
Mapa primera fase de la batalla.
El primer buque en entrar en acción fue el SMS Stettin, siendo tomado como blanco por los cruceros y destructores británicos, de tal modo que “el barco parecía estar navegando en agua hirviendo”. Tuvo fortuna y solo resultó alcanzado por un proyectil que dejó fuera de combate el cañón de estribor número 4, sufriendo la muerte de dos hombres y otro más gravemente herido, alcanzando con algunos impactos al HMS Arethusa, pero en vista de que había logrado su propósito de cubrir la retirada de los destructores propios y que el buque no podía dar toda su velocidad por no haber alcanzado levantar todo el vapor necesario, su Capitán decidió virar momentáneamente para regresar al combate cuando pudiese desarrollar su velocidad máxima. Le tomó el relevo el SMS Frauenlob, que a las 8:09 se involucraba en un combate directo contra el HMS Arethusa librado a corta distancia, en el cual los dos cañones de 152 mm que montaba este último le debieron proporcionar una ventaja decisiva, pero los defectos de su apresurado comisionamiento se hicieron patentes en ese instante, cuando dos piezas de 101 mm se atascaron. El fuego alemán fue excelente, logrando unos 25 impactos con sus piezas de 10,5 cm en el crucero británico, que deshabilitaron el cañón de popa de 152 mm, demolieron los tubos lanzatorpedos, causaron inundaciones en la sala de máquinas y rompieron una tubería de alimentación, cayendo la velocidad a solo diez nudos. Otro impacto alcanzó el puente, matando al Oficial de señales de Tyrwhitt, aunque el Comodoro resultó ileso; en total las bajas sumaron once muertos y dieciséis heridos, un número afortunado dada la cantidad de proyectiles encajados. También el tiro del HMS Arethusa resultó satisfactorio dado que solo disparaba con su pieza proel de 152 mm, alcanzando en diez ocasiones al SMS Frauenlob, que sufrió daños relativamente graves y la pérdida de su Capitán y otros cuatro hombres, así como 32 heridos. Tras perderse el enemigo entre la niebla los alemanes deciden retirarse hacia Heligoland, tomando a remolque al dragaminas T-33, y tras dejarle en la isla se dirigieron hacia Wilhelmshaven.

SMS Frauenlob.
El combate contra el SMS Frauenlob había durado unos pocos minutos, pero estas escaramuzas estaban retrasando el plan británico del barrido hacia el Oeste, eran las ocho y cuarto cuando Tyrwhitt ordenó que su fuerza se reagrupase y reanudarlo, pero casi inmediatamente sobrevino otro combate, cuando seis destructores alemanes de la 1º Flotilla, informados de la presencia de barcos enemigos, intentaban regresar a su base para ir a toparse con el grueso de la formación británica. Gracias a la niebla cinco de ellos consiguen esquivarla, mientras los proyectiles caen alrededor de su líder, el V-187, que huye hacia el Sur perseguido por los destructores británicos, que disparando a unos 5.000 metros no logran alcanzarle, parece que el zerstorer conseguirá zafarse de sus perseguidores cuando, para sorpresa de estos, vira en redondo y se dirige directamente hacia ellos. El motivo es que el Comodoro Goodenough había destacado a los cruceros HMS Nottingham y Lowestoft, con los cuales se topó el V-187, que logra atravesar la sorprendida primera línea británica pero no así la segunda, resultando blanco de varios proyectiles que le dejan al garete. Dando por concluido el combate cuatro destructores británicos bajan sus botes para recoger a los marinos alemanes antes de que el pequeño barco se hunda, pero este gesto resulta malinterpretado por sus tripulantes, que aún mantienen la bandera arriba y piensan que el enemigo intenta capturar su buque, disparando un cañonazo que alcanza al HMS Goshawk. Inmediatamente se reanuda el cañoneo, al mismo tiempo que las cargas de demolición detonan en el casco del V-187, que se hunde junto a 24 de sus hombres sin arriar la enseña. Se renueva la recogida de supervivientes con los botes cuando de repente varios proyectiles levantan blancos surtidores en el agua y un crucero de tres chimeneas aparece entre la niebla, se trata del SMS Stettin, que con toda la presión en sus calderas regresa al combate. Los destructores británicos huyen a toda velocidad tras recoger rápidamente a sus hombres, a todos menos dos botes del HMS Defender que se encuentran demasiado alejados, de modo que su Capitán decide abandonarlos para salvar el barco. De este modo un Oficial y nueve marineros británicos, junto a veintiocho náufragos alemanes, quedan a la deriva en ambos botes con una suerte incierta, sin saber que la escena ha sido observada por el submarino E-4, que lanza un torpedo contra el SMS Stettin, pero el crucero logra esquivarlo al tiempo que trata de embestirlo, obligando a que se sumerja. Cuando trascurridos veinte minutos su Comandante iza el periscopio no hay ningún barco a la vista, de modo que emerge junto a los botes, recoge a los nueve británicos del HMS Defender y a tres alemanes “como muestra”, el Capitán, un Suboficial y un marinero. Al resto les entrega agua, galletas y una brújula, indicándoles la dirección de Heligoland, a unas 14 millas de distancia.

