Manzanillo es de las principales poblaciones de la costa suroriental de Cuba. Como toda la costa Sur de Cuba (exceptuando la franja que comprende desde Punta de Maisí a Cabo Cruz, donde están enclavadas Santiago de Cuba y Guantánamo) es una costa baja y cenagosa, geológicamente la Isla de Cuba se hunde por el Sur y emerge por el Norte. Al puerto de Manzanillo le llaman bahía, pero en realidad es muy abierto, una especie de golfo. Su puerto además está protegido por cayos entre los cuales hay canales que franquean el paso con dificultad. Esta villa en el verano de 1898 sufrió un total de cuatro ataques de la Marina norteamericana. Estos se han tratado en muchas publicaciones, esperamos aportar en este artículo de esta serie detalles nuevos para enriquecer el conocimiento que se tiene sobre el mismo.
En 1898 era una población relativamente moderna, la primera de sus casas se levantó en 1784. Varias veces la acometieron y robaron corsarios franceses, holandeses e ingleses. A pesar de la piratería, Manzanillo fue creciendo, y para las fechas que nos ocupan tenía alrededor de 10 mil habitantes y bastante comercio.
De Manzanillo eran muchos de los que con Carlos Manuel de Céspedes se alzaron contra España en el cercano ingenio de La Demajagua la noche del 10 de Octubre de 1868, dando inicio a la que se conoce como Guerra de los 10 Años, la primera de las contiendas independentistas cubanas. El 10 de noviembre de 1873 el general insurrecto Antonio Maceo atacó la plaza de Manzanillo llegando hasta la misma Plaza de Armas, pero no pudo tomar la ciudad por la resistencia de las fuerzas españolas que se defendían desde fortines y otros puntos fuertes. Los insurrectos a pesar de esto entraron en la población y quemaron varias casas, abandonándola después.
El fortín de San José se construyó a poco de este suceso, para defender la comunicación con Bayamo:
En este mapa he podido localizar donde se encontraban algunas de las otras construcciones militares en Manzanillo, estas eran:
Fuerte-Batería La Concepción: Construido en 1826, bajo la dirección del coronel de ingenieros José Balcourt, tenía forma semicircular, con flancos rectos y cerrados por un muro y estacada. La extensión del parapeto que miraba al mar era de 53 metros y de 65 la del muro y la estacada. La elevación de la batería sobre el nivel del mar era de cuatro metros y estaba dotada con cinco cañones de a 24. (2)
Cuartel: Era de mampostería y estaba en un ángulo de la plaza mayor. Contaba con capacidad para dos compañías y tenía además salón de armería, alojamiento para el comandante, cuarto para sargentos, patio con corredores y departamento de tropa. (4)
Fuerte Gerona: Construido en 1895, situado en la Calle de Purísima y Masó, hoy es la escuela secundaria Julio A. Mella. Este fuerte tenía capacidad para 4 piezas Krupp. (1)
Fuerte Martínez Campos: Construido en 1895, en el barrio conocido en aquel entonces como Oro, a 100 metros del antiguo trazado de la ciudad, hacia el Oeste. Constaba de dos pisos y azotea, en la cual se colocaron 3 piezas de tiro rápido. Podía albergar una guarnición de 40 hombres. (3)
Fuerte Otero y Pimentel: En la encrucijada de los caminos hacia los barrios Congo y Ceiba y el Cementerio (ahora es el campo deportivo que se aprecia en el mapa), se construyó en 1895 también un fortín de mampostería, de tres pisos, con capacidad para 50 soldados. Los trabajos de construcción de estos tres últimos fuertes estuvieron bajo la dirección del coronel retirado de ingenieros Sr. Salazar, y las obras de albañilería y carpintería los Sres. Antúnez y Guerra, oficiales del cuerpo de bomberos. (6)
Fuerte Zaragoza: hoy Parque de Masó (zoo de Manzanillo) (7)
Hay que hacer la observación de que en la Cuba de la época se le llamaba fuerte a casi cualquier obra defensiva, ya fuera un fortín de madera, un blocao o una casa fortificada.
Otras Obras públicas destacables de la época, que eran susceptibles de utilizarse en al defensa:
La Iglesia de la Purísima Concepción, patrona de Manzanillo, de mampostería y tejas, que se terminó en el año 1843. Tenía 37.6 metros de largo y 15 de ancho y fue costeada por el vecindario. (5)
El hospital de Manzanillo: fue terminado en el año 1853 por donativos del vecindario. Tenía dos departamentos, uno para militares y otro para civiles, este último dividido en dos salas, una para hombres y otra de mujeres.
En rojo aparece marcado el perímetro de la ciudad en aquella época, que estaría guarnecido por fortines, blocaos y alambradas. Fuera de este perímetro seguramente quedarían algunas casas y pequeños barrios.
En esta foto se muestra la “bahía” de Manzanillo, se ve por el color de las aguas la zona de bajos fondos y los cayos:
Cuando estalla de nuevo la guerra en Cuba en 1895, y ante la ausencia casi total de buenos caminos y de ferrocarril en la zona Oriental de Cuba, Manzanillo adquiere importancia como un puerto por donde entraban los abastecimientos al interior de la provincia de Oriente, se llevaban en convoyes o a través del rio Cauto, en aquel entonces navegable, al interior del territorio, a poblaciones como Bayamo y Cauto Embarcadero. Bajo el gobierno del Capitán General Martínez Campos, la insurrección cobró mucho auge, y luego bajo el mandato de Weyler, esta situación se mantuvo en Oriente, ya que Weyler se concentró fundamentalmente en la pacificación de Occidente, la región oriental se dejó para la última parte de la vigorosa campaña de este general. Esta situación y la llegada de la potente expedición comandada por Calixto García (24 de marzo de 1896, 3000 fusiles, un millón de tiros y varias piezas de artillería) propiciaron el refuerzo de las huestes insurrectas y el ataque sobre las poblaciones de Tunas y Guisa, muy cerca de Manzanillo. El marqués de Tenerife fue relevado antes de poder comenzar la campaña en esta zona. A principios de 1898, ya bajo el mando del Capitán General Blanco, se retoma la ofensiva en Oriente, y la zona de Manzanillo fue escenario de las operaciones de las columnas de los coroneles Tovar y Tejeda, y del general Pando, que desalojaron a los insurrectos del campamento conocido por El Chino, en las estribaciones de la Sierra Maestra, cercano al poblado de Campechuela. El general Blanco visitó Manzanillo en Enero de 1898, revistando a la tropa y repartiendo condecoraciones.
Cuando se hace realidad el estallido de la guerra contra los americanos, y comienza el bloqueo a las costas cubanas (22 de abril de 1898) en el oriente de Cuba los españoles proceden a concentrar sus fuerzas en poblaciones estratégicas, fundamentalmente en el litoral, a donde podían ser abastecidas y comunicadas por mar. A pesar del bloqueo americano, era más factible que por tierra, producto a la mala calidad de las vías de comunicación antes mencionada, y a la actividad de los insurrectos.
Esta foto fue tomada en las inmediaciones de Manzanillo en 1908, y muestra el pésimo estado de los caminos durante la estación de lluvias (verano).
