka, pero poco o nada podían hacer contra la infantería y sus anticarros. Aquel segundo ataque terminó como el primero, se perdieron 34 tanques y varios cientos de muertos quedaron para siempre en las llanuras. Von Manteuffel sabía que no podría mantener la posición durante mucho más tiempo; no disponía de refuerzos ni en hombres ni en material. Dispuso como mejor pudo sus pocos 88mm y varios PAK de 75 mm, así como una batería antiaérea. El apoyo aéreo sería crucial, pero lo que quedaba operativo de los Jg548 y Jg52 se hallaban en desventaja de 20 a 1, y sus aeródromos estaban a punto de ser ocupados. La mejor ayuda procedía del Stukageschwader 2, la famosa Escuadrilla Immelman, sus pilotos llegarían a destruir 149 tanques rusos. Una de las zonas más complicadas estaba defendida por el mayor SS Falkenhahn junto con la unidad del mayor Gottlieb, compuesta de una heterogénea mezcla de soldados convertidos en artilleros de los cañones anticarro PAK 40, a pesar de lo disminuido de ambos grupos tanto en hombres como en material y municiones, destruyeron gran cantidad de carros enemigos.

Los rusos atacaron de nuevo a las 9:15. Koniev había amenazado a sus subordinados que si sobrevivían al próximo ataque sin haber conseguido que los alemanes se retiraran de las colinas, los haría fusilar por cobardía. Los comandantes de batallón tuvieron que avanzar detrás de sus hombres pistola en mano, y para las MG alemanas fue un regalo que solo pudieron aprovechar mientras tuvieron munición. Desde la salida del sol los rusos habían perdido casi 2.000 hombres y otros 60 tanques, mientras que los alemanes habían tenido 400 bajas. Von Manteuffel sabía que sin refuerzos ni apoyo acorazado su defensa terminaría colapsándose con independencia de las bajas que pudieran causar al enemigo. El prometido apoyo aéreo era inefectivo, la artillería poca y no siempre a tiempo, incluso las municiones de armas personales estaban comenzando a escasear y los cañones anticarro cada vez disponían de menos proyectiles. Para Koniev las cosas no iban mucho mejor, había sufrido 4.000 bajas, 300 tanques habían sido destruidos, y sólo había avanzado dos kilómetros en tres días. Decidió que era el momento de utilizar sus reservas, dos divisiones acorazadas y tres regimientos de infantería. Ordenó a su artillería que disparará proyectiles de humo para ocultar el avance, y a las 10:50 se dio la orden de avanzar. Von Manteuffel había ordenado a sus comandantes que actuaran por propia iniciativa. Falkenhahn y su ahora reforzada compañía, cerca de 90 hombres, recibió más Panzerfaust y minas magnéticas, pero la munición para el armamento personal todavía estaba de camino, al igual que los proyectiles para los cañones anticarro. Tanto el grupo de Falkenbahn como el de Gottlieb fueron arrastrados hasta la segunda línea de defensa donde Gottlieb se unió a unos batallones dispersos de la Hitlerjugend y el Volkssturm, que retomaron el ataque aunque debido al impulso de las tropas rusas que les multiplicaban en número, la defensa comenzó a debilitarse. Mientras, en el lado ruso la presión de Stalin para alcanzar Berlín cuanto antes, empezaba a ser agobiante.

Von Manteuffel vio que la situación era desesperada, e incluso transmitió a sus superiores en Berlín su opinión al respecto. Se le autorizó retirarse y se le aseguró que una fuerza de relevo estaba en camino. Para su alivio ésta se concretó en forma de efectivos dispersos de las divisiones Waffen SS Nordland, Nederland, Wiking, Prinz Eugen y Wallonien, así como elementos de la Reichsfuhrer SS. El total de fuerzas reunidas sumaban un total de 26.000 hombres, 24 tanques, 15 cazacarros y docenas de semiorugas y camiones. Según sus cálculos podrían resistir allí hasta el 12 de abril, pero incluso esa fecha podría ser demasiado tarde. Los rusos seguían apretando a pesar de las fortísimas bajas, pues después de mediodía habían perdido otros 3000 hombres y unos 370 tanques. Antes que anocheciera, los cazabombarderos rusos Sturmovik hicieron tres salidas para golpear los defensores alemanes aunque tan pronto oscureció, éstos volvieron a ocupar las posiciones iniciales. Durante aquella noche se sucedieron sangrientos combates de infantería, el frente seguía resistiendo en su cada vez más precariamente defendido perímetro. Varios batallones rusos fueron aniquilados y expulsados fuera de la línea de defensa alemana por lo que Koniev decide esperar para el siguiente ataque a recibir refuerzos.

