Durante la Guerra Hispanoamericana en 1898 la defensa costera de Santiago de Cuba estaba al cargo de 5 baterías de artillería, formadas por viejas piezas en su mayoría de antecarga y de escaso valor militar para una guerra moderna. Las baterías de La Socapa Alta y del Morro tenían la misión de atacar a la flota enemiga, mientras que las de La Estrella, Punta Gorda y la de la Socapa Baja tenían encomendada la defensa del canal de entrada de la bahía en caso de que se intentara forzar el paso.


Además en la bahía santiaguera se encontraba el buque Reina Mercedes, un crucero no protegido de aproximadamente 3000 tons, construido en Cartagena en 1887. Para 1898 estaba prácticamente inútil debido al estado de sus calderas no pudiendo cumplir la orden de agruparse junto a otros navíos españoles en La Habana y se decidió que permaneciera en Santiago y participara en su defensa como batería flotante.

Foto de la época del crucero Reina Mercedes:
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Fue anclado cerca de la batería de la Socapa, y las partes altas de sus mástiles fueron echadas abajo. Su costado de estribor, que era el que enfrentaba a la boca de la bahía fue protegido con cables y redes antitorpedo . Sus botes participaron en la colocación de las líneas de torpedos y minas que guardaban la entrada del canal. Pero lo que más nos interesa es que 4 de sus 6 cañones Gonzalez-Hontoria de 16 cm de calibre fueron destinados a las baterías de defensa costera de la ciudad (Socapa Alta y Punta Gorda).

Cañones Hontoria de 16 cm en Punta Gorda:
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Estos cañones fueron diseñados por el brigadier José González y Hontoria, natural de Sanlucar de Barrameda e insigne ingeniero y constructor de cañones de nuestro país, quien entre los años 1864 y 1865, a la edad de 24 años, había viajado a los Estados Unidos de América para estudiar los nuevos procesos técnicos de fundición de cañones y la tecnología de estos. Posteriormente había construido en nuestro país una excelente familia de cañones. De estos el de 16 cm de 1883 era considerada entonces como la pieza más potente de Europa. Para este modelo se tiene que recurrir a fábricas extranjeras para la construcción y pruebas de los mismos. Los del Reina Mercedes posteriormente instalados en La Socapa y Punta Gorda fueron probados y fabricados en Francia por la Sociedad Forges et Chantiers de la Mediterranée en el Havre, bajo la dirección del autor del proyecto. Estos cañones eran capaces de disparar cada 3 minutos, y estaban protegidos por un escudo de 3 cm.
Cañón Hontoria de 16 cm que hoy se puede apreciar en el parque conmemorativo de la Loma de San Juan en Santiago de Cuba:
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El trabajo de emplazamiento se realizo en 21 días, con muchas dificultades, (aun hoy es una zona de difícil acceso) acarreando cuesta arriba la pesada carga, bajo la dirección del teniente de navío José Müller y Tejeiro con 50 marinos del citado barco y 40 soldados. La batería está situada en la cresta de una colina llamada La Socapa, a 400 metros del castillo del Morro y del lado opuesto del canal de entrada a la bahía. También fueron montados 3 antiguos obuses de hierro de 21 cm de ante carga, con la conveniente separación entre las piezas. Alrededor de 20 m por detrás de los cañones se encontraba el almacén de municiones, una débil edificación con techo de planchas metálicas. Se construyeron parapetos utilizando toneles y cajas de madera rellenas de mortero, y se eliminó toda la maleza circundante para proporcionar una adecuada visibilidad. A continuación fotos de la época de la Batería Alta de la Socapa, tomadas poco después de la rendición de la ciudad:
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Edificación utilizada como almacén en la Socapa:
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En la falda de la colina, junto al mar, y enfrente de las fortificaciones de La Estrella, los marinos del Reina Mercedes montaron otra batería, conocida como Batería Baja de la Socapa, estaba formada por 1 cañón Nordenfelt de 57 mm, 4 cañones Hotchkiss “revolver” de 37 mm y 1 ametralladora de 11 mm, todos provenientes de su buque, con el objetivo de defender las líneas de torpedos e impedir la entrada de cualquier buque pequeño a la bahía. Toda la artillería desmontada del Reina Mercedes y emplazada en tierra fue operada durante la guerra por los hombres de dicho buque.
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Aquí fotos de un cañón naval Hotchkiss “revolver” de la época, este está en el Museo Militar de Roma:
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Desempeño:
La batería de la Socapa fue alcanzada el 16 de Junio de 1898 por una granada de 33 cm, que cubrió con tierra uno de los Hontoria, pero para el siguiente dia ya pudo ser puesto nuevamente en servicio. Otro proyectil de 15 cm perforó el escudo de otro Hontoria, dañando la cureña, pero sin desmontar el cañón o ponerlo fuera de combate. El 2 de Julio una granada desmontó la cureña de un Hontoria.
Muchos proyectiles pequeños alcanzaron los parapetos y los cañones, sin causar mucho daño.
El edificio usado como polvorín no fue tocado.
Un proyectil de 16 cm de los Hontoria de La Socapa impactó en la batería de tiro rápido de popa del USS Texas, estallando y matando a un marinero e hiriendo a otros 6, dejando la batería del barco temporalmente fuera de servicio.
Por nuestra parte, y según Severo Gómez Núñez, las bajas en La Socapa fueron:
Junio 6: 8 hombres heridos
Junio 14: 1 oficial y 6 hombres heridos.
Junio 16: 2 muertos, heridos 1 oficial y 6 hombres.
Junio 22: 1 oficial herido.
Julio 2: 3 muertos, heridos 1 oficial y 6 hombres.