Toda la cuenca del Cauto fue abandonada: Jiguaní (24 de Abril), Santa Rita (25 de Abril), Bayamo (28 de Abril) etc… fueron abandonados a los insurrectos por los soldados españoles, que se replegaron sobre Manzanillo.
Otros pequeños caseríos en esta costa cercanos a Manzanillo permanecieron en manos de España: Tunas de Zaza, Júcaro, Santa Cruz del Sur y Niquero. La costa entre estos pueblos fue guarnecida con fortines y blocaos, y torres heliográficas que garantizaban la comunicación. Ya hemos visto aquí en varios artículos anteriores de esta serie como era burlado el bloqueo por estos puertos de la costa Sur.
Heliógrafos españoles: Sistema de comunicación que empleaba la luz solar reflejada en espejos. Se situaban en torres y sitios elevados:
En la madrugada del 25 de Junio de 1898, arribó escapando a Manzanillo el blockade runner Purísima Concepción, después de una accidentada travesía desde Jamaica, durante la cual fue acechado y perseguido por varios buques auxiliares americanos, y en otras ocasiones tuvo que ser defendido por unidades navales españolas (ver la anterior entrega de esta serie para detalles de este viaje: http://www.elgrancapitan.org/portal/ind ... esamientos ).
El buque fue rápidamente descargado, las vituallas que portaba eran muy necesarias en la ciudad de Santiago de Cuba, sitiada por el V Cuerpo del US Army. Fue organizada rápidamente una columna española, compuesta de 3752 hombres al mando del Coronel Escario, que partió el día 22 de junio de 1898 desde Manzanillo con rumbo hacía Santiago de Cuba; para transportar los suministros desembarcados por el Purísima Concepción y para reforzar dicha plaza. La unidad se componía de 5 batallones de infantería y de cazadores, 1 compañía de ingenieros, 3 compañías de guerrilla, 1 compañía de transporte, algunos sanitarios y 2 piezas de artillería de montaña. Fue necesario requisar todos los mulos que se pudieron para acarrearlas, ya que no existían ni ferrocarril ni siquiera caminos practicables para carretas en plena estación de lluvias, y en su camino se interponía la Sierra Maestra, con las mayores montañas de la Isla. Además se esperaba fuerte oposición de los insurrectos durante el trayecto. Quizá en otro artículo trataremos la epopeya de esta andariega columna.
En Manzanillo la concentración de fuerzas españolas quedó como sigue:
2° División de Manzanillo:
Regimiento de Baza
Regimiento Vizcaya
Regimiento Andalucía
Regimiento Álava
Regimiento Unión, Regimiento Peninsular n.° 2
Regimiento Alcántara
1º Batallón Regimiento Isabel la Católica
2º Batallón Regimiento Isabel la Católica
3º Escuadrón Regimiento del Rey
1º Batería del 5.° de Artillería de Montaña
Una compañía de Zapadores y Mineros
14º Compañía de Transporte
El Mayor General José García Aldave era su comandante.
El número de efectivos creo que debía estar entre 4000 y 5000 hombres.
La llegada del Purísima Concepción a Manzanillo, que propició el refuerzo de Santiago, preocupó mucho al mando americano, y llevó al presidente McKinley a ordenar el ataque y bloqueo a dicho puerto de Manzanillo, con el objetivo de destruir este buque e impedir cualquier otro refuerzo por esa vía. El almirante Sampson asignó esta misión el 29 de Junio de 1898. El grueso de la escuadra americana se encontraba bloqueando a la escuadra del almirante Cervera en el puerto de Santiago, y no quiso distraer de esta tarea a ninguno de sus buques importantes (en efecto 5 días después se produciría la batalla naval de Santiago de Cuba), por lo que asignó la misión a buques auxiliares, y al frente de la misma puso al teniente Lucien Young, comandante del yate armado Hist. 
El “Hist” (472 toneladas) en Manzanillo, foto de 1909, mientras realizaba un trabajo de sondeo alrededor de toda la Isla: En el verano de 1898 estaba armado con 3 cañónes de 4,7cm, 4 de 3,7cm y varias ametralladoras.
Primer ataque 30 de Junio 1898:
La fuerza naval estaba compuesta por los yates Hist, Scorpion y Hornet y los remolcadores Osceola y Wompatuck, todos navíos auxiliares armados. Se reunieron en Cabo Cruz (excepto el Osceola y el Scorpion), cerca de Manzanillo el 30, Cabo Cruz se convirtió en base de las operaciones americanas contra Manzanillo. Allí tomaron un piloto cubano y partieron en columna hacia dicha ciudad, los yates al frente y al final y el remolcador en medio. El USS Hornet capturó al bergantín ingles Nickerson que se dirigía al puerto de Manzanillo con provisiones, y fueron enviados a bordo 3 hombres armados procedentes de los barcos americanos (que estaban cortos de personal) bajo el mando del alférez para tomar posesión del mismo y mantenerlo anclado en Cabo Cruz y no permitir a nadie bajar a tierra hasta el regreso de la escuadrilla.
A la altura de Niquero, los barcos americanos avistaron a la cañonera española Centinela (30 tons, una pieza de 37mm y una ametralladora de 25mm), bajo el mando del alférez Alejandro Arias Salgado, anclada cerca de un fortín de madera en la costa. La cañonera trató de escabullirse entre los abundantes cayos y bajos fondos que caracterizan toda esta región baja del litoral, por lo que la persecución fue llevada a cabo por los yates, el Wompatuck tuvo que quedarse fuera de la bahía de Niquero porque su calado le impedía penetrar. Con la ayuda del practico pronto los americanos descubrieron a la cañonera dentro de la bahía (al puerto de Niquero, al igual que Manzanillo, le llaman bahía, pero en realidad son muy abiertos, una especie de golfos con bancos de arena y cayos, que hacen complicada su navegación) y abrieron fuego a una distancia aproximada de 1400 m, respondido por las ametralladoras de la lancha española. Después de algunas dificultades, como que el Hist interfirió la línea de fuego del Hornet, los americanos lograron impactar a la Centinela en la ametralladora de popa con un disparo de 3 libras del Hist, pero a pesar de esto la lancha continuó su marcha a través de aguas bajas y cayos, respondiendo el fuego con su pieza de proa y alcanzando varias veces a los buques enemigos. En ese momento los buques fueron atacados por fuego de fusilería del fortín, que en se encontraba a menos de 400 m de los buques, por lo que dispararon sobre el mismo con una ametralladora Maxim de 37mm y cañones de 3 y 6 libras, logrando silenciarlo y continuando la persecución de la cañonera española.
Esta región de Niquero estaba controlada por la guerrilla del capitán mallorquín Marcelo Sartech O´Ryan, quien era conocido por los rebeldes como el “Capitán Brujo”, por los afortunados éxitos obtenidos por este militar español en la lucha contra la insurrección. Quizá fuesen sus hombres, o los de algún otro destacamento español de los desplegados en la zona los que dispararon sobre los buques americanos. Este oficial se ve que era particularmente odiado por los insurrectos hasta el punto que lo excluían de sus amnistías y promesas de perdón. Hay que decir que esta guerra irregular fue muy dura, y que abundaron los hechos atroces e inhumanos por ambas partes.
