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General Hafiz Hakki Bey.
 
1. PLAN TURCO.
 
El "Frente del Cáucaso" que se abrió como nuevo escenario de la Primera Guerra Mundial tras la entrada en liza del Imperio Otomano junto a Alemania y en contra de la Entente, empezó con mal pie para la Rusia Zarista. La "Ofensiva Bergmann" desencadenada por el Ejército Ruso del general Georgi Bergamnn para apoderarse del vital enclave de Kröpüköy, acabó en un completo desastre porque los rusos fueron rechazados por los muy bien atrincherados turcos, sufriendo más de 40.000 bajas por tan sólo 14.000 otomanas.
 
La derrota del Ejército Ruso en la "Ofensiva Bergmann", también conocida como Batalla de Kröpüköy, a corto plazo no tuvo términos tan negativos para los mandos de San Petesburgo, pues los rusos comprendieron que todavía no eran rivales para los turcos y pasaron a la defensiva. Contrariamente el Gobierno de los "Jóvenes Turcos" de Estambul, y en especial el Ministro de la Guerra, Enver Pachá, hicieron una lectura equivocada de su victoria porque creyeron estar en una condición de superioridad inexistente y por ello el 6 de Diciembre de 1914 aprobaron pasar a la ofensiva sobre la Transcaucasia.
 
El 8 de Diciembre de 1914 tuvo lugar una reunión en el Cuartel Central de Trebizonda durante la cual Enver Pachá expuso a los mandos del III Ejército Turco representados por Hassán Izzet Pachá y al Estado Mayor Alemán encabezado por el coronel Bronsart Von Schellendorf, su plan acerca del Cáucaso. Básicamente la idea era atrincherar al XI Cuerpo sobre un área de 500 kilómetros entre el Lago Van y la Armenia Rusa con la función de distraer fuerzas enemigas; mientras los IX y X Cuerpos iniciarían una ofensiva de carácter envolvente tanto por el oeste y norte respectivamente, mediante la cual se esperaba rodear al Ejército Ruso en la Estación Sarikamis y rápidamente destruirlo, antes de avanzar hacia la importante ciudad de Van, cuya toma facilitaría al Imperio Otomano recuperar todos los territorios de la Transcaucasia perdidos durante la Guerra Ruso-Turca de 1887-1888.
 
 Obviamente el plan de Enver Pachá era tan inviable que desde el primer instante suscitó críticas y advertencias en contra. Por ejemplo los generales Liman Von Sanders y Hassán Izzet Pachá alegaron varios motivos: 1) el duro invierno del Cáucaso con temperaturas de -20º grados bajo cero y capas de nieve de un metro de espesor; 2) la orografía de picos montañosos con más de 3.000 metros de altitud; 3) las vías de comunicación sin asfaltar y los caminos serpenteantes por barrancos abruptos; 4) que el III Ejército Turco no disponía de ropa invernal o tiendas de campaña para cobijar a sus soldados del frío; y 5) la escasez de alimentos porque la dieta se reducía a pan ácimo y poco más. No obstante y a pesar de tantos avisos, Enver Pachá siguió con su plan alegando que estos factores no tendrían importancia porque gracias al factor sorpresa la campaña concluiría tan rápido que el clima y la carencia de comida no tendrían tiempo de afectar a sus hombres (además de animarles al saqueo de las aldeas de la zona para suplir sus necesidades). De hecho este empecinamiento absurdo de Enver Pachá fue en parte culpa del general Hafiz Hakki Bey, un ambicioso militar con ansias de un asceso que redactó informes falsos en los que afirmaba haber inspeccionado todos los pasos de montaña y no haber hallado ninguna dificultad para sortearlos (cuando no era cierto). Y precisamente este engaño le salió muy bien porque Enver Pachá suprimió al mucho más cauto general Hassán Izzet Pachá del mando del III Ejército, para otorgarle el mismo puesto al mentiroso general Hafiz Hakki Bey.
 
El III Ejército Turco reunió para invadir la Transcaucasia un total de 150.000 soldados otomanos, entre los que según su origen étnico hubo 100.000 turcos y 50.000 de otras procedencias como kurdos, armenios, árabes, georgianos o musulmanes caucásicos; además de un material bélico compuesto por 218 piezas de artillería y 72 ametralladoras.