Para un total de 25 bajas en esta batería.

Gómez Núñez también menciona a los oficiales de esta batería Venancio Nardiz y Ricardo Bruquetas, que fueron heridos (dos veces el segundo de ellos) y se distinguieron en la defensa del puerto santiaguero.

En cuanto a la Batería Baja de la Socapa, esta entró en acción el 3 de Junio contra el barco carbonero “Merrimac”, cuando se intento por parte de los americanos el bloqueo del puerto mediante el hundimiento del mismo en la boca, con el objetivo de encerrar a la escuadra del Almirante Cervera. Esta acción resultó en el hundimiento del barco enemigo fuera del sitio pretendido, fracasando en su intento.

Por su parte el crucero Reina Mercedes fue alcanzado el 6 de junio de 1898, por 35 disparos, que mataron al segundo comandante, Emilio Acosta y Eyermann, y a cinco marineros e hiriendo a un teniente y diez marineros.

Placa funeraria que se encuentra en el Museo Emilio Bacardí en Santiago de Cuba:
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Posteriormente a la desastrosa salida de la escuadra del Almirante Cervera de la bahía santiaguera, toco el turno a los españoles de tratar de bloquear el canal de entrada a la misma, por el hundimiento del Reina Mercedes atravesado en el canal, esta vez para impedir la entrada de la escuadra americana, intento efectuado el 5 de Julio, pero que al igual que el de los americanos, fracasó al quedar el barco en posición incorrecta. Este buque fue luego reflotado y tuvo una larga vida operativa en la US Navy.

El 16 de Julio de 1898, después de la capitulación de la ciudad de Santiago de Cuba, la Batería Alta de La Socapa fue escenario de un hecho curioso: El tte. Santiago Cuesta Felizola, del Ejercito Libertador (insurrectos), ayudante del E.M. del Regimiento Cuba Nº 12 bajo el mando de Candelario Cebreco, ocupa la Batería Alta, izando la bandera cubana en lo alto de la montaña. Al poco tiempo llegan fuerzas norteamericanas procedentes de uno de los barcos de guerra de la escuadra americana, y se produce un incidente al exigir estos la retirada de los mambises, cosa a la que se niega firmemente el mencionado teniente insurrecto, los americanos se retiran a un lugar cercano e izan también la bandera de las barras y las estrellas. Este incidente, poco conocido, dio lugar al hecho, posiblemente único en la historia de esta guerra, de que se vieran flotando simultáneamente en lo cimero de aquel paisaje, las tres banderas de los tres pueblos envueltos en la pugna bélica, pues al otro lado del canal de entrada de la bahía, en el vetusto castillo del Morro, ondeaba aun, por vez postrera, la bandera española, que poco después se plegaría definitivamente. (del libro Cronología Critica de la Guerra Hispano-cubano-americana de Felipe Martínez Arango)

La Socapa en la actualidad:

Después del fin de la guerra, las baterías fueron abandonadas, permaneciendo las piezas en ellas, en 1928 uno de los cañones Hontoria procedente de la batería de Punta Gorda fue instalado en el parque conmemorativo de la Loma de San Juan. El resto fue víctima del soplete del chatarrero, en la Socapa Alta, por ser una zona intrincada y de difícil acceso, los operarios solo cortaron y se llevaron las piezas más ligeras, como los tubos del extremo de los cañones y piezas de las cureñas, dejando abandonados las partes mas gruesas de las recamaras.