Continuando con la Centinela, finalmente, envuelta en abundante humo, encalló en un sitio en que no podía ser alcanzada. Los americanos la dieron por destruida y continuaron rumbo a Manzanillo, bombardeando de paso una estación heliográfica en uno de los cayos. La Centinela, a pesar de recibir 25 impactos y resultar un marinero muerto, pudo ser reparada por su dotación. Sus tripulantes, cual improvisados náufragos, desembarcaron en el cayo donde habían encallado, organizaron un campamento, provisto de una defensa circular apoyada por las piezas de la nave que habían desmontado, y realizaron las reparaciones necesarias a la embarcación. Lograron llegar el 2 de Julio a Manzanillo, donde la Centinela continuó prestando servicio.
Luego de esta acción, los barcos americanos continuaron rumbo a su objetivo, al cual llegaron aproximadamente a las 3:20 de la tarde, encontrando que los buques españoles los esperaban alineados cerca de la costa, protegiendo al Purísima Concepción, que se hallaba fondeado en el puerto, flanqueado por otros dos vapores menores de ruedas: el Gloria y el José García, todos de la naviera de Antiógenes Menéndez. Las tropas y la artillería terrestre de que disponían en la villa se encontraban desplegadas en la línea de costa abarcando aproximadamente 2 millas.
Las fuerzas españolas se componían:
Yate armado Delgado Parejo, teniente Bartolomé Morales. 85 toneladas, 1 cañón de 5,7cm, y uno de 3,7 cm. Fue regalado por la colonia española de New York, comprado en Noviembre de 1895 mediante fondos donados, bautizado en honor del contraalmirante del mismo nombre, que fuera comandante del Apostadero naval de La Habana, muerto en el mar al irse a pique el aviso Sánchez Barcáiztegui al chocar contra el vapor Conde de la Mortera, a la entrada de la bahía de La Habana la noche del 18 de Septiembre de 1895.
Cañoneras Estrella (Teniente Joaquín Rivero) , Guantánamo (Teniente Carlos del Camino) estas de 42 tons. Un cañón de 4,2 cm y otro de 3,7cm, y la Guardián (Teniente Ubaldo Serís).
Cañonero de madera Cuba Española (Teniente Luis Pou), de 1869, 255 tons, armado con un cañón Parrot de 130mm de antecarga
Vapor de ruedas María, 198 tons, ya tan inútil que solo era utilizado como pontón, este armado con un cañón de bronce de antecarga de 16 cm. Otras fuentes dicen que era un Parrot de 13cm de avancarga.
El mando de la escuadrilla española lo ostentaba el capitán de fragata Joaquín Gómez Barredo.
En esta lámina vemos en primer término el vapor Purísima Concepción, de la naviera de Antinogenes Menéndez, el barco pequeño de la derecha era el Azteca, que fue comprado por el gobierno de España y convertido en el cañonero Guardián: Fue construido en 1893 en New York; tenía casco de acero, desplazaba 65 toneladas (otras fuentes ponen que 45) y estaba artillado con un cañón Nordenfeldt de tiro rápido de 4,7 cm./42 cal., y tres ametralladoras. El barco de ruedas al fondo era el Gloria, presente también en Manzanillo en 1898.
En la costa se emplazaron los cañones de la 2º batería del 4º Regimiento de Artillería de Montaña, que estaba de guarnición en la ciudad, de dudosa efectividad contra objetivos navales. A pesar de que en muchas fuentes españolas se minimiza o se llega hasta negar la existencia de baterías de tierra en Manzanillo, el agregado militar británico Mayor G. F. Leverson, quien visitó dicha plaza poco después de su rendición, confirma su existencia, e incluso dibuja un esquema de las mismas:
Según este oficial de Su Majestad británica, en Manzanillo había en tierra:
2 cañones Krupp de bronce de 9 cm RBL
2 cañones de montaña de 8 cm
2 cañones de campaña Krupp RBL de 8 cm
Croquis realizado por el mayor Leverson:
Los buques americanos, a una distancia aproximada de 1 km, abrieron fuego, moviéndose en fila a lo largo de todo el litoral, con el Hist al frente, enfrentando el costado de estribor al enemigo, y luego giraron para disparar con los cañones de babor. Los buques atacantes sufrieron muchos impactos, el Hist fue tocado 11 veces, algunas balas lograron impactar en la escotilla de la sala de máquinas, y estuvieron muy cerca de destruir la tubería principal del vapor, y lo hubieran logrado si esta no hubiese sido protegida previamente con fardos y guarderas de corcho. Se ve que en el Hornet no tomaron estas precauciones, porque los tiros españoles lograron cortar esta tubería principal de vapor, quedando inoperativas las máquinas a los 10 minutos de comenzada la acción; aun así continuó disparando sus cañones, pero pronto comenzó a derivar hacia aguas poco profundas, peligrosas para su calado.
Por su parte, uno de los cañones de 3 libras del Wompatuck se soltó de sus remaches de anclaje al séptimo disparo, quedando inoperativo.
Wompatuck: 462 toneladas, 3 cañones de 3,7cm y una ametralladora.
Cuando Young vio la humareda blanca del vapor escapando del Hornet, hizo señales al teniente Jungend, comandante del Wompatuck para que lo remolcara fuera del alcance de los cañones españoles, cosa que realizó con muchas dificultades, al menos una vez perdieron el enganche, y tuvieron que repetir la maniobra, en otra ocasión embarrancó en el bajo fondo, pero por suerte logró salir pronto. Al ver al Wompatuck y al Hornet atareados en esta operación, los españoles concentraron su fuego sobre los mismos, impactando al remolcador en muchas ocasiones, hubo un disparo que le agujereó el casco muy cerca de la línea de flotación.
En estas condiciones, los americanos decidieron optar por la retirada, cosa que hicieron sobre las 5 de la tarde, después de aproximadamente una hora u hora y media de combate, sin que los españoles les persiguieran. No tuvieron bajas mortales, solo 3 marineros del Hornet quemados por el vapor (S. Bakke seriamente, F. Madsen y P Griffin levemente). Esa noche fondearon en Cabo Cruz.
Los españoles por su parte tuvieron 2 muertos y 8 heridos en el Delgado Parejo y el pontón María, y otros 5 heridos en la guarnición de tierra.
Segundo ataque 1º de Julio 1898:
Mientras esto sucedía, a las 11 de la mañana del 30 de Junio llegó a la estación de bloqueo de Cabo Cruz el yate armado Scorpion (Teniente A. Marix), procedente de Santiago, con órdenes de apoyar en el ataque a Manzanillo. Ya la flotilla había partido esa mañana, por lo que solo encontró al crucero auxiliar USS Saint Louis, que se encontraba allí temporalmente. Más tarde arribó el remolcador armado Osceola (Teniente J. L. Purcell), procedente del Oeste, donde se encontraba bloqueando los canales de acceso a Manzanillo y Santa cruz del Sur, en medio de los bancos de arena de esa zona, y ambos recibieron órdenes del capitán del St. Louis Chadwick de proceder a Manzanillo y “ver que podían hacer”. Procuraron hacerse con un práctico cubano pero fallaron en esta gestión, partiendo de Cabo Cruz en la madrugada del 1 de Julio (día de las batallas de San Juan y El Caney), sin haber establecido contacto con la flotilla del teniente Young.