SMS V-187
Con este combate se cierra la primera fase de la batalla, en la cual los británicos han sufrido graves averías en el HMS Arethusa, mientras los alemanes han perdido un destructor y sufrido daños de consideración en otro, dos dragaminas y el crucero SMS Frauenlob, pero lo peor para ellos estaba por llegar.
La siguiente secuencia de eventos entre las diferentes fuerzas británicas es digna de una ópera bufa, graciosa de no ser porque a bordo de los diferentes buques había hombres jugándose la vida, en realidad un cúmulo de despropósitos consecuencia de los errores organizativos del Almirantazgo.
A las 8:10 Goodenough había interceptado una señal procedente del HMS Arethusa informando que se encontraba en acción contra fuerzas enemigas, de modo que dio instrucciones para que los HMS Lowestoft y Nottingham acudiesen en su apoyo, mientras él y sus cuatro cruceros restantes se dirigían a una posición a unos 30 kilómetros al Suroeste de Heligoland, desde la cual esperaba apoyara a Tyrwhitt en el proyectado barrido hacia el Oeste. Los dos cruceros destacados fueron avistados a las 8:15 por el Comodoro Keyes, que a bordo del destructor HMS Lurcher se encontraba en apoyo de sus submarinos, y que como sabemos no tenía el menor conocimiento de la presencia de los cruceros de Goodenough, tomándolos por lo tanto como alemanes, trasmitiendo al HMS Invincible el contacto e indicando que por el momento no había sido atacado y que con solo dos destructores él tampoco lo haría, contentándose con sombrearlos. Goodenough interceptó la señal de Keyes al HMS Invincible, y sin darse cuenta de que el Comodoro informaba sobre sus dos cruceros destacados, decidió virar con sus cuatro barcos restantes en apoyo de Keyes.

HMS Lurcher.
A las 8:53 Keyes pudo observar como otros cuatro cruceros se acercaban a la escena, y creyéndose abrumadoramente superado dirigió sus dos destructores a toda máquina hacia los cruceros de batalla, enviando un nuevo mensaje al HMS Invincible informando que era perseguido por cruceros hostiles y les estaba conduciendo hasta ellos. Al captar esta señal, Tyrwhitt envió el siguiente mensaje a Goodenough: “Por favor, acuda en apoyo de Keyes, está siendo perseguido por cuatro cruceros ligeros”, sin sospechar que estaba solicitando ayuda a Goodenough contra el propio Goodenough. El despropósito no tuvo mayor relevancia porque finalmente Keyes pudo reconocer la silueta del HMS Southampton, volviendo a emitir que “los cruceros son de los nuestros, de cuya presencia en el área no he sido informado”, y poco más tarde se comunicó directamente con Goodenough para indicarle: “No me informaron que entrarías en esta área, corres un gran riesgo con nuestros submarinos, tu aparición inesperada ha trastornado todos nuestros planes. Hay submarinos cerca de Ems". De hecho poco antes de las 9:30 desde el HMS Southampton se había avistado un periscopio a 500 metros y dos torpedos que pudieron ser esquivados a tiempo gracias a que se navegaba a alta velocidad, al tiempo que se intentaba embestir al submarino, que se libró por poco del choque, por suerte para ambos buques pues el atacante era el E-6.

HMS Southampton.
A las 9:45 desde el HMS Arethusa, que junto a su flotilla también se dirigía en apoyo de Keyes, se descubre entre la niebla al SMS Stettin, que huye hacia el Oeste siendo perseguido por varios destructores, hasta que a las 10:10, temiendo acercarse demasiado de nuevo a Heligoland, y consciente Tyrwhitt de que otros cruceros ligeros alemanes estarían emergiendo desde las desembocaduras del río, interrumpió la persecución, cambió de rumbo y una vez más se dirigió hacia el Oeste, tras haberse reunido con los destructores que habían hundido al V-187 y el HMS Fearless. Con las dos Flotillas reunidas y ningún enemigo a la vista el HMS Arethusa se detuvo para reparar sus averías dado que no podía superar los diez nudos, siendo protegido por el resto de los buques durante la operación, durante veinte minutos el equipo de control de daños trabajó eficazmente sellando la rotura en el conducto de alimentación y los problemas con el armamento, de tal modo que tras esta parada el crucero pudo alcanzar los veinte nudos y tener dispuestos para cualquier nuevo combate todos sus cañones excepto dos de 101 mm.
Se acercaban las 11:00 de la mañana, las fuerzas británicas llevaban cuatro horas en el interior del Bight y era seguro que se produciría un vigoroso contraataque alemán, de hecho ya estaba camino. El SMS Stettin permanecía al acecho entre la bruma, mientras el Contralmirante Maas, Comandante de los destructores de la Hochseeflotte, a bordo del SMS Koln, esperaba llegar a tiempo de cazar algún buque británico retrasado o lisiado, mientras los SMS Strassburg y Ariadne navegaban por separado hacia el área donde se habían reportado los últimos combates. Un quinto crucero ligero, el SMS Mainz, había recibido instrucciones de Hipper para navegar hacia el Norte desde Ems para “cortar la retirada de las naves hostiles”, mientras en Wilhelmshaven los cruceros de batalla levantaban presión en sus calderas para zarpar en cuanto lo permitiese la marea.
Maas, que nunca imaginó que las fuerzas de Goodenough estaban cerca, no se tomó su tiempo para concentrar sus buques, de tal modo que cruceros alemanes atacaron según iban alcanzando a los barcos de Tyrwhitt, siendo el primero de ellos el SMS Strassburg, que apareciendo entre la niebla empezó a disparar contra el HMS Arethusa: "Recibimos un fuego muy severo y preciso de este crucero", escribió Tyrwhitt en su informe. “Salva tras salva caían entre veinte y treinta metros de distancia, pero ni un solo proyectil nos alcanzó. También nos dispararon dos torpedos, que estaban bien dirigidos, pero quedaron cortos”. El Comodoro ordenó a una docena de destructores que atacasen al SMS Strassburg con torpedos, pasando uno de los cuales cerca de la proa y otro rozando la popa, tras lo cual el crucero alemán decidió retirarse momentáneamente. Una vez más Tyrwhitt reunió a sus buques y se dirigió hacia el Oeste, pero pronto se vería involucrado en un nuevo combate.

