El frente del Este, ese gran olvidado


Decía anteriormente que el frente del Este a pesar de la cantidad de publicaciones que han surgido a lo largo de mas de 60 años, aun se vienen ignorando olímpicamente diversas situaciones básicas, siendo una de ellas la realidad en torno a el tipo de perdidas en cuanto a blindados se refiere.

Durante años solo teníamos las crónicas y reportes del lado alemán, siempre muy pintorescas y en buena parte politizadas, mientras que del lado soviético prácticamente no había nada, excepto segmentos fragmentarios que buscaban exaltar aun mas los aspectos políticos y las certezas básicas de su sistema de vida, así pues no había espacio apenas para hablar de las bajas y de cómo tenían lugar, excepto con términos y descripciones sumamente vagas, cuando las había.

Pero a partir de la caída del comunismo eso cambio, ahora tenemos a disposición gran cantidad de testimonios e información de todo tipo sobre la cuestión de cómo tenían lugar las bajas y el tipo de daño que los tanques soviéticos sufrían.

Artemn Drabkin & Oleg Sheremet, Dmitry Loza, Vasily Krysov, Baryatinskiy asi como otros muchos autores e investigadores (incluyendo a Kershaw y a David Glantz), han hecho un trabajo excelente en cuanto a recuperar la memoria y muchísimos detalles tacticos y tecnicos al respecto de estos temas.
Creo que el frente del este aun tiene muchísimas sorpresas que aportar.

Muy bien, iniciando materia, creo que prácticamente todos los aficionados a estos temas habrán leído sobre el profundo impacto que el T-34 y los KV tuvieron en las tropas alemanas durante sus primeros encuentros, no tanto en cuanto a efectos digamos materiales, pues desgraciadamente para los soviéticos sus nuevos vehículos estaban conducidos por tripulaciones sin la preparación adecuada ni las tácticas necesarias para poder sacarle provecho a sus tanques, Barbarroja hubiera sido muy diferente si el nivel de preparación de los tanquistas soviéticos hubiera sido equivalente al de los alemanes.

Tom Jentz en su obra sobre el 88 mm en su papel antitanque indica datos sobre el “estreno” en Barbarroja en contra de los T-34 y los KV que son para tomarse en cuenta. Así pues un reporte de la Batterie del regimiento General Goering, fechado el 7 de julio 1941, donde se relatan las acciones cerca de Dubno entre el 26 y 27 de Junio de 1941 nos da como resultados que 56:

8 tanques de "32 toneladas" son destruidos y uno dañado. De los 8 KO, 6 se incendian.

1 tanque de "52 toneladas" es destruido, su munición explota a los 15 minutos de haber sido puesto fuera de combate (clara señal de fuego de corditas).

2 tanques de "64 toneladas" son puestos fuera de combate, uno se incendia.

Otro reporte en la misma obra, del 2.Batterie/Flak-Regiment 701 sobre acciones en el arrea de Cholm entre el 2 al 5 de septiembre de 1941 indica cosas igual de interesantes 57:


1 tanque de "35 toneladas" dañado.

8 tanques de "35 toneladas" destruidos, de ellos 4 incendiados (uno por acción de repetidos disparos de Flak de 2 cm a menos de 150 metros sobre rodamientos y chasis en un flanco).

4 tanques de "52 toneladas" destruidos.

Evidentemente los tanques de “32 toneladas” eran T-34, mientras que los de “52 toneladas” eran KV-1, los de “64 toneladas” era la denominación erróneamente aplicada a los KV-2, un detalle interesante es que el reporte asienta que los soviéticos consiguen remolcar los tanques destruidos al anochecer del día 3 de septiembre aprovechando la oscuridad.

Otro caso interesante es por ejemplo el de un desconocido (entonces) Michael Wittmann, que en una acción temeraria consigue destruir seis T-34, según el autor que se quiera consultar de los seis unos estallan y otros quedan envueltos en llamas, incluso hay uno de ellos que tiene que ser rematado pues da signos de actividad luego de que parecía haber sido puesto fuera de combate, dado que el Stug III que comandaba tenia cañon corto Wittmann y sus compañeros debieron acercarse a distancias muy por debajo de los 100 metros para lograrlo. 58:

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Proyectil de 7.5 cm para cañon L/24 aleman

Pero debemos de comprender que así como los T-34 y KV no eran demasiado comunes en el frente de batalla al inicio de Barbarroja, asi tambien para desgracia alemana no todas sus tropas podian contar con el apoyo de cañones de calibre tipo 75, 88 o 105 mm.

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Panzerjager I con cañon de 4.7 cm en la URSS

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Municion Pzgr.39 para cañon de 4.7 cm (t) Skoda, sin y con elemento trazador en la base

La realidad es que infantería y tanquistas alemanes tenían que usar cañones de 37 mm y en mucha menor medida de 47 y 50 mm como principal arma AT, y si hacemos caso a lo que tanquistas con gran experiencia como Herman Bix y Hans Bunzel relatan, era necesario acercarse a distancias ridículas y emplear gran cantidad de disparos para poder lograr detener a ese tipo de tanques. 59:

Zoom in (real dimensions: 700 x 466)Imagen
El KV-I "despachado" por Bix, notese el impacto en el cañon, que provoco una explosion interna cuando la tripulacion quizo disparar, lo que provoco finalmente que el gigante quedase KO