Yate armado USS Scorpion: 850 toneladas,4 piezas de 12,7cm y 6 piezas de 5,7 cm
Al llegar frente a Manzanillo, el Osceola procedió a ir sondeando el canal de entrada a la plaza enemiga, una vez dentro de la bahía manzanillera, el Scorpion se adelantó y abrió fuego sobre los cañoneros españoles, que se encontraban esta vez cerca de la costa. El recibimiento de los españoles fue similar al propinado a sus compañeros la víspera, fuego de cañón desde los barcos y baterías de costa, y de mosquetería de las tropas desplegadas en el litoral. Al parecer los españoles contaban con algún tipo de preaviso, que los alertaba con suficiente antelación de la aproximación de las escuadrillas americanas (seguramente mediante heliógrafos). El combate comenzó a las 4:30 de la tarde aproximadamente, disparando los buques americanos a 2 o 1,5 km aproximadamente, con cañones y ametralladoras. Los barcos españoles en el puerto se cuidaban de mantener la proa hacia el enemigo, con objeto de ofrecer el menor blanco posible. Después de media hora de intercambio de disparos, los americanos decidieron retirarse, ya que no se atrevían a acercarse a la costa debido a los bajos fondos, ya que no disponían de práctico. Esta vez los daños fueron leves, el Scorpion fue tocado 12 veces levemente, por metralla o pequeños proyectiles, mientras que el Osceola, a pesar de no ser tocado sufrió la pérdida de uno de sus cañones, por la misma causa del Wompatuck, al saltar los remaches del anclaje después de unos pocos disparos. Esperaron hasta el oscurecer fuera de la bahía, por si los españoles se animaban a salir, y después permanecieron por varios días en la zona, capturando algunas pequeñas embarcaciones que pretendían entrar al puerto manzanillero.
USS Osceola: 571 toneladas,2 cañones de 5,7cm; 1 cañón de 4,7cm y 2 ametralladoras.
Los españoles por su parte reportaron que no sufrieron bajas ni daños, y que recogieron en tierra 19 proyectiles americanos que no habían explotado, seguramente los de 127 mm del Scorpion.
En su informe a Sampson del 2 de julio, el teniente Lucien Young, comandante del Hist y jefe de la flotilla, comentó haber sido rechazado por un torpedero y un cañonero grande, además de otros barcos más pequeños, en cuanto a la artillería de costa, reportó no haber observado cañones modernos de gran calibre, solo pequeños cañones modernos (seguramente los de montaña), y algunos de más calibre pero anticuados, distribuidos en 5 baterías, y reclamó haber hundido uno de los buques españoles y una balandra llena de soldados. Este oficial sin duda sobrevaloraba a las fuerzas españolas y los daños infligidos a estas. Sin embargo declaró que la fuerza bajo su mando era insuficiente para destruir las unidades de superficie y la plaza fuerte de Manzanillo, y bloquear eficientemente el tráfico marítimo por ese puerto, solicitando refuerzos.
Después de reparar sus buques, la tubería de vapor del Hornet y cambiar los remaches de hierro de los anclajes de los cañones del remolcador por otros de acero mas resistentes, el teniente Lucien Young continuó con los preparativos para la toma o destrucción de la “fortaleza de Manzanillo”, como la llama en sus reportes: Envió a sus buques a patrullar para interceptar cualquier barco con provisiones para la misma y contactó con los insurrectos en la zona para que apoyasen el bloqueo por tierra. El día 10 de Julio se dirigió con su flotilla (Hist, Hornet y Wompatuck) hacia las inmediaciones de Santa Cruz del Sur, con la intención de cortar el cable telegráfico submarino que unía La Habana, a través de Cienfuegos y Santa Cruz del Sur, con Manzanillo, para “dañar la moral de los defensores y prevenir cualquier pedido de refuerzos ante nuestro ataque final y captura de Manzanillo”. El día 11 lograron enganchar el susodicho cable, logrando cortarlo, misión en la que tuvo más éxito lógicamente el remolcador que los yates.
Croquis realizado por Young donde se muestra el sitio donde fue cortado el cable telegráfico:
Para el 13 de Julio estaba reunida toda la flotilla en la estación de bloqueo de Cabo Cruz (los yates Hist, Hornet, Scorpion, y los remolcadores Osceola y Wompatuck), los buques se turnaban para aprovisionarse donde la flota que estaba frente a Santiago y en Guantánamo, y para mantener la vigilancia día y noche sobre los canales de entrada a la bahía de Manzanillo, si bien era difícil impedir la entrada de alguna embarcación pequeña, principalmente durante la noche. De todas formas el 13 abordaron la goleta inglesa Edmund Blunt, procedente de Manzanillo y con rumbo a Jamaica, con 68 refugiados a bordo, la mayoría mujeres. Por el capitán de la goleta supieron que las condiciones de la población en Manzanillo eran deplorables, y se notaba la falta de alimentos. También procuraron informarse sobre los efectos de los combates de los días anteriores y sobre detalles de las tropas y armas enemigas, aunque los conocimientos del capitán de la goleta en estos aspectos eran lógicamente muy limitados.
El miércoles 13 de Julio de 1898, el Scorpion se acercó al sitio conocido como Guayabal, a 32 km de Manzanillo, siguiendo la costa en dirección Noroeste. En este punto, según había sido informado el capitán Marix por el piloto cubano del yate, existía un campamento insurrecto. En efecto, allí se encontraban alrededor de 200 mambises, bajo el mando de un oficial cubano llamado Gervasio Sabio, quien pronto acudió a entrevistarse con el oficial americano.
Como anécdota podemos decir que el comandante Gervasio Savio radicó casi toda la guerra en Jamaica, desde donde realizaba frecuentes viajes a la costa sur de Oriente en pequeñas embarcaciones, llevando pertrechos y vituallas a las fuerzas insurrectas, y la correspondencia de la Junta Revolucionaria de Nueva York, por lo que a su barco lo motejaron la “estafeta mambí”. Este oficial fue el que transportó desde Jamaica al Teniente americano Andrew S. Rowan, que portaba un mensaje del Presidente McKinley para el general insurrecto Calixto García, donde se sentaban las bases de la cooperación entre americanos e insurrectos. Savio deja a Rowan en la Ensenada de Mora, donde le aguardan oficiales mambises y tropas del general Salvador Hernández Ríos, jefe de la división de Manzanillo, que lo conducen hasta el recién ocupado Bayamo, donde se produce la entrevista con García el 1º de mayo de 1898.