En 1998, en ocasión de la conmemoración de los sucesos de 1898, se pretendió acondicionar un poco la zona de la Socapa Alta con la construcción de un camino de lajas de piedra, que nunca llegó a terminarse. En esos días fue que tuve conocimiento de la existencia de estas piezas de artillería, sumidas en un completo olvido por decenas de años. En 12 años transcurridos desde 1998 la vegetación y la selva ha vuelto a invadirlo todo, haciendo difícil nuevamente su acceso y localización.

En Julio de 2010 en ocasión de un viaje de vacaciones realizado a Santiago de Cuba me dispuse a encontrar los cañones de la Batería Alta de la Socapa, de los que en dicha ciudad solo los pocos vecinos de esa zona de la bahía habían oído mentar.

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Aquí la loma de La Socapa, vista desde el embarcadero en la orilla opuesta del canal de entrada a la bahía:

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Como anécdota les puedo referir que el viaje hasta Ciudamar, el embarcadero en la orilla este de la bahía, cerca de La Estrella y El Morro, lo realizamos en un viejo automóvil Buick del 1957.

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La lancha que nos condujo hasta el caserío de La Socapa estaba custodiada por 5 policías, y el puesto del conductor encerrado en una jaula de gruesos barrotes, en prevención de que un grupo de desesperados la secuestrase y se la llevase hasta la cercana base naval americana en Guantánamo.
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Una vez allí indagamos por el sitio y nos indicaron un empinado sendero que se internaba en la manigua. Después de subir trabajosamente un largo trecho, entre plantas espinosas de marabú y otra muy irritante para las personas alérgicas, llamada “guao”, llegamos hasta el camino de lajas, facilitándonos un poco el andar. Hay que señalar que como pensábamos después ir a la playa, la indumentaria que portábamos era por completo inapropiada para la excursión: chancletas de goma que resbalaban en las cuestas de tierra y camisetas sin manga que no protegían nada contra las espinas de las plantas, un error nuestro que lamentamos, así como no llevar un machete para limpiar un poco el camino de maleza.
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Aquí se aprecian Cayo Smith (hoy Cayo Granma) y Punta Gorda, desde el sendero.
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Todo esto unido al tremendo sol y un calor de casi 40ºC y gran humedad ambiental, nos incordió bastante en la subida. Aquí una foto del camino de lajas:
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Pero todos estos trabajos quedaron recompensados cuando entre la jungla encontramos el primer parapeto semioculto por la vegetación.
A pesar de que la madera ha desaparecido destruida por el tiempo, son claramente reconocibles las formas de las cajas y los toneles rellenados con cemento en 1898 por nuestros soldados en este paraje.

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Detrás de este parapeto encontramos tumbado el primer cañón: uno de los antiguos obuses de ante carga de 21 cm:
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Un poco mas adelante, detrás de otro parapeto y semioculto por la vegetación se hallaba uno de los Gonzalez-Hontoria que fueron emplazados allí provenientes del crucero Reina Mercedes:
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Aun en el suelo permanecían anclados los pernos que sostenían la cureña del cañón:
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Aquí se aprecia la obra destructora de la antorcha de los chatarreros:
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Aquí el cierre y la marca de la fabrica:
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Y algunos números de serie en los muñones:
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Más adelante y detrás de otro parapeto tuvimos la agradable sorpresa de encontrar el segundo Hontoria esta vez sobre su cureña. ¿Seria este el que logró hacer diana en el USS Texas? :
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Se pueden ver los anclajes del desaparecido escudo y los cortes del soplete, que acortaron sensiblemente el largo del cañón, por suerte al parecer se les terminó el gas y no llegaron a terminar el segundo corte que se puede apreciar claramente en la foto:
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La salvaje vegetación impide por completo la visibilidad hacia el mar y el castillo del Morro, que en 1898 brindaba un excelente campo de tiro a estas piezas.
Aquí algunas fotos de los parapetos:
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En cuanto a la Batería Baja, nada queda de esta, excepto este anclaje de la época, en el que todavía se aprecian restos de una cadena, quizá la que sostenía la línea de minas o cerraba la entrada del puerto:
Al fondo el castillo del Morro:
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Aquí el mismo anclaje esta vez teniendo como fondo la fortaleza de La Estrella:
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Como curiosidad aquí dejo esta foto de un bunker construido en este estratégico lugar por los comunistas en los días de la crisis de Octubre:
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Por último aquí les dejo una imagen tomada de Google Earth de la zona en la actualidad, señalando la ubicación de los lugares mencionados:
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Bibliografía:

LA ACTIVA VIDA DE GONZÁLEZ HONTORIA
Paz GARCÍA DE PAREDES Y RODRÍGUEZ DE AUSTRIA, Licenciada en Geografía e Historia

The Spanish American War: Blockades And Coast Defense
Escrito por Severo Gómez Núñez


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