Claro que para la pobre infanteria el asunto no era anecdotico, de hecho se tuvieron que hacer infinidad de armas de ciscunstancias cuando los "picapuertas" de 3.7 cm no podian con el "paquete", En rojo las soluciones "atipicas" :

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Robert Kershaw dice en referencia a las experiencias alemanas en Barbarroja y las vivencias alemanas :

      ‘’

Puntos negros moviéndose como moscas en el horizonte podían ser tanques o vehículos enemigos. Nadie estaba seguro hasta el primer destello, seguido por un chorro de flamas y humo denso emergiendo al cielo, lo que significaba que una batalla de tanques había comenzado. El primer signo de un tanque enemigo podía ser una torre pareciendo flotar en un mar de ondulante maíz. Dentro del compartimiento de combate venían los gritos urgentes de distancia, dirección y tipo de proyectil a ser disparado seguido inmediatamente por un estruendo contuso que sacudía el panzer en su chasis y luego un zumbido sonoro indicando que el proyectil pasaba por entre el maizal hasta que otro destello y un distintivo "plunk" indicaba un impacto. Todo eso ocurría en una fracción de segundo y la torre se iba llenando con humo. Un sonido metálico indicaba la apertura del cerrojo y un nuevo cartucho era introducido, para cerrarlo y un grito de 'listo' anunciaba el siguiente tiro. Otro proyectil seguiría y así tantos como se requirieran para convencer a la tripulación que habían destruido al oponente. Hasta que alguien saliese o que se vieran llamas nadie podía estar seguro. Mas certeza se tenia con las colosales explosiones que implicaban la penetración de los compartimientos de munición. La compresión por esos estallidos podían lanzar las torres alto en el cielo, girando en su vuelo, con múltiples destellos, estallidos y sonidos como de un motor cohete hasta su extinción. Una explosión de ese tipo podía reducir a todo el tanque, torre y chasis, a unos despojos metálicos. ‘’Y luego soviéticas :

‘’ Arkadi Maryevski, que sirvió en un batallón penal soviético indica, ‘ Con motores de gasolina esos ataúdes metálicos se quemaban tan fácilmente como cerillas. Salir de un tanque a tiempo era una de las habilidades mas importantes que había que aprender.’ Los ligeramente blindados BT y T-26 que formaban la gran mayoría de la fuerza de tanques soviética al inicio de la campaña eran vulnerables a prácticamente todos los panzers y armas antitanque alemanas a las distancias normales de combate. Vladimir Alexeev, que se unió a los tanques cuando fracaso en su intento por seguir a su hermano en submarinos, fue destinado a un tanque ligero T-70, con una tripulación de dos. Al ser cuestionado sobre si se sentía vulnerable en un tanque tan ligero, su respuesta irónica fue ‘ ¡Si, realmente era muy difícil, pero nadie nos pregunto!

      ’’

60
El coronel Glantz en el primer volumen de su maratónico trabajo sobre Barbarroja muestra cifras de lo mas interesante con respecto a la composición real de las tropas acorazadas al inicio de las hostilidades entre Alemania y la Unión Soviética, así pues, los quinto y séptimo cuerpos mecanizados contaban el 6 de julio de 1941 con apenas 7 tanques KV y 10 T-34 el primero, y 34 y 29 el segundo, mientras que tenían 595 y 196 tanques tipo BT, 242 y 169 T-26 respectivamente, es decir, los KV y T-34 apenas estaban presentes, el grueso de blindaje con el que pelearon los alemanes en esos primeros meses pues fue de modelos ligeros y mas anticuados, a eso hay que añadir que dichas cifras de tanques no representaban los que realmente estaban en condiciones de operar. 61

El trabajo de Glantz se va sobre todo por hacer un recuento de las acciones durante las primeras semanas del conflicto, sobre todo en el área de Smolensk, pero a veces desciende lo suficiente como para capturar detalles que llaman la atención, de esa manera podemos ver que por ejemplo en uno de los reportes del decimo noveno ejercito soviético, fechado el 19 de agosto de 1941, al detallar las bajas propias indica :

      ‘’

– Nuestras perdidas : 8 tanques quemados y cuatro destruidos, y ‘el comandante del tercer batallón del regimiento de tanques 202, teniente Korshunov, tuvo una muerte heroica’ cuando el y su tripulación perecieron en un tanque incendiado. ‘’62


Probablemente eso permita ahora entender fotos como estas :

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T-26 arde al paso de tropas alemanas

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T-26 "despachado" por una explosion interna

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BT-5 quemado

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BT-7 "Cocinado" y con torre volada por explosion interna

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BT-7, similar al anterior

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T-26 "cocinado"

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KV-1 "quemado"

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BT-7 quemado, el conductor no pudo salir a tiempo


Con todo, en la Unión Soviética los alemanes se topan con la horma de su zapato, se debe establecer un programa de choque que permita sustituir los miles de cañones de 37 mm que equipaban a las unidades AT, los tanques deben de ser modernizados (con la versión de 50 mm “lang”) y se buscan alternativas primero con cañones capturados soviéticos (como el 76.2 mm) mientras otros diseños, como el que desembocaría en el PaK 40 y sus versiones para tanques pudiesen llegar al frente, obviamente se acelera la producción de tanques pesados ya en etapa de diseño (como el Tigre I) y se busca un antídoto mas duradero para el T-34, que vendría a desembocar en el Pantera y su excelente cañon de 75 mm L/71. 63

Imagen
Un Marder III, equipado con cañon sovietico de 76.2 mm

 


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