Por Savio supo el comandante del Scorpion que el abastecimiento de Manzanillo por tierra en esa zona era prácticamente imposible, por el estado de los caminos y los ríos crecidos en plena estación de lluvias, pero que habían frecuentes intentos de abastecer a la villa sitiada a través de pequeños botes que se desplazaban siguiendo la costa. Estos mambises tenían la misión de vigilar la costa, pero se encontraban mal armados y cortos de munición, lo que les dificultaba el cumplimiento de su misión. El oficial americano procedió entonces a suministrarlos con 10 rifles y 1000 tiros procedentes de la dotación de su barco, por su parte el oficial insurrecto facilitó a los americanos 3 prácticos que resultaron muy útiles en esas traicioneras aguas. Desde ese momento se estableció otra estación de bloqueo americana contra Manzanillo en este punto.
El 13 se incorporó al bloqueo de dicha ciudad la cañonera USS Wilmington, bajo el mando del comandante C. C. Todd, guardando el paso al canal de Cuatro Reales. Allí capturó algunas barcas pesqueras y carboneras, cuyos tripulantes informaron sobre la posible situación del cable telegráfico submarino entre Manzanillo y Júcaro, el cual fue izado y cortado por el Wilmington (o quizá fuera el mismo cable que ya había sido cortado anteriormente) el 16 de Julio de 1898.
USS Wilmington:
El 15 los americanos capturaron las goletas Carmita, de 20 tons, y la goleta Farragut, de 10 tons, cargadas con refugiados que abandonaban Manzanillo, ambas fueron internadas en Guayabal. Los capitanes de dichas embarcaciones confirmaron la situación de escasez que imperaba en Manzanillo.
El 16 de Julio, al caer la noche, llegó a la zona la cañonera USS Helena, gemela del Wilmington, y procedió al Guayabal en procura de piloto. Allí se reunieron la mayoría de los barcos de la flotilla americana, notablemente reforzada, complaciendo así las peticiones del teniente Young, y se procedió a planear un nuevo ataque contra Manzanillo.
USS Helena:
Estas cañoneras gemelas fueron diseñadas para el servicio en los ríos de China, su poco calado si bien era un inconveniente en alta mar, las hacían muy prácticas en las aguas poco profundas del Manzanillo: 1400 tons, 8 cañones de 4 pulgadas, 4 de 6 libras (5.7 cm), 4 de 1 libra (3,7 cm) y varios cañones Revolver y ametralladoras.
Tercer ataque 18 de Julio de 1898:
A las 3:00 de la madrugada, el escuadrón americano abandonó su base de El Guayabal, al Norte de Manzanillo, bajo las órdenes del comandante C. C. Todd, del Wilmington. A las 7:30 de la mañana, entraron los buques americanos por los canales que forman los cayos delante del litoral de Manzanillo como sigue:
El Wilmington y el Helena desde el Norte (lo que los llevó cerca de donde estaban amarrados los vapores de transporte españoles, y el pontón María).
El Scorpion y el Osceola por el centro (estos dispararon y ametrallaron los cayos al paso).
El Hist, Hornet y el Wompatuck por el Sur.
Sobre las 7:50 se disparó el primer cañonazo, y el fuego se prolongó cerca de 2 horas y media, en esta ocasión, ante la superioridad artillera de los americanos, poco pudieron hacer los españoles para defenderse: los transportes Gloria, José García, y el Purísima Concepción, resultaron incendiados y destruidos, el pontón María fue incendiado, y voló por los aires, al parecer debido a que las llamas alcanzaron al pañol de la munición, las cañoneras Estrella y Delgado Parejo también se quemaron y se hundieron. Las otras cañoneras lograron encallar en la costa, envueltas en llamas y humo. Los americanos aprovecharon el mayor alcance de la artillería de las dos cañoneras principales, que les permitía disparar si ser alcanzados por los cañones enemigos. El fuego norteamericano se dirigió fundamentalmente contra los buques, tratando de evitar daños en la población, ya que esta vez no era su objetivo la destrucción de las baterías costeras. No hubieron bajas norteamericanas, ni daños importantes, solo un cañón del Wompatuck quedo de nuevo fuera de servicio por deficiencias en su anclaje.
Los cañones del Helena:
Los españoles por su parte tuvieron 3 muertos y 14 heridos, sin dudas no fueron más ya que, ante la manifiesta superioridad norteamericana, se había decidido previamente abandonar algunos de los barcos, y trasladar los pertrechos y armas a tierra.
La guarnición de tierra tuvo dos muertos y cinco heridos, y un herido entre la población civil.
Ataque a Santa Cruz del Sur:
A las nueve de la mañana del 20 de julio de 1898, la escuadra naval norteamericana basada en El Guayabal, se desplazó un poco más a Occidente y bombardeó el puerto de Santa Cruz del Sur, ya en territorio del Camagüey, seguramente en un intento más de cortar todo abastecimiento hacia Manzanillo. Los buques yanquis: Wilmington, Helena, Manning, Hist y Hornet arrojaron sobre los fortines y barracas militares del pueblo muchos proyectiles de 6 libras, en dos pasadas a lo largo del litoral, causándole la muerte a dos soldados españoles y a un vecino de la ciudad.
No obstante, en una exploración realizada por el Hist entre el 6 y el 10 de Agosto de 1898 a todo el litoral del golfo de Guacanayabo, su capitán el teniente Lucien Young, reporta que las defensas de Santa Cruz del Sur se han reconstruido, incluso que se han reforzado aún más que antes del bombardeo del 20 de Julio con obras de tierra, arena y piedras, observando cerca de 300 soldados y dos pequeñas piezas de artillería. También reporta haber recibido informes de que un pequeño vapor, con bandera alemana, y con una barcaza a remolque ha realizado varios viajes entre esta región de Santa Cruz del Sur y Júcaro, hacia Manzanillo, transportando provisiones. En un contacto con los insurrectos del Guayabal, quienes se suponía debían impedir estos trasiegos, sigue informando el teniente Young, solo encontró un puñado de mambises, en muy malas condiciones, la mayoría enfermos y hambrientos, expresando grandes dudas sobre su eficacia e incluso sobre su confianza y lealtad.
En Manzanillo se aproximó hasta estar dentro del rango de las baterías costeras, para obtener información sobre este puerto, pudiendo observar, además de los cascos calcinados de los barcos destruidos el 18 de Julio, hasta 5 vapores medianos y pequeños, así como otras embarcaciones de vela y barcas, atareados en los muelles, así como soldados españoles en las baterías de tierra. Estos no obstante no dispararon, y la prudencia aconsejó a este oficial americano a no disparar tampoco.
Prosiguió la exploración hasta la región de Niquero, donde fue informado por un súbdito inglés, Mr Beattie, con propiedades en Media Luna, de que las tropas españolas y la guerrilla del capitán O´Ryan se había retirado de Niquero hacia Manzanillo para reforzar dicha plaza, en número de 400 hombres, haciendo escalas en San Ramón, donde recogieron 125 soldados españoles, y en Campechuela, en donde se les sumaron 175 más. Parte del trayecto lo habían realizado por tierra y parte por mar. Mr Beattie a su vez le expresó al teniente Young muchas quejas sobre O´Ryan, acusándolo de cometer atrocidades y crímenes contra la población civil y prisioneros. Para el 25 de julio de 1898, una tropa de mambises bajo mando del capitán Antonio Reyes ocupó el poblado de Niquero.