 2. PLAN RUSO 

La "Ofensiva Bergmann" en la que el Zar Nicolás II había confiado plenamente para acceder a la Anatolia Oriental en 1914 resultó ser un completo fracaso que hizo decaer la moral de los rusos en este escenario. A pesar de que el revés no había sido tan sonado como el de la Batalla de Tannenberg frente al Ejército Alemán hacía unos meses en el Frente Oriental, la prudencia se impuso en el Alto Mando Ruso que optó por mantenerse a la defensiva en el Cáucaso mientras durase el invierno y a la espera de planificar nuevas operaciones en la primavera.
 
El Ejército Ruso del Cáucaso al mando del general Nikolai Yudenich jamás podría haber imaginado una ofensiva otomana en invierno y mucho menos en la localidad de Sarikamis. Precisamente y aunque esta ciudad era un nudo ferroviario importante en la Transcaucasia, un ataque turco sobre ésta pensaban que sería imposible por encontrarse en un lugar remoto de las montañas, inhóspito a nivel orográfico y de difícil acceso en pleno invierno debido las inclemencias meteorológicas que tal cosa implicaba. De hecho serían estas razones las que llevaron a Yudenich a desguarnecer Sarikamis y concentrar todas las unidades del Ejército Ruso del Cáucaso en otras zonas supuestamente más vulnerables. 
 
Curiosamente y mientras el Ejército Ruso del Cáucaso hacía planes defensivos contra Turquía, en el aspecto político las autoridades de Petrogrado intentaron contar con el apoyo de los nacionalistas armenios que tendrían un destacado papel en la futura Batalla de Sarikamis. Armenia, que por aquel entonces se hallaba dividida entre la Armenia Otomana y la Armenia Rusa, era una zona de disputa de las dos imperios, aunque con visiones muy diferentes. Mientras que el Imperio Turco aspiraba a anexionarse las dos Armenias; el Imperio Ruso se conformaba con mantener la Armenia Rusa y reconocer un estado independiente en la contraria. Esto último por supuesto levantó el interés de la Federación Revolucionaria Armenia o "Dashnak"" liderada por el general Andranik Ozanian, quién prometió su apoyo a los rusos a cambio de la secesión de la Armenia Otomana. Así fue como se organizó una fuerza guerrillera bautizada como 4th Batallón Voluntario Armenio que contó con varios millares de combatientes al mando del general Arshak Gavafian y que por mera casualidad se vería involucrada en los posteriores sucesos de Sarikamis.
 
Los Aliados de la Entente reunieron aproximadamente un total de 85.000 efectivos entre los que hubo 80.000 soldados rusos y 5.000 guerrilleros armenios. 

 

3. OFENSIVA EN LA TRANSCAUCASIA
 
Al amanecer del 22 de Diciembre de 1914, el III Ejército Turco comenzó la ofensiva hacia Sarikamis mediante un bombardeo limitado de piezas de artillería y un ataque masivo de la infantería que cruzó el Río Aras y desbordó las posiciones de vanguardia del Ejército Ruso. El asalto que causalmente coincidió con una tormenta de nieve, generó los primeros inconvenientes entre las tropas otomanas que durante aquella jornada ya sufrieron más bajas frente a las bajas temperaturas, las ventiscas y lso complicados terrenos de marcha sobre picos de gran altitud, que no frente al enemigo.
 
Olto era uno de los principales objetivos del III Ejército Turco antes de dirigirse a Sarikamis. De ocuparlo se encargó el X Cuerpo del general Hafiz Hakki Bey tras una maniobra por el flanco derecho que cogió totalmente desprevenidos a las tropas rusas, lo que permitió a los otomanos superar el dispositivo y entrar en la fortificación, donde apenas ni un sólo defensor tuvo tiempo de empuñar las armas. Gracias a este inesperado ataque sorpresa, Oltu se rindió con más de 1.000 soldados rusos que capitularon, entre ellos un coronel. Sin embargo y una vez conquistada la ciudad, en lugar de dirigirse el X Cuerpo hacia Sarikamis como estaba previsto, se detuvo en perseguir a los supervivientes rusos que habían escapado de Oltu, lo que supondría un contratiempo muy grave de cara al desarrollo posterior de las operaciones.
 