El propio Manteuffel había resultado herido cuando un grupo de rusos entró en su cuartel general. Cuatro de sus asistentes cayeron en el ataque, y él mismo tuvo que acabar con dos de los rusos a golpe de pistola y bayoneta. La herida, un balazo en la parte superior del brazo, no era mortal, pero el general tuvo que ser asistido. Manteuffel, sin apenas dormir durante los cinco días anteriores, se rindió al cansancio y se derrumbó en un profundo sueño. Sin saberlo fue enviado a retaguardia por sus ayudantes.

Los rusos por su parte estaban a punto de recibir los refuerzos y se ordenó un intenso bombardeo antes de que los tanques iniciaran el asalto y aunque la Luftwaffe hostigó a los blindados atacantes, los altos de Seelow cayeron en manos de los rusos. En el momento que el 2º frente Bielorruso de Rokossovsky cruzo el Oder, el 3º Ejército de Von Manteuffel tenía los días contados. El general Heinrici le dio permiso para retirarse hacia Meckelenburgo pero sin informar ni a Hitler ni a Keitel, ambos refugiados en el bunker de Berlín. El 29 de abril Keitel le llama acusándole de desobediencia y es obligado a dimitir.

El 29 de abril de 1945, Keitel le ofreció el mando de la unidad del Grupo de Ejércitos Weichsel y el ascenso a mariscal, pero éste rehusó la oferta en protesta por el trato dado a Heinrici.
Durante su retirada hacia el oeste, su Ejército tuvo que dar protección a los miles de civiles que huían de los rusos y cuando Keitel le transmite la orden de Hitler de contraatacar a lo que se negó intentando proteger a sus tropas de una lucha inútil, el general respondió: “El Ejército de Manteuffel solo escucha a Manteuffel”, y ante sus amenazas le dijo “Los Manteuffel hemos servido más de 200 años y siempre hemos luchado por nuestras acciones y hemos asumido la responsabilidad por ellas”. A su vez tuvo que informar de lo acontecido a Hitler: “Después de varios días de fieros combates no puedo culpar de lo sucedido a mis soldados, han luchado con todo en contra, superados cuatro a uno. Hemos causado serias bajas a la fuerza enemiga, pero no hemos podido detener el avance ruso. Asumo toda la responsabilidad.” Desde el 30 de abril al 2 de mayo de 1945, el general con los restos del 3er. Ejército Panzer, se retira hacia el oeste a través de Mecklenburgo, intentando alcanzar la línea de demarcación entre el Ejército Soviético y las fuerzas Anglo-Norteamericanas. Finalmente, el 3 de mayo de 1945, Von Manteuffel tras negociar con los generales ingleses, consiguió rendirse al Ejército Británico en Hagenow librando a sus hombres de un largo y duro cautiverio a manos rusas.

POSTGUERRA

Permaneció como prisionero de guerra de los británicos en el campo especial 11 para oficiales de alto rango con el número de prisionero A 451660 y después traspasado a mando americano y recluido en Nüremberg hasta diciembre de 1947. Durante el último periodo de su cautividad, cooperó con los Servicios Históricos del Ejército USA y desarrolló su proyecto de reunir cuanta información fuera posible de sus antiguos enemigos para la creación de una investigación monográfica sobre la ofensiva alemana en Las Ardenas.