En esta zona, el teniente Lucien Young hizo contacto con el general Salvador Hernández Ríos, de las fuerzas insurrectas, con quien se entrevistó a bordo del Hist. Este oficial, conocido como “El General de la Costa” siempre desarrolló su actividad en su natal zona de Manzanillo y alrededores, ya en la anterior guerra independentista cubana había participado en el frustrado ataque insurrecto contra Manzanillo, comandado por el conocido jefe mambí Antonio Maceo, el 10 de noviembre de 1873.
Salvador Hernández Rios:
Al concluir la llamada Guerra Grande en 1878, Salvador Hernández Ríos ostentaba el grado de Comandante. Al volver a estallar la guerra independentista en Cuba en 1895, vuelve a alzarse en la zona de Manzanillo, recibiendo grados de Teniente Coronel. Este oficial fue el que salvó a las tropas de Antonio Maceo y decantó la victoria del lado insurrecto en la batalla de Peralejo, el 12 de julio de 1895, contra las fuerzas españolas que comandaba el propio Capitán General Martínez Campos y que se dirigían desde Manzanillo a Bayamo. Hubo un momento en medio de la refriega, en que la situación de los insurrectos era desesperada, de pronto a lo lejos se vislumbra una polvareda, son tropas de caballería que se acercan velozmente al escenario del combate, testigos presenciales dicen que Maceo comentó: “si son españoles, estamos perdidos”. Por suerte para ellos era la Caballería de Guá al mando de Salvador Hernández Ríos. No obstante los españoles logran a duras penas llegar a Bayamo, sufriendo muchas pérdidas, entre ellas el general Fidel Alonso Santocildes. Esta acción le valió a Hernández Ríos el ascenso a general. 
Para estas fechas, se encontraba a pocos kilómetros de Manzanillo, con cerca de 2000 hombres, aunque solo 700 estaban correctamente armados. Pocos días antes del contacto con Young, había intentado una incursión contra dicha ciudad, ocasionando 6 bajas y 11 prisioneros a los españoles, por 2 muertos y un herido insurrectos, según informa Young. Sobre el 5 de Agosto se reunió con las fuerzas del general insurrecto Jesús Rabí, comandante del 2º Cuerpo de Ejército mambí. Este Cuerpo se componía de la División de Manzanillo, bajo el mando de Hernández Ríos, y de la División Bayamo, esta última estuvo en el sitio de Santiago de Cuba, y una vez rendida esta ciudad, sus efectivos se agruparon en las inmediaciones de Manzanillo. Esta unión aportó varios cientos más de soldados mambises, bien armados aunque cortos de comida. Según informaciones de Ríos, en Manzanillo habían 2000 soldados regulares, 1000 voluntarios, y alrededor de 500 bomberos, con aproximadamente 20 piezas de artillería, estaban cortos de munición y muy tocados moralmente por las derrotas españolas en Santiago, y era creencia de este jefe insurrecto de que estarían prontos a rendirse. Los insurrectos mantenían vigilancia alrededor de la ciudad para impedir cualquier entrada o salida de la misma, hostigándola ocasionalmente.
El teniente Lucien Young termina su reporte aludiendo al sufrimiento de la población por la falta de alimentación que observó durante su periplo, que según su opinión solo puede ser aliviada por la evacuación o la toma de Manzanillo. En Calicito le entregó al cirujano de las tropas insurrectas, un barril de carne de puerco para las mujeres y niños; y en Media Luna entregó a Mr Beattie un barril de harina y otro de carne salada, y algo de pan, con similares fines, todo procedente de las vituallas del Hist.
Al caer Santiago de Cuba, Manzanillo perdió su importancia estratégica como puerto de mar para abastecer a la misma, las tropas españolas allí encerradas ya no tenían razón de ser, por lo que los americanos presumieron que la ciudad pronto caería. El trasiego de vapores hacia Santa Cruz del Sur, y la concentración de vapores y barcas susceptibles de ser remolcadas en Manzanillo, observados por Young, aumentó las sospechas de los americanos sobre que las tropas de esta ciudad podían intentar abandonar la misma para intentar reunirse con las de Puerto Príncipe (Camagüey), vía Santa Cruz del Sur y Júcaro; al tener imposibilitado el camino por tierra por las fuerzas insurrectas, podrían intentarlo por mar, utilizando estos transportes y aprovechando los canales entre cayos y bajos fondos. Los insurrectos por su parte habían llegado a una conclusión parecida, en una carta de Calixto García, comandante supremo de las tropas insurrectas en Oriente, al general Hernández Ríos, le expresa lo siguiente:
“Jiguaní, Julio, 26 de 1898.
Al General Salvador Ríos.
Enterado de la comunicación que Ud. dirige al General Rabí dándole cuenta de que el enemigo estaba dispuesto a entregar la plaza, con la condición de que se le dejara retirar con las armas para la ciudad de Holguín, he determinado facultar a Ud. para aceptar la rendición bajo esa base… “
Otra posibilidad que barajaban los norteamericanos era que las tropas españolas en Manzanillo estuviesen deseando rendirse, pero solo ante una demostración de fuerza que les permitiera a sus jefes justificar este acto ante el gobierno de Madrid.
Cuarto ataque 12 de Agosto de 1898:
El día 10 de Agosto se reunieron con la flotilla de Lucien Young en Cabo Cruz (Osceola y Hist), procedentes de Guantánamo: el crucero americano Newark, el remolcador armado Suwanee, el cañonero Alvarado, capturado por los americanos en Guantánamo, y el transporte Resolute, este último con un batallón de marines a bordo bajo el mando del coronel Huntington. Esta escuadra se había reunido al parecer con el objetivo de crear una base de operaciones en Isla de Pinos para interceptar a los barcos españoles que abastecían a La Habana desde la costa sur. Se ve que además de este objetivo, tenían la misión de capturar Manzanillo, quizá en la creencia que este sería un golpe demoledor para España que aceleraría el proceso de paz. Toda la flota estaba bajo el mando del Capitán C. F. Goodrich, (quien comandó anteriormente el crucero auxiliar Saint Louis) y tomó como buque insignia el crucero Newark.
USS Newark, en esta bonita imagen, cortesía de nuestros compañeros del tema de las láminas:
USS Newark: crucero de 4.100 toneladas y 12 cañones de 15,2cm,y 10 mas ligeros.
Caspar F. Goodrich:
El día 11 de Agosto en la mañana los buques norteamericanos abandonan Cabo Cruz, y se situaron a la entrada del canal de Cuatro Reales, sobre las 40 millas de Manzanillo, la escuadra está compuesta ahora por el Newark, buque insignia, con la cañonera Alvarado navegando muy cerca de su borda, el Suwanee, el barco auxiliar Resolute, el Osceola, y el Hist haciendo de guía en cabeza, ya que llevaba a bordo a un excelente piloto cubano.
Suwanee (centro), frente a Santiago:
USS Suwanee (ex-USLHT Mayflower, antes de la guerra perteneciente al United States Lighthouse Service. Barco para atender los faros) 650 tons, armamento ?