SMS Strassburg.
A las 8:10 Goodenough había interceptado una señal procedente del HMS Arethusa informando que se encontraba en acción contra fuerzas enemigas, de modo que dio instrucciones para que los HMS Lowestoft y Nottingham acudiesen en su apoyo, mientras él y sus cuatro cruceros restantes se dirigían a una posición a unos 30 kilómetros al Suroeste de Heligoland, desde la cual esperaba apoyara a Tyrwhitt en el proyectado barrido hacia el Oeste. Los dos cruceros destacados fueron avistados a las 8:15 por el Comodoro Keyes, que a bordo del destructor HMS Lurcher se encontraba en apoyo de sus submarinos, y que como sabemos no tenía el menor conocimiento de la presencia de los cruceros de Goodenough, tomándolos por lo tanto como alemanes, trasmitiendo al HMS Invincible el contacto e indicando que por el momento no había sido atacado y que con solo dos destructores él tampoco lo haría, contentándose con sombrearlos. Goodenough interceptó la señal de Keyes al HMS Invincible, y sin darse cuenta de que el Comodoro informaba sobre sus dos cruceros destacados, decidió virar con sus cuatro barcos restantes en apoyo de Keyes.

HMS Lurcher.
A las 8:53 Keyes pudo observar como otros cuatro cruceros se acercaban a la escena, y creyéndose abrumadoramente superado dirigió sus dos destructores a toda máquina hacia los cruceros de batalla, enviando un nuevo mensaje al HMS Invincible informando que era perseguido por cruceros hostiles y les estaba conduciendo hasta ellos. Al captar esta señal, Tyrwhitt envió el siguiente mensaje a Goodenough: “Por favor, acuda en apoyo de Keyes, está siendo perseguido por cuatro cruceros ligeros”, sin sospechar que estaba solicitando ayuda a Goodenough contra el propio Goodenough. El despropósito no tuvo mayor relevancia porque finalmente Keyes pudo reconocer la silueta del HMS Southampton, volviendo a emitir que “los cruceros son de los nuestros, de cuya presencia en el área no he sido informado”, y poco más tarde se comunicó directamente con Goodenough para indicarle: “No me informaron que entrarías en esta área, corres un gran riesgo con nuestros submarinos, tu aparición inesperada ha trastornado todos nuestros planes. Hay submarinos cerca de Ems". De hecho poco antes de las 9:30 desde el HMS Southampton se había avistado un periscopio a 500 metros y dos torpedos que pudieron ser esquivados a tiempo gracias a que se navegaba a alta velocidad, al tiempo que se intentaba embestir al submarino, que se libró por poco del choque, por suerte para ambos buques pues el atacante era el E-6.

HMS Southampton.
A las 9:45 desde el HMS Arethusa, que junto a su flotilla también se dirigía en apoyo de Keyes, se descubre entre la niebla al SMS Stettin, que huye hacia el Oeste siendo perseguido por varios destructores, hasta que a las 10:10, temiendo acercarse demasiado de nuevo a Heligoland, y consciente Tyrwhitt de que otros cruceros ligeros alemanes estarían emergiendo desde las desembocaduras del río, interrumpió la persecución, cambió de rumbo y una vez más se dirigió hacia el Oeste, tras haberse reunido con los destructores que habían hundido al V-187 y el HMS Fearless. Con las dos Flotillas reunidas y ningún enemigo a la vista el HMS Arethusa se detuvo para reparar sus averías dado que no podía superar los diez nudos, siendo protegido por el resto de los buques durante la operación, durante veinte minutos el equipo de control de daños trabajó eficazmente sellando la rotura en el conducto de alimentación y los problemas con el armamento, de tal modo que tras esta parada el crucero pudo alcanzar los veinte nudos y tener dispuestos para cualquier nuevo combate todos sus cañones excepto dos de 101 mm.
Se acercaban las 11:00 de la mañana, las fuerzas británicas llevaban cuatro horas en el interior del Bight y era seguro que se produciría un vigoroso contraataque alemán, de hecho ya estaba camino. El SMS Stettin permanecía al acecho entre la bruma, mientras el Contralmirante Maas, Comandante de los destructores de la Hochseeflotte, a bordo del SMS Koln, esperaba llegar a tiempo de cazar algún buque británico retrasado o lisiado, mientras los SMS Strassburg y Ariadne navegaban por separado hacia el área donde se habían reportado los últimos combates. Un quinto crucero ligero, el SMS Mainz, había recibido instrucciones de Hipper para navegar hacia el Norte desde Ems para “cortar la retirada de las naves hostiles”, mientras en Wilhelmshaven los cruceros de batalla levantaban presión en sus calderas para zarpar en cuanto lo permitiese la marea.
Maas, que nunca imaginó que las fuerzas de Goodenough estaban cerca, no se tomó su tiempo para concentrar sus buques, de tal modo que cruceros alemanes atacaron según iban alcanzando a los barcos de Tyrwhitt, siendo el primero de ellos el SMS Strassburg, que apareciendo entre la niebla empezó a disparar contra el HMS Arethusa: "Recibimos un fuego muy severo y preciso de este crucero", escribió Tyrwhitt en su informe. “Salva tras salva caían entre veinte y treinta metros de distancia, pero ni un solo proyectil nos alcanzó. También nos dispararon dos torpedos, que estaban bien dirigidos, pero quedaron cortos”. El Comodoro ordenó a una docena de destructores que atacasen al SMS Strassburg con torpedos, pasando uno de los cuales cerca de la proa y otro rozando la popa, tras lo cual el crucero alemán decidió retirarse momentáneamente. Una vez más Tyrwhitt reunió a sus buques y se dirigió hacia el Oeste, pero pronto se vería involucrado en un nuevo combate.