Durante los primeros años de la década de los 50, centra sus esfuerzos en la creación del nuevo Ejército alemán que él mismo bautiza como Bundeswehr. Se afilió al FPD10 en 1949 y fue el portavoz de asuntos de defensa. En 1953 y hasta 1957 fue elegido diputado del Bundestag por la ciudad de Neuss en el Ruhr.
En el año 1959, un tribunal de Dusseldorf acusó a Von Manteuffel de asesinato por ordenar el fusilamiento de uno de sus hombres acusándolo de cobardía ante el enemigo. En agosto de ese año es sentenciado a 18 meses de prisión, tras una gran controversia y después de la intercesión de un grupo de líderes políticos y en especial del presidente del país, Theodor Heuss, miembro también del FPD y antiguo militante de la resistencia alemana, fue liberado tras cumplir dos meses de arresto siendo la acusación retirada. Se da la circunstancia de que Heuss fue un fuerte opositor a la creación del Bundeswehr por la que tanto abogó Von Manteuffel. Fue invitado por el presidente de los Estados Unidos, y antiguo enemigo, Dwight Eisenhower, a visitar Washington, incluyendo en su periplo no sólo la Casa Blanca sino incluso el Pentágono, y teniendo la ocasión de conocer en persona a otros "viejos enemigos", como Gerow y Bradley. El alto grado de reconocimiento a sus virtudes militares fue tanto como para incluso departir clases magistrales en la Academia Militar de West Point en 1968, y ejercer de asesor militar en producciones cinematográficas. Participó en el documental El Mundo en Guerra (1974), producido por la BBC y trabajo como consejero técnico en la película “La última batalla” de C. Ryan.

Murió durante unas vacaciones en el Tirol en septiembre de 1978 y como muestra de su gran prestigio, el Times de Londres le dedico un excelente obituario.

Notas:

1-Freiherr: Mientras en la mayor parte de los países europeos se adoptó la denominación de Barón, en Alemania su equivalente siguió siendo la de Freiherr.

Tras el advenimiento de la República de Weimar y la aprobación de la Ley prusiana para la abolición de los privilegios de la aristocracia y la disolución de sus haciendas, los antiguos títulos nobiliarios de las familias de la aristocracia alemana fueron prohibidos, aunque se permitió a todas ellas convertir el antiguo título en apellido familiar que, asimismo, se transmitiría de padres a hijos.
Tanto en el Reichswehr como en la Wehrmacht, la mayor parte de los Oficiales Particulares y Generales pertenecientes a la aristocracia formaban parte del grupo de los Freiherr y los Ritter.

2-Abitur : Del latín, abire, (irse) es el nombre del examen que hacen los alumnos de secundaria al acabar el último curso y da la posibilidad del acceso a estudios superiores.

3-Rathenow: Después de la desaparición de la Unión Soviética y con la apertura de sus archivos se ha sabido que en un campo a menos de un kilómetro de esta localidad el Ejército ruso enterró los cuerpos de Hitler y de algunos de sus asistentes.

4-Ochsenkopf : cabeza de buey.

5-OKH, Ober Komanndo der Heer: Estado Mayor del Ejército de Tierra.

6-Tropas francesas de Leclerc: En esta División se encontraba encuadraba la “nueve”, compañía formada por combatientes españoles.

7-Aachen: Aquisgrán, primera ciudad alemana en ser tomada por tropas extranjeras.

8-Jg ( jagdgeschwader): ala de caza.

9- Este hecho aparece en varios libros de historia pero Von Manteuffel no hace ninguna referencia a él en sus memorias.

10- Freie Demokratische Partei (Partido Democrático Liberal)

Bibliografía:

-The other side of the hill: B.L.Hart

-Panzer grenadier division Grossdeutchsland : H.Schibert/B.Culver

-Lorraine 1944: S.Zaloga

-Ardenas 1944: J.R.Arnold

-Panzer Comander: H. Von Luck

-The fatal decisión: compilación de S.Westphal (que incluye las notas de Von Manteuffel sobre la batalla de las Ardenas)

Imagenes:

Hasso von Manteuffel (Bundesarchiv)

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/2c/Bundesarchiv_Bild_146-1976-143-21%2C_Hasso_von_Manteuffel.jpg

Lituania 1944 (bundesarchiv)

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/2c/Bundesarchiv_Bild_146-1976-143-21%2C_Hasso_von_Manteuffel.jpg

Centro Histórico de Bastogne. Abrigo original de von Manteuffel.

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/en/c/cd/Manteuffel_coat.jpg

 

 

 

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