El 12 de Agosto de 1898 temprano en la mañana, el Hist se destacó del resto de la escuadra y se dirigió a toda máquina hacia el sitio en la costa conocido como Calicito, sobre las 6 millas al Sur de Manzanillo. Allí el teniente Young se entrevistó con el teniente coronel mambí Rodríguez de Socarrás, con el objetivo de coordinar el plan de ataque sobre la ciudad ocupada por los españoles. Convinieron que las tropas de los generales insurrectos Ríos y Rabí, que se encontraban acampadas en un lugar llamado Blanquizal, en cuanto escucharan el estruendo de los cañones americanos, atacarían a su vez por tierra. Una vez cumplida esta misión, el Hist retornó a la concentración de unidades navales americanas.
A media mañana del dia 12, los buques americanos penetran en la “bahía” de Manzanillo, navegando con mucha precaución y sondeando constantemente, y marcando el camino de regreso con improvisadas boyas fabricadas con barriles. Anclaron sobre las 10 de la mañana aproximadamente a 3 millas de la población de Manzanillo. Fue enviado el cañonero Alvarado, con bandera de parlamento, y bajo el mando del teniente Blue, con una demanda de rendición. La nota fue entregada al comandante español sobre las 12:30 del mediodía. Dicha demanda fue rechazada, aduciendo que el código de honor militar español prohibía la rendición sin ocurrir previamente una secuencia de sitio y otras operaciones militares.
En consecuencia fue dado un plazo hasta las 3 de la tarde para que los no combatientes abandonaran la ciudad. Una vez alcanzada esta hora, los barcos americanos arriaron la bandera de tregua y tomaron posiciones de combate, el Newark rompió fuego sobre las 3:35 de la tarde, con su cañón de proa de 15 cm, en medio de un fuerte aguacero, que comenzó de improviso como suele suceder en el trópico, enseguida fue seguido por los otros buques. Al mismo tiempo los insurrectos comenzaron su asalto por tierra desde el Norte, los americanos escucharon la balacera, y disparos de artillería, al parecer de los españoles para rechazar el ataque mambí; los americanos dispararon algunos cañonazos en esa dirección para apoyar el asalto.
USS Alvarado: 106 tons, 1 cañón de 5,7cm y otro de 3,7cm
Sobre las 4:15 se produjo una situación confusa, al apreciar erróneamente los americanos que se había izado una bandera blanca sobre el casco del Cuba Española, buque español que permanecía semihundido en el puerto, o sobre algún edificio de la ciudad. En consecuencia el comandante Goodrich, desde el Newark ordenó cesar el fuego, y envió al Alvarado de nuevo hacia la costa con una bandera blanca, el Osceola, el Swanee y el Hist lo siguieron. Sobre las 4:50, cuando el cañonero se encontraba a menos de1 km, una de las baterías españolas, con parapeto de arena, situada en el litoral hacia el centro del pueblo, abrió fuego sobre el Alvarado y sobre los otros tres buques auxiliares, al parecer la bandera de tregua no fue vista por los artilleros. El Alvarado dio la vuelta a toda velocidad, lo mismo que los otros, mientras contestaban al fuego; el combate se generalizó por ambas partes, los buques americanos se habían acercado bastante y fueron cañoneados y tiroteados por la infantería desde la costa y desde el muelle de Caimanera, sin poder ser apoyados por el Newark, ya que interferían su línea de fuego. En el Osceola un tiro español atravesó la proa de estribor a babor, arrancando la tapa y destrozando peligrosamente una caja de municiones; el Swanee por su parte, en la maniobra de retroceso, encalló en un bajo fondo durante unos minutos, pero pudo salir por sus propios medios, tres balas de Máuser atravesaron su bandera. Milagrosamente no ocurrieron más daños. El teniente Young menciona en su informe que el Hist se encontró en esa situación navegando entre unas boyas de madera, atadas con cuerdas, de las que se apresuró a alejarse temiendo que fuesen marcas para tomar el rango para la artillería o torpedos. Se quejó de la artillería de su barco: los dos cañones de popa de 3 lbs estaban fuera de servicio, ya que los pernos de sujeción se habían desmontado y enviado a Guantánamo para reparación una semana antes, otro cañón de 3 lbs Hotchkiss quedo fuera de servicio al perder tensión un muelle, y la ametralladora Colt y las 4 Maxim quedaron atascadas a los pocos disparos. Solo los cañones Drigss-Shroeder funcionaron satisfactoriamente. Por su parte el teniente Víctor Blue, comandante del Alvarado, se quejó de la munición española heredada con el Alvarado, la cual fallaba mucho, y del cañón de 1 libra, el cual quedó fuera de servicio después de 5 disparos.
Al final los barcos americanos lograron retroceder a sus posiciones de combate, prosiguiendo el cañoneo, esta vez desde el Newark también. A las 5:30 echaron anclas para pasar la noche. A las 6:40 de la tarde se dio orden de cesar el fuego, en estas latitudes ya a esta hora es prácticamente de noche, aun siendo verano. A partir de esa hora, según ordenes de Goodrich, se tomaron las coordenadas para disparar una de las piezas de Newark sobre la ciudad durante toda la noche, a intervalos irregulares, pero promediando más o menos un tiro cada media hora, y de esta forma continuó el bombardeo.
Pero aquella misma noche se supo en la plaza que durante el día se había firmado el armisticio entre España y los EEUUU. El comandante naval español Barreda, a las 2:30 de la madrugada, no dudo en embarcarse en una pequeña lancha para comunicarlo a la flotilla atacante, pero y pese a ir iluminado con tres faroles blancos para demostrar sus pacificas intenciones, el buque fue tomado por un torpedero y cañoneado. A la mañana siguiente se deshizo el malentendido. Quizá en este incidente con la lancha de Barreda durante la noche tenga algo que ver que los americanos estarían mosqueados por lo sucedido en la tarde con la bandera de tregua no respetada del Alvarado.
La guarnición tuvo 6 muertos (al parecer uno de los disparos nocturnos del Newark impactó donde dormían los soldados) y la población civil tuvo 2 muertos y 22 heridos, sufriendo severos daños muchos edificios. La partida insurrecta de Rabí tuvo 2 muertos y once heridos antes de retirarse.
Epílogo:
A Joaquín Gómez de Barreda le fue otorgada la medalla de María Cristina por los combates navales y la del Mérito Militar por su defensa del puerto y de la costa.
José García Aldave: Comandante de la División que operaba desde Manzanillo por toda la zona del rio Cauto, sosteniedo frecuentes encuentros contra las tropas insurrectas del general Hernandez Rios. No tengo claro si este general se encontraba en Manzanillo cuando los ataques americanos, porque en las fuentes siempre se menciona al coronel José Sánchez Parrón (de quien no he podido averiguar nada). Después de la guerra este general sirvió en Ceuta y Melilla. Un acuartelamiento de la Legión en Ceuta fue nombrado García Aldave en su honor. Poseía este militar, entre otras condecoraciones, tres Grandes Cruces rojas del Mérito Militar, dos de ellas pensionadas, y la Gran Cruz de San Hermenegildo, además el Rey Don Alfonso XIII por Real Decreto de 6-03- 1913, le concedió el Título de Marqués de Guelaya, pero se ve que el general no tuvo suficientes fondos para satisfacer el Impuesto sobre Grandezas y Títulos, cuya cuantía era muy elevada, por lo que el titulo quedó sin efecto. El general García Aldave falleció el 28-04-1914. Un hijo suyo, José García-Aldave y Mancebo, que también era general de brigada al estallar la Guerra Civil en 1936, fue fusilado por el Frente Popular cuando desempeñaba el cargo de Gobernador Militar de Alicante.