Simultáneamente a los sucesos de Oltu, el IX Cuerpo del general Enver Pachá empezó la marcha hacia Sarikamis ascendido a través de unos pedregosos caminos de montaña que dificultaron la marcha y la salud de los soldados, sobretodo como consecuencia de las gélidas temperaturas de -20ºC, así como una densa capa de medio metro de nieve sobre el suelo y de un viento cortante que acabó con la vida de varios soldados por congelación. Sin embargo y a pesar de las adversidades climáticas, bastaron tan sólo 48 horas para que las tropas otomanas cubriesen más de 75 kilómetros a pie hasta alcanzar las afueras de Sarikamis la Nochebuena del 24 de Diciembre.
 

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Tropas del Ejército Ruso en la Batalla de Sarikamis.
 
Originalmente el plan establecía que el III Ejército Turco, con el IX Cuerpo en cabeza, debía haber atacado la guarnición de Sarikamis el 25 de Diciembre, Día de Navidad. No obstante y como el X Cuerpo del general Hafiz Hakki Bey había estado perdiendo el tiempo en la persecución de los rusos que se retiraban de Oltu, los soldados del IX Cuerpo tuvieron que suspender el asalto a la espera de sus compañeros. Esto enfureció a Enver Pachá que ordenó inmediatamente venir Hafiz Hakki Bey con sus hombres, una iniciativa que llegaba demasiado tarde porque para cuando el X Cuerpo se puso en marcha, los otomanos se encontraron con que tenían que atravesar picos de más de 3.000 metros de altura en medio de una violenta ventisca. Aquella inesperada niebla y visibilidad nula causada por la propia naturaleza, provocó que más de 10.000 soldados se perdieran sobre la cordillera y pereciesen de hambre y frío, lo que que redujo el tamaño de los batallones a poco menos de 200 hombres cuando se cobijaron en la localidad de Bardiz, una cifra equivalente al 90% de su plantilla original.
 
Rápidamente el agotamiento se extendió entre las tropas del III Ejército Turco y en especial del X Cuerpo. Debido a que nadie disponía de una sola tienda de campaña, los soldados helados y enfermos de por sí, durmieron al raso sobre la nieve hasta despertarse a la mañana siguiente moribundos o simplemente muertos por congelación. Algunos con más suerte encontraron cobijo en aldeas cercanas, muchas con habitantes musulmanes del Cáucaso, aunque se arriesgaban a que algún vecino les denunciase a las partidas de cosacos que rondaban la zona, las cuales cazaron a muchos turcos "in fraganti" durmiendo en el interior de las casas. Curiosamente en una ocasión un grupo de 60 otomanos se ocultaron de la ventisca en la granja de un pueblo, donde fueron sorprendidos por una unidad del Regimiento de Caballería Kazako del Ejército Ruso. Afortunadamente como los kazakos eran en muchos casos favorables a la unificación con Turquía en el "Gran Turkestán" del Asia Central, dijeron a quienes consideraban sus hermanos: "quedaos en silencio y esperad aquí". Gracias a este episodio estos 60 otomanos sobrevivieron a Sarikamis.

 4.BATALLA DE SARIKAMIS 

El 29 de Diciembre de 1914 se reanudó la ofensiva contra Sarikamis cuando más de 18.000 soldados de los IX y X Cuerpos atacaron la plaza desde ambos flancos que por aquel entonces se hallaba defendida por 13.000 efectivos rusos bien avituallados y con superioridad en ametralladoras y piezas de artillería, los cuales de forma heroica rechazaron los asaltos otomanos dejando cientos de cuerpos sin vida sobre la nieve. A pesar del castigo recibido, aquella misma noche del 29 al 30 de Diciembre, el general Enver Pachá dirigió un nuevo ataque que en esta ocasión y gracias a la oscuridad de la noche desbarató las primeras líneas del Ejército Ruso y rebasó la trinchera exterior de 250 metros de longitud, irrumpiendo a continuación los turcos en la ciudad, en donde iniciaron cruentos combates, a veces cuerpo a cuerpo, en torno a las calles de los barrios occidentales y la estación de tren. Lamentablemente la acción no sirvió de nada porque los rusos se repusieron de la embestida inicial y contraatacaron, forzando la retirada de los otomanos que de nuevo hubieron de retirarse con unas bajas gigantescas entre sus filas. Solamente un grupo de 100 soldados turcos alcanzó el casco urbano e incluso conquistó el edificio del Cuartel General Ruso, en cuyo tejado fue izada la bandera de la media luna. Sin embargo la hazaña no fue de ninguna utilidad porque las tropas rusas rodearon la instalación y tras una serie de amenazas, forzaron a los turcos a arriar la bandera y rendirse.
 