SMS Strassburg.
Poco después de que se retirase el SMS Strassburg aparecía entre la niebla el SMS Koln con el Contralmirante Maas a bordo, buque que también tomó como blanco al HMS Arethusa, cayendo los proyectiles muy cerca de su objetivo pero sin llegar a alcanzarle. Los británicos confundieron al pequeño crucero ligero con un crucero acorazado de la clase Roon, por lo que al tiempo que Tyrwhitt ordenaba nuevamente a sus destructores que atacasen con torpedos al SMS Koln, consiguiendo que el buque alemán se alejase momentáneamente, el Comodoro envió el siguiente mensaje a Beatty: “Estoy siendo atacado por un gran crucero, solicito apoyo, estoy en apuros”. Beatty respondió ordenando a Goodenough que enviase a dos de sus cruceros, pero este decidió presentarse con todo su Escuadrón, mientras una vez desaparecido el SMS Koln los buques de Tyrwhitt, por cuarta vez, volvían a aproar hacia el Oeste.

SMS Koln.
A unas 40 millas al Noroeste Beatty estaba preocupado, según los datos recibidos la agrupación británica no había avanzado ni quince millas en su proyectado barrido hacia el Oeste, se encontraba a solo unas veinte millas de Heligoland y por tanto cerca de Wilhelmshaven, era de esperar una pronta y contundente reacción alemana. En posesión de una tabla con la mareas en la zona, Beatty sabía que poco después del mediodía resultaba probable que los cruceros de batalla y acorazados alemanes zarpasen, ya eran las 11:00 y había que tomar una decisión urgente, pues incluso si el grupo de Goodenough se enfrentaba a media docena de cruceros ligeros apoyados por un crucero acorazado, toda la fuerza británica presente en la zona podría verse abrumada.
Como Vicealmirante entendía que la responsabilidad última era suya, debía sopesar los peligros de llevar a su Escuadrón a aguas germanas, pues perder algunos cruceros ligeros no afectaría al equilibrio en el Mar del Norte, pero sus cruceros de batalla resultaban esenciales para mantener la preponderancia de la Grand Fleet sobre la Hochseeflotte. Un mensaje de Keyes informando que sus submarinos se encontraban veinte millas más al Este que los buques de Goodenough y Tyrwhitt resultó un alivio, y se pensó que navegando a máxima velocidad resultaría muy difícil que los submarinos alemanes tuviesen oportunidad de torpedearles, si se actuaba con prontitud podría llegar a la zona de los combates y retirarse antes de que los buques capitales germanos pudiesen zarpar. Aun así, por un momento, Beatty dudó. "¿Qué crees que deberíamos hacer?", le preguntó al Capitán Ernle Chatfield, de pie junto a él en el puente del HMS Lion. "Debería seguir adelante y apoyar a Tyrwhitt, pero si pierdo uno de estos valiosos barcos, el país no me lo perdonará". Chatfield le sugirió que deberían partir y Beatty asintió, ordenando a sus cinco buques que avanzaran a 26 nudos al tiempo que envió una señal a Tyrwhitt: "Estoy procediendo en su apoyo".

