Es de agradecer por parte de los aficionados a la historia militar la publicación, a cargo de la Editorial Desperta Ferro, de uno de esos raros ejemplares del Estado Militar del Ejército, en este caso al correspondiente a 1808.

Los Estados militares eran ejemplares únicos que se comenzaron a publicar a mediados del siglo XVIII hasta casi finales del reinado de Isabel II, con el objetivo de que el rey pudiese estar informado de los cambios que iba sufriendo el Ejército de uniforme, unidades y mandos de las mismas. Coloreados a mano eran ejemplares de un valor historiográfico incomparable. Desgraciadamente durante la Guerra Civil española fueron saqueados de Palacio Real, quedando actualmente apenas un par de docenas repartidos por todo el mundo.

El ejemplar de 1800 fue encontrado de forma casual por Alan Perry, copropietario de la empresa de Perry Miniatures. El texto es obra de Charles Esdaile, catedrático de Historia en la Universidad de Liverpool y una de las máximas autoridades en las guerras napoleónicas.

Lo cierto es que un libro como este, de cuidada publicación, ya que lo realmente resaltable son la colección de láminas, es uno de esos ejemplares que cualquier miniaturista o recreacionista del periodo napoleónico ha de tener es su biblioteca particular. Las láminas están impresas a tamaño A4 a todo color y con un papel de excepcionales características.

El libro se organiza en una introducción, a cargo de Esdaile, que enmarca perfectamente la época del valimiento de Godoy a finales del siglo XVIII. Nos muestra un Ejército de reducidas dimensiones, donde la columna vertebral era la Guardia Real, necesitado de reformas, elemento este que Godoy intentó acometer, y muy en la línea de los Ejércitos europeos de su época. Evidentemente con sus propias dificultades y problemas de personal, armamento o suministros. Interesantes son las reflexiones sobre la Guerra de las naranjas, lo cierto es que invitan a una posterior lectura para profundizar en el tema.

Posteriormente se presenta lo que es la joya de esta publicación, la colección de ilustraciones: Guardia Real, infantería de línea, infantería ligera, infantería suiza, caballería, milicias provinciales  y Guarniciones y fuerzas de seguridad.

Es una lástima que estos Estados Militares no incluyesen las tropas de los virreinatos y ultramar.

Lo que sí es de agradecer en esta publicación, es que ante la falta de casi la totalidad de las ilustraciones correspondientes a artillería, ingenieros y astrónomos, así como las faltas de ilustraciones (probablemente expoliadas de forma individual a lo largo de los años) de varias unidades, se haya paliado esto con la inclusión de ilustraciones del Estado Gráfico de 1797, actualmente en la biblioteca pública de Nueva York. Como bien se indica el cambio de uniformidad en ese periodo apenas fue de importancia.

En definitiva una excelente publicación de calidad fantástica, en la línea de las publicaciones a las que nos tiene acostumbrados la editorial Desperta Ferro.