Consumada la derrota de los IX y X Cuerpos en Sarikamis, el general Enver Pachá no tuvo más remedio que iniciar el repliegue de todo III Ejército Turco a lo largo de una peligrosa marcha atrás sobre las montañas del Cáucaso y bajo unas condiciones climatológicas totalmente adversas. Bastaron sólo unas pocas jornadas para que el 4 de Enero de 1915 todo el IX Cuerpo fuera rodeado por las vanguardias de la caballería cosaca y completamente exterminado, contabilizándose únicamente 186 supervivientes entre 106 oficiales y 80 soldados. Algo más de suerte tuvo el X Cuerpo que escapó con 3.000 supervivientes, aunque durante el trayecto miles perdieron la vida como el general Hafiz Hakki Bey que meses después fallecería del tifus contraído en la batalla.
 

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Esquiadores turcos en Sarikamis. Este tipos de tropas fueron una excepción porque la mayoría carecieron de equipo.
 
El XI Cuerpo del general Ishán Pachá que hasta ese momento había permanecido estático entre el Lago Van y la Armenia Rusa con la finalidad de distraer la atención del Ejército Ruso, en seguida movilizó sus fuerzas para cubrir el repliegue de los escasos restos de los IX y X Cuerpos. Sin embargo al llevar a cabo esta maniobra chocó de lleno con el grueso el Ejército Ruso que se dirigía hacia el sur, por lo que la mayor parte de sus unidades fueron arrolladas y puestas en retirada. De hecho durante la huida sobre la Carretera de Kizilkise el XI Cuerpo estuvo a punto de ser aniquilado de no ser porque milagrosamente un escuadrón de caballería de jinetes circasianos, quienes se acababan de pasar al bando turco tras escuchar el llamamiento a la "Yihad" del Sultán, cargaron sobre sus monturas contra las vanguardias rusas, a las cuales provocaron una gran cantidad de bajas y además interrumpieron su persecución. Gracias a estos inesperados socios de Circasia, el resto del XI Cuerpo logró desembarazarse de sus perseguidores y alcanzar la seguridad de Anatolia tras un saldo de 20.000 bajas entre muertos y heridos.
 
A comienzos de Enero de 1915 el imparable Ejército Ruso se presentó a las puertas de Ardahán que había perdido al inicio de la ofensiva. Defendida por 5.000 soldados turcos atrincherados, la lucha fue breve porque 3.800 murieron o desertaron, mientras que los restantes 1.200 optaron por izar la bandera blanca y entregarse junto a la ciudad a las tropas rusas. Con este último episodio la Batalla de Sarikamis concluyó para siempre.

 5. CONCLUSIÓN

 
La destrucción total del III Ejército Turco en la Batalla de Sarikamis constituyó una de las mayores derrotas del Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial y un duro varapalo para la estretegia global de los Imperios Centrales.
 
Turquía sufrió un total de 60.000 bajas entre 33.000 muertos, 10.000 heridos y 7.000 prisioneros.
 
Rusia sufrió un total de 28.000 bajas entre 16.000 muertos y 12.000 heridos.
 
La catástrofe en la Batallla de Sarikamis, acerca de la cual estuvo prohibido mencionar bajo pena de cárcel tanto en Turquía como en Alemania, modificó el curso de la contienda sobre la Transcaucasia en favor de Rusia que desde entonces llevó la iniciativa en el Frente del Cáucaso. Esta derrota además implicó el inicio del Genocidio Armenio porque la propaganda de Enver Pachá (aprovechando las grandes deserciones protagonizadas por los armenios y aquellos que se enrolaron al Ejército Ruso), los convirtieron en responsables de lo sucedido, lo que sentó las bases para una matanza en serie que dejaría más de 1 millón de personas asesinadas.
 
Bibliografía empleada:
 
-Eugen Rogan, La Caída de los Otomanos. La Gran Guerra en el Oriente Próximo, Crítica (2015), p.182-202
-José Alberto Rodrigo, El Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial, "Contra Rusia en el Cáucaso. El Desastre de Sarikamis", Galland Books (2017), p.19-22

 

-https://en.wikipedia.org/wiki/Battle_of_Sarikamish