HMS Lion
Pero incluso a 26 nudos los cruceros de batalla tardarían más de una hora en llegar a la zona, y mientras Tyrwhitt debería enfrentarse a los enemigos que surgían de entre la niebla, el siguiente sería el desafortunado SMS Mainz. Como sabemos este crucero había sido enviado por Hipper en dirección Norte para cortar la retirada de las fuerzas británicas, precedido por un avión que debía informarle de la composición de las mismas, pues en Wilhelmshaven la visibilidad era excelente y nadie de entre las fuerzas ligeras alemanas había informado al Alto Mando sobre las condiciones de pesada niebla en las que se combatía en los alrededores de Heligoland, bruma que impidió que el avión pusiese observar nada bajo él, lo que en última instancia condenaría al SMS Mainz. El crucero avistó al HMS Arethusa navegando hacia el Oeste junto a once destructores sobre las 11:30, dirigiéndose al Noroeste para poder presentar la banda y disparar con la mayor parte de sus piezas, lo que hizo con buena puntería pero sin suerte, pues sus piques cayeron junto a los buques británicos aunque sin lograr ningún blanco. El combate se alargó durante veinte minutos, lanzando los destructores de Tyrwhitt once torpedos que tampoco lograron impactar en el SMS Mainz, buque desde el cual se avistaron hacia el Noroeste “pesadas nubes de humo, y unos minutos más tarde, tres cruceros de la clase Town emergieron de ellas”. Sin opciones ante este nuevo rival, el SMS Mainz cambió de rumbo e intentó huir a los 25 nudos que daban sus máquinas, pero ya en el momento de virar los cruceros de Goodenough estaban disparando sobre él a menos de 6.000 metros de distancia, alcanzándole con algunos impactos de 152 mm en la cubierta y el costado, pero sin lograr disminuir su velocidad. Dadas las condiciones de niebla quizá el SMS Mainz hubiese podido escapar de sus más veloces perseguidores, pero para su desgracia en su vía de escape se encontró de repente con el HMS Fearless y su Flotilla de destructores, quienes abrieron fuego contra el crucero alemán al tiempo que intentaban torpedearle. Los destructores británicos se acercaron hasta unos mil metros y fueron recibidos por una granizada de proyectiles, el HMS Laurel encajó tres impactos que le dejaron casi al garete con once muertos y otros tantos heridos a bordo, el HMS Liberty resultó alcanzado en el puente por un proyectil que derribó el mástil y mató a su Capitán y otros siete hombres mientras once resultaban heridos, y por último el HMS Laertes recibió una salva de cuatro proyectiles que dañaron sus máquinas y mató a dos hombres e hirió a nueve. Ninguno de los 33 torpedos lanzados lograron impactar en el SMS Mainz, pero el crucero ligero quedó sentenciado cuando un proyectil le alcanzó en el eje del timón, bloqueándolo diez grados a estribor y dejándole a merced de sus enemigos.

SMS Mainz.
Con la llegada de los cruceros de Goodenough un chaparrón de proyectiles de 152 mm cayeron sobre el SMS Mainz, mientras un torpedo del destructor HMS Lydiard le alcanzó en el costado. "El barco se elevó", escribió uno de los Oficiales supervivientes del SMS Mainz, "se inclinó perceptiblemente de punta a punta y continuó danzando durante algún tiempo". A solo 5.000 metros los impactos se sucedían en el crucero alemán, "Nos acercamos a él", escribió uno de los Oficiales del HMS Southampton, "golpeando con cada salva. Era una masa de llamas amarillas y humo, sus dos chimeneas posteriores se derrumbaron. Brillantes llamas aparecían a través de las heridas abiertas en sus costados. Una de sus armas todavía disparaba espasmódicamente, pero a los diez minutos era un derrelicto ardiente, hundiéndose de proa. Luego el palo mayor se inclinó lentamente hacia adelante y, como un gran árbol, se acostó gradualmente a lo largo de la cubierta". "El Mainz fue increíblemente valiente, inmensamente galante", escribió otro Oficial británico. “Estaba completamente destrozado, el barco era un infierno humeante, pero un arma en la proa y otra en la popa escupían furia y desafío como un gato salvaje herido". Un marinero alemán sobreviviente agregó detalles sombríos: "El estado de Mainz en este momento era indescriptible, las luces de emergencia se apagaron y teníamos que movernos con linternas entre el espeso humo. Artilleros, torpedistas y grupos de suministros de municiones fueron hechos pedazos. La cubierta superior era un caos de ruinas, llamas, calor abrasador y cadáveres". A las 12:20 el Capitán dio la orden de hundir el barco, luego salió de la torre de mando y fue inmediatamente abatido por el estallido de un proyectil. A las 12:25 Goodenough ordenó alto el fuego y veinte minutos más tarde al crucero ligero Liverpool que bajara los botes y recogiera a los hombres que nadaban en el agua.
En ese momento llegó el Comodoro Keyes al lugar del combate, y ante un requerimiento alemán acercó el HMS Lurcher al SMS Mainz, cuyas cubiertas humeantes estaban llenas de hombres heridos e incapaces de moverse, Con esta acción, Keyes pudo evacuar y salvar a 220 hombres, pero uno se negó "Un joven Oficial alemán que había sido muy activo en el transporte de los heridos ahora permanecía inmóvil en la cubierta de su barco condenado". Keyes, ansioso por alejarse antes de que el crucero volcara y adivinando lo que había en la mente de este joven, le gritó que "lo había hecho espléndidamente, pero debía venir de inmediato, no había nada más que pudiera hacer y le tendí la mano para ayudarle a subir a bordo ”. Pero el joven despreciaba abandonar su barco mientras este permaneciera a flote. “Se incorporó rígidamente, saludó y dijo: Gracias. No." Unos minutos más tarde el SMS Mainz zozobró, se acostó en el agua durante diez minutos y luego se hundió junto a 89 hombres. Felizmente el joven Oficial que había rechazado la oferta de Keyes fue encontrado en el agua y rescatado; otro superviviente fue el Teniente Wolf von Tirpitz, hijo del Almirante alemán.

Hundimiento del SMS Mainz.

