Batalla de Cabo Passaro 11 de agosto de 1718
 
22 DE AGOSTO DE 1717: Las tropas españolas desembarcan en Cerdeña y recuperan la isla en pocos días. El casus belli esperado fue la detención en Milán del inquisidor general de España por las tropas del emperador. Felipe V prefería una expedición a Nápoles, pero la falta de efectivos aconsejaron lanzar una operación anfibia sobre Cerdeña, excelente puente hacia el resto de Italia. 

Se encargó de la empresa José Patiño, intendente general de la Marina, que trabajó incansablemente hasta reunir en Barcelona una veintena de navíos de guerra y cerca de un centenar de transportes —muchos de ellos incautados— en los que se embarcaron 8.000 hombres, 600 cañones, 50 cañones de sitio, 12 de campaña y gran cantidad de pertrechos, municiones y víveres para tres meses. 

  Batallones de marina 1717

 El mando de la flota recayó en el marqués de Mari y el de las tropas expedicionarias, en el marqués de Lede. Zarparon a finales de junio en dos escuadras distanciadas unos días que, por la meteorología adversa, se convirtieron en 20 a su llegada a la bahía de Cagliari (Cáller en catalán), lo que permitió a las fuerzas austriacas preparar la defensa. Con todo, las dos escuadras se conjuntaron hacia mediados del mes de agosto y, el día 22, protegidas por varias galeras, las tropas desembarcaron en una playa cercana a Cáller sin mucha oposición. 

Protegidas por la flota y la continua llegada de suministros desde Barcelona, las operaciones en tierra se desarrollaron con celeridad. La conquista de Cerdeña propició la siguiente expedición, contra Sicilia e inspirada por Alberoni. En el puerto de Barcelona se concentró una flota al mando de Antonio Gaztañeta compuesta de cinco escuadras: 40 navíos de guerra y más de 300 transportes para proyectar cerca de 30.000 hombres a las órdenes de Lede, que se hicieron con la isla en pocos días, salvo las plazas de Mesina, Milazzo y Siracusa. 

Regimiento Asturias (Augusto Ferrer-Dalmau)

 La Triple Alianza, sorprendida por el fulminante rearme español y su agresiva política exterior, autorizó a la flota británica en el Mediterráneo atacar a la española que, sin mediar declaración de guerra y por sorpresa, dejó fuera de combate a más de la mitad de los navíos de Gaztañeta.

Colección de cuadros y planos sobre la guerra de Cerdeña y Sicilia, en los años 1717 a 1720 [Manuscrito]