Lucien Young: Relevado del mando de Hist en febrero de 1899, recibió el ascenso a teniente comandante el 3 de marzo y se convirtió en el capitán del puerto de La Habana el 22 de agosto del mismo año. En la primavera de 1900, se convirtió en Comandante de la Estación Naval de La Habana. En marzo de 1904, se le dio el mando del USS Bennington (Cañonera N º 4), y estaba al mando de la nave en el momento de la explosión de una caldera en el verano del año siguiente, en San Diego el 21 de julio de 1905. Más de 60 personas murieron en la explosión. Por este accidente, fue a un consejo de guerra, condenado y censurado por "negligencia en el desempeño de sus funciones”. Más tarde fue asignado al Mare Island Navy Yard y estaba allí en el momento del terremoto de 1906 de San Francisco, durante el cual se ve que hizo un buen trabajo de ayuda. Fue nombrado almirante en 1910. Murió en Nueva York, el 2 de octubre de 1912. En 1942, el destructor DD-580 fue nombrado USS Young en su honor.
El general insurrecto Hernández Ríos: El Lugarteniente General, mayor general Calixto García, propone el día 13 de agosto de 1898, ascenderlo al grado de Mayor General. La Asamblea de Representantes de la Revolución Cubana aprueba, con fecha 31 de enero de 1899, el ascenso propuesto en documento firmado por su presidente Rafael M. Portuondo.
El día 24 de agosto de 1898, el mayor general Salvador Hernández Ríos se licencia junto a sus tropas y se establece en Campechuela con su esposa y familia hasta el fallecimiento de su compañera Juana Paz. Ya viudo, se traslada a Manzanillo donde después de algún tiempo, contrae segundas nupcias con la señorita Heliodora Rodríguez Armas, procreando cuatro hijos. Durante la República fue nombrado Inspector de Cárceles de la Provincia de Oriente hasta ser cesanteado por la segunda intervención norteamericana. Sus compañeros veteranos lo eligieron en numerosas ocasiones como Presidente del Centro de Veteranos de Manzanillo. El Presidente Mario García Menocal lo nombró Inspector de Montes y Minas. En 1922 se traslada a la ciudad de Santiago de Cuba, donde se instala con su familia en la calle de San Gerónimo Alta No.45.
El día 23 de enero de 1925 muere en Santiago de Cuba, rodeado de sus familiares, después de haber sufrido una segunda embolia, y con los honores a su alta investidura militar, la más alta que otorgaba el Ejército Libertador, fue sepultado en el cementerio "Santa Ifigenia" en la capital oriental.
Víctor Blue: Sirvió en el Suwanee, y atrajo la atención general en junio de 1898 cuando penetró de 72 millas (116 km) detrás de las líneas españolas en las cercanías de Santiago de Cuba , para confirmar definitivamente la presencia de la flota española en Santiago. Luego comandó el USS Alvarado , la cañonera española capturada, en el ataque a Manzanillo .
Sirvió en las Filipinas y el Pacífico hasta 1910 llegando a Jefe del Estado Mayor de la Flota del Pacífico. Luego ocupó cargos en la Oficina de Navegación y se retiró por enfermedad con el grado de Almirante y mientras comandaba el USS Texas ( BB- 35 ), asignado en ese momento a la sexta escuadrilla de batalla en el Mar del Norte. Murió 22 de enero 1928. Un destructor de la Marina fue bautizado USS BLUE (DD 387) en su honor. Entró en servicio en mayo de 1937. Escapó del desastre de Pearl Harbor en la mañana del 7 de diciembre de 1941, para ser hundido en combate poco después.
Del capitán mallorquín Marcelo Sartech O´Ryan solo he podido averiguar que fue repatriado a España y que fue condecorado con una cruz del mérito militar distintivo rojo.
Caspar F. Goodrich: En 1899-1900 el capitán Goodrich comandó el acorazado Iowa en el Pacífico, y luego regresó a la Escuela de Guerra Naval durante un año como profesor . Entre 1901 y 1904 estuvo destinado en el Filadelfia Navy Yard. En 1904-1906 , después de ser ascendido al grado de Contraalmirante , Goodrich comandó la Flota del Pacífico . Fue Comandante del New York Navy Yard en 1907-1909 . Goodrich se retiró en enero de 1909, pero volvió al servicio durante la Primera Guerra Mundial. Fue un prolífico escritor sobre temas profesionales y también ayudó a establecer la Escuela de Guerra Naval y el Instituto Naval de EE.UU., del que fue presidente en 1904-1909. El contraalmirante Caspar F. Goodrich murió en Princeton, New Jersey, el 26 de diciembre 1925. El USS Goodrich ( DD/DDR-831, 1945 a 1977), fue nombrado en honor del contralmirante Goodrich, y de su hijo , el teniente Caspar F. Goodrich ( 1881-1907 ), quien perdió la vida en la explosión de una torreta a bordo USS Georgia el 15 de julio de 1907.
Santa Cruz del Sur: En Agosto de 1898 las tropas mambisas al mando del Teniente Coronel Hilario Rivero García ocupan pacíficamente la plaza militar de Santa Cruz del Sur, propiciando con ello que un mes más tarde entrara al pueblo el Presidente de la República Mambisa, Bartolomé Masó y su Consejo de Gobierno.
Niquero: Para el 25 de julio de 1898, las tropas españolas y la guerrilla habían salido del poblado para reforzar la guarnición de Manzanillo. El mando mambí en la zona ordena al capitán Antonio Reyes la toma del poblado, la que inmediatamente se hace efectiva. El 24 de febrero de 1899 se crea la municipalidad, siendo su primer alcalde el coronel del Ejército Libertador Dominador de la Guardia Diéguez. El municipio contó con 3 barrios: norte, sur, y Cabo Cruz. La población era de 2 718 habitantes.
Las tropas españolas evacuaron definitivamente Manzanillo el 10 de Octubre de 1898 por demoras en los transportes.
Bibliografia:
Appendix to the Report of the Chief of the Bureau of Navigation
Operaciones menores en Cuba, 1898 de Agustín R. Rodríguez González
INFORME DEL AGREGADO MILITAR BRITÁNICO EN CUBA, 1898, JOSÉ A. SÁNCHEZ MEDEROS
El Despojo de un Triunfo, de Raúl Izquierdo Canosa.
Prensa de la época: La Vanguardia, El Mundo Naval Ilustrado, La Ilustración Artística, La Ilustración Hispanoamericana, La Época, Blanco y Negro, etc...
Paginas Web: Enciclopedia de Manzanillo, Circulo Naval, blog de Antonio Guerra, foros Gran Capitán y 1898 El Desastre
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