SMS Koln.
A unas 40 millas al Noroeste Beatty estaba preocupado, según los datos recibidos la agrupación británica no había avanzado ni quince millas en su proyectado barrido hacia el Oeste, se encontraba a solo unas veinte millas de Heligoland y por tanto cerca de Wilhelmshaven, era de esperar una pronta y contundente reacción alemana. En posesión de una tabla con la mareas en la zona, Beatty sabía que poco después del mediodía resultaba probable que los cruceros de batalla y acorazados alemanes zarpasen, ya eran las 11:00 y había que tomar una decisión urgente, pues incluso si el grupo de Goodenough se enfrentaba a media docena de cruceros ligeros apoyados por un crucero acorazado, toda la fuerza británica presente en la zona podría verse abrumada.
Como Vicealmirante entendía que la responsabilidad última era suya, debía sopesar los peligros de llevar a su Escuadrón a aguas germanas, pues perder algunos cruceros ligeros no afectaría al equilibrio en el Mar del Norte, pero sus cruceros de batalla resultaban esenciales para mantener la preponderancia de la Grand Fleet sobre la Hochseeflotte. Un mensaje de Keyes informando que sus submarinos se encontraban veinte millas más al Este que los buques de Goodenough y Tyrwhitt resultó un alivio, y se pensó que navegando a máxima velocidad resultaría muy difícil que los submarinos alemanes tuviesen oportunidad de torpedearles, si se actuaba con prontitud podría llegar a la zona de los combates y retirarse antes de que los buques capitales germanos pudiesen zarpar. Aun así, por un momento, Beatty dudó. "¿Qué crees que deberíamos hacer?", le preguntó al Capitán Ernle Chatfield, de pie junto a él en el puente del HMS Lion. "Debería seguir adelante y apoyar a Tyrwhitt, pero si pierdo uno de estos valiosos barcos, el país no me lo perdonará". Chatfield le sugirió que deberían partir y Beatty asintió, ordenando a sus cinco buques que avanzaran a 26 nudos al tiempo que envió una señal a Tyrwhitt: "Estoy procediendo en su apoyo".

HMS Lion
Pero incluso a 26 nudos los cruceros de batalla tardarían más de una hora en llegar a la zona, y mientras Tyrwhitt debería enfrentarse a los enemigos que surgían de entre la niebla, el siguiente sería el desafortunado SMS Mainz. Como sabemos este crucero había sido enviado por Hipper en dirección Norte para cortar la retirada de las fuerzas británicas, precedido por un avión que debía informarle de la composición de las mismas, pues en Wilhelmshaven la visibilidad era excelente y nadie de entre las fuerzas ligeras alemanas había informado al Alto Mando sobre las condiciones de pesada niebla en las que se combatía en los alrededores de Heligoland, bruma que impidió que el avión pusiese observar nada bajo él, lo que en última instancia condenaría al SMS Mainz. El crucero avistó al HMS Arethusa navegando hacia el Oeste junto a once destructores sobre las 11:30, dirigiéndose al Noroeste para poder presentar la banda y disparar con la mayor parte de sus piezas, lo que hizo con buena puntería pero sin suerte, pues sus piques cayeron junto a los buques británicos aunque sin lograr ningún blanco. El combate se alargó durante veinte minutos, lanzando los destructores de Tyrwhitt once torpedos que tampoco lograron impactar en el SMS Mainz, buque desde el cual se avistaron hacia el Noroeste “pesadas nubes de humo, y unos minutos más tarde, tres cruceros de la clase Town emergieron de ellas”. Sin opciones ante este nuevo rival, el SMS Mainz cambió de rumbo e intentó huir a los 25 nudos que daban sus máquinas, pero ya en el momento de virar los cruceros de Goodenough estaban disparando sobre él a menos de 6.000 metros de distancia, alcanzándole con algunos impactos de 152 mm en la cubierta y el costado, pero sin lograr disminuir su velocidad. Dadas las condiciones de niebla quizá el SMS Mainz hubiese podido escapar de sus más veloces perseguidores, pero para su desgracia en su vía de escape se encontró de repente con el HMS Fearless y su Flotilla de destructores, quienes abrieron fuego contra el crucero alemán al tiempo que intentaban torpedearle. Los destructores británicos se acercaron hasta unos mil metros y fueron recibidos por una granizada de proyectiles, el HMS Laurel encajó tres impactos que le dejaron casi al garete con once muertos y otros tantos heridos a bordo, el HMS Liberty resultó alcanzado en el puente por un proyectil que derribó el mástil y mató a su Capitán y otros siete hombres mientras once resultaban heridos, y por último el HMS Laertes recibió una salva de cuatro proyectiles que dañaron sus máquinas y mató a dos hombres e hirió a nueve. Ninguno de los 33 torpedos lanzados lograron impactar en el SMS Mainz, pero el crucero ligero quedó sentenciado cuando un proyectil le alcanzó en el eje del timón, bloqueándolo diez grados a estribor y dejándole a merced de sus enemigos.

SMS Mainz.
Con la llegada de los cruceros de Goodenough un chaparrón de proyectiles de 152 mm cayeron sobre el SMS Mainz, mientras un torpedo del destructor HMS Lydiard le alcanzó en el costado. "El barco se elevó", escribió uno de los Oficiales supervivientes del SMS Mainz, "se inclinó perceptiblemente de punta a punta y continuó danzando durante algún tiempo". A solo 5.000 metros los impactos se sucedían en el crucero alemán, "Nos acercamos a él", escribió uno de los Oficiales del HMS Southampton, "golpeando con cada salva. Era una masa de llamas amarillas y humo, sus dos chimeneas posteriores se derrumbaron. Brillantes llamas aparecían a través de las heridas abiertas en sus costados. Una de sus armas todavía disparaba espasmódicamente, pero a los diez minutos era un derrelicto ardiente, hundiéndose de proa. Luego el palo mayor se inclinó lentamente hacia adelante y, como un gran árbol, se acostó gradualmente a lo largo de la cubierta". "El Mainz fue increíblemente valiente, inmensamente galante", escribió otro Oficial británico. “Estaba completamente destrozado, el barco era un infierno humeante, pero un arma en la proa y otra en la popa escupían furia y desafío como un gato salvaje herido". Un marinero alemán sobreviviente agregó detalles sombríos: "El estado de Mainz en este momento era indescriptible, las luces de emergencia se apagaron y teníamos que movernos con linternas entre el espeso humo. Artilleros, torpedistas y grupos de suministros de municiones fueron hechos pedazos. La cubierta superior era un caos de ruinas, llamas, calor abrasador y cadáveres". A las 12:20 el Capitán dio la orden de hundir el barco, luego salió de la torre de mando y fue inmediatamente abatido por el estallido de un proyectil. A las 12:25 Goodenough ordenó alto el fuego y veinte minutos más tarde al crucero ligero Liverpool que bajara los botes y recogiera a los hombres que nadaban en el agua.
En ese momento llegó el Comodoro Keyes al lugar del combate, y ante un requerimiento alemán acercó el HMS Lurcher al SMS Mainz, cuyas cubiertas humeantes estaban llenas de hombres heridos e incapaces de moverse, Con esta acción, Keyes pudo evacuar y salvar a 220 hombres, pero uno se negó "Un joven Oficial alemán que había sido muy activo en el transporte de los heridos ahora permanecía inmóvil en la cubierta de su barco condenado". Keyes, ansioso por alejarse antes de que el crucero volcara y adivinando lo que había en la mente de este joven, le gritó que "lo había hecho espléndidamente, pero debía venir de inmediato, no había nada más que pudiera hacer y le tendí la mano para ayudarle a subir a bordo ”. Pero el joven despreciaba abandonar su barco mientras este permaneciera a flote. “Se incorporó rígidamente, saludó y dijo: Gracias. No." Unos minutos más tarde el SMS Mainz zozobró, se acostó en el agua durante diez minutos y luego se hundió junto a 89 hombres. Felizmente el joven Oficial que había rechazado la oferta de Keyes fue encontrado en el agua y rescatado; otro superviviente fue el Teniente Wolf von Tirpitz, hijo del Almirante alemán.

Hundimiento del SMS Mainz.

Plano segunda fase de la batalla.
Mientras el SMS Mainz sufría un calvario, los buques de Tyrwhitt no estaban fuera de peligro, por el área aún se movían los cruceros alemanes SMS Stettin, Strassburg y Koln, mientras otros cinco estaban en camino, los SMS Stralsund, Kolberg, Ariadne, München y Danzig, e incluso desde Wilhelmshaven largaba amarras el SMS Niobe para unirse a la refriega. Afortunadamente para los británicos las acciones de los barcos alemanes permanecieron descoordinadas, todos estaban dando vueltas buscando barcos enemigos más pequeños para atacar, huyendo cuando se enfrentan a buques más grandes. Nuevamente el SMS Koln, con el Contralmirante Maas a bordo, se topó con el HMS Arethusa y sus destructores, reanudando el duelo artillero, pero entonces, entre la neblina del Oeste, surgió la sombra de un gran buque que se movía a gran velocidad, según reflejaba su ola de proa. La alarma en los buques británicos se convirtió en alivio y alegría cuando el gigante que se aproximaba fue identificado como HMS Lion, seguido por su popa por otros cuatro cruceros de batalla. Describiría su aparición un Teniente en uno de los destructores de Tyrwhitt: “Delante de nosotros, en encantadora procesión, como elefantes caminando a través de una manada, aparecieron el Lion, Queen Mary, Princess Royal, New Zealand e Invincible. Grandes y sombríos como monstruos antediluvianos, cuán sólidos se veían, cuán absolutamente poderosos. Les señalamos a nuestro último agresor y fuimos hacia el Oeste mientras ellos iban hacia el Este, poco después escuchamos el trueno de sus armas”
Para el HMS Arethusa y su escoltas la batalla había terminado, para los cruceros de batalla comenzaba. "Cuando nos acercamos", dijo el Capitán Chatfield a bordo del HMS Lion, “todos los hombres estaban en sus puestos, las armas cargadas, los telémetros preparados, los prismáticos y telescopios de los hombres recorriendo el brumoso horizonte, donde apenas se podía ver más allá de dos millas. De repente se escuchó un aviso y por nuestra proa a babor vimos el destello de disparos a través de la niebla. ¿Eran amigables u hostiles? Finalmente, distinguimos el casco de un crucero —de hecho era poco más que un casco— (se trataba del Mainz ), con varias chimeneas caídas y un incendio en su cubierta superior. El crucero estaba siendo atacado por las cuatro naves del escuadrón de Goodenough. "Déjaselo a ellos", dijo Beatty. "¡No dispares!" y giramos alrededor de noventa grados a babor.”
Cuando desde el SMS Koln contemplaron a los cruceros de batalla de Beatty avanzando a toda velocidad y cortando su retirada hacia Heligoland supieron que su destino estaba sellado, virando hacia el Norte y disparando valiente e inútilmente sus cañones contra el HMS Lion. “Las torres giraron y nuestras armas abrieron fuego, seguidas por las de todo el Escuadrón”, dijo Chatfield. “Durante siete minutos el crucero alemán fue alcanzado en repetidas ocasiones por nuestros proyectiles pesados (635 kilos); valientemente devolvió nuestro fuego con sus pequeñas armas de cuatro pulgadas (10.5 cm) apuntando a nuestra torre de mando, pudimos sentir como un pequeño proyectil de cuatro pulgadas estallaba contra el puente blindado, pero en pocos minutos, el Köln era solo un casco".

SMS Koln.
Pese al tremendo castigo y que el Contralmirante Maas había resultado muerto en su puente el SMS Koln no se hundió, de hecho recibió un respiro cuando un nuevo blanco apareció por la proa a estribor de los cruceros de batalla y Beatty dejó de lado al destrozado SMS Koln y dirigió su Escuadrón en busca de la nueva presa. Aunque en este momento el HMS Invincible (que no podía superar los 25 nudos) y el HMS New Zealand (no mucho más rápido) estaban rezagados con respecto a los tres “gatos", que navegaban a 28 nudos, Beatty no destacó a ninguno de los dos para rematar al SMS Koln, consciente de que estaba cerca de la base del enemigo y de que los acorazados alemanes podían aparecer en cualquier momento, por lo que deseaba mantener concentrado a su Escuadrón. Chatfield describió lo que sucedió después: “Un pequeño barco alemán, a una milla [sic] de la proa a estribor, zigzagueando. Indiqué al Oficial de artillería que cambiase de blanco antes de que nos pudiese torpedear. Rápidamente las torres de 343 mm se movieron de babor a estribor y volvieron a abrir fuego. Tres salvas fueron suficientes y el alemán desapareció de la vista; se vio una explosión y una masa de llamas".
La víctima era el veterano crucero ligero SMS Ariadne, que había seguido al SMS Koln desde Wilhelmshaven a través de las brumas hasta la zona de batalla. Cuando Beatty dirigió su atención hacia el desafortunado buque el alcance era inferior a 6.000 metros, el SMS Ariadne no tenía ninguna posibilidad. Escribió uno de sus supervivientes: "la primera salva cayó unos trescientos treinta metros de distancia, pero la segunda lo hizo tan cerca de nuestro buque que las elevadas columnas de agua rompieron sobre nuestro castillo y lo inundaron". La tercera salva del HMS Lion lo alcanzó de lleno y el SMS Ariadne se alejó envuelto en llamas, con varios incendios en las carboneras. Al igual que el SMS Köln permaneció a flote pese al castigo recibido, pero el calor y el humo hicieron imposible que su tripulación permaneciera en sus compartimentos inferiroes. Los hombres se reunieron en el castillo de proa, dieron tres vítores al Káiser, cantaron "Deutschland über Alles" y esperaron el rescate. Poco después de las 14:00 horas aparecieron los cruceros ligeros SMS Danzig y Stralsund quienes bajaron sus botes. Durante un tiempo los incendios en Ariadne se estaban apagando y su Capitán, con la esperanza de salvar su nave, le pidió a SMS Stralsund que lo llevara a remolque, pero era demasiado tarde: a las 15:10 pm zozobró y se fue a pique junto a 64 de sus hombres, con la bandera en lo más alto.

SMS Ariadne.
A pesar del éxito Beatty estaba nervioso por la proximidad a Heligoland y Wilhelmshaven; sabía que el agua sobre el banco de arena del Jade ya no era un obstáculo y que probablemente zarparían los acorazados alemanes, además uno de los destructores informó (erróneamente) sobre la presencia de minas flotantes. Por estas razones y porque ahora era su deber principal cubrir la retirada de las naves dañadas de Tyrwhitt era hora de irse, de modo que a las 13:10, solo cuarenta minutos después de llegar a la escena, el HMS Lion y el resto de los cruceros de batalla viraron hacia el Noroeste y Beatty envió una señal general a todas las fuerzas británicas en el Bight: "Retírense". En el camino de regreso y a solo tres o cuatro kilómetros de distancia observaron al SMS Köln, al garete pero aún a flote, todavía ondeando su bandera. "El Vicealmirante me dijo que lo hundiese", narraría Chatfield, y fueron suficientes dos salvas para que el SMS Koln comenzase a hundirse de popa, mientras Beatty ordenó a cuatro destructores que recogieran a los náufragos. Apenas habían comenzado la búsqueda cuando se informó de un submarino (no había ninguno en la zona) y partieron, dejándoles en el agua. Hasta dos días después un destructor alemán no descubrió a un solo fogonero, Adolf Neumann, todavía vivo y "a la deriva entre cadáveres sostenidos por chalecos salvavidas". Según Neumann, "unos 250 hombres" saltaron al mar antes de que el SMS Köln se hundiera. “Al día siguiente, vi cerca de mí a 60 hombres que aparentemente todavía vivían, pero uno tras otro cayeron presas del mar". En la peor catástrofe del día para los germanos, 484 hombres habían fallecido